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Cofradía Penitencial del Santísimo<br />
Cristo de la Buena Muerte<br />
La Cofradía Penitencial del Cristo de la Buena Muerte se funda,<br />
según consta en su primera acta, el 14 de abril de 1956, en una<br />
reunión celebrada por los cofrades fundadores en un local de la<br />
calle Trinidad, en <strong>Toledo</strong>. Sus orígenes se remontan a una serie<br />
de reuniones celebradas por varios compañeros, todos ellos<br />
pertenecientes a las Fuerzas Armadas, y con destino en la ciudad,<br />
con personas de gran relevancia en la vida política, social y<br />
cultural de la época. De dichos contactos surge la necesidad de<br />
participar en la Semana Santa toledana, de una forma activa a la<br />
vez que austera, en un acto penitencial, en el que, procesionalmente,<br />
se realice un Vía Crucis.<br />
Toma su nombre de la cruz de madera existente en el callejón de<br />
Barrio Rey de la ciudad de <strong>Toledo</strong>, la cual lleva un letrero con la<br />
inscripción “Cristo de la Buena Muerte”.<br />
Se supone que debió existir antiguamente una cofradía con este<br />
nombre, la cual no se ha podido documentar, tan solo existe alguna<br />
reseña histórica que relata que “pintado sobre una cruz de<br />
madera, con la virgen de los Dolores al pie, se halla el Cristo de la<br />
Buena Muerte, dentro de una urna de madera y cristales, maltrecho<br />
por las injurias del tiempo, en la angosta calleja o travesía que<br />
va de la plazuela de Barrio Rey a la cuesta del Alcázar”. Siendo<br />
su ubicación desde principios del siglo XVII la fachada izquierda<br />
según se va desde la cuesta del Alcázar a la plaza de Barrio<br />
Rey.<br />
La Cofradía hizo su primera salida la madrugada del Sábado<br />
Santo 20 de abril de 1957, portando un Cristo que las Hermanas<br />
clarisas franciscanas poseen en su clausura.<br />
Posteriormente, se desfiló con un Cristo del siglo XV, de autor<br />
anónimo, con una preciosa corona de espinas de plata, que<br />
actualmente preside el dormitorio del convento. Esta imagen<br />
desfiló solo un año.<br />
En el año 1961 se hizo una imagen esculpida en madera que procesionó<br />
hasta 1971, siendo donada al Real Convento de Santa<br />
Clara para devoción de las hermanas, como muestra de gratitud y<br />
afecto. Desde 1972 hasta la actualidad sale la misma imagen.<br />
Semana Santa <strong>Toledo</strong> 2016<br />
En el año 2000 el Cristo participó en el mes de noviembre en<br />
un acto de la Legión, que se celebró en el Paseo de Merchán de<br />
<strong>Toledo</strong>. En el año 2007 con motivo del 50º aniversario de la fundación<br />
de la Cofradía Penitencial Cristo de la Buena Muerte, se<br />
realizó un estandarte que fue bendecido el 1 de abril de 2007.<br />
En dicho acto se instauró la presencia de un hermano que tocase<br />
un tambor desafinado, y una escolta militar, formada por el Escuadrón<br />
de Gastadores de la Academia de Infantería de <strong>Toledo</strong>,<br />
que escoltaría al Cristo en todo su recorrido.<br />
La escolta militar ha durado hasta el año 2011, ya que en el año<br />
2012 no pudo salir por problemas ajenos a la Cofradía, esperando<br />
que los años que viene se resuelvan los problemas y puedan<br />
volver a acompañar a el Cristo de la Buena Muerte y su Cofradía<br />
Penitencial.<br />
Se funda, según consta en el primer acta, el 14 de abril de 1956,<br />
siendo su aprobación canónica por el Arzobispo de <strong>Toledo</strong> el 17<br />
de abril de 1957, siendo titular el Excmo. y Rvdmo. Sr. Dr. D.<br />
Enrique Pla y Deniel, Cardenal Primado de España.<br />
Tiene su sede canónica en el Real Monasterio de San Juan de<br />
los Reyes.<br />
La imagen del Santísimo Cristo que actualmente desfila en la<br />
procesión, es una bellísima talla de madera sin policromar, casi<br />
de tamaño natural, de 1,20 m de altura, de un “Cristo que acaba<br />
de morir en la Cruz.”<br />
Fue tallada en 1972 por el escultor toledano D. Mariano Guerrero<br />
Corrales, quien quiso plasmar en ella, con gran certeza, el<br />
dolor de la muerte de Cristo después de tanto padecer.<br />
En él se puede apreciar cada unos de los huesos, músculos y<br />
nervios que configuran su frágil cuerpo muerto, cubiertos por<br />
una piel seca y ajada por el terrible dolor de la muerte terrenal.<br />
Este Cristo carece de adornos y representa al Cristo que acaba<br />
de morir en la Cruz.<br />
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