TRAFICO 229 BAJA ULTIMOv1

Su preocupación por la incidencia de la movilidad en el medio ambiente es muy alta.
“LA LIBERTAD ES
NO DEPENDER DE
NINGÚN OBJETO,
SALVO DEL
MÓVIL Y TUS
COSMÉTICOS”
J. ALBACETE, PSICÓLOGA
das –de 1970 a 2013– de un 17% al
7%. Lo mismo ha sucedido en la
franja entre 25 y 44 años (del 59% al
44%), mientras que en los conductores
de más de 45 años ha aumentado
(del 24% al 49%). En Guipúzcoa,
por ejemplo, los conductores de más
de 65 años ya superan a los menores
de 30.
“Año tras año aumentan los porcentajes
en los tramos de más edad”, subraya
Rosa Ramírez, subdirectora de
Análisis y Vigilancia Estadística de la
DGT, al mismo tiempo que advierte
del “lento pero constante envejecimiento
del censo de conductores, en
paralelo al envejecimiento de la población”.
Así, según los datos del censo
de la población española del Instituto
Nacional de Estadística (INE), en
1970, el 11% de los españoles tenía
entre 18 y 24 años, mientras que el
2013 el porcentaje bajó al 7 %. Por el
EE.UU.: el coche, un accesorio caro
En Estados Unidos, según una encuesta sobre los hábitos de los jóvenes publicada por
la BBC, un 12% de personas comprendidas entre los 21 y 30 años ha dejado de conducir
con respecto a la misma muestra de la generación anterior. “El cambio de preferencias
en el transporte por parte de la gente joven induce a dudar sobre la postura asumida
por los mandatarios de que la conducción crecerá rápida y progresivamente. Algo
que debería tenerse en cuenta en las decisiones sobre infraestructuras y presupuestos”,
subrayaba el estudio de Frontier Group y US PIRG de 2012 titulado “Transporte y
las nuevas generaciones”. Esta investigación evaluaba cómo lo que después de la Segunda
Guerra Mundial era un símbolo de madurez, ahora es un accesorio caro. A pesar
del aumento de ingresos por unidad familiar o de posibilidades a la hora de viajar,
el uso del transporte público aumentó un 40% en EE. UU. Y la compra de bicis, un 23%.
El coche ni siquiera dota del estatus que se quería mostrar a mediados del siglo pasado.
contrario, en la franja de los mayores
de 45 años, se ha pasado del 29% en
1970, al 42% el pasado año.
“La escala de valores de los jóvenes
ha cambiado. Se puede decir de forma
categórica que hay muchas prioridades
antes que el coche”, señala Guillermo
Ricarte, director general de la
fundación CreaFutur, que analiza las
tendencias de consumo. “Las preferencias
han ido cambiando. Primero
fue la ropa; luego, comer fuera y, ahora,
la tecnología”, resume. “Pero el
factor decisivo es económico: no hay
poder adquisitivo”, expresa. Ricarte
cree que cada vez es más fácil conducir
sin tener un coche, alquilando o
compartiendo, y considera que la falta
de poder adquisitivo traslada la
pertenencia a lo transitorio y “puede
influir en la apetencia por sacarse el
carné. Además, la tecnología va mucho
más rápido: un modelo de coche a
lo mejor tiene cuatro variantes en 30
años. ¡El iPhone lleva seis tipos en
menos de una década!”, ríe.
LA CRISIS, CULPABLE. “Hoy por
hoy se prefiere un ‘smartphone’ a un
coche”, recalca David Barrientos, director
de Comunicación de la Asociación
de Fabricantes de Automóviles
(Anfac). “Se busca que consuman menos,
que sean más seguros, que se complementen
con la tecnología”, enume-
Nº 229 / NOV-DIC / 2014 35