CONSPIRACIÓN DESDE MÉXICO

uzos — 19 de septiembre de 2016
www.buzos.com.mx
16 REPORTAJE
La marginación en Loma Tuza
“El gobierno no apoya, por eso trabajamos;
ellos nunca dan nada. Aquí no
hay gobierno que apoye y uno trabaja
nomás para comer”, se queja Cirila,
habitante de Loma Tuza, municipio de
Acatepec, en el estado de Guerrero.
En los 34 años que lleva viviendo
en su casa de adobe, Cirila sólo ha
logrado vincularse formalmente a la
red eléctrica y medio conectarse a la
de agua potable con una manguera informal.
Éstos son todos los servicios
urbanos municipales con que cuenta.
En Loma Tuza hay 108 viviendas,
la mayoría con piso de tierra; 22 disponen
de una habitación; 65 están
conectadas al drenaje; sólo en 14 hay
instalaciones sanitarias y únicamente
27 tienen acceso a la luz eléctrica.
Hay sólo dos familias con televisor y
ningún hogar tiene computadora ni lavadora.
Tiburcio tiene entre 25 y 30 años de
edad, desde pequeño se dedica a las labores
del campo y recuerda que gran
parte de su juventud se la ha pasado
levantando poco a poco, junto con su
madre, su casita de un solo cuarto, que
no dispone de ningún servicio urbano.
Para proveerla de lo necesario, revela
a buzos, ha tenido que irse a trabajar
a Tlapa, a otros pueblos de la Montaña,
a Acapulco y aun a otras ciudades
del estado, a fin de poder ganar algún
dinero adicional con qué comprar los
materiales de construcción.
Comenta que la situación económica
en Loma Tuza no es buena, que la
pobreza no es bonita en su pueblo ni
en ningún lado, y que sólo en el pasado
reciente han empezado a llegar algunos
apoyos para mejorar las condiciones
de la comunidad.
“Esos apoyos y servicios han llegado
aquí gracias a Antorcha. Con ellos
pavimentaron unas calles y se hizo la
clínica. Ahora se está pidiendo un doctor,
pero no quieren mandarlo. Antorcha
es la única que nos reúne y logra
los apoyos”, dicen don Pedro, uno de
los habitantes de esta localidad.
Roberto Rojas, otro de los pobladores
de la región, quien en su juventud
estudió la preparatoria en Tlapa y
por razones familiares debió volver a
Loma Tuza, hace una contundente crítica
a los gobiernos municipal, estatal
y federal porque elaboran políticas
discriminatorias de desarrollo hacia
los pueblos indígenas al no ofrecer a
éstos las mismas condiciones de vida
que brindan a los demás grupos sociales.
A los pueblos indígenas, comenta,
se les tiene en malas condiciones sociales
y económicas; se les margina y
hace menos al no ofrecérseles la misma
calidad de vida que hay en las ciudades.
Pero a los indígenas puede dárseles
el mismo trato que a otros mexicanos
mejorando sus viviendas, es
decir, construyéndolas con los mismos
materiales, con los mismos servicios
urbanos y con los mismos sanitarios, y
“no abriéndoles un hoyo grande donde
la gente haga ahí sus necesidades.
“La calidad de vida en los pueblos
indígenas debe de ser la misma que en
las ciudades, porque no por ser indígenas
unas familias deben recibir trato
diferente a otras que no lo son. Por ello
los presidentes municipales de esta
zona viven como ricos y los indígenas
no salen de la pobreza”, afirma el señor
Rojas.
Indígenas discriminados
La discriminación, según la definición
de la Real Academia Española, consiste
en dar trato desigual a una persona o
una colectividad por motivos raciales,
religiosos, políticos, sexuales o socioeconómicos.
Y este trato es el que vive
y sufre día a día la mayoría de los indígenas
de los seis estados de la República
con mayor población prehispánica
en México.
En agosto de 2014, el Consejo Nacional
para Prevenir la Discriminación
(Conapred) dio a conocer una encuesta
según la cual el 44.1 por ciento de los
mexicanos considera que no se respetan
los derechos de los pueblos indígenas.
Se trata del porcentaje más alto,
por encima de quienes creen que no
se respetan los derechos de personas
homosexuales (42.4 por ciento), de
migrantes (40.8 por ciento), adultos
mayores (34.8 por ciento) y personas
con discapacidad (34 por ciento).
En una compilación estadística con
motivo de la conmemoración del Día
Internacional de los Pueblos Indígenas,
el pasado viernes nueve de agosto,
el Conapred señaló que el año pasado
15 de cada 100 personas hablantes de
lenguas indígenas no estaban afiliados
a servicios de salud; que el 98 por
ciento de quienes sí tienen este servicio
están adscritos al Seguro Popular y
que el 57.7 por ciento de los indígenas
hombres y el 45.3 de las mujeres no
tienen ningún servicio médico.
Además, se reporta que entre las
mujeres indígenas el riesgo de embarazo
a temprana edad es mayor porque
no usan métodos anticonceptivos, hecho
que evidenció el Inegi al reportar
que en 2014 el 50 por ciento éstas no
usaron ningún método anticonceptivo
en su primera relación sexual debido
al desconocimiento, según la Encuesta
Nacional de la Dinámica Geográfica.
Con base en la Encuesta Intercensal
2015, el propio Inegi reveló que el
11.7 por ciento de la población indígena
–900 mil personas– migró a otra entidad
federativa y que el 1.4 por ciento
de la misma lo hizo a otro país. Oaxaca,
la Ciudad de México y Veracruz
fueron las entidades con mayor migración.
De las personas que han abandonado
el país para buscar oportunidades
de trabajo y vida en otra nación, el 1.4
por ciento equivale al menos a un integrante
de cada hogar. Al menos el
1.9 por ciento de los hogares mexicanos
tienen un familiar fuera del país.