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es la respuesta. Otra de las grandes
ofertas de Toronto son los Spa. La
capital de Ontario ofrece desde
lo más renombrado, por ejemplo
aquellos que se encuentran en
los hoteles más prestigiosos como
Spa My Blend by Clarins, en el
Ritz-Carlton, calificado como el
No.1 del mundo y que, gracias a
su arquitectura, permite “traer
el exterior al interior”; o bien el
simple y sereno the Spa del Four
Seasons, el más grande de todo
Toronto con 30 000 pies cuadrados,
17 espaciosas salas de tratamiento,
alberca, dos cuartos de vapor y un
salón con estaciones para manicure,
pedicure y cuidado de cabello;
cubriendo parte del piso ocho y todo
el piso nueve del elegante hotel.
Estos son los spas más lujosos de
esta capital canadiense, pero cabe
mencionar las varias opciones que se
hallan repartidos por toda la ciudad
como Elmwood Spa and Water
Therapies, un spa urbano con dos
restaurantes, un juice-bar y terapias
de agua; o el Windsor Arms Spa
con una alberca de agua salada que
promueve bienestar, sin la sensación
de sequedad que deja el cloro. Todas
las anteriores son alternativas de
spa altamente renombradas, pero
eso no debe quitar la curiosidad de
probar uno de los muchos pequeños
establecimientos repartidos por
todas las calles, con ofertas de
masaje, manicure o cualquier otro
tratamiento que se ocurra, por
supuesto, adicionados con los
métodos originales de la población
internacional ya bien establecida.
El spa es una evidencia más de los
grandes beneficios que las raíces
de los inmigrantes dan, quienes se
fijan para el disfrute propio y de los
demás.
Esas sabidurías ancestrales,
mezcladas con el saber del lujo
que ofrecen las mejores firmas,
tanto de moda, hoteles y hasta
chefs, son los que logran que
Toronto sea un destino perfecto en
todos los ámbitos, un lugar donde
puedes sentirte en casa y descubrir
innovadoras propuestas; revelando
así al mejor adolescente que uno
podría llegar a conocer.
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