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mosaico<br />
Contenido<br />
[Director]<br />
Jorge L. Santana Dumas<br />
[Subdirectora]<br />
Dayana Figarella<br />
[Jefe de redacción]<br />
Juan José Guerrero<br />
[Consejo de redacción]<br />
Luciano García Matas<br />
Raquel Fernández de Bobadilla<br />
César Allende García<br />
Victoria Luque Vega<br />
Horacio Vázquez Cermeño<br />
[Administración]<br />
Josué Santana Neira<br />
[Directores de zona]<br />
Almudena García Peña<br />
Juan Frutos Soria<br />
Juan Manuel Balmes<br />
Juan Antonio Tuñón González<br />
José I. Dionisio de la Torre<br />
[Colaboradores]<br />
Francisco Lerdo de Tejada<br />
Jesús Castro Cortés<br />
Fernando Cerezo<br />
Carlos Linares Juárez<br />
Fernando Zufía García<br />
Valentín de Prado<br />
Julio Cerezo<br />
[Maquetación]<br />
J. Kiróbel Rodríguez<br />
[Ilustraciones]<br />
Julian García<br />
[Web]<br />
Josué Santana Neira<br />
[Edita]<br />
Editorial Bendita María<br />
Avda. Pablo VI, 9 - Local 12 A<br />
28224 Pozuelo de Alarcón<br />
Madrid<br />
Tel.: 91 759 79 68<br />
[E-mail]<br />
info@buenanueva.es<br />
[web]<br />
www.buenanueva.es<br />
[Depósito legal]<br />
M-26182-2006<br />
HACIA ORIENTE<br />
3 Sabor a eternidad<br />
Dayana Figarella<br />
ARCA DE NOÉ<br />
CANTEMOS AL SEÑOR<br />
8 Salmo 125<br />
Hermenegildo Sevilla Garrido<br />
TESTIGOS DE LA VERDAD<br />
10 Entrevista a Jesús Poveda<br />
Dayana Figarella | Buenanueva<br />
ECHANDO LAS REDES<br />
18 Pleito de Jeremías con Dios<br />
Antonio Pavía<br />
EDUCACIÓN PARA LA VIDA<br />
24 Las relaciones prematrimoniales IV<br />
Alfonso López Quintás<br />
SI HOY ESCUCHÁIS SU VOZ<br />
30 Temporal en la noche<br />
Jaime Pérez<br />
<strong>NUEVA</strong> ESTÉTICA<br />
34 Sagrada Familia V<br />
Enrique Solana<br />
SED SANTOS<br />
40 Walter Ciszek<br />
Victoria Escudero<br />
46 Elogio de las tinieblas II<br />
Horacio Vásquez Cermeño<br />
52 Reflexiones imprescindibles<br />
Javier Alba<br />
56 Oscar Wilde y su ruiseñor<br />
Francisco Lerdo de Tejada<br />
MOSAICO<br />
62 La tiranía del yo o la gracia del tú<br />
Jorge Santana<br />
66 La diosa Felicidad<br />
Alberto Vidal Guerrero<br />
72 Encuentro con Jesucristo<br />
Jerónimo Barrio<br />
80 JMJ - Compartiendo la experiencia<br />
88 El salario del pecado<br />
Antonio Arias Crespo<br />
CIENCIA<br />
90 Esparanza cientifica para la<br />
esclerosis múltiple<br />
Carlos Valiente Berroso<br />
RAZÓN CREADORA<br />
96 Recordando a Rafa Lozano<br />
María Torres Montoro<br />
ALDEA PLANETARIA<br />
104 La peregrinación alpina de<br />
Gran San Bernardo<br />
Pedro Estaún<br />
CINE<br />
108 JOY<br />
Gloria Mª Tomás y Garrido<br />
FUERZA EN LA MIRADA<br />
114 El muro de ladrillos<br />
Javier Gozález García<br />
118 ¿Se puede crecer en el amor al otro?<br />
Almudena Pérez<br />
122 Cuba, tierra de misión joven y esperanza<br />
Marta Guerrero<br />
ENTRETENIMIENTO<br />
ORACIÓN
hacia oriente<br />
La oscuridad es profunda y la tiniebla espesa no deja ver nada. Emerge el temor y la tribulación<br />
que inquieta, pero allí estás Tú, ungiéndonos con tu crema afectiva para sanar la inflamación,<br />
la herida. Y el miedo se va… Dejarte amar del modo que Él disponga. Con el apoyo único del<br />
Redentor. “Cuando reparas en algo, dejas de arrojarte al todo. Porque para venir del todo al<br />
todo, has de negarte del todo en todo”.<br />
Empeño necio en buscar en vano razones y seguridades que el mundo es experto en ofrecer,<br />
pero si tu amor lo puede todo, lo transforma todo. Porque haces que “griten las piedras” (cf<br />
Lc 19, 40) y que Bartimeo -el ciego de Jericó- vea (Mc, 46, 52). El combate ha de ser con fe de<br />
“tigres”, aunque salten las imperfecciones, los defectos y las flaquezas. Deshilando tu misterio<br />
cuando no se ve nada, sabiéndonos nada.<br />
Y cuando las balas sustituyen las palabras, se niega el derecho a la vida y a la familia, la histeria<br />
colectiva prevalece y las ideologías invasoras amenazan con leyes rebuscadas, allí estás Tú,<br />
en la cruz. Nos enseñas que el motivo de existir es nuestra vida eterna. Cada momento sabe<br />
a eternidad cuando somos capaces de amar al que es diferente a mí, a ti, de mirar, hablar y<br />
servir al otro con el pensamiento, la lengua y el corazón.<br />
Cada segundo sabe a eternidad cuando abrimos nuestro espacio a la caridad y hospitalidad<br />
verdadera, cuando llenamos con amor y sonrisa al que se desangra en soledad y amargura.<br />
Nos abrimos a la misericordia practicando la misericordia. Cada segundo sabe a eternidad<br />
llevándote almas. Venciendo la altivez y la autosuficiencia, cuando el otro me humilla, yo lo<br />
abrazo... En un ejercicio permanente para la carne temblorosa, pero en confianza absoluta,<br />
como decía Santa Teresita del Niño Jesús: “Él hará madurar hermosos frutos en el árbol de<br />
vuestra alma”.<br />
Cada segundo sabe a eternidad perdonando, pidiendo piedad y compasión desde el corazón.<br />
Como el valiente leproso que se atrevió a dar el paso para su curación frente al Maestro.<br />
Como el publicano que no escatimó en pedir: “Oh Dios, ten compasión de este pecador”<br />
(Lc 18, 13). Salir de nuestro mundo y unirnos a ti… Clamar un Kyrie eleison sin máscaras,<br />
porque aunque intentemos fabricar apariencias, somos tu obra; te pertenecemos. Tú nos<br />
quieres como somos, con nuestra miseria y pequeñez. ¿Y cómo no dejarnos tocar por ti para<br />
embellecernos?<br />
“Sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor” (L 7, 47)… Así<br />
manifestaba Jesús su misericordia en el encuentro con la mujer pecadora. La bondad es<br />
suya. Que seamos capaces de colaborar con la gracia del Espíritu, de enamorarnos locamente<br />
cuando vivimos lo que no entendemos. En la cruz, tu cruz. De gozar la dulzura y la paz,<br />
cuando experimentemos la “humillación de amor por amor”. Todos estamos invitados. Que<br />
cada instante tenga la unción de la eternidad. Que cada instante podamos encontrarnos en ti.<br />
i<br />
Subida al Monte Carmelo. San Juan de la Cruz, I, 13, 12. Obras Completas.<br />
3
cantemos al Señor<br />
¿Cuál es el principio<br />
de la misericordia<br />
(jésed)?<br />
Es el de la Torá, tal como está escrito en<br />
Isaías 55:1: «A todos los sedientos: venid a las<br />
aguas, y los que no tienen dinero, venid.» Una<br />
invitación que continúa: «Comprad y comed.<br />
Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y<br />
leche.» El (Creador) os alimentará con la Torá,<br />
pues vosotros habéis adquirido ese mérito por<br />
mediación de Abraham y de sus buenas obras.<br />
En efec to, sin dinero él los alimentó, y sin recibir<br />
pago alguno les dio «vino y leche».<br />
Dijo el sabio: Con la sabiduría tributan los<br />
sabios su gratitud al Creador; por ella se logra<br />
en vida la plena realización del culto divino, y<br />
buen nombre después de la muerte.<br />
Nada hay –afirma asimismo– que tanto afine<br />
el entendimiento como la instrucción y la<br />
sabiduría, ni que tanto evidencie el verdadero<br />
saber como la buena conducta.<br />
Las preguntas del sabio son la mitad de su<br />
sabiduría; la afabilidad con el prójimo, la mitad<br />
de la sensatez, y la buena administración, la<br />
mitad de la economía.<br />
4
¿Y qué árbol es ese que mencionas?<br />
El maestro respondió: Todas las potencias<br />
del Santo bendito sea, están superpuestas<br />
y configuran un árbol; y así como un árbol<br />
produce sus frutos gracias al agua, de igual<br />
modo el Santo, bendito sea, hace crecer las<br />
fuerzas del Árbol.<br />
¿Y cuál es el agua del Santo, bendito sea?<br />
La jokmá (sabiduría), en tanto que las almas<br />
de los justos surgen de esa fuente (maaián),<br />
para llegar al Gran Canal que asciende y<br />
anima todo el Árbol.<br />
Y ese «Árbol», ¿gracias a qué florece?<br />
Si el pueblo se muestra justo y bueno, la<br />
Shejiná, la Divina Presencia, permanece en<br />
su seno, se transparenta en sus actos, que el<br />
Creador fertiliza y multiplica.<br />
Un cuervo estaba sentado en un árbol, sin<br />
hacer nada todo el día. Un pequeño conejo<br />
se dio cuenta de esto y le pregunto:<br />
¿Puedo sentarme como tú y pasarme todo el<br />
día sin hacer nada?<br />
El cuervo respondió: ¡Claro! ¿Por que no?<br />
El conejo se sentó en el suelo, y descanso.<br />
Repentinamente, apareció un lobo salto<br />
encima del conejo y se lo comió.<br />
Moraleja: Para estar sentado sin<br />
hacer nada, debes estar muy,<br />
muy alto<br />
arca<br />
5
cantemos al Señor<br />
H e r m e n e g i l d o S e v i l l a G a r r i d o<br />
Los que confían en el Señor<br />
son como el monte Sión:<br />
no tiembla, está asentado para siempre.<br />
Jerusalén está rodeada de montañas,<br />
y el Señor rodea a su pueblo<br />
ahora y por siempre.<br />
No descansará el cetro de los malvados<br />
sobre el lote de los justos,<br />
no sea que los justos extiendan<br />
su mano a la maldad.<br />
Señor, concede bienes a los buenos,<br />
a los sinceros de corazón;<br />
y a los que se desvían por sendas tortuosas,<br />
que los rechace el Señor con los malhechores.<br />
¡Paz a Israel!<br />
Este salmo fue escrito en un periodo en el que<br />
Jerusalén estaba ocupada por un ejército<br />
invasor. En medio de esta situación<br />
necesitaba imperiosamente confiar en<br />
el auxilio de Dios.<br />
Es sabido que los judíos atravesaron, en su historia,<br />
diversas fases cíclicas en su relación con Dios. En<br />
su alianza con el Señor, cayeron muchas veces en<br />
la infidelidad y la traición. Durante estos períodos era<br />
frecuente que pasarán por la invasión de pueblos paganos<br />
de su alrededor. Sin embargo, el Señor siempre se<br />
mantenía fiel a su alianza y ante el clamor de su pueblo,<br />
venía en su ayuda. Así, una y otra vez. Este salmo<br />
responde a uno de esas etapas.<br />
6
cantemos al Señor<br />
Una de las verdades más importantes que<br />
se puede extraer de la lectura de este salmo,<br />
es que si no se confía en el Señor la vida del<br />
cristiano se colapsa. Esta confianza se retroalimenta<br />
con todos aquellos acontecimientos<br />
de nuestra pequeña historia en los que<br />
hemos experimentado su providencia. Estas<br />
vivencias constituyen sellos que permiten al<br />
cristiano afrontar en paz y con seguridad las<br />
adversidades más fuertes. Sólo se puede<br />
llegar a esto si se pone en juego la propia<br />
vida. Sólo aprende a nadar el que se lanza<br />
al agua. Fruto de esta confianza es el alcanzar<br />
un estado interior en el que comprobamos<br />
que la muerte no puede destruirnos.<br />
Jesús habita en el hombre que confía en Él.<br />
Cuando el paganismo, con sus mensajes<br />
y contravalores, domina, como sucede en<br />
la actualidad, el fiel pasa por la tentación de<br />
contemporizar, para evitarse tantos conflictos<br />
y discriminaciones, y asimilar costumbres y<br />
pensamientos contrarios a la voluntad de Dios.<br />
Pero el Señor nos dice, a través de este salmo<br />
que “jamás ha de caer el cetro de la impiedad<br />
sobre la senda de los justos, para que los justos<br />
no alarguen a la maldad su mano”. El justo<br />
persevera en medio de las calamidades y no<br />
queda defraudado.<br />
El mal permanece sólo hasta que Dios lo<br />
permite, y siempre para bien del hombre.<br />
Sólo el Señor puede sacar vida de la muerte<br />
y felicidad del sufrimiento. No obstante el<br />
demonio puede emponzoñar tanto a una<br />
generación, que parece que ha conseguido<br />
la victoria definitiva. Pero sus logros son<br />
siempre transitorios y están sujetos al control<br />
de Dios, en cuyo poder está la fuente inagotable<br />
de gozo eterno. El que permanece en<br />
su barca no naufraga nunca.<br />
El mal permanece<br />
sólo hasta que<br />
Dios lo permite,<br />
y siempre para<br />
bien del hombre<br />
Salmo 125<br />
7
cantemos al Señor<br />
La oración es necesaria<br />
El salmista pide al Señor que libre del mal a su<br />
pueblo, como hacemos todos los días a través<br />
de la oración del Padre Nuestro. Esto nos lleva<br />
a reconocer, una vez más, lo importante y necesaria<br />
que es la oración. Todos los días, en el<br />
mundo, se producen persecuciones a los cristianos,<br />
cruentas en muchas ocasiones. Es muy<br />
bueno que en, medio de estos ataques, pidamos<br />
al Señor que nos libre del mal, pero sabiendo,<br />
siempre, que su voluntad siempre es<br />
lo mejor para nosotros. Porque a veces pensamos<br />
que lo que Dios nos da no nos conviene.<br />
A su debido tiempo descubrimos que lo que Él<br />
pone en nuestra vida es mejor que lo que hubiéramos<br />
deseado.<br />
Termina el salmo diciendo: “paz a Israel”. Esta paz<br />
que se pide no es la que da el mundo, y es concedida<br />
a los que no se resisten a su amor. Esta paz<br />
es mucho más que la ausencia de conflictos. Es,<br />
más bien, un estado del alma en el que se experimenta<br />
la seguridad de ser amado por Dios y saber<br />
que nadie tiene poder para apartarte de ese amor.<br />
Alcanzar esta paz es tocar a Dios con el corazón.<br />
Este salmo nos invita a pedir esta gracia. bn<br />
A su debido<br />
tiempo<br />
descubrimos que<br />
lo que Él pone<br />
en nuestra vida<br />
es mejor que lo<br />
que hubiéramos<br />
deseado<br />
8
NOVEDADES<br />
El encuentro<br />
Este libro recoge las peripecias de su autor en un viaje, en solitario, a<br />
Santiago de Compostela. El viaje se convierte en peregrinación casi nada<br />
más comenzar y está narrado de forma espontánea y directa, haciendo<br />
que el lector se convierta también en protagonista del relato, tanto del<br />
viaje físico como del trayecto espiritual.<br />
Autor: Tono Denis Persiva<br />
N 0 pág.: 204<br />
ISBN: 978-84-945815-2-6<br />
Precio: 16.80 €<br />
El sueño de Yahel<br />
Una cuantiosa herencia provoca una serie de tensiones e<br />
intereses contrapuestos cuando lo que se pretende es ajustarse<br />
a la voluntad del difunto, que cada cual la interpreta de la<br />
manera más provechosa para sí mismo. A partir del grave<br />
accidente sufrido por el principal heredero y la experiencia vivida<br />
durante su estancia en coma.<br />
Autor: Juan José Guerrero<br />
N 0 pág.: 236<br />
ISBN: 978-84-945389-7-1<br />
Precio: 16.90 €<br />
Sea el Señor tu delicia<br />
Las Sagradas Escrituras, como el universo entero o los múltiples hipotéticos universos,<br />
no solamente físicos, sino también espirituales, poseen un mismo, llamémosle ADN<br />
constitutivo de toda la creación, que los hace participar de la naturaleza de su creador,<br />
que los ha destinado a su plenitud. Están escritas, podemos decir, en clave; hay una<br />
llave para abrirlas que nos permite penetrar en su significado, comprenderlas y acceder<br />
a su conocimiento profundo, no sólo racional, sino vital.<br />
Autor: Jesús Bayarri Haya<br />
N 0 pág.: 212<br />
ISBN: 978-84-945815-0-2<br />
Precio: 16,80 €<br />
La brújula amarilla<br />
Muchos, en estos tiempos, hacen el Camino de Santiago. Pero ¿Cuántos<br />
saben sus entresijos, sus leyendas, sus mitos, su historia, sus etapas más<br />
emblemáticas? ¿Cuántos comienzan sin saber ni su trazado, ni haberse<br />
entrenado correctamente? ¿Turismo barato, deporte, cultura o experiencia<br />
espiritual? Este libro no es una guía. Ni pretende serlo. Es una aproximación<br />
amena y entretenida del Camino más famoso de Europa.<br />
Autor: Txema Logroño Zubillaga<br />
N 0 pág.: 216<br />
ISBN: 978-84-945389-8-8<br />
Precio: 16,80 € € € €
10<br />
testigos de la verdad
testigos de la verdad<br />
Dayana Figarella | Periodista<br />
Fotos: Fernando Zufía<br />
Desde la década de los 70 el médico psiquiatra ha emprendido una cruzada<br />
en defensa de la vida y protección de las madres embarazadas en España.<br />
Con una dinámica agitada que transcurre entre las aulas como profesor en<br />
la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma, en su consulta con<br />
adolescentes y en la calle, frente a las clínicas abortistas, rescatando a mujeres<br />
que están a punto de tomar la decisión. Han sido muchos años en que ha<br />
acabado en el calabozo por su lucha para combatir el aborto, pero, su fe lo<br />
mantiene firme en este camino en el que ha salvado a miles de niños y en el<br />
que hoy más que nunca requiere la implicación de todos porque<br />
“es el momento del Evangelio de la vida misma”.<br />
¿Cuándo y por qué surge<br />
tu cruzada provida?<br />
JP Estudié medicina en esta facultad comenzando<br />
en la década de los 70. Justamente en<br />
el curso 82-83 cuando en España se empezó<br />
a debatir políticamente el tema del aborto. En<br />
ese momento estaba en el servicio de Ginecología<br />
en el hospital de La Paz y tuve que atender<br />
a una mujer con un aborto espontáneo y<br />
el jefe del área me pidió que hiciera el legrado.<br />
Cuando practicas un legrado lo importante es<br />
poner bien todas las piezas, las cuatro extremidades,<br />
el abdomen, tórax, la placenta y la<br />
cabeza. Y una vez que recompuse aquello me<br />
quedé mirando la bandeja y coincidía históricamente<br />
con el momento en que el Congreso<br />
de los Diputados debatía quién tenía derecho<br />
a vivir y quién no. Me pregunté: ¿qué está pasando<br />
aquí? Que alguien haga algo… Desde<br />
ese entonces no he parado. Me llamaba mucho<br />
el contraste porque la naturaleza tiene sus<br />
reglas para los abortos. Hay un porcentaje importante<br />
de abortos espontáneos, donde no<br />
hay una viabilidad natural. Y por otro lado están<br />
los seres humanos y los políticos que quieren<br />
poner otras reglas. Así que me propuse dar voz<br />
a los que no la tienen.<br />
Entrevista a Jesús Poveda<br />
11
testigos de la verdad<br />
¿Consideras que España hasta<br />
ahora ha sido un país pasivo en<br />
la defensa de la vida? ¿Cuáles<br />
son las cifras actuales?<br />
JP Sí, en la actualidad estamos hablando de<br />
una cifra en torno a los 100 mil abortos, según<br />
los datos suministrados por el Ministerio de Sanidad,<br />
pero tiende a disminuir porque hemos<br />
llegado a los 120 mil. Pasamos de 120 mil a<br />
110 mil y a 93 mil (el año pasado) y hay una<br />
tendencia a la baja, pero no tanto por una actividad<br />
del gobierno, sino porque la pirámide<br />
demográfica española hace que la zona fértil<br />
sea cada vez más estrecha. La ley no tiene ningún<br />
mérito. Sí que es cierto que el movimiento<br />
provida era muy beligerante y yo mismo me<br />
considero así, muy “pro feto” por así decirlo.<br />
¿Existe un trabajo asistencial<br />
importante para ayudar a las<br />
madres?<br />
JP Tenemos un nivel asistencial muy alto. La<br />
red de asociaciones provida en España ayuda<br />
en torno a 15 mil mujeres, que es una<br />
cifra grandísima y pensamos que muchas de<br />
ellas podrían formar parte de la estadística del<br />
aborto, pues no la forman, pero no porque el<br />
gobierno lo está haciendo bien, sino porque<br />
las asociaciones provida hacemos un trabajo<br />
asistencial muy intenso. Además desde hace<br />
unos años trabajamos en red, de manera que<br />
tanto el movimiento provida, con la Federación<br />
de Asociaciones Provida, RedMadre, Fundación<br />
Madrina, entre otras, potenciamos nuestro trabajo<br />
asistencial, que es una de las razones de<br />
ser del movimiento.<br />
Cuando atiendes un caso, ¿cuál<br />
es el mensaje que le das a<br />
una madre que está decidida a<br />
abortar?<br />
JP El 4 abril de 1994 puse en marcha la Escuela<br />
de Rescate, que es un producto elaborado<br />
del movimiento provida. Con mi experiencia<br />
en la universidad de Docencia, de asistencia<br />
en Provida y en la parte clínica gracias a la consulta,<br />
he entendido que la decisión de abortar<br />
es una decisión que la mujer toma en una situación<br />
de crisis y que las crisis se resuelven<br />
con otra cantidad de otra calidad. La Escuela<br />
de Rescate enseña en la puerta de un establecimiento<br />
donde se hacen abortos a ofrecer a<br />
las mujeres otra cantidad de otra calidad. Hay<br />
dos criterios que son el respeto a la mujer: no<br />
se le reprocha el embarazo, no se le pregunta<br />
por qué está embarazada, ni cómo, ni cuándo.<br />
Desde el respeto y el segundo es la voluntad<br />
firme de ayuda, de ofrecer alternativas distintas<br />
al aborto.<br />
¿En qué consiste la intervención<br />
en crisis?<br />
JP Lo que hacemos es que, en vez de decirle:<br />
“aborta que no pasa nada”, es: “nos gustaría<br />
ayudarte y podemos ofrecerte alternativas”. La<br />
frase que tú me preguntas es: ¿qué necesitas<br />
para no abortar? Eso es lo que nosotros transmitimos.<br />
Y de hecho el primer rescate que<br />
hicimos fue a una joven de 17 años que comentaba<br />
a los dos rescatadores que no quería<br />
abortar. Y le dije: “te voy a rescatar”. Contó que<br />
su padre la había echado de casa por estar<br />
embarazada.<br />
12
Le ofrecimos una casa de acogida y quiso irse<br />
allí. Con el mismo gesto que venía a abortar, se<br />
fue a la casa de acogida y recuerdo que llamé<br />
desde allí a su padre, porque ella era menor de<br />
edad y podía parecer un secuestro. Le dije: “estoy<br />
con su hija” y él respondió: ¿Ha abortado<br />
ya? Le dije: “no, llamo desde una casa de acogida<br />
y no va a abortar”. Meses después cuando<br />
ese embarazo estaba casi a término, el padre<br />
vino a esta casa a darnos las gracias por haber<br />
ayudado a su hija en una situación de crisis.<br />
Estudié medicina en esta facultad<br />
comenzando en la década de los<br />
70. Justamente en el curso 82-83<br />
cuando en España se empezó a<br />
debatir políticamente el tema del<br />
aborto<br />
Entrevista a Jesús Poveda<br />
13
La fe que alienta y mantiene<br />
¿Algún caso que te haya dejado<br />
especialmente marcado?<br />
JP Contestar a la pregunta: ¿qué necesitas para<br />
no abortar? a veces no es fácil. Son muchas<br />
situaciones: una familia en paro, una enfermedad…<br />
Uno de los casos más difíciles que yo he<br />
podido ayudar fue el de una pareja de gitanos,<br />
de mediana edad. En el carrito llevaba un niño<br />
con una parálisis espástica, con lo cual había una<br />
carga dramática importante. Y uno puede decir,<br />
¿quién soy yo para intentar impedir que esta<br />
mujer aborte?, que ya tiene un hijo. “Yo soy un<br />
médico que quiere ayudar”, esa es mi respuesta<br />
a esa pregunta antropológica, entonces dije:<br />
“nos gustaría ayudaros”. Y respondieron: “no nos<br />
puedes ayudar, porque ya nos han dicho que el<br />
hijo en camino viene con malformaciones y el<br />
que tenemos ya está enfermo.” Les pregunté:<br />
¿quién os ha dicho que tiene malformaciones?<br />
Y ellos: “nos lo han dicho en esta clínica”. Contesté:<br />
“si a mí me dais media hora, vamos a un<br />
hospital cercano y hay un ecografista que trabaja<br />
con nosotros y os hace una ecografía. Se la hicimos<br />
y la ecografista constató que había cuatro<br />
brazos, cuatro piernas, dos cabezas, porque era<br />
un embarazo gemelar, pero sin ninguna malformación.<br />
Agradecieron muchísimo poder tener<br />
dos hijos y sanos. Desde la Escuela de Rescate<br />
hacemos un trabajo de intervención en crisis,<br />
desde el punto de vista de la ayuda, nunca desde<br />
la recriminación.<br />
¿Cuándo fue tu encuentro con<br />
Dios? Eres médico y hombre de<br />
fe, cómo la vives?<br />
JP Sí, para mí es como las películas en 3D, es<br />
como tridimensional, a mí la ciencia y la intuición<br />
humana me manejan en dos sentidos,<br />
pero la fe me da un sentido tridimensional.<br />
¿La fe te ha influenciado en la<br />
vocación provida?<br />
JP No solo me ha influido, sino que me ha mantenido<br />
desde el año 1983. Sin duda, yo creo que<br />
la fe te mantiene y ayuda. Es pura congruencia.<br />
Yo tuve la suerte de estar con Juan Pablo II después<br />
del atentado, éramos todos más jóvenes en<br />
el año 1984: la primera JMJ. En ese momento<br />
fui a Roma a conocerle y antes había venido a España<br />
y fue un viaje que me marcó. Vengo de una<br />
familia de fe, numerosa, yo soy el séptimo de 11<br />
hermanos. Me llamo Jesús porque nací el día de<br />
Navidad y mi madre se llama Rosario. Y desde<br />
siempre rezamos en casa el rosario…<br />
Es un poco paradójico. Hay<br />
gente que aborta de buena<br />
fe, es decir, después de haber<br />
pedido a Dios que le ayude o<br />
que le perdone<br />
14
testigos de la verdad<br />
¿Y hablaste allí<br />
con Juan Pablo II?<br />
JP Me acerqué a él y le<br />
dije que era médico, que<br />
trabajaba en el movimiento<br />
provida y me<br />
dijo: “tienes que ser un<br />
buen médico”. Me llamó<br />
la atención que en vez de<br />
decirme que tenía que<br />
rezar mucho y ser muy<br />
piadoso, me dijo que<br />
tenía que ser un buen<br />
médico. Que siendo<br />
un buen médico iba a<br />
acabar siendo un buen<br />
cristiano, buen católico.<br />
Hay una continuidad.<br />
Ha sido como un proceso<br />
de maduración<br />
y especificidad hacia<br />
el tema del respeto<br />
a la vida. Al ser médico<br />
es como muy<br />
congruente estar tan<br />
embarcado en esta<br />
historia, ¿no?<br />
Entrevista a Jesús Poveda<br />
15
testigos de la verdad<br />
Y en este camino de ayuda<br />
en el que compartes razones<br />
antropológicas y científicas, ¿a<br />
las jóvenes también le das un<br />
mensaje de fe?<br />
JP En esta escuela de rescate voy a ayudar, pero<br />
también voy a aprender. Y una de las situaciones<br />
que también me han hecho reflexionar es<br />
en torno a si la gente que aborta es que está<br />
alejada o en contra de la fe. Y tuvimos un caso<br />
de una chica filipina que venía sola y era muy<br />
raro, porque generalmente vienen acompañadas<br />
con sus maridos, un amigo, pareja o amiga.<br />
Venía a abortar.<br />
-Nos gustaría ayudarte, le dije.<br />
Oyó la palabra ayuda y se puso a llorar como<br />
una Magdalena. Le comentamos el tipo de ayuda<br />
que teníamos con la Fundación Madrina. Era<br />
creyente, trabajaba en una casa y su marido tenía<br />
ya cuatro hijos y estaba en paro. Había estado<br />
abocada al aborto. Y cuando se le pasó el llanto<br />
contó que había ido a ver al Cristo de Medinaceli<br />
y le había dicho que, o la perdonaba o la ayudaba.<br />
Por eso cuando oyó la palabra ayuda se vio<br />
interpelada.<br />
¿Crees que influye la existencia<br />
de una permisividad social en la<br />
actualidad?<br />
JP Es un poco paradójico. Hay gente que aborta<br />
de buena fe, es decir, después de haber pedido<br />
a Dios que le ayude o que le perdone. Porque<br />
ahora hay una especie de permisividad social, de<br />
que no pasa nada, que pobre chica que es muy<br />
joven o mayor.<br />
A mí me asombra que pase con gente incluso de<br />
fe… Creo que hay como una falta de congruencia,<br />
de continuidad entre lo que pensamos con lo<br />
que sentimos y hacemos. Considero que si la fe<br />
es madura, evidentemente eso tira mucho de ti,<br />
pero hay mucha gente con una fe más sociológica<br />
que piensa que como en España hay una ley que<br />
permite abortar, pues aborta. Y lo hacen, entre comillas,<br />
“de buena fe” y eso es una cosa tremenda.<br />
¿Y cómo es la situación<br />
con los médicos y esos<br />
establecimientos?<br />
JP Yo me he encontrado incluso en debates con<br />
gente que trabaja en establecimientos abortistas<br />
que dicen que también son cristianos. Y pregunto:<br />
¿cómo que tú eres cristiano? ¿y el no matarás,<br />
dónde lo dejas? Y te dicen: “hombre, pero<br />
no es matar”. Ellos al final acaban un poco justificándose.<br />
Con el tema del aborto se ve claro lo<br />
de que si no piensas como vives, acabas viviendo<br />
como piensas. No hay una congruencia entre<br />
lo que uno piensa. Acabas haciendo las cosas,<br />
justificando el modo de pensar con el de obrar.<br />
Un día le comenté al director de esta clínica que<br />
a mí me asombraba que siendo ginecólogo, hiciera<br />
abortos y me respondió que se asombraba<br />
de lo que era capaz de hacer por dinero.<br />
Fue una respuesta realmente auténtica, porque<br />
él en ese momento estaba ganando mucho.<br />
Ahora, estos establecimientos abortistas están<br />
padeciendo una quiebra técnica, al borde de la<br />
suspensión de pagos. Han empezado a coger a<br />
todas las mujeres para que aborten, pensando<br />
que la seguridad social les va a pagar y paga<br />
muy tarde. Tienen un problema de tesorería. A<br />
lo mejor empiezan a cerrar y es un tema estrictamente<br />
de la crisis. Bienvenida sea la crisis.<br />
16
testigos de la verdad<br />
¿El perfil psicológico de las<br />
madres se repite o es más<br />
determinante las circunstancias<br />
que las rodean?<br />
JP A mí me llama mucho la atención que el aborto<br />
en España no tiene un perfil de mujer de mediana<br />
edad. Hay desde niñas hasta adultas, desde gente<br />
con recursos económicos hasta sin ellos. Personas<br />
que ya tienen hijos hasta las que no tienen.<br />
Hay una variedad amplísima. Sorprendentemente<br />
muchas mujeres buscan una última oportunidad<br />
antes de abortar. Y de ahí el éxito de los<br />
rescatadores. Personas que entrado a la clínica<br />
te dicen: “es que yo estaba buscando una señal<br />
para no abortar”. Hay gente que incluso lo va<br />
hacer, pero les gustaría que alguien les dijera que<br />
no. Lo que pasa es que tristemente ahora hay<br />
una tendencia social que cuando hay problemas,<br />
se resuelve aunque no esté justificado ni proporcionado<br />
el medio con el fin. Abortar puede ser un<br />
asunto de último recurso. Hoy tristemente en los<br />
centros de salud, cuando la mujer está embarazada,<br />
se le ofrece el aborto como una alternativa,<br />
como cualquier otra. Y eso no es así.<br />
educando a la sociedad, si a ti te dicen que<br />
esto se puede hacer, tú crees que se debe<br />
hacer. Y que está bien. Para mí lo perverso de<br />
la legislación del aborto aquí es que ha pasado<br />
de ser algo que lo había desde otros tiempos,<br />
como los atracos… Pero pasar de legislarlo a<br />
legitimarlo es como hacerlo bueno y me parece<br />
que es un error. Si no existieran esos<br />
establecimientos abortistas, mucha gente no<br />
iría con esa facilidad. bn<br />
Continuará...<br />
¿Quieres decir que muchas<br />
mujeres dejarían de abortar<br />
sino fuera tan fácil?<br />
JP Me gusta mucho decir que una ventaja es que<br />
en España el aborto sigue “abscesificado”. Hay<br />
algunos países donde ya hay una septicemia porque<br />
hacen abortos en todos los establecimientos,<br />
en toda la Seguridad Social. Pero, en cambio<br />
en España se hacen muchos abortos en muy pocos<br />
establecimientos abortistas. Al estar el aborto<br />
muy abscesificado (solo en clínicas) si se venciera<br />
un poco, o se estudiaran estas clínicas y se<br />
cerraran, la gente dejaría de abortar. Porque estoy<br />
convencido de que muchas mujeres dejarían de<br />
abortar si no fuera tan fácil. Una legislación acaba<br />
Essais et Certifications<br />
17
echando las redes<br />
Antonio Pavía. Misionero Comboniano<br />
Entre las numerosas<br />
llamadas que Dios hace<br />
a hombres concretos para<br />
pastorear al pueblo elegido, bien<br />
para conducirle a través del desierto, bien<br />
para llenarle de sabiduría por medio de su<br />
Palabra siempre en función del pueblo, o bien<br />
para gobernarle con equidad y justicia, merece<br />
-creo yo- especial atención la del profeta<br />
Jeremías. Vemos en su llamada<br />
matices emocionales, situaciones<br />
límite que le llevan casi a la<br />
desesperación que hacen que<br />
nuestro corazón se apegue<br />
afectivamente<br />
a su persona.<br />
18
echando las redes<br />
Recordemos muy brevemente su reacción adversa a la<br />
propuesta de Dios de ser su profeta, y cómo sus miedos<br />
son exorcizados cuando Él le promete que pondrá sus<br />
palabras en su boca (Jn 1,9). Ante la promesa recibida,<br />
Jeremías no cabe en sí de gozo: la Palabra del Dios vivo, la<br />
Palabra que dio luz a los cielos y a la tierra, la Palabra que<br />
dio un alma a Israel, será a lo largo de su misión espíritu de<br />
su espíritu, corazón de su corazón y ser de su ser. Lo dicho,<br />
nuestro amigo no cabe en sí de gozo, todo exulta en él.<br />
Sin embargo y para nuestra sorpresa -quizá más para él<br />
que para nosotros- a un momento dado le encontramos<br />
lamentando el día en que se dejó seducir por Dios con su<br />
mejor arma y que ya conocemos: la de poner su Palabra<br />
no solamente a su alcance, sino en sus labios. Oigamos su<br />
lamentación: “Me has seducido, Yahveh, y me dejé seducir;<br />
me has agarrado y me has podido. He sido la irrisión<br />
cotidiana…” (Jr 20,7).<br />
Examinemos estas palabras cargadas de amargura que<br />
salen de la boca del profeta. En realidad acaba de entablar<br />
un pleito con Dios. Le dice: Me has seducido, no me<br />
has mentido cuando me prometiste que estarías con tu<br />
Palabra en mi boca, es cierto. ¿Quién no se rinde ante<br />
una seducción como la tuya? Lo que no me dijiste es<br />
que tu Palabra iría a ser sistemáticamente rechazada…,<br />
y yo con ella.<br />
Desde el momento que te dije que sí, que bien, que<br />
en estas condiciones sí aceptaba tu llamada, estaba,<br />
en realidad, firmando mi sentencia de exclusión. Sí, mi<br />
Dios, esto es lo que ha pasado. ¡Soy un excluido a causa<br />
de ti y de la Palabra que pusiste en mi boca y que<br />
tan gozosamente acepté! Así están las cosas. ¡Me has<br />
agarrado con tu seducción, me has podido y soy para<br />
los míos motivo de irrisión permanente, soy como la<br />
vergüenza de este pueblo!<br />
Pleito de Jeremías con Dios<br />
19
echando las redes<br />
Cierto es –continuamos con el pleito- que<br />
me sedujiste bien y a fondo. Aún recuerdo<br />
cuando, colmado, viviendo hasta rebosar la<br />
mayor de las alegrías imaginables, mi corazón,<br />
al calor de nuestras intimidades, tembloroso<br />
se abrazaba a ti. Recuerda, por ejemplo,<br />
aquel día en que te confesé: “Se presentaban<br />
tus palabras, y yo las devoraba; eran para<br />
mí el gozo y la alegría de mi corazón porque<br />
se me llamaba por tu Nombre, Yahveh, Dios<br />
mío” (Jr 15,16).<br />
Sí, Dios mío, cuando me dabas de comer con<br />
tu propia mano el espíritu que agita y llena<br />
de vida los textos escritos del Libro Santo, era<br />
como si todo Tú te abrieses a mí. Tus palabras<br />
en mí me decían que yo era en Ti. Y así como<br />
nuestro Templo de Jerusalén es llamado Templo<br />
tuyo, de Yahveh, yo, por estar colmado de<br />
tu Palabra, sabía que era llamado Jeremías de<br />
Dios. Sí, clara conciencia tenía de ello cada<br />
vez que sembrabas amorosamente tus palabras<br />
en mi alma. Pronto descubrí que ese era<br />
mi gozo y también mi dolor; por eso vuelvo<br />
a decirte que me sedujiste, me agarraste, me<br />
pudiste; y ahora, ya sin escapatoria, soy la irrisión<br />
de todo el pueblo.<br />
No hay marcha atrás<br />
Sin escapatoria. Así es, mi Dios, me has dejado<br />
sin camino de huida, y no porque no lo<br />
haya intentado. Acuérdate cuando no podía<br />
más, cuando tu arma seductora llegó incluso<br />
a ser “mi oprobio y befa cotidiana” (Jr 20,8b).<br />
Fue tal el cúmulo de desprecios que cargaba<br />
mi alma que, en un intento de darte la espalda<br />
a ti y a la misión, dije: ¡Basta! “No volveré<br />
a recordarlo, ni hablaré más en su Nombre”.<br />
Solo que algo me lo impedía: “Había en mi<br />
corazón algo así como fuego ardiente, prendido<br />
en mis huesos, y aunque yo trabajaba<br />
por ahogarlo, no podía” (Jr 20,9a).<br />
Como podemos observar, el pleito sube de<br />
tono, se disparan los decibelios… El profeta<br />
ya no argumenta, más bien dispara; sabe que<br />
ha sido vencido por Dios. Podríamos usar de<br />
la libertad catequética y hacernos eco de sus<br />
soliloquios: Sí, me has vencido. Cuando me<br />
planté y dije, hasta aquí hemos llegado, por<br />
más que lo intenté no pude arrancar el fuego<br />
que prendiste en mis entrañas; bien sabes<br />
que lo intenté, pero estaba tan colmado de<br />
vida, de amor, que volví a decirte: Señor, aquí<br />
estoy. Sí, Señor y Dios mío, pusiste mi vida<br />
patas arriba, y también mi concepción acerca<br />
de la fe y la religión. Comprendí que la<br />
cuestión no era hacer por ti, sino dejarte a ti<br />
hacer por mí. Te hiciste fuego en mí, ¿cómo<br />
volver atrás?<br />
¡Soy un excluido a causa de ti y de la<br />
Palabra que pusiste en mi boca y que<br />
tan gozosamente acepté!<br />
20
echando las redes<br />
Al oír hablar así a Jeremías, la mente se nos va<br />
hasta Pedro cuando el Hijo de Dios hizo ver<br />
a sus discípulos el fracaso/rechazo que acompañaría<br />
-de una forma u otra- la misión que<br />
les había confiado. Recordemos que miles de<br />
personas habían disfrutado del milagro de la<br />
multiplicación de los panes. Jesús quiso hacer<br />
ver a los suyos que pasado el efecto sensorial<br />
de los milagros, es fácil desentenderse de<br />
Dios. Esto fue lo que ocurrió. Pasado el milagro,<br />
cerraron sus oídos a la catequesis que les<br />
dio acerca de su Palabra como Pan de Vida, y<br />
se fueron escandalizados.<br />
Fue entonces cuando preguntó a los suyos:<br />
¿También vosotros queréis marcharos? El combate<br />
de la fe está servido. Pedro decide en<br />
nombre de todos. El momento es crucial, las<br />
generosidades, buenas en un primer tiempo, ya<br />
no mantienen el seguimiento. Hay que dar paso<br />
a la Sabiduría. Pedro decide a favor de lo que<br />
más le conviene. Para su sorpresa, lo que más<br />
le conviene es seguir con Jesucristo, su Señor.<br />
Quizá hasta él mismo se asombró de las palabras<br />
que salieron de su boca: ¿A dónde iremos,<br />
Señor? Tú tienes palabras de vida eterna.<br />
Creo que ahora sí podemos entender que la<br />
generosidad, siendo buena hasta entonces,<br />
tuvo que dar paso a la Sabiduría.<br />
Es importantísimo volver una y otra vez al pleito<br />
que Jeremías entabla con Dios porque el<br />
desarrollo de su llamada no cuadró con sus<br />
fantasías religiosas, ya que nos muestra cómo<br />
trabaja Dios el corazón de sus pastores. Es un<br />
trabajo -digámoslo sin tapujos- expoliador, sin<br />
tregua, hasta que su corazón queda libre de<br />
toda idolatría; sólo así los pastores podrán ser<br />
llamados según su corazón, el de Dios. También<br />
estos pastores pelearán y pleitearán con<br />
Él; mas al final triunfará el amor, llegarán a tener<br />
un corazón sin amarras de ningún tipo.<br />
Pleito de Jeremías con Dios<br />
21
echando las redes<br />
Conoció al Irresistible<br />
Pero su desierto es inhabitable. Se sentirán terriblemente<br />
solos, les dolerá hasta el alma el rechazo,<br />
la exclusión; la tentación de volver atrás<br />
se hará por momentos casi irresistible; digo casi,<br />
porque el Irresistible va a ser Dios, el del Fuego,<br />
el que cautivó a Jeremías hasta el punto de decirle<br />
“me has agarrado y me has podido”.<br />
Ante el Irresistible, Jeremías puso punto final a<br />
su pleito. Es bueno que todos aquellos que son<br />
llamados a ser pastores se miren en él, pleito incluido.<br />
Su experiencia será como chispas de luz<br />
en su anhelo de ser fieles a Dios; se avendrán<br />
más fácilmente a poner el corazón en sus manos<br />
para que lo modele a su gusto; en definitiva,<br />
se dejarán hacer por Él.<br />
Algo muy importante nos queda por decir, y es<br />
que el pleito de Jeremías termina con su victoria.<br />
¿Vence el profeta? Sí, Dios se deja vencer<br />
siempre que un hombre se deja hacer por Él.<br />
Jeremías vence porque, a pesar de las dramáticas<br />
situaciones a las que se ve abocado<br />
en su ministerio profético -que es por encima<br />
de todo ministerio de la Palabra- se mantiene<br />
firme aun cuando sus pies le piden<br />
dar marcha atrás. Se mantiene firme porque,<br />
aun en el mayor de sus desamparos, se da<br />
cuenta, percibe que Dios está junto a él:<br />
“Pero Dios está conmigo, cual campeón poderoso.<br />
Y así mis perseguidores tropezarán<br />
impotentes; se avergonzarán mucho de su<br />
imprudencia” (Jr 20,11).<br />
Sí, Dios está con él sosteniéndole y alegrando<br />
de forma indecible su alma tan terriblemente<br />
atravesada por tanto rechazo, oposición y persecución.<br />
Mas también está con él moldeando<br />
su corazón; siempre hay algo que moldear<br />
en su recorrido de llegar a parecerse al de<br />
Dios. Os daré pastores según mi corazón, prometió<br />
Dios (Jr 3,15); y lo cumplió con Jeremías,<br />
pleito incluido.<br />
Jeremías no cabe en sí de gozo: la Palabra<br />
del Dios vivo, la Palabra que dio luz a los<br />
cielos y a la tierra, la Palabra que dio un<br />
alma a Israel, será a lo largo de su misión<br />
espíritu de su espíritu, corazón de su<br />
corazón y ser de su ser<br />
22
echando las redes<br />
Sí, pleito. ¡Bendito pleito! Gracias a él, a la<br />
audacia del profeta de poner las cartas bocarriba<br />
sobre la mesa, está en disposición<br />
de hacer la voluntad de Dios. De él nunca<br />
podrá decir Dios lo que su Hijo dijo a los fariseos:<br />
“¿Por qué me llamáis: Señor, Señor, y<br />
no hacéis lo que digo?” (Lc 6,46). Así habló<br />
a los fariseos y así sigue hablando a todos<br />
los falsos pastores, los que no se atreven<br />
a mostrar sus cartas, sus disconformidades,<br />
poniéndose así de espaldas a su Palabra; y<br />
aun así, siguen llamándole: ¡Señor, Señor!<br />
Gracias a él, a la<br />
audacia del profeta<br />
de poner las cartas<br />
bocarriba sobre<br />
la mesa, está en<br />
disposición de hacer<br />
la voluntad de Dios<br />
Dice nuestro refranero que “de los amores<br />
reñidos nacen los amores más queridos”.<br />
Protestó el profeta y se desahogó; pleiteó<br />
con Aquel que, al llamarlo, le sedujo porque<br />
sus caminos, los de Dios, no se correspondían<br />
con el éxito al que creía tener<br />
derecho. Pleiteó con y contra Dios, pero no<br />
desistió porque tenía grabada en su alma<br />
la medida de la misión confiada. Ya lo sabemos,<br />
la medida era infinita, como su corazón<br />
y como todos los corazones de los<br />
pastores según el corazón de Dios. bn<br />
Pleito de Jeremías con Dios<br />
23
educación para la vida<br />
P. Alfonso López Quintás | Catedrático universitario y académico<br />
Si nos movemos en<br />
el nivel 1, tendemos<br />
a reducir la libertad<br />
creativa a mera<br />
libertad de maniobra,<br />
libertad de actuar<br />
conforme a las<br />
propias apetencias.<br />
Este reduccionismo<br />
nos descentra y<br />
desquicia porque nos<br />
recluye en nuestro yo<br />
egoísta y nos aleja del<br />
ideal de la unidad,<br />
que es el quicio y el<br />
centro de nuestra<br />
vida.<br />
Una historia de<br />
conversión<br />
Resalta esto de forma dramática en la manifestación<br />
siguiente, realizada telefónicamente por<br />
un enfermo de sida durante un programa de la<br />
emisora de radio COPE (Madrid):<br />
«Tengo 40 años. Cuando tenía pocos años,<br />
cuando era un adolescente, comencé a tener<br />
problemas de sexualidad, entre otras cosas<br />
porque mi familia era un poco especial;<br />
no tenía madre, mi padre estaba casado en<br />
segundas nupcias, y yo comencé a tener problemas<br />
de sexualidad, que no pude encauzar,<br />
y a aficionarme a la pornografía, y un poco más<br />
adelante, cuando se inició el cambio político,<br />
me empecé a dejar influir por el ambiente que<br />
decía que había que ser liberales, que había<br />
que dejar de ser retrógrados, y cosas de esas.<br />
Total, que comencé a tener grandes problemas,<br />
y el problema más gordo que tengo es<br />
que en los últimos años comencé a ir por caminos<br />
de homosexualidad, y ahora tengo VIH<br />
(SIDA). (...) Ayer me comunicaron que tengo<br />
una encefalopatía y atrofia cerebral... O sea, me<br />
siento, lógicamente, como un barco que acaba<br />
su aventura embarrancado».<br />
24
Una vez más observamos<br />
que lo decisivo en nuestra<br />
formación es adentrarnos<br />
en el área de irradiación de<br />
los grandes valores, en este<br />
caso el de la generosidad,<br />
que es la condición primera<br />
y primaria del encuentro<br />
Las relaciones prematrimoniales<br />
25
educación para la vida<br />
«Lo que sucede es que las consecuencias físicas,<br />
que por desgracia serán posiblemente<br />
mortales, aunque me siento relativamente<br />
bien, no me importan tanto. Lo peor es que<br />
tengo la frustración de que me han timado.<br />
(...) Hay una frase evangélica que dice ‘no temáis<br />
a los que os quitan la vida del cuerpo,<br />
sino sobre todo a los que os quitan la vida de<br />
Dios’. A mí me han quitado la vida del cuerpo,<br />
pero la otra creo que, gracias a Dios, la he recuperado<br />
bastante desde que me dijeron que<br />
tenía VIH».<br />
A mí una de las cosas que más me sublevan<br />
contra la sociedad es, en el tema de la VIH,<br />
que ponen como remedio el preservativo, o,<br />
respecto a los drogadictos, cuya muerte es<br />
terrible, una jeringuilla limpia, nueva. Tengo la<br />
impresión de que es un auténtico crimen eso,<br />
porque al hombre hay que darle unos valores<br />
diferentes. Yo, gracias a Dios, he encontrado en<br />
los últimos años en mi vida gente que ayudan.<br />
No materialmente, que no lo necesito. Recuerdo<br />
la parábola del hijo pródigo. Este podía tener<br />
el SIDA, pero se levantó y volvió a la casa del<br />
padre. Me pregunto: Si a un chaval que está<br />
tirado por la calle le dan una jeringuilla nueva,<br />
¿no es el último crimen de una sociedad que<br />
deja tirada a la gente luego en la porquería?» 1 .<br />
«Yo observo una cosa, y es que las personas<br />
‘retrógradas’ (entre comillas) son las que de<br />
verdad ayudan a las personas caídas. Yo ahora<br />
(...) veo a las religiosas, a las Hijas de la Caridad,<br />
que cuidan a sus enfermos como auténticas<br />
madres. Ellas son las que me han comunicado<br />
que tengo ahora una encefalopatía. Sin embargo,<br />
observo a muchos compañeros que se han<br />
muerto ya de VIH y no han tenido mi suerte de<br />
tener fe desde pequeños. He visto a compañeros<br />
homosexuales a los que se les ha acelerado<br />
mucho la muerte, víctimas de una desesperación<br />
porque no veían sentido a su vida. Desde<br />
que ya no podían hacer uso del sexo, me ha<br />
dado la impresión de que había chavales que<br />
decían: “esto ya no tiene sentido”.<br />
Como seres racionales<br />
y libres, debemos tener<br />
las riendas de nuestra<br />
conducta y no dejarnos<br />
arrastrar por el halago de<br />
entregarnos a cuanto nos<br />
seduce<br />
26<br />
1 Cf. Alfonso López Quintás: La formación para el amor<br />
(San Pablo, Madrid 1995) 69-70, 82-83.
educación para la vida<br />
Las relaciones prematrimoniales<br />
27
educación para la vida<br />
sobrevolar la propia vida y la de sus compañeros<br />
y juzgarla con criterios de valoración sorprendentemente<br />
elevados.<br />
El cambio de ideal lo<br />
transforma todo<br />
Adviértase que esta lamentable historia comenzó<br />
por la soledad que padeció el protagonista<br />
en el seno de su familia durante la infancia. Al<br />
no disponer de posibilidades para el encuentro,<br />
el adolescente solitario se sitúa en el nivel<br />
1 y espera encontrar un sucedáneo de la<br />
compañía en las relaciones eróticas, a las que<br />
se entrega confiadamente por confundir la libertad<br />
de maniobra con la libertad creativa.<br />
Esta serie de errores relativos a la idea de lo<br />
que es y lo que debe ser nuestra vida lo llevan<br />
a una situación de desmoronamiento físico<br />
–debido a la enfermedad grave que padece–<br />
y espiritual, motivado por la extrema soledad<br />
a que lo llevaron quienes lo condujeron a una<br />
vida desordenada, con promesas de felicidad<br />
absoluta, para abandonarlo a la hora del fracaso.<br />
En esta situación de abandono, se ve gozosamente<br />
sorprendido por la generosidad incondicional<br />
de unas religiosas, que no dudan en<br />
salirle al encuentro. Este encuentro con el ideal<br />
de la unidad (nivel 3) es para él una fuente de<br />
luz y le permite descubrir la verdad de su vida,<br />
en el fondo de la cual reencuentra la verdad<br />
de la fe de su infancia. A esta luz, advierte con<br />
lucidez que el proceso de vértigo nos lleva a<br />
la destrucción y el proceso de éxtasis nos conduce<br />
al encuentro y la vida verdadera. Por eso<br />
confiesa que el quebranto de la vida biológica<br />
(nivel 1) supuso para él la ganancia de una<br />
vida superior, rebosante de sentido (nivel 3).<br />
Este ascenso de nivel le da perspectiva para<br />
Una vez más observamos que lo decisivo en<br />
nuestra formación es adentrarnos en el área de<br />
irradiación de los grandes valores, en este caso<br />
el de la generosidad, que es la condición primera<br />
y primaria del encuentro. Una vez situado<br />
en el campo de juego del encuentro, ese joven<br />
abandonado recibe sus frutos, uno de los cuales<br />
es la luz para comprender una serie de verdades<br />
básicas en la vida:<br />
- la importancia de haber tenido una familia<br />
bien estructurada y acogedora,<br />
- la diferencia entre la mera libertad de maniobra<br />
(nivel 1) y la libertad creativa (nivel 2),<br />
- el error de considerar como “progresista”<br />
una actividad destructiva,<br />
- la necesidad de jerarquizar los valores, por<br />
ejemplo la salud física y la salud espiritual.<br />
Nos resultó conmovedor observar cómo un joven<br />
plenamente consciente de hallarse destruido describía<br />
su situación con toda serenidad, desde<br />
una distancia que le permitía aquilatar<br />
los conceptos, confrontar el proceso de<br />
construcción con el de destrucción,<br />
incluso marcar el contrasentido<br />
que implica intentar dulcificar la<br />
caída en el precipicio –facilitando<br />
a los drogadictos los instrumentos<br />
de su martirio–<br />
en vez de evitar de raíz tal<br />
fracaso, encaminando a<br />
los infortunados adictos<br />
por la vía de la<br />
verdadera felicidad,<br />
que hubiera sido ascenso<br />
al nivel 3, a la<br />
práctica del auténtico<br />
amor.<br />
28
Pocas veces he sentido con<br />
mayor agudeza la necesidad<br />
de ayudar a los jóvenes a<br />
pensar con rigor y superar por<br />
elevación una serie de prejuicios<br />
y malentendidos que los alejan<br />
de su auténtica verdad y su verdadera<br />
libertad interior. bn<br />
He visto a compañeros<br />
homosexuales a los que<br />
se les ha acelerado mucho<br />
la muerte, víctimas de una<br />
desesperación porque no<br />
veían sentido a su vida<br />
Las relaciones prematrimoniales<br />
29
si hoy escucháis su voz<br />
Jaime Pérez-Boccherini Stampa, presbitero<br />
Jesús embarca con sus discípulos<br />
Pasados unos meses, el Maestro condujo a<br />
los Doce en la barca que era de Pedro, humilde<br />
y vieja embarcación de madera que a<br />
un tiempo daba cobijo y trabajo. Aquel día<br />
ya anochecía, después de una bella jornada<br />
de acompañar a Jesús por las aldeas vecinas,<br />
mientras Él predicaba, tocaba, abrazaba,<br />
bendecía, curaba, infundía consuelo y esperanza<br />
enYahveh; en cada uno de sus gestos<br />
y miradas, en cada una de sus palabras y de<br />
sus silencios, en cada una de sus sonrisas y<br />
suspiros: ¡Él era, indudablemente, el Señor!,<br />
y ellos, sus discípulos, eran sus apóstoles<br />
elegidos, eran, simplemente, los Doce, y así<br />
se les conocía y se les llamaba. Grandes y<br />
pequeños hechos del día que mecían en el<br />
recuerdo la memoria agradecida, horas después,<br />
ya despedidas las gentes.<br />
Resplandores del sol otoñal se filtraron por<br />
entre las colinas cercanas de Galilea, cuyos<br />
verdes y ondulantes prados se vistieron del<br />
color gris de la ceniza, henchidos de los ruidos<br />
e incertidumbres nocturnas. En lo alto,<br />
hacia el ocaso, negras nubes se adelantaron<br />
presurosas sobre aguas inquietas y turbias.<br />
En ese momento, la barca de los discípulos<br />
empezó a bambolearse sobre el Lago. Los<br />
discípulos ya iban muy cansados. Jesús dormía<br />
en la popa, atrás, junto a redes y aparejos,<br />
con el rostro sereno y majestuoso,<br />
soberano en su silencioso descanso. Pero<br />
empezó a llover, al principio con parsimonia.<br />
El agua comenzó a crear charcas dentro de la<br />
barca. Los apóstoles sacaron cubos y a fuerza<br />
de brazos tiraban afuera el agua sucia. Llovió<br />
más. Ahora, con fuerza. El viento tormentoso<br />
empezó a silbar. Las ondas de las olas<br />
se levantaron aturdidas, unas sobre otras. Las<br />
aves del Lago volaban soliviantadas hacia la<br />
orilla. Cundió el desconcierto en la embarcación<br />
de expertos pescadores, a causa de la<br />
desacostumbrada tormenta. La barca siguió<br />
zozobrando. Pedro, como siempre el más<br />
juicioso de todos, sintió entonces agitarse el<br />
miedo dentro de él, y una mala corazonada.<br />
Ya se hizo la noche cerrada, y Juan, alzando<br />
la vista, miró incrédulo y asombrado la revolución<br />
de las olas que golpeaban la barca con<br />
saña. Él también sintió entonces un escalofrío.<br />
Nieblas oscuras se abatían sobre ellos.<br />
Los gritos estremecidos de los compañeros<br />
balbuceaban frases contradictorias cuyo eco<br />
se apagaba en la oscuridad. En ese preciso<br />
instante, Juan creyó oír risas de otras voces,<br />
que no eran las de los apóstoles, sino voces<br />
gimientes en el aire entenebrecido, pero<br />
eran risas hechas de una maligna intención;<br />
risas de rabia que musitaban palabras con<br />
voces extrañas en idiomas perdidos. Voces<br />
agudas o graves. Voces variadas y ásperas.<br />
Burlas sarcásticas de espíritus invisibles entre<br />
el viento frío e inhóspito. Y la barca empezó<br />
a dar saltos por la violencia de las aguas,<br />
amenazando con hundirse. Y a Juan, por vez<br />
primera en lo que sería su larga existencia, le<br />
fue concedida entonces su primera Visión...<br />
30
si hoy escucháis su voz<br />
Las visiones de Juan<br />
Y vio... entre fugaces y confusas luces... vio<br />
al grupo de los apóstoles, sus amigos, reunidos<br />
recogidamente, en la sala de un piso alto<br />
por cuyas ventanas asomaba, al amanecer,<br />
el apacible paisaje de las casas de Jerusalén,<br />
y con ellos se hallaba la Íma, la Madre de<br />
Jesús. Pero Jesús mismo no estaba. Y, de repente,<br />
aparecieron como unas llamaradas de<br />
fuego sobre las cabezas de todos... Pero de<br />
pronto, se retiró esa Visión, y apareció otra:<br />
Una multitud vociferante, de caras desencajadas,<br />
sobre el graderío de un gran anfiteatro,<br />
del que Juan tuvo el presentimiento que se<br />
encontraba en Roma, y en el medio de la<br />
arena rezaba, en susurros, un hombre muy<br />
anciano, clavado a una cruz boca abajo, pero<br />
Juan no pudo distinguir de quién se trataba...<br />
la Visión desapareció y en su lugar surgieron<br />
muchedumbres de hombres y mujeres,<br />
de razas mezcladas y diversas, que cantaban<br />
bellos himnos a Dios en espaciosos templos<br />
nunca antes construidos... y le sucedió otra<br />
Visión, compuesta de batallas sanguinarias<br />
entre ejércitos que juraban o blasfemaban en<br />
nombre de ese mismo Dios... y le siguieron<br />
otras Visiones en rápida sucesión, cuyo significado<br />
no comprendía del todo, que mostraban<br />
los destinos futuros de los discípulos<br />
de Jesús a lo largo de los numerosos años<br />
por venir, de sus triunfos y de sus fracasos,<br />
de sus infatigables viajes y predicaciones,<br />
Jesús alzó los brazos<br />
de pronto y, entonces,<br />
todo cesó<br />
Temporal en la noche<br />
31
si hoy escucháis su voz<br />
de sus acciones justas pero también de los<br />
muchos escándalos culpables que ellos provocarían;<br />
Visiones, en fin, del mundo entero,<br />
colmado de pueblos y lenguas, que al menos<br />
una vez se arrodillaría para bendecir a Dios<br />
para, a continuación y con el correr de los<br />
siglos, levantarse airado contra ese mismo<br />
Dios y sus testigos... y, más lejos, más allá,<br />
más lejos en el tiempo, mucho más lejos,<br />
Juan creyó ver también extrañas máquinas y<br />
altísimas construcciones, e ingenios brillantes<br />
que sobrevolaban más alto que las nubes, y<br />
admirables vestimentas y vehículos, y muy<br />
graves quebrantos sufridos en nombre de<br />
Jesús, y temibles asechanzas a sus discípulos,<br />
azuzados por potencias infernales, y una<br />
violenta lucha de ángeles en el Cielo, y caminos<br />
en la tierra sembrados de numerosos<br />
mártires y de innumerables santos entre los<br />
escombros de inmensas ciudades destruidas<br />
y los arrecifes de océanos desecados, y el<br />
resonar poderoso de las trompetas divinas,<br />
y la conmoción final de cielos, de tierra, de<br />
mares y continentes, y en medio de todos<br />
esos cataclismos, largos como eones, apareció<br />
deslumbrante una Mujer, con ropas refulgentes<br />
como el sol, con luces estrelladas por<br />
corona y escoltada por multitud de ángeles<br />
de blancas túnicas flameantes con el viento<br />
y que asían espadas de fuego; la Señora era<br />
de fascinante belleza, el semblante en místico<br />
arrobamiento, pero con la mirada terrible<br />
y enfurecida que solamente se encuentra en<br />
los buenos capitanes que marchan decididos<br />
a la Guerra... y en ese punto se alzaron las<br />
Visiones y se retiraron, y Juan volvió a sentir<br />
su cuerpo dentro de la barca que amenazaba<br />
la ruina.<br />
Se hizo paso entre<br />
el desorden de cuerdas<br />
y de hombres, hasta<br />
la popa de la barca<br />
donde, curiosamente,<br />
parecía reinar una<br />
insospechada calma<br />
32
si hoy escucháis su voz<br />
Jesús: ¡Es el Señor!<br />
La nave quedaba totalmente escorada; el<br />
agua entraba ya imparable por el costado.<br />
Los apóstoles achicaban sin esperanza. Pedro<br />
miró en derredor el desastre, y tomó la<br />
decisión. Se hizo paso entre el desorden de<br />
cuerdas y de hombres, hasta la popa de la<br />
barca donde, curiosamente, parecía reinar<br />
una insospechada calma. Allí continuaba<br />
durmiendo Jesús, con ese aspecto que era<br />
tan suyo de adulto joven y de expresión pura<br />
de niño, pero con los rasgos faciales tan semejantes<br />
a los de María, su madre. Era tal<br />
la sensación de alivio y de quietud que flotaba<br />
alrededor de su cuerpo, en medio del<br />
caos de la tormenta. Pedro y, con él, el resto<br />
de los discípulos, que habían abandonado<br />
sus tareas para arremolinarse también ellos,<br />
como niños asustados, en torno a Jesús, no<br />
pudo menos que pararse en seco, golpeado<br />
¡Él era,<br />
indudablemente,<br />
el Señor!, y ellos,<br />
sus discípulos,<br />
eran sus apóstoles<br />
elegidos, eran,<br />
simplemente,<br />
los Doce, y así<br />
se les conocía<br />
y se les llamaba<br />
por la sorpresa. Dirigió la mirada a Juan. Juan<br />
asintió con la cabeza, y entonces despertó<br />
suavemente al Señor, mientras que, con tono<br />
quejumbroso, le decía: “¡Maestro!, ¿es que<br />
no te importa que nos hundamos?”. Jesús<br />
alzó los ojos de inmediato, dejando aflorar<br />
una vez más su dulce mirada, no obstante<br />
plena de autoridad; sin decir palabra se levantó,<br />
se dirigió al centro de la embarcación.<br />
A su alrededor parece que ya como que retrocedía<br />
la lluvia y el viento. Jesús alzó los<br />
brazos de pronto y, entonces, todo cesó.<br />
¡Oh, mis Tres, mi Todo, mi<br />
Bienaventuranza, Soledad infinita,<br />
Inmensidad donde me pierdo!<br />
Santa Isabel de La Trinidad. bn<br />
...Continuará<br />
Temporal en la noche<br />
33
nueva estética<br />
Enrique Solana - Arquitecto<br />
Las proporciones del templo responden a un<br />
entramado de medidas que brotan de la Revelación<br />
y de la Inteligencia. Existen dos unidades<br />
fundamentales, una es 7,5, y la razón de su<br />
elección es bellísima. El número 7, sinónimo de<br />
la perfección, pertenece al mundo creado, Dios<br />
hizo la creación en siete días. El número 8, sinónimo<br />
de la plenitud, pertenece en cambio al<br />
mundo futuro, a la escatología, pues Cristo resucitó<br />
en el octavo día, la nueva creación que no se<br />
culminará hasta la segunda venida del Redentor<br />
al final de la historia. El 7,5, entre el 7 y el 8, pone<br />
de manifiesto pues, un mundo que supera la perfección<br />
de la naturaleza creada pero que aspira a<br />
la plenitud divina: La basílica de la Sagrada Familia<br />
presenta la perfección de este mundo en tránsito<br />
hacia su total plenitud. Por otra parte, en el cuerpo<br />
humano 7,5 es la proporción de la cabeza respecto<br />
del cuerpo en la Grecia clásica. La otra unidad<br />
fundamental es el 12 al ser la suma de 3+4+5,<br />
las medidas del triángulo rectángulo de la sección<br />
de las pirámides egipcias. Son las dos unidades<br />
esenciales en la Sagrada Familia, y ambas confluyen<br />
en el 90 que es el resultado de 7,5 x 12.<br />
34
nueva estética<br />
Del 7,5 salen sus múltiplos: 15, 30, 45, 60, 75,<br />
90... 180 que son medidas presentes en la basílica:<br />
La distancia de la retícula entre las columnas<br />
de las naves laterales (7,5 x 7,5 m.); la longitud<br />
de la nave hasta la cabecera del ábside y su altura<br />
(90 m.); la longitud de la nave hasta el cimborrio<br />
del ábside (75 m.); la longitud del crucero y su<br />
altura (60 m.); la anchura de la nave central y su<br />
altura (45 m.); la anchura del crucero y altura de<br />
las naves laterales (30 m.); la altura de los coros<br />
(15 m.); la altura del arranque de las torres (90<br />
m.); la altura de la torre principal (180 m.); la<br />
altura de la torre de los Evangelios (127,5 m.)<br />
y de la Virgen (120 m.), ambos múltiplos de<br />
7,5; las alturas de las dos torres centrales de los<br />
apóstoles de cada fachada (112,5 m.) y las dos<br />
laterales (105 m.), siempre múltiplos de 7,5.<br />
Si en el exterior del templo se representa la<br />
Redención del Señor, en el interior aparece la<br />
actualización de esa Redención en su esposa,<br />
la Iglesia. La Iglesia Militante está representada<br />
en las naves, la Purgante en la cueva bajo el altar<br />
mayor, y la Triunfante en la linterna de metal<br />
dorado y cristales, sobre el altar, imagen de la<br />
Jerusalén Celestial.<br />
La Sagrada Familia de Gaudí<br />
35
nueva estética<br />
El Apocalipsis es<br />
la clave apropiada<br />
para interpretar<br />
correctamente la<br />
basílica ya que conduce<br />
a la humanidad hacia<br />
su culminación que<br />
no es otra que la<br />
comunión plena con<br />
Dios, revela la belleza<br />
que nos aguarda si<br />
permanecemos en Él<br />
Gaudí tenía muy presente que la Sagrada Familia<br />
debía ser un Templo universal que expresara la<br />
catolicidad de la fe, razón por la cual, las columnas<br />
de la nave interior están dedicadas a santos, patrones<br />
y fundadores de la más variada procedencia.<br />
Las columnas tienen un aspecto ascendente<br />
que se manifiesta en su forma helicoidal y en sus<br />
ramificaciones superiores, mientras que en las<br />
bóvedas se representan a los ángeles custodios<br />
en posición de bajar que se manifiesta en su forma<br />
estrellada con las puntas hacia abajo. Gaudí<br />
afirma que la decoración de la Sagrada Familia se<br />
basa en “los santos subiendo al cielo y los ángeles<br />
bajando a la tierra”.<br />
Hay tres itinerarios espirituales. La vía de la Humanidad<br />
que es la Vía del Padre, que va del ábside<br />
(espacio de la creación) a la fachada de la Gloria,<br />
lugar de nuestro destino, pasando por el lugar de<br />
la recreación en Cristo.<br />
36
nueva estética<br />
La basílica de la<br />
Sagrada Familia<br />
presenta la<br />
perfección de<br />
este mundo en<br />
tránsito hacia su<br />
total plenitud<br />
El segundo itinerario es la Vía del Hijo, que va de<br />
la fachada del Nacimiento a la de la Pasión, para<br />
llevar a cabo la Redención del hombre que se<br />
realizó en el Misterio Pascual que se celebra en<br />
el altar. El tercer itinerario es el de la Iglesia, o Vía<br />
del Espíritu Santo que guía a la Iglesia. Es un recorrido<br />
circular bien por el interior del templo en un<br />
camino de iluminación, bien por el exterior a través<br />
del claustro en un camino de peregrinación.<br />
El primero comienza en la capilla del Bautismo<br />
que es la puerta de entrada a la fe, pasa por los<br />
interiores de las fachadas del Nacimiento y de<br />
la Pasión a través de las naves, donde mediante<br />
la escucha de la Palabra y la celebración de la<br />
Eucaristía vamos configurándonos a la imagen<br />
del Hijo, para terminar en la fachada de la Gloria,<br />
el Cielo.<br />
la decoración de la Sagrada Familia se basa<br />
en “los santos subiendo al cielo y los ángeles<br />
bajando a la tierra”<br />
La Sagrada Familia de Gaudí<br />
37
nueva estética<br />
El Claustro en este Templo pasa a ser periférico, circunvalando el<br />
templo entre el edificio y el perímetro porticado, definiendo así un<br />
espacio irregular, entre el exterior y el interior, que al tiempo que aísla<br />
el templo del exterior, permite contemplarlo en detalle mientras se<br />
pasea en oración, que esta es la función esencial de este lugar. El<br />
Claustro tiene aquí un contenido radicalmente mariano. En el extremo<br />
Norte del Claustro Gaudí dispuso la capilla de la Asunción. Si nos<br />
desplazamos desde esta capilla hacia el Este, nos encontramos con<br />
dos portadas, una a cada lado de la fachada del Nacimiento, la del<br />
Rosario y la de Monserrat. Si lo hacemos hacia el Oeste, veremos<br />
otras dos portadas, una a cada lado de la fachada de la Pasión, la de<br />
la Virgen de los Dolores y la de la Virgen de la Merced.<br />
En cuanto a la música, Gaudí no quiere que surja de un punto del<br />
edificio, sino de todas partes, como si uno estuviera dentro de una<br />
gran caja de resonancia, por eso lo coloca a modo de triforio, por<br />
encima y a lo largo de todas las naves. Dispone cuatro órganos en<br />
torno al cimborrio central y el coro lo distribuye así: el femenino sobre<br />
la entrada con aforo para 500 personas, el de niños sobre el deambulatorio<br />
para 700, y el masculino entre las columnas laterales para 600<br />
cada uno. Su situación y pendiente no impide vistas ni obstaculiza la<br />
luz de los ventanales. El aforo total del templo puede llegar hasta las<br />
14.000 personas.<br />
Gaudí entiende la basílica de la Sagrada Familia como una representación<br />
de la Jerusalén Celestial, la esposa del Cordero que describe el<br />
libro del Apocalipsis, libro que cierra y culmina la Revelación. El Apocalipsis<br />
es la clave apropiada para interpretar correctamente la basílica<br />
ya que conduce a la humanidad hacia su culminación que no es otra<br />
que la comunión plena con Dios, revela la belleza que nos aguarda<br />
si permanecemos en Él. Esto quiere hacer el templo, anticipar esa<br />
belleza.<br />
Bajo la cruz que culmina la torre de Jesucristo se representan un<br />
Alfa y una Omega, alusión al Cristo del Apocalipsis, primero y último,<br />
principio y fin. La torre central y las cuatro columnas que la sustentan,<br />
representan el trono de Dios y del Cordero, y las naves de la basílica<br />
son la nueva Jerusalén anunciada. Dice el Apocalipsis que la ciudad<br />
no necesita de sol ni luna que la alumbren, porque la ilumina la gloria<br />
de Dios, y su lámpara que es el Cordero. En la Sagrada Familia, la luz<br />
parece salir de la construcción misma, de los vitrales y de las aberturas<br />
de las bóvedas, tanto de día como de noche, una luz que se difunde<br />
y se expande.<br />
38
nueva estética<br />
Habla el Apocalipsis de un río de agua de vida que brota del trono de<br />
Dios y del Cordero que alimenta el árbol de la vida que da fruto doce<br />
veces al año y sus hojas sirven de medicina para todos los pueblos.<br />
Gaudí se hace eco de esta palabra convirtiendo la Sagrada Familia<br />
en un vergel, un jardín espléndido, un huerto rebosante de flores y<br />
árboles frutales, tanto en las fachadas como en los pináculos de las<br />
cubiertas. Esta descripción del libro impulsó a Gaudí a colocar cestas<br />
de fruta por toda la basílica.<br />
Las proporciones de la Nueva Jerusalén son ideales, eso trata de explicar<br />
el Apocalipsis cuando habla de unas dimensiones en las que<br />
longitud, anchura y altura son iguales, es decir, un cubo perfecto, un<br />
ideal. Gaudí ha concebido el templo con unas proporciones magníficas,<br />
90 x 60 x 180, en las que se enfatiza la verticalidad, porque la<br />
nueva Jerusalén desciende del Cielo. La sección longitudinal es una<br />
pirámide circunscrita en un doble cuadrado (90 x 180). La sección<br />
transversal es una pirámide circunscrita en un triple cuadrado (60 x<br />
180). El cuadrado es plenitud y la pirámide es estabilidad, ambas<br />
geometrías son empleadas evocando a Cristo como centro de la historia,<br />
su plenitud y su sentido, su principio y su fin.<br />
Los habitantes de esa Jerusalén son: Aquel que está sentado en el<br />
trono, los cuatro vivientes, los veinticuatro ancianos y una muchedumbre<br />
inmensa, los 144.000 marcados por el Cordero, en torno a<br />
los cuales se escucha el fragor de grandes aguas y cánticos de seres<br />
vestidos de blanco. Aquí tenemos la explicación de la gran torre central<br />
que representa a Jesucristo sentado en su trono, las cuatro que representan<br />
a los evangelistas, las doce que representan a los apóstoles<br />
o a las tribus de Israel (12 + 12 = 24) y la capacidad del templo que<br />
es de 14000 personas (alusión a los 144000 marcados).<br />
Las aguas, los cánticos y los seres de blanco son una alusión al Bautismo<br />
que da a luz a los nuevos hijos de Dios y a la Eucaristía, que<br />
actualiza todos los días la victoria definitiva sobre el mal y la muerte,<br />
dando sentido a la existencia y razón de que la vivamos como una<br />
permanente celebración. La torre que falta por describir responde a<br />
otra de las visiones del libro, la que alude a la mujer vestida de sol<br />
con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas, la dedicada<br />
a la Virgen María. He aquí plasmada la síntesis del Apocalipsis. bn<br />
Si en el exterior del templo se representa la Redención<br />
del Señor, en el interior aparece la actualización de esa<br />
Redención en su esposa, la Iglesia<br />
La Sagrada Familia de Gaudí<br />
39
sed santos<br />
40<br />
La labor humana reside en vislumbrar,<br />
en las circunstancias de cada día, la voluntad<br />
de Dios, aceptarla, asumirla y realizarla<br />
en el convencimiento de que lo que nos<br />
es dado nos conducirá a nuestra plenitud
sed santos<br />
Victoria Escudero - Farmacéutica. Fundación López Quintás (Área de Docencia y Universidad)<br />
“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos<br />
son mis caminos. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos<br />
más altos que vuestros caminos y mis pensamientos más altos que vuestros<br />
pensamientos” (Is. 55, 8-9). Descubrir la verdad contenida en los versículos del<br />
profeta Isaías significó para el Padre Walter adquirir la clave fundamental desde<br />
la cual interpretaría toda su existencia. No es el hombre quien traza ni decide su<br />
camino de santidad sino Dios mismo. La labor humana reside en vislumbrar, en<br />
las circunstancias de cada día, la voluntad de Dios, aceptarla, asumirla y realizarla<br />
en el convencimiento de que lo que nos es dado nos conducirá a nuestra plenitud.<br />
Y esa fue la tarea del Padre Walter durante toda su vida de sacerdocio, pero muy<br />
especialmente durante los veintitrés años que pasó en la Unión Soviética.<br />
La<br />
presencia de Dios<br />
transforma<br />
Cuando rezamos el Padrenuestro y, una vez<br />
tras otra, pedimos a Dios: “venga a nosotros<br />
tu Reino”, quizá no seamos conscientes de<br />
que el deseo que expresamos depende, sobre<br />
todo, de nosotros mismos y que hacer<br />
presente entre nosotros el Reino de Dios<br />
constituye, en realidad, nuestra misión en<br />
este mundo.<br />
Hacer presente el Reino en los campos de<br />
Siberia fue el objetivo del Padre Walter durante<br />
su estancia en ellos. La gracia divina<br />
es capaz de transformar la más humilde de<br />
nuestras acciones en medio por el cual Dios<br />
se acerca a quienes nos rodean. Y esta realidad<br />
es la fuente de la alegría y de la paz más<br />
auténticas. Así, en cada uno de sus actos, de<br />
sus palabras, de sus miradas, Walter Ciszek<br />
deseaba ser portador del mensaje trascendente<br />
que eleva la existencia humana a su<br />
más alta cima dotándola del sentido más<br />
hondo: Dios es y Dios es con nosotros.<br />
A través de la oración, ese espacio de encuentro<br />
personal con el Creador, el Padre<br />
Walter recobraba aliento una y otra vez para<br />
proseguir, día tras día, en aquel lugar donde<br />
el dolor y el sufrimiento humano se presentaban<br />
en tantos grados y versiones como<br />
almas había.<br />
Aquella contribución silenciosa a la obra<br />
redentora de Cristo sobre el mundo constituía<br />
el sentido más oculto de cuanto allí se<br />
padecía. Pero, de todos aquellos hombres<br />
exhaustos y agotados, ¿cuántos descubrirían<br />
aquello? La fe es el mayor tesoro que puede<br />
alcanzar el hombre, pues dota de un sentido<br />
trascendente cualquier momento vital por<br />
duro que resulte. Por ello, el Padre Walter<br />
se afanaba en llevar su mensaje a todos los<br />
hombres del campo, entre los cuales fue<br />
surgiendo una auténtica Iglesia.<br />
La clave es la voluntad de Dios<br />
41
sed santos<br />
La celebración de la misa clandestina se<br />
convirtió en un reto diario para el que todos<br />
los esfuerzos se destinaban con enorme<br />
motivación: memorizar toda la secuencia de<br />
oraciones eucarísticas, guardar ayuno para<br />
poder comulgar aun cuando ello significara<br />
pasar más hambre de la ya impuesta por<br />
la escasez, fingir, esconderse y, por encima<br />
de todo, jugarse la propia vida. El cuerpo y<br />
la sangre de Cristo, los alimentos de Vida<br />
Eterna, infundían en el alma una energía tan<br />
real que aquel momento de intimidad con<br />
el Señor era el hilo del que parecía pender<br />
el aliento de muchos. Y la forma en la que<br />
Dios cuidaba espiritualmente de su rebaño<br />
suponía para el Padre Walter el sentido más<br />
profundo de su presencia en el campo de<br />
trabajos forzados. La celebración de la Eucaristía<br />
constituía, por encima de todo, la<br />
responsabilidad primera a la que el jesuita<br />
se sentía llamado diariamente. Un diminuto<br />
trozo de pan y unas cuantas gotas de vino<br />
consagrado contenían la esencia del milagro<br />
que, silenciosamente, se producía sobre una<br />
caja, un tablón o una piedra que hacían las<br />
veces de altar. Sea como fuere, lo que allí<br />
sucedía unía tan íntimamente al hombre con<br />
Dios y con su verdadero destino, que ningún<br />
otro momento del día cobraba tanto sentido<br />
en la vida del campo. La belleza de la liturgia,<br />
aun sin flores ni cantos, se revelaba con auténtica<br />
majestad en medio de aquella miseria<br />
que revelaba, con mayor fuerza, el origen<br />
y el destino del ser humano.<br />
“El que come mi carne y bebe mi sangre, vivirá<br />
para siempre…” dice el Señor. En Siberia<br />
esas palabras fueron para muchos cristianos<br />
algo más que poesía. En ellas se encierra<br />
aquella sabiduría que el hombre solo alcanza<br />
en los momentos de auténtica unión con<br />
Dios.<br />
Ejercicios<br />
Espirituales<br />
de San Ignacio<br />
La celebración de la misa fue, no obstante,<br />
solo uno de los cuidados pastorales que el<br />
Padre Walter dispensó a las almas bajo su<br />
protección. Como buen jesuita, su confianza<br />
en los Ejercicios Espirituales de San Ignacio<br />
le llevó a organizar retiros en el campo, primero<br />
para sus compañeros sacerdotes y luego<br />
para los demás presos.<br />
La fe es el mayor tesoro que puede alcanzar el<br />
hombre, pues dota de un sentido trascendente<br />
cualquier momento vital por duro que resulte<br />
42
s<br />
Centrándose en las meditaciones centrales<br />
de los Ejercicios, Principio y Fundamento, el<br />
Reino de Cristo, Dos Banderas y las meditaciones<br />
de la Pasión, el Padre Walter renovaba<br />
la fe de quienes le seguían recordándoles el<br />
plan de Dios para la salvación del hombre, la<br />
existencia de una voluntad divina para cada<br />
uno de nosotros que puede ser desentrañada<br />
a través de la oración, y la necesidad de<br />
un compromiso firme y confiado con ella.<br />
Aquellas meditaciones constituían una especie<br />
de brújula que reorientaba la mirada y la<br />
marcha de unos hombres abocados permanentemente<br />
a la desesperación.<br />
Los sacerdotes del campo redescubrían entonces<br />
su vocación primera de representar<br />
a Cristo allí donde el camino los llevara y<br />
de cuidar de las almas que les fueran encomendadas.<br />
Su altísima misión consistía en<br />
hacer patente el Reino de Dios en medio de<br />
tanta adversidad superando el desaliento y<br />
la duda. Confiar en la Providencia divina y<br />
abandonarse a ella constituían las dos conquistas<br />
clave para aquellos hombres que debían<br />
llevar a Cristo a los demás. Y esa era<br />
la misión de los Ejercicios Espirituales que<br />
el Padre Walter predicaba y que progresivamente<br />
iban centrando y recomponiendo las<br />
almas exhaustas.<br />
La clave es la voluntad de Dios<br />
43
sed santos<br />
De la misma manera, los retiros predicados<br />
al resto de los presos trataban de fortalecer<br />
la fe de los convictos. En un entorno hostil<br />
en el que la mentira, los engaños y los<br />
robos conformaban el escenario habitual de<br />
supervivencia, mantener la confianza en los<br />
hombres se convertía en un imposible. Por<br />
ello, muchos de aquellos presos cristianos se<br />
aferraban a Dios como fuente de toda seguridad<br />
y protección. El acompañamiento espiritual<br />
intentaba alimentar, en todo momento,<br />
la dignidad humana y la necesidad de reconocer<br />
un sentido y un valor en el extenuante<br />
trabajo realizado en un lugar en el que<br />
el hombre era reducido, permanentemente,<br />
a la categoría de objeto. Si cada esfuerzo,<br />
si cada acción, por pequeña que fuera, se<br />
consagraba a Dios adquiría entonces un valor<br />
infinito que colmaba de sentido aquella<br />
sucesión de días en los que nada parecía recordar<br />
a los hombres su condición humana.<br />
El hombre tiene hambre<br />
de eternidad. No está<br />
hecho para la muerte,<br />
al menos, no para la<br />
muerte como final sino<br />
como transición a una<br />
plenitud de la que Cristo<br />
resucitado es testimonio<br />
y testigo. Anhelamos<br />
el abrazo con el Padre<br />
como final a esta vida<br />
nuestra en la que las<br />
dificultades y carencias<br />
horadan en nosotros una<br />
profunda herida<br />
La verdadera<br />
libertad<br />
La mirada en Cristo Salvador, vencedor del<br />
pecado y de la muerte, dotaba a la persona<br />
de la mejor herramienta para seguir afrontando,<br />
mañana tras mañana, todas las penalidades.<br />
Y es que la idea de la muerte formaba<br />
parte consustancial de aquel paisaje en el<br />
que las enfermedades, la inanición o un posible<br />
castigo de fusilamiento acababan con<br />
la vida de los presos. En la contemplación<br />
de tales acontecimientos se ponía a prueba<br />
la fe en una vida que, lejos de este mundo<br />
terrenal, uniera al hombre definitiva y eternamente<br />
con su Creador. El régimen comunista<br />
ruso eludía realzar, aun en la menor medida,<br />
el momento de la muerte. Si todo acababa<br />
con ella, ¿para qué preocuparse más que de<br />
eliminar los restos inservibles ya de quien<br />
había dejado, para siempre, de existir? Sin embargo,<br />
y como pudo constatar el Padre Walter,<br />
en la familia y los amigos siempre afloraba una<br />
necesidad de recordar y honrar la memoria<br />
del que había sido. El hombre tiene hambre<br />
de eternidad. No está hecho para la muerte,<br />
al menos, no para la muerte como final sino<br />
como transición a una plenitud de la que Cristo<br />
resucitado es testimonio y testigo. Anhelamos<br />
el abrazo con el Padre como final a esta vida<br />
nuestra en la que las dificultades y carencias<br />
horadan en nosotros una profunda herida. La<br />
muerte es, para los cristianos, el final de nuestro<br />
exilio. Y, desde esta perspectiva, la vivían<br />
también los cristianos confinados en Siberia.<br />
Quizá para ellos la muerte tuviera relación, sobre<br />
todo, con la esperanza y, en último término,<br />
con la libertad.<br />
44
sed santos<br />
Sin embargo, aquella libertad ya<br />
era posible en el campo, casi de<br />
la misma manera que lo era fuera<br />
de él. Como explica el Padre<br />
Walter: “Cuando el hombre<br />
elige servir a Dios y hacer su<br />
voluntad, conquista su libertad<br />
más sublime y más plena.<br />
Puede parecer paradójico afirmar<br />
que nuestra libertad más<br />
plena y sublime depende de<br />
seguir hasta en el más mínimo<br />
detalle la voluntad de otro, pero<br />
no deja de ser cierto cuando<br />
ese otro es Dios. Yo puedo dar<br />
prueba por propia experiencia –<br />
especialmente en las horas más<br />
oscuras de Lubianka- de que el<br />
mayor sentimiento de libertad se<br />
consigue cuando se renuncia totalmente<br />
a la libertad para cumplir la<br />
voluntad de Dios; y con él, la paz<br />
del alma, y un constante sentimiento<br />
de seguridad”.<br />
El Padre Walter apuntaba así al valor infinito<br />
de esa libertad interior, auténtico<br />
don de Dios, que ninguna circunstancia,<br />
por terrible que sea, nos puede arrebatar<br />
a los seres humanos. Y esa era la libertad<br />
que debían conquistar y salvaguardar<br />
los hombres del campo.bn<br />
El mayor sentimiento de<br />
libertad se consigue cuando<br />
se renuncia totalmente a<br />
la libertad para cumplir la<br />
voluntad de Dios<br />
La clave es la voluntad de Dios<br />
45
sed santos<br />
EXCELENCIA DE LA LUZ<br />
Horacio Vázquez Cermeño<br />
46<br />
Reivindicación<br />
de las tinieblas<br />
Y así, contando de antemano con la comprensión<br />
de los lectores, formulamos estas consideraciones<br />
humildes y confiadas en base a<br />
unos postulados que orientarán este trabajo,<br />
pues el “Elogio de las Tinieblas” que predicamos,<br />
arranca con la sensación inquietante de<br />
que será vano nuestro empeño, pues son muchas,<br />
evidentes y autorizadas las razones que<br />
se han esgrimido desde siempre a favor de la<br />
luz, que como efecto reflejo de su excelencia,<br />
han acumulado en el sentir general un enorme<br />
depósito de agravios y amarguras en contra de<br />
las tinieblas y la oscuridad que será difícil de<br />
remover y contrarrestar.<br />
Y estos son los postulados que se proponen:<br />
· Que la luz y las tinieblas salieron de las manos<br />
de Dios, y que ambas, igualmente, son necesarias<br />
para la vida y el buen orden del mundo<br />
creado.<br />
· Que las citas que ponderan la excelencia de<br />
la luz como atributo divino y guía para el hombre,<br />
por si mismas, no implican un correlativo<br />
agravio o crítica de las tinieblas, que en su<br />
propio ámbito y naturaleza son, igualmente,<br />
excelentes.<br />
· Que no debe entenderse como crítica a las<br />
tinieblas los malos efectos que se le atribuyen<br />
cuando el hombre realiza en la oscuridad y sin<br />
los medios adecuados para orientarse, actos<br />
que necesitan de la luz.
sed santos<br />
La luz atributo divino<br />
Así por ejemplo “caminar de noche”, pues<br />
es evidente el peligro de tropezar o perderse<br />
por falta de luz. Pero ello en modo alguno<br />
puede predicarse como un mal de las<br />
tinieblas sino, solamente, del que camina a<br />
oscuras de modo imprudente e inadecuado.<br />
Recordemos a este respecto la parábola de<br />
las vírgenes necias y las vírgenes prudentes,<br />
estas, que hicieron provisión del aceite suficiente<br />
para sus lámparas cuando esperaban<br />
al señor en la noche, y aquellas, que lo agotaron<br />
en la larga espera hasta el momento de<br />
su llegada y no pudieron entrar con él.<br />
· Que la utilización poética o metafórica de la<br />
luz como imagen y símbolo de la verdad, la<br />
vida, la bondad, la gracia para la salvación y<br />
otros bienes, no puede servir de pretexto para<br />
tildar sin más a las tinieblas como imagen de la<br />
mentira, la muerte, la maldad, la condenación<br />
y otros males, pues también puede decirse<br />
que la oscuridad y las tinieblas de la noche son<br />
inexcusables para el sosiego, la calma, el descanso<br />
del alma, y la oración de quietud.<br />
· En ocasiones, y con exclusivos fines didácticos<br />
que tratan de estimular la comprensión de<br />
auditorios poco preparados, se utilizan los conceptos<br />
de luz y tiniebla hasta los límites caóticos<br />
de sus significados reales, y la oscuridad<br />
se asocia a la ignorancia y la condenación del<br />
hombre, aunque ello tenga poco que ver con<br />
el sentido real del concepto.<br />
Los atributos de Dios son incontables, y entre<br />
sus muchas clasificaciones se distinguen<br />
los que son transmisibles de los que son exclusivos<br />
de su esencia, contándose entre los<br />
primeros los de paternidad, santidad, gloria,<br />
realeza, majestad, justicia, amor, verdad, soberanía,<br />
bondad, gracia, luz, misericordia, claridad,<br />
hermosura, paciencia, ira, prudencia, fidelidad,<br />
belleza, perfección, libertad, sabiduría, vida, espiritualidad,<br />
virginidad, consolación, bendición,<br />
etcétera, y entre los atributos exclusivos, los de<br />
aseidad, unicidad, multiplicidad, simplicidad,<br />
supremacía, grandeza, infinitud, eternidad, inmensidad,<br />
inmutabilidad, omnipresencia, omnisciencia,<br />
omnipotencia, ubicuidad, creación,<br />
y también, que es absoluto, redentor, Señor de<br />
vivos y muertos, principio y fin de todas las cosas,<br />
etcétera, etcétera.<br />
Luz de Dios Padre<br />
El concepto de la luz en la expresión religiosa<br />
del Antiguo Testamento representa significados<br />
que están muy por encima de su realidad intrínseca,<br />
tal como que se manifiestan en las<br />
teofanías de Dios Padre, ora en la zarza que<br />
ardía sin consumirse, o como columna de fuego<br />
que guía al pueblo elegido, o como ascuas<br />
celestes que encienden las aras de los holocaustos<br />
de Abrahán o de Elías, o como resplandor<br />
de la gloria que hace radiante el rostro de<br />
Moisés (Éxodo 34, 29).<br />
Elogio de las tinieblas<br />
47
sed santos<br />
Y de muchas maneras se expresa esta simbología<br />
como “la luz del rostro del Señor” (Salmo<br />
4, 7), “lámpara es tu palabra para mis pasos,<br />
luz en mi sendero…” (Salmo 119, 105), “tu<br />
luz nos hace ver la luz” (Salmo 36, 10), “el<br />
pueblo caminará…a la luz de tu rostro”, porque<br />
el Señor Dios es sol y escudo, él da la gracia<br />
y la gloria” (Salmo 83, 12), “Casa de Jacob,<br />
venid, caminemos a la luz del Señor” (Isaías 2,<br />
5), o en la bendición que da el Señor para el<br />
pueblo en Números 6, 25: “El Señor te bendiga<br />
y te proteja, ilumine su rostro sobre ti…”, y<br />
que luego se reproduce en el Salmo 66, 2-3:<br />
“Que Dios tenga piedad y nos bendiga, ilumine<br />
su rostro sobre nosotros…”<br />
En este contexto, la luz no es beligerante con<br />
las tinieblas y se hace instrumento de Dios para<br />
guiar al hombre hacia el Tiempo Nuevo. Los libros<br />
sapienciales también utilizan el concepto<br />
de la luz. En el Libro de la Sabiduría 7, 26, la<br />
sabiduría se asocia al atributo divino de la luz<br />
en cuanto que “irradiación de la luz eterna (de<br />
Dios) e imagen de su bondad”, y en 7, 29, se<br />
dice de ella que”…es más bella que el sol y<br />
supera a todas las constelaciones. Comparada<br />
con la luz del día, sale vencedora, porque la luz<br />
deja paso a la noche, mientras que a la sabiduría<br />
no la domina el mal”. Adviértase aquí como<br />
“la noche” se asocia con el mal y el atributo<br />
divino de la “sabiduría” se hace competir con<br />
el de la “luz”, al que se dice que supera porque<br />
el día que da paso a la noche, lo que nunca<br />
hace la sabiduría.<br />
Y dentro de este esquema competitivo y beligerante<br />
se nos ofrecen las sentencias de<br />
Eclesiastés. Así en 2, 12: “La sabiduría es<br />
más provechosa que la necedad, como la<br />
luz aprovecha más que las tinieblas”, y más<br />
adelante en 2, 14, abundando en el mismo<br />
sentido: “El sabio lleva los ojos puestos en la<br />
cabeza, pero el necio camina en tinieblas”.<br />
Aquí el binomio “sabiduría/necedad”, se corresponde<br />
con el de “luz/tinieblas”, y las tinieblas<br />
salen perdiendo sin que se adviertan<br />
los motivos o se den las razones para ello,<br />
simplemente se deduce que “es necedad<br />
andar en tinieblas”.<br />
Anuncios proféticos<br />
La tradición profética nos trae la escisión del<br />
mundo bíblico en dos partes: El pueblo elegido<br />
que es la luz, y los otros pueblos que<br />
caminan en las tinieblas. Pero ahora las tinieblas,<br />
de un modo claro y rotundo, se llevan<br />
la peor parte en este discurso, pues en la<br />
oscuridad que se profetiza se esconden las<br />
tinieblas de la muerte, la condenación y el<br />
castigo del cielo. Se obtienen conclusiones<br />
más benévolas al respecto en los anuncios<br />
específicamente mesiánicos, donde la luz<br />
que brilla en la oscuridad es la del Mesías<br />
que llega, pero no así en las profecías del<br />
“Día del Señor”, que son anuncio de un Dios<br />
colérico y terrible.<br />
La luz y las tinieblas salieron de las<br />
manos de Dios, y que ambas, igualmente,<br />
son necesarias para la vida y el buen<br />
orden del mundo creado<br />
48
sed santos<br />
El primer Isaías en 8, 23, nos grita: “¡No habrá<br />
ya oscuridad para la tierra que está angustiada!”,<br />
pues se anuncian buenas nuevas para la<br />
tierra de Neftalí y Zabulón, porque “el pueblo<br />
que caminaba en tinieblas vio una luz grande;<br />
habitaba en tierra y sombras de muerte,<br />
y una luz brilló”, y lo que anunció el profeta<br />
(9, 1) nos lo confirmará el evangelista Mateo<br />
en 4, 16. Es la luz del Mesías que llega, es el<br />
Siervo del Señor, el que traerá la consolación<br />
al pueblo, de quien se dice: “Te hago luz de<br />
las naciones para que mi salvación alcance<br />
hasta el confín de la tierra” (49, 6), y ya no<br />
habrá noches oscuras para los que escuchen<br />
su voz “aunque camine en tinieblas, sin ninguna<br />
claridad…” (50, 10), y por tanto: “¡Levántate<br />
y resplandece, porque llega tu luz; la<br />
gloria del Señor amanece sobre ti! Las tinieblas<br />
cubren la tierra, la oscuridad los pueblos,<br />
pero sobre ti amanecerá el Señor…” (60,<br />
10). Y todo eso nos lo confirma Zacarías 14,<br />
6: “Sucederá aquel día que no habrá luz, ni<br />
frío ni calor. Será un día único, que el señor<br />
conoce: sin día ni noche. Al anochecer habrá<br />
una luz espléndida”.<br />
Amós, Sofonías, y<br />
Jeremías, también<br />
profetizan con la<br />
utilización metafórica<br />
de luces y tinieblas<br />
anunciando un<br />
Día del Señor sin<br />
salvación para los<br />
impíos<br />
En estos textos mesiánicos la oscuridad se<br />
viste de una nueva esperanza.<br />
Pero son también tiempos para la corrupción<br />
y la denuncia, para el pecado, la perfidia, la<br />
violencia y la sangre, y de nuevo los vocablos<br />
de luz y tinieblas con su anfibología poética<br />
y ejemplarizante, entran en juego para la<br />
lamentación acusadora: “Por eso está lejos<br />
de nosotros el derecho y la justicia no nos<br />
alcanza; esperamos la luz, llega la oscuridad;<br />
esperamos claridad y marchamos en tinieblas.<br />
Tentamos el muro como ciegos,…tropezamos<br />
en pleno día como al anochecer…”<br />
(Isaías 59, 9-10). Amós, Sofonías, y Jeremías,<br />
también profetizan con la utilización metafórica<br />
de luces y tinieblas anunciando un Día<br />
del Señor sin salvación para los impíos: Así<br />
Amós (5, 18-20), “¡Ay de los que ansían el<br />
Día del Señor! ¿De qué os servirá el Día del<br />
Señor? ¡Serán tinieblas y no luz! Será como<br />
un hombre que huye de un león y se topa<br />
con un oso, o entra en casa, apoya su mano<br />
en la pared y lo muerde una serpiente. ¿No<br />
es el Día del Señor tinieblas y no luz, densa<br />
oscuridad sin resplandor alguno? Y Sofonías<br />
1, 15, “Amargo es el estruendo del Día del<br />
Señor…Día de cólera, aquel día, día de angustia<br />
y aflicción,…día de oscuridad y negrura,<br />
día de nieblas y tinieblas…”. Y Jeremías<br />
13, 16, “Honrad al Señor, vuestro Dios, antes<br />
de que se echen las sombras, antes de que<br />
tropiecen vuestros pies por los montes, apenas<br />
sin luz; antes de que la luz que esperáis<br />
se convierta en sombras mortales, se transforme<br />
en lóbregas tinieblas.”<br />
Elogio de las tinieblas<br />
49
sed santos<br />
En su realidad cósmica de<br />
elemento salido de las manos<br />
de Dios, las tinieblas siempre<br />
serán inocentes<br />
No, nos parece posible encontrar argumentos<br />
para que no maldecir a las tinieblas de<br />
la ignorancia, el pecado y la muerte, sino<br />
fuera porque, en su realidad cósmica de<br />
elemento salido de las manos de Dios, las<br />
tinieblas siempre serán inocentes. Quizá,<br />
acaso, podría explicarse la dureza de los simbolismos<br />
utilizados porque en el principio,<br />
antes de que pudiera contarse el tiempo del<br />
mundo, el pecado de soberbia de unos ángeles<br />
rebeldes provocó una batalla celestial<br />
que se saldó con su derrota, “y que a los<br />
ángeles que no se mantuvieron en su rango<br />
sino que abandonaron su propia morada,<br />
(Dios) los tiene guardados para el juicio<br />
del gran día, atados en las tinieblas con cadenas<br />
perpetuas”. (Carta de San Judas, 6).<br />
Así lo ratifica 2 Pedro 2, 4:“En efecto Dios no<br />
perdonó a lo ángeles que pecaron, sino que,<br />
precipitándolos en las tenebrosas cavernas<br />
del infierno, los entregó reservándolos para el<br />
juicio. Y de tan gran pecado, del que pudiera<br />
existir reseña en Apocalipsis 12,3, con la señal<br />
“…de un enorme monstruo rojo como el<br />
fuego… que con la cola barre un tercio de<br />
las estrellas del cielo, precipitándolas a la tierra”,<br />
parece que, junto a los ángeles convertidos<br />
en demonios que son confinados en el<br />
Averno para librar la batalle del pecado en el<br />
mundo, también las tinieblas espesas y oscuras<br />
en las que habitan desde entonces hayan sido,<br />
a su vez, estigmatizadas con ellos como símbolo<br />
del mal que encarnan por un pecado irrredento.<br />
Y para atenuar el rigor de tan crudos simbolismos<br />
y comparaciones, será bueno traer a colación<br />
que esa “luz mesiánica que brilló en la<br />
noche de los profetas”, fue también “la estrella<br />
de Jacob”, la que se nos anunció por boca del<br />
hechicero Balaán (Números 24, 15-24), y que<br />
luego, mil años después, lucirá de nuevo tan<br />
brillante como aquella, y llamará la atención<br />
de unos magos estudiosos el cielo en el lejano<br />
oriente, que al verla supieron entender que<br />
aquella luz era la señal del nacimiento del rey<br />
más poderoso del mundo, y dejándolo todo, se<br />
pusieran en camino para adorarlo. Porque es lo<br />
cierto, que las estrellas solo brillan en las noches<br />
más oscuras, cuando las tinieblas son densas y<br />
espesas, y para seguir la de Belén, los magos<br />
solo podían caminar en la noche al resplandor<br />
de su estela, y al amanecer, cansados y felices,<br />
descasaban en sus tiendas esperando otra noche<br />
acogedora que les mostrara el camino.<br />
Y en ese peregrinaje lleno de noches de esperanza,<br />
que son las mismas noches de las<br />
aterradoras tinieblas que anunciaron los profetas,<br />
la oscuridad se llenó entonces de ilusión,<br />
y las noches parecían días, y la estrella<br />
los dirigió sin tropiezos por un camino que los<br />
llevó hasta Jesús. bn<br />
50
sed santos<br />
nombre artículo<br />
51
Javier Alba<br />
Con este artículo, se comienza la publicación de una<br />
serie de reflexiones sobre diversos aspectos de vital<br />
importancia para toda persona que desee encontrar<br />
la felicidad por el único camino que, de verdad,<br />
conduce a ella. Cada una de las sentencias que se<br />
proponen a la consideración del lector encierra una<br />
sabiduría digna de meditación. Indudablemente,<br />
Dios mismo actuará en quienes así lo hagan y sus<br />
beneficios no se harán esperar.<br />
Fe.<br />
Fe<br />
¿Dónde estaba Dios mientras se asesinaba en<br />
Auschwitz? Dios estaba allí. Cristo entraba a los<br />
hornos crematorios de la mano de las víctimas<br />
inocentes.<br />
La fe es la cabeza y la raíz; si la conservas,<br />
aunque pierdas todo lo demás, lo recuperarás<br />
luego con creces (San Juan Crisóstomo).<br />
Se empieza perdiendo la fe, y se acaba<br />
perdiendo la razón.<br />
Ante el miedo a la muerte no es la fe la que<br />
tranquiliza, sino el Amor (Bernanos).<br />
No hay ateos, sino idólatras (Dostoyevski).<br />
Todo el que cree piensa, porque la fe si lo que<br />
se cree no se piensa, es nula (San Agustín).<br />
Lo único que quita el pecado es el don gratuito<br />
de la fe, que actúa por el amor (San Agustín).<br />
Por la fe habita Cristo en nuestros corazones<br />
(San Bernardo).<br />
52
Esperanza<br />
El tiempo es superior al espacio (Papa<br />
Francisco). Aunque veas que el enemigo ha<br />
sembrado todo el espacio de cizaña, no temas,<br />
espera, porque será vencido por la bondad del<br />
trigo que se manifiesta a su tiempo.<br />
Aunque nadie haya podido regresar y hacer un<br />
nuevo comienzo… cualquiera puede volver a<br />
comenzar ahora y hacer un nuevo final (San<br />
Francisco Javier).<br />
El desconocimiento propio genera soberbia,<br />
pero el desconocimiento de Dios genera<br />
desesperanza (San Bernardo).<br />
He sido creado para el Paraíso. Cristo me<br />
espera.<br />
Tantas veces como abandonamos el camino<br />
para perdernos, tantas veces que el Señor recrea<br />
nuevos caminos para encontrarnos de nuevo.<br />
La paciencia de Dios es nuestra salvación.<br />
Esperando siempre el abrazo de Cristo en el<br />
Paraíso.<br />
caridad<br />
Caridad<br />
Lo único que cuenta es la fe activa en la caridad.<br />
La fe sin obras es un cadáver St 2,17<br />
Nunca dejes de hacer una obra buena por<br />
miedo a caer en la vanagloria (Kiko Argüello).<br />
Anunciad el Evangelio siempre, y, si fuera<br />
necesario, también con la palabra (San<br />
Francisco). Evangelizad de palabra y de obra,<br />
como el ora et labora.<br />
El pecado de ignorancia es ignorar que el otro<br />
es Cristo.<br />
sed santos<br />
Quitarse las sandalias al pisar la tierra sagrada<br />
del otro (Papa Francisco).<br />
El que detesta a su hermano es como un<br />
asesino que mutila el cuerpo de Cristo. El que<br />
se burla de su hermano es como el verdugo<br />
que le quita la libertad para acabar con su vida.<br />
No hay mayor invitación al amor que amar<br />
primero (San Agustín).<br />
Saluda tú primero (San Juan de la Cruz).<br />
¿Quién es mi prójimo? Mi prójimo es aquel que<br />
me resulta insoportable (Dostoyevski).<br />
Prójimo es aquel que está ahora a mi lado. El<br />
que molesta y estorba. Dice Dostoyevski, “al que<br />
no se puede amar”. Prójimo es aquel que Dios<br />
pone a tu lado en cada momento.<br />
Hay que llegar juntos a la casa del Padre. No<br />
vayamos a encontrarnos con Dios estando<br />
separados los unos de los otros (Péguy).<br />
Hay algunos que parecerían querer entrar<br />
solos en el cielo, entrar sin esos hermanos que<br />
resultan tan molestos, y no saben que sólo se<br />
entra solo en el infierno.<br />
La fe y la esperanza son para esta vida, no así la<br />
caridad que aumentará en la vida eterna.<br />
Aunque tu fe sea como una mecha humeante,<br />
y tu esperanza como una caña cascada, siempre<br />
tendrás el amor de Cristo. Sólo Cristo.<br />
El pobre es Cristo disfrazado de mendigo<br />
(Teresa de Calcuta).<br />
No ser nada para nadie, es la peor pobreza<br />
(Teresa de Calcuta).<br />
La soberbia engendra división, del mismo modo<br />
que la caridad engendra la unidad (San Agustín).<br />
¿Puede la esposa dejar de amar, tratándose<br />
además de la esposa del Amor en persona?<br />
(San Bernardo).<br />
No pierdas la caridad porque acabarás<br />
perdiendo la fe.<br />
El pobre que pide a la puerta de la iglesia es el<br />
que te esperará a la puerta del cielo<br />
Reflexiones imprescindibles<br />
53
sed santos<br />
Cruz<br />
Cruz<br />
Belleza<br />
Belleza<br />
La verdad revelada es el amor, y el amor<br />
encarnado es la belleza (Pavel Florensky).<br />
La Belleza que salva al mundo es Cristo<br />
(Dostoyevski).<br />
La belleza es el resplandor de la verdad (Gaudí).<br />
La belleza es la expresión visible del bien<br />
(Juan Pablo II).<br />
El bien es la belleza de la verdad: el Amor de<br />
Dios manifestado en Cristo Jesús.<br />
El mal odia la verdad y la belleza.<br />
La belleza va más allá de la razón.<br />
Aquel que es la Belleza misma se ha dejado<br />
desfigurar el rostro, escupir encima y coronar de<br />
espinas (Ratzinger).<br />
Encontrar la verdadera Belleza, abandonarlo todo<br />
y seguirle.<br />
La vida es bella, muy bella, más yo prefiero el<br />
paraíso (como San Felipe Neri). Porque estoy<br />
enamorado de Cristo.<br />
Una cruz sin Jesús no es cristiana<br />
(Papa Francisco).<br />
La cruz es mi libro, una mirada a ella<br />
me enseña cómo debo actuar en cada<br />
circunstancia (San Conrado Birndorfer de<br />
Parzham).<br />
Aparte de la cruz no hay otra escalera por la<br />
que podamos subir al cielo (Santa Rosa de<br />
Lima). Si se rechaza la cruz, no se encuentra<br />
otro camino para subir al cielo.<br />
Por la cruz al Paraíso.<br />
En la cruz somos uno con Cristo.<br />
Cristo en su Resurrección nos ha abierto la<br />
puerta del Paraíso: la Cruz.<br />
Humildad<br />
Humildad<br />
La humildad es la raíz y el fruto de la santidad.<br />
La humildad es la prueba de que esos dones<br />
y carismas vienen de Dios. No hay santo<br />
sin humildad. Ni la humildad entrará en el<br />
infierno, ni la soberbia entrará en el cielo.<br />
En el infierno se puede entrar con muchas<br />
virtudes, menos con la humildad, y en el cielo<br />
se puede entrar con muchos pecados, menos<br />
con la soberbia.<br />
Seguir desnudo al Cristo desnudo.<br />
Para ser humilde hay que ser humillado<br />
(Papa Francisco).<br />
Sólo la humillación nos libra de la soberbia.<br />
Ser humillado es medicina contra el orgullo.<br />
54
sed santos<br />
Cristo buscó el último lugar, nosotros lo<br />
cristianos no podemos buscar otro lugar<br />
mejor.<br />
Sitúate en el infierno, en el último lugar, y<br />
espera a que Cristo venga a rescatarte<br />
(San Teófano el Recluso).<br />
Bakhita, esclava negra africana, quiso ser<br />
cristiana cuando se encontró a Dios hecho<br />
esclavo como ella, ante la imagen de<br />
Jesucristo crucificado como un esclavo.<br />
Dios construye sobre el suelo real de la<br />
humildad, y no sobre el aire vano de la<br />
soberbia.<br />
Dios te ama como eres. Ama a Dios como eres.<br />
Dios se hizo hombre por humildad, para<br />
hacer al hombre Dios (San Agustín), pero el<br />
hombre rechaza a Dios por la soberbia de<br />
querer ser dios.<br />
Mis torpezas las permite Dios para que no<br />
me llene de orgullo, y me mantenga siempre<br />
humilde (San Carlos de Sezze) .<br />
Dios lo es todo, yo no soy nada<br />
(Santa Ángela de la Cruz).<br />
Dios es el que es, yo soy la que no es<br />
(Santa Catalina de Siena).<br />
San Simeón el loco se hizo necio y el<br />
loco por Cristo, hizo el payaso, vivió entre<br />
mendigos, siempre estaba alegre, se reía de sí<br />
mismo, y buscaba la risa de los demás, y sólo<br />
así pudo vencer al gran enemigo del orgullo.<br />
Nosotros nos creemos espíritus puros, más<br />
las limitaciones de nuestro cuerpo son las que<br />
nos llevan a la humildad.<br />
Quien se apoya en sí mismo, es peor que el<br />
demonio (San Juan de la Cruz).<br />
Dios no ha encontrado en la tierra pecador<br />
más vil que yo (San Francisco de Asís).<br />
Sólo soy un pecador al que ha elegido Cristo<br />
(Papa Francisco).<br />
Ser elegido, por pura gracia, sin mérito<br />
alguno por tu parte, es más, sin ni siquiera<br />
merecerlo, gratuitamente, por Él, para hacer su<br />
voluntad, por gracia, sin esfuerzo, con alegría,<br />
descansando siempre en su voluntad, eso es<br />
humildad.<br />
Bien sabe su Majestad que sólo puedo<br />
presumir de su misericordia (Santa Teresa).<br />
Hablad con parresia y escuchar con humildad<br />
(Papa Francisco).<br />
Dijo el humilde: no me he encontrado con<br />
nadie peor que yo. bn<br />
Reflexiones imprescindibles<br />
55
sed santos<br />
Francisco Lerdo de Tejada<br />
Búsqueda infructuosa<br />
del AMOR<br />
Un estudiante enamorado sueña con adquirir<br />
una rosa roja para poder cortejar a la chica<br />
de sus sueños. Es un joven de libros, de soledad,<br />
que necesita el amor para poder vivir.<br />
El aislamiento libresco le ha llevado a relacionarse<br />
con el amor de un modo un tanto<br />
imaginativo. Pero es laudable el paso de salir<br />
del papel al papel, quiero decir, al papel u<br />
oficio de amador –como dirían nuestros clásicos-.<br />
El paso de la tinta a la idea es bueno,<br />
pero perfecto solo es el paso de la idea a la<br />
realidad, a la vida.<br />
Vamos a asistir a la historia de un intento<br />
y de un fracaso. El muchacho va buscando<br />
amor. Piensa sobre el amor.<br />
Intentará salir al encuentro del<br />
amor como pueda y como<br />
sepa, pero la cosa no saldrá<br />
bien. El eros le atrapará en<br />
el egoísmo. Lo que inicialmente<br />
era impulso motor<br />
para el ascenso fue<br />
bloqueo y retroceso.<br />
56
sed santos<br />
Hay mucho símbolo en el relato. Este joven<br />
pide y busca amor de verdad expresado en<br />
la entrega de una rosa roja que no encuentra.<br />
Un amor intenso que genera bondades y<br />
dulzuras. Lo pide, lo necesita. No quiere más,<br />
no desea más. Solo amor.<br />
La vida con su murmullo lleva su mensaje:<br />
“¡Qué tontería –exclamaron todos-”. Hay cinismo<br />
y risas expresadas en una verde lagartija,<br />
símbolo de la superficialidad volátil. Tres<br />
elementos: todos, tontería, risa. Es el primer<br />
desprecio del amor que el mundo hace. El<br />
mundo no cree en el amor, y no cree porque<br />
lo ha mancillado. Pienso ahora en aquella<br />
parábola en que el Señor invita a todos a un<br />
banquete (símbolo del amor) “y empezaron<br />
a excusarse todos a la vez” (Lc 14,18). “El<br />
que ama al mundo no está en él el amor del<br />
Padre” (1 Jn 2,15)<br />
El joven estudiante sitúa bien el ámbito del<br />
amor. La amada de sus sueños formará parte<br />
del cortejo del príncipe. Y así es realmente.<br />
El amor nos eleva hasta llegar a categoría<br />
más que de príncipe; nos eleva al terreno<br />
divino. El que ama se ennoblece. El que vive<br />
ya siempre de amor es noble ya de por vida,<br />
tiene sangre divina, diríamos.<br />
La sabiduría de los sabios resulta necia si no<br />
hay amor: “Yo he leído todo lo escrito por<br />
los sabios, conozco todos los secretos de la<br />
filosofía. ¡Y ahora por la posesión de una rosa<br />
roja, siento mi vida destrozada!”. La ausencia<br />
de amor es mortal entre los humanos. Dios<br />
dejaría de ser Dios si no fuera Amor.<br />
Este estudiante, aprendiz del amor, sabe que<br />
no puede bailar con ella si no hay rosas rojas,<br />
si no hay amor. Aquí también parece que<br />
acierta. Sin amor lo corpóreo es carnalidad.<br />
Sin amor lo lúdico es lodo. Sin amor lo bueno<br />
se hace malo y lo puro impuro.<br />
El amor<br />
cuando es<br />
verdadero<br />
solo piensa<br />
en encontrar<br />
formas en que<br />
mostrar su<br />
amor<br />
Oscar wilde y su ruiseñor<br />
57
sed santos<br />
“No hay ninguna rosa roja en todo mi jardín”.<br />
Lamentos y lágrimas del que no tiene amor.<br />
Son esas situaciones sin salida que solo tienen<br />
salida en el amor. “Me levantaré, iré a mi<br />
padre y le diré: Padre, he pecado contra el<br />
Cielo y contra ti” (Lc 15,18).<br />
En aquel jardín no había grana, faltaba el amor.<br />
Hay que cuidar que en nuestras vidas haya ese<br />
amor que embellece y da plenitud personal.<br />
¡Ya no más tierra, ya no más egoísmo!:<br />
Mi alma se ha empleado<br />
Y todo mi caudal en su servicio.<br />
Ya no guardo ganado<br />
Ni ya tengo otro oficio,<br />
Que ya solo en amar es mi ejercicio<br />
(San Juan de la Cruz. Cantico espiritual 28)<br />
Son ideales que nuestro joven solo atisba<br />
pero que todavía no comprende.<br />
Hacia el AMOR<br />
verdadero<br />
Será un ruiseñor, que entra en escena ahora, el<br />
que resultará mediador entre el joven y la joven,<br />
y maestro supremo de la Caridad. Pero al joven<br />
le va pudiendo el sentimentalismo frente al<br />
amor verdadero del que es portador el ruiseñor.<br />
Considera este pequeño animal al muchacho<br />
“como un verdadero enamorado”. Cree en el<br />
amor y por eso trabaja por el amor. La doctrina<br />
es ya muy antigua: sin fe no hay caridad, sin<br />
confianza no hay amor.<br />
Esta ave representa el amor auténtico. Ama<br />
sin selección porque ella es selecta. Se interesa<br />
por el otro de un modo sorprendente.<br />
Piensa en el otro. El amor cuando es verdadero<br />
solo piensa en encontrar formas en que<br />
mostrar su amor. El ruiseñor encontró su espina<br />
en donde desfondó su vida por el otro.<br />
Para los cristianos el amor es meta y también<br />
camino. Por el amor al amor.<br />
Es un pájaro que habla con las estrellas. Todo<br />
es delicadeza en su pluma y en su voz. Parece<br />
un buen samaritano poblado de detalles<br />
afectivos (Lc 10,25-37):<br />
“Noche tras noche he cantado sobre él, a pesar<br />
de no conocerlo. Noche tras noche he<br />
relatado su historia a las estrellas, y ahora lo<br />
contemplo. Su cabello es oscuro como la flor<br />
del Jacinto, y sus labios rojos como la rosa<br />
que desea encontrar; pero su ansiedad ha<br />
tornado su faz tan pálida como el marfil; y<br />
la tristeza ha dejado su sello en la frente”.<br />
¡El otro, el otro!¡Los demás, los demás! Es lo<br />
que nos grita este pajarillo con su canto:<br />
“Ciertamente el amor es algo maravilloso. Es<br />
más valioso que las esmeraldas, y más precioso<br />
que los finos ópalos. Ni las perlas ni<br />
las granadas pueden comprarlo, porque no<br />
está a la venta en los mercados. No puede<br />
adquirirse de los mercaderes, ni pesarse en<br />
una balanza como el oro”.<br />
Se reían del pobre mozalbete porque no<br />
conocían el amor. El ruiseñor “posado<br />
sobre la encina, reflexionaba sobre<br />
el misterio del amor”.<br />
Cristo en la cruz venció.<br />
No es que tenga sentido es que es el<br />
único sentido: el amor más grande<br />
58
sed santos<br />
“Conocía el secreto de la pena del estudiante”.<br />
El amor conoce, es sensible, sabe lo que pasa<br />
(Jn 2,3) y no pasa de largo.<br />
Esto es quizás lo que falta. La reflexión sobre<br />
la caridad. El amor hay que pedirlo (a<br />
Dios), estudiarlo, meditarlo y vivirlo. En esta<br />
vida son necesarias al menos las tres primeras<br />
cosas. Aunque aquí y allá será la vida del<br />
amor lo decisivo y lo único necesario.<br />
Si seguimos el relato veremos vuelos. Son<br />
las idas y venidas del que ama, del que se<br />
preocupa por el otro hasta dar la vida. Va de<br />
rosal en rosal y no encuentra el amor, no hay<br />
ningún rosal que dé el tono bermejo.<br />
“El ruiseñor insistía: una sola rosa roja es lo<br />
que necesito. ¡Sólo una rosa roja!”. No te<br />
confundas ruiseñor, es el muchacho el que<br />
la necesita, no tú. Pero el amor es así. Asumo<br />
lo del otro como mío propio.<br />
Se ve el proceso de este maestro: observa,<br />
oye, comprende, dialoga… muere. Veámoslo.<br />
Sin fe no hay<br />
caridad,<br />
sin confianza<br />
no hay amor<br />
Oscar wilde y su ruiseñor<br />
59
sed santos<br />
Sin dar la vida no hay<br />
AMOR<br />
Un rosal, por fin, afirmó que tenía rosas rojas<br />
pero no saldrían porque el hielo (del egoísmo)<br />
había quemado los capullos y quebrado las ramas.<br />
La solución se presentaba terrible: toda la<br />
noche habrá de estar el buen pajarillo atravesado<br />
por la espina del rosal para que su sangre<br />
sea savia y la rosa sea roja. Y habrá de hacerlo<br />
cantando. El corazón caerá muerto en el cuerpecillo<br />
del ave y habrá nacido una roja rosa: “El<br />
amor es mejor que la vida ¿qué es el corazón<br />
de un pájaro, comparado con el corazón de<br />
un hombre”. Por amor considero superior al<br />
prójimo (Flp 2,3) El ruiseñor está preparado:<br />
“Alégrate, vas a conseguir tu rosa roja. La voy<br />
a crear con música…!”. Es el amor heroico el<br />
único que nos llevará a la santidad.<br />
“Todo lo que te pido –le decía al estudiantees<br />
que seas un enamorado perfecto, porque<br />
el Amor es más sabio que la Filosofía”. Este<br />
doctor del amor está intentando purificar al estudiante<br />
llevándole a la perfección, sin sentimentalismos<br />
de primerizos. El sentimiento sin<br />
sustancia no le deja ver claro y lo que era amor<br />
en el joven empieza a ser oscuridad.<br />
El amor es así.<br />
Asumo lo del<br />
otro como<br />
mío propio<br />
“La espina iba clavándose más y más honda<br />
en su pecho, y la sangre de su vida se escapaba”.<br />
“Aprieta más pequeño ruiseñor”. ¡Más,<br />
más, más! ¡No pares, por favor, en tu carrera<br />
de amor!<br />
El joven, ya con su rosa, se ve despreciado por<br />
la muchacha. Se enfurece y exclama: “¡qué<br />
cosa tan tonta es el amor!”. Y regresó a sus<br />
estudios. El amor no era para él ni práctico ni<br />
lógico ni útil. “En estos tiempos el ser práctico<br />
lo es todo”. Se quedó en el eros sin pasar al<br />
ágape. No vio ni vivió el sacrificio como esencia<br />
del amor en esta vida. Buscando amor despreció<br />
el amor.<br />
La rosa roja fue arrojada y deshecha por un<br />
pesado carromato.<br />
Cristo en la cruz venció. No es que tenga sentido<br />
es que es el único sentido: el amor más<br />
grande. El dar la vida por los demás (Jn 15,13).<br />
“No lo entiendas, vívelo. Dijo el principito a la<br />
rosa” -hablando sobre el amor- (Antoine de<br />
Saint-Exupéry) bn<br />
60
sed santos<br />
nombre artículo<br />
61
mosaico<br />
Jorge L Santana<br />
En principio nos puede parecer que esto del “yoísmo” es ajeno, y que lo padecen<br />
esos egocéntricos individualistas que pululan en las sociedades consumistas;<br />
pero si hacemos un leve examen de escrupulosidad nos percataremos<br />
que todos somos adeptos o incluso adictos a este mal endémico que nos<br />
postulan medios de comunicación, spot publicitarios, políticos, personajes<br />
públicos y mediáticos, series y concursos de t.v., famosos, pensadores, etc.<br />
La primera sorpresa me la llevo al entrar en<br />
Internet y comprobar cómo este defecto, lacra<br />
y hasta vicio, pertenece al mundo del otro, no<br />
al nuestro. Nadie se apunta. Los ególatras son<br />
siempre los otros —aquello de la paja y la viga.<br />
Sin embargo, me da la sensación de que está<br />
más extendido de lo que a simple vista parece.<br />
Recuerdo un chiste al respecto del “yoísmo”<br />
como botón de muestra. Se encuentran dos<br />
amigos en un aeropuerto.<br />
—Hombre, Manu, ¿De donde vienes?<br />
—De Nueva York<br />
—¡Ah, que bien! ¡Así que vas a N.Y.!<br />
¿Cuántas veces habrás ido?<br />
—Pues, no sé…, tendría que contarlas,<br />
pero veinticuatro o veinticinco.<br />
—Pues yo…, —dice el otro— habré ido una<br />
o ninguna.<br />
Se necesita tanto ser, que hasta se presume de<br />
lo que no es.<br />
62
mosaico<br />
No me atañe<br />
lo que tú dices,<br />
lo que a ti te ha pasado,<br />
lo que tú sientes<br />
o sufres…, sino<br />
lo que me pasa a mí<br />
Ha perdido<br />
su verdadera<br />
entidad y<br />
necesita y ansía<br />
con todas sus<br />
fuerzas<br />
“ser”<br />
La tiranía del yo o la gracia del tú<br />
63
mosaico<br />
El “yoísmo”<br />
y sus causas<br />
El “yoísmo” se viene llamando más al formato exterior,<br />
esa manera de repetir insistentemente “si,<br />
pero yo…” o “…yo más” o “yo también” o cualquier<br />
frase que recalque y deje claro el yo.<br />
No me atañe lo que tú dices, lo que a ti te ha<br />
pasado, lo que tú sientes o sufres…, sino lo que<br />
me pasa a mí, porque todo lo que me ocurre a mí<br />
es más importante. Ese egocentrismo, a veces patológico,<br />
viene producido por una causa exógena<br />
y otra endógena, y casi todos, en parte y manera,<br />
aún en diferentes grados, estamos inmersos en<br />
ellas. La exógena, es producto de la cultura, educación,<br />
medios, manipulación del lenguaje, etc. tiene<br />
poco recorrido de reflexión; nos vamos formando<br />
como nos han enseñado, adiestrado, adoctrinado<br />
y socializado. Ya desde pequeños nos imbuyen<br />
que hemos de ser el mejor, el número uno, el<br />
más importante, que tienes derecho a ser feliz,<br />
no se concibe el fracaso, ni la frustración, ni cualquier<br />
nimio sufrimiento que nos pueda reprimir,<br />
desilusionar, o simplemente entristecer. Y junto a<br />
elementos externos tan contaminados como medios<br />
de comunicación, una educación egocéntrica<br />
y doctrinas y corrientes de opinión narcisistas, vamos<br />
configurando una mirada adherida y afincada<br />
en nuestro ombligo, centro nostálgico de nuestros<br />
deseos, en vez de reparar en el otro, o sea, en el<br />
prójimo. “Cuando el hombre se mira mucho a sí<br />
mismo, llega a no saber cuál es su cara y cuál su<br />
careta” (Pío Baroja).<br />
Pero hay otra causa endógena más honda, la<br />
sustentada y dirimida por la trascendencia, la que<br />
urde la metafísica, la que revolotea por nuestras<br />
carencias ontológicas socavando el vacío de “ser”,<br />
avivando las ausencias afectivas que nos anulan y<br />
anonadan, horadando la esencial naturaleza divina,<br />
desamparando al hombre a su suerte, a su libro<br />
albedrío, a su frugal autonomía de felicidad…,<br />
a la cruel soberanía de la soledad.<br />
Cuando perdemos<br />
la esencia de la<br />
inmortalidad<br />
solo nos queda la<br />
finitud del “yo”<br />
El hombre, creado para la eternidad, rompe la ligazón<br />
con el Creador, anula, por la libertad recibida<br />
gratuitamente para su realización, el vínculo que<br />
le trasciende a esa infinitud que su ser anhela, tapona<br />
la fuente que le proveía del manantial de<br />
vida, opaca un cielo generoso y luciente procurador<br />
de resplandor y claridad para deambular un<br />
ser invidente y ofuscado. Ha perdido su verdadera<br />
entidad y necesita y ansía con todas sus fuerzas<br />
“ser”. Solo queda su yo, está solo, desnudo, le urge<br />
ser amado, querido, admirado, obedecido, considerado…,<br />
nuestro yo comienza a preponderar, se<br />
hace fuerte, soberano, independiente, ha exigido<br />
la herencia y se ha emancipado de la casa del<br />
padre. Pero hay que darle de comer, hay que adorarlo,<br />
reverenciarlo, exaltarlo y deificarlo hasta llegar<br />
a la idolatría…, y con todo no obtiene la saciedad,<br />
nada le colma, nada le alegra. Acaba de emerger<br />
la tiranía del “yo”.<br />
Cuando perdemos la esencia de la inmortalidad<br />
solo nos queda la finitud del “yo”. Cuando cercenamos<br />
la fuente que nos procura la savia de vida<br />
nos vemos abocados a “buscarnos la vida” por encima<br />
de todo, por delante del otro, del próximo. Y<br />
ese “yo” nos somete, nos abduce, nos esclaviza,<br />
nos obliga a ser amado, nos tiraniza.<br />
64
Aparición del “tú”<br />
y solución del problema<br />
Pero si experimentamos la Vida Eterna a través<br />
del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús,<br />
entonces esta vida mortal ya no es el tesoro a<br />
custodiar, ni es la perla a cultivar 1 , ni el oro a<br />
bruñir. En ese momento la existencia se hace<br />
real, auténtica, o sea, efímera, pasajera. La vida<br />
se torna breve y el amor inmortal. Dice un poema<br />
de Jaime Dávalos, “No le prometas a nadie<br />
que nunca le olvidarás, porque el amor es eterno<br />
y nuestra vida fugaz” 2 .<br />
Entonces es el otro el que surge, es el prójimo el<br />
que renace en el horizonte de nuestra dedicación.<br />
La mirada ya no está sujeta al núcleo de la corporalidad,<br />
nuestros deseos no ansían la vacuidad<br />
de los deleites, los anhelos no se fundamentan<br />
en darnos placer por encima de todo, porque el<br />
amor de Dios rebosa con mucho el afán incontenible<br />
de buscar felicidad a cualquier precio.<br />
El hombre ha recobrado su dignidad y su naturaleza<br />
de hijo de Dios, malograda cuando doblegó<br />
su condición de heredero a la índole de esclavo.<br />
Dios ha puesto en nuestro ADN una clausula<br />
que reza algo así: “El otro es Cristo 3 ”. Mirando<br />
al prójimo miramos a Cristo, amando al prójimo<br />
amamos a Cristo. Y esto, ¿qué nos reporta? Muy<br />
sencillo, la tan ansiada felicidad, que habíamos<br />
buscado en los derroteros de nuestra autonómica<br />
liberalidad. Pero si miro fuera de mí, si busco<br />
al otro, si reparo en lo que está acaeciendo en la<br />
proximidad…, aparece la gracia del tú. Un regalo<br />
inscrito en la creatura que renueva los misterios<br />
escondidos de la Vida Eterna, que se gustan y<br />
saborean en la cotidianidad, se deleitan al clavar<br />
nuestra mirada en el prójimo. Y así, por obra de<br />
un amor de Dios feroz que nos inunda, pasamos<br />
de la opresión a la liberación, de la tiranía del yo<br />
a la gracia del tú. bn<br />
1.- Mateo 13, 44ss<br />
2.- Del poema “Tonada del viejo amor”, letra de Jaime Dávalos y música de Eduardo Falú.<br />
3.- “El otro es Cristo” de Fernando García-Cano Lizcano, 160 páginas. Editorial Bendita María.<br />
La tiranía del yo o la gracia del tú<br />
65
mosaico<br />
Hoy en día todos buscamos la felicidad, pero ¿realmente<br />
los cristianos estamos llamados a ello? Tal vez sorprenda<br />
a muchos, sin embargo, la felicidad, y la búsqueda de la<br />
misma, son una actitud pagana. Ésta palabra nunca aparece<br />
pronunciada en el evangelio como tal, pues en latín suele<br />
utilizarse beatus, que no tendría que ver nada con felicitas,<br />
pero que a lo largo del tiempo han acabado siendo sinónimos<br />
en las lenguas vulgares por simplificación.<br />
Alberto Vidal Guerrero | Graduado en Historia por la Universidad de Valencia<br />
Felicidad<br />
era una diosa romana, venerada<br />
durante el Imperio y símbolo de la prosperidad, la<br />
riqueza y la abundancia.<br />
Las raíces de la palabra felicidad provienen del<br />
indoeuropeo, tienen un significado que expresa<br />
alimentación, nutrición (amamantar), es decir, es<br />
una clara referencia a lo que nos sustenta de forma<br />
material. Anecdóticamente, en Pompeya, haciendo<br />
un uso burlón y grotesco de su significado, hay una<br />
inscripción junto a un falo en la que se puede leer<br />
hic habitat Felicitas.<br />
Durante la Edad Media y principios de la Edad Moderna,<br />
el pensamiento cristiano invadió Europa y<br />
con ello la diosa Felicidad perdió mucha fuerza.<br />
Cierto que el ser humano siempre ha tenido la<br />
necesidad de rogar a Dios por el pan de cada<br />
día, no solo el de la Eucaristía, sino el de la<br />
mesa. Pero el concepto de “felicidad” durante<br />
las eras del románico, el gótico y gran parte del<br />
renacimiento y el barroco, fue muy distinta. La<br />
felicidad prácticamente consiste en una sobreabundancia,<br />
en la riqueza etc., mientras que en<br />
estas edades vivir era fundamental, no porque<br />
se estuviese en una situación de riesgo extremo,<br />
sino porque no había necesidad de más. No tenían<br />
ningún medio que les creara o indujera necesidades<br />
o deseos, al contrario que nosotros,<br />
que somos bombardeados de continuo por innumerables<br />
medios que nos crean necesidades<br />
66
o despiertan en nosotros deseos que tal<br />
vez nunca hubieran despertado. Sin embargo,<br />
durante la Ilustración la diosa Felicidad<br />
resucitó de entre los muertos, tal vez<br />
fuera una de las diosas que ayudó a levantar<br />
el movimiento. Felicidad ha recuperado<br />
actualmente el sentido material<br />
que había perdido: abundancia, riqueza,<br />
nutrición… añadiendo una nueva e importante:<br />
bienestar. El primer texto ilustrado<br />
por excelencia y que atañe a un conjunto<br />
importante de personas es la Declaración de<br />
Independencia de los Estados Unidos firmada<br />
en 1776.<br />
Felicidad era una<br />
diosa romana,<br />
venerada durante el<br />
Imperio y símbolo<br />
de la prosperidad,<br />
la riqueza y la<br />
abundancia<br />
La diosa Felicidad<br />
67
mosaico<br />
Entre los derechos inalienables de todo ser humano<br />
expresados en el preámbulo encontramos<br />
la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.<br />
Si se sustituye esta palabra por “propiedad privada”<br />
el sentido es el mismo, puesto ¿Qué querían<br />
decir los padres de la patria norteamericana con<br />
“felicidad”? Siendo Jefferson uno de los principales<br />
autores del texto y atendiendo a su pensamiento<br />
político-económico, lo más seguro es que se tratara<br />
de la propiedad privada, pues en aquella época,<br />
libertad y propiedad iban de la mano y, junto a<br />
ellas, la felicidad, claro está.<br />
Durante la<br />
Edad Media y<br />
principios de la<br />
Edad Moderna,<br />
el pensamiento<br />
cristiano<br />
invadió Europa<br />
y con ello la<br />
diosa Felicidad<br />
perdió mucha<br />
fuerza<br />
La felicidad, como se entiende hoy<br />
Hoy en día, con las bases ilustradas y la globalización<br />
estadounidense se nos ha implantado<br />
esta forma de pensar: “Lo importante es la felicidad”,<br />
lema de una de las grandes empresas<br />
capitalistas americanas que ha usurpado incluso<br />
la fiesta de la Natividad con su personaje vestido<br />
de rojo y barba blanca. Hoy en día, además, se<br />
la quiere disimular de su contenido material con<br />
frases como “el dinero no da la felicidad”, una<br />
paradoja…, para disimular decimos la familia, los<br />
amigos, Dios…, pero no nos damos cuenta que,<br />
sin querer, seguimos anteponiendo lo otro para<br />
mantener lo que consideramos que da la felicidad.<br />
Es decir: pagamos el tributo a la diosa para<br />
que nos mantenga lo que tenemos.<br />
Pasamos horas sin nuestra familia, sin nuestros<br />
amigos, sin Dios…, que es lo que se supone que<br />
da la “felicidad”, para pagar nuestro tributo a la<br />
diosa Felicidad. Vamos a la Iglesia, pero muchas<br />
veces en vez de hablar a Dios, hablamos a Felicidad:<br />
“Dame un trabajo Señor”, “Arréglame esto,<br />
arréglame aquello, cúrame de este mal…”, como<br />
si fuera lo más importante en nuestra vida. Ciertamente,<br />
no es que esto no se pueda pedir, sino<br />
la actitud con la que se pide: la felicidad y el bienestar<br />
no son el objetivo de nuestra vida.<br />
Un claro ejemplo de felicidad como tal, aunque<br />
la palabra no se mencione en el Evangelio, está<br />
implícita en una de las parábolas que nos relata<br />
Lucas (Lc 12, 16-21), en la que Jesús es muy claro.<br />
Sorprendentemente este pasaje es totalmente<br />
actual, el hombre de hoy no deja de pensar en<br />
esos días de descanso que va a tener después<br />
del trabajo que está realizando. El presente desaparece<br />
por completo, se huye hacia una ilusión.<br />
68
mosaico<br />
“Lo importante<br />
es la felicidad”,<br />
lema de una de las<br />
grandes empresas<br />
capitalistas<br />
americanas que ha<br />
usurpado incluso la<br />
fiesta de la Natividad<br />
con su personaje<br />
vestido de rojo<br />
y barba blanca<br />
Lo más desgraciado es que este hombre, al igual que<br />
el famoso cuento de la lechera, se crea él mismo sus<br />
fantasías. Sin embargo, como hemos mencionado antes,<br />
hoy en día las ilusiones y fantasías son creadas por un<br />
sistema estructurado y programado que obliga a cientos<br />
de hombres a trabajar bajo la promesa de jubilaciones,<br />
vacaciones, ascensos, mejores puestos o más tempo libre<br />
etc.<br />
“Les dijo entonces una parábola: «Había un hombre rico,<br />
cuyas tierras habían producido mucho, y se preguntaba<br />
a sí mismo “¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar<br />
mi cosecha”. Después pensó: “Voy a hacer esto: demoleré<br />
mis graneros, construiré otros más grandes y amontonaré<br />
allí todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma:<br />
Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos<br />
años; descansa, come, bebe y date buena vida”. Pero<br />
Dios le dijo: “Insensato, esta misma noche vas a morir.<br />
¿Y para quién será lo que has amontonado?”. Esto es lo<br />
que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico<br />
a los ojos de Dios».”<br />
La diosa Felicidad<br />
69
mosaico<br />
Actitud cristiana<br />
Finalmente, hay que señalar que ni en el Antiguo<br />
Testamento, ni en el Nuevo aparece la palabra<br />
“felicidad”. Entonces, ¿todos a llorar y a sufrir? No,<br />
no se trata de irse al lado contrario, sino de encontrar<br />
la actitud adecuada, la actitud del cristiano,<br />
que es la del bienaventurado. En el Evangelio<br />
de Mateo se encuentran las Bienaventuranzas<br />
(Mt 5), cuya pésima traducción es la de “Felices<br />
aquellos…”. Bienaventurado o beato, se podría<br />
traducir como una persona con gozo, alegría,<br />
paz… solamente hay que leer el texto, es una<br />
contradicción total, son las paradojas del Evangelio:<br />
los que lloran son bienaventurados… bueno,<br />
qué raro ¿No? El cristiano tiene esa actitud, sabe<br />
que, cuando sufre, llora, tiene hambre o sed, es<br />
perseguido etc., entonces está en el buen camino,<br />
y es entonces cuando se despierta algo que<br />
no aparece con la felicidad, que es la laetitia, el<br />
gozo, la alegría… y la alabanza a Dios por aquello<br />
que le permite vivir.<br />
No por un fanatismo mediante el cual se adora<br />
el sufrimiento o se tiene la mirada puesta en una<br />
eternidad después de la muerte. Nada de eso.<br />
La actitud que describimos es una actitud muy<br />
consciente de la realidad, asentada en el presente,<br />
en el nunc, el ahora. Es una actitud madura y<br />
responsable: encontrar el sentido de la vida, el<br />
objetivo que queremos alcanzar y caminar hacia<br />
él, aun a costa de la propia vida, teniendo presente<br />
que, aunque nuestra mirada esté puesta<br />
en el objetivo, nuestros pies andan el camino, el<br />
presente. bn<br />
Ni en el Antiguo Testamento,<br />
ni en el Nuevo aparece<br />
la palabra “felicidad”<br />
70
mosaico<br />
MERKABA PEREGRINACIONES<br />
Está al servicio de las parroquias, sacerdotes, fieles, y comunidades religiosas.<br />
Nuestro propósito es ayudar a la Iglesia a difundir el Evangelio a todo el Universo<br />
a través del tiempo de Gracia que se abre en la Peregrinación.<br />
Ponemos toda nuestra dilatada experiencia, profesionalidad y nuestro espíritu<br />
de servicio para que durante las Peregrinaciones organizadas por nosotros,<br />
todos los aspectos del viaje (desplazamientos, hoteles, celebraciones litúrgicas,<br />
sacramentales), nos ayuden a tener experiencia de Jesucristo que nos salva a<br />
través de su Iglesia al encontrarnos con nuestra Madre la Virgen, visitando los<br />
Santos lugares, o siguiendo las huellas de los Santos<br />
que nos han precedido en la fe.<br />
MERKABA PEREGRINACIONES<br />
Pasaje de Dolores, 16 Oficina 5<br />
28002 MADRID<br />
Tfno.: +34 911 722 458.<br />
Mail: info@merkaba.es<br />
www.merkabaperegrinaciones.com<br />
nombre artículo<br />
71
mosaico<br />
Los protagonistas<br />
Texto: Jerónimo Barrio | Ilustración: Hijas del Amor Misericordioso<br />
Es un verdadero misterio la respuesta de las personas que<br />
viven una misma experiencia ante la llamada de Dios.<br />
Aquí se muestra un ejemplo de dos actitudes distintas ante<br />
una misma situación y se ve cómo una reacción dócil facilita<br />
esa elección del Señor que cambia la vida de quien la acoge<br />
Javier y Pedro son dos jóvenes de<br />
Madrid que han viajado a la India<br />
de vacaciones y han reservado los<br />
últimos días de su estancia en este<br />
país para conocer y a la vez tener<br />
una experiencia de voluntariado en<br />
la emblemática casa de beneficencia<br />
fundada por la Madre Teresa. Ya han<br />
transcurrido dos semanas desde su<br />
llegada al Centro y mañana es su día de<br />
regreso a España. Mientras se toman<br />
un respiro entre tarea y tarea, charlan<br />
relajadamente.<br />
-¡Esto es agotador! No parece acabar<br />
nunca el trabajo. Traen pobres de<br />
todos los rincones de la ciudad. A pesar<br />
de todos los que somos cooperando,<br />
faltan manos para atender a tantos<br />
y cada vez parecen llegar en peor<br />
estado.- dice Pedro ante la vista del<br />
patio central del recinto, repleto de<br />
pobres.<br />
-¡Así es la vida amigo!.. pero nosotros<br />
ya hemos cumplido. Reconozco que<br />
no puedo más con esto. Me supera.<br />
Está claro que no tengo madera de<br />
72<br />
cooperante, ni de misionero, ni de<br />
ningún rollo así. Es demasiado duro para<br />
mi frágil y acomodada condición. Estoy<br />
deseando marcharme a mi casa, te lo<br />
digo como lo siento - dijo Javier en su<br />
habitual tono visceral descarnadamente<br />
sincero.<br />
-Pues estas monjitas hacen esto y<br />
mucho mas todos los días del año<br />
y encima no pierden la sonrisa. ¡Es<br />
admirable su labor! ¡Qué vidas tan<br />
abnegadas!¡Qué Obra más asombrosa!<br />
- le repuso Pedro.<br />
-Pues nada, si quieres les pido un Sari<br />
a las Hermanas y te lo pones… - y<br />
luego dice elevando la voz con un<br />
tono distorsionado y burlón- “Hermana<br />
Petra”, venga a curar estas llagas…-<br />
Los dos amigos se tronchan de la risa<br />
ante la ocurrencia de Javier.<br />
-¡No te tomas nada en serio! – dice<br />
Pedro.- Eres infantil y superficial. No sé<br />
cómo puedo ser amigo tuyo…- le dice<br />
Pedro mientras le propina un empujón<br />
que casi le tira al suelo.
mosaico<br />
- ¡”Hermana Petra” al rezo del<br />
Rosario…!- exclama Javier de nuevo<br />
con la misma voz de pitorreo y Pedro le<br />
vuelve a dar otro empujón esta vez con<br />
pescozón incluido entre las carcajadas<br />
de ambos.<br />
Estaban todavía de bromas y risas<br />
cuando ven entrar por la puerta del<br />
Hogar a un grupo de voluntarios<br />
cargando con un hombre en muy mal<br />
estado. Está muy delgado, respira muy<br />
rápido y apenas tiene fuerzas para<br />
hablar. Sus ojos entreabiertos dejan<br />
ver un largo y profundo sufrimiento. Le<br />
recuestan en una colchoneta y avisan<br />
al médico del Centro, un cooperante<br />
hindú, que reconoce al desgraciado<br />
y confirma su mal pronóstico<br />
y la imposibilidad de curación.<br />
Probablemente una enfermedad<br />
tumoral avanzada le ha llevado poco<br />
a poco a esta situación de postración,<br />
agravada por su pobreza y su soledad.<br />
Debe de llevar varios días sin comer<br />
nada y semanas postrado en el suelo<br />
de un callejón de la ciudad. Muchos<br />
pobres llegan a este estado en Calcuta,<br />
afectados de cualquier enfermedad,<br />
al no disponer de medicinas ni de<br />
cuidados básicos, poco a poco se van<br />
consumiendo y llegan a morir en sus<br />
chabolas o en la misma calle en la que<br />
piden limosna.<br />
La Hermana Sofía, una misionera<br />
portuguesa que lleva en Calcuta 3 años,<br />
comienza a atenderle.<br />
Le retira los harapos que lleva puestos<br />
con delicadeza y le pone ropa seca<br />
y limpia. Luego le ofrece una taza<br />
de leche pero el pobre apenas tiene<br />
fuerzas para tomar un sorbo. La<br />
Hermana Sofía comienza a curarle las<br />
múltiples úlceras repartidas por todo su<br />
cuerpo, algunas dejan ver el hueso en<br />
su fondo. Su estado de desnutrición<br />
es muy avanzado y su situación<br />
general es pésima. Ciertamente no le<br />
queda mucho.<br />
Encuentro con Jesucristo 73
mosaico<br />
Dos reacciones diferentes<br />
Pedro y Javier han contemplado en<br />
silencio la escena de la llegada del<br />
hombre.<br />
-¡Otro más!, otro “cadáver viviente”<br />
mas- dice Javier con tono un<br />
tanto desesperado.- ¡Este lugar es<br />
deprimente! Me voy a dar un paseo.<br />
Necesito salir de aquí un rato. Luego te<br />
veo en la cena.<br />
Pedro se acercó a aquél hombre. La<br />
Hermana Sofía, con una gran pericia<br />
fruto de su experiencia, ya había<br />
terminado la cura de sus heridas.<br />
Al menos estaban cubiertas y las<br />
moscas no podían hurgar en ellas. El<br />
pobre hombre apenas tenía fuerzas<br />
para moverse pero abría los ojos para<br />
intentar mirar a los que le rodeaban<br />
para acomodar su cuerpo sobre una<br />
colchoneta. Los gestos de dolor<br />
eran continuos pero no gritaba, ni se<br />
quejaba.<br />
-¿Cómo te llamas?-le preguntó Pedro<br />
con cariño.<br />
- Yatin.- Respondió el pobrecillo con<br />
una voz inaudible que Pedro escuchó<br />
acercando el oído a sus labios. Tendría<br />
unos 40 años pero parecía un anciano.<br />
-Yatin, aquí te vamos a cuidar. No te<br />
preocupes. -Le dice Pedro en el tono<br />
más cariñoso que pudo mientras le<br />
sonreía.<br />
El pobre hombre, al oír estas palabras<br />
de Pedro, comenzó a sollozar y una<br />
pequeña lágrima se escurrió por su<br />
mejilla. Era la primera vez en Dios sabe<br />
cuanto tiempo que alguien le trataba<br />
con dignidad, le llamaba por su nombre<br />
y le ofrecía un gesto de afecto. Con<br />
una gran dificultad buscó con su<br />
mano la de Pedro y se la estrechó con<br />
74<br />
las pocas fuerzas que le quedaban.<br />
Mirando a los ojos a Pedro le dijo con<br />
un lento susurro: “gracias”. Después,<br />
sus ojos se cerraron lentamente y<br />
una serena sonrisa de paz se dibujó<br />
en su demacrado rostro. Pasadas<br />
dos horas Pedro seguía allí, al lado<br />
de aquel desgraciado y sin soltar su<br />
mano que notaba cada vez más fría. La<br />
Hermana Sofía se le acercó y con suma<br />
delicadeza separó la mano de Pedro de<br />
la de aquel hombre que ya no vivía.<br />
La Hermana Sofía miró a Pedro<br />
y le tocó el hombro en señal de<br />
agradecimiento.<br />
Pedro se quedó allí un rato más,<br />
mirando como retiraban el cadáver<br />
de aquel desconocido al que había<br />
acompañado en su final. Sólo le dijo su<br />
nombre y le dio las gracias. No pidió<br />
nada, no se quejó, parecía haber llegado<br />
allí sólo para morir en paz, rodeado<br />
de un afecto que nunca tuvo. ¡Qué<br />
misteriosa escena! No era ni mucho<br />
menos el primer hombre que veía<br />
morir en el Hogar en los días que allí<br />
llevaba pero este le había conmovido<br />
especialmente.<br />
Al poco rato llegó Javier de su paseo.<br />
-Ya estoy mejor. Mañana nos vamos.<br />
¿Qué te pasa? Te hablo y no me haces<br />
ni caso. Tú también deberías salir de<br />
aquí un rato y despejarte. Te vas a<br />
volver loco.<br />
-Ya se ha muerto.-le dice Pedro con la<br />
mirada un tanto perdida.<br />
-¿Quién? ¿El hombre de esta tarde?<br />
- Si, se llamaba Yatin.<br />
- Pues lo siento, pero estaba cantado<br />
que no duraba mucho. Y mucho mejor<br />
para ese pobre desgraciado que ha<br />
puesto fin a su penosa vida... Bueno,
mosaico<br />
me voy a acostar que es tarde y<br />
mañana tenemos que madrugar. El<br />
vuelo sale a las 9, no te olvides. A las 6<br />
salimos. Hasta mañana.<br />
La transformación<br />
Pedro seguía sentado en el patio, cerca<br />
de la colchoneta vacía que horas antes<br />
ocupó aquel desconocido moribundo.<br />
Ya era de noche, pero no tenía sueño.<br />
Estaba muy pensativo. Mañana volvía<br />
a su país y en tres días de nuevo a<br />
su trabajo. Las vacaciones habían<br />
concluido. Pero habían sido estas<br />
unas peculiares vacaciones en las que<br />
muchas cosas se habían removido en<br />
su interior. La muerte de este último<br />
pobre había puesto la guinda a una<br />
larga lista de experiencias personales<br />
que le habían conmovido durante<br />
todos esos días. La entrega generosa y<br />
abnegada de esas monjitas entre tanto<br />
dolor y su modo sencillo y alegre de<br />
vivir su fe le habían cautivado.<br />
Sin darse cuenta la noche fue entrando<br />
y ya casi nadie rondaba por la casa,<br />
solo la Hermana que velaba a los pobres<br />
del Hogar y algún cooperante más.<br />
Sumido en sus reflexiones no se<br />
percata de que dos mojas con sus<br />
saris blancos y azules se han acercado<br />
a él. Una es la Hna Sofía y la otra su<br />
superiora la Madre Teresa.<br />
Encuentro con Jesucristo<br />
75
mosaico<br />
La Madre había llegado a Calcuta<br />
hacía unas horas y ya rondaba<br />
entre los pobres alojados en la Casa<br />
interesándose por ellos y por sus<br />
necesidades. La Hermana Sofía le había<br />
contado a la Madre Teresa cómo había<br />
muerto el último pobre del día en la<br />
casa, con la mano estrechada con la de<br />
Pedro.<br />
-Sólo quería darle las gracias a usted y<br />
a su compañero, por su ayuda durante<br />
estos días en nuestro Hogar. Que Dios<br />
les bendiga y les premie como solo él<br />
sabe hacerlo.-le dijo la Madre Teresa<br />
con su calma habitual.<br />
-Gracias a usted Madre, por permitirnos<br />
participar en esta preciosa labor. Son<br />
ustedes admirables.<br />
La Madre Teresa, inclinaba la cabeza<br />
como gesto de cortesía y sonreía al<br />
joven. Cuando se disponía a retirarse<br />
Pedro se dirigió nuevamente a ella.<br />
-Perdone Madre Teresa, ¿puedo<br />
hacerle una pregunta? Llevo 15 días<br />
aquí y reconozco que tanto dolor y<br />
sufrimiento alrededor me han agotado<br />
física y emocionalmente ¿Cómo pueden<br />
soportar esto día tras día? ¿Cúal es<br />
su secreto para soportar una vida de<br />
entrega a los demás tan dura?<br />
Nuestro secreto se llama Jesús.-<br />
contestó la Madre con total<br />
naturalidad.- Buscamos el rostro de<br />
Cristo en estos pobres y así se nos<br />
hace más dulce cada día nuestro<br />
trabajo. Servir a Jesús en ellos es<br />
nuestra vocación.<br />
-Me gustaría poder verlo así pero<br />
sólo veo dolor y moribundos.-dijo con<br />
tristeza Pedro.<br />
-Entonces ¿por qué estás tan pensativo<br />
desde que el pobre Yatin te cogió la<br />
mano?<br />
-¿Cómo lo sabe? –dijo Pedro<br />
sorprendido<br />
-La Hermana Sofía me lo ha contado.<br />
-Es verdad, la muerte de ese hombre,<br />
su sollozo, su gratitud, me han<br />
conmovido. Yo no sé si hubiese tenido<br />
fuerzas ni ganas para dar las gracias en<br />
una situación así.<br />
-Los pobres son gente maravillosa.<br />
Creemos que les ayudamos, pero<br />
realmente son ellos los que nos ayudan<br />
a nosotros.<br />
-Ojalá pudiese ser como ustedes. Son<br />
gente muy buena. Tratan con amor a<br />
aquellos a los que nadie se quiere ni<br />
acercar.<br />
-Bueno, usted también lo ha hecho<br />
estos días… Nosotros sólo somos<br />
instrumentos del Señor que quiere<br />
consolar a estos sus hijos predilectos.<br />
Somos como un lápiz en sus manos,<br />
sólo tenemos que dejar qué el escriba<br />
lo que quiera.<br />
-Pero ¿como Dios puede permitir tanto<br />
dolor?<br />
-La pobreza de Calcuta y la de todo el<br />
mundo es la consecuencia de nuestros<br />
egoismos, nuestra indiferencia ante<br />
los más desfavorecidos, nuestras<br />
ambiciones materiales desmedidas<br />
y nuestra falta de amor. La miseria<br />
humana no es culpa de Dios es culpa de<br />
nuestros pecados. El quiso compartir<br />
este dolor fruto del pecado de los<br />
hombres haciéndose también hombre<br />
y muriendo en una cruz por nosotros.<br />
No se puede reprochar a Dios nada.<br />
76
mosaico<br />
Quiere que nosotros ahora nos amemos<br />
siguiendo su ejemplo de abnegación.<br />
Amar de verdad siempre implica<br />
sacrificios.<br />
Y ahora, márchese a dormir, mañana le<br />
espera un largo viaje de vuelta. Gracias<br />
de nuevo por habernos ayudado estos<br />
días.<br />
La madre Teresa siguió recorriendo los<br />
pasillos entre las camillas de enfermos<br />
y moribundos. Pedro la seguía con<br />
la mirada. Esa mujer tan anciana y<br />
tan pequeña como podía tener tanta<br />
fuerza. Sus palabras, pronunciadas con<br />
serenidad se le habían clavado en el<br />
corazón. Esa mujer era auténtica. Lo<br />
que decía lo vivía de verdad. Jesús era<br />
su secreto.<br />
Guiado por una extraña intuición entró<br />
en la Capilla y se quedó allí sentado<br />
mirando la imagen del crucificado que<br />
presidía la sala iluminada tenuemente<br />
por la lámpara del sagrario. Era ya<br />
muy de noche y no había nadie allí.<br />
Miraba fijamente a Jesús en la cruz y<br />
la inscripción junto a ella que la Madre<br />
Teresa mandó poner en las capillas<br />
de todas sus casas: “tengo sed”.<br />
Esa simple frase pronunciada en la<br />
Cruz por Jesús fue la inspiración para<br />
toda la Obra de las Misioneras de la<br />
Caridad. Apagar la sed de Cristo en sus<br />
preferidos, los pobres. Misteriosamente<br />
quien se lanza a esa aventura del amor<br />
por los más desfavorecidos, descubre<br />
la paz, pero una paz que el mundo no<br />
puede dar. Pedro, lo había descubierto.<br />
Era el tesoro escondido que uno vuelve<br />
a enterrar, lo vende todo y compra el<br />
campo....<br />
Encuentro con Jesucristo<br />
77
mosaico<br />
Decisión inapelable<br />
Unas horas más tarde…<br />
-¡Pedro! ¡Te llevo esperando<br />
20 minutos! ¡Perdemos el<br />
vuelo! Pero.. ¡qué mala<br />
cara tienes!, parece<br />
que no has pegado<br />
el ojo en toda la<br />
noche… ¡Y esa tonta<br />
sonrisa que llevas<br />
encima..! ¿Pero qué<br />
te pasa? ¿Y tus<br />
cosas, tu maleta?<br />
¡Que no llegamos al<br />
aeropuerto! - Javier<br />
no paraba de increpar<br />
nerviosamente a su amigo.<br />
-Me quedo.-le dice con una asombrosa<br />
calma Pedro.<br />
-¿Qué? ¿Cómo que te quedas? Pero<br />
¿te has vuelto loco?. ¡Que nos esperan<br />
en el curro el lunes! Vamos Pedro que<br />
este no es momento para bromas, que<br />
perdemos el vuelo…<br />
-Me quedo Javier. No es una broma.<br />
Lo he pensado toda la noche y voy a<br />
prolongar mi estancia aquí.<br />
-Pero ¿te has vuelto loco? Este es<br />
un lugar horrible…. No hay más que<br />
miseria…<br />
Mira Pedro, por favor, vuelve a la<br />
cordura, haz tu maleta y vámonos..<br />
-Javier, no me voy a ir contigo. Vete<br />
tranquilo. Sé lo que hago y porque lo<br />
hago. No te preocupes por mi. Cuando<br />
quiera, me vuelvo. Pero aun es pronto.<br />
Tu vete que pierdes el vuelo<br />
-¿Has hablado con tu familia? ¿Saben<br />
que no vuelves?<br />
-No te preocupes por eso y vete<br />
tranquilo.<br />
-¿Y qué pasa con el trabajo?<br />
-Sólo soy un becario, podrán prescindir<br />
de mí.<br />
-Esta gente tiene ya mucha ayuda<br />
aquí, hay muchos voluntarios, también<br />
pueden prescindir de tí...<br />
-No lo entiendes Javier, soy yo el que<br />
ya no puede prescindir de ellos...<br />
Al oír esto, Javier hizo, por fin,<br />
un silencio. A pesar de su visceral<br />
modo de vivir era un noble amigo y<br />
comprendió que algo muy profundo<br />
había transformado a Pedro y que no<br />
servía de nada seguir argumentando.<br />
Se dieron un fuerte abrazo y Javier se<br />
marcho sin decir nada más.<br />
78
mosaico<br />
Al poco rato, Pedro se cruzó con la<br />
Madre Teresa en la casa.<br />
-¿Usted todavía por aquí? ¿No se iba ya?<br />
-Voy a quedarme un poco más…. Creo<br />
que he empezado a conocer su secreto<br />
y quiero compartirlo.- dijo Pedro con<br />
cierto tono de complicidad.<br />
¿Dónde lo ha encontrado?- le pregunto<br />
la Madre Teresa.<br />
-Tuve suerte, vino el mismo a mí<br />
encuentro y me estrechó la mano un<br />
par de horas.<br />
La Madre Teresa le regaló una cariñosa<br />
sonrisa y siguió su camino. bn<br />
Para mí, Jesús es la<br />
Vida que quiero vivir, la<br />
Luz que quiero reflejar,<br />
el Camino que me guía<br />
al Padre, el Amor<br />
que quiero manifestar,<br />
la Alegría que quiero<br />
compartir, la Paz que<br />
quiero sembrar a mi<br />
alrededor.<br />
Para mí, Jesús lo es<br />
todo.<br />
Santa Teresa de Calcuta<br />
Encuentro con Jesucristo<br />
79
mosaico<br />
Peregrinando con<br />
Merkabá<br />
EXPERIENCIA<br />
1<br />
Antecedentes del viaje<br />
Cuando anunciaron esta jornada yo estaba<br />
convencida de que tenía que ir, que si el Papa<br />
llamaba a los jóvenes a este gran encuentro y<br />
yo soy joven, no había excusas posibles.<br />
Yo comencé el curso con una tibieza de corazón<br />
muy profunda. Me pasó lo peor que le<br />
puede pasar a un cristiano, me acostumbré a<br />
ser cristiana. Pero gracias a un llamamiento que<br />
sentí a la obediencia, mi corazón ya empezó<br />
a prepararse para este viaje que me esperaba.<br />
Poco a poco fui cogiendo el ritmo y me fui<br />
dando cuenta de la gran misión a la que estaba<br />
llamada, que no era nada más y nada menos<br />
que enamorarme de Jesucristo, y no solo eso,<br />
mostrárselo día a día a la gente que me rodeaba,<br />
en la universidad, a mis amigas fuera de la<br />
Iglesia… Dios me invitaba muy claramente a<br />
ser luz en el mundo.<br />
80<br />
Antes de empezar a dar mi experiencia de Cracovia me quiero presentar,<br />
me llamo Irene y tengo 22 años, soy la cuarta de siete hermanos y<br />
tengo la gracia de haber nacido en una familia cristiana, la cual me ha<br />
trasmitido la Fe desde que era pequeña.<br />
Yo he experimentado el amor de Dios de una manera muy especial, y<br />
realmente cuando me paro a pensar la forma en la que me ha tratado<br />
Dios, me siento muy afortunada. Desde que tuve esta experiencia he<br />
tenido muy claro que iba a hacer todo lo posible por acercarme más y<br />
más a Él en la medida de mis posibilidades.<br />
Irene<br />
Parroquia Santa Catalina<br />
de Siena, Madrid<br />
Hace 3 años empecé un tratamiento para curar<br />
el TCA (Trastorno de la Conducta Alimentaria)<br />
porque había estado muchos años de mi vida<br />
siendo bulímica.<br />
Con todos estos antecedentes Dios me fue<br />
preparando para la Jornada. Pero un mes antes<br />
yo notaba que me estaban surgiendo sentimientos<br />
que a duras penas podía controlar; en<br />
concreto había un chico, que yo sabía que era<br />
algo más que un amigo, y que hasta entonces<br />
había podido ser dueña de lo que me pasaba,<br />
pero estaba empezando a perder el control.<br />
Esto me descolocó hasta el punto de que no<br />
me apetecía rezar ni ir al encuentro, pues yo no<br />
sabía el porqué de lo que me pasaba. Yo tenía<br />
la idea de levantarme para la misión en el encuentro<br />
de Kiko, pero me empezaron a surgir<br />
estas dudas.
mosaico<br />
El viaje<br />
Llegó el esperado viaje y yo iba un poco desanimada<br />
pero también muy dispuesta a dejarme<br />
sorprender por el Señor, con muchas ganas de<br />
abrirme y de escuchar lo que quisiera contarme.<br />
Durante la peregrinación me fui dando cuenta<br />
de que rechazaba la libertad que Dios me había<br />
concedido, le echaba en cara el hecho de<br />
tener opciones, yo quería que me ordenara y<br />
yo acatar esas órdenes y cumplirlas. Cuando rezaba<br />
le decía “mírame soy un desastre, mira lo<br />
que he hecho en el pasado con la libertad que<br />
me has regalado, me metí en un TCA, estuve<br />
engañando a mi familia y eso casi me destruye,<br />
Tú solo ordéname, no quiero tener la posibilidad<br />
de equivocarme”. Eso último, la idea de<br />
equivocarme me atormentaba muchísimo.<br />
Iba pasando la peregrinación y sí que iba viendo<br />
signos del Señor en los que me decía “tranquila<br />
estoy aquí, sólo quiero que me ames”. Esto lo vi<br />
por ejemplo en una catequesis que nos dieron<br />
del sufrimiento en un campo de concentración,<br />
porque esto me hizo recordar los sufrimientos<br />
de mi vida concreta y darme cuenta de la gran<br />
diferencia que existía cuando los intenté llevar<br />
yo sola y cuando le permití que se metiera a<br />
ayudarme.<br />
Otro momento en el que vi la mano de Dios,<br />
más concretamente de la Virgen, fue cuando<br />
nos enteramos de uno de los atentados que<br />
hubo durante una misa en Francia donde degollaron<br />
a un sacerdote. Eso me dejó hecha<br />
polvo, y algunos del grupo nos pusimos a rezar<br />
el Rosario y realmente me sentí muy consolada,<br />
tranquila.<br />
Pero a pesar de esto estaba muy angustiada<br />
porque yo estaba muy segura de que en el encuentro<br />
de Kiko (es un encuentro que hace el<br />
iniciador del Camino Neocatecumenal en todas<br />
las Jornadas Mundiales de la Juventud para pedir<br />
vocaciones) iba a levantarme como itinerante,<br />
pero desde el principio del verano no lo<br />
tenía tan claro.<br />
JMJ <strong>2016</strong> - Compartiendo la experiencia<br />
81
En el encuentro del Papa, tanto en la Vigilia<br />
como en la misa, las palabras que nos dirigió<br />
me ayudaron muchísimo. Me hizo darme cuenta<br />
de que todo el mundo estábamos llamados<br />
a dar la vida por Jesucristo y que las cosas que<br />
me paralizaban para hacer lo que realmente<br />
sentía le pasaban a todo el mundo, como a<br />
Zaqueo, con esos tres obstáculos a los que se<br />
refirió en la homilía. También me di cuenta de<br />
la importancia de vivir en el presente, pues yo<br />
siempre caigo en la tentación de lamentarme<br />
del pasado, de todo lo que he hecho mal a lo<br />
largo de mi vida, de los errores que he cometido<br />
y de los pecados en los que he caído. Y<br />
no solo en el pasado, sobre el futuro me tienta<br />
la angustia de no saber lo que va a pasar,<br />
la incertidumbre, la total libertad que Dios me<br />
concede para hacer lo que quiera, como he<br />
mencionado antes.<br />
Y llegó el encuentro con Kiko y ese día Dios<br />
me concedió mucha tranquilidad, me dio a conocer<br />
el presente y que no me fijara en nada<br />
más. Y cuando preguntó que si algún joven ha<br />
sentido la llama de Jesús que venga y se levante,<br />
con toda la experiencia que venía de atrás<br />
no podía no hacerlo, y la verdad es que hoy en<br />
día no me arrepiento de ese momento, yo sé<br />
que tenía que decirle que Sí.<br />
Para mí la peregrinación no terminó cuando llegamos<br />
a Madrid, es más ahora viene lo complicado:<br />
llevarlo a tu día a día, poder ser capaz de<br />
poner en práctica todo esto y estar dispuesta a<br />
que Dios te siga sorprendiendo.<br />
Personalmente esto lo ha hecho conmigo. Yo<br />
le dije un Sí muy sincero a Dios, le pude gritar<br />
públicamente que estaba dispuesta a hacer lo<br />
que quisiera conmigo, y eso ha hecho. Me ha<br />
permitido empezar una relación con este chico<br />
del que he hablado, que por ciertas circunstancias<br />
no podía haber sido antes. Y veo la gran<br />
misión que tengo, que es seguir viviendo como<br />
una cristiana, que es poder ser capaz de amar a<br />
Jesús y tenerlo en medio de mi vida siempre, y<br />
lo más importante no parar de decirle “hágase<br />
en mí según tu voluntad”.<br />
82
mosaico<br />
EXPERIENCIA<br />
2<br />
Marcos<br />
Parroquia Santa Catalina de<br />
Siena, Madrid<br />
Partida y Regreso<br />
Historia de la JMJ escrita por un joven<br />
¿Qué entendí yo por esto? Un viaje por toda Europa con el fin de ver al Papa. No obstante,<br />
tengo que admitir que mi primera idea era pasármelo bien; encontrarme con Dios lo veía<br />
como algo secundario.<br />
Mi JMJ comenzó el día anterior al viaje a Múnich, preparando la maleta con la que iba a<br />
estar a cuestas durante once días. Ésta parecía muy espaciosa pero, ya solo con el saco, la<br />
almohada, la ropa para todos los días y el neceser , que no era precisamente pequeño, me<br />
hizo pensar que cargar con la Biblia iba a ser un peso extra e innecesario. Y menos mal que<br />
acabó dentro de mi maleta, porque la utilice mucho más de lo hubiese llegado a pensar.<br />
La noche antes del vuelo, siendo sincero, dormí de maravilla, aun sabiendo que Múnich y<br />
Alemania estaban en alerta por un atentado que había ocurrido aquel mismo día.<br />
Nada más llegar a la ciudad de Múnich el Señor me dio un enorme regalo con forma de<br />
lectura. Esa lectura era de Lucas y contaba la parábola del Amigo Inoportuno. En ese instante,<br />
cuando se terminó de proclamar la lectura y nos sentamos me propuse dos cosas: Rezar y<br />
encontrarme con Dios.<br />
El viaje<br />
He de admitir que esos dos días en Alemania<br />
hicieron que viese la peregrinación de otra forma.<br />
El autobús que nos había tocado a nuestra<br />
Comunidad fue de lo mejor que tuvimos. Para<br />
empezar, vino el Padre Carlos con nosotros, que<br />
durante unos meses había estado presidiendo<br />
nuestras Palabras y Eucaristías. Los catequistas,<br />
hicieron que los viajes se llevaran de otra forma,<br />
y eso que siempre nos dejaban echarnos un sueñecito.<br />
Tuvimos una catequesis sobre el sufrimiento en<br />
el Campo de Concentración de Dachau. Ésta la<br />
dio el Padre Alfredo y, la verdad, que cuanto más<br />
hablaba él, peor lo estaba pasando yo. Durante<br />
ese rato volvieron a mí todos los fantasmas de mi<br />
pasado y me hizo pensar como Dios sí que había<br />
actuado, no solo en mi vida, sino en la de mis<br />
padres. Tan profundos fueron estos sentimientos<br />
que ese mismo día, durante la misión popular,<br />
me levanté en medio de una plaza de Múnich a<br />
contar mi experiencia delante de todo el grupo y<br />
de la gente que pasaba por ahí. En el momento<br />
en el que terminé de hablar, me sentí nuevo.<br />
JMJ <strong>2016</strong> - Compartiendo la experiencia<br />
83
mosaico<br />
Las estancias en Viena y Poprad pasaron totalmente<br />
inadvertidas y volví a tener el pensamiento<br />
de que no era una peregrinación sino<br />
unas vacaciones por Europa.<br />
Cuando había catequesis no prestaba atención<br />
y en el autobús, me pasaba más tiempo durmiendo,<br />
que escuchando lo que nos decían los<br />
catequistas.<br />
No obstante había una cosa que no podía dejar<br />
de hacer: Seguir rezando.<br />
Llegamos al pueblo de acogida y durante esos<br />
días tuve unos sentimientos muy extraños, ya<br />
que eran contradictorios. Me sentía muy afortunado<br />
por estar en esa peregrinación, pero no<br />
me podía entrar en la cabeza cómo Dios me<br />
había elegido a mí, una persona tan pecadora.<br />
Era algo que no concebía por mucho empeño<br />
que pusiera, pero le seguí pidiendo al Señor<br />
que me ayudara a disipar mis dudas sobre mi<br />
vocación.<br />
Un punto fundamental para la mayoría de la<br />
gente fue visitar la Virgen de Czestochowa; y<br />
me dio muchísima rabia que para mí pasase<br />
totalmente de largo.<br />
Llegué al santuario y me agobié por la cantidad<br />
de gente que llenaba la sala y, aunque intente rezar,<br />
mis pensamientos me traicionaron y no pude<br />
tener ese momento especial con la Virgen.<br />
Con el Papa<br />
Pero nada de esos días importaba mucho porque<br />
llego el gran día. Ese día por el que había<br />
estado esperando durante seis meses: La Vigilia<br />
con el Papa. La ilusión aumentaba por momentos<br />
y, cuando bajamos del autobús para ir<br />
al Campo de la Misericordia mi corazón estaba<br />
muy acelerado.<br />
Llegamos al recinto que nos había asignado<br />
la organización y los acontecimientos que les<br />
sucedieron se desarrollaron en un parpadeo,<br />
ya que el ambiente era muy para conocerse y<br />
sentirse a gusto con gente que comparte algo<br />
tan importante para mí, como es la fe católica.<br />
En el momento que comenzó a hablar el Papa,<br />
yo estaba repartiendo abrazos por el otro lado<br />
del recinto. Pude escuchar bastante de lo que<br />
dijo y sentirme un rato cerca de él, para poder<br />
rezar. Me dio la paz que no tuve en toda la<br />
peregrinación.<br />
Cayó la noche y comenzó una fiesta que parecía<br />
no tener fin, rodeada de guitarras y cantos del<br />
Camino. Yo iba de corro en corro bailando y conociendo<br />
gente nueva. De hecho, cuando llegue<br />
a mi saco de dormir, ya estaba amaneciendo.<br />
84
mosaico<br />
La eucaristía con el Papa, al principio, se me hizo<br />
muy pesada, por la falta de sueño que tenía pero,<br />
cuando comenzó el evangelio me impactó muchísimo.<br />
Hablaba sobre Zaqueo y como Jesús<br />
entraba en su casa. Luego nos hizo una gran invitación,<br />
en su homilía, diciéndonos que debíamos<br />
dejar de ser cristianos “de sofá” y que teníamos<br />
que salir a predicar el evangelio. Francamente,<br />
esas palabras me impactaron bastante.<br />
A la vuelta al autobús nos invadió un calor sofocante<br />
y una tormenta que nos caló hasta los<br />
huesos. Tuvimos que estar un buen rato esperando<br />
a los autobuses y ahí tuve una charla con<br />
el Padre Carlos, que me ayudó bastante. Me estuvo<br />
explicando el significado de la lectura que<br />
había escogido el Papa para nosotros y la pude<br />
llevar hacía mis propios pensamientos.<br />
El último día de peregrinación fue en el mismo<br />
Campo de la Misericordia pero esa vez con<br />
Kiko. Era mi primer encuentro con él y debo<br />
admitir que se me pusieron los pelos de punta<br />
en los momentos de las llamadas a las vocaciones.<br />
Todo esto me hizo ver que todo lo que<br />
estaba haciendo Dios en nuestras vidas lo estaba<br />
haciendo bien.<br />
¿Con qué me quedo de la JMJ? Sinceramente<br />
me quedo con que estoy presente en los pensamientos<br />
del Señor, lo cual, por supuesto, es recíproco<br />
y que tengo que seguir buscándole como<br />
ese “amigo inoportuno” sin parar de rezar.<br />
En el momento que<br />
comenzó a hablar<br />
el Papa yo estaba<br />
repartiendo abrazos<br />
por el otro lado del<br />
recinto. Pude escuchar<br />
bastante lo que dijo y<br />
sentirme un rato cerca<br />
de él, para poder<br />
rezar. Me dio la paz<br />
que no tuve en toda la<br />
peregrinación<br />
JMJ <strong>2016</strong> - Compartiendo la experiencia<br />
85
mosaico<br />
EXPERIENCIA<br />
3<br />
Sofía<br />
Parroquia de la Divina<br />
Providencia, Guatemala<br />
Bien dicen que Dios escoge a los débiles para<br />
que podamos dar testimonio, que las cosas<br />
que logramos en nuestra vida no se deben a<br />
nuestras fuerzas sino a su misericordia. Mi experiencia<br />
en la Jornada Mundial de la Juventud<br />
es un reflejo exacto de estas palabras. No tenía<br />
ninguna motivación para ir a la Jornada y en el<br />
último minuto decidí viajar a Cracovia con el fin<br />
de asistir, si es que encontraba plaza y, de no<br />
ser así, me dedicaría a visitar la ciudad.<br />
Pude ver los cuidados de Dios desde el momento<br />
en que encontré a mi grupo, pues a pesar<br />
de la cantidad innumerable de personas,<br />
fue increíblemente fácil y mis planes fueron<br />
reemplazados por Sus planes. Rezar, cantar y<br />
danzar en las plazas me hizo, poco a poco, revivir.<br />
Tanto tiempo alejada de esta espiritualidad<br />
profunda, me hizo pensar en mi poco interés<br />
en mejorar mi relación con Dios y aceptar que<br />
era mi mismo pecado y mi propio miedo a sentirme<br />
juzgada lo que me hizo pensar que no<br />
merecía tener un lugar dentro de la Iglesia.<br />
Esos días de oración y cuidados de Dios me hicieron<br />
sentir en paz y amada por Él. Estando en<br />
el Monasterio de Kalwaria, después de celebrar<br />
la Eucaristía, le pedí a Dios que me permitiera<br />
escuchar su voz y entender qué quería de mí.<br />
Durante la peregrinación al lugar del encuentro<br />
con el Papa Francisco experimenté una profunda<br />
emoción y curiosidad por lo que iba a suceder<br />
durante la Vigilia, ya que era mi primera<br />
experiencia.<br />
En el encuentro con el Papa el hablaba de no<br />
tener miedo de decirle sí al Señor y esa frase<br />
me tocó, porque siempre he tenido la voluntad<br />
de dejarme llevar por Él pero mi miedo a abandonar<br />
las cosas que quiero y que “me hacen feliz”<br />
siempre ha sido más grande. Y me encontré<br />
en un punto donde entendí que era necesario<br />
tomar una decisión y arriesgarme para que esta<br />
decisión valiera la pena. Escuchar los testimonios<br />
de los participantes en la Vigilia fueron<br />
alentadores y una muestra palpable de la misericordia<br />
de Dios, y no sólo con ellos, conmigo<br />
también, que a pesar de mi necedad y mis<br />
ganas de alejarme de Él, siempre ha puesto<br />
ángeles que me muestran Su obra en mi vida.<br />
86
mosaico<br />
Luego, tuvimos el encuentro del Camino Neocatecumenal,<br />
y las mismas palabras seguían<br />
resonando en mi cabeza: “No tengas miedo a<br />
decirle que sí al Señor”, y sentí cómo era una<br />
llamada directa para mí. Yo le había pedido escuchar<br />
Su voz y en ese momento ¡estaba hablándome<br />
de una forma clara!<br />
Sin pensarlo, por primera vez y sin miedo, le<br />
dije que sí al Señor. Evidentemente, fue algo<br />
que hasta a mí me tomó por sorpresa, pero<br />
experimenté la paz, porque en ese momento<br />
abrí mi vida al Señor, para que Él haga su obra<br />
en mí. Negar la existencia de Dios y su obra en<br />
mi vida sería negarme a mí misma, porque ha<br />
sido por su amor y su misericordia por lo que<br />
yo he salido de la muerte, de pecados serios:<br />
el adulterio, la mentira, los juicios.<br />
Cuando he visto la misericordia con la que Dios<br />
me ha cuidado durante el viaje: no pasar hambre,<br />
frío o enfermedades, sólo puedo sentirme<br />
agradecida y amada.<br />
Esta experiencia en la Jornada abrió mis ojos, me<br />
hizo reconocer que Dios es Padre, que Dios es<br />
amor y que Dios se ha fijado en mi, que me ama<br />
y que no se cansa de esperarme!. Espero que,<br />
como el día del encuentro, cada día pueda decir:<br />
Señor, aquí estoy, haz en mí tu voluntad”. bn<br />
Pude ver los cuidados de Dios desde el<br />
momento en que encontré a mi grupo, pues a<br />
pesar de la cantidad innumerable de personas,<br />
fue increíblemente fácil y mis planes fueron<br />
reemplazados por sus planes<br />
JMJ <strong>2016</strong> - Compartiendo la experiencia<br />
87
mosaico<br />
Antonio Arias Crespo<br />
No es que las cosas —las cosas que rodean la vida de los<br />
hombres— sean relativas, pasajeras, inocuas, triviales o<br />
peligrosas. En realidad son trascendentes ante Dios<br />
o no de por medio. Tampoco es, como insisten<br />
algunos, que la vida sea un misterio. Al menos no lo<br />
creen quienes afirman sin ruborizarse que se trata de<br />
un fenómeno que se dio en la superficie de la tierra<br />
hace la friolera de 4.600 millones de años, e incluso,<br />
que se formó a sí misma con los restos de la explosión de<br />
una estrella y que nosotros mismos somos hechos del polvo<br />
de aquella estrella. Por eso no me extraña que un amigo, para<br />
disimular, diga que es de tontos amargarse la vida porque sí.<br />
Tampoco es normal despreciarla y caer en la insensatez de no<br />
darle el valor que le corresponde. Sería como tirar a la basura,<br />
por desidia, el décimo premiado en la lotería de Navidad.<br />
88
mosaico<br />
Seamos serios. La vida es un don gratuito de Dios<br />
y Él es su creador. Crear es sacar de la nada y,<br />
que se sepa, hasta el día de hoy sólo Dios ha podido<br />
hacerlo. Por eso después de crear el mundo<br />
y cuanto contiene, dijo seis veces que lo que había<br />
creado estaba bien hecho. Y después, creó al<br />
hombre. Así, si la vida es para nosotros un don<br />
gratuito del Señor, de nada podemos gloriarnos;<br />
los regalos se agradecen y punto. ¡Vivamos, pues!<br />
Parece un principio esperanzador, altamente positivo<br />
e ilusionante. Pero si abrimos los ojos a la<br />
realidad que nos circunda, hemos de reconocer<br />
que a buena parte de la gente que conocemos le<br />
pesa la vida y le abruma su propia existencia. Para<br />
muchos es suficiente un vulgar «vamos tirando»,<br />
como si fuésemos bueyes delante de una carreta.<br />
Y lo que todavía es peor: tenemos instalado el<br />
miedo de no poder salir de ahí, que lo que nos<br />
espera es la muerte. Muchos suicidios tienen aquí<br />
su razón de ser. No obstante, el Señor conoce<br />
nuestra debilidad y nuestras infidelidades. Pero<br />
también nos ama y porque nos ama nos anima<br />
a no desfallecer, nos invita a no quedarnos en el<br />
pozo de la crisis o de la bajada de tensión. Por<br />
eso nos llama: “Venid a mí todos los que estáis<br />
cansados y agobiados, y yo os aliviaré” (Mt 11,28).<br />
Los cristianos no somos supermanes; más bien<br />
somos seres débiles, tarados por el pecado original,<br />
sin recursos propios para vivir en gracia que<br />
es para lo que el hombre fue creado. De ahí la<br />
razón de la venida de Jesucristo al mundo:<br />
«No tienen necesidad de médico los sanos,<br />
sino los enfermos» (Mt 9,12).<br />
Así como en los primeros tiempos de la Iglesia se<br />
bautizaba a los que se convertían, en la andadura<br />
que da paso al tercer milenio, la Iglesia debe convertir<br />
a los ya bautizados. Ha sido tal la «retirada»<br />
que los cristianos operantes cada vez son menos y<br />
los que participan de los actos de culto y de la vida<br />
de la Iglesia pierden calidad, frescura y entusiasmo.<br />
Parece que se ha olvidado que el punto de convergencia<br />
de todo esfuerzo evangelizador sigue siendo<br />
el mismo de siempre: que Cristo es el redentor del<br />
hombre, que Dios te ama tal cual eres, a pesar de<br />
tu condición de pecador.<br />
¡La hermosura de la vida! Nuestra vida se la debemos<br />
a Dios entera y completa. A Él no le hacíamos<br />
ninguna falta y sin embargo nos necesitaba.<br />
No porque precise nada de nosotros, sino porque<br />
nosotros somos el objeto directo de su amor; los<br />
seres que creó para volcar en ellos sus mimos y<br />
que pudiésemos conocer sus predilecciones. Por<br />
eso envió a la tierra a su Hijo Jesucristo. Nos prefirió<br />
frente a todos los otros seres creados.<br />
Se podría argumentar que nuestro pecado todo<br />
lo estropea. Es cierto, ¡qué vamos a hacer! Incluso<br />
el título de este artículo podría llamarnos a<br />
engaño y pensar que el pecado puede tener premio.<br />
Nada más lejos de la verdad. Sólo si el pecado<br />
—sea éste el que fuere— ha sido reconocido<br />
en sincera confesión y ha sido llorado, entonces<br />
sí que tendrá el salario del perdón amoroso de<br />
Dios. La alegría más grande de Dios –leemos en<br />
el libro Dios, Padre misericordioso, es la de perdonar,<br />
puesto que su única forma de amarnos<br />
es la de ser misericordioso, su única forma de<br />
ser fiel a su amor del primer momento. El hombre<br />
puede dejar de ser hijo, pero Dios no puede<br />
dejar de ser Padre y Padre sin fin 1 .bn<br />
Parece que se ha olvidado que el punto de convergencia<br />
de todo esfuerzo evangelizador sigue siendo el mismo de<br />
siempre: que Cristo es el redentor del hombre, que Dios<br />
te ama tal cual eres, a pesar de tu condición de pecador<br />
1Cardenal Etchegaray. Ver Comité para el jubileo del año 2000, Dios padre misericordioso, op.cit., p.11<br />
El salario del pecado<br />
89
ciencia<br />
Carlos Valiente Barroso<br />
Universidad Internacional de La Rioja<br />
Centro Universitario Villanueva-Universidad Complutense de Madrid<br />
La enfermedad<br />
La esclerosis múltiple (EM) constituye una<br />
patología autoinmune desmielinizante neuroinflamatoria,<br />
principal causa de discapacidad<br />
de origen no traumático en adultos jóvenes,<br />
siendo diagnosticado con mayor frecuencia<br />
entre los 20 y los 40 años. La EM se caracteriza<br />
por el daño en la vaina de mielina, la<br />
sustancia lipídica protectora que rodea las neuronas.<br />
Cuando esta cobertura de los nervios<br />
se daña, los impulsos nerviosos disminuyen o<br />
se detienen. Por otra parte, la calificamos de<br />
inflamatoria porque el daño al nervio es causado<br />
por una inflamación, que ocurre cuando las<br />
células inmunitarias del propio cuerpo atacan<br />
el sistema nervioso (de ahí, también, su apelativo<br />
de autoinmune). Aunque presenta una<br />
sintomatología muy variada, se la conoce por<br />
causar problemas de movilidad, junto a fatiga,<br />
falta de equilibrio, dolor, alteraciones visuales<br />
y cognitivas, dificultades del habla y temblor,<br />
entre otros.<br />
Un estudio epidemiológico regional, desarrollado<br />
en la comunidad autónoma de Murcia, y<br />
publicad en la Revista de Neurología en <strong>2016</strong>,<br />
confirma el aumento de prevalencia de la esclerosis<br />
múltiple en las últimas décadas.<br />
En cuanto a los factores que generan esta enfermedad,<br />
se está trabajando desde varias hipótesis<br />
o, hablando con mayor precisión, con<br />
un variado y diverso rango de causas específicas.<br />
Así, se especula con la influencia de distintas<br />
variables genéticas y ambientales. Aquí, por<br />
necesaria brevedad, acercaremos los hallazgos<br />
más relevantes y actuales que recopila la praxis<br />
investigadora en este campo.<br />
Investigaciones<br />
El haplotipo (combinación de alelos de diferentes<br />
loci de un cromosoma que son transmitidos<br />
juntos) HLA-DRB1*1501 es el marcador<br />
genético que se ha asociado con un riesgo tres<br />
veces mayor de padecer esclerosis múltiple<br />
en caucásicos occidentales. Más aún, recientemente,<br />
se ha descubierto una asociación entre<br />
el momento estacional del nacimiento, concretamente,<br />
el mes de abril, el genotipo HLA-<br />
DRB1 y el riesgo de EM en países del norte de<br />
Europa y Canadá. Y, a diferencia de los resultados<br />
obtenidos en países del norte de Europa,<br />
donde esta asociación se ha encontrado en el<br />
mes de abril, en España tendríamos que hablar<br />
del mes de diciembre.<br />
90
ciencia<br />
Científicos españoles<br />
liderados por<br />
Álvarez-Sánchez,<br />
han estudiado los<br />
efectos beneficiosos<br />
de la melatonina en la<br />
esclerosis múltiple<br />
Esperanza científica para la esclerosis múltiple<br />
91
ciencia<br />
Dentro de los estudios genéticos centrados<br />
en esta patología, también destaca el publicado<br />
en la revista Neuron, este mismo<br />
año <strong>2016</strong>, a cargo del grupo liderado por Z.<br />
Wang. Estos investigadores han descubierto<br />
que las personas con una mutación en el gen<br />
NR1H3 tienen una probabilidad del 70% de<br />
desarrollar EM. Los científicos revisaron una<br />
gran base de datos que contiene material<br />
genético de casi 2.000 familias de Canadá y<br />
estudiaron a una familia en la que se habían<br />
producido múltiples casos de esclerosis múltiple<br />
(cinco en dos generaciones).<br />
Se hizo la secuenciación del exoma (integrado<br />
por los exomas o partes codificantes de<br />
los genes que forman el ARN mensajero maduro,<br />
dando lugar a las proteína), para buscar<br />
mutaciones raras que estaban presentes en<br />
todos los miembros de la familia con la enfermedad.<br />
Tras identificar una mutación en<br />
el gen NR1H3, comprobaron en la base de<br />
datos la misma mutación en otra familia con<br />
múltiples casos de EM. Todos los pacientes<br />
de estas familias con dicha mutación presentaban<br />
la forma progresiva de la enfermedad.<br />
Como conclusión, se sostiene que la<br />
mutación hallada en el gen NR1H3, causa<br />
la pérdida de la función de la proteína LXRA,<br />
la cual controla la regulación transcripcional<br />
de los genes implicados en la homeostasis<br />
o equilibrio de los lípidos, la inflamación y la<br />
inmunidad innata.<br />
Por otra parte, se ha vinculado la irrupción de<br />
la enfermedad con niveles reducidos de vitamina<br />
D durante el embarazo. Así, los hijos de<br />
madres que han presentado esta deficiencia<br />
vitamínica, tal y como aparece reflejado en la<br />
revista médica JAMA, podrían tener un riesgo<br />
más alto de EM al llegar a la edad adulta. En<br />
este nuevo estudio publicado Munger y cols<br />
(<strong>2016</strong>), se recopiló información de una amplia<br />
muestra de adultos finlandeses, de los<br />
cuales, 193 presentaban diagnóstico de EM.<br />
Se halló que las personas cuya madre no<br />
mostraba un nivel suficiente de vitamina D,<br />
a principios del embarazo, presentaban un<br />
aumento del 90% en las probabilidades de<br />
desarrollar EM, en comparación con aquellos<br />
cuya madre tenía un nivel adecuado de vitamina<br />
D durante el embarazo. Esto sugiere<br />
que la deficiencia de vitamina D en el embarazo<br />
podría aumentar el riesgo de EM de<br />
un niño en un momento posterior de la vida.<br />
Podemos reseñar una investigación que ha<br />
desvelado un nuevo enfoque para detener la EM,<br />
mediante el empleo de nanofármacos, con el fin<br />
de tratar el trastorno de una forma muy específica<br />
y sin afectar la inmunidad general de los individuos<br />
92
ciencia<br />
Desde otra perspectiva, un estudio ha demostrado<br />
que la tomografía de coherencia óptica,<br />
una técnica de análisis con una resolución muy<br />
alta y que permite determinar la integridad de<br />
la retina, resulta útil para seguir la evolución de<br />
EM. Los investigadores incluyeron a 879 pacientes<br />
de diversos centros de todo el mundo,<br />
con objeto de valorar la validez de esta técnica.<br />
Midieron el grosor de la retina de estos pacientes<br />
a lo largo del tiempo, con un seguimiento<br />
medio de dos años. Los resultados indican<br />
que, por debajo de un determinado grosor de<br />
la retina, 88 µm, los pacientes presentan una<br />
peor evolución de su enfermedad: tienen el<br />
doble de riesgo de empeorar entre el primer y<br />
el tercer año, riesgo que se cuadruplica entre<br />
los tres y cinco años de.<br />
Respecto a los hallazgos más recientemente<br />
en el ámbito del tratamiento de la EM, la<br />
prestigiosa revista Lancet ha publicado una<br />
investigación que recoge los hallazgos de<br />
Atkins y cols. (<strong>2016</strong>), mostrando un<br />
procedimiento drástico que suprime<br />
por completo el sistema inmunitario,<br />
y que, posteriormente, genera<br />
uno nuevo usando células<br />
madre sanguíneas.<br />
Esperanza científica para la esclerosis múltiple<br />
93
ciencia<br />
Este mecanismo podría eliminar todos<br />
los signos de inflamación cerebral en<br />
personas con EM agresiva temprana,<br />
y, de este modo, facilitar su recuperación<br />
duradera. Los investigadores<br />
analizaron a 24 pacientes de 18<br />
a 50 años con esclerosis múltiple<br />
agresiva y recurrente, manteniendo<br />
su seguimiento durante un espacio<br />
de en torno a 6,7 años. Tras<br />
el tratamiento se constató que<br />
ningún participante experimentó<br />
una recaída clínica, no se detectó<br />
ni una sola lesión inflamatoria<br />
activa y nueva en el cerebro<br />
de los participantes, a la vez<br />
que ninguno de ellos precisó<br />
fármacos específicos<br />
para el control de su enfermedad.<br />
Además, el<br />
70% había experimentado<br />
un parón en la progresión<br />
de la enfermedad y la tasa<br />
media de encogimiento cerebral,<br />
que suele constituir una medida<br />
que se correlaciona con la progresión<br />
de la esclerosis múltiple.<br />
A su vez, científicos españoles liderados<br />
por Álvarez-Sánchez, han estudiado los<br />
efectos beneficiosos de la melatonina en<br />
la esclerosis múltiple. Los investigadores,<br />
que han publicado sus resultados en Brain,<br />
Behavior and Immunity, demostraron, por primera<br />
vez, el efecto protector de la melatonina<br />
sobre el modelo preclínico de la EM, limitando<br />
la activación de células T autorreactivas para<br />
la mielina, su acceso a la médula espinal y al<br />
cerebro, así como incrementando la producción<br />
local de marcadores antiinflamatorios en<br />
el sistema nervioso central de animales. Estos<br />
datos, se complementan con resultados, aún<br />
Como en otros<br />
muchos campos<br />
de batalla de<br />
la medicina, la<br />
investigación<br />
científica aparece<br />
como la aliada más<br />
fructífera<br />
no publicados, en los que se observa que la<br />
melatonina reduce la respuesta inflamatoria en<br />
linfocitos de pacientes con EM. Estos efectos<br />
inmunomoduladores sugieren que la sustancia<br />
puede representar una opción terapéutica<br />
eficaz para esta patología. Una de las ventajas<br />
de la melatonina es que se trata de un compuesto<br />
al que no se le ha detectado toxicidad<br />
ni en modelos animales ni en humanos, y,<br />
además, posee la capacidad de atravesar la<br />
barrera hematoencefálica, uno de los mayores<br />
obstáculos en el desarrollo de fármacos dirigidos<br />
al sistema nervioso central, por lo cual,<br />
podría también extenderse su empleo a otras<br />
patologías neuroinflamatorias.<br />
Finalmente, podemos reseñar una investigación<br />
que ha desvelado un nuevo enfoque<br />
para detener la EM, mediante el empleo de<br />
nanofármacos, con el fin de tratar el trastorno<br />
de una forma muy específica y sin afectar la<br />
inmunidad general de los individuos. El trabajo,<br />
realizado en modelos animales, demuestra<br />
por primera vez que los linfocitos T reguladores<br />
autorreactivos, que protegen al organismo<br />
contra enfermedades autoinmunes concretas,<br />
se pueden expandir in vivo de forma eficiente<br />
y reproducible.<br />
94
ciencia<br />
Para tratar la enfermedad se deben eliminar<br />
los linfocitos defectuosos, recordando que los<br />
fármacos actuales no tienen mecanismos para<br />
distinguirlos de los normales. Los investigadores<br />
han descubierto que la administración de<br />
un nuevo tipo de nanopartículas, recubiertas<br />
con dianas proteicas dirigidas a los linfocitos<br />
T que causan las enfermedades autoinmunes,<br />
permiten su reprogramación hacia linfocitos T<br />
reguladores y la eliminación selectiva de la enfermedad<br />
en cuestión. Lo hacen a través de<br />
un nuevo mecanismo celular en cadena que<br />
regula la respuesta inmunológica. Mediante<br />
esta aproximación se han conseguido restaurar<br />
la función motora en ratones con<br />
una enfermedad similar a la esclerosis<br />
múltiple, así como, por otra parte,<br />
los niveles normales de glucosa<br />
en sangre en ratones con diabetes<br />
tipo 1 y la estructura y funcionalidad<br />
de las articulaciones en ratones<br />
con artritis.<br />
Como en otros muchos campos de batalla de<br />
la medicina, la investigación científica aparece<br />
como la aliada más fructífera y, por decirlo en<br />
otros términos no menos precisos, como la<br />
herramienta más esperanzadora en este quehacer;<br />
podrá seguir potenciando la calidad de<br />
vida de estos pacientes y continuar su caminar<br />
hacia ese horizonte de absoluto control de los<br />
mecanismos que subyacen a este enfermedad.<br />
El tiempo, aquí, corre a nuestro favor. bn<br />
la tomografía<br />
de coherencia<br />
óptica, una<br />
técnica de<br />
análisis con una<br />
resolución muy<br />
alta y que permite<br />
determinar la<br />
integridad de la<br />
retina, resulta<br />
útil para seguir la<br />
evolución de EM<br />
Esperanza científica para la esclerosis múltiple<br />
95
azón creadora<br />
María Torres Montoro<br />
Fundación Red Madre<br />
No tuve la suerte<br />
de conocer a<br />
Rafa desde hace<br />
muchos años, o<br />
de ser su amiga<br />
de toda la vida.<br />
Pero sí tuve la<br />
gran experiencia<br />
de observar cómo<br />
Dios le puso en<br />
mi camino para<br />
transformarme<br />
con esa fuerza tan<br />
suya y, por eso, tan<br />
conmovedora<br />
La conversión<br />
Yo en ese entonces era una niña aferrada al<br />
mundo y muy en contra de todo lo que mis<br />
padres veían como bueno para mí. Una adolescente<br />
rebelde, que no sabía ni a dónde iba<br />
ni de dónde venía. Aunque me sintiese muy<br />
segura en mis percepciones y mi perspectiva<br />
de la vida, andaba realmente perdida. Un buen<br />
día me llamó mi padre para presentarme a<br />
Rafa Lozano. Entré a regañadientes en el despacho,<br />
pero tengo que decir que se me fue la<br />
soberbia de inmediato al mirar la sonrisa y la<br />
mirada de este hombre. Vi algo nuevo, algo<br />
sencillo pero grande. Y aunque en ese momento<br />
no sabía qué era exactamente ahora sí<br />
entiendo todo, era Jesús en una de sus tantas<br />
llamadas. Porque las casualidades no existen<br />
para mí y si te pones las antenas de la fe te<br />
das cuenta de como el mismo Dios no deja de<br />
quererte para Él. Muchas veces te lo dice<br />
a través de personas y, una de ellas,<br />
para mí fue Rafa.<br />
96
La sal de la tierra<br />
97
azón creadora<br />
Mis padres llevaban meses intentando llevarme<br />
a Medjugorje, pero solo por no acceder a<br />
sus peticiones rechazaba con gran ímpetu esa<br />
propuesta. A mí todo eso me sonaba a cuento<br />
de chinos. Fue Rafa quien fue capaz de encender,<br />
en medio de toda mi contradicción interna<br />
de niña materialista y egoísta, esa chispa que<br />
un par de años más tarde me llevó a encontrarme<br />
con la Virgen, y de su mano a su Hijo,<br />
en ese lugar de Bosnia. Rafa fue el chispazo.<br />
No creáis que hizo gran cosa, más que decirme,<br />
con una dulce sonrisa -aquella sonrisa que<br />
quienes le conocen saben lo que digo-, que<br />
ese sitio era especial. Fui incapaz de no creerle.<br />
Pensé que algo tenía que tener ese santuario.<br />
Encontré a Dios en medio de uno de los golpes<br />
más duros en mi vida, que Dios utilizó para<br />
despertarme, porque estaba muy sorda. Mi<br />
madre cayó gravemente enferma. Fue en ese<br />
entonces cuando decidí ir a ese famoso lugar,<br />
a ver qué era eso de la fe y la pedí con tanto<br />
empeño que Dios fue incapaz de negármela.<br />
Fui a Medjugorje y me encontré con esa explosión<br />
de amor que, entre tantos fieles, también<br />
cambió a Rafa.<br />
Ese amor que solo puede darte Dios. Desde<br />
entonces tengo caídas, fracasos, batallas, fallos,<br />
decepciones, contradicciones... Pero nada de<br />
ello me aparta de ese amor, porque se me regaló<br />
por pura misericordia la fe. Así que todos<br />
los días doy gracias a Rafa por ser partícipe con<br />
ese gesto, a la vista tan simple, pero que para<br />
mí fue el inicio de ese gran cambio: ver la vida<br />
con Dios o sin Dios. Acercarme a tener una<br />
relación personal con Cristo o rechazarle como<br />
llevaba tanto tiempo haciendo.<br />
Y hace un año me enteré de la enfermedad<br />
de Rafa y me acordé de ese día en casa. Me<br />
di cuenta de que tenía otra lección que darme.<br />
Y no sólo él, sino su increíble familia.<br />
Yo, como otros tantos, me<br />
iba llenando de Dios con<br />
su ejemplo, su fortaleza y<br />
su asombrosa alegría en<br />
medio del dolor gracias a<br />
su inconfundible confianza<br />
en Él. Evidentemente me<br />
volvió a transformar este<br />
tal Lozano. Según pasaba<br />
el tiempo me daba cuenta<br />
de que Dios hace todo<br />
nuevo y observaba como<br />
me cambiaba por medio<br />
de esta gran familia. Cada<br />
parte que mandaba Rafa<br />
me inundaba los ojos de<br />
lágrimas y no por pena<br />
ni mucho menos, sino de<br />
emoción.<br />
Emoción de ver cómo es<br />
posible dejarse totalmente<br />
en las manos del Señor<br />
con la confianza de un<br />
niño. Emoción de ver que<br />
en este mundo, alejado de<br />
Dios, existen aún personas<br />
que son luz, que demuestran<br />
con creces qué es lo<br />
que realmente importa en esta vida, donde<br />
está la dicha. Esa fuente de la que nadie se<br />
sacia. Eso que da sentido a lo que nadie quiere<br />
entender: el dolor y la muerte.<br />
Yo en ese entonces<br />
era una niña aferrada<br />
al mundo y muy en<br />
contra de todo lo<br />
que mis padres veían<br />
como bueno para mí<br />
98
azón creadora<br />
Grandeza de la Cruz<br />
Porque la fe no te quita el sufrimiento. Nadie,<br />
por mucho que crea en Dios, se satisface de<br />
ver a un padre, una madre o un hermano en la<br />
cama de un hospital. Nadie es tan inhumano<br />
de no sentir desgarro ante la partida al Cielo<br />
de alguien a quien se ama. Pero la fe le da<br />
sentido pleno: tienes claro que Dios sabe más.<br />
Que lo mejor es lo que Dios quiere, su voluntad.<br />
Que no estás creado para entenderle sino<br />
para aceptarle. Que Jesús no vino al mundo a<br />
ser rico, a predicar discursos sobre el placer, ni<br />
tampoco a decirnos que esta vida es camino<br />
de rosas. Vino a morir desangrado y humillado<br />
en una cruz. Cruz que los cristianos entendemos<br />
como puerta a la eternidad.<br />
Encontré a Dios<br />
en medio de uno<br />
de los golpes más<br />
duros en mi vida,<br />
que Dios utilizó para<br />
despertarme, porque<br />
estaba muy sorda<br />
La sal de la tierra<br />
99
azón creadora<br />
Cruz que debemos sostener cada día con todo<br />
el amor que puso Jesús por cada uno de nosotros.<br />
Cruz que salva almas. Cruz que ayuda a<br />
Dios en su plan. Cruz que es respuesta a todos<br />
los interrogantes y misterios de esta vida. Cruz<br />
que cuesta tanto entender, porque es más fácil<br />
querer, comprender, lo que solo se entiende<br />
con los ojos carnales y no con los del alma. Al<br />
final solo el amor cuenta y Rafa lo demostró no<br />
sólo en esa vida tan plena y conmovedora, sino<br />
de la forma más absoluta: a través de la cruz.<br />
Porque Rafa, Loli, Fanny, Carlota, Marta, Elena,<br />
Álvaro, Tomás y Jaime nos han demostrado<br />
con admirable serenidad que al final eso es<br />
lo que realmente importa y vale en la vida.<br />
Una familia verdaderamente unida, donde ni<br />
la muerte separa. Gracias Lozanillos, por qué<br />
vosotros sois sal de la tierra. La luz del mundo<br />
entre tantas tinieblas.<br />
100
azón creadora<br />
El funeral de Rafa fue vivir un ratito en el Cielo.<br />
Fue como estar en Medju, sintiendo a la Gospa<br />
y a su Hijo. Es difícil de explicar pero jamás se me<br />
habría ocurrido que iba a estar en un funeral bonito<br />
y alegre, donde volví a llorar de emoción. De<br />
emoción de poder tener el honor de estar ahí<br />
sabiendo con toda certeza donde está el padre<br />
de esos niños, el hijo de Fanny, el marido de<br />
Loli. Nadie les quitaba su pena, pero tampoco<br />
su confianza en saber que Rafa está en ese<br />
lugar al que todos iremos.<br />
La sal de la tierra<br />
101
azón creadora<br />
Vida ejemplar<br />
Esta, la mía, es solo una pequeña onda del<br />
gran oleaje que la sonrisa de Rafa provocó en<br />
su vasto entorno más cercano. Y no se cuenta<br />
toda la vida de Rafa si no se habla de su<br />
labor en defensa de la vida y la maternidad.<br />
Como director de la Asociación REDMADRE<br />
Madrid, ayudó a cientos de mujeres a tener a<br />
sus hijos. A cientos de mujeres que, como su<br />
madre, se vieron con dificultades para alumbrar<br />
a sus bebés porque las parejas no los<br />
aceptaban, porque las familias no querían,<br />
porque tenían miedo a perder el trabajo, por<br />
miles de motivos que Rafa intentó siempre<br />
paliar acogiendo a cada mujer como única y<br />
exclusiva, poniendo cada situación en manos<br />
de expertos, psicólogos, médicos, abogados y<br />
gente buena que voluntariamente se ponían<br />
en marcha para ayudar a las madres con lo<br />
que les hiciera falta. Y, entre medias, con su<br />
sonrisa, con sus defectos y su rectitud de intención,<br />
como otro Cristo, atraía y servía de<br />
instrumentos para transformar a la gente.<br />
No es de extrañar, Rafa, que Dios te regalase<br />
la vida, a pesar de que tu padre de la Tierra no<br />
pretendía que nacieras. Nos has enseñado el<br />
sentido de la vida, de la familia, del sufrimiento<br />
en un mundo muy alejado de todo eso. Dios<br />
te necesitaba aquí y a Él has vuelto para seguir<br />
ayudándole. Te echaremos de menos, pero<br />
nos vemos muy pronto, porque estoy totalmente<br />
segura de que nos ayudarás a conseguir<br />
llegar a donde tú ya estás. bn<br />
Desde entonces tengo<br />
caídas, fracasos, batallas,<br />
fallos, decepciones,<br />
contradicciones... Pero<br />
nada de ello me aparta<br />
de ese amor, porque<br />
se me regaló por pura<br />
misericordia la fe<br />
102
azón creadora<br />
arte natural<br />
al<br />
para<br />
un regalo original<br />
Realizado a mano:<br />
Decoupage, craquelado<br />
y pintura decorativa<br />
Distintos eventos:<br />
Primeras Comuniones<br />
Bodas<br />
Dia de la Madre, cumpleaños<br />
www. ww. artenaldecora.com om email: artenaldecora@gmail.com<br />
nombre artículo 103 om
aldea planetaria<br />
Pedro Estaún<br />
104
aldea planetaria<br />
Descripción de una peregrinación<br />
Uno de ellos son las peregrinaciones alpinas<br />
instituidas por el P. Gratien Volluz en 1960.<br />
Desde entonces en varios fines de semana<br />
se organizan grupos que marchan por<br />
la montaña para finalizar en el Hospicio del<br />
Gran San Bernardo. He tenido la oportunidad<br />
de participar en alguna ocasión. El desarrollo<br />
es del siguiente modo.<br />
Las peregrinaciones son de dos días, sábado<br />
y domingo. Se cita a los peregrinos en<br />
Orsières a las 8h45, a donde pueden acudir<br />
en tren. Allí son recogidos en un autobús<br />
que les conduce a Ferret a 1700 metros de<br />
altitud donde son recibidos por los organizadores<br />
que, tras la bienvenida, les dan las<br />
indicaciones necesarias. Dejan claro que se<br />
trata de una peregrinación montañera y que<br />
su objetivo es caminar, disfrutar de la naturaleza<br />
y rezar. Se entrega un pequeño libro<br />
–livret du Pèlerin- con indicaciones, textos y<br />
oraciones y se organizan grupos de no más<br />
de diez personas que deben caminar juntos.<br />
Se inicia la marcha y a lo largo de la ascensión<br />
se efectúan varias paradas en las que,<br />
siguiendo las indicaciones del libro, se hacen<br />
reflexiones y cada uno de los montañeros va<br />
exponiendo sus impresiones. Resulta llamativo<br />
ver los distintos grupos detenidos en la<br />
subida y se intuye lo que en cada uno se comenta.<br />
De este modo, tras varias paradas se<br />
llega, alrededor de las 13h00, a uno de los<br />
lagos de la Fenêtre. A la orilla del lago –lugar<br />
verdaderamente encantador por el enclave<br />
y las montañas que le rodean- se reponen<br />
las fuerzas. Tras descansar un buen rato, reunidos<br />
todos nuevamente, los responsables<br />
–en nuestro caso el prior del hospicio y una<br />
señora- hacen otras reflexiones leyendo un<br />
pasaje del evangelio que comentan. Se pide<br />
entonces que el resto de la subida hasta el<br />
collado se haga meditando. Una larga fila de<br />
montañeros se pone en marcha –éramos<br />
más de cincuenta- y se asciende en completo<br />
silencio. En algo menos de una hora se<br />
llega al collado de la Fenêtre a 2.700 metros<br />
dejando tres lagos por debajo.<br />
Se trata de una peregrinación montañera<br />
y que su objetivo es caminar, disfrutar<br />
de la naturaleza y rezar<br />
La peregrinación alpina del Gran San Bernardo<br />
105
aldea planetaria<br />
Se finaliza con la<br />
bendición del prior<br />
de la comunidad que<br />
nos ha acompañado<br />
durante estas dos<br />
agradables jornadas<br />
Una nueva parada y reunión para iniciar el<br />
descenso ya por la vertiente italiana. En una<br />
zona llana los montañeros son recibidos por<br />
representantes del hospicio que amablemente<br />
ofrecen bebidas a los que van llegando. Tras<br />
un nuevo descanso, se continúa descendiendo<br />
hasta el alpage de la Bau donde hay una nueva<br />
reunión y otra reflexión. Queda todavía una<br />
última subida hasta el hospicio que ya hemos<br />
divisado desde tiempo antes. Se realiza por la<br />
calzada romana tan usada desde hace muchos<br />
siglos. La última parada se tiene bajo una gran<br />
imagen de San Bernardo, el iniciador de esa<br />
orden religiosa, donde se tiene una nueva reflexión<br />
e indicaciones.<br />
En <strong>2016</strong>, año de la Misericordia, se prepara<br />
para ganar el jubileo. La entrada al hospicio a<br />
2500 metros de altitud es ya cerca de las 7 de<br />
la tarde pasando la Puerta de la Misericordia.<br />
Pero la peregrinación no termina aquí. Tras instalarse<br />
los montañeros en las habitaciones con<br />
literas, van todos a rezar las Vísperas con los<br />
canónigos, que son cantadas con gran solemnidad.<br />
A continuación la cena. Es un momento<br />
agradable para reponer fuerzas y compartir con<br />
los compañeros no solo las incidencias de la<br />
marcha sino muchos otros temas. A las 20h30<br />
una nueva reunión en la gran iglesia del hospicio.<br />
Es también un tiempo de oración y de<br />
testimonios personales. Cerca de dos horas<br />
después nos retiramos a las habitaciones para<br />
dormir con tranquilidad.<br />
106
aldea planetaria<br />
La mañana del domingo comienza<br />
para algunos con el rezo de Laudes<br />
con los canónigos a las 7h15, y para el<br />
resto con el desayuno a las 8h00 para<br />
participar en la Misa que es transmitida<br />
por radio y cantada, por lo general, por<br />
alguna buena coral. Pero aún queda<br />
algo antes de finalizar la peregrinación.<br />
Es una nueva reunión en la cripta donde<br />
tras algunas oraciones y cantos hay<br />
nuevos testimonios de los peregrinos<br />
y se finaliza con la bendición del prior<br />
de la comunidad que nos ha acompañado<br />
durante estas dos agradables<br />
jornadas.<br />
Los comentarios de los participantes<br />
son unánimes: se ha cumplido el plan<br />
previsto. Han sido dos intensas jornadas<br />
de montaña, de amistad y convivencia<br />
pero sobre todo de alabanza a Dios en<br />
esa bella naturaleza alpina que se traduce<br />
en propósitos de seguir teniéndole<br />
presente en los diferentes caminos en la<br />
vida ordinaria de cada uno. bn<br />
Han sido dos intensas jornadas de<br />
montaña, de amistad y convivencia<br />
pero sobre todo de alabanza a<br />
Dios en esa bella naturaleza alpina<br />
La peregrinación alpina del Gran San Bernardo<br />
107
cine<br />
Crítica realizada por: Gloria María Tomas y Garrido | Catedrática honoraria de Bioética<br />
Director: David O. Russell | Reparto: Jennifer Lawrence, Robert De Niro, Bradley Cooper<br />
País: EEUU | Fecha estreno: <strong>2016</strong><br />
El valor de lo femenino<br />
Fue San Juan Pablo II -heraldo del Evangelio y<br />
experto en humanidad- el que le dijo a Mª Antonietta<br />
Macciocchi, que estaba escribiendo una<br />
carta de amor a las mujeres, porque creía en el<br />
“genio femenino”. Se trataba de la Mulieris dignitatem<br />
(15-8-1988).<br />
108<br />
El verdadero valor de la<br />
mujer se debe buscar en lo<br />
que la caracteriza como tal;<br />
no en hacerla competir con<br />
el hombre en lo que a éste<br />
caracteriza. En este artículo<br />
se trata de resaltar la visión<br />
de la Iglesia sobre la mujer,<br />
además de traer a colación<br />
una interesante película que<br />
abunda sobre el tema.<br />
Mª Antonietta, la controvertida y honesta política<br />
italiana de de izquierdas quedó fascinada. Habló<br />
y publicó acerca de este documento, al que calificó<br />
de sorprendente por una defensa acerca de la<br />
dignidad femenina, realizada desde la teología, la<br />
sociología y la antropología. En mi opinión, podría<br />
resumirse esa visión como una penetrante mirada,<br />
llena de amor, acerca de la dignidad femenina.<br />
Este año, en el caluroso mes de julio, el Papa Francisco<br />
determinó que la celebración de Santa María<br />
Magdalena adquiría el rango de fiesta; como un<br />
motivo más para reflexionar en la dignidad de la<br />
mujer, en la nueva evangelización, en la grandeza<br />
del misterio de la misericordia divina.<br />
Con ese motivo, el Prelado del Opus Dei, Mons.<br />
Javier Echevarría, escribió un artículo sobre Santa<br />
María Magdalena, del cual recojo el siguiente párrafo:<br />
“ Las mujeres del Evangelio -María Magdalena,<br />
Marta y María de Betania, Juana, Susana y<br />
Salomé-, sirvieron a Jesucristo con una lealtad que<br />
no siempre demostraron los discípulos.<br />
Ellas acompañaban al Maestro por los senderos<br />
de Palestina o lo alojaron en su hogar; lloraron a<br />
su lado en el camino de la Cruz; fueron con la<br />
Madre, Santa María, hasta el patíbulo; y quisieron<br />
honrar el cuerpo de Jesús tras la sepultura.
cine<br />
una penetrante mirada, llena de amor, acerca de la dignidad femenina<br />
Hoy como entonces, la mujer está convocada a<br />
contribuir a la misión de la Iglesia con su inteligencia,<br />
su sensibilidad y fortaleza, su piedad, su celo<br />
apostólico y su afán de servicio, su capacidad de<br />
iniciativa y su generosidad”.<br />
Trato de mostrar, con la evidencia de estos insignes<br />
Maestros, que el “genio femenino”, entendiendo<br />
como tal el aporte genuino de la mujer en cualquier<br />
aspecto y en cualquier lugar, es de ayer, es de hoy,<br />
es de siempre. No deseo, para nada, entrar en el tan<br />
traído y tan pertinaz imperativo de la ideología de<br />
género; muy al contrario trato de mostrar que hasta<br />
“mirando” buen cine podemos volver a redescubrir<br />
la aportación de la mujer, yendo a lo esencial<br />
y, en consecuencia, aprehender y funcionar con las<br />
apropiaciones legítimas del feminismo. Para aquellos<br />
interesados en estos temas aconsejo releer<br />
el libro de Jesús Trillo-Figueroa, “Una revolución<br />
silenciosa”(Libroslibres. Madrid 2007); en él se<br />
realiza una sistematización documentada de los<br />
movimientos feministas, con especial atención al<br />
feminismo del último medio siglo, cuya influencia<br />
social y política ha sido tan profunda.<br />
JOY<br />
109
cine<br />
La película<br />
En este contexto nos centramos hoy en una curiosa<br />
película, Joy, un Biopic que participa del drama<br />
y de la comedia, dirigido por David O. Russell, escrita<br />
por él mismo junto a Annie Mumolo. Como<br />
ya nos tiene acostumbrados Rusell, el film es un<br />
tobogán de ritmo, con sus ventajas y sus inconvenientes.<br />
Se relata libremente parte de la vida de<br />
Joy Mangano, una mujer tenaz, inventora, que en<br />
los años noventa se convirtió en un nuevo tipo<br />
de estrella de la televisión y logró un emporio<br />
empresarial gracias a una serie de inventos domésticos,<br />
tales como la famosa<br />
fregona milagrosa, dotada<br />
de un sistema automático<br />
para escurrirla.<br />
Jennifer Lawrence,<br />
que fue nominada<br />
al Oscar<br />
como mejor<br />
protagonista y<br />
que consiguió<br />
el Globo<br />
de Oro por su<br />
interpretación,<br />
comentó: “Esta<br />
historia trata sobre<br />
muchísimas cosas.<br />
No es sólo la historia de Joy. Trata sobre la<br />
familia, la imaginación, la fe en uno mismo,<br />
sobre la crueldad del éxito y qué implica conseguirlo.<br />
A mí me gustan especialmente todos<br />
los cambios que Joy experimenta. Me encantó<br />
poder interpretarla desde vulnerable y autocrítica<br />
hasta fuerte y distante, y me gustó que se<br />
convirtiera en una verdadera matriarca para su<br />
familia”. La película se desarrolla en el contexto<br />
de una familia a través cuatro generaciones<br />
en la que Joy no sólo consigue fundar una<br />
dinastía de negocios, sino que se convierte en<br />
la matriarca familiar por derecho propio.<br />
Compagina su papel de hija, de madre,<br />
también de esposa divorciada,<br />
y de empresaria. Ante un<br />
mundo, casi implacable,<br />
hay un triunfo de la<br />
familia, del amor y<br />
de lealtad.<br />
110
Todo ello no se le regala a la protagonista, que tiene<br />
que luchar para hacer de sus enemigos aliados,<br />
y que también constata que sus aliados se hacen<br />
enemigos.<br />
No es una gran película<br />
el guión y el argumento<br />
sufre altibajos, como<br />
ya hemos dicho;<br />
quizás hay demasiados<br />
subtramas<br />
-como<br />
a todos nos<br />
pasa en la<br />
vida-.<br />
Pero en una película, y al estilo americano, a veces<br />
este hecho atrae y otras cansa; sin lugar a dudas<br />
el director refleja con naturalidad una vida real, en<br />
que las complicadas situaciones exigen que haya<br />
alguien con capacidad para superar no sólo los<br />
obstáculos del presente, sino también las posibles<br />
dificultades que se adivinan. Y ahí, esta<br />
mujer, sin una ruta clara ni bien definida, luchará<br />
para no fracasar. Y esa mujer, real, de<br />
carne y hueso, manifiesta su “genio femenino”.<br />
Sabe sacar lo mejor de un ambiente<br />
nada propicio.<br />
Hoy como entonces,<br />
la mujer está<br />
convocada a<br />
contribuir a la<br />
misión de la Iglesia<br />
con su inteligencia,<br />
su sensibilidad<br />
y fortaleza, su piedad,<br />
su celo apostólico y<br />
su afán de servicio,<br />
su capacidad de<br />
iniciativa y su<br />
generosidad<br />
JOY<br />
111
cine<br />
Vamos viendo a lo largo de la película que cuenta<br />
con pocos medios económicos -la casa donde<br />
viven todos, hasta el ex marido, está hipotecada-;<br />
no son fáciles las relaciones de unos y otros -por<br />
ejemplo, el ex marido vive en el sótano- y hay tipologías<br />
extravagantes y no pocos traumas. Se<br />
une a esta situación que Joy carece de una adecuada<br />
preparación profesional, pues abandonó<br />
pronto sus estudios para dedicarse a ayudar a su<br />
padre en la contabilidad. En fin, no se sabe cómo<br />
pueden resolverse las pegas. En ese clima, la intuición<br />
y empuje de esta mujer terminan haciéndola<br />
valedora del éxito. Toda esta atmósfera asfixiante<br />
en la que ella puede sentirse en el epicentro de<br />
una locura colectiva no le arrastra una existencia<br />
miserable; es capaz de saltarse las dificultades del<br />
presente y de superar los laberintos sin salida en<br />
los que se encuentra.<br />
“Esta historia trata sobre<br />
muchísimas cosas. No es<br />
sólo la historia de Joy.<br />
Trata sobre la familia, la<br />
imaginación, la fe en uno<br />
mismo, sobre la crueldad<br />
del éxito y qué implica<br />
conseguirlo<br />
Joy es creativa y autodidacta; por ello, justo cuando<br />
empezamos a temer por su salud mental, un<br />
hecho fortuito hace que tenga una idea por la que<br />
no sólo apostará el poco dinero que tiene, sino<br />
que incrementará las deudas que venía arrastrando<br />
desde hace años. No, no viene el desastre, al<br />
contrario comienza, entonces, la mejor aventura<br />
de su vida, hasta con final feliz. No es una película<br />
de moralinas. Si un posible ejemplo para superar<br />
trabas y traumas que, con demasiada frecuencia<br />
acechan a la mujer de hoy. Una vez más viene<br />
a mi memoria una idea de C.S. Lewis: “La tarea<br />
de los educadores modernos no es destrozar<br />
jungla, sino regar senderos. La defensa adecuada<br />
de los falsos sentimientos es inculcar sentimientos<br />
rectos”. Aquí tenemos un testimonio de esa<br />
textura; sin romper el sistema, y sin romperse se<br />
abren nuevos senderos, nuevos sentimientos no<br />
de queja sino de acción, de innovación, de buena<br />
perspicacia femenina, que le hicieron bien a ella, a<br />
su familia, y a la sociedad en la que vivió. Enhorabuena<br />
Joy Mangano. bn<br />
112
cine<br />
nombre artículo<br />
113
fuerza en la mirada<br />
Javier González García<br />
Nuestra<br />
voluntad<br />
Que el mundo está sumido en un periodo<br />
complicado para un cristiano es obvio en<br />
nuestros días. Más aún si como yo, eres parte<br />
de esta juventud llena de ilusión y con ganas<br />
de cambiar la situación y dejar un mundo un<br />
poquito mejor para nuestro hijos y futuras generaciones.<br />
Es una realidad que en esta sociedad,<br />
parece difícil ser católico, en medio de este caos,<br />
de tanto ruido y de la cantidad de cosas que<br />
tenemos que hacer. Y al final por unas cosas o<br />
por otras, la gente de nuestro alrededor, e incluso<br />
nosotros, a veces nos olvidamos de lo que<br />
creemos. Y yo muchas veces me pregunto, ¿qué<br />
narices podemos hacer nosotros, como devoradores<br />
de ilusiones y trabajadores de la esperanza, para<br />
ayudar a nuestros amigos, hermanos, compañeros…?<br />
No está de moda seguir ciertas ‘costumbres’, como son llamadas en ocasiones<br />
nuestras creencias; y termina pareciendo que nuestro ‘modo de vida’ (que es lo<br />
que es en realidad) es algo extraño, friki y en ocasiones incluso “irrespetuoso” o<br />
“retrógrado”. Desgraciadamente, el viento cambia de rumbo, y parece que ahora<br />
es que no se puede seguir a Cristo, ir a la Iglesia, defender el matrimonio, vivir<br />
un noviazgo casto o incluso simplemente responder a la bondad que Dios nos<br />
ha regalado. Y en el centro de todo esto, ahí estamos nosotros, el futuro del país,<br />
rodeados de personas que nos miran con mala cara, que nos rechazan, que se ríen<br />
o que nos tachan de ‘raritos’. Y eso, para una persona de nuestra edad, es duro. Y<br />
lo que es además… es una verdadera lástima por los demás.<br />
114
fuerza en la mirada<br />
La voluntad de Dios<br />
Y me vuelvo a preguntar, ¿qué quiere Dios que hagamos con todo esto? ¿Qué<br />
quiere de nosotros, que procuramos ser fieles y demostrar que somos normales<br />
(y felices además)? Por supuesto que mantener nuestra lealtad y como dice el<br />
Papa muy acertadamente: “dar testimonio”, mostrar a los demás lo precioso que es<br />
vivir de esta manera. Pero todos sabemos, que en ocasiones no es tan fácil.<br />
“En verdad os digo,<br />
que no hay nadie que,<br />
habiendo dejado casa,<br />
o hermanos,o hermanas,<br />
o madre, o padre, o hijos,<br />
o campos, por amor de mí<br />
y del Evangelio, no reciba<br />
el céntuplo”<br />
Es una pena, pero en España se ha creado una realidad religiosa complicada y<br />
extraña, en la que se dice que los creyentes se han dividido en “practicantes”, y en<br />
“creo en Dios pero no en la Iglesia”. No es tan fácil cuando en el fondo, Dios existe<br />
para todos, y por lo tanto, debería estar en todos. Pero cuando miramos a nuestro<br />
alrededor, a la gente por la calle, en la tele, en las películas; o incluso a nuestros<br />
amigos, vecinos y familiares; o a nosotros mismos… no es tan fácil verlo.<br />
El muro de ladrillos<br />
115
fuerza en la mirada<br />
Y es que es cierto, que para alguien que no ha tenido una formación adecuada,<br />
o que simplemente por circunstancias de la vida no es capaz de entender, es difícil<br />
ver a Dios, el Creador y Todopoderoso, en un trocito de pan. Es humano en<br />
el fondo. Es una lástima pero no todo el mundo ha tenido la oportunidad. Yo me<br />
pongo en esa situación, en la ignorancia, o desde experiencias dolorosas… y es<br />
muy difícil, comprender cómo una mujer pudo dar a luz sin haber conocido varón.<br />
Aunque para nosotros sí que lo sea… no tiene porqué serlo para todo el mundo.<br />
Hay que tratar de ponerse en el lugar del otro. Tampoco para un creyente del ‘tipo<br />
dos’ de los previamente citados es fácil. ¡Si es que muchas veces es difícil hasta<br />
para nosotros! Creo que para lograr tocar el corazón de los demás, incluso el nuestro…<br />
es importantísimo haberse encontrado con Él. Es la clave de todo. No importa lo descabellado<br />
que sea lo que sea que nos digan, que después de haber sentido su Amor…<br />
nada es imposible. Pero claro… ¿cómo verle? ¿Cómo se puede dar ese encuentro?<br />
Cómo pasar a Cristo<br />
Desde luego que es difícil, ¡hasta a mí me encantaría tenerlo en muchos momentos<br />
del día! Pero es posible encontrarse con Él. Porque es que existe, y nos ama a<br />
todos sin medida, y por lo tanto llama a cada uno de los seres humanos que viven<br />
y campan por la tierra. Esa es la llave hasta su amor: escuchar la llamada. Y quiero<br />
poner una pequeña imagen en vuestras cabezas que en ocasiones me ayuda. A<br />
veces veo la vida como un camino, en el que a la derecha se alza una enorme pared<br />
de ladrillos, dura e impenetrable. Pero al otro lado del muro está Jesús, sereno,<br />
tranquilo y paciente, caminando a nuestro lado por un camino paralelo. Y en ocasiones,<br />
nos damos cuenta de que algo va mal, ¿a quién no le ha pasado? “Me siento<br />
vacío”, “me falta algo”, “yo en realidad no quiero esto”, “si pudiera volver atrás”,<br />
“yo en verdad quería”... Nos detenemos en el camino porque sabemos que no<br />
es por ahí. Porque hay algo que nos dice que no, aunque no esté del todo mal…<br />
pero algo no cuadra. Y de repente nos parece escuchar a Jesús al otro lado, a lo<br />
lejos, que se llena de emoción solo de pensar que por fin, puede darse el ansiado<br />
encuentro. Pero… nos topamos con ese gigantesco muro que no nos deja ver más<br />
allá. Agachamos la cabeza, nos conformamos, y seguimos caminando. ¿Y Jesús?<br />
También. Y lo volverá a intentar de nuevo, tantas veces como sean necesarias.<br />
Creo que para lograr tocar el<br />
corazón de los demás, incluso<br />
el nuestro… es importantísimo<br />
haberse encontrado con Él<br />
116
fuerza en la mirada<br />
La historia es que ese detenerse, esa insatisfacción, existe. Los placeres terrenales están<br />
muy bien, si es que no hay duda de ello, ‘el de abajo’ no es tonto; pero está claro que<br />
no es a lo que estamos llamados. ¿Cuántas veces no sentimos de vuelta lo que nosotros<br />
damos? En la amistad, en el amor, en el ‘ser felices’... Y esa llamada que nos para<br />
en el camino, también existe, nos pasa cada día a nosotros, que es lo que nos lleva a<br />
acudir a los sacramentos, a ayudar al necesitado, a ser fieles, a la renuncia, al sacrificio,<br />
y a amar de verdad. Es el navegar a contracorriente. Es la gracia divina y el Espíritu<br />
Santo lo que guía nuestros pasos, y también el que nos detiene cuando nos<br />
equivocamos. Es también la llamada que tiene que sentir todo el mundo en<br />
algún momento de su vida, de una forma o de otra. Pero el muro. Ese muro lleno<br />
de miedo, de vergüenza, de prejuicios, de egoísmo, de comodidad, de pereza y también<br />
de equivocaciones del pasado (claro que sí, somos humanos). Pero es que, desde el<br />
día en el que un hombre de Galilea colgó de un madero y murió por ti y por mí, ese<br />
gigantesco muro.... no es más que papel de fumar. Un papel de fumar con un muro de<br />
ladrillos dibujado de manera hiperrealista. Con el dedo de una mano lo romperías y lo<br />
traspasarías sin problema. Pero claro, hay que confiar en que no te romperás los nudillos,<br />
y el ladrillo es duro, según nos han enseñado.<br />
Ese es el pequeño paso que hay que superar. Ese pequeño salto al vacío, ese jugársela,<br />
ese tirarse a la piscina… que está llena de la preciosa realidad de la conversión. Y no<br />
hay que hacer gran cosa, porque son tantas Sus ganas de responder… sólo hay que<br />
escuchar. Entra en esa iglesia, habla con esa persona, acude a esa charla, ve a<br />
esas misiones, ve a verle, comulga… traspasa la barrera del miedo. Responde<br />
a esa llamada, abre los ojos y ve cómo se alinean los planetas, aunque sea difícil de<br />
comprender. Él está al otro lado, y solo hay que ser valientes. Un montón de jóvenes valientes<br />
en este mundo, que se la juegan por Él, que se levantan del sofá al escuchar esa<br />
llamada que todos tenemos en el corazón: curiosidad, milagro, desesperación, formación,<br />
aspiración a algo grande, inconformismo… podemos llamarlo como queramos,<br />
pero es Él. Es Él llamándonos al otro lado, diciéndonos que nos tiremos a la piscina,<br />
que Él tiene sus manos debajo. Que te quiere. Eso es lo que necesita el mundo,<br />
comprensión, saber que está ahí, encontrarse con Él, y todo lo<br />
demás vendrá solo. Digámosle al mundo y a nosotros<br />
mismos, que solo hace falta ese primer paso,<br />
que no son ladrillos reales, que es<br />
papel muy fino, que hay<br />
que confiar…, que Él<br />
responderá sin dudarlo.<br />
El ciento por uno.<br />
bn<br />
El muro de ladrillos<br />
117
fuerza en la mirada<br />
Probablemente uno de los motivos por los que Juan Pablo II se interesó<br />
en estudiar el amor humano fue para ayudar a las personas a crecer en el<br />
amor y comprendieran como la vida de cada hombre adquiere un sentido<br />
y un fin en la medida en que se entrega a otro. Reflexionando acerca de<br />
varios puntos desarrollados por Juan Pablo II en este artículo me quiero<br />
centrar en un punto esencial : la necesidad de crecer en el amor. La persona<br />
que ama es aquella que está dispuesta a que su amor por el otro crezca<br />
cada día con todo lo que eso conlleva. El amor no es algo que aparece de<br />
repente en nuestra vida y se queda para siempre, no, el amor debe de ser<br />
construido y esa es la tarea propia del hombre y de la mujer.<br />
Almudena Pérez | Estudiante de teología Universidad San Dámaso<br />
Enamoramiento<br />
Siempre me ha llamado la atención que<br />
las películas de amor suelen acabar con los<br />
dos enamorados “reconciliados” tras pasar<br />
por muchas dificultades. Es como si el destino<br />
les volviese a unir y eso fuese suficiente.<br />
La sensación que te deja la película<br />
es que esa pareja va a ser inmensamente<br />
feliz y que esa felicidad durará siempre. En<br />
las películas parece que todo es muy fácil<br />
(por eso son películas), que no hay apenas<br />
que luchar y que todo sucede de la manera<br />
más espectacular que nadie jamás ha<br />
podido imaginar. En mi opinión creo que<br />
este tipo de cine, el cual llevamos toda la<br />
vida viendo y emocionándonos con él, nos<br />
engaña y nos hace creer que el amor es de<br />
una manera cuando en realidad es de otra.<br />
Las relación entre un hombre y una mujer<br />
pasa por diversas etapas porque siempre<br />
está llamada a “ser más”, es decir a crecer<br />
en el amor. El enamoramiento es la etapa<br />
del principio, es la etapa donde florece el<br />
amor, donde todo es idílico y maravilloso.<br />
Cada uno de los enamorados reconoce en<br />
el otro una llamada a vivir el amor pero de<br />
una manera muy concreta, es decir “SOLO<br />
CONTIGO”, porque ambos reconocen en<br />
su corazón que no hay nadie como el otro.<br />
118
fuerza en la mirada<br />
La persona que ama<br />
es aquella que está<br />
dispuesta a que su<br />
amor por el otro<br />
crezca cada día con<br />
todo lo que eso<br />
conlleva<br />
Se puede crecer en el amor al otro<br />
119
fuerza en la mirada<br />
Esta experiencia de la que el papa también<br />
habló a los jóvenes, la reconoce cualquier<br />
persona que se ha enamorado, por eso no<br />
es algo cursi o empalagoso, sino que es<br />
tan real que cualquier persona enamorada<br />
te lo puede afirmar.<br />
Pero quedarnos en el enamoramiento no<br />
es suficiente (además sería horrible vivir<br />
eternamente con las mariposas en el estómago).<br />
Hay que decidirse para poder crecer<br />
en el amor, hay que arriesgarse, hay<br />
que trabajar día a día, hay que entregarse<br />
porque el amor no es un simple sentimiento<br />
es mucho más, es una elección.<br />
Madurez en el amor<br />
Parece que cuando una pareja deja de sentir<br />
“ese enamoramiento del principio” el amor<br />
se ha acabado. Puede ser, pero en realidad<br />
lo que ocurre es que ese sentimiento ha madurado,<br />
y ya no importa tanto lo que siento<br />
sino lo que la otra persona es para mí, descubriendo<br />
otros matices del amor aún mucho<br />
más auténticos.<br />
Por todo esto<br />
se puede decir<br />
que es en estos<br />
momentos cuando<br />
el amor va creciendo.<br />
Para nosotros los jóvenes hoy en día entender<br />
esto es un poco complicado, porque<br />
hemos igualado amor a sentimientos<br />
y Juan Pablo II nos ayudó a descubrir que<br />
esto no es del todo cierto. Es verdad que<br />
en el camino del amor los sentimientos<br />
deben de estar, porque no somos seres<br />
únicamente racionales, pero se tienen que<br />
transformar para querer al otro más allá de<br />
los propios sentimientos, porque éstos vienen<br />
y se van.<br />
“El amor… todo lo excusa, todo lo cree,<br />
todo lo espera, todo lo soporta. El amor no<br />
pasa nunca” (1 Cor, 7)<br />
Amar a alguien es arriesgarse a perder en<br />
algunas ocasiones para ganar en otras; es<br />
empezar a ver la vida con los ojos del otro;<br />
es aprender a pensar en el otro antes que<br />
en uno mismo; es querer al otro tal y como<br />
es; es no rendirse ante las dificultades…<br />
Es algo más que un puro sentimiento. Podemos<br />
decir que es pasar de un YO a un<br />
NOSOTROS, con todo lo que eso conlleva.<br />
Esto no siempre es fácil, al revés, implica<br />
un cierto nivel de renuncia, pero todos sabemos<br />
que si algo merece la pena hay que<br />
luchar por ello. Por todo esto podemos decir<br />
que el amor verdadero EXISTE, porque<br />
no cae del cielo como dan a entender las<br />
películas, sino que somos nosotros mismos<br />
los que tenemos la gran tarea de ir<br />
construyéndolo. bn<br />
” La medida del amor es amar sin medida”<br />
(San Agustín)<br />
120
fuerza en la mirada<br />
C/ Arganda, 4 Bajo R - Madrid<br />
Consulta previa petición de hora al teléfono 91 474 63 42<br />
nombre artículo<br />
121
fuerza en la mirada<br />
Marta Guerrero - Periodista<br />
Hace poco más de un año, Dios permitió que varios anhelos confluyeran en un<br />
mismo camino. Apenas seguía resonando en nuestros oídos la llamada con la que<br />
el Santo Padre nos exhortaba a ser una Iglesia y un movimiento (Schoenstatt) en<br />
salida, cuando varios jóvenes descubrimos que sentíamos una misma llamada a<br />
“salir a la periferia”. Como cuando un plan es de Dios, nada es casualidad, al mismo<br />
tiempo dos familias del movimiento se sintieron interpeladas al escuchar el testimonio<br />
de un grupo de chicas que habían estado de misiones en Cuba ese verano.<br />
Preparacion del viaje<br />
Fue un curso de mucha preparación, de soñar<br />
con la misión, de imaginar algo grande,<br />
de confiar en Dios y poner en sus manos<br />
todas las ilusiones y deseos que teníamos<br />
por compartir el próximo mes de agosto con<br />
nuestros amigos cubanos. Poco a poco fueron<br />
pasando estos meses y con ellos las reuniones<br />
en las que no dejábamos de planear<br />
con mucho cariño y detalle cada aspecto de<br />
la “Misión Cuba”. Pese a que en un principio<br />
éramos solo cuatro amigos los que comenzamos<br />
a organizar este proyecto, Dios<br />
nos volvió a superar en generosidad duplicando<br />
pronto esta cifra y permitiendo que<br />
descubriésemos que dos familias también<br />
schoenstattianas (con sus cuatro hijos cada<br />
una) tenían unas intenciones muy parecidas<br />
a las nuestras.<br />
Tres de nuestros amigos del grupo de jóvenes<br />
ya habían tenido ocasión de visitar en<br />
misión la Parroquia del pueblecito sureño<br />
que nos iba a acoger: Santa Cruz del Sur.<br />
Esta ventaja, nos permitió tener una comunicación<br />
muy fluida y efectiva con el Padre<br />
Bladimir, párroco del mismo. A la hora de<br />
122<br />
coordinar sus expectativas y necesidades con<br />
las nuestras, descubrimos que nuestro anhelo<br />
era correspondido en aquel recóndito lugar<br />
de Cuba, puesto que nuestros anfitriones<br />
también preparaban con la misma ilusión<br />
esta misión. Era increíble comprobar que ni<br />
siquiera la extensión del inmenso “charco”<br />
que nos separaba era un impedimento para<br />
que Dios cumpliese con el mismo deseo que<br />
había inspirado en personas que vivían unas<br />
realidades tan distintas.<br />
La experiencia<br />
En Santa Cruz, nos esperaba el Padre Bladimir<br />
junto con toda la comunidad parroquial:<br />
señoras, familias, niños y, sobre todo, un encendido<br />
grupo de jóvenes. Pronto descubrimos<br />
en este sacerdote a un auténtico “loco<br />
por la misión” que, recién ordenado, llegó a<br />
este pueblo hace ya cinco años. Cuando aterrizó<br />
en la Parroquia, el Padre echó en falta<br />
una comunidad joven comprometida con su<br />
día a día y desarrollo.
fuerza en la mirada<br />
En medio de la tristeza y la<br />
miseria que invadía mucho<br />
de los rincones de este lugar,<br />
pudimos conocer historias<br />
llenas de esperanza y de fe<br />
Por este motivo, todos los días por las tardes<br />
se iba a los campos de volley y fútbol a jugar<br />
con los chicos que allí encontraba. Poco a<br />
poco, algunos de estos jóvenes se quedaron<br />
prendados del modo de vida diferente que<br />
les proponía el sacerdote, ya que les permitía<br />
ser felices prescindiendo de otras realidades<br />
a las que solían estar apegados, como las<br />
discotecas, el alcohol o el exhibirse.<br />
“Empezamos con sesenta jóvenes, ahora<br />
somos menos. También tenemos un grupo<br />
que se llama ‘Adolescentes por la Santidad’”,<br />
explica el Padre Bladimir. Desde el principio<br />
de nuestra misión este verano, a los españoles<br />
nos sobrecogió el ejemplo de esta<br />
comunidad joven, tan comprometida con la<br />
vida parroquial. En un país en el que tanto<br />
el sistema como la diversidad de religiones<br />
han causado estragos en la expansión y consolidación<br />
de la Iglesia católica, los cristianos<br />
no pueden permitirse dar nada por hecho,<br />
puesto que su propia vida de fe depende en<br />
gran parte de su entrega personal.<br />
De este modo, a todos nosotros nos sorprendió<br />
el compromiso de estos jóvenes con<br />
su Parroquia. Mostraban su desinteresada<br />
disponibilidad no solo a la hora de dirigir y<br />
organizar muchas de sus actividades semanales<br />
o de participar en la celebración de la<br />
Eucaristía, sino que además se implicaban<br />
con esmero en cuestiones relacionadas con<br />
el mantenimiento del recinto parroquial o<br />
con los aspectos logísticos de la acogida del<br />
grupo de españoles que les visitábamos, por<br />
ejemplo. Mostrando siempre su iniciativa, cariño<br />
y generosidad para con nosotros, esta<br />
comunidad parroquianos dio mucho que reflexionar<br />
y comentar, llegando en más de una<br />
ocasión a sentirnos privilegiados por formar<br />
parte temporalmente de aquella familia que,<br />
se nos antojaba, muy parecida en su modo<br />
de vida a los primeros cristianos.<br />
Cuba<br />
123
fuerza en la mirada<br />
Otro aspecto que llamó nuestra atención,<br />
fue comprobar que la misión forma parte del<br />
ADN del cristiano cubano. En este país pudimos<br />
experimentar que la exhortación del<br />
Papa a ser una Iglesia en salida y creadora<br />
de vínculos es una realidad totalmente asumida.<br />
En este sentido, personalmente, en<br />
varios momentos me sentí muy pequeña al<br />
sentirme más misionada que misionera. No<br />
nos podía dejar indiferentes la cercanía y la<br />
generosidad de estos jóvenes a la hora de<br />
acercarse con entrega a los más desfavorecidos<br />
para hablarles del amor de Dios.<br />
Al comienzo de la misión, nos organizamos<br />
para visitar cada mañana una de las comunidades<br />
que dependían de Parroquia de Santa<br />
Cruz del Sur y de la actividad del Padre<br />
Bladimir. El sufrido calor húmedo, al que los<br />
propios cubanos reconocían no acostumbrarse,<br />
no impidió que llegáramos a estos pequeños<br />
pueblos y aldeas para conocer a sus<br />
gentes. Así, entre cantos, bromas, juegos y<br />
oraciones, visitamos Macareño, Arroyo Blanco,<br />
El Francés y Paloma. Los jóvenes cubanos<br />
y españoles nos repartíamos, acompañados<br />
siempre por nuestra querida Virgen Peregrina<br />
de Schoenstatt, para adentrarnos en los<br />
humildes hogares de las personas que, con<br />
mucha hospitalidad y cariño, nos invitaban a<br />
visitarlos y compartir sus vidas con nosotros.<br />
En aquellos momentos, pudimos conocer diferentes<br />
tipos de pobreza: material, física, espiritual,<br />
humana… si bien todas nos resultaban<br />
conmovedoras, fuimos claros testigos de<br />
que Dios tenía más cabida para manifestarse<br />
glorioso en medio de estos sufrimientos que<br />
en la riqueza material y la comodidad espiritual<br />
con la que nosotros estábamos acostumbrados<br />
a vivir en nuestro país.<br />
Días después, recibimos en Santa Cruz los ansiados<br />
campamentos de verano. De repente,<br />
una mañana la Parroquia se llenó de entre 200<br />
y 300 niños que venían de estas comunidades<br />
dispuestos a disfrutar de las actividades que,<br />
con tanto cariño, prepararon los monitores. A<br />
través de los talleres de pintura, canto, fútbol,<br />
baile, volley, fotografía… una vez más pudimos<br />
presenciar lo fácil que era ver a Dios en su sencillez,<br />
espontaneidad y alegría.<br />
Una de las actividades más determinantes de<br />
nuestro paso por Cuba fue, sin duda, la Misión<br />
Joven que vivimos en Santa Marta. Este<br />
pueblecito rural, que se construyó en torno<br />
a una azucarera (ahora abandonada) nos recibió<br />
durante una semana en la que, junto<br />
con un grupo de cuarenta universitarios cubanos,<br />
nos dedicamos a visitar sus hogares e<br />
impartir nuevos campamentos de veranos a<br />
los niños.<br />
Entre cantos, bromas, juegos<br />
y oraciones, visitamos Macareño,<br />
Arroyo Blanco, El Francés<br />
y Paloma<br />
124
A los españoles nos sobrecogió<br />
el ejemplo de esta comunidad<br />
joven, tan comprometida<br />
con la vida parroquial<br />
En medio de la tristeza y la miseria que invadía<br />
mucho de los rincones de este lugar, pudimos<br />
conocer historias llena de esperanza y de fe.<br />
Asimismo, presenciamos como Dios se tomó<br />
en serio la entrega del grupo de misioneros<br />
para llegar a muchas personas que parecían<br />
haber vivido una auténtica transformación en<br />
solo unos días. Si a comienzos de aquella semana,<br />
la pequeña iglesia de Santa Marta estaba<br />
casi vacía, el domingo no cabía un alma<br />
en ella. En aquel momento, volvimos a revivir<br />
la alegría de los primeros cristianos al recibir<br />
en nuestra gran familia a nueve niños que recibieron<br />
el Bautismo y al celebrar la Eucaristía<br />
dominical como una auténtica fiesta.<br />
Tras compartir también unos días de convivencia<br />
con nuestro grupo joven anfitrión en el<br />
paradisiaco paraje natural de El Nicho, nuestra<br />
misión iba tocando a su fin y llegaba el momento<br />
de las despedidas con nuestros nuevos<br />
amigos con los que tanto habíamos vivido.<br />
Con la sensación de que, finalmente, habíamos<br />
sido tan receptores como emisores de la<br />
querida ‘Misión Cuba’, volvimos a España con<br />
el agradecimiento a Dios y a Cuba por haber<br />
vivido algo más grande de lo que incluso nos<br />
habíamos atrevido a soñar. bn<br />
Cuba<br />
125
entretenimiento<br />
En un tiroteo entre policías y<br />
ladrones, la policía detiene a un<br />
ciego. Luego de un rato lo sueltan<br />
porque, NO TENÍA NADA QUE VER...<br />
un tigre le pregunta a un pollito<br />
–¿como te llamas?<br />
–pollito….y tù?<br />
–tigrito<br />
–nu nu megrites<br />
Entra un nuevo profe al curso<br />
y se presenta:<br />
–Buenos días, mi nombre es Largo.<br />
Dice Juancito:<br />
–No importa, tenemos tiempo<br />
126
Va una pareja por la calle<br />
y aparece un secuestrador<br />
que la dice a la mujer:<br />
¡Deme la cartera o la degollo!<br />
Y dice la mujer:<br />
¡Goyo! ¡Goyo! ¡Dale La cartera!<br />
En el museo<br />
En un prestigioso museo antropólogico<br />
el guía gallego se dirige a los turistas:<br />
–Bueno y acá tenemos el esqueleto<br />
de un Tiranosaurus Rex que tiene<br />
aproximadamente 65 millones de años<br />
y 15 días.<br />
Un turista sorprendido pregunta:<br />
-Señor, ¿cómo sabe usted la edad con<br />
tanta precisión?<br />
–Cuando entré a trabajar me dijeron<br />
que tenía 65 millones años... y hace ya<br />
15 días que trabajo.<br />
entretenimiento<br />
127
entretenimiento<br />
El Jefe<br />
Un vendedor de mascotas tiene tres loros a la venta.<br />
Y un posible comprador se le acerca...<br />
–Cuánto valen estos Loros ?<br />
–El primero vale 1.000 €.<br />
–Por mil euros, que es lo que hace, como puede valer<br />
tanto este pajarraco ?<br />
Bueno, contesta el vendedor, Sabe 10.000 palabras y 500<br />
oraciones y también resuelve problemas de matemática.<br />
–Y el segundo ? –Ese vale 20.000 €.<br />
–Y este que hace ? –Sabe 100.000 palabras y 10.000<br />
sentencias, resuelve expresiones matemáticas complejas<br />
y sabe programar computadoras.<br />
–Gauuuu, y el tercero?<br />
–Ese vale 200.000 €. –No me imagino que lo que debe poder<br />
hacer por ese precio.<br />
–No no sabe nada, pero los dos loros lo llaman EL JEFE.<br />
¡oh padres!<br />
128<br />
Una señora peruana va a sacar el pasaporte.<br />
El funcionario en turno le pregunta:<br />
-Cuantos hijos tiene, señora?<br />
-Diez.<br />
-Como se llaman?<br />
-Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo,<br />
Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo,<br />
Bernardo y Bernardo.<br />
-Todos se llaman Bernardo? Y como le hace<br />
para llamarlos cuando, por ejemplo, están<br />
jugando todos afuera?<br />
-Muy simple, grito “Bernardo” y todos entran.<br />
-Y si quiere que vayan a comer?<br />
-Igual. Grito “Bernardo” y todos se sientan a comer.<br />
-Pero si usted quiere hablar con uno en particular,<br />
¿cómo hace?<br />
-Ah! En ese caso, lo llamo por su apellido.
—Mi querido Sancho, lo tengo<br />
decidido y lo haré. Cabalgaré<br />
y bregaré hasta encontrar al<br />
necesitado para socorrerlo,<br />
desharé entuertos,<br />
lidiaré en empresas perdidas,<br />
buscaré aventuras donde luchar<br />
por las causas nobles y volveré<br />
a encontrarme con mi amada<br />
Dulcinea. Eso haré,<br />
pero si tú, buen amigo,<br />
prefieres abstenerte estás<br />
en tu derecho.<br />
—Bueno, y vuesa merced<br />
¿qué tiene decidido hacer?<br />
Pues yo, la verdad, seguiré<br />
con el ”no es no”.<br />
entretenimiento<br />
129
entretenimiento<br />
Buenaventura paseando por el campo<br />
ve un pastor con sus ovejas.<br />
Buenos días buen hombre.<br />
¿Qué tal se portan<br />
sus ovejas?<br />
¿Las blancas<br />
o las negras?<br />
Pues, no sé...,<br />
las blancas<br />
Las blancas<br />
se portan bien<br />
¡Ah! ¿Y entonces<br />
las negras?<br />
también<br />
Buenaventura pone cara de sorpresa<br />
por la repuesta.<br />
Y sacará mucha lana,<br />
que luego vende, claro.<br />
¿De las blancas<br />
o de las negras?<br />
Unos 10 kilos más o menos<br />
También<br />
¿Y de las<br />
negras?<br />
Pues, no sé…,<br />
de las blancas<br />
perdone, pero no<br />
entiendo, me dice que<br />
elija entre las blancas<br />
o las negras pero luego<br />
las dos son iguales y<br />
hacen lo mismo... ¿por<br />
qué hace eso?<br />
Es que las blancas son mías<br />
¡Ah, vale…!<br />
¿Y las negras?<br />
También<br />
130
Oración<br />
Bendito seas Padre Santo por los inmensos beneficios que recibo de ti.<br />
Te doy gracias por todos los momentos dichosos que me concedes,<br />
y también por cuanto me sucede, aunque no sea de mi agrado,<br />
porque si esa es tu voluntad, será bueno para mí y para los demás.<br />
Y si lo que me ocurra a mí o a las personas que amo<br />
no es porque tú así lo quieras,<br />
sino un mal como consecuencia del pecado de los hombres,<br />
tú, en tu infinita sabiduría y misericordia,<br />
sabrás convertirlo en bien para todos nosotros.<br />
Ese bien no puede ser otro que el que nos lleve a la Vida Eterna,<br />
a la infinita dicha de vivir la plenitud del amor contigo,<br />
con todos los hombres redimidos por tu Hijo Jesucristo<br />
y a participar en el gozoso conocimiento<br />
de la inmensa ternura y belleza de tu santa Madre.<br />
En definitiva, Señor, te doy gracias por todo lo que acontece,<br />
pues, aceptándolo, me oriento hacia la Vida sin fin<br />
en la que todo deseo será satisfecho.<br />
Y, por encima de todo, me llena de ilusión la promesa<br />
de que participaré, como cada uno de mis hermanos,<br />
en la alucinante realidad de la vida trinitaria.<br />
Todo por el infinito amor del Padre,<br />
el perdón redentor del Hijo<br />
y la inestimable ayuda del Espíritu Santo.<br />
Gracias Señor. Que todo sea según tu voluntad.<br />
Amén