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BUENA NUEVA, noviembre 2016

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mosaico<br />

Contenido<br />

[Director]<br />

Jorge L. Santana Dumas<br />

[Subdirectora]<br />

Dayana Figarella<br />

[Jefe de redacción]<br />

Juan José Guerrero<br />

[Consejo de redacción]<br />

Luciano García Matas<br />

Raquel Fernández de Bobadilla<br />

César Allende García<br />

Victoria Luque Vega<br />

Horacio Vázquez Cermeño<br />

[Administración]<br />

Josué Santana Neira<br />

[Directores de zona]<br />

Almudena García Peña<br />

Juan Frutos Soria<br />

Juan Manuel Balmes<br />

Juan Antonio Tuñón González<br />

José I. Dionisio de la Torre<br />

[Colaboradores]<br />

Francisco Lerdo de Tejada<br />

Jesús Castro Cortés<br />

Fernando Cerezo<br />

Carlos Linares Juárez<br />

Fernando Zufía García<br />

Valentín de Prado<br />

Julio Cerezo<br />

[Maquetación]<br />

J. Kiróbel Rodríguez<br />

[Ilustraciones]<br />

Julian García<br />

[Web]<br />

Josué Santana Neira<br />

[Edita]<br />

Editorial Bendita María<br />

Avda. Pablo VI, 9 - Local 12 A<br />

28224 Pozuelo de Alarcón<br />

Madrid<br />

Tel.: 91 759 79 68<br />

[E-mail]<br />

info@buenanueva.es<br />

[web]<br />

www.buenanueva.es<br />

[Depósito legal]<br />

M-26182-2006<br />

HACIA ORIENTE<br />

3 Sabor a eternidad<br />

Dayana Figarella<br />

ARCA DE NOÉ<br />

CANTEMOS AL SEÑOR<br />

8 Salmo 125<br />

Hermenegildo Sevilla Garrido<br />

TESTIGOS DE LA VERDAD<br />

10 Entrevista a Jesús Poveda<br />

Dayana Figarella | Buenanueva<br />

ECHANDO LAS REDES<br />

18 Pleito de Jeremías con Dios<br />

Antonio Pavía<br />

EDUCACIÓN PARA LA VIDA<br />

24 Las relaciones prematrimoniales IV<br />

Alfonso López Quintás<br />

SI HOY ESCUCHÁIS SU VOZ<br />

30 Temporal en la noche<br />

Jaime Pérez<br />

<strong>NUEVA</strong> ESTÉTICA<br />

34 Sagrada Familia V<br />

Enrique Solana<br />

SED SANTOS<br />

40 Walter Ciszek<br />

Victoria Escudero<br />

46 Elogio de las tinieblas II<br />

Horacio Vásquez Cermeño<br />

52 Reflexiones imprescindibles<br />

Javier Alba<br />

56 Oscar Wilde y su ruiseñor<br />

Francisco Lerdo de Tejada<br />

MOSAICO<br />

62 La tiranía del yo o la gracia del tú<br />

Jorge Santana<br />

66 La diosa Felicidad<br />

Alberto Vidal Guerrero<br />

72 Encuentro con Jesucristo<br />

Jerónimo Barrio<br />

80 JMJ - Compartiendo la experiencia<br />

88 El salario del pecado<br />

Antonio Arias Crespo<br />

CIENCIA<br />

90 Esparanza cientifica para la<br />

esclerosis múltiple<br />

Carlos Valiente Berroso<br />

RAZÓN CREADORA<br />

96 Recordando a Rafa Lozano<br />

María Torres Montoro<br />

ALDEA PLANETARIA<br />

104 La peregrinación alpina de<br />

Gran San Bernardo<br />

Pedro Estaún<br />

CINE<br />

108 JOY<br />

Gloria Mª Tomás y Garrido<br />

FUERZA EN LA MIRADA<br />

114 El muro de ladrillos<br />

Javier Gozález García<br />

118 ¿Se puede crecer en el amor al otro?<br />

Almudena Pérez<br />

122 Cuba, tierra de misión joven y esperanza<br />

Marta Guerrero<br />

ENTRETENIMIENTO<br />

ORACIÓN


hacia oriente<br />

La oscuridad es profunda y la tiniebla espesa no deja ver nada. Emerge el temor y la tribulación<br />

que inquieta, pero allí estás Tú, ungiéndonos con tu crema afectiva para sanar la inflamación,<br />

la herida. Y el miedo se va… Dejarte amar del modo que Él disponga. Con el apoyo único del<br />

Redentor. “Cuando reparas en algo, dejas de arrojarte al todo. Porque para venir del todo al<br />

todo, has de negarte del todo en todo”.<br />

Empeño necio en buscar en vano razones y seguridades que el mundo es experto en ofrecer,<br />

pero si tu amor lo puede todo, lo transforma todo. Porque haces que “griten las piedras” (cf<br />

Lc 19, 40) y que Bartimeo -el ciego de Jericó- vea (Mc, 46, 52). El combate ha de ser con fe de<br />

“tigres”, aunque salten las imperfecciones, los defectos y las flaquezas. Deshilando tu misterio<br />

cuando no se ve nada, sabiéndonos nada.<br />

Y cuando las balas sustituyen las palabras, se niega el derecho a la vida y a la familia, la histeria<br />

colectiva prevalece y las ideologías invasoras amenazan con leyes rebuscadas, allí estás Tú,<br />

en la cruz. Nos enseñas que el motivo de existir es nuestra vida eterna. Cada momento sabe<br />

a eternidad cuando somos capaces de amar al que es diferente a mí, a ti, de mirar, hablar y<br />

servir al otro con el pensamiento, la lengua y el corazón.<br />

Cada segundo sabe a eternidad cuando abrimos nuestro espacio a la caridad y hospitalidad<br />

verdadera, cuando llenamos con amor y sonrisa al que se desangra en soledad y amargura.<br />

Nos abrimos a la misericordia practicando la misericordia. Cada segundo sabe a eternidad<br />

llevándote almas. Venciendo la altivez y la autosuficiencia, cuando el otro me humilla, yo lo<br />

abrazo... En un ejercicio permanente para la carne temblorosa, pero en confianza absoluta,<br />

como decía Santa Teresita del Niño Jesús: “Él hará madurar hermosos frutos en el árbol de<br />

vuestra alma”.<br />

Cada segundo sabe a eternidad perdonando, pidiendo piedad y compasión desde el corazón.<br />

Como el valiente leproso que se atrevió a dar el paso para su curación frente al Maestro.<br />

Como el publicano que no escatimó en pedir: “Oh Dios, ten compasión de este pecador”<br />

(Lc 18, 13). Salir de nuestro mundo y unirnos a ti… Clamar un Kyrie eleison sin máscaras,<br />

porque aunque intentemos fabricar apariencias, somos tu obra; te pertenecemos. Tú nos<br />

quieres como somos, con nuestra miseria y pequeñez. ¿Y cómo no dejarnos tocar por ti para<br />

embellecernos?<br />

“Sus muchos pecados están perdonados, porque tiene mucho amor” (L 7, 47)… Así<br />

manifestaba Jesús su misericordia en el encuentro con la mujer pecadora. La bondad es<br />

suya. Que seamos capaces de colaborar con la gracia del Espíritu, de enamorarnos locamente<br />

cuando vivimos lo que no entendemos. En la cruz, tu cruz. De gozar la dulzura y la paz,<br />

cuando experimentemos la “humillación de amor por amor”. Todos estamos invitados. Que<br />

cada instante tenga la unción de la eternidad. Que cada instante podamos encontrarnos en ti.<br />

i<br />

Subida al Monte Carmelo. San Juan de la Cruz, I, 13, 12. Obras Completas.<br />

3


cantemos al Señor<br />

¿Cuál es el principio<br />

de la misericordia<br />

(jésed)?<br />

Es el de la Torá, tal como está escrito en<br />

Isaías 55:1: «A todos los sedientos: venid a las<br />

aguas, y los que no tienen dinero, venid.» Una<br />

invitación que continúa: «Comprad y comed.<br />

Venid, comprad sin dinero y sin precio, vino y<br />

leche.» El (Creador) os alimentará con la Torá,<br />

pues vosotros habéis adquirido ese mérito por<br />

mediación de Abraham y de sus buenas obras.<br />

En efec to, sin dinero él los alimentó, y sin recibir<br />

pago alguno les dio «vino y leche».<br />

Dijo el sabio: Con la sabiduría tributan los<br />

sabios su gratitud al Creador; por ella se logra<br />

en vida la plena realización del culto divino, y<br />

buen nombre después de la muerte.<br />

Nada hay –afirma asimismo– que tanto afine<br />

el entendimiento como la instrucción y la<br />

sabiduría, ni que tanto evidencie el verdadero<br />

saber como la buena conducta.<br />

Las preguntas del sabio son la mitad de su<br />

sabiduría; la afabilidad con el prójimo, la mitad<br />

de la sensatez, y la buena administración, la<br />

mitad de la economía.<br />

4


¿Y qué árbol es ese que mencionas?<br />

El maestro respondió: Todas las potencias<br />

del Santo bendito sea, están superpuestas<br />

y configuran un árbol; y así como un árbol<br />

produce sus frutos gracias al agua, de igual<br />

modo el Santo, bendito sea, hace crecer las<br />

fuerzas del Árbol.<br />

¿Y cuál es el agua del Santo, bendito sea?<br />

La jokmá (sabiduría), en tanto que las almas<br />

de los justos surgen de esa fuente (maaián),<br />

para llegar al Gran Canal que asciende y<br />

anima todo el Árbol.<br />

Y ese «Árbol», ¿gracias a qué florece?<br />

Si el pueblo se muestra justo y bueno, la<br />

Shejiná, la Divina Presencia, permanece en<br />

su seno, se transparenta en sus actos, que el<br />

Creador fertiliza y multiplica.<br />

Un cuervo estaba sentado en un árbol, sin<br />

hacer nada todo el día. Un pequeño conejo<br />

se dio cuenta de esto y le pregunto:<br />

¿Puedo sentarme como tú y pasarme todo el<br />

día sin hacer nada?<br />

El cuervo respondió: ¡Claro! ¿Por que no?<br />

El conejo se sentó en el suelo, y descanso.<br />

Repentinamente, apareció un lobo salto<br />

encima del conejo y se lo comió.<br />

Moraleja: Para estar sentado sin<br />

hacer nada, debes estar muy,<br />

muy alto<br />

arca<br />

5


cantemos al Señor<br />

H e r m e n e g i l d o S e v i l l a G a r r i d o<br />

Los que confían en el Señor<br />

son como el monte Sión:<br />

no tiembla, está asentado para siempre.<br />

Jerusalén está rodeada de montañas,<br />

y el Señor rodea a su pueblo<br />

ahora y por siempre.<br />

No descansará el cetro de los malvados<br />

sobre el lote de los justos,<br />

no sea que los justos extiendan<br />

su mano a la maldad.<br />

Señor, concede bienes a los buenos,<br />

a los sinceros de corazón;<br />

y a los que se desvían por sendas tortuosas,<br />

que los rechace el Señor con los malhechores.<br />

¡Paz a Israel!<br />

Este salmo fue escrito en un periodo en el que<br />

Jerusalén estaba ocupada por un ejército<br />

invasor. En medio de esta situación<br />

necesitaba imperiosamente confiar en<br />

el auxilio de Dios.<br />

Es sabido que los judíos atravesaron, en su historia,<br />

diversas fases cíclicas en su relación con Dios. En<br />

su alianza con el Señor, cayeron muchas veces en<br />

la infidelidad y la traición. Durante estos períodos era<br />

frecuente que pasarán por la invasión de pueblos paganos<br />

de su alrededor. Sin embargo, el Señor siempre se<br />

mantenía fiel a su alianza y ante el clamor de su pueblo,<br />

venía en su ayuda. Así, una y otra vez. Este salmo<br />

responde a uno de esas etapas.<br />

6


cantemos al Señor<br />

Una de las verdades más importantes que<br />

se puede extraer de la lectura de este salmo,<br />

es que si no se confía en el Señor la vida del<br />

cristiano se colapsa. Esta confianza se retroalimenta<br />

con todos aquellos acontecimientos<br />

de nuestra pequeña historia en los que<br />

hemos experimentado su providencia. Estas<br />

vivencias constituyen sellos que permiten al<br />

cristiano afrontar en paz y con seguridad las<br />

adversidades más fuertes. Sólo se puede<br />

llegar a esto si se pone en juego la propia<br />

vida. Sólo aprende a nadar el que se lanza<br />

al agua. Fruto de esta confianza es el alcanzar<br />

un estado interior en el que comprobamos<br />

que la muerte no puede destruirnos.<br />

Jesús habita en el hombre que confía en Él.<br />

Cuando el paganismo, con sus mensajes<br />

y contravalores, domina, como sucede en<br />

la actualidad, el fiel pasa por la tentación de<br />

contemporizar, para evitarse tantos conflictos<br />

y discriminaciones, y asimilar costumbres y<br />

pensamientos contrarios a la voluntad de Dios.<br />

Pero el Señor nos dice, a través de este salmo<br />

que “jamás ha de caer el cetro de la impiedad<br />

sobre la senda de los justos, para que los justos<br />

no alarguen a la maldad su mano”. El justo<br />

persevera en medio de las calamidades y no<br />

queda defraudado.<br />

El mal permanece sólo hasta que Dios lo<br />

permite, y siempre para bien del hombre.<br />

Sólo el Señor puede sacar vida de la muerte<br />

y felicidad del sufrimiento. No obstante el<br />

demonio puede emponzoñar tanto a una<br />

generación, que parece que ha conseguido<br />

la victoria definitiva. Pero sus logros son<br />

siempre transitorios y están sujetos al control<br />

de Dios, en cuyo poder está la fuente inagotable<br />

de gozo eterno. El que permanece en<br />

su barca no naufraga nunca.<br />

El mal permanece<br />

sólo hasta que<br />

Dios lo permite,<br />

y siempre para<br />

bien del hombre<br />

Salmo 125<br />

7


cantemos al Señor<br />

La oración es necesaria<br />

El salmista pide al Señor que libre del mal a su<br />

pueblo, como hacemos todos los días a través<br />

de la oración del Padre Nuestro. Esto nos lleva<br />

a reconocer, una vez más, lo importante y necesaria<br />

que es la oración. Todos los días, en el<br />

mundo, se producen persecuciones a los cristianos,<br />

cruentas en muchas ocasiones. Es muy<br />

bueno que en, medio de estos ataques, pidamos<br />

al Señor que nos libre del mal, pero sabiendo,<br />

siempre, que su voluntad siempre es<br />

lo mejor para nosotros. Porque a veces pensamos<br />

que lo que Dios nos da no nos conviene.<br />

A su debido tiempo descubrimos que lo que Él<br />

pone en nuestra vida es mejor que lo que hubiéramos<br />

deseado.<br />

Termina el salmo diciendo: “paz a Israel”. Esta paz<br />

que se pide no es la que da el mundo, y es concedida<br />

a los que no se resisten a su amor. Esta paz<br />

es mucho más que la ausencia de conflictos. Es,<br />

más bien, un estado del alma en el que se experimenta<br />

la seguridad de ser amado por Dios y saber<br />

que nadie tiene poder para apartarte de ese amor.<br />

Alcanzar esta paz es tocar a Dios con el corazón.<br />

Este salmo nos invita a pedir esta gracia. bn<br />

A su debido<br />

tiempo<br />

descubrimos que<br />

lo que Él pone<br />

en nuestra vida<br />

es mejor que lo<br />

que hubiéramos<br />

deseado<br />

8


NOVEDADES<br />

El encuentro<br />

Este libro recoge las peripecias de su autor en un viaje, en solitario, a<br />

Santiago de Compostela. El viaje se convierte en peregrinación casi nada<br />

más comenzar y está narrado de forma espontánea y directa, haciendo<br />

que el lector se convierta también en protagonista del relato, tanto del<br />

viaje físico como del trayecto espiritual.<br />

Autor: Tono Denis Persiva<br />

N 0 pág.: 204<br />

ISBN: 978-84-945815-2-6<br />

Precio: 16.80 €<br />

El sueño de Yahel<br />

Una cuantiosa herencia provoca una serie de tensiones e<br />

intereses contrapuestos cuando lo que se pretende es ajustarse<br />

a la voluntad del difunto, que cada cual la interpreta de la<br />

manera más provechosa para sí mismo. A partir del grave<br />

accidente sufrido por el principal heredero y la experiencia vivida<br />

durante su estancia en coma.<br />

Autor: Juan José Guerrero<br />

N 0 pág.: 236<br />

ISBN: 978-84-945389-7-1<br />

Precio: 16.90 €<br />

Sea el Señor tu delicia<br />

Las Sagradas Escrituras, como el universo entero o los múltiples hipotéticos universos,<br />

no solamente físicos, sino también espirituales, poseen un mismo, llamémosle ADN<br />

constitutivo de toda la creación, que los hace participar de la naturaleza de su creador,<br />

que los ha destinado a su plenitud. Están escritas, podemos decir, en clave; hay una<br />

llave para abrirlas que nos permite penetrar en su significado, comprenderlas y acceder<br />

a su conocimiento profundo, no sólo racional, sino vital.<br />

Autor: Jesús Bayarri Haya<br />

N 0 pág.: 212<br />

ISBN: 978-84-945815-0-2<br />

Precio: 16,80 €<br />

La brújula amarilla<br />

Muchos, en estos tiempos, hacen el Camino de Santiago. Pero ¿Cuántos<br />

saben sus entresijos, sus leyendas, sus mitos, su historia, sus etapas más<br />

emblemáticas? ¿Cuántos comienzan sin saber ni su trazado, ni haberse<br />

entrenado correctamente? ¿Turismo barato, deporte, cultura o experiencia<br />

espiritual? Este libro no es una guía. Ni pretende serlo. Es una aproximación<br />

amena y entretenida del Camino más famoso de Europa.<br />

Autor: Txema Logroño Zubillaga<br />

N 0 pág.: 216<br />

ISBN: 978-84-945389-8-8<br />

Precio: 16,80 € € € €


10<br />

testigos de la verdad


testigos de la verdad<br />

Dayana Figarella | Periodista<br />

Fotos: Fernando Zufía<br />

Desde la década de los 70 el médico psiquiatra ha emprendido una cruzada<br />

en defensa de la vida y protección de las madres embarazadas en España.<br />

Con una dinámica agitada que transcurre entre las aulas como profesor en<br />

la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma, en su consulta con<br />

adolescentes y en la calle, frente a las clínicas abortistas, rescatando a mujeres<br />

que están a punto de tomar la decisión. Han sido muchos años en que ha<br />

acabado en el calabozo por su lucha para combatir el aborto, pero, su fe lo<br />

mantiene firme en este camino en el que ha salvado a miles de niños y en el<br />

que hoy más que nunca requiere la implicación de todos porque<br />

“es el momento del Evangelio de la vida misma”.<br />

¿Cuándo y por qué surge<br />

tu cruzada provida?<br />

JP Estudié medicina en esta facultad comenzando<br />

en la década de los 70. Justamente en<br />

el curso 82-83 cuando en España se empezó<br />

a debatir políticamente el tema del aborto. En<br />

ese momento estaba en el servicio de Ginecología<br />

en el hospital de La Paz y tuve que atender<br />

a una mujer con un aborto espontáneo y<br />

el jefe del área me pidió que hiciera el legrado.<br />

Cuando practicas un legrado lo importante es<br />

poner bien todas las piezas, las cuatro extremidades,<br />

el abdomen, tórax, la placenta y la<br />

cabeza. Y una vez que recompuse aquello me<br />

quedé mirando la bandeja y coincidía históricamente<br />

con el momento en que el Congreso<br />

de los Diputados debatía quién tenía derecho<br />

a vivir y quién no. Me pregunté: ¿qué está pasando<br />

aquí? Que alguien haga algo… Desde<br />

ese entonces no he parado. Me llamaba mucho<br />

el contraste porque la naturaleza tiene sus<br />

reglas para los abortos. Hay un porcentaje importante<br />

de abortos espontáneos, donde no<br />

hay una viabilidad natural. Y por otro lado están<br />

los seres humanos y los políticos que quieren<br />

poner otras reglas. Así que me propuse dar voz<br />

a los que no la tienen.<br />

Entrevista a Jesús Poveda<br />

11


testigos de la verdad<br />

¿Consideras que España hasta<br />

ahora ha sido un país pasivo en<br />

la defensa de la vida? ¿Cuáles<br />

son las cifras actuales?<br />

JP Sí, en la actualidad estamos hablando de<br />

una cifra en torno a los 100 mil abortos, según<br />

los datos suministrados por el Ministerio de Sanidad,<br />

pero tiende a disminuir porque hemos<br />

llegado a los 120 mil. Pasamos de 120 mil a<br />

110 mil y a 93 mil (el año pasado) y hay una<br />

tendencia a la baja, pero no tanto por una actividad<br />

del gobierno, sino porque la pirámide<br />

demográfica española hace que la zona fértil<br />

sea cada vez más estrecha. La ley no tiene ningún<br />

mérito. Sí que es cierto que el movimiento<br />

provida era muy beligerante y yo mismo me<br />

considero así, muy “pro feto” por así decirlo.<br />

¿Existe un trabajo asistencial<br />

importante para ayudar a las<br />

madres?<br />

JP Tenemos un nivel asistencial muy alto. La<br />

red de asociaciones provida en España ayuda<br />

en torno a 15 mil mujeres, que es una<br />

cifra grandísima y pensamos que muchas de<br />

ellas podrían formar parte de la estadística del<br />

aborto, pues no la forman, pero no porque el<br />

gobierno lo está haciendo bien, sino porque<br />

las asociaciones provida hacemos un trabajo<br />

asistencial muy intenso. Además desde hace<br />

unos años trabajamos en red, de manera que<br />

tanto el movimiento provida, con la Federación<br />

de Asociaciones Provida, RedMadre, Fundación<br />

Madrina, entre otras, potenciamos nuestro trabajo<br />

asistencial, que es una de las razones de<br />

ser del movimiento.<br />

Cuando atiendes un caso, ¿cuál<br />

es el mensaje que le das a<br />

una madre que está decidida a<br />

abortar?<br />

JP El 4 abril de 1994 puse en marcha la Escuela<br />

de Rescate, que es un producto elaborado<br />

del movimiento provida. Con mi experiencia<br />

en la universidad de Docencia, de asistencia<br />

en Provida y en la parte clínica gracias a la consulta,<br />

he entendido que la decisión de abortar<br />

es una decisión que la mujer toma en una situación<br />

de crisis y que las crisis se resuelven<br />

con otra cantidad de otra calidad. La Escuela<br />

de Rescate enseña en la puerta de un establecimiento<br />

donde se hacen abortos a ofrecer a<br />

las mujeres otra cantidad de otra calidad. Hay<br />

dos criterios que son el respeto a la mujer: no<br />

se le reprocha el embarazo, no se le pregunta<br />

por qué está embarazada, ni cómo, ni cuándo.<br />

Desde el respeto y el segundo es la voluntad<br />

firme de ayuda, de ofrecer alternativas distintas<br />

al aborto.<br />

¿En qué consiste la intervención<br />

en crisis?<br />

JP Lo que hacemos es que, en vez de decirle:<br />

“aborta que no pasa nada”, es: “nos gustaría<br />

ayudarte y podemos ofrecerte alternativas”. La<br />

frase que tú me preguntas es: ¿qué necesitas<br />

para no abortar? Eso es lo que nosotros transmitimos.<br />

Y de hecho el primer rescate que<br />

hicimos fue a una joven de 17 años que comentaba<br />

a los dos rescatadores que no quería<br />

abortar. Y le dije: “te voy a rescatar”. Contó que<br />

su padre la había echado de casa por estar<br />

embarazada.<br />

12


Le ofrecimos una casa de acogida y quiso irse<br />

allí. Con el mismo gesto que venía a abortar, se<br />

fue a la casa de acogida y recuerdo que llamé<br />

desde allí a su padre, porque ella era menor de<br />

edad y podía parecer un secuestro. Le dije: “estoy<br />

con su hija” y él respondió: ¿Ha abortado<br />

ya? Le dije: “no, llamo desde una casa de acogida<br />

y no va a abortar”. Meses después cuando<br />

ese embarazo estaba casi a término, el padre<br />

vino a esta casa a darnos las gracias por haber<br />

ayudado a su hija en una situación de crisis.<br />

Estudié medicina en esta facultad<br />

comenzando en la década de los<br />

70. Justamente en el curso 82-83<br />

cuando en España se empezó a<br />

debatir políticamente el tema del<br />

aborto<br />

Entrevista a Jesús Poveda<br />

13


La fe que alienta y mantiene<br />

¿Algún caso que te haya dejado<br />

especialmente marcado?<br />

JP Contestar a la pregunta: ¿qué necesitas para<br />

no abortar? a veces no es fácil. Son muchas<br />

situaciones: una familia en paro, una enfermedad…<br />

Uno de los casos más difíciles que yo he<br />

podido ayudar fue el de una pareja de gitanos,<br />

de mediana edad. En el carrito llevaba un niño<br />

con una parálisis espástica, con lo cual había una<br />

carga dramática importante. Y uno puede decir,<br />

¿quién soy yo para intentar impedir que esta<br />

mujer aborte?, que ya tiene un hijo. “Yo soy un<br />

médico que quiere ayudar”, esa es mi respuesta<br />

a esa pregunta antropológica, entonces dije:<br />

“nos gustaría ayudaros”. Y respondieron: “no nos<br />

puedes ayudar, porque ya nos han dicho que el<br />

hijo en camino viene con malformaciones y el<br />

que tenemos ya está enfermo.” Les pregunté:<br />

¿quién os ha dicho que tiene malformaciones?<br />

Y ellos: “nos lo han dicho en esta clínica”. Contesté:<br />

“si a mí me dais media hora, vamos a un<br />

hospital cercano y hay un ecografista que trabaja<br />

con nosotros y os hace una ecografía. Se la hicimos<br />

y la ecografista constató que había cuatro<br />

brazos, cuatro piernas, dos cabezas, porque era<br />

un embarazo gemelar, pero sin ninguna malformación.<br />

Agradecieron muchísimo poder tener<br />

dos hijos y sanos. Desde la Escuela de Rescate<br />

hacemos un trabajo de intervención en crisis,<br />

desde el punto de vista de la ayuda, nunca desde<br />

la recriminación.<br />

¿Cuándo fue tu encuentro con<br />

Dios? Eres médico y hombre de<br />

fe, cómo la vives?<br />

JP Sí, para mí es como las películas en 3D, es<br />

como tridimensional, a mí la ciencia y la intuición<br />

humana me manejan en dos sentidos,<br />

pero la fe me da un sentido tridimensional.<br />

¿La fe te ha influenciado en la<br />

vocación provida?<br />

JP No solo me ha influido, sino que me ha mantenido<br />

desde el año 1983. Sin duda, yo creo que<br />

la fe te mantiene y ayuda. Es pura congruencia.<br />

Yo tuve la suerte de estar con Juan Pablo II después<br />

del atentado, éramos todos más jóvenes en<br />

el año 1984: la primera JMJ. En ese momento<br />

fui a Roma a conocerle y antes había venido a España<br />

y fue un viaje que me marcó. Vengo de una<br />

familia de fe, numerosa, yo soy el séptimo de 11<br />

hermanos. Me llamo Jesús porque nací el día de<br />

Navidad y mi madre se llama Rosario. Y desde<br />

siempre rezamos en casa el rosario…<br />

Es un poco paradójico. Hay<br />

gente que aborta de buena<br />

fe, es decir, después de haber<br />

pedido a Dios que le ayude o<br />

que le perdone<br />

14


testigos de la verdad<br />

¿Y hablaste allí<br />

con Juan Pablo II?<br />

JP Me acerqué a él y le<br />

dije que era médico, que<br />

trabajaba en el movimiento<br />

provida y me<br />

dijo: “tienes que ser un<br />

buen médico”. Me llamó<br />

la atención que en vez de<br />

decirme que tenía que<br />

rezar mucho y ser muy<br />

piadoso, me dijo que<br />

tenía que ser un buen<br />

médico. Que siendo<br />

un buen médico iba a<br />

acabar siendo un buen<br />

cristiano, buen católico.<br />

Hay una continuidad.<br />

Ha sido como un proceso<br />

de maduración<br />

y especificidad hacia<br />

el tema del respeto<br />

a la vida. Al ser médico<br />

es como muy<br />

congruente estar tan<br />

embarcado en esta<br />

historia, ¿no?<br />

Entrevista a Jesús Poveda<br />

15


testigos de la verdad<br />

Y en este camino de ayuda<br />

en el que compartes razones<br />

antropológicas y científicas, ¿a<br />

las jóvenes también le das un<br />

mensaje de fe?<br />

JP En esta escuela de rescate voy a ayudar, pero<br />

también voy a aprender. Y una de las situaciones<br />

que también me han hecho reflexionar es<br />

en torno a si la gente que aborta es que está<br />

alejada o en contra de la fe. Y tuvimos un caso<br />

de una chica filipina que venía sola y era muy<br />

raro, porque generalmente vienen acompañadas<br />

con sus maridos, un amigo, pareja o amiga.<br />

Venía a abortar.<br />

-Nos gustaría ayudarte, le dije.<br />

Oyó la palabra ayuda y se puso a llorar como<br />

una Magdalena. Le comentamos el tipo de ayuda<br />

que teníamos con la Fundación Madrina. Era<br />

creyente, trabajaba en una casa y su marido tenía<br />

ya cuatro hijos y estaba en paro. Había estado<br />

abocada al aborto. Y cuando se le pasó el llanto<br />

contó que había ido a ver al Cristo de Medinaceli<br />

y le había dicho que, o la perdonaba o la ayudaba.<br />

Por eso cuando oyó la palabra ayuda se vio<br />

interpelada.<br />

¿Crees que influye la existencia<br />

de una permisividad social en la<br />

actualidad?<br />

JP Es un poco paradójico. Hay gente que aborta<br />

de buena fe, es decir, después de haber pedido<br />

a Dios que le ayude o que le perdone. Porque<br />

ahora hay una especie de permisividad social, de<br />

que no pasa nada, que pobre chica que es muy<br />

joven o mayor.<br />

A mí me asombra que pase con gente incluso de<br />

fe… Creo que hay como una falta de congruencia,<br />

de continuidad entre lo que pensamos con lo<br />

que sentimos y hacemos. Considero que si la fe<br />

es madura, evidentemente eso tira mucho de ti,<br />

pero hay mucha gente con una fe más sociológica<br />

que piensa que como en España hay una ley que<br />

permite abortar, pues aborta. Y lo hacen, entre comillas,<br />

“de buena fe” y eso es una cosa tremenda.<br />

¿Y cómo es la situación<br />

con los médicos y esos<br />

establecimientos?<br />

JP Yo me he encontrado incluso en debates con<br />

gente que trabaja en establecimientos abortistas<br />

que dicen que también son cristianos. Y pregunto:<br />

¿cómo que tú eres cristiano? ¿y el no matarás,<br />

dónde lo dejas? Y te dicen: “hombre, pero<br />

no es matar”. Ellos al final acaban un poco justificándose.<br />

Con el tema del aborto se ve claro lo<br />

de que si no piensas como vives, acabas viviendo<br />

como piensas. No hay una congruencia entre<br />

lo que uno piensa. Acabas haciendo las cosas,<br />

justificando el modo de pensar con el de obrar.<br />

Un día le comenté al director de esta clínica que<br />

a mí me asombraba que siendo ginecólogo, hiciera<br />

abortos y me respondió que se asombraba<br />

de lo que era capaz de hacer por dinero.<br />

Fue una respuesta realmente auténtica, porque<br />

él en ese momento estaba ganando mucho.<br />

Ahora, estos establecimientos abortistas están<br />

padeciendo una quiebra técnica, al borde de la<br />

suspensión de pagos. Han empezado a coger a<br />

todas las mujeres para que aborten, pensando<br />

que la seguridad social les va a pagar y paga<br />

muy tarde. Tienen un problema de tesorería. A<br />

lo mejor empiezan a cerrar y es un tema estrictamente<br />

de la crisis. Bienvenida sea la crisis.<br />

16


testigos de la verdad<br />

¿El perfil psicológico de las<br />

madres se repite o es más<br />

determinante las circunstancias<br />

que las rodean?<br />

JP A mí me llama mucho la atención que el aborto<br />

en España no tiene un perfil de mujer de mediana<br />

edad. Hay desde niñas hasta adultas, desde gente<br />

con recursos económicos hasta sin ellos. Personas<br />

que ya tienen hijos hasta las que no tienen.<br />

Hay una variedad amplísima. Sorprendentemente<br />

muchas mujeres buscan una última oportunidad<br />

antes de abortar. Y de ahí el éxito de los<br />

rescatadores. Personas que entrado a la clínica<br />

te dicen: “es que yo estaba buscando una señal<br />

para no abortar”. Hay gente que incluso lo va<br />

hacer, pero les gustaría que alguien les dijera que<br />

no. Lo que pasa es que tristemente ahora hay<br />

una tendencia social que cuando hay problemas,<br />

se resuelve aunque no esté justificado ni proporcionado<br />

el medio con el fin. Abortar puede ser un<br />

asunto de último recurso. Hoy tristemente en los<br />

centros de salud, cuando la mujer está embarazada,<br />

se le ofrece el aborto como una alternativa,<br />

como cualquier otra. Y eso no es así.<br />

educando a la sociedad, si a ti te dicen que<br />

esto se puede hacer, tú crees que se debe<br />

hacer. Y que está bien. Para mí lo perverso de<br />

la legislación del aborto aquí es que ha pasado<br />

de ser algo que lo había desde otros tiempos,<br />

como los atracos… Pero pasar de legislarlo a<br />

legitimarlo es como hacerlo bueno y me parece<br />

que es un error. Si no existieran esos<br />

establecimientos abortistas, mucha gente no<br />

iría con esa facilidad. bn<br />

Continuará...<br />

¿Quieres decir que muchas<br />

mujeres dejarían de abortar<br />

sino fuera tan fácil?<br />

JP Me gusta mucho decir que una ventaja es que<br />

en España el aborto sigue “abscesificado”. Hay<br />

algunos países donde ya hay una septicemia porque<br />

hacen abortos en todos los establecimientos,<br />

en toda la Seguridad Social. Pero, en cambio<br />

en España se hacen muchos abortos en muy pocos<br />

establecimientos abortistas. Al estar el aborto<br />

muy abscesificado (solo en clínicas) si se venciera<br />

un poco, o se estudiaran estas clínicas y se<br />

cerraran, la gente dejaría de abortar. Porque estoy<br />

convencido de que muchas mujeres dejarían de<br />

abortar si no fuera tan fácil. Una legislación acaba<br />

Essais et Certifications<br />

17


echando las redes<br />

Antonio Pavía. Misionero Comboniano<br />

Entre las numerosas<br />

llamadas que Dios hace<br />

a hombres concretos para<br />

pastorear al pueblo elegido, bien<br />

para conducirle a través del desierto, bien<br />

para llenarle de sabiduría por medio de su<br />

Palabra siempre en función del pueblo, o bien<br />

para gobernarle con equidad y justicia, merece<br />

-creo yo- especial atención la del profeta<br />

Jeremías. Vemos en su llamada<br />

matices emocionales, situaciones<br />

límite que le llevan casi a la<br />

desesperación que hacen que<br />

nuestro corazón se apegue<br />

afectivamente<br />

a su persona.<br />

18


echando las redes<br />

Recordemos muy brevemente su reacción adversa a la<br />

propuesta de Dios de ser su profeta, y cómo sus miedos<br />

son exorcizados cuando Él le promete que pondrá sus<br />

palabras en su boca (Jn 1,9). Ante la promesa recibida,<br />

Jeremías no cabe en sí de gozo: la Palabra del Dios vivo, la<br />

Palabra que dio luz a los cielos y a la tierra, la Palabra que<br />

dio un alma a Israel, será a lo largo de su misión espíritu de<br />

su espíritu, corazón de su corazón y ser de su ser. Lo dicho,<br />

nuestro amigo no cabe en sí de gozo, todo exulta en él.<br />

Sin embargo y para nuestra sorpresa -quizá más para él<br />

que para nosotros- a un momento dado le encontramos<br />

lamentando el día en que se dejó seducir por Dios con su<br />

mejor arma y que ya conocemos: la de poner su Palabra<br />

no solamente a su alcance, sino en sus labios. Oigamos su<br />

lamentación: “Me has seducido, Yahveh, y me dejé seducir;<br />

me has agarrado y me has podido. He sido la irrisión<br />

cotidiana…” (Jr 20,7).<br />

Examinemos estas palabras cargadas de amargura que<br />

salen de la boca del profeta. En realidad acaba de entablar<br />

un pleito con Dios. Le dice: Me has seducido, no me<br />

has mentido cuando me prometiste que estarías con tu<br />

Palabra en mi boca, es cierto. ¿Quién no se rinde ante<br />

una seducción como la tuya? Lo que no me dijiste es<br />

que tu Palabra iría a ser sistemáticamente rechazada…,<br />

y yo con ella.<br />

Desde el momento que te dije que sí, que bien, que<br />

en estas condiciones sí aceptaba tu llamada, estaba,<br />

en realidad, firmando mi sentencia de exclusión. Sí, mi<br />

Dios, esto es lo que ha pasado. ¡Soy un excluido a causa<br />

de ti y de la Palabra que pusiste en mi boca y que<br />

tan gozosamente acepté! Así están las cosas. ¡Me has<br />

agarrado con tu seducción, me has podido y soy para<br />

los míos motivo de irrisión permanente, soy como la<br />

vergüenza de este pueblo!<br />

Pleito de Jeremías con Dios<br />

19


echando las redes<br />

Cierto es –continuamos con el pleito- que<br />

me sedujiste bien y a fondo. Aún recuerdo<br />

cuando, colmado, viviendo hasta rebosar la<br />

mayor de las alegrías imaginables, mi corazón,<br />

al calor de nuestras intimidades, tembloroso<br />

se abrazaba a ti. Recuerda, por ejemplo,<br />

aquel día en que te confesé: “Se presentaban<br />

tus palabras, y yo las devoraba; eran para<br />

mí el gozo y la alegría de mi corazón porque<br />

se me llamaba por tu Nombre, Yahveh, Dios<br />

mío” (Jr 15,16).<br />

Sí, Dios mío, cuando me dabas de comer con<br />

tu propia mano el espíritu que agita y llena<br />

de vida los textos escritos del Libro Santo, era<br />

como si todo Tú te abrieses a mí. Tus palabras<br />

en mí me decían que yo era en Ti. Y así como<br />

nuestro Templo de Jerusalén es llamado Templo<br />

tuyo, de Yahveh, yo, por estar colmado de<br />

tu Palabra, sabía que era llamado Jeremías de<br />

Dios. Sí, clara conciencia tenía de ello cada<br />

vez que sembrabas amorosamente tus palabras<br />

en mi alma. Pronto descubrí que ese era<br />

mi gozo y también mi dolor; por eso vuelvo<br />

a decirte que me sedujiste, me agarraste, me<br />

pudiste; y ahora, ya sin escapatoria, soy la irrisión<br />

de todo el pueblo.<br />

No hay marcha atrás<br />

Sin escapatoria. Así es, mi Dios, me has dejado<br />

sin camino de huida, y no porque no lo<br />

haya intentado. Acuérdate cuando no podía<br />

más, cuando tu arma seductora llegó incluso<br />

a ser “mi oprobio y befa cotidiana” (Jr 20,8b).<br />

Fue tal el cúmulo de desprecios que cargaba<br />

mi alma que, en un intento de darte la espalda<br />

a ti y a la misión, dije: ¡Basta! “No volveré<br />

a recordarlo, ni hablaré más en su Nombre”.<br />

Solo que algo me lo impedía: “Había en mi<br />

corazón algo así como fuego ardiente, prendido<br />

en mis huesos, y aunque yo trabajaba<br />

por ahogarlo, no podía” (Jr 20,9a).<br />

Como podemos observar, el pleito sube de<br />

tono, se disparan los decibelios… El profeta<br />

ya no argumenta, más bien dispara; sabe que<br />

ha sido vencido por Dios. Podríamos usar de<br />

la libertad catequética y hacernos eco de sus<br />

soliloquios: Sí, me has vencido. Cuando me<br />

planté y dije, hasta aquí hemos llegado, por<br />

más que lo intenté no pude arrancar el fuego<br />

que prendiste en mis entrañas; bien sabes<br />

que lo intenté, pero estaba tan colmado de<br />

vida, de amor, que volví a decirte: Señor, aquí<br />

estoy. Sí, Señor y Dios mío, pusiste mi vida<br />

patas arriba, y también mi concepción acerca<br />

de la fe y la religión. Comprendí que la<br />

cuestión no era hacer por ti, sino dejarte a ti<br />

hacer por mí. Te hiciste fuego en mí, ¿cómo<br />

volver atrás?<br />

¡Soy un excluido a causa de ti y de la<br />

Palabra que pusiste en mi boca y que<br />

tan gozosamente acepté!<br />

20


echando las redes<br />

Al oír hablar así a Jeremías, la mente se nos va<br />

hasta Pedro cuando el Hijo de Dios hizo ver<br />

a sus discípulos el fracaso/rechazo que acompañaría<br />

-de una forma u otra- la misión que<br />

les había confiado. Recordemos que miles de<br />

personas habían disfrutado del milagro de la<br />

multiplicación de los panes. Jesús quiso hacer<br />

ver a los suyos que pasado el efecto sensorial<br />

de los milagros, es fácil desentenderse de<br />

Dios. Esto fue lo que ocurrió. Pasado el milagro,<br />

cerraron sus oídos a la catequesis que les<br />

dio acerca de su Palabra como Pan de Vida, y<br />

se fueron escandalizados.<br />

Fue entonces cuando preguntó a los suyos:<br />

¿También vosotros queréis marcharos? El combate<br />

de la fe está servido. Pedro decide en<br />

nombre de todos. El momento es crucial, las<br />

generosidades, buenas en un primer tiempo, ya<br />

no mantienen el seguimiento. Hay que dar paso<br />

a la Sabiduría. Pedro decide a favor de lo que<br />

más le conviene. Para su sorpresa, lo que más<br />

le conviene es seguir con Jesucristo, su Señor.<br />

Quizá hasta él mismo se asombró de las palabras<br />

que salieron de su boca: ¿A dónde iremos,<br />

Señor? Tú tienes palabras de vida eterna.<br />

Creo que ahora sí podemos entender que la<br />

generosidad, siendo buena hasta entonces,<br />

tuvo que dar paso a la Sabiduría.<br />

Es importantísimo volver una y otra vez al pleito<br />

que Jeremías entabla con Dios porque el<br />

desarrollo de su llamada no cuadró con sus<br />

fantasías religiosas, ya que nos muestra cómo<br />

trabaja Dios el corazón de sus pastores. Es un<br />

trabajo -digámoslo sin tapujos- expoliador, sin<br />

tregua, hasta que su corazón queda libre de<br />

toda idolatría; sólo así los pastores podrán ser<br />

llamados según su corazón, el de Dios. También<br />

estos pastores pelearán y pleitearán con<br />

Él; mas al final triunfará el amor, llegarán a tener<br />

un corazón sin amarras de ningún tipo.<br />

Pleito de Jeremías con Dios<br />

21


echando las redes<br />

Conoció al Irresistible<br />

Pero su desierto es inhabitable. Se sentirán terriblemente<br />

solos, les dolerá hasta el alma el rechazo,<br />

la exclusión; la tentación de volver atrás<br />

se hará por momentos casi irresistible; digo casi,<br />

porque el Irresistible va a ser Dios, el del Fuego,<br />

el que cautivó a Jeremías hasta el punto de decirle<br />

“me has agarrado y me has podido”.<br />

Ante el Irresistible, Jeremías puso punto final a<br />

su pleito. Es bueno que todos aquellos que son<br />

llamados a ser pastores se miren en él, pleito incluido.<br />

Su experiencia será como chispas de luz<br />

en su anhelo de ser fieles a Dios; se avendrán<br />

más fácilmente a poner el corazón en sus manos<br />

para que lo modele a su gusto; en definitiva,<br />

se dejarán hacer por Él.<br />

Algo muy importante nos queda por decir, y es<br />

que el pleito de Jeremías termina con su victoria.<br />

¿Vence el profeta? Sí, Dios se deja vencer<br />

siempre que un hombre se deja hacer por Él.<br />

Jeremías vence porque, a pesar de las dramáticas<br />

situaciones a las que se ve abocado<br />

en su ministerio profético -que es por encima<br />

de todo ministerio de la Palabra- se mantiene<br />

firme aun cuando sus pies le piden<br />

dar marcha atrás. Se mantiene firme porque,<br />

aun en el mayor de sus desamparos, se da<br />

cuenta, percibe que Dios está junto a él:<br />

“Pero Dios está conmigo, cual campeón poderoso.<br />

Y así mis perseguidores tropezarán<br />

impotentes; se avergonzarán mucho de su<br />

imprudencia” (Jr 20,11).<br />

Sí, Dios está con él sosteniéndole y alegrando<br />

de forma indecible su alma tan terriblemente<br />

atravesada por tanto rechazo, oposición y persecución.<br />

Mas también está con él moldeando<br />

su corazón; siempre hay algo que moldear<br />

en su recorrido de llegar a parecerse al de<br />

Dios. Os daré pastores según mi corazón, prometió<br />

Dios (Jr 3,15); y lo cumplió con Jeremías,<br />

pleito incluido.<br />

Jeremías no cabe en sí de gozo: la Palabra<br />

del Dios vivo, la Palabra que dio luz a los<br />

cielos y a la tierra, la Palabra que dio un<br />

alma a Israel, será a lo largo de su misión<br />

espíritu de su espíritu, corazón de su<br />

corazón y ser de su ser<br />

22


echando las redes<br />

Sí, pleito. ¡Bendito pleito! Gracias a él, a la<br />

audacia del profeta de poner las cartas bocarriba<br />

sobre la mesa, está en disposición<br />

de hacer la voluntad de Dios. De él nunca<br />

podrá decir Dios lo que su Hijo dijo a los fariseos:<br />

“¿Por qué me llamáis: Señor, Señor, y<br />

no hacéis lo que digo?” (Lc 6,46). Así habló<br />

a los fariseos y así sigue hablando a todos<br />

los falsos pastores, los que no se atreven<br />

a mostrar sus cartas, sus disconformidades,<br />

poniéndose así de espaldas a su Palabra; y<br />

aun así, siguen llamándole: ¡Señor, Señor!<br />

Gracias a él, a la<br />

audacia del profeta<br />

de poner las cartas<br />

bocarriba sobre<br />

la mesa, está en<br />

disposición de hacer<br />

la voluntad de Dios<br />

Dice nuestro refranero que “de los amores<br />

reñidos nacen los amores más queridos”.<br />

Protestó el profeta y se desahogó; pleiteó<br />

con Aquel que, al llamarlo, le sedujo porque<br />

sus caminos, los de Dios, no se correspondían<br />

con el éxito al que creía tener<br />

derecho. Pleiteó con y contra Dios, pero no<br />

desistió porque tenía grabada en su alma<br />

la medida de la misión confiada. Ya lo sabemos,<br />

la medida era infinita, como su corazón<br />

y como todos los corazones de los<br />

pastores según el corazón de Dios. bn<br />

Pleito de Jeremías con Dios<br />

23


educación para la vida<br />

P. Alfonso López Quintás | Catedrático universitario y académico<br />

Si nos movemos en<br />

el nivel 1, tendemos<br />

a reducir la libertad<br />

creativa a mera<br />

libertad de maniobra,<br />

libertad de actuar<br />

conforme a las<br />

propias apetencias.<br />

Este reduccionismo<br />

nos descentra y<br />

desquicia porque nos<br />

recluye en nuestro yo<br />

egoísta y nos aleja del<br />

ideal de la unidad,<br />

que es el quicio y el<br />

centro de nuestra<br />

vida.<br />

Una historia de<br />

conversión<br />

Resalta esto de forma dramática en la manifestación<br />

siguiente, realizada telefónicamente por<br />

un enfermo de sida durante un programa de la<br />

emisora de radio COPE (Madrid):<br />

«Tengo 40 años. Cuando tenía pocos años,<br />

cuando era un adolescente, comencé a tener<br />

problemas de sexualidad, entre otras cosas<br />

porque mi familia era un poco especial;<br />

no tenía madre, mi padre estaba casado en<br />

segundas nupcias, y yo comencé a tener problemas<br />

de sexualidad, que no pude encauzar,<br />

y a aficionarme a la pornografía, y un poco más<br />

adelante, cuando se inició el cambio político,<br />

me empecé a dejar influir por el ambiente que<br />

decía que había que ser liberales, que había<br />

que dejar de ser retrógrados, y cosas de esas.<br />

Total, que comencé a tener grandes problemas,<br />

y el problema más gordo que tengo es<br />

que en los últimos años comencé a ir por caminos<br />

de homosexualidad, y ahora tengo VIH<br />

(SIDA). (...) Ayer me comunicaron que tengo<br />

una encefalopatía y atrofia cerebral... O sea, me<br />

siento, lógicamente, como un barco que acaba<br />

su aventura embarrancado».<br />

24


Una vez más observamos<br />

que lo decisivo en nuestra<br />

formación es adentrarnos<br />

en el área de irradiación de<br />

los grandes valores, en este<br />

caso el de la generosidad,<br />

que es la condición primera<br />

y primaria del encuentro<br />

Las relaciones prematrimoniales<br />

25


educación para la vida<br />

«Lo que sucede es que las consecuencias físicas,<br />

que por desgracia serán posiblemente<br />

mortales, aunque me siento relativamente<br />

bien, no me importan tanto. Lo peor es que<br />

tengo la frustración de que me han timado.<br />

(...) Hay una frase evangélica que dice ‘no temáis<br />

a los que os quitan la vida del cuerpo,<br />

sino sobre todo a los que os quitan la vida de<br />

Dios’. A mí me han quitado la vida del cuerpo,<br />

pero la otra creo que, gracias a Dios, la he recuperado<br />

bastante desde que me dijeron que<br />

tenía VIH».<br />

A mí una de las cosas que más me sublevan<br />

contra la sociedad es, en el tema de la VIH,<br />

que ponen como remedio el preservativo, o,<br />

respecto a los drogadictos, cuya muerte es<br />

terrible, una jeringuilla limpia, nueva. Tengo la<br />

impresión de que es un auténtico crimen eso,<br />

porque al hombre hay que darle unos valores<br />

diferentes. Yo, gracias a Dios, he encontrado en<br />

los últimos años en mi vida gente que ayudan.<br />

No materialmente, que no lo necesito. Recuerdo<br />

la parábola del hijo pródigo. Este podía tener<br />

el SIDA, pero se levantó y volvió a la casa del<br />

padre. Me pregunto: Si a un chaval que está<br />

tirado por la calle le dan una jeringuilla nueva,<br />

¿no es el último crimen de una sociedad que<br />

deja tirada a la gente luego en la porquería?» 1 .<br />

«Yo observo una cosa, y es que las personas<br />

‘retrógradas’ (entre comillas) son las que de<br />

verdad ayudan a las personas caídas. Yo ahora<br />

(...) veo a las religiosas, a las Hijas de la Caridad,<br />

que cuidan a sus enfermos como auténticas<br />

madres. Ellas son las que me han comunicado<br />

que tengo ahora una encefalopatía. Sin embargo,<br />

observo a muchos compañeros que se han<br />

muerto ya de VIH y no han tenido mi suerte de<br />

tener fe desde pequeños. He visto a compañeros<br />

homosexuales a los que se les ha acelerado<br />

mucho la muerte, víctimas de una desesperación<br />

porque no veían sentido a su vida. Desde<br />

que ya no podían hacer uso del sexo, me ha<br />

dado la impresión de que había chavales que<br />

decían: “esto ya no tiene sentido”.<br />

Como seres racionales<br />

y libres, debemos tener<br />

las riendas de nuestra<br />

conducta y no dejarnos<br />

arrastrar por el halago de<br />

entregarnos a cuanto nos<br />

seduce<br />

26<br />

1 Cf. Alfonso López Quintás: La formación para el amor<br />

(San Pablo, Madrid 1995) 69-70, 82-83.


educación para la vida<br />

Las relaciones prematrimoniales<br />

27


educación para la vida<br />

sobrevolar la propia vida y la de sus compañeros<br />

y juzgarla con criterios de valoración sorprendentemente<br />

elevados.<br />

El cambio de ideal lo<br />

transforma todo<br />

Adviértase que esta lamentable historia comenzó<br />

por la soledad que padeció el protagonista<br />

en el seno de su familia durante la infancia. Al<br />

no disponer de posibilidades para el encuentro,<br />

el adolescente solitario se sitúa en el nivel<br />

1 y espera encontrar un sucedáneo de la<br />

compañía en las relaciones eróticas, a las que<br />

se entrega confiadamente por confundir la libertad<br />

de maniobra con la libertad creativa.<br />

Esta serie de errores relativos a la idea de lo<br />

que es y lo que debe ser nuestra vida lo llevan<br />

a una situación de desmoronamiento físico<br />

–debido a la enfermedad grave que padece–<br />

y espiritual, motivado por la extrema soledad<br />

a que lo llevaron quienes lo condujeron a una<br />

vida desordenada, con promesas de felicidad<br />

absoluta, para abandonarlo a la hora del fracaso.<br />

En esta situación de abandono, se ve gozosamente<br />

sorprendido por la generosidad incondicional<br />

de unas religiosas, que no dudan en<br />

salirle al encuentro. Este encuentro con el ideal<br />

de la unidad (nivel 3) es para él una fuente de<br />

luz y le permite descubrir la verdad de su vida,<br />

en el fondo de la cual reencuentra la verdad<br />

de la fe de su infancia. A esta luz, advierte con<br />

lucidez que el proceso de vértigo nos lleva a<br />

la destrucción y el proceso de éxtasis nos conduce<br />

al encuentro y la vida verdadera. Por eso<br />

confiesa que el quebranto de la vida biológica<br />

(nivel 1) supuso para él la ganancia de una<br />

vida superior, rebosante de sentido (nivel 3).<br />

Este ascenso de nivel le da perspectiva para<br />

Una vez más observamos que lo decisivo en<br />

nuestra formación es adentrarnos en el área de<br />

irradiación de los grandes valores, en este caso<br />

el de la generosidad, que es la condición primera<br />

y primaria del encuentro. Una vez situado<br />

en el campo de juego del encuentro, ese joven<br />

abandonado recibe sus frutos, uno de los cuales<br />

es la luz para comprender una serie de verdades<br />

básicas en la vida:<br />

- la importancia de haber tenido una familia<br />

bien estructurada y acogedora,<br />

- la diferencia entre la mera libertad de maniobra<br />

(nivel 1) y la libertad creativa (nivel 2),<br />

- el error de considerar como “progresista”<br />

una actividad destructiva,<br />

- la necesidad de jerarquizar los valores, por<br />

ejemplo la salud física y la salud espiritual.<br />

Nos resultó conmovedor observar cómo un joven<br />

plenamente consciente de hallarse destruido describía<br />

su situación con toda serenidad, desde<br />

una distancia que le permitía aquilatar<br />

los conceptos, confrontar el proceso de<br />

construcción con el de destrucción,<br />

incluso marcar el contrasentido<br />

que implica intentar dulcificar la<br />

caída en el precipicio –facilitando<br />

a los drogadictos los instrumentos<br />

de su martirio–<br />

en vez de evitar de raíz tal<br />

fracaso, encaminando a<br />

los infortunados adictos<br />

por la vía de la<br />

verdadera felicidad,<br />

que hubiera sido ascenso<br />

al nivel 3, a la<br />

práctica del auténtico<br />

amor.<br />

28


Pocas veces he sentido con<br />

mayor agudeza la necesidad<br />

de ayudar a los jóvenes a<br />

pensar con rigor y superar por<br />

elevación una serie de prejuicios<br />

y malentendidos que los alejan<br />

de su auténtica verdad y su verdadera<br />

libertad interior. bn<br />

He visto a compañeros<br />

homosexuales a los que<br />

se les ha acelerado mucho<br />

la muerte, víctimas de una<br />

desesperación porque no<br />

veían sentido a su vida<br />

Las relaciones prematrimoniales<br />

29


si hoy escucháis su voz<br />

Jaime Pérez-Boccherini Stampa, presbitero<br />

Jesús embarca con sus discípulos<br />

Pasados unos meses, el Maestro condujo a<br />

los Doce en la barca que era de Pedro, humilde<br />

y vieja embarcación de madera que a<br />

un tiempo daba cobijo y trabajo. Aquel día<br />

ya anochecía, después de una bella jornada<br />

de acompañar a Jesús por las aldeas vecinas,<br />

mientras Él predicaba, tocaba, abrazaba,<br />

bendecía, curaba, infundía consuelo y esperanza<br />

enYahveh; en cada uno de sus gestos<br />

y miradas, en cada una de sus palabras y de<br />

sus silencios, en cada una de sus sonrisas y<br />

suspiros: ¡Él era, indudablemente, el Señor!,<br />

y ellos, sus discípulos, eran sus apóstoles<br />

elegidos, eran, simplemente, los Doce, y así<br />

se les conocía y se les llamaba. Grandes y<br />

pequeños hechos del día que mecían en el<br />

recuerdo la memoria agradecida, horas después,<br />

ya despedidas las gentes.<br />

Resplandores del sol otoñal se filtraron por<br />

entre las colinas cercanas de Galilea, cuyos<br />

verdes y ondulantes prados se vistieron del<br />

color gris de la ceniza, henchidos de los ruidos<br />

e incertidumbres nocturnas. En lo alto,<br />

hacia el ocaso, negras nubes se adelantaron<br />

presurosas sobre aguas inquietas y turbias.<br />

En ese momento, la barca de los discípulos<br />

empezó a bambolearse sobre el Lago. Los<br />

discípulos ya iban muy cansados. Jesús dormía<br />

en la popa, atrás, junto a redes y aparejos,<br />

con el rostro sereno y majestuoso,<br />

soberano en su silencioso descanso. Pero<br />

empezó a llover, al principio con parsimonia.<br />

El agua comenzó a crear charcas dentro de la<br />

barca. Los apóstoles sacaron cubos y a fuerza<br />

de brazos tiraban afuera el agua sucia. Llovió<br />

más. Ahora, con fuerza. El viento tormentoso<br />

empezó a silbar. Las ondas de las olas<br />

se levantaron aturdidas, unas sobre otras. Las<br />

aves del Lago volaban soliviantadas hacia la<br />

orilla. Cundió el desconcierto en la embarcación<br />

de expertos pescadores, a causa de la<br />

desacostumbrada tormenta. La barca siguió<br />

zozobrando. Pedro, como siempre el más<br />

juicioso de todos, sintió entonces agitarse el<br />

miedo dentro de él, y una mala corazonada.<br />

Ya se hizo la noche cerrada, y Juan, alzando<br />

la vista, miró incrédulo y asombrado la revolución<br />

de las olas que golpeaban la barca con<br />

saña. Él también sintió entonces un escalofrío.<br />

Nieblas oscuras se abatían sobre ellos.<br />

Los gritos estremecidos de los compañeros<br />

balbuceaban frases contradictorias cuyo eco<br />

se apagaba en la oscuridad. En ese preciso<br />

instante, Juan creyó oír risas de otras voces,<br />

que no eran las de los apóstoles, sino voces<br />

gimientes en el aire entenebrecido, pero<br />

eran risas hechas de una maligna intención;<br />

risas de rabia que musitaban palabras con<br />

voces extrañas en idiomas perdidos. Voces<br />

agudas o graves. Voces variadas y ásperas.<br />

Burlas sarcásticas de espíritus invisibles entre<br />

el viento frío e inhóspito. Y la barca empezó<br />

a dar saltos por la violencia de las aguas,<br />

amenazando con hundirse. Y a Juan, por vez<br />

primera en lo que sería su larga existencia, le<br />

fue concedida entonces su primera Visión...<br />

30


si hoy escucháis su voz<br />

Las visiones de Juan<br />

Y vio... entre fugaces y confusas luces... vio<br />

al grupo de los apóstoles, sus amigos, reunidos<br />

recogidamente, en la sala de un piso alto<br />

por cuyas ventanas asomaba, al amanecer,<br />

el apacible paisaje de las casas de Jerusalén,<br />

y con ellos se hallaba la Íma, la Madre de<br />

Jesús. Pero Jesús mismo no estaba. Y, de repente,<br />

aparecieron como unas llamaradas de<br />

fuego sobre las cabezas de todos... Pero de<br />

pronto, se retiró esa Visión, y apareció otra:<br />

Una multitud vociferante, de caras desencajadas,<br />

sobre el graderío de un gran anfiteatro,<br />

del que Juan tuvo el presentimiento que se<br />

encontraba en Roma, y en el medio de la<br />

arena rezaba, en susurros, un hombre muy<br />

anciano, clavado a una cruz boca abajo, pero<br />

Juan no pudo distinguir de quién se trataba...<br />

la Visión desapareció y en su lugar surgieron<br />

muchedumbres de hombres y mujeres,<br />

de razas mezcladas y diversas, que cantaban<br />

bellos himnos a Dios en espaciosos templos<br />

nunca antes construidos... y le sucedió otra<br />

Visión, compuesta de batallas sanguinarias<br />

entre ejércitos que juraban o blasfemaban en<br />

nombre de ese mismo Dios... y le siguieron<br />

otras Visiones en rápida sucesión, cuyo significado<br />

no comprendía del todo, que mostraban<br />

los destinos futuros de los discípulos<br />

de Jesús a lo largo de los numerosos años<br />

por venir, de sus triunfos y de sus fracasos,<br />

de sus infatigables viajes y predicaciones,<br />

Jesús alzó los brazos<br />

de pronto y, entonces,<br />

todo cesó<br />

Temporal en la noche<br />

31


si hoy escucháis su voz<br />

de sus acciones justas pero también de los<br />

muchos escándalos culpables que ellos provocarían;<br />

Visiones, en fin, del mundo entero,<br />

colmado de pueblos y lenguas, que al menos<br />

una vez se arrodillaría para bendecir a Dios<br />

para, a continuación y con el correr de los<br />

siglos, levantarse airado contra ese mismo<br />

Dios y sus testigos... y, más lejos, más allá,<br />

más lejos en el tiempo, mucho más lejos,<br />

Juan creyó ver también extrañas máquinas y<br />

altísimas construcciones, e ingenios brillantes<br />

que sobrevolaban más alto que las nubes, y<br />

admirables vestimentas y vehículos, y muy<br />

graves quebrantos sufridos en nombre de<br />

Jesús, y temibles asechanzas a sus discípulos,<br />

azuzados por potencias infernales, y una<br />

violenta lucha de ángeles en el Cielo, y caminos<br />

en la tierra sembrados de numerosos<br />

mártires y de innumerables santos entre los<br />

escombros de inmensas ciudades destruidas<br />

y los arrecifes de océanos desecados, y el<br />

resonar poderoso de las trompetas divinas,<br />

y la conmoción final de cielos, de tierra, de<br />

mares y continentes, y en medio de todos<br />

esos cataclismos, largos como eones, apareció<br />

deslumbrante una Mujer, con ropas refulgentes<br />

como el sol, con luces estrelladas por<br />

corona y escoltada por multitud de ángeles<br />

de blancas túnicas flameantes con el viento<br />

y que asían espadas de fuego; la Señora era<br />

de fascinante belleza, el semblante en místico<br />

arrobamiento, pero con la mirada terrible<br />

y enfurecida que solamente se encuentra en<br />

los buenos capitanes que marchan decididos<br />

a la Guerra... y en ese punto se alzaron las<br />

Visiones y se retiraron, y Juan volvió a sentir<br />

su cuerpo dentro de la barca que amenazaba<br />

la ruina.<br />

Se hizo paso entre<br />

el desorden de cuerdas<br />

y de hombres, hasta<br />

la popa de la barca<br />

donde, curiosamente,<br />

parecía reinar una<br />

insospechada calma<br />

32


si hoy escucháis su voz<br />

Jesús: ¡Es el Señor!<br />

La nave quedaba totalmente escorada; el<br />

agua entraba ya imparable por el costado.<br />

Los apóstoles achicaban sin esperanza. Pedro<br />

miró en derredor el desastre, y tomó la<br />

decisión. Se hizo paso entre el desorden de<br />

cuerdas y de hombres, hasta la popa de la<br />

barca donde, curiosamente, parecía reinar<br />

una insospechada calma. Allí continuaba<br />

durmiendo Jesús, con ese aspecto que era<br />

tan suyo de adulto joven y de expresión pura<br />

de niño, pero con los rasgos faciales tan semejantes<br />

a los de María, su madre. Era tal<br />

la sensación de alivio y de quietud que flotaba<br />

alrededor de su cuerpo, en medio del<br />

caos de la tormenta. Pedro y, con él, el resto<br />

de los discípulos, que habían abandonado<br />

sus tareas para arremolinarse también ellos,<br />

como niños asustados, en torno a Jesús, no<br />

pudo menos que pararse en seco, golpeado<br />

¡Él era,<br />

indudablemente,<br />

el Señor!, y ellos,<br />

sus discípulos,<br />

eran sus apóstoles<br />

elegidos, eran,<br />

simplemente,<br />

los Doce, y así<br />

se les conocía<br />

y se les llamaba<br />

por la sorpresa. Dirigió la mirada a Juan. Juan<br />

asintió con la cabeza, y entonces despertó<br />

suavemente al Señor, mientras que, con tono<br />

quejumbroso, le decía: “¡Maestro!, ¿es que<br />

no te importa que nos hundamos?”. Jesús<br />

alzó los ojos de inmediato, dejando aflorar<br />

una vez más su dulce mirada, no obstante<br />

plena de autoridad; sin decir palabra se levantó,<br />

se dirigió al centro de la embarcación.<br />

A su alrededor parece que ya como que retrocedía<br />

la lluvia y el viento. Jesús alzó los<br />

brazos de pronto y, entonces, todo cesó.<br />

¡Oh, mis Tres, mi Todo, mi<br />

Bienaventuranza, Soledad infinita,<br />

Inmensidad donde me pierdo!<br />

Santa Isabel de La Trinidad. bn<br />

...Continuará<br />

Temporal en la noche<br />

33


nueva estética<br />

Enrique Solana - Arquitecto<br />

Las proporciones del templo responden a un<br />

entramado de medidas que brotan de la Revelación<br />

y de la Inteligencia. Existen dos unidades<br />

fundamentales, una es 7,5, y la razón de su<br />

elección es bellísima. El número 7, sinónimo de<br />

la perfección, pertenece al mundo creado, Dios<br />

hizo la creación en siete días. El número 8, sinónimo<br />

de la plenitud, pertenece en cambio al<br />

mundo futuro, a la escatología, pues Cristo resucitó<br />

en el octavo día, la nueva creación que no se<br />

culminará hasta la segunda venida del Redentor<br />

al final de la historia. El 7,5, entre el 7 y el 8, pone<br />

de manifiesto pues, un mundo que supera la perfección<br />

de la naturaleza creada pero que aspira a<br />

la plenitud divina: La basílica de la Sagrada Familia<br />

presenta la perfección de este mundo en tránsito<br />

hacia su total plenitud. Por otra parte, en el cuerpo<br />

humano 7,5 es la proporción de la cabeza respecto<br />

del cuerpo en la Grecia clásica. La otra unidad<br />

fundamental es el 12 al ser la suma de 3+4+5,<br />

las medidas del triángulo rectángulo de la sección<br />

de las pirámides egipcias. Son las dos unidades<br />

esenciales en la Sagrada Familia, y ambas confluyen<br />

en el 90 que es el resultado de 7,5 x 12.<br />

34


nueva estética<br />

Del 7,5 salen sus múltiplos: 15, 30, 45, 60, 75,<br />

90... 180 que son medidas presentes en la basílica:<br />

La distancia de la retícula entre las columnas<br />

de las naves laterales (7,5 x 7,5 m.); la longitud<br />

de la nave hasta la cabecera del ábside y su altura<br />

(90 m.); la longitud de la nave hasta el cimborrio<br />

del ábside (75 m.); la longitud del crucero y su<br />

altura (60 m.); la anchura de la nave central y su<br />

altura (45 m.); la anchura del crucero y altura de<br />

las naves laterales (30 m.); la altura de los coros<br />

(15 m.); la altura del arranque de las torres (90<br />

m.); la altura de la torre principal (180 m.); la<br />

altura de la torre de los Evangelios (127,5 m.)<br />

y de la Virgen (120 m.), ambos múltiplos de<br />

7,5; las alturas de las dos torres centrales de los<br />

apóstoles de cada fachada (112,5 m.) y las dos<br />

laterales (105 m.), siempre múltiplos de 7,5.<br />

Si en el exterior del templo se representa la<br />

Redención del Señor, en el interior aparece la<br />

actualización de esa Redención en su esposa,<br />

la Iglesia. La Iglesia Militante está representada<br />

en las naves, la Purgante en la cueva bajo el altar<br />

mayor, y la Triunfante en la linterna de metal<br />

dorado y cristales, sobre el altar, imagen de la<br />

Jerusalén Celestial.<br />

La Sagrada Familia de Gaudí<br />

35


nueva estética<br />

El Apocalipsis es<br />

la clave apropiada<br />

para interpretar<br />

correctamente la<br />

basílica ya que conduce<br />

a la humanidad hacia<br />

su culminación que<br />

no es otra que la<br />

comunión plena con<br />

Dios, revela la belleza<br />

que nos aguarda si<br />

permanecemos en Él<br />

Gaudí tenía muy presente que la Sagrada Familia<br />

debía ser un Templo universal que expresara la<br />

catolicidad de la fe, razón por la cual, las columnas<br />

de la nave interior están dedicadas a santos, patrones<br />

y fundadores de la más variada procedencia.<br />

Las columnas tienen un aspecto ascendente<br />

que se manifiesta en su forma helicoidal y en sus<br />

ramificaciones superiores, mientras que en las<br />

bóvedas se representan a los ángeles custodios<br />

en posición de bajar que se manifiesta en su forma<br />

estrellada con las puntas hacia abajo. Gaudí<br />

afirma que la decoración de la Sagrada Familia se<br />

basa en “los santos subiendo al cielo y los ángeles<br />

bajando a la tierra”.<br />

Hay tres itinerarios espirituales. La vía de la Humanidad<br />

que es la Vía del Padre, que va del ábside<br />

(espacio de la creación) a la fachada de la Gloria,<br />

lugar de nuestro destino, pasando por el lugar de<br />

la recreación en Cristo.<br />

36


nueva estética<br />

La basílica de la<br />

Sagrada Familia<br />

presenta la<br />

perfección de<br />

este mundo en<br />

tránsito hacia su<br />

total plenitud<br />

El segundo itinerario es la Vía del Hijo, que va de<br />

la fachada del Nacimiento a la de la Pasión, para<br />

llevar a cabo la Redención del hombre que se<br />

realizó en el Misterio Pascual que se celebra en<br />

el altar. El tercer itinerario es el de la Iglesia, o Vía<br />

del Espíritu Santo que guía a la Iglesia. Es un recorrido<br />

circular bien por el interior del templo en un<br />

camino de iluminación, bien por el exterior a través<br />

del claustro en un camino de peregrinación.<br />

El primero comienza en la capilla del Bautismo<br />

que es la puerta de entrada a la fe, pasa por los<br />

interiores de las fachadas del Nacimiento y de<br />

la Pasión a través de las naves, donde mediante<br />

la escucha de la Palabra y la celebración de la<br />

Eucaristía vamos configurándonos a la imagen<br />

del Hijo, para terminar en la fachada de la Gloria,<br />

el Cielo.<br />

la decoración de la Sagrada Familia se basa<br />

en “los santos subiendo al cielo y los ángeles<br />

bajando a la tierra”<br />

La Sagrada Familia de Gaudí<br />

37


nueva estética<br />

El Claustro en este Templo pasa a ser periférico, circunvalando el<br />

templo entre el edificio y el perímetro porticado, definiendo así un<br />

espacio irregular, entre el exterior y el interior, que al tiempo que aísla<br />

el templo del exterior, permite contemplarlo en detalle mientras se<br />

pasea en oración, que esta es la función esencial de este lugar. El<br />

Claustro tiene aquí un contenido radicalmente mariano. En el extremo<br />

Norte del Claustro Gaudí dispuso la capilla de la Asunción. Si nos<br />

desplazamos desde esta capilla hacia el Este, nos encontramos con<br />

dos portadas, una a cada lado de la fachada del Nacimiento, la del<br />

Rosario y la de Monserrat. Si lo hacemos hacia el Oeste, veremos<br />

otras dos portadas, una a cada lado de la fachada de la Pasión, la de<br />

la Virgen de los Dolores y la de la Virgen de la Merced.<br />

En cuanto a la música, Gaudí no quiere que surja de un punto del<br />

edificio, sino de todas partes, como si uno estuviera dentro de una<br />

gran caja de resonancia, por eso lo coloca a modo de triforio, por<br />

encima y a lo largo de todas las naves. Dispone cuatro órganos en<br />

torno al cimborrio central y el coro lo distribuye así: el femenino sobre<br />

la entrada con aforo para 500 personas, el de niños sobre el deambulatorio<br />

para 700, y el masculino entre las columnas laterales para 600<br />

cada uno. Su situación y pendiente no impide vistas ni obstaculiza la<br />

luz de los ventanales. El aforo total del templo puede llegar hasta las<br />

14.000 personas.<br />

Gaudí entiende la basílica de la Sagrada Familia como una representación<br />

de la Jerusalén Celestial, la esposa del Cordero que describe el<br />

libro del Apocalipsis, libro que cierra y culmina la Revelación. El Apocalipsis<br />

es la clave apropiada para interpretar correctamente la basílica<br />

ya que conduce a la humanidad hacia su culminación que no es otra<br />

que la comunión plena con Dios, revela la belleza que nos aguarda<br />

si permanecemos en Él. Esto quiere hacer el templo, anticipar esa<br />

belleza.<br />

Bajo la cruz que culmina la torre de Jesucristo se representan un<br />

Alfa y una Omega, alusión al Cristo del Apocalipsis, primero y último,<br />

principio y fin. La torre central y las cuatro columnas que la sustentan,<br />

representan el trono de Dios y del Cordero, y las naves de la basílica<br />

son la nueva Jerusalén anunciada. Dice el Apocalipsis que la ciudad<br />

no necesita de sol ni luna que la alumbren, porque la ilumina la gloria<br />

de Dios, y su lámpara que es el Cordero. En la Sagrada Familia, la luz<br />

parece salir de la construcción misma, de los vitrales y de las aberturas<br />

de las bóvedas, tanto de día como de noche, una luz que se difunde<br />

y se expande.<br />

38


nueva estética<br />

Habla el Apocalipsis de un río de agua de vida que brota del trono de<br />

Dios y del Cordero que alimenta el árbol de la vida que da fruto doce<br />

veces al año y sus hojas sirven de medicina para todos los pueblos.<br />

Gaudí se hace eco de esta palabra convirtiendo la Sagrada Familia<br />

en un vergel, un jardín espléndido, un huerto rebosante de flores y<br />

árboles frutales, tanto en las fachadas como en los pináculos de las<br />

cubiertas. Esta descripción del libro impulsó a Gaudí a colocar cestas<br />

de fruta por toda la basílica.<br />

Las proporciones de la Nueva Jerusalén son ideales, eso trata de explicar<br />

el Apocalipsis cuando habla de unas dimensiones en las que<br />

longitud, anchura y altura son iguales, es decir, un cubo perfecto, un<br />

ideal. Gaudí ha concebido el templo con unas proporciones magníficas,<br />

90 x 60 x 180, en las que se enfatiza la verticalidad, porque la<br />

nueva Jerusalén desciende del Cielo. La sección longitudinal es una<br />

pirámide circunscrita en un doble cuadrado (90 x 180). La sección<br />

transversal es una pirámide circunscrita en un triple cuadrado (60 x<br />

180). El cuadrado es plenitud y la pirámide es estabilidad, ambas<br />

geometrías son empleadas evocando a Cristo como centro de la historia,<br />

su plenitud y su sentido, su principio y su fin.<br />

Los habitantes de esa Jerusalén son: Aquel que está sentado en el<br />

trono, los cuatro vivientes, los veinticuatro ancianos y una muchedumbre<br />

inmensa, los 144.000 marcados por el Cordero, en torno a<br />

los cuales se escucha el fragor de grandes aguas y cánticos de seres<br />

vestidos de blanco. Aquí tenemos la explicación de la gran torre central<br />

que representa a Jesucristo sentado en su trono, las cuatro que representan<br />

a los evangelistas, las doce que representan a los apóstoles<br />

o a las tribus de Israel (12 + 12 = 24) y la capacidad del templo que<br />

es de 14000 personas (alusión a los 144000 marcados).<br />

Las aguas, los cánticos y los seres de blanco son una alusión al Bautismo<br />

que da a luz a los nuevos hijos de Dios y a la Eucaristía, que<br />

actualiza todos los días la victoria definitiva sobre el mal y la muerte,<br />

dando sentido a la existencia y razón de que la vivamos como una<br />

permanente celebración. La torre que falta por describir responde a<br />

otra de las visiones del libro, la que alude a la mujer vestida de sol<br />

con la luna bajo sus pies y una corona de doce estrellas, la dedicada<br />

a la Virgen María. He aquí plasmada la síntesis del Apocalipsis. bn<br />

Si en el exterior del templo se representa la Redención<br />

del Señor, en el interior aparece la actualización de esa<br />

Redención en su esposa, la Iglesia<br />

La Sagrada Familia de Gaudí<br />

39


sed santos<br />

40<br />

La labor humana reside en vislumbrar,<br />

en las circunstancias de cada día, la voluntad<br />

de Dios, aceptarla, asumirla y realizarla<br />

en el convencimiento de que lo que nos<br />

es dado nos conducirá a nuestra plenitud


sed santos<br />

Victoria Escudero - Farmacéutica. Fundación López Quintás (Área de Docencia y Universidad)<br />

“Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos<br />

son mis caminos. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos<br />

más altos que vuestros caminos y mis pensamientos más altos que vuestros<br />

pensamientos” (Is. 55, 8-9). Descubrir la verdad contenida en los versículos del<br />

profeta Isaías significó para el Padre Walter adquirir la clave fundamental desde<br />

la cual interpretaría toda su existencia. No es el hombre quien traza ni decide su<br />

camino de santidad sino Dios mismo. La labor humana reside en vislumbrar, en<br />

las circunstancias de cada día, la voluntad de Dios, aceptarla, asumirla y realizarla<br />

en el convencimiento de que lo que nos es dado nos conducirá a nuestra plenitud.<br />

Y esa fue la tarea del Padre Walter durante toda su vida de sacerdocio, pero muy<br />

especialmente durante los veintitrés años que pasó en la Unión Soviética.<br />

La<br />

presencia de Dios<br />

transforma<br />

Cuando rezamos el Padrenuestro y, una vez<br />

tras otra, pedimos a Dios: “venga a nosotros<br />

tu Reino”, quizá no seamos conscientes de<br />

que el deseo que expresamos depende, sobre<br />

todo, de nosotros mismos y que hacer<br />

presente entre nosotros el Reino de Dios<br />

constituye, en realidad, nuestra misión en<br />

este mundo.<br />

Hacer presente el Reino en los campos de<br />

Siberia fue el objetivo del Padre Walter durante<br />

su estancia en ellos. La gracia divina<br />

es capaz de transformar la más humilde de<br />

nuestras acciones en medio por el cual Dios<br />

se acerca a quienes nos rodean. Y esta realidad<br />

es la fuente de la alegría y de la paz más<br />

auténticas. Así, en cada uno de sus actos, de<br />

sus palabras, de sus miradas, Walter Ciszek<br />

deseaba ser portador del mensaje trascendente<br />

que eleva la existencia humana a su<br />

más alta cima dotándola del sentido más<br />

hondo: Dios es y Dios es con nosotros.<br />

A través de la oración, ese espacio de encuentro<br />

personal con el Creador, el Padre<br />

Walter recobraba aliento una y otra vez para<br />

proseguir, día tras día, en aquel lugar donde<br />

el dolor y el sufrimiento humano se presentaban<br />

en tantos grados y versiones como<br />

almas había.<br />

Aquella contribución silenciosa a la obra<br />

redentora de Cristo sobre el mundo constituía<br />

el sentido más oculto de cuanto allí se<br />

padecía. Pero, de todos aquellos hombres<br />

exhaustos y agotados, ¿cuántos descubrirían<br />

aquello? La fe es el mayor tesoro que puede<br />

alcanzar el hombre, pues dota de un sentido<br />

trascendente cualquier momento vital por<br />

duro que resulte. Por ello, el Padre Walter<br />

se afanaba en llevar su mensaje a todos los<br />

hombres del campo, entre los cuales fue<br />

surgiendo una auténtica Iglesia.<br />

La clave es la voluntad de Dios<br />

41


sed santos<br />

La celebración de la misa clandestina se<br />

convirtió en un reto diario para el que todos<br />

los esfuerzos se destinaban con enorme<br />

motivación: memorizar toda la secuencia de<br />

oraciones eucarísticas, guardar ayuno para<br />

poder comulgar aun cuando ello significara<br />

pasar más hambre de la ya impuesta por<br />

la escasez, fingir, esconderse y, por encima<br />

de todo, jugarse la propia vida. El cuerpo y<br />

la sangre de Cristo, los alimentos de Vida<br />

Eterna, infundían en el alma una energía tan<br />

real que aquel momento de intimidad con<br />

el Señor era el hilo del que parecía pender<br />

el aliento de muchos. Y la forma en la que<br />

Dios cuidaba espiritualmente de su rebaño<br />

suponía para el Padre Walter el sentido más<br />

profundo de su presencia en el campo de<br />

trabajos forzados. La celebración de la Eucaristía<br />

constituía, por encima de todo, la<br />

responsabilidad primera a la que el jesuita<br />

se sentía llamado diariamente. Un diminuto<br />

trozo de pan y unas cuantas gotas de vino<br />

consagrado contenían la esencia del milagro<br />

que, silenciosamente, se producía sobre una<br />

caja, un tablón o una piedra que hacían las<br />

veces de altar. Sea como fuere, lo que allí<br />

sucedía unía tan íntimamente al hombre con<br />

Dios y con su verdadero destino, que ningún<br />

otro momento del día cobraba tanto sentido<br />

en la vida del campo. La belleza de la liturgia,<br />

aun sin flores ni cantos, se revelaba con auténtica<br />

majestad en medio de aquella miseria<br />

que revelaba, con mayor fuerza, el origen<br />

y el destino del ser humano.<br />

“El que come mi carne y bebe mi sangre, vivirá<br />

para siempre…” dice el Señor. En Siberia<br />

esas palabras fueron para muchos cristianos<br />

algo más que poesía. En ellas se encierra<br />

aquella sabiduría que el hombre solo alcanza<br />

en los momentos de auténtica unión con<br />

Dios.<br />

Ejercicios<br />

Espirituales<br />

de San Ignacio<br />

La celebración de la misa fue, no obstante,<br />

solo uno de los cuidados pastorales que el<br />

Padre Walter dispensó a las almas bajo su<br />

protección. Como buen jesuita, su confianza<br />

en los Ejercicios Espirituales de San Ignacio<br />

le llevó a organizar retiros en el campo, primero<br />

para sus compañeros sacerdotes y luego<br />

para los demás presos.<br />

La fe es el mayor tesoro que puede alcanzar el<br />

hombre, pues dota de un sentido trascendente<br />

cualquier momento vital por duro que resulte<br />

42


s<br />

Centrándose en las meditaciones centrales<br />

de los Ejercicios, Principio y Fundamento, el<br />

Reino de Cristo, Dos Banderas y las meditaciones<br />

de la Pasión, el Padre Walter renovaba<br />

la fe de quienes le seguían recordándoles el<br />

plan de Dios para la salvación del hombre, la<br />

existencia de una voluntad divina para cada<br />

uno de nosotros que puede ser desentrañada<br />

a través de la oración, y la necesidad de<br />

un compromiso firme y confiado con ella.<br />

Aquellas meditaciones constituían una especie<br />

de brújula que reorientaba la mirada y la<br />

marcha de unos hombres abocados permanentemente<br />

a la desesperación.<br />

Los sacerdotes del campo redescubrían entonces<br />

su vocación primera de representar<br />

a Cristo allí donde el camino los llevara y<br />

de cuidar de las almas que les fueran encomendadas.<br />

Su altísima misión consistía en<br />

hacer patente el Reino de Dios en medio de<br />

tanta adversidad superando el desaliento y<br />

la duda. Confiar en la Providencia divina y<br />

abandonarse a ella constituían las dos conquistas<br />

clave para aquellos hombres que debían<br />

llevar a Cristo a los demás. Y esa era<br />

la misión de los Ejercicios Espirituales que<br />

el Padre Walter predicaba y que progresivamente<br />

iban centrando y recomponiendo las<br />

almas exhaustas.<br />

La clave es la voluntad de Dios<br />

43


sed santos<br />

De la misma manera, los retiros predicados<br />

al resto de los presos trataban de fortalecer<br />

la fe de los convictos. En un entorno hostil<br />

en el que la mentira, los engaños y los<br />

robos conformaban el escenario habitual de<br />

supervivencia, mantener la confianza en los<br />

hombres se convertía en un imposible. Por<br />

ello, muchos de aquellos presos cristianos se<br />

aferraban a Dios como fuente de toda seguridad<br />

y protección. El acompañamiento espiritual<br />

intentaba alimentar, en todo momento,<br />

la dignidad humana y la necesidad de reconocer<br />

un sentido y un valor en el extenuante<br />

trabajo realizado en un lugar en el que<br />

el hombre era reducido, permanentemente,<br />

a la categoría de objeto. Si cada esfuerzo,<br />

si cada acción, por pequeña que fuera, se<br />

consagraba a Dios adquiría entonces un valor<br />

infinito que colmaba de sentido aquella<br />

sucesión de días en los que nada parecía recordar<br />

a los hombres su condición humana.<br />

El hombre tiene hambre<br />

de eternidad. No está<br />

hecho para la muerte,<br />

al menos, no para la<br />

muerte como final sino<br />

como transición a una<br />

plenitud de la que Cristo<br />

resucitado es testimonio<br />

y testigo. Anhelamos<br />

el abrazo con el Padre<br />

como final a esta vida<br />

nuestra en la que las<br />

dificultades y carencias<br />

horadan en nosotros una<br />

profunda herida<br />

La verdadera<br />

libertad<br />

La mirada en Cristo Salvador, vencedor del<br />

pecado y de la muerte, dotaba a la persona<br />

de la mejor herramienta para seguir afrontando,<br />

mañana tras mañana, todas las penalidades.<br />

Y es que la idea de la muerte formaba<br />

parte consustancial de aquel paisaje en el<br />

que las enfermedades, la inanición o un posible<br />

castigo de fusilamiento acababan con<br />

la vida de los presos. En la contemplación<br />

de tales acontecimientos se ponía a prueba<br />

la fe en una vida que, lejos de este mundo<br />

terrenal, uniera al hombre definitiva y eternamente<br />

con su Creador. El régimen comunista<br />

ruso eludía realzar, aun en la menor medida,<br />

el momento de la muerte. Si todo acababa<br />

con ella, ¿para qué preocuparse más que de<br />

eliminar los restos inservibles ya de quien<br />

había dejado, para siempre, de existir? Sin embargo,<br />

y como pudo constatar el Padre Walter,<br />

en la familia y los amigos siempre afloraba una<br />

necesidad de recordar y honrar la memoria<br />

del que había sido. El hombre tiene hambre<br />

de eternidad. No está hecho para la muerte,<br />

al menos, no para la muerte como final sino<br />

como transición a una plenitud de la que Cristo<br />

resucitado es testimonio y testigo. Anhelamos<br />

el abrazo con el Padre como final a esta vida<br />

nuestra en la que las dificultades y carencias<br />

horadan en nosotros una profunda herida. La<br />

muerte es, para los cristianos, el final de nuestro<br />

exilio. Y, desde esta perspectiva, la vivían<br />

también los cristianos confinados en Siberia.<br />

Quizá para ellos la muerte tuviera relación, sobre<br />

todo, con la esperanza y, en último término,<br />

con la libertad.<br />

44


sed santos<br />

Sin embargo, aquella libertad ya<br />

era posible en el campo, casi de<br />

la misma manera que lo era fuera<br />

de él. Como explica el Padre<br />

Walter: “Cuando el hombre<br />

elige servir a Dios y hacer su<br />

voluntad, conquista su libertad<br />

más sublime y más plena.<br />

Puede parecer paradójico afirmar<br />

que nuestra libertad más<br />

plena y sublime depende de<br />

seguir hasta en el más mínimo<br />

detalle la voluntad de otro, pero<br />

no deja de ser cierto cuando<br />

ese otro es Dios. Yo puedo dar<br />

prueba por propia experiencia –<br />

especialmente en las horas más<br />

oscuras de Lubianka- de que el<br />

mayor sentimiento de libertad se<br />

consigue cuando se renuncia totalmente<br />

a la libertad para cumplir la<br />

voluntad de Dios; y con él, la paz<br />

del alma, y un constante sentimiento<br />

de seguridad”.<br />

El Padre Walter apuntaba así al valor infinito<br />

de esa libertad interior, auténtico<br />

don de Dios, que ninguna circunstancia,<br />

por terrible que sea, nos puede arrebatar<br />

a los seres humanos. Y esa era la libertad<br />

que debían conquistar y salvaguardar<br />

los hombres del campo.bn<br />

El mayor sentimiento de<br />

libertad se consigue cuando<br />

se renuncia totalmente a<br />

la libertad para cumplir la<br />

voluntad de Dios<br />

La clave es la voluntad de Dios<br />

45


sed santos<br />

EXCELENCIA DE LA LUZ<br />

Horacio Vázquez Cermeño<br />

46<br />

Reivindicación<br />

de las tinieblas<br />

Y así, contando de antemano con la comprensión<br />

de los lectores, formulamos estas consideraciones<br />

humildes y confiadas en base a<br />

unos postulados que orientarán este trabajo,<br />

pues el “Elogio de las Tinieblas” que predicamos,<br />

arranca con la sensación inquietante de<br />

que será vano nuestro empeño, pues son muchas,<br />

evidentes y autorizadas las razones que<br />

se han esgrimido desde siempre a favor de la<br />

luz, que como efecto reflejo de su excelencia,<br />

han acumulado en el sentir general un enorme<br />

depósito de agravios y amarguras en contra de<br />

las tinieblas y la oscuridad que será difícil de<br />

remover y contrarrestar.<br />

Y estos son los postulados que se proponen:<br />

· Que la luz y las tinieblas salieron de las manos<br />

de Dios, y que ambas, igualmente, son necesarias<br />

para la vida y el buen orden del mundo<br />

creado.<br />

· Que las citas que ponderan la excelencia de<br />

la luz como atributo divino y guía para el hombre,<br />

por si mismas, no implican un correlativo<br />

agravio o crítica de las tinieblas, que en su<br />

propio ámbito y naturaleza son, igualmente,<br />

excelentes.<br />

· Que no debe entenderse como crítica a las<br />

tinieblas los malos efectos que se le atribuyen<br />

cuando el hombre realiza en la oscuridad y sin<br />

los medios adecuados para orientarse, actos<br />

que necesitan de la luz.


sed santos<br />

La luz atributo divino<br />

Así por ejemplo “caminar de noche”, pues<br />

es evidente el peligro de tropezar o perderse<br />

por falta de luz. Pero ello en modo alguno<br />

puede predicarse como un mal de las<br />

tinieblas sino, solamente, del que camina a<br />

oscuras de modo imprudente e inadecuado.<br />

Recordemos a este respecto la parábola de<br />

las vírgenes necias y las vírgenes prudentes,<br />

estas, que hicieron provisión del aceite suficiente<br />

para sus lámparas cuando esperaban<br />

al señor en la noche, y aquellas, que lo agotaron<br />

en la larga espera hasta el momento de<br />

su llegada y no pudieron entrar con él.<br />

· Que la utilización poética o metafórica de la<br />

luz como imagen y símbolo de la verdad, la<br />

vida, la bondad, la gracia para la salvación y<br />

otros bienes, no puede servir de pretexto para<br />

tildar sin más a las tinieblas como imagen de la<br />

mentira, la muerte, la maldad, la condenación<br />

y otros males, pues también puede decirse<br />

que la oscuridad y las tinieblas de la noche son<br />

inexcusables para el sosiego, la calma, el descanso<br />

del alma, y la oración de quietud.<br />

· En ocasiones, y con exclusivos fines didácticos<br />

que tratan de estimular la comprensión de<br />

auditorios poco preparados, se utilizan los conceptos<br />

de luz y tiniebla hasta los límites caóticos<br />

de sus significados reales, y la oscuridad<br />

se asocia a la ignorancia y la condenación del<br />

hombre, aunque ello tenga poco que ver con<br />

el sentido real del concepto.<br />

Los atributos de Dios son incontables, y entre<br />

sus muchas clasificaciones se distinguen<br />

los que son transmisibles de los que son exclusivos<br />

de su esencia, contándose entre los<br />

primeros los de paternidad, santidad, gloria,<br />

realeza, majestad, justicia, amor, verdad, soberanía,<br />

bondad, gracia, luz, misericordia, claridad,<br />

hermosura, paciencia, ira, prudencia, fidelidad,<br />

belleza, perfección, libertad, sabiduría, vida, espiritualidad,<br />

virginidad, consolación, bendición,<br />

etcétera, y entre los atributos exclusivos, los de<br />

aseidad, unicidad, multiplicidad, simplicidad,<br />

supremacía, grandeza, infinitud, eternidad, inmensidad,<br />

inmutabilidad, omnipresencia, omnisciencia,<br />

omnipotencia, ubicuidad, creación,<br />

y también, que es absoluto, redentor, Señor de<br />

vivos y muertos, principio y fin de todas las cosas,<br />

etcétera, etcétera.<br />

Luz de Dios Padre<br />

El concepto de la luz en la expresión religiosa<br />

del Antiguo Testamento representa significados<br />

que están muy por encima de su realidad intrínseca,<br />

tal como que se manifiestan en las<br />

teofanías de Dios Padre, ora en la zarza que<br />

ardía sin consumirse, o como columna de fuego<br />

que guía al pueblo elegido, o como ascuas<br />

celestes que encienden las aras de los holocaustos<br />

de Abrahán o de Elías, o como resplandor<br />

de la gloria que hace radiante el rostro de<br />

Moisés (Éxodo 34, 29).<br />

Elogio de las tinieblas<br />

47


sed santos<br />

Y de muchas maneras se expresa esta simbología<br />

como “la luz del rostro del Señor” (Salmo<br />

4, 7), “lámpara es tu palabra para mis pasos,<br />

luz en mi sendero…” (Salmo 119, 105), “tu<br />

luz nos hace ver la luz” (Salmo 36, 10), “el<br />

pueblo caminará…a la luz de tu rostro”, porque<br />

el Señor Dios es sol y escudo, él da la gracia<br />

y la gloria” (Salmo 83, 12), “Casa de Jacob,<br />

venid, caminemos a la luz del Señor” (Isaías 2,<br />

5), o en la bendición que da el Señor para el<br />

pueblo en Números 6, 25: “El Señor te bendiga<br />

y te proteja, ilumine su rostro sobre ti…”, y<br />

que luego se reproduce en el Salmo 66, 2-3:<br />

“Que Dios tenga piedad y nos bendiga, ilumine<br />

su rostro sobre nosotros…”<br />

En este contexto, la luz no es beligerante con<br />

las tinieblas y se hace instrumento de Dios para<br />

guiar al hombre hacia el Tiempo Nuevo. Los libros<br />

sapienciales también utilizan el concepto<br />

de la luz. En el Libro de la Sabiduría 7, 26, la<br />

sabiduría se asocia al atributo divino de la luz<br />

en cuanto que “irradiación de la luz eterna (de<br />

Dios) e imagen de su bondad”, y en 7, 29, se<br />

dice de ella que”…es más bella que el sol y<br />

supera a todas las constelaciones. Comparada<br />

con la luz del día, sale vencedora, porque la luz<br />

deja paso a la noche, mientras que a la sabiduría<br />

no la domina el mal”. Adviértase aquí como<br />

“la noche” se asocia con el mal y el atributo<br />

divino de la “sabiduría” se hace competir con<br />

el de la “luz”, al que se dice que supera porque<br />

el día que da paso a la noche, lo que nunca<br />

hace la sabiduría.<br />

Y dentro de este esquema competitivo y beligerante<br />

se nos ofrecen las sentencias de<br />

Eclesiastés. Así en 2, 12: “La sabiduría es<br />

más provechosa que la necedad, como la<br />

luz aprovecha más que las tinieblas”, y más<br />

adelante en 2, 14, abundando en el mismo<br />

sentido: “El sabio lleva los ojos puestos en la<br />

cabeza, pero el necio camina en tinieblas”.<br />

Aquí el binomio “sabiduría/necedad”, se corresponde<br />

con el de “luz/tinieblas”, y las tinieblas<br />

salen perdiendo sin que se adviertan<br />

los motivos o se den las razones para ello,<br />

simplemente se deduce que “es necedad<br />

andar en tinieblas”.<br />

Anuncios proféticos<br />

La tradición profética nos trae la escisión del<br />

mundo bíblico en dos partes: El pueblo elegido<br />

que es la luz, y los otros pueblos que<br />

caminan en las tinieblas. Pero ahora las tinieblas,<br />

de un modo claro y rotundo, se llevan<br />

la peor parte en este discurso, pues en la<br />

oscuridad que se profetiza se esconden las<br />

tinieblas de la muerte, la condenación y el<br />

castigo del cielo. Se obtienen conclusiones<br />

más benévolas al respecto en los anuncios<br />

específicamente mesiánicos, donde la luz<br />

que brilla en la oscuridad es la del Mesías<br />

que llega, pero no así en las profecías del<br />

“Día del Señor”, que son anuncio de un Dios<br />

colérico y terrible.<br />

La luz y las tinieblas salieron de las<br />

manos de Dios, y que ambas, igualmente,<br />

son necesarias para la vida y el buen<br />

orden del mundo creado<br />

48


sed santos<br />

El primer Isaías en 8, 23, nos grita: “¡No habrá<br />

ya oscuridad para la tierra que está angustiada!”,<br />

pues se anuncian buenas nuevas para la<br />

tierra de Neftalí y Zabulón, porque “el pueblo<br />

que caminaba en tinieblas vio una luz grande;<br />

habitaba en tierra y sombras de muerte,<br />

y una luz brilló”, y lo que anunció el profeta<br />

(9, 1) nos lo confirmará el evangelista Mateo<br />

en 4, 16. Es la luz del Mesías que llega, es el<br />

Siervo del Señor, el que traerá la consolación<br />

al pueblo, de quien se dice: “Te hago luz de<br />

las naciones para que mi salvación alcance<br />

hasta el confín de la tierra” (49, 6), y ya no<br />

habrá noches oscuras para los que escuchen<br />

su voz “aunque camine en tinieblas, sin ninguna<br />

claridad…” (50, 10), y por tanto: “¡Levántate<br />

y resplandece, porque llega tu luz; la<br />

gloria del Señor amanece sobre ti! Las tinieblas<br />

cubren la tierra, la oscuridad los pueblos,<br />

pero sobre ti amanecerá el Señor…” (60,<br />

10). Y todo eso nos lo confirma Zacarías 14,<br />

6: “Sucederá aquel día que no habrá luz, ni<br />

frío ni calor. Será un día único, que el señor<br />

conoce: sin día ni noche. Al anochecer habrá<br />

una luz espléndida”.<br />

Amós, Sofonías, y<br />

Jeremías, también<br />

profetizan con la<br />

utilización metafórica<br />

de luces y tinieblas<br />

anunciando un<br />

Día del Señor sin<br />

salvación para los<br />

impíos<br />

En estos textos mesiánicos la oscuridad se<br />

viste de una nueva esperanza.<br />

Pero son también tiempos para la corrupción<br />

y la denuncia, para el pecado, la perfidia, la<br />

violencia y la sangre, y de nuevo los vocablos<br />

de luz y tinieblas con su anfibología poética<br />

y ejemplarizante, entran en juego para la<br />

lamentación acusadora: “Por eso está lejos<br />

de nosotros el derecho y la justicia no nos<br />

alcanza; esperamos la luz, llega la oscuridad;<br />

esperamos claridad y marchamos en tinieblas.<br />

Tentamos el muro como ciegos,…tropezamos<br />

en pleno día como al anochecer…”<br />

(Isaías 59, 9-10). Amós, Sofonías, y Jeremías,<br />

también profetizan con la utilización metafórica<br />

de luces y tinieblas anunciando un Día<br />

del Señor sin salvación para los impíos: Así<br />

Amós (5, 18-20), “¡Ay de los que ansían el<br />

Día del Señor! ¿De qué os servirá el Día del<br />

Señor? ¡Serán tinieblas y no luz! Será como<br />

un hombre que huye de un león y se topa<br />

con un oso, o entra en casa, apoya su mano<br />

en la pared y lo muerde una serpiente. ¿No<br />

es el Día del Señor tinieblas y no luz, densa<br />

oscuridad sin resplandor alguno? Y Sofonías<br />

1, 15, “Amargo es el estruendo del Día del<br />

Señor…Día de cólera, aquel día, día de angustia<br />

y aflicción,…día de oscuridad y negrura,<br />

día de nieblas y tinieblas…”. Y Jeremías<br />

13, 16, “Honrad al Señor, vuestro Dios, antes<br />

de que se echen las sombras, antes de que<br />

tropiecen vuestros pies por los montes, apenas<br />

sin luz; antes de que la luz que esperáis<br />

se convierta en sombras mortales, se transforme<br />

en lóbregas tinieblas.”<br />

Elogio de las tinieblas<br />

49


sed santos<br />

En su realidad cósmica de<br />

elemento salido de las manos<br />

de Dios, las tinieblas siempre<br />

serán inocentes<br />

No, nos parece posible encontrar argumentos<br />

para que no maldecir a las tinieblas de<br />

la ignorancia, el pecado y la muerte, sino<br />

fuera porque, en su realidad cósmica de<br />

elemento salido de las manos de Dios, las<br />

tinieblas siempre serán inocentes. Quizá,<br />

acaso, podría explicarse la dureza de los simbolismos<br />

utilizados porque en el principio,<br />

antes de que pudiera contarse el tiempo del<br />

mundo, el pecado de soberbia de unos ángeles<br />

rebeldes provocó una batalla celestial<br />

que se saldó con su derrota, “y que a los<br />

ángeles que no se mantuvieron en su rango<br />

sino que abandonaron su propia morada,<br />

(Dios) los tiene guardados para el juicio<br />

del gran día, atados en las tinieblas con cadenas<br />

perpetuas”. (Carta de San Judas, 6).<br />

Así lo ratifica 2 Pedro 2, 4:“En efecto Dios no<br />

perdonó a lo ángeles que pecaron, sino que,<br />

precipitándolos en las tenebrosas cavernas<br />

del infierno, los entregó reservándolos para el<br />

juicio. Y de tan gran pecado, del que pudiera<br />

existir reseña en Apocalipsis 12,3, con la señal<br />

“…de un enorme monstruo rojo como el<br />

fuego… que con la cola barre un tercio de<br />

las estrellas del cielo, precipitándolas a la tierra”,<br />

parece que, junto a los ángeles convertidos<br />

en demonios que son confinados en el<br />

Averno para librar la batalle del pecado en el<br />

mundo, también las tinieblas espesas y oscuras<br />

en las que habitan desde entonces hayan sido,<br />

a su vez, estigmatizadas con ellos como símbolo<br />

del mal que encarnan por un pecado irrredento.<br />

Y para atenuar el rigor de tan crudos simbolismos<br />

y comparaciones, será bueno traer a colación<br />

que esa “luz mesiánica que brilló en la<br />

noche de los profetas”, fue también “la estrella<br />

de Jacob”, la que se nos anunció por boca del<br />

hechicero Balaán (Números 24, 15-24), y que<br />

luego, mil años después, lucirá de nuevo tan<br />

brillante como aquella, y llamará la atención<br />

de unos magos estudiosos el cielo en el lejano<br />

oriente, que al verla supieron entender que<br />

aquella luz era la señal del nacimiento del rey<br />

más poderoso del mundo, y dejándolo todo, se<br />

pusieran en camino para adorarlo. Porque es lo<br />

cierto, que las estrellas solo brillan en las noches<br />

más oscuras, cuando las tinieblas son densas y<br />

espesas, y para seguir la de Belén, los magos<br />

solo podían caminar en la noche al resplandor<br />

de su estela, y al amanecer, cansados y felices,<br />

descasaban en sus tiendas esperando otra noche<br />

acogedora que les mostrara el camino.<br />

Y en ese peregrinaje lleno de noches de esperanza,<br />

que son las mismas noches de las<br />

aterradoras tinieblas que anunciaron los profetas,<br />

la oscuridad se llenó entonces de ilusión,<br />

y las noches parecían días, y la estrella<br />

los dirigió sin tropiezos por un camino que los<br />

llevó hasta Jesús. bn<br />

50


sed santos<br />

nombre artículo<br />

51


Javier Alba<br />

Con este artículo, se comienza la publicación de una<br />

serie de reflexiones sobre diversos aspectos de vital<br />

importancia para toda persona que desee encontrar<br />

la felicidad por el único camino que, de verdad,<br />

conduce a ella. Cada una de las sentencias que se<br />

proponen a la consideración del lector encierra una<br />

sabiduría digna de meditación. Indudablemente,<br />

Dios mismo actuará en quienes así lo hagan y sus<br />

beneficios no se harán esperar.<br />

Fe.<br />

Fe<br />

¿Dónde estaba Dios mientras se asesinaba en<br />

Auschwitz? Dios estaba allí. Cristo entraba a los<br />

hornos crematorios de la mano de las víctimas<br />

inocentes.<br />

La fe es la cabeza y la raíz; si la conservas,<br />

aunque pierdas todo lo demás, lo recuperarás<br />

luego con creces (San Juan Crisóstomo).<br />

Se empieza perdiendo la fe, y se acaba<br />

perdiendo la razón.<br />

Ante el miedo a la muerte no es la fe la que<br />

tranquiliza, sino el Amor (Bernanos).<br />

No hay ateos, sino idólatras (Dostoyevski).<br />

Todo el que cree piensa, porque la fe si lo que<br />

se cree no se piensa, es nula (San Agustín).<br />

Lo único que quita el pecado es el don gratuito<br />

de la fe, que actúa por el amor (San Agustín).<br />

Por la fe habita Cristo en nuestros corazones<br />

(San Bernardo).<br />

52


Esperanza<br />

El tiempo es superior al espacio (Papa<br />

Francisco). Aunque veas que el enemigo ha<br />

sembrado todo el espacio de cizaña, no temas,<br />

espera, porque será vencido por la bondad del<br />

trigo que se manifiesta a su tiempo.<br />

Aunque nadie haya podido regresar y hacer un<br />

nuevo comienzo… cualquiera puede volver a<br />

comenzar ahora y hacer un nuevo final (San<br />

Francisco Javier).<br />

El desconocimiento propio genera soberbia,<br />

pero el desconocimiento de Dios genera<br />

desesperanza (San Bernardo).<br />

He sido creado para el Paraíso. Cristo me<br />

espera.<br />

Tantas veces como abandonamos el camino<br />

para perdernos, tantas veces que el Señor recrea<br />

nuevos caminos para encontrarnos de nuevo.<br />

La paciencia de Dios es nuestra salvación.<br />

Esperando siempre el abrazo de Cristo en el<br />

Paraíso.<br />

caridad<br />

Caridad<br />

Lo único que cuenta es la fe activa en la caridad.<br />

La fe sin obras es un cadáver St 2,17<br />

Nunca dejes de hacer una obra buena por<br />

miedo a caer en la vanagloria (Kiko Argüello).<br />

Anunciad el Evangelio siempre, y, si fuera<br />

necesario, también con la palabra (San<br />

Francisco). Evangelizad de palabra y de obra,<br />

como el ora et labora.<br />

El pecado de ignorancia es ignorar que el otro<br />

es Cristo.<br />

sed santos<br />

Quitarse las sandalias al pisar la tierra sagrada<br />

del otro (Papa Francisco).<br />

El que detesta a su hermano es como un<br />

asesino que mutila el cuerpo de Cristo. El que<br />

se burla de su hermano es como el verdugo<br />

que le quita la libertad para acabar con su vida.<br />

No hay mayor invitación al amor que amar<br />

primero (San Agustín).<br />

Saluda tú primero (San Juan de la Cruz).<br />

¿Quién es mi prójimo? Mi prójimo es aquel que<br />

me resulta insoportable (Dostoyevski).<br />

Prójimo es aquel que está ahora a mi lado. El<br />

que molesta y estorba. Dice Dostoyevski, “al que<br />

no se puede amar”. Prójimo es aquel que Dios<br />

pone a tu lado en cada momento.<br />

Hay que llegar juntos a la casa del Padre. No<br />

vayamos a encontrarnos con Dios estando<br />

separados los unos de los otros (Péguy).<br />

Hay algunos que parecerían querer entrar<br />

solos en el cielo, entrar sin esos hermanos que<br />

resultan tan molestos, y no saben que sólo se<br />

entra solo en el infierno.<br />

La fe y la esperanza son para esta vida, no así la<br />

caridad que aumentará en la vida eterna.<br />

Aunque tu fe sea como una mecha humeante,<br />

y tu esperanza como una caña cascada, siempre<br />

tendrás el amor de Cristo. Sólo Cristo.<br />

El pobre es Cristo disfrazado de mendigo<br />

(Teresa de Calcuta).<br />

No ser nada para nadie, es la peor pobreza<br />

(Teresa de Calcuta).<br />

La soberbia engendra división, del mismo modo<br />

que la caridad engendra la unidad (San Agustín).<br />

¿Puede la esposa dejar de amar, tratándose<br />

además de la esposa del Amor en persona?<br />

(San Bernardo).<br />

No pierdas la caridad porque acabarás<br />

perdiendo la fe.<br />

El pobre que pide a la puerta de la iglesia es el<br />

que te esperará a la puerta del cielo<br />

Reflexiones imprescindibles<br />

53


sed santos<br />

Cruz<br />

Cruz<br />

Belleza<br />

Belleza<br />

La verdad revelada es el amor, y el amor<br />

encarnado es la belleza (Pavel Florensky).<br />

La Belleza que salva al mundo es Cristo<br />

(Dostoyevski).<br />

La belleza es el resplandor de la verdad (Gaudí).<br />

La belleza es la expresión visible del bien<br />

(Juan Pablo II).<br />

El bien es la belleza de la verdad: el Amor de<br />

Dios manifestado en Cristo Jesús.<br />

El mal odia la verdad y la belleza.<br />

La belleza va más allá de la razón.<br />

Aquel que es la Belleza misma se ha dejado<br />

desfigurar el rostro, escupir encima y coronar de<br />

espinas (Ratzinger).<br />

Encontrar la verdadera Belleza, abandonarlo todo<br />

y seguirle.<br />

La vida es bella, muy bella, más yo prefiero el<br />

paraíso (como San Felipe Neri). Porque estoy<br />

enamorado de Cristo.<br />

Una cruz sin Jesús no es cristiana<br />

(Papa Francisco).<br />

La cruz es mi libro, una mirada a ella<br />

me enseña cómo debo actuar en cada<br />

circunstancia (San Conrado Birndorfer de<br />

Parzham).<br />

Aparte de la cruz no hay otra escalera por la<br />

que podamos subir al cielo (Santa Rosa de<br />

Lima). Si se rechaza la cruz, no se encuentra<br />

otro camino para subir al cielo.<br />

Por la cruz al Paraíso.<br />

En la cruz somos uno con Cristo.<br />

Cristo en su Resurrección nos ha abierto la<br />

puerta del Paraíso: la Cruz.<br />

Humildad<br />

Humildad<br />

La humildad es la raíz y el fruto de la santidad.<br />

La humildad es la prueba de que esos dones<br />

y carismas vienen de Dios. No hay santo<br />

sin humildad. Ni la humildad entrará en el<br />

infierno, ni la soberbia entrará en el cielo.<br />

En el infierno se puede entrar con muchas<br />

virtudes, menos con la humildad, y en el cielo<br />

se puede entrar con muchos pecados, menos<br />

con la soberbia.<br />

Seguir desnudo al Cristo desnudo.<br />

Para ser humilde hay que ser humillado<br />

(Papa Francisco).<br />

Sólo la humillación nos libra de la soberbia.<br />

Ser humillado es medicina contra el orgullo.<br />

54


sed santos<br />

Cristo buscó el último lugar, nosotros lo<br />

cristianos no podemos buscar otro lugar<br />

mejor.<br />

Sitúate en el infierno, en el último lugar, y<br />

espera a que Cristo venga a rescatarte<br />

(San Teófano el Recluso).<br />

Bakhita, esclava negra africana, quiso ser<br />

cristiana cuando se encontró a Dios hecho<br />

esclavo como ella, ante la imagen de<br />

Jesucristo crucificado como un esclavo.<br />

Dios construye sobre el suelo real de la<br />

humildad, y no sobre el aire vano de la<br />

soberbia.<br />

Dios te ama como eres. Ama a Dios como eres.<br />

Dios se hizo hombre por humildad, para<br />

hacer al hombre Dios (San Agustín), pero el<br />

hombre rechaza a Dios por la soberbia de<br />

querer ser dios.<br />

Mis torpezas las permite Dios para que no<br />

me llene de orgullo, y me mantenga siempre<br />

humilde (San Carlos de Sezze) .<br />

Dios lo es todo, yo no soy nada<br />

(Santa Ángela de la Cruz).<br />

Dios es el que es, yo soy la que no es<br />

(Santa Catalina de Siena).<br />

San Simeón el loco se hizo necio y el<br />

loco por Cristo, hizo el payaso, vivió entre<br />

mendigos, siempre estaba alegre, se reía de sí<br />

mismo, y buscaba la risa de los demás, y sólo<br />

así pudo vencer al gran enemigo del orgullo.<br />

Nosotros nos creemos espíritus puros, más<br />

las limitaciones de nuestro cuerpo son las que<br />

nos llevan a la humildad.<br />

Quien se apoya en sí mismo, es peor que el<br />

demonio (San Juan de la Cruz).<br />

Dios no ha encontrado en la tierra pecador<br />

más vil que yo (San Francisco de Asís).<br />

Sólo soy un pecador al que ha elegido Cristo<br />

(Papa Francisco).<br />

Ser elegido, por pura gracia, sin mérito<br />

alguno por tu parte, es más, sin ni siquiera<br />

merecerlo, gratuitamente, por Él, para hacer su<br />

voluntad, por gracia, sin esfuerzo, con alegría,<br />

descansando siempre en su voluntad, eso es<br />

humildad.<br />

Bien sabe su Majestad que sólo puedo<br />

presumir de su misericordia (Santa Teresa).<br />

Hablad con parresia y escuchar con humildad<br />

(Papa Francisco).<br />

Dijo el humilde: no me he encontrado con<br />

nadie peor que yo. bn<br />

Reflexiones imprescindibles<br />

55


sed santos<br />

Francisco Lerdo de Tejada<br />

Búsqueda infructuosa<br />

del AMOR<br />

Un estudiante enamorado sueña con adquirir<br />

una rosa roja para poder cortejar a la chica<br />

de sus sueños. Es un joven de libros, de soledad,<br />

que necesita el amor para poder vivir.<br />

El aislamiento libresco le ha llevado a relacionarse<br />

con el amor de un modo un tanto<br />

imaginativo. Pero es laudable el paso de salir<br />

del papel al papel, quiero decir, al papel u<br />

oficio de amador –como dirían nuestros clásicos-.<br />

El paso de la tinta a la idea es bueno,<br />

pero perfecto solo es el paso de la idea a la<br />

realidad, a la vida.<br />

Vamos a asistir a la historia de un intento<br />

y de un fracaso. El muchacho va buscando<br />

amor. Piensa sobre el amor.<br />

Intentará salir al encuentro del<br />

amor como pueda y como<br />

sepa, pero la cosa no saldrá<br />

bien. El eros le atrapará en<br />

el egoísmo. Lo que inicialmente<br />

era impulso motor<br />

para el ascenso fue<br />

bloqueo y retroceso.<br />

56


sed santos<br />

Hay mucho símbolo en el relato. Este joven<br />

pide y busca amor de verdad expresado en<br />

la entrega de una rosa roja que no encuentra.<br />

Un amor intenso que genera bondades y<br />

dulzuras. Lo pide, lo necesita. No quiere más,<br />

no desea más. Solo amor.<br />

La vida con su murmullo lleva su mensaje:<br />

“¡Qué tontería –exclamaron todos-”. Hay cinismo<br />

y risas expresadas en una verde lagartija,<br />

símbolo de la superficialidad volátil. Tres<br />

elementos: todos, tontería, risa. Es el primer<br />

desprecio del amor que el mundo hace. El<br />

mundo no cree en el amor, y no cree porque<br />

lo ha mancillado. Pienso ahora en aquella<br />

parábola en que el Señor invita a todos a un<br />

banquete (símbolo del amor) “y empezaron<br />

a excusarse todos a la vez” (Lc 14,18). “El<br />

que ama al mundo no está en él el amor del<br />

Padre” (1 Jn 2,15)<br />

El joven estudiante sitúa bien el ámbito del<br />

amor. La amada de sus sueños formará parte<br />

del cortejo del príncipe. Y así es realmente.<br />

El amor nos eleva hasta llegar a categoría<br />

más que de príncipe; nos eleva al terreno<br />

divino. El que ama se ennoblece. El que vive<br />

ya siempre de amor es noble ya de por vida,<br />

tiene sangre divina, diríamos.<br />

La sabiduría de los sabios resulta necia si no<br />

hay amor: “Yo he leído todo lo escrito por<br />

los sabios, conozco todos los secretos de la<br />

filosofía. ¡Y ahora por la posesión de una rosa<br />

roja, siento mi vida destrozada!”. La ausencia<br />

de amor es mortal entre los humanos. Dios<br />

dejaría de ser Dios si no fuera Amor.<br />

Este estudiante, aprendiz del amor, sabe que<br />

no puede bailar con ella si no hay rosas rojas,<br />

si no hay amor. Aquí también parece que<br />

acierta. Sin amor lo corpóreo es carnalidad.<br />

Sin amor lo lúdico es lodo. Sin amor lo bueno<br />

se hace malo y lo puro impuro.<br />

El amor<br />

cuando es<br />

verdadero<br />

solo piensa<br />

en encontrar<br />

formas en que<br />

mostrar su<br />

amor<br />

Oscar wilde y su ruiseñor<br />

57


sed santos<br />

“No hay ninguna rosa roja en todo mi jardín”.<br />

Lamentos y lágrimas del que no tiene amor.<br />

Son esas situaciones sin salida que solo tienen<br />

salida en el amor. “Me levantaré, iré a mi<br />

padre y le diré: Padre, he pecado contra el<br />

Cielo y contra ti” (Lc 15,18).<br />

En aquel jardín no había grana, faltaba el amor.<br />

Hay que cuidar que en nuestras vidas haya ese<br />

amor que embellece y da plenitud personal.<br />

¡Ya no más tierra, ya no más egoísmo!:<br />

Mi alma se ha empleado<br />

Y todo mi caudal en su servicio.<br />

Ya no guardo ganado<br />

Ni ya tengo otro oficio,<br />

Que ya solo en amar es mi ejercicio<br />

(San Juan de la Cruz. Cantico espiritual 28)<br />

Son ideales que nuestro joven solo atisba<br />

pero que todavía no comprende.<br />

Hacia el AMOR<br />

verdadero<br />

Será un ruiseñor, que entra en escena ahora, el<br />

que resultará mediador entre el joven y la joven,<br />

y maestro supremo de la Caridad. Pero al joven<br />

le va pudiendo el sentimentalismo frente al<br />

amor verdadero del que es portador el ruiseñor.<br />

Considera este pequeño animal al muchacho<br />

“como un verdadero enamorado”. Cree en el<br />

amor y por eso trabaja por el amor. La doctrina<br />

es ya muy antigua: sin fe no hay caridad, sin<br />

confianza no hay amor.<br />

Esta ave representa el amor auténtico. Ama<br />

sin selección porque ella es selecta. Se interesa<br />

por el otro de un modo sorprendente.<br />

Piensa en el otro. El amor cuando es verdadero<br />

solo piensa en encontrar formas en que<br />

mostrar su amor. El ruiseñor encontró su espina<br />

en donde desfondó su vida por el otro.<br />

Para los cristianos el amor es meta y también<br />

camino. Por el amor al amor.<br />

Es un pájaro que habla con las estrellas. Todo<br />

es delicadeza en su pluma y en su voz. Parece<br />

un buen samaritano poblado de detalles<br />

afectivos (Lc 10,25-37):<br />

“Noche tras noche he cantado sobre él, a pesar<br />

de no conocerlo. Noche tras noche he<br />

relatado su historia a las estrellas, y ahora lo<br />

contemplo. Su cabello es oscuro como la flor<br />

del Jacinto, y sus labios rojos como la rosa<br />

que desea encontrar; pero su ansiedad ha<br />

tornado su faz tan pálida como el marfil; y<br />

la tristeza ha dejado su sello en la frente”.<br />

¡El otro, el otro!¡Los demás, los demás! Es lo<br />

que nos grita este pajarillo con su canto:<br />

“Ciertamente el amor es algo maravilloso. Es<br />

más valioso que las esmeraldas, y más precioso<br />

que los finos ópalos. Ni las perlas ni<br />

las granadas pueden comprarlo, porque no<br />

está a la venta en los mercados. No puede<br />

adquirirse de los mercaderes, ni pesarse en<br />

una balanza como el oro”.<br />

Se reían del pobre mozalbete porque no<br />

conocían el amor. El ruiseñor “posado<br />

sobre la encina, reflexionaba sobre<br />

el misterio del amor”.<br />

Cristo en la cruz venció.<br />

No es que tenga sentido es que es el<br />

único sentido: el amor más grande<br />

58


sed santos<br />

“Conocía el secreto de la pena del estudiante”.<br />

El amor conoce, es sensible, sabe lo que pasa<br />

(Jn 2,3) y no pasa de largo.<br />

Esto es quizás lo que falta. La reflexión sobre<br />

la caridad. El amor hay que pedirlo (a<br />

Dios), estudiarlo, meditarlo y vivirlo. En esta<br />

vida son necesarias al menos las tres primeras<br />

cosas. Aunque aquí y allá será la vida del<br />

amor lo decisivo y lo único necesario.<br />

Si seguimos el relato veremos vuelos. Son<br />

las idas y venidas del que ama, del que se<br />

preocupa por el otro hasta dar la vida. Va de<br />

rosal en rosal y no encuentra el amor, no hay<br />

ningún rosal que dé el tono bermejo.<br />

“El ruiseñor insistía: una sola rosa roja es lo<br />

que necesito. ¡Sólo una rosa roja!”. No te<br />

confundas ruiseñor, es el muchacho el que<br />

la necesita, no tú. Pero el amor es así. Asumo<br />

lo del otro como mío propio.<br />

Se ve el proceso de este maestro: observa,<br />

oye, comprende, dialoga… muere. Veámoslo.<br />

Sin fe no hay<br />

caridad,<br />

sin confianza<br />

no hay amor<br />

Oscar wilde y su ruiseñor<br />

59


sed santos<br />

Sin dar la vida no hay<br />

AMOR<br />

Un rosal, por fin, afirmó que tenía rosas rojas<br />

pero no saldrían porque el hielo (del egoísmo)<br />

había quemado los capullos y quebrado las ramas.<br />

La solución se presentaba terrible: toda la<br />

noche habrá de estar el buen pajarillo atravesado<br />

por la espina del rosal para que su sangre<br />

sea savia y la rosa sea roja. Y habrá de hacerlo<br />

cantando. El corazón caerá muerto en el cuerpecillo<br />

del ave y habrá nacido una roja rosa: “El<br />

amor es mejor que la vida ¿qué es el corazón<br />

de un pájaro, comparado con el corazón de<br />

un hombre”. Por amor considero superior al<br />

prójimo (Flp 2,3) El ruiseñor está preparado:<br />

“Alégrate, vas a conseguir tu rosa roja. La voy<br />

a crear con música…!”. Es el amor heroico el<br />

único que nos llevará a la santidad.<br />

“Todo lo que te pido –le decía al estudiantees<br />

que seas un enamorado perfecto, porque<br />

el Amor es más sabio que la Filosofía”. Este<br />

doctor del amor está intentando purificar al estudiante<br />

llevándole a la perfección, sin sentimentalismos<br />

de primerizos. El sentimiento sin<br />

sustancia no le deja ver claro y lo que era amor<br />

en el joven empieza a ser oscuridad.<br />

El amor es así.<br />

Asumo lo del<br />

otro como<br />

mío propio<br />

“La espina iba clavándose más y más honda<br />

en su pecho, y la sangre de su vida se escapaba”.<br />

“Aprieta más pequeño ruiseñor”. ¡Más,<br />

más, más! ¡No pares, por favor, en tu carrera<br />

de amor!<br />

El joven, ya con su rosa, se ve despreciado por<br />

la muchacha. Se enfurece y exclama: “¡qué<br />

cosa tan tonta es el amor!”. Y regresó a sus<br />

estudios. El amor no era para él ni práctico ni<br />

lógico ni útil. “En estos tiempos el ser práctico<br />

lo es todo”. Se quedó en el eros sin pasar al<br />

ágape. No vio ni vivió el sacrificio como esencia<br />

del amor en esta vida. Buscando amor despreció<br />

el amor.<br />

La rosa roja fue arrojada y deshecha por un<br />

pesado carromato.<br />

Cristo en la cruz venció. No es que tenga sentido<br />

es que es el único sentido: el amor más<br />

grande. El dar la vida por los demás (Jn 15,13).<br />

“No lo entiendas, vívelo. Dijo el principito a la<br />

rosa” -hablando sobre el amor- (Antoine de<br />

Saint-Exupéry) bn<br />

60


sed santos<br />

nombre artículo<br />

61


mosaico<br />

Jorge L Santana<br />

En principio nos puede parecer que esto del “yoísmo” es ajeno, y que lo padecen<br />

esos egocéntricos individualistas que pululan en las sociedades consumistas;<br />

pero si hacemos un leve examen de escrupulosidad nos percataremos<br />

que todos somos adeptos o incluso adictos a este mal endémico que nos<br />

postulan medios de comunicación, spot publicitarios, políticos, personajes<br />

públicos y mediáticos, series y concursos de t.v., famosos, pensadores, etc.<br />

La primera sorpresa me la llevo al entrar en<br />

Internet y comprobar cómo este defecto, lacra<br />

y hasta vicio, pertenece al mundo del otro, no<br />

al nuestro. Nadie se apunta. Los ególatras son<br />

siempre los otros —aquello de la paja y la viga.<br />

Sin embargo, me da la sensación de que está<br />

más extendido de lo que a simple vista parece.<br />

Recuerdo un chiste al respecto del “yoísmo”<br />

como botón de muestra. Se encuentran dos<br />

amigos en un aeropuerto.<br />

—Hombre, Manu, ¿De donde vienes?<br />

—De Nueva York<br />

—¡Ah, que bien! ¡Así que vas a N.Y.!<br />

¿Cuántas veces habrás ido?<br />

—Pues, no sé…, tendría que contarlas,<br />

pero veinticuatro o veinticinco.<br />

—Pues yo…, —dice el otro— habré ido una<br />

o ninguna.<br />

Se necesita tanto ser, que hasta se presume de<br />

lo que no es.<br />

62


mosaico<br />

No me atañe<br />

lo que tú dices,<br />

lo que a ti te ha pasado,<br />

lo que tú sientes<br />

o sufres…, sino<br />

lo que me pasa a mí<br />

Ha perdido<br />

su verdadera<br />

entidad y<br />

necesita y ansía<br />

con todas sus<br />

fuerzas<br />

“ser”<br />

La tiranía del yo o la gracia del tú<br />

63


mosaico<br />

El “yoísmo”<br />

y sus causas<br />

El “yoísmo” se viene llamando más al formato exterior,<br />

esa manera de repetir insistentemente “si,<br />

pero yo…” o “…yo más” o “yo también” o cualquier<br />

frase que recalque y deje claro el yo.<br />

No me atañe lo que tú dices, lo que a ti te ha<br />

pasado, lo que tú sientes o sufres…, sino lo que<br />

me pasa a mí, porque todo lo que me ocurre a mí<br />

es más importante. Ese egocentrismo, a veces patológico,<br />

viene producido por una causa exógena<br />

y otra endógena, y casi todos, en parte y manera,<br />

aún en diferentes grados, estamos inmersos en<br />

ellas. La exógena, es producto de la cultura, educación,<br />

medios, manipulación del lenguaje, etc. tiene<br />

poco recorrido de reflexión; nos vamos formando<br />

como nos han enseñado, adiestrado, adoctrinado<br />

y socializado. Ya desde pequeños nos imbuyen<br />

que hemos de ser el mejor, el número uno, el<br />

más importante, que tienes derecho a ser feliz,<br />

no se concibe el fracaso, ni la frustración, ni cualquier<br />

nimio sufrimiento que nos pueda reprimir,<br />

desilusionar, o simplemente entristecer. Y junto a<br />

elementos externos tan contaminados como medios<br />

de comunicación, una educación egocéntrica<br />

y doctrinas y corrientes de opinión narcisistas, vamos<br />

configurando una mirada adherida y afincada<br />

en nuestro ombligo, centro nostálgico de nuestros<br />

deseos, en vez de reparar en el otro, o sea, en el<br />

prójimo. “Cuando el hombre se mira mucho a sí<br />

mismo, llega a no saber cuál es su cara y cuál su<br />

careta” (Pío Baroja).<br />

Pero hay otra causa endógena más honda, la<br />

sustentada y dirimida por la trascendencia, la que<br />

urde la metafísica, la que revolotea por nuestras<br />

carencias ontológicas socavando el vacío de “ser”,<br />

avivando las ausencias afectivas que nos anulan y<br />

anonadan, horadando la esencial naturaleza divina,<br />

desamparando al hombre a su suerte, a su libro<br />

albedrío, a su frugal autonomía de felicidad…,<br />

a la cruel soberanía de la soledad.<br />

Cuando perdemos<br />

la esencia de la<br />

inmortalidad<br />

solo nos queda la<br />

finitud del “yo”<br />

El hombre, creado para la eternidad, rompe la ligazón<br />

con el Creador, anula, por la libertad recibida<br />

gratuitamente para su realización, el vínculo que<br />

le trasciende a esa infinitud que su ser anhela, tapona<br />

la fuente que le proveía del manantial de<br />

vida, opaca un cielo generoso y luciente procurador<br />

de resplandor y claridad para deambular un<br />

ser invidente y ofuscado. Ha perdido su verdadera<br />

entidad y necesita y ansía con todas sus fuerzas<br />

“ser”. Solo queda su yo, está solo, desnudo, le urge<br />

ser amado, querido, admirado, obedecido, considerado…,<br />

nuestro yo comienza a preponderar, se<br />

hace fuerte, soberano, independiente, ha exigido<br />

la herencia y se ha emancipado de la casa del<br />

padre. Pero hay que darle de comer, hay que adorarlo,<br />

reverenciarlo, exaltarlo y deificarlo hasta llegar<br />

a la idolatría…, y con todo no obtiene la saciedad,<br />

nada le colma, nada le alegra. Acaba de emerger<br />

la tiranía del “yo”.<br />

Cuando perdemos la esencia de la inmortalidad<br />

solo nos queda la finitud del “yo”. Cuando cercenamos<br />

la fuente que nos procura la savia de vida<br />

nos vemos abocados a “buscarnos la vida” por encima<br />

de todo, por delante del otro, del próximo. Y<br />

ese “yo” nos somete, nos abduce, nos esclaviza,<br />

nos obliga a ser amado, nos tiraniza.<br />

64


Aparición del “tú”<br />

y solución del problema<br />

Pero si experimentamos la Vida Eterna a través<br />

del amor de Dios manifestado en Cristo Jesús,<br />

entonces esta vida mortal ya no es el tesoro a<br />

custodiar, ni es la perla a cultivar 1 , ni el oro a<br />

bruñir. En ese momento la existencia se hace<br />

real, auténtica, o sea, efímera, pasajera. La vida<br />

se torna breve y el amor inmortal. Dice un poema<br />

de Jaime Dávalos, “No le prometas a nadie<br />

que nunca le olvidarás, porque el amor es eterno<br />

y nuestra vida fugaz” 2 .<br />

Entonces es el otro el que surge, es el prójimo el<br />

que renace en el horizonte de nuestra dedicación.<br />

La mirada ya no está sujeta al núcleo de la corporalidad,<br />

nuestros deseos no ansían la vacuidad<br />

de los deleites, los anhelos no se fundamentan<br />

en darnos placer por encima de todo, porque el<br />

amor de Dios rebosa con mucho el afán incontenible<br />

de buscar felicidad a cualquier precio.<br />

El hombre ha recobrado su dignidad y su naturaleza<br />

de hijo de Dios, malograda cuando doblegó<br />

su condición de heredero a la índole de esclavo.<br />

Dios ha puesto en nuestro ADN una clausula<br />

que reza algo así: “El otro es Cristo 3 ”. Mirando<br />

al prójimo miramos a Cristo, amando al prójimo<br />

amamos a Cristo. Y esto, ¿qué nos reporta? Muy<br />

sencillo, la tan ansiada felicidad, que habíamos<br />

buscado en los derroteros de nuestra autonómica<br />

liberalidad. Pero si miro fuera de mí, si busco<br />

al otro, si reparo en lo que está acaeciendo en la<br />

proximidad…, aparece la gracia del tú. Un regalo<br />

inscrito en la creatura que renueva los misterios<br />

escondidos de la Vida Eterna, que se gustan y<br />

saborean en la cotidianidad, se deleitan al clavar<br />

nuestra mirada en el prójimo. Y así, por obra de<br />

un amor de Dios feroz que nos inunda, pasamos<br />

de la opresión a la liberación, de la tiranía del yo<br />

a la gracia del tú. bn<br />

1.- Mateo 13, 44ss<br />

2.- Del poema “Tonada del viejo amor”, letra de Jaime Dávalos y música de Eduardo Falú.<br />

3.- “El otro es Cristo” de Fernando García-Cano Lizcano, 160 páginas. Editorial Bendita María.<br />

La tiranía del yo o la gracia del tú<br />

65


mosaico<br />

Hoy en día todos buscamos la felicidad, pero ¿realmente<br />

los cristianos estamos llamados a ello? Tal vez sorprenda<br />

a muchos, sin embargo, la felicidad, y la búsqueda de la<br />

misma, son una actitud pagana. Ésta palabra nunca aparece<br />

pronunciada en el evangelio como tal, pues en latín suele<br />

utilizarse beatus, que no tendría que ver nada con felicitas,<br />

pero que a lo largo del tiempo han acabado siendo sinónimos<br />

en las lenguas vulgares por simplificación.<br />

Alberto Vidal Guerrero | Graduado en Historia por la Universidad de Valencia<br />

Felicidad<br />

era una diosa romana, venerada<br />

durante el Imperio y símbolo de la prosperidad, la<br />

riqueza y la abundancia.<br />

Las raíces de la palabra felicidad provienen del<br />

indoeuropeo, tienen un significado que expresa<br />

alimentación, nutrición (amamantar), es decir, es<br />

una clara referencia a lo que nos sustenta de forma<br />

material. Anecdóticamente, en Pompeya, haciendo<br />

un uso burlón y grotesco de su significado, hay una<br />

inscripción junto a un falo en la que se puede leer<br />

hic habitat Felicitas.<br />

Durante la Edad Media y principios de la Edad Moderna,<br />

el pensamiento cristiano invadió Europa y<br />

con ello la diosa Felicidad perdió mucha fuerza.<br />

Cierto que el ser humano siempre ha tenido la<br />

necesidad de rogar a Dios por el pan de cada<br />

día, no solo el de la Eucaristía, sino el de la<br />

mesa. Pero el concepto de “felicidad” durante<br />

las eras del románico, el gótico y gran parte del<br />

renacimiento y el barroco, fue muy distinta. La<br />

felicidad prácticamente consiste en una sobreabundancia,<br />

en la riqueza etc., mientras que en<br />

estas edades vivir era fundamental, no porque<br />

se estuviese en una situación de riesgo extremo,<br />

sino porque no había necesidad de más. No tenían<br />

ningún medio que les creara o indujera necesidades<br />

o deseos, al contrario que nosotros,<br />

que somos bombardeados de continuo por innumerables<br />

medios que nos crean necesidades<br />

66


o despiertan en nosotros deseos que tal<br />

vez nunca hubieran despertado. Sin embargo,<br />

durante la Ilustración la diosa Felicidad<br />

resucitó de entre los muertos, tal vez<br />

fuera una de las diosas que ayudó a levantar<br />

el movimiento. Felicidad ha recuperado<br />

actualmente el sentido material<br />

que había perdido: abundancia, riqueza,<br />

nutrición… añadiendo una nueva e importante:<br />

bienestar. El primer texto ilustrado<br />

por excelencia y que atañe a un conjunto<br />

importante de personas es la Declaración de<br />

Independencia de los Estados Unidos firmada<br />

en 1776.<br />

Felicidad era una<br />

diosa romana,<br />

venerada durante el<br />

Imperio y símbolo<br />

de la prosperidad,<br />

la riqueza y la<br />

abundancia<br />

La diosa Felicidad<br />

67


mosaico<br />

Entre los derechos inalienables de todo ser humano<br />

expresados en el preámbulo encontramos<br />

la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.<br />

Si se sustituye esta palabra por “propiedad privada”<br />

el sentido es el mismo, puesto ¿Qué querían<br />

decir los padres de la patria norteamericana con<br />

“felicidad”? Siendo Jefferson uno de los principales<br />

autores del texto y atendiendo a su pensamiento<br />

político-económico, lo más seguro es que se tratara<br />

de la propiedad privada, pues en aquella época,<br />

libertad y propiedad iban de la mano y, junto a<br />

ellas, la felicidad, claro está.<br />

Durante la<br />

Edad Media y<br />

principios de la<br />

Edad Moderna,<br />

el pensamiento<br />

cristiano<br />

invadió Europa<br />

y con ello la<br />

diosa Felicidad<br />

perdió mucha<br />

fuerza<br />

La felicidad, como se entiende hoy<br />

Hoy en día, con las bases ilustradas y la globalización<br />

estadounidense se nos ha implantado<br />

esta forma de pensar: “Lo importante es la felicidad”,<br />

lema de una de las grandes empresas<br />

capitalistas americanas que ha usurpado incluso<br />

la fiesta de la Natividad con su personaje vestido<br />

de rojo y barba blanca. Hoy en día, además, se<br />

la quiere disimular de su contenido material con<br />

frases como “el dinero no da la felicidad”, una<br />

paradoja…, para disimular decimos la familia, los<br />

amigos, Dios…, pero no nos damos cuenta que,<br />

sin querer, seguimos anteponiendo lo otro para<br />

mantener lo que consideramos que da la felicidad.<br />

Es decir: pagamos el tributo a la diosa para<br />

que nos mantenga lo que tenemos.<br />

Pasamos horas sin nuestra familia, sin nuestros<br />

amigos, sin Dios…, que es lo que se supone que<br />

da la “felicidad”, para pagar nuestro tributo a la<br />

diosa Felicidad. Vamos a la Iglesia, pero muchas<br />

veces en vez de hablar a Dios, hablamos a Felicidad:<br />

“Dame un trabajo Señor”, “Arréglame esto,<br />

arréglame aquello, cúrame de este mal…”, como<br />

si fuera lo más importante en nuestra vida. Ciertamente,<br />

no es que esto no se pueda pedir, sino<br />

la actitud con la que se pide: la felicidad y el bienestar<br />

no son el objetivo de nuestra vida.<br />

Un claro ejemplo de felicidad como tal, aunque<br />

la palabra no se mencione en el Evangelio, está<br />

implícita en una de las parábolas que nos relata<br />

Lucas (Lc 12, 16-21), en la que Jesús es muy claro.<br />

Sorprendentemente este pasaje es totalmente<br />

actual, el hombre de hoy no deja de pensar en<br />

esos días de descanso que va a tener después<br />

del trabajo que está realizando. El presente desaparece<br />

por completo, se huye hacia una ilusión.<br />

68


mosaico<br />

“Lo importante<br />

es la felicidad”,<br />

lema de una de las<br />

grandes empresas<br />

capitalistas<br />

americanas que ha<br />

usurpado incluso la<br />

fiesta de la Natividad<br />

con su personaje<br />

vestido de rojo<br />

y barba blanca<br />

Lo más desgraciado es que este hombre, al igual que<br />

el famoso cuento de la lechera, se crea él mismo sus<br />

fantasías. Sin embargo, como hemos mencionado antes,<br />

hoy en día las ilusiones y fantasías son creadas por un<br />

sistema estructurado y programado que obliga a cientos<br />

de hombres a trabajar bajo la promesa de jubilaciones,<br />

vacaciones, ascensos, mejores puestos o más tempo libre<br />

etc.<br />

“Les dijo entonces una parábola: «Había un hombre rico,<br />

cuyas tierras habían producido mucho, y se preguntaba<br />

a sí mismo “¿Qué voy a hacer? No tengo dónde guardar<br />

mi cosecha”. Después pensó: “Voy a hacer esto: demoleré<br />

mis graneros, construiré otros más grandes y amontonaré<br />

allí todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma:<br />

Alma mía, tienes bienes almacenados para muchos<br />

años; descansa, come, bebe y date buena vida”. Pero<br />

Dios le dijo: “Insensato, esta misma noche vas a morir.<br />

¿Y para quién será lo que has amontonado?”. Esto es lo<br />

que sucede al que acumula riquezas para sí, y no es rico<br />

a los ojos de Dios».”<br />

La diosa Felicidad<br />

69


mosaico<br />

Actitud cristiana<br />

Finalmente, hay que señalar que ni en el Antiguo<br />

Testamento, ni en el Nuevo aparece la palabra<br />

“felicidad”. Entonces, ¿todos a llorar y a sufrir? No,<br />

no se trata de irse al lado contrario, sino de encontrar<br />

la actitud adecuada, la actitud del cristiano,<br />

que es la del bienaventurado. En el Evangelio<br />

de Mateo se encuentran las Bienaventuranzas<br />

(Mt 5), cuya pésima traducción es la de “Felices<br />

aquellos…”. Bienaventurado o beato, se podría<br />

traducir como una persona con gozo, alegría,<br />

paz… solamente hay que leer el texto, es una<br />

contradicción total, son las paradojas del Evangelio:<br />

los que lloran son bienaventurados… bueno,<br />

qué raro ¿No? El cristiano tiene esa actitud, sabe<br />

que, cuando sufre, llora, tiene hambre o sed, es<br />

perseguido etc., entonces está en el buen camino,<br />

y es entonces cuando se despierta algo que<br />

no aparece con la felicidad, que es la laetitia, el<br />

gozo, la alegría… y la alabanza a Dios por aquello<br />

que le permite vivir.<br />

No por un fanatismo mediante el cual se adora<br />

el sufrimiento o se tiene la mirada puesta en una<br />

eternidad después de la muerte. Nada de eso.<br />

La actitud que describimos es una actitud muy<br />

consciente de la realidad, asentada en el presente,<br />

en el nunc, el ahora. Es una actitud madura y<br />

responsable: encontrar el sentido de la vida, el<br />

objetivo que queremos alcanzar y caminar hacia<br />

él, aun a costa de la propia vida, teniendo presente<br />

que, aunque nuestra mirada esté puesta<br />

en el objetivo, nuestros pies andan el camino, el<br />

presente. bn<br />

Ni en el Antiguo Testamento,<br />

ni en el Nuevo aparece<br />

la palabra “felicidad”<br />

70


mosaico<br />

MERKABA PEREGRINACIONES<br />

Está al servicio de las parroquias, sacerdotes, fieles, y comunidades religiosas.<br />

Nuestro propósito es ayudar a la Iglesia a difundir el Evangelio a todo el Universo<br />

a través del tiempo de Gracia que se abre en la Peregrinación.<br />

Ponemos toda nuestra dilatada experiencia, profesionalidad y nuestro espíritu<br />

de servicio para que durante las Peregrinaciones organizadas por nosotros,<br />

todos los aspectos del viaje (desplazamientos, hoteles, celebraciones litúrgicas,<br />

sacramentales), nos ayuden a tener experiencia de Jesucristo que nos salva a<br />

través de su Iglesia al encontrarnos con nuestra Madre la Virgen, visitando los<br />

Santos lugares, o siguiendo las huellas de los Santos<br />

que nos han precedido en la fe.<br />

MERKABA PEREGRINACIONES<br />

Pasaje de Dolores, 16 Oficina 5<br />

28002 MADRID<br />

Tfno.: +34 911 722 458.<br />

Mail: info@merkaba.es<br />

www.merkabaperegrinaciones.com<br />

nombre artículo<br />

71


mosaico<br />

Los protagonistas<br />

Texto: Jerónimo Barrio | Ilustración: Hijas del Amor Misericordioso<br />

Es un verdadero misterio la respuesta de las personas que<br />

viven una misma experiencia ante la llamada de Dios.<br />

Aquí se muestra un ejemplo de dos actitudes distintas ante<br />

una misma situación y se ve cómo una reacción dócil facilita<br />

esa elección del Señor que cambia la vida de quien la acoge<br />

Javier y Pedro son dos jóvenes de<br />

Madrid que han viajado a la India<br />

de vacaciones y han reservado los<br />

últimos días de su estancia en este<br />

país para conocer y a la vez tener<br />

una experiencia de voluntariado en<br />

la emblemática casa de beneficencia<br />

fundada por la Madre Teresa. Ya han<br />

transcurrido dos semanas desde su<br />

llegada al Centro y mañana es su día de<br />

regreso a España. Mientras se toman<br />

un respiro entre tarea y tarea, charlan<br />

relajadamente.<br />

-¡Esto es agotador! No parece acabar<br />

nunca el trabajo. Traen pobres de<br />

todos los rincones de la ciudad. A pesar<br />

de todos los que somos cooperando,<br />

faltan manos para atender a tantos<br />

y cada vez parecen llegar en peor<br />

estado.- dice Pedro ante la vista del<br />

patio central del recinto, repleto de<br />

pobres.<br />

-¡Así es la vida amigo!.. pero nosotros<br />

ya hemos cumplido. Reconozco que<br />

no puedo más con esto. Me supera.<br />

Está claro que no tengo madera de<br />

72<br />

cooperante, ni de misionero, ni de<br />

ningún rollo así. Es demasiado duro para<br />

mi frágil y acomodada condición. Estoy<br />

deseando marcharme a mi casa, te lo<br />

digo como lo siento - dijo Javier en su<br />

habitual tono visceral descarnadamente<br />

sincero.<br />

-Pues estas monjitas hacen esto y<br />

mucho mas todos los días del año<br />

y encima no pierden la sonrisa. ¡Es<br />

admirable su labor! ¡Qué vidas tan<br />

abnegadas!¡Qué Obra más asombrosa!<br />

- le repuso Pedro.<br />

-Pues nada, si quieres les pido un Sari<br />

a las Hermanas y te lo pones… - y<br />

luego dice elevando la voz con un<br />

tono distorsionado y burlón- “Hermana<br />

Petra”, venga a curar estas llagas…-<br />

Los dos amigos se tronchan de la risa<br />

ante la ocurrencia de Javier.<br />

-¡No te tomas nada en serio! – dice<br />

Pedro.- Eres infantil y superficial. No sé<br />

cómo puedo ser amigo tuyo…- le dice<br />

Pedro mientras le propina un empujón<br />

que casi le tira al suelo.


mosaico<br />

- ¡”Hermana Petra” al rezo del<br />

Rosario…!- exclama Javier de nuevo<br />

con la misma voz de pitorreo y Pedro le<br />

vuelve a dar otro empujón esta vez con<br />

pescozón incluido entre las carcajadas<br />

de ambos.<br />

Estaban todavía de bromas y risas<br />

cuando ven entrar por la puerta del<br />

Hogar a un grupo de voluntarios<br />

cargando con un hombre en muy mal<br />

estado. Está muy delgado, respira muy<br />

rápido y apenas tiene fuerzas para<br />

hablar. Sus ojos entreabiertos dejan<br />

ver un largo y profundo sufrimiento. Le<br />

recuestan en una colchoneta y avisan<br />

al médico del Centro, un cooperante<br />

hindú, que reconoce al desgraciado<br />

y confirma su mal pronóstico<br />

y la imposibilidad de curación.<br />

Probablemente una enfermedad<br />

tumoral avanzada le ha llevado poco<br />

a poco a esta situación de postración,<br />

agravada por su pobreza y su soledad.<br />

Debe de llevar varios días sin comer<br />

nada y semanas postrado en el suelo<br />

de un callejón de la ciudad. Muchos<br />

pobres llegan a este estado en Calcuta,<br />

afectados de cualquier enfermedad,<br />

al no disponer de medicinas ni de<br />

cuidados básicos, poco a poco se van<br />

consumiendo y llegan a morir en sus<br />

chabolas o en la misma calle en la que<br />

piden limosna.<br />

La Hermana Sofía, una misionera<br />

portuguesa que lleva en Calcuta 3 años,<br />

comienza a atenderle.<br />

Le retira los harapos que lleva puestos<br />

con delicadeza y le pone ropa seca<br />

y limpia. Luego le ofrece una taza<br />

de leche pero el pobre apenas tiene<br />

fuerzas para tomar un sorbo. La<br />

Hermana Sofía comienza a curarle las<br />

múltiples úlceras repartidas por todo su<br />

cuerpo, algunas dejan ver el hueso en<br />

su fondo. Su estado de desnutrición<br />

es muy avanzado y su situación<br />

general es pésima. Ciertamente no le<br />

queda mucho.<br />

Encuentro con Jesucristo 73


mosaico<br />

Dos reacciones diferentes<br />

Pedro y Javier han contemplado en<br />

silencio la escena de la llegada del<br />

hombre.<br />

-¡Otro más!, otro “cadáver viviente”<br />

mas- dice Javier con tono un<br />

tanto desesperado.- ¡Este lugar es<br />

deprimente! Me voy a dar un paseo.<br />

Necesito salir de aquí un rato. Luego te<br />

veo en la cena.<br />

Pedro se acercó a aquél hombre. La<br />

Hermana Sofía, con una gran pericia<br />

fruto de su experiencia, ya había<br />

terminado la cura de sus heridas.<br />

Al menos estaban cubiertas y las<br />

moscas no podían hurgar en ellas. El<br />

pobre hombre apenas tenía fuerzas<br />

para moverse pero abría los ojos para<br />

intentar mirar a los que le rodeaban<br />

para acomodar su cuerpo sobre una<br />

colchoneta. Los gestos de dolor<br />

eran continuos pero no gritaba, ni se<br />

quejaba.<br />

-¿Cómo te llamas?-le preguntó Pedro<br />

con cariño.<br />

- Yatin.- Respondió el pobrecillo con<br />

una voz inaudible que Pedro escuchó<br />

acercando el oído a sus labios. Tendría<br />

unos 40 años pero parecía un anciano.<br />

-Yatin, aquí te vamos a cuidar. No te<br />

preocupes. -Le dice Pedro en el tono<br />

más cariñoso que pudo mientras le<br />

sonreía.<br />

El pobre hombre, al oír estas palabras<br />

de Pedro, comenzó a sollozar y una<br />

pequeña lágrima se escurrió por su<br />

mejilla. Era la primera vez en Dios sabe<br />

cuanto tiempo que alguien le trataba<br />

con dignidad, le llamaba por su nombre<br />

y le ofrecía un gesto de afecto. Con<br />

una gran dificultad buscó con su<br />

mano la de Pedro y se la estrechó con<br />

74<br />

las pocas fuerzas que le quedaban.<br />

Mirando a los ojos a Pedro le dijo con<br />

un lento susurro: “gracias”. Después,<br />

sus ojos se cerraron lentamente y<br />

una serena sonrisa de paz se dibujó<br />

en su demacrado rostro. Pasadas<br />

dos horas Pedro seguía allí, al lado<br />

de aquel desgraciado y sin soltar su<br />

mano que notaba cada vez más fría. La<br />

Hermana Sofía se le acercó y con suma<br />

delicadeza separó la mano de Pedro de<br />

la de aquel hombre que ya no vivía.<br />

La Hermana Sofía miró a Pedro<br />

y le tocó el hombro en señal de<br />

agradecimiento.<br />

Pedro se quedó allí un rato más,<br />

mirando como retiraban el cadáver<br />

de aquel desconocido al que había<br />

acompañado en su final. Sólo le dijo su<br />

nombre y le dio las gracias. No pidió<br />

nada, no se quejó, parecía haber llegado<br />

allí sólo para morir en paz, rodeado<br />

de un afecto que nunca tuvo. ¡Qué<br />

misteriosa escena! No era ni mucho<br />

menos el primer hombre que veía<br />

morir en el Hogar en los días que allí<br />

llevaba pero este le había conmovido<br />

especialmente.<br />

Al poco rato llegó Javier de su paseo.<br />

-Ya estoy mejor. Mañana nos vamos.<br />

¿Qué te pasa? Te hablo y no me haces<br />

ni caso. Tú también deberías salir de<br />

aquí un rato y despejarte. Te vas a<br />

volver loco.<br />

-Ya se ha muerto.-le dice Pedro con la<br />

mirada un tanto perdida.<br />

-¿Quién? ¿El hombre de esta tarde?<br />

- Si, se llamaba Yatin.<br />

- Pues lo siento, pero estaba cantado<br />

que no duraba mucho. Y mucho mejor<br />

para ese pobre desgraciado que ha<br />

puesto fin a su penosa vida... Bueno,


mosaico<br />

me voy a acostar que es tarde y<br />

mañana tenemos que madrugar. El<br />

vuelo sale a las 9, no te olvides. A las 6<br />

salimos. Hasta mañana.<br />

La transformación<br />

Pedro seguía sentado en el patio, cerca<br />

de la colchoneta vacía que horas antes<br />

ocupó aquel desconocido moribundo.<br />

Ya era de noche, pero no tenía sueño.<br />

Estaba muy pensativo. Mañana volvía<br />

a su país y en tres días de nuevo a<br />

su trabajo. Las vacaciones habían<br />

concluido. Pero habían sido estas<br />

unas peculiares vacaciones en las que<br />

muchas cosas se habían removido en<br />

su interior. La muerte de este último<br />

pobre había puesto la guinda a una<br />

larga lista de experiencias personales<br />

que le habían conmovido durante<br />

todos esos días. La entrega generosa y<br />

abnegada de esas monjitas entre tanto<br />

dolor y su modo sencillo y alegre de<br />

vivir su fe le habían cautivado.<br />

Sin darse cuenta la noche fue entrando<br />

y ya casi nadie rondaba por la casa,<br />

solo la Hermana que velaba a los pobres<br />

del Hogar y algún cooperante más.<br />

Sumido en sus reflexiones no se<br />

percata de que dos mojas con sus<br />

saris blancos y azules se han acercado<br />

a él. Una es la Hna Sofía y la otra su<br />

superiora la Madre Teresa.<br />

Encuentro con Jesucristo<br />

75


mosaico<br />

La Madre había llegado a Calcuta<br />

hacía unas horas y ya rondaba<br />

entre los pobres alojados en la Casa<br />

interesándose por ellos y por sus<br />

necesidades. La Hermana Sofía le había<br />

contado a la Madre Teresa cómo había<br />

muerto el último pobre del día en la<br />

casa, con la mano estrechada con la de<br />

Pedro.<br />

-Sólo quería darle las gracias a usted y<br />

a su compañero, por su ayuda durante<br />

estos días en nuestro Hogar. Que Dios<br />

les bendiga y les premie como solo él<br />

sabe hacerlo.-le dijo la Madre Teresa<br />

con su calma habitual.<br />

-Gracias a usted Madre, por permitirnos<br />

participar en esta preciosa labor. Son<br />

ustedes admirables.<br />

La Madre Teresa, inclinaba la cabeza<br />

como gesto de cortesía y sonreía al<br />

joven. Cuando se disponía a retirarse<br />

Pedro se dirigió nuevamente a ella.<br />

-Perdone Madre Teresa, ¿puedo<br />

hacerle una pregunta? Llevo 15 días<br />

aquí y reconozco que tanto dolor y<br />

sufrimiento alrededor me han agotado<br />

física y emocionalmente ¿Cómo pueden<br />

soportar esto día tras día? ¿Cúal es<br />

su secreto para soportar una vida de<br />

entrega a los demás tan dura?<br />

Nuestro secreto se llama Jesús.-<br />

contestó la Madre con total<br />

naturalidad.- Buscamos el rostro de<br />

Cristo en estos pobres y así se nos<br />

hace más dulce cada día nuestro<br />

trabajo. Servir a Jesús en ellos es<br />

nuestra vocación.<br />

-Me gustaría poder verlo así pero<br />

sólo veo dolor y moribundos.-dijo con<br />

tristeza Pedro.<br />

-Entonces ¿por qué estás tan pensativo<br />

desde que el pobre Yatin te cogió la<br />

mano?<br />

-¿Cómo lo sabe? –dijo Pedro<br />

sorprendido<br />

-La Hermana Sofía me lo ha contado.<br />

-Es verdad, la muerte de ese hombre,<br />

su sollozo, su gratitud, me han<br />

conmovido. Yo no sé si hubiese tenido<br />

fuerzas ni ganas para dar las gracias en<br />

una situación así.<br />

-Los pobres son gente maravillosa.<br />

Creemos que les ayudamos, pero<br />

realmente son ellos los que nos ayudan<br />

a nosotros.<br />

-Ojalá pudiese ser como ustedes. Son<br />

gente muy buena. Tratan con amor a<br />

aquellos a los que nadie se quiere ni<br />

acercar.<br />

-Bueno, usted también lo ha hecho<br />

estos días… Nosotros sólo somos<br />

instrumentos del Señor que quiere<br />

consolar a estos sus hijos predilectos.<br />

Somos como un lápiz en sus manos,<br />

sólo tenemos que dejar qué el escriba<br />

lo que quiera.<br />

-Pero ¿como Dios puede permitir tanto<br />

dolor?<br />

-La pobreza de Calcuta y la de todo el<br />

mundo es la consecuencia de nuestros<br />

egoismos, nuestra indiferencia ante<br />

los más desfavorecidos, nuestras<br />

ambiciones materiales desmedidas<br />

y nuestra falta de amor. La miseria<br />

humana no es culpa de Dios es culpa de<br />

nuestros pecados. El quiso compartir<br />

este dolor fruto del pecado de los<br />

hombres haciéndose también hombre<br />

y muriendo en una cruz por nosotros.<br />

No se puede reprochar a Dios nada.<br />

76


mosaico<br />

Quiere que nosotros ahora nos amemos<br />

siguiendo su ejemplo de abnegación.<br />

Amar de verdad siempre implica<br />

sacrificios.<br />

Y ahora, márchese a dormir, mañana le<br />

espera un largo viaje de vuelta. Gracias<br />

de nuevo por habernos ayudado estos<br />

días.<br />

La madre Teresa siguió recorriendo los<br />

pasillos entre las camillas de enfermos<br />

y moribundos. Pedro la seguía con<br />

la mirada. Esa mujer tan anciana y<br />

tan pequeña como podía tener tanta<br />

fuerza. Sus palabras, pronunciadas con<br />

serenidad se le habían clavado en el<br />

corazón. Esa mujer era auténtica. Lo<br />

que decía lo vivía de verdad. Jesús era<br />

su secreto.<br />

Guiado por una extraña intuición entró<br />

en la Capilla y se quedó allí sentado<br />

mirando la imagen del crucificado que<br />

presidía la sala iluminada tenuemente<br />

por la lámpara del sagrario. Era ya<br />

muy de noche y no había nadie allí.<br />

Miraba fijamente a Jesús en la cruz y<br />

la inscripción junto a ella que la Madre<br />

Teresa mandó poner en las capillas<br />

de todas sus casas: “tengo sed”.<br />

Esa simple frase pronunciada en la<br />

Cruz por Jesús fue la inspiración para<br />

toda la Obra de las Misioneras de la<br />

Caridad. Apagar la sed de Cristo en sus<br />

preferidos, los pobres. Misteriosamente<br />

quien se lanza a esa aventura del amor<br />

por los más desfavorecidos, descubre<br />

la paz, pero una paz que el mundo no<br />

puede dar. Pedro, lo había descubierto.<br />

Era el tesoro escondido que uno vuelve<br />

a enterrar, lo vende todo y compra el<br />

campo....<br />

Encuentro con Jesucristo<br />

77


mosaico<br />

Decisión inapelable<br />

Unas horas más tarde…<br />

-¡Pedro! ¡Te llevo esperando<br />

20 minutos! ¡Perdemos el<br />

vuelo! Pero.. ¡qué mala<br />

cara tienes!, parece<br />

que no has pegado<br />

el ojo en toda la<br />

noche… ¡Y esa tonta<br />

sonrisa que llevas<br />

encima..! ¿Pero qué<br />

te pasa? ¿Y tus<br />

cosas, tu maleta?<br />

¡Que no llegamos al<br />

aeropuerto! - Javier<br />

no paraba de increpar<br />

nerviosamente a su amigo.<br />

-Me quedo.-le dice con una asombrosa<br />

calma Pedro.<br />

-¿Qué? ¿Cómo que te quedas? Pero<br />

¿te has vuelto loco?. ¡Que nos esperan<br />

en el curro el lunes! Vamos Pedro que<br />

este no es momento para bromas, que<br />

perdemos el vuelo…<br />

-Me quedo Javier. No es una broma.<br />

Lo he pensado toda la noche y voy a<br />

prolongar mi estancia aquí.<br />

-Pero ¿te has vuelto loco? Este es<br />

un lugar horrible…. No hay más que<br />

miseria…<br />

Mira Pedro, por favor, vuelve a la<br />

cordura, haz tu maleta y vámonos..<br />

-Javier, no me voy a ir contigo. Vete<br />

tranquilo. Sé lo que hago y porque lo<br />

hago. No te preocupes por mi. Cuando<br />

quiera, me vuelvo. Pero aun es pronto.<br />

Tu vete que pierdes el vuelo<br />

-¿Has hablado con tu familia? ¿Saben<br />

que no vuelves?<br />

-No te preocupes por eso y vete<br />

tranquilo.<br />

-¿Y qué pasa con el trabajo?<br />

-Sólo soy un becario, podrán prescindir<br />

de mí.<br />

-Esta gente tiene ya mucha ayuda<br />

aquí, hay muchos voluntarios, también<br />

pueden prescindir de tí...<br />

-No lo entiendes Javier, soy yo el que<br />

ya no puede prescindir de ellos...<br />

Al oír esto, Javier hizo, por fin,<br />

un silencio. A pesar de su visceral<br />

modo de vivir era un noble amigo y<br />

comprendió que algo muy profundo<br />

había transformado a Pedro y que no<br />

servía de nada seguir argumentando.<br />

Se dieron un fuerte abrazo y Javier se<br />

marcho sin decir nada más.<br />

78


mosaico<br />

Al poco rato, Pedro se cruzó con la<br />

Madre Teresa en la casa.<br />

-¿Usted todavía por aquí? ¿No se iba ya?<br />

-Voy a quedarme un poco más…. Creo<br />

que he empezado a conocer su secreto<br />

y quiero compartirlo.- dijo Pedro con<br />

cierto tono de complicidad.<br />

¿Dónde lo ha encontrado?- le pregunto<br />

la Madre Teresa.<br />

-Tuve suerte, vino el mismo a mí<br />

encuentro y me estrechó la mano un<br />

par de horas.<br />

La Madre Teresa le regaló una cariñosa<br />

sonrisa y siguió su camino. bn<br />

Para mí, Jesús es la<br />

Vida que quiero vivir, la<br />

Luz que quiero reflejar,<br />

el Camino que me guía<br />

al Padre, el Amor<br />

que quiero manifestar,<br />

la Alegría que quiero<br />

compartir, la Paz que<br />

quiero sembrar a mi<br />

alrededor.<br />

Para mí, Jesús lo es<br />

todo.<br />

Santa Teresa de Calcuta<br />

Encuentro con Jesucristo<br />

79


mosaico<br />

Peregrinando con<br />

Merkabá<br />

EXPERIENCIA<br />

1<br />

Antecedentes del viaje<br />

Cuando anunciaron esta jornada yo estaba<br />

convencida de que tenía que ir, que si el Papa<br />

llamaba a los jóvenes a este gran encuentro y<br />

yo soy joven, no había excusas posibles.<br />

Yo comencé el curso con una tibieza de corazón<br />

muy profunda. Me pasó lo peor que le<br />

puede pasar a un cristiano, me acostumbré a<br />

ser cristiana. Pero gracias a un llamamiento que<br />

sentí a la obediencia, mi corazón ya empezó<br />

a prepararse para este viaje que me esperaba.<br />

Poco a poco fui cogiendo el ritmo y me fui<br />

dando cuenta de la gran misión a la que estaba<br />

llamada, que no era nada más y nada menos<br />

que enamorarme de Jesucristo, y no solo eso,<br />

mostrárselo día a día a la gente que me rodeaba,<br />

en la universidad, a mis amigas fuera de la<br />

Iglesia… Dios me invitaba muy claramente a<br />

ser luz en el mundo.<br />

80<br />

Antes de empezar a dar mi experiencia de Cracovia me quiero presentar,<br />

me llamo Irene y tengo 22 años, soy la cuarta de siete hermanos y<br />

tengo la gracia de haber nacido en una familia cristiana, la cual me ha<br />

trasmitido la Fe desde que era pequeña.<br />

Yo he experimentado el amor de Dios de una manera muy especial, y<br />

realmente cuando me paro a pensar la forma en la que me ha tratado<br />

Dios, me siento muy afortunada. Desde que tuve esta experiencia he<br />

tenido muy claro que iba a hacer todo lo posible por acercarme más y<br />

más a Él en la medida de mis posibilidades.<br />

Irene<br />

Parroquia Santa Catalina<br />

de Siena, Madrid<br />

Hace 3 años empecé un tratamiento para curar<br />

el TCA (Trastorno de la Conducta Alimentaria)<br />

porque había estado muchos años de mi vida<br />

siendo bulímica.<br />

Con todos estos antecedentes Dios me fue<br />

preparando para la Jornada. Pero un mes antes<br />

yo notaba que me estaban surgiendo sentimientos<br />

que a duras penas podía controlar; en<br />

concreto había un chico, que yo sabía que era<br />

algo más que un amigo, y que hasta entonces<br />

había podido ser dueña de lo que me pasaba,<br />

pero estaba empezando a perder el control.<br />

Esto me descolocó hasta el punto de que no<br />

me apetecía rezar ni ir al encuentro, pues yo no<br />

sabía el porqué de lo que me pasaba. Yo tenía<br />

la idea de levantarme para la misión en el encuentro<br />

de Kiko, pero me empezaron a surgir<br />

estas dudas.


mosaico<br />

El viaje<br />

Llegó el esperado viaje y yo iba un poco desanimada<br />

pero también muy dispuesta a dejarme<br />

sorprender por el Señor, con muchas ganas de<br />

abrirme y de escuchar lo que quisiera contarme.<br />

Durante la peregrinación me fui dando cuenta<br />

de que rechazaba la libertad que Dios me había<br />

concedido, le echaba en cara el hecho de<br />

tener opciones, yo quería que me ordenara y<br />

yo acatar esas órdenes y cumplirlas. Cuando rezaba<br />

le decía “mírame soy un desastre, mira lo<br />

que he hecho en el pasado con la libertad que<br />

me has regalado, me metí en un TCA, estuve<br />

engañando a mi familia y eso casi me destruye,<br />

Tú solo ordéname, no quiero tener la posibilidad<br />

de equivocarme”. Eso último, la idea de<br />

equivocarme me atormentaba muchísimo.<br />

Iba pasando la peregrinación y sí que iba viendo<br />

signos del Señor en los que me decía “tranquila<br />

estoy aquí, sólo quiero que me ames”. Esto lo vi<br />

por ejemplo en una catequesis que nos dieron<br />

del sufrimiento en un campo de concentración,<br />

porque esto me hizo recordar los sufrimientos<br />

de mi vida concreta y darme cuenta de la gran<br />

diferencia que existía cuando los intenté llevar<br />

yo sola y cuando le permití que se metiera a<br />

ayudarme.<br />

Otro momento en el que vi la mano de Dios,<br />

más concretamente de la Virgen, fue cuando<br />

nos enteramos de uno de los atentados que<br />

hubo durante una misa en Francia donde degollaron<br />

a un sacerdote. Eso me dejó hecha<br />

polvo, y algunos del grupo nos pusimos a rezar<br />

el Rosario y realmente me sentí muy consolada,<br />

tranquila.<br />

Pero a pesar de esto estaba muy angustiada<br />

porque yo estaba muy segura de que en el encuentro<br />

de Kiko (es un encuentro que hace el<br />

iniciador del Camino Neocatecumenal en todas<br />

las Jornadas Mundiales de la Juventud para pedir<br />

vocaciones) iba a levantarme como itinerante,<br />

pero desde el principio del verano no lo<br />

tenía tan claro.<br />

JMJ <strong>2016</strong> - Compartiendo la experiencia<br />

81


En el encuentro del Papa, tanto en la Vigilia<br />

como en la misa, las palabras que nos dirigió<br />

me ayudaron muchísimo. Me hizo darme cuenta<br />

de que todo el mundo estábamos llamados<br />

a dar la vida por Jesucristo y que las cosas que<br />

me paralizaban para hacer lo que realmente<br />

sentía le pasaban a todo el mundo, como a<br />

Zaqueo, con esos tres obstáculos a los que se<br />

refirió en la homilía. También me di cuenta de<br />

la importancia de vivir en el presente, pues yo<br />

siempre caigo en la tentación de lamentarme<br />

del pasado, de todo lo que he hecho mal a lo<br />

largo de mi vida, de los errores que he cometido<br />

y de los pecados en los que he caído. Y<br />

no solo en el pasado, sobre el futuro me tienta<br />

la angustia de no saber lo que va a pasar,<br />

la incertidumbre, la total libertad que Dios me<br />

concede para hacer lo que quiera, como he<br />

mencionado antes.<br />

Y llegó el encuentro con Kiko y ese día Dios<br />

me concedió mucha tranquilidad, me dio a conocer<br />

el presente y que no me fijara en nada<br />

más. Y cuando preguntó que si algún joven ha<br />

sentido la llama de Jesús que venga y se levante,<br />

con toda la experiencia que venía de atrás<br />

no podía no hacerlo, y la verdad es que hoy en<br />

día no me arrepiento de ese momento, yo sé<br />

que tenía que decirle que Sí.<br />

Para mí la peregrinación no terminó cuando llegamos<br />

a Madrid, es más ahora viene lo complicado:<br />

llevarlo a tu día a día, poder ser capaz de<br />

poner en práctica todo esto y estar dispuesta a<br />

que Dios te siga sorprendiendo.<br />

Personalmente esto lo ha hecho conmigo. Yo<br />

le dije un Sí muy sincero a Dios, le pude gritar<br />

públicamente que estaba dispuesta a hacer lo<br />

que quisiera conmigo, y eso ha hecho. Me ha<br />

permitido empezar una relación con este chico<br />

del que he hablado, que por ciertas circunstancias<br />

no podía haber sido antes. Y veo la gran<br />

misión que tengo, que es seguir viviendo como<br />

una cristiana, que es poder ser capaz de amar a<br />

Jesús y tenerlo en medio de mi vida siempre, y<br />

lo más importante no parar de decirle “hágase<br />

en mí según tu voluntad”.<br />

82


mosaico<br />

EXPERIENCIA<br />

2<br />

Marcos<br />

Parroquia Santa Catalina de<br />

Siena, Madrid<br />

Partida y Regreso<br />

Historia de la JMJ escrita por un joven<br />

¿Qué entendí yo por esto? Un viaje por toda Europa con el fin de ver al Papa. No obstante,<br />

tengo que admitir que mi primera idea era pasármelo bien; encontrarme con Dios lo veía<br />

como algo secundario.<br />

Mi JMJ comenzó el día anterior al viaje a Múnich, preparando la maleta con la que iba a<br />

estar a cuestas durante once días. Ésta parecía muy espaciosa pero, ya solo con el saco, la<br />

almohada, la ropa para todos los días y el neceser , que no era precisamente pequeño, me<br />

hizo pensar que cargar con la Biblia iba a ser un peso extra e innecesario. Y menos mal que<br />

acabó dentro de mi maleta, porque la utilice mucho más de lo hubiese llegado a pensar.<br />

La noche antes del vuelo, siendo sincero, dormí de maravilla, aun sabiendo que Múnich y<br />

Alemania estaban en alerta por un atentado que había ocurrido aquel mismo día.<br />

Nada más llegar a la ciudad de Múnich el Señor me dio un enorme regalo con forma de<br />

lectura. Esa lectura era de Lucas y contaba la parábola del Amigo Inoportuno. En ese instante,<br />

cuando se terminó de proclamar la lectura y nos sentamos me propuse dos cosas: Rezar y<br />

encontrarme con Dios.<br />

El viaje<br />

He de admitir que esos dos días en Alemania<br />

hicieron que viese la peregrinación de otra forma.<br />

El autobús que nos había tocado a nuestra<br />

Comunidad fue de lo mejor que tuvimos. Para<br />

empezar, vino el Padre Carlos con nosotros, que<br />

durante unos meses había estado presidiendo<br />

nuestras Palabras y Eucaristías. Los catequistas,<br />

hicieron que los viajes se llevaran de otra forma,<br />

y eso que siempre nos dejaban echarnos un sueñecito.<br />

Tuvimos una catequesis sobre el sufrimiento en<br />

el Campo de Concentración de Dachau. Ésta la<br />

dio el Padre Alfredo y, la verdad, que cuanto más<br />

hablaba él, peor lo estaba pasando yo. Durante<br />

ese rato volvieron a mí todos los fantasmas de mi<br />

pasado y me hizo pensar como Dios sí que había<br />

actuado, no solo en mi vida, sino en la de mis<br />

padres. Tan profundos fueron estos sentimientos<br />

que ese mismo día, durante la misión popular,<br />

me levanté en medio de una plaza de Múnich a<br />

contar mi experiencia delante de todo el grupo y<br />

de la gente que pasaba por ahí. En el momento<br />

en el que terminé de hablar, me sentí nuevo.<br />

JMJ <strong>2016</strong> - Compartiendo la experiencia<br />

83


mosaico<br />

Las estancias en Viena y Poprad pasaron totalmente<br />

inadvertidas y volví a tener el pensamiento<br />

de que no era una peregrinación sino<br />

unas vacaciones por Europa.<br />

Cuando había catequesis no prestaba atención<br />

y en el autobús, me pasaba más tiempo durmiendo,<br />

que escuchando lo que nos decían los<br />

catequistas.<br />

No obstante había una cosa que no podía dejar<br />

de hacer: Seguir rezando.<br />

Llegamos al pueblo de acogida y durante esos<br />

días tuve unos sentimientos muy extraños, ya<br />

que eran contradictorios. Me sentía muy afortunado<br />

por estar en esa peregrinación, pero no<br />

me podía entrar en la cabeza cómo Dios me<br />

había elegido a mí, una persona tan pecadora.<br />

Era algo que no concebía por mucho empeño<br />

que pusiera, pero le seguí pidiendo al Señor<br />

que me ayudara a disipar mis dudas sobre mi<br />

vocación.<br />

Un punto fundamental para la mayoría de la<br />

gente fue visitar la Virgen de Czestochowa; y<br />

me dio muchísima rabia que para mí pasase<br />

totalmente de largo.<br />

Llegué al santuario y me agobié por la cantidad<br />

de gente que llenaba la sala y, aunque intente rezar,<br />

mis pensamientos me traicionaron y no pude<br />

tener ese momento especial con la Virgen.<br />

Con el Papa<br />

Pero nada de esos días importaba mucho porque<br />

llego el gran día. Ese día por el que había<br />

estado esperando durante seis meses: La Vigilia<br />

con el Papa. La ilusión aumentaba por momentos<br />

y, cuando bajamos del autobús para ir<br />

al Campo de la Misericordia mi corazón estaba<br />

muy acelerado.<br />

Llegamos al recinto que nos había asignado<br />

la organización y los acontecimientos que les<br />

sucedieron se desarrollaron en un parpadeo,<br />

ya que el ambiente era muy para conocerse y<br />

sentirse a gusto con gente que comparte algo<br />

tan importante para mí, como es la fe católica.<br />

En el momento que comenzó a hablar el Papa,<br />

yo estaba repartiendo abrazos por el otro lado<br />

del recinto. Pude escuchar bastante de lo que<br />

dijo y sentirme un rato cerca de él, para poder<br />

rezar. Me dio la paz que no tuve en toda la<br />

peregrinación.<br />

Cayó la noche y comenzó una fiesta que parecía<br />

no tener fin, rodeada de guitarras y cantos del<br />

Camino. Yo iba de corro en corro bailando y conociendo<br />

gente nueva. De hecho, cuando llegue<br />

a mi saco de dormir, ya estaba amaneciendo.<br />

84


mosaico<br />

La eucaristía con el Papa, al principio, se me hizo<br />

muy pesada, por la falta de sueño que tenía pero,<br />

cuando comenzó el evangelio me impactó muchísimo.<br />

Hablaba sobre Zaqueo y como Jesús<br />

entraba en su casa. Luego nos hizo una gran invitación,<br />

en su homilía, diciéndonos que debíamos<br />

dejar de ser cristianos “de sofá” y que teníamos<br />

que salir a predicar el evangelio. Francamente,<br />

esas palabras me impactaron bastante.<br />

A la vuelta al autobús nos invadió un calor sofocante<br />

y una tormenta que nos caló hasta los<br />

huesos. Tuvimos que estar un buen rato esperando<br />

a los autobuses y ahí tuve una charla con<br />

el Padre Carlos, que me ayudó bastante. Me estuvo<br />

explicando el significado de la lectura que<br />

había escogido el Papa para nosotros y la pude<br />

llevar hacía mis propios pensamientos.<br />

El último día de peregrinación fue en el mismo<br />

Campo de la Misericordia pero esa vez con<br />

Kiko. Era mi primer encuentro con él y debo<br />

admitir que se me pusieron los pelos de punta<br />

en los momentos de las llamadas a las vocaciones.<br />

Todo esto me hizo ver que todo lo que<br />

estaba haciendo Dios en nuestras vidas lo estaba<br />

haciendo bien.<br />

¿Con qué me quedo de la JMJ? Sinceramente<br />

me quedo con que estoy presente en los pensamientos<br />

del Señor, lo cual, por supuesto, es recíproco<br />

y que tengo que seguir buscándole como<br />

ese “amigo inoportuno” sin parar de rezar.<br />

En el momento que<br />

comenzó a hablar<br />

el Papa yo estaba<br />

repartiendo abrazos<br />

por el otro lado del<br />

recinto. Pude escuchar<br />

bastante lo que dijo y<br />

sentirme un rato cerca<br />

de él, para poder<br />

rezar. Me dio la paz<br />

que no tuve en toda la<br />

peregrinación<br />

JMJ <strong>2016</strong> - Compartiendo la experiencia<br />

85


mosaico<br />

EXPERIENCIA<br />

3<br />

Sofía<br />

Parroquia de la Divina<br />

Providencia, Guatemala<br />

Bien dicen que Dios escoge a los débiles para<br />

que podamos dar testimonio, que las cosas<br />

que logramos en nuestra vida no se deben a<br />

nuestras fuerzas sino a su misericordia. Mi experiencia<br />

en la Jornada Mundial de la Juventud<br />

es un reflejo exacto de estas palabras. No tenía<br />

ninguna motivación para ir a la Jornada y en el<br />

último minuto decidí viajar a Cracovia con el fin<br />

de asistir, si es que encontraba plaza y, de no<br />

ser así, me dedicaría a visitar la ciudad.<br />

Pude ver los cuidados de Dios desde el momento<br />

en que encontré a mi grupo, pues a pesar<br />

de la cantidad innumerable de personas,<br />

fue increíblemente fácil y mis planes fueron<br />

reemplazados por Sus planes. Rezar, cantar y<br />

danzar en las plazas me hizo, poco a poco, revivir.<br />

Tanto tiempo alejada de esta espiritualidad<br />

profunda, me hizo pensar en mi poco interés<br />

en mejorar mi relación con Dios y aceptar que<br />

era mi mismo pecado y mi propio miedo a sentirme<br />

juzgada lo que me hizo pensar que no<br />

merecía tener un lugar dentro de la Iglesia.<br />

Esos días de oración y cuidados de Dios me hicieron<br />

sentir en paz y amada por Él. Estando en<br />

el Monasterio de Kalwaria, después de celebrar<br />

la Eucaristía, le pedí a Dios que me permitiera<br />

escuchar su voz y entender qué quería de mí.<br />

Durante la peregrinación al lugar del encuentro<br />

con el Papa Francisco experimenté una profunda<br />

emoción y curiosidad por lo que iba a suceder<br />

durante la Vigilia, ya que era mi primera<br />

experiencia.<br />

En el encuentro con el Papa el hablaba de no<br />

tener miedo de decirle sí al Señor y esa frase<br />

me tocó, porque siempre he tenido la voluntad<br />

de dejarme llevar por Él pero mi miedo a abandonar<br />

las cosas que quiero y que “me hacen feliz”<br />

siempre ha sido más grande. Y me encontré<br />

en un punto donde entendí que era necesario<br />

tomar una decisión y arriesgarme para que esta<br />

decisión valiera la pena. Escuchar los testimonios<br />

de los participantes en la Vigilia fueron<br />

alentadores y una muestra palpable de la misericordia<br />

de Dios, y no sólo con ellos, conmigo<br />

también, que a pesar de mi necedad y mis<br />

ganas de alejarme de Él, siempre ha puesto<br />

ángeles que me muestran Su obra en mi vida.<br />

86


mosaico<br />

Luego, tuvimos el encuentro del Camino Neocatecumenal,<br />

y las mismas palabras seguían<br />

resonando en mi cabeza: “No tengas miedo a<br />

decirle que sí al Señor”, y sentí cómo era una<br />

llamada directa para mí. Yo le había pedido escuchar<br />

Su voz y en ese momento ¡estaba hablándome<br />

de una forma clara!<br />

Sin pensarlo, por primera vez y sin miedo, le<br />

dije que sí al Señor. Evidentemente, fue algo<br />

que hasta a mí me tomó por sorpresa, pero<br />

experimenté la paz, porque en ese momento<br />

abrí mi vida al Señor, para que Él haga su obra<br />

en mí. Negar la existencia de Dios y su obra en<br />

mi vida sería negarme a mí misma, porque ha<br />

sido por su amor y su misericordia por lo que<br />

yo he salido de la muerte, de pecados serios:<br />

el adulterio, la mentira, los juicios.<br />

Cuando he visto la misericordia con la que Dios<br />

me ha cuidado durante el viaje: no pasar hambre,<br />

frío o enfermedades, sólo puedo sentirme<br />

agradecida y amada.<br />

Esta experiencia en la Jornada abrió mis ojos, me<br />

hizo reconocer que Dios es Padre, que Dios es<br />

amor y que Dios se ha fijado en mi, que me ama<br />

y que no se cansa de esperarme!. Espero que,<br />

como el día del encuentro, cada día pueda decir:<br />

Señor, aquí estoy, haz en mí tu voluntad”. bn<br />

Pude ver los cuidados de Dios desde el<br />

momento en que encontré a mi grupo, pues a<br />

pesar de la cantidad innumerable de personas,<br />

fue increíblemente fácil y mis planes fueron<br />

reemplazados por sus planes<br />

JMJ <strong>2016</strong> - Compartiendo la experiencia<br />

87


mosaico<br />

Antonio Arias Crespo<br />

No es que las cosas —las cosas que rodean la vida de los<br />

hombres— sean relativas, pasajeras, inocuas, triviales o<br />

peligrosas. En realidad son trascendentes ante Dios<br />

o no de por medio. Tampoco es, como insisten<br />

algunos, que la vida sea un misterio. Al menos no lo<br />

creen quienes afirman sin ruborizarse que se trata de<br />

un fenómeno que se dio en la superficie de la tierra<br />

hace la friolera de 4.600 millones de años, e incluso,<br />

que se formó a sí misma con los restos de la explosión de<br />

una estrella y que nosotros mismos somos hechos del polvo<br />

de aquella estrella. Por eso no me extraña que un amigo, para<br />

disimular, diga que es de tontos amargarse la vida porque sí.<br />

Tampoco es normal despreciarla y caer en la insensatez de no<br />

darle el valor que le corresponde. Sería como tirar a la basura,<br />

por desidia, el décimo premiado en la lotería de Navidad.<br />

88


mosaico<br />

Seamos serios. La vida es un don gratuito de Dios<br />

y Él es su creador. Crear es sacar de la nada y,<br />

que se sepa, hasta el día de hoy sólo Dios ha podido<br />

hacerlo. Por eso después de crear el mundo<br />

y cuanto contiene, dijo seis veces que lo que había<br />

creado estaba bien hecho. Y después, creó al<br />

hombre. Así, si la vida es para nosotros un don<br />

gratuito del Señor, de nada podemos gloriarnos;<br />

los regalos se agradecen y punto. ¡Vivamos, pues!<br />

Parece un principio esperanzador, altamente positivo<br />

e ilusionante. Pero si abrimos los ojos a la<br />

realidad que nos circunda, hemos de reconocer<br />

que a buena parte de la gente que conocemos le<br />

pesa la vida y le abruma su propia existencia. Para<br />

muchos es suficiente un vulgar «vamos tirando»,<br />

como si fuésemos bueyes delante de una carreta.<br />

Y lo que todavía es peor: tenemos instalado el<br />

miedo de no poder salir de ahí, que lo que nos<br />

espera es la muerte. Muchos suicidios tienen aquí<br />

su razón de ser. No obstante, el Señor conoce<br />

nuestra debilidad y nuestras infidelidades. Pero<br />

también nos ama y porque nos ama nos anima<br />

a no desfallecer, nos invita a no quedarnos en el<br />

pozo de la crisis o de la bajada de tensión. Por<br />

eso nos llama: “Venid a mí todos los que estáis<br />

cansados y agobiados, y yo os aliviaré” (Mt 11,28).<br />

Los cristianos no somos supermanes; más bien<br />

somos seres débiles, tarados por el pecado original,<br />

sin recursos propios para vivir en gracia que<br />

es para lo que el hombre fue creado. De ahí la<br />

razón de la venida de Jesucristo al mundo:<br />

«No tienen necesidad de médico los sanos,<br />

sino los enfermos» (Mt 9,12).<br />

Así como en los primeros tiempos de la Iglesia se<br />

bautizaba a los que se convertían, en la andadura<br />

que da paso al tercer milenio, la Iglesia debe convertir<br />

a los ya bautizados. Ha sido tal la «retirada»<br />

que los cristianos operantes cada vez son menos y<br />

los que participan de los actos de culto y de la vida<br />

de la Iglesia pierden calidad, frescura y entusiasmo.<br />

Parece que se ha olvidado que el punto de convergencia<br />

de todo esfuerzo evangelizador sigue siendo<br />

el mismo de siempre: que Cristo es el redentor del<br />

hombre, que Dios te ama tal cual eres, a pesar de<br />

tu condición de pecador.<br />

¡La hermosura de la vida! Nuestra vida se la debemos<br />

a Dios entera y completa. A Él no le hacíamos<br />

ninguna falta y sin embargo nos necesitaba.<br />

No porque precise nada de nosotros, sino porque<br />

nosotros somos el objeto directo de su amor; los<br />

seres que creó para volcar en ellos sus mimos y<br />

que pudiésemos conocer sus predilecciones. Por<br />

eso envió a la tierra a su Hijo Jesucristo. Nos prefirió<br />

frente a todos los otros seres creados.<br />

Se podría argumentar que nuestro pecado todo<br />

lo estropea. Es cierto, ¡qué vamos a hacer! Incluso<br />

el título de este artículo podría llamarnos a<br />

engaño y pensar que el pecado puede tener premio.<br />

Nada más lejos de la verdad. Sólo si el pecado<br />

—sea éste el que fuere— ha sido reconocido<br />

en sincera confesión y ha sido llorado, entonces<br />

sí que tendrá el salario del perdón amoroso de<br />

Dios. La alegría más grande de Dios –leemos en<br />

el libro Dios, Padre misericordioso, es la de perdonar,<br />

puesto que su única forma de amarnos<br />

es la de ser misericordioso, su única forma de<br />

ser fiel a su amor del primer momento. El hombre<br />

puede dejar de ser hijo, pero Dios no puede<br />

dejar de ser Padre y Padre sin fin 1 .bn<br />

Parece que se ha olvidado que el punto de convergencia<br />

de todo esfuerzo evangelizador sigue siendo el mismo de<br />

siempre: que Cristo es el redentor del hombre, que Dios<br />

te ama tal cual eres, a pesar de tu condición de pecador<br />

1Cardenal Etchegaray. Ver Comité para el jubileo del año 2000, Dios padre misericordioso, op.cit., p.11<br />

El salario del pecado<br />

89


ciencia<br />

Carlos Valiente Barroso<br />

Universidad Internacional de La Rioja<br />

Centro Universitario Villanueva-Universidad Complutense de Madrid<br />

La enfermedad<br />

La esclerosis múltiple (EM) constituye una<br />

patología autoinmune desmielinizante neuroinflamatoria,<br />

principal causa de discapacidad<br />

de origen no traumático en adultos jóvenes,<br />

siendo diagnosticado con mayor frecuencia<br />

entre los 20 y los 40 años. La EM se caracteriza<br />

por el daño en la vaina de mielina, la<br />

sustancia lipídica protectora que rodea las neuronas.<br />

Cuando esta cobertura de los nervios<br />

se daña, los impulsos nerviosos disminuyen o<br />

se detienen. Por otra parte, la calificamos de<br />

inflamatoria porque el daño al nervio es causado<br />

por una inflamación, que ocurre cuando las<br />

células inmunitarias del propio cuerpo atacan<br />

el sistema nervioso (de ahí, también, su apelativo<br />

de autoinmune). Aunque presenta una<br />

sintomatología muy variada, se la conoce por<br />

causar problemas de movilidad, junto a fatiga,<br />

falta de equilibrio, dolor, alteraciones visuales<br />

y cognitivas, dificultades del habla y temblor,<br />

entre otros.<br />

Un estudio epidemiológico regional, desarrollado<br />

en la comunidad autónoma de Murcia, y<br />

publicad en la Revista de Neurología en <strong>2016</strong>,<br />

confirma el aumento de prevalencia de la esclerosis<br />

múltiple en las últimas décadas.<br />

En cuanto a los factores que generan esta enfermedad,<br />

se está trabajando desde varias hipótesis<br />

o, hablando con mayor precisión, con<br />

un variado y diverso rango de causas específicas.<br />

Así, se especula con la influencia de distintas<br />

variables genéticas y ambientales. Aquí, por<br />

necesaria brevedad, acercaremos los hallazgos<br />

más relevantes y actuales que recopila la praxis<br />

investigadora en este campo.<br />

Investigaciones<br />

El haplotipo (combinación de alelos de diferentes<br />

loci de un cromosoma que son transmitidos<br />

juntos) HLA-DRB1*1501 es el marcador<br />

genético que se ha asociado con un riesgo tres<br />

veces mayor de padecer esclerosis múltiple<br />

en caucásicos occidentales. Más aún, recientemente,<br />

se ha descubierto una asociación entre<br />

el momento estacional del nacimiento, concretamente,<br />

el mes de abril, el genotipo HLA-<br />

DRB1 y el riesgo de EM en países del norte de<br />

Europa y Canadá. Y, a diferencia de los resultados<br />

obtenidos en países del norte de Europa,<br />

donde esta asociación se ha encontrado en el<br />

mes de abril, en España tendríamos que hablar<br />

del mes de diciembre.<br />

90


ciencia<br />

Científicos españoles<br />

liderados por<br />

Álvarez-Sánchez,<br />

han estudiado los<br />

efectos beneficiosos<br />

de la melatonina en la<br />

esclerosis múltiple<br />

Esperanza científica para la esclerosis múltiple<br />

91


ciencia<br />

Dentro de los estudios genéticos centrados<br />

en esta patología, también destaca el publicado<br />

en la revista Neuron, este mismo<br />

año <strong>2016</strong>, a cargo del grupo liderado por Z.<br />

Wang. Estos investigadores han descubierto<br />

que las personas con una mutación en el gen<br />

NR1H3 tienen una probabilidad del 70% de<br />

desarrollar EM. Los científicos revisaron una<br />

gran base de datos que contiene material<br />

genético de casi 2.000 familias de Canadá y<br />

estudiaron a una familia en la que se habían<br />

producido múltiples casos de esclerosis múltiple<br />

(cinco en dos generaciones).<br />

Se hizo la secuenciación del exoma (integrado<br />

por los exomas o partes codificantes de<br />

los genes que forman el ARN mensajero maduro,<br />

dando lugar a las proteína), para buscar<br />

mutaciones raras que estaban presentes en<br />

todos los miembros de la familia con la enfermedad.<br />

Tras identificar una mutación en<br />

el gen NR1H3, comprobaron en la base de<br />

datos la misma mutación en otra familia con<br />

múltiples casos de EM. Todos los pacientes<br />

de estas familias con dicha mutación presentaban<br />

la forma progresiva de la enfermedad.<br />

Como conclusión, se sostiene que la<br />

mutación hallada en el gen NR1H3, causa<br />

la pérdida de la función de la proteína LXRA,<br />

la cual controla la regulación transcripcional<br />

de los genes implicados en la homeostasis<br />

o equilibrio de los lípidos, la inflamación y la<br />

inmunidad innata.<br />

Por otra parte, se ha vinculado la irrupción de<br />

la enfermedad con niveles reducidos de vitamina<br />

D durante el embarazo. Así, los hijos de<br />

madres que han presentado esta deficiencia<br />

vitamínica, tal y como aparece reflejado en la<br />

revista médica JAMA, podrían tener un riesgo<br />

más alto de EM al llegar a la edad adulta. En<br />

este nuevo estudio publicado Munger y cols<br />

(<strong>2016</strong>), se recopiló información de una amplia<br />

muestra de adultos finlandeses, de los<br />

cuales, 193 presentaban diagnóstico de EM.<br />

Se halló que las personas cuya madre no<br />

mostraba un nivel suficiente de vitamina D,<br />

a principios del embarazo, presentaban un<br />

aumento del 90% en las probabilidades de<br />

desarrollar EM, en comparación con aquellos<br />

cuya madre tenía un nivel adecuado de vitamina<br />

D durante el embarazo. Esto sugiere<br />

que la deficiencia de vitamina D en el embarazo<br />

podría aumentar el riesgo de EM de<br />

un niño en un momento posterior de la vida.<br />

Podemos reseñar una investigación que ha<br />

desvelado un nuevo enfoque para detener la EM,<br />

mediante el empleo de nanofármacos, con el fin<br />

de tratar el trastorno de una forma muy específica<br />

y sin afectar la inmunidad general de los individuos<br />

92


ciencia<br />

Desde otra perspectiva, un estudio ha demostrado<br />

que la tomografía de coherencia óptica,<br />

una técnica de análisis con una resolución muy<br />

alta y que permite determinar la integridad de<br />

la retina, resulta útil para seguir la evolución de<br />

EM. Los investigadores incluyeron a 879 pacientes<br />

de diversos centros de todo el mundo,<br />

con objeto de valorar la validez de esta técnica.<br />

Midieron el grosor de la retina de estos pacientes<br />

a lo largo del tiempo, con un seguimiento<br />

medio de dos años. Los resultados indican<br />

que, por debajo de un determinado grosor de<br />

la retina, 88 µm, los pacientes presentan una<br />

peor evolución de su enfermedad: tienen el<br />

doble de riesgo de empeorar entre el primer y<br />

el tercer año, riesgo que se cuadruplica entre<br />

los tres y cinco años de.<br />

Respecto a los hallazgos más recientemente<br />

en el ámbito del tratamiento de la EM, la<br />

prestigiosa revista Lancet ha publicado una<br />

investigación que recoge los hallazgos de<br />

Atkins y cols. (<strong>2016</strong>), mostrando un<br />

procedimiento drástico que suprime<br />

por completo el sistema inmunitario,<br />

y que, posteriormente, genera<br />

uno nuevo usando células<br />

madre sanguíneas.<br />

Esperanza científica para la esclerosis múltiple<br />

93


ciencia<br />

Este mecanismo podría eliminar todos<br />

los signos de inflamación cerebral en<br />

personas con EM agresiva temprana,<br />

y, de este modo, facilitar su recuperación<br />

duradera. Los investigadores<br />

analizaron a 24 pacientes de 18<br />

a 50 años con esclerosis múltiple<br />

agresiva y recurrente, manteniendo<br />

su seguimiento durante un espacio<br />

de en torno a 6,7 años. Tras<br />

el tratamiento se constató que<br />

ningún participante experimentó<br />

una recaída clínica, no se detectó<br />

ni una sola lesión inflamatoria<br />

activa y nueva en el cerebro<br />

de los participantes, a la vez<br />

que ninguno de ellos precisó<br />

fármacos específicos<br />

para el control de su enfermedad.<br />

Además, el<br />

70% había experimentado<br />

un parón en la progresión<br />

de la enfermedad y la tasa<br />

media de encogimiento cerebral,<br />

que suele constituir una medida<br />

que se correlaciona con la progresión<br />

de la esclerosis múltiple.<br />

A su vez, científicos españoles liderados<br />

por Álvarez-Sánchez, han estudiado los<br />

efectos beneficiosos de la melatonina en<br />

la esclerosis múltiple. Los investigadores,<br />

que han publicado sus resultados en Brain,<br />

Behavior and Immunity, demostraron, por primera<br />

vez, el efecto protector de la melatonina<br />

sobre el modelo preclínico de la EM, limitando<br />

la activación de células T autorreactivas para<br />

la mielina, su acceso a la médula espinal y al<br />

cerebro, así como incrementando la producción<br />

local de marcadores antiinflamatorios en<br />

el sistema nervioso central de animales. Estos<br />

datos, se complementan con resultados, aún<br />

Como en otros<br />

muchos campos<br />

de batalla de<br />

la medicina, la<br />

investigación<br />

científica aparece<br />

como la aliada más<br />

fructífera<br />

no publicados, en los que se observa que la<br />

melatonina reduce la respuesta inflamatoria en<br />

linfocitos de pacientes con EM. Estos efectos<br />

inmunomoduladores sugieren que la sustancia<br />

puede representar una opción terapéutica<br />

eficaz para esta patología. Una de las ventajas<br />

de la melatonina es que se trata de un compuesto<br />

al que no se le ha detectado toxicidad<br />

ni en modelos animales ni en humanos, y,<br />

además, posee la capacidad de atravesar la<br />

barrera hematoencefálica, uno de los mayores<br />

obstáculos en el desarrollo de fármacos dirigidos<br />

al sistema nervioso central, por lo cual,<br />

podría también extenderse su empleo a otras<br />

patologías neuroinflamatorias.<br />

Finalmente, podemos reseñar una investigación<br />

que ha desvelado un nuevo enfoque<br />

para detener la EM, mediante el empleo de<br />

nanofármacos, con el fin de tratar el trastorno<br />

de una forma muy específica y sin afectar la<br />

inmunidad general de los individuos. El trabajo,<br />

realizado en modelos animales, demuestra<br />

por primera vez que los linfocitos T reguladores<br />

autorreactivos, que protegen al organismo<br />

contra enfermedades autoinmunes concretas,<br />

se pueden expandir in vivo de forma eficiente<br />

y reproducible.<br />

94


ciencia<br />

Para tratar la enfermedad se deben eliminar<br />

los linfocitos defectuosos, recordando que los<br />

fármacos actuales no tienen mecanismos para<br />

distinguirlos de los normales. Los investigadores<br />

han descubierto que la administración de<br />

un nuevo tipo de nanopartículas, recubiertas<br />

con dianas proteicas dirigidas a los linfocitos<br />

T que causan las enfermedades autoinmunes,<br />

permiten su reprogramación hacia linfocitos T<br />

reguladores y la eliminación selectiva de la enfermedad<br />

en cuestión. Lo hacen a través de<br />

un nuevo mecanismo celular en cadena que<br />

regula la respuesta inmunológica. Mediante<br />

esta aproximación se han conseguido restaurar<br />

la función motora en ratones con<br />

una enfermedad similar a la esclerosis<br />

múltiple, así como, por otra parte,<br />

los niveles normales de glucosa<br />

en sangre en ratones con diabetes<br />

tipo 1 y la estructura y funcionalidad<br />

de las articulaciones en ratones<br />

con artritis.<br />

Como en otros muchos campos de batalla de<br />

la medicina, la investigación científica aparece<br />

como la aliada más fructífera y, por decirlo en<br />

otros términos no menos precisos, como la<br />

herramienta más esperanzadora en este quehacer;<br />

podrá seguir potenciando la calidad de<br />

vida de estos pacientes y continuar su caminar<br />

hacia ese horizonte de absoluto control de los<br />

mecanismos que subyacen a este enfermedad.<br />

El tiempo, aquí, corre a nuestro favor. bn<br />

la tomografía<br />

de coherencia<br />

óptica, una<br />

técnica de<br />

análisis con una<br />

resolución muy<br />

alta y que permite<br />

determinar la<br />

integridad de la<br />

retina, resulta<br />

útil para seguir la<br />

evolución de EM<br />

Esperanza científica para la esclerosis múltiple<br />

95


azón creadora<br />

María Torres Montoro<br />

Fundación Red Madre<br />

No tuve la suerte<br />

de conocer a<br />

Rafa desde hace<br />

muchos años, o<br />

de ser su amiga<br />

de toda la vida.<br />

Pero sí tuve la<br />

gran experiencia<br />

de observar cómo<br />

Dios le puso en<br />

mi camino para<br />

transformarme<br />

con esa fuerza tan<br />

suya y, por eso, tan<br />

conmovedora<br />

La conversión<br />

Yo en ese entonces era una niña aferrada al<br />

mundo y muy en contra de todo lo que mis<br />

padres veían como bueno para mí. Una adolescente<br />

rebelde, que no sabía ni a dónde iba<br />

ni de dónde venía. Aunque me sintiese muy<br />

segura en mis percepciones y mi perspectiva<br />

de la vida, andaba realmente perdida. Un buen<br />

día me llamó mi padre para presentarme a<br />

Rafa Lozano. Entré a regañadientes en el despacho,<br />

pero tengo que decir que se me fue la<br />

soberbia de inmediato al mirar la sonrisa y la<br />

mirada de este hombre. Vi algo nuevo, algo<br />

sencillo pero grande. Y aunque en ese momento<br />

no sabía qué era exactamente ahora sí<br />

entiendo todo, era Jesús en una de sus tantas<br />

llamadas. Porque las casualidades no existen<br />

para mí y si te pones las antenas de la fe te<br />

das cuenta de como el mismo Dios no deja de<br />

quererte para Él. Muchas veces te lo dice<br />

a través de personas y, una de ellas,<br />

para mí fue Rafa.<br />

96


La sal de la tierra<br />

97


azón creadora<br />

Mis padres llevaban meses intentando llevarme<br />

a Medjugorje, pero solo por no acceder a<br />

sus peticiones rechazaba con gran ímpetu esa<br />

propuesta. A mí todo eso me sonaba a cuento<br />

de chinos. Fue Rafa quien fue capaz de encender,<br />

en medio de toda mi contradicción interna<br />

de niña materialista y egoísta, esa chispa que<br />

un par de años más tarde me llevó a encontrarme<br />

con la Virgen, y de su mano a su Hijo,<br />

en ese lugar de Bosnia. Rafa fue el chispazo.<br />

No creáis que hizo gran cosa, más que decirme,<br />

con una dulce sonrisa -aquella sonrisa que<br />

quienes le conocen saben lo que digo-, que<br />

ese sitio era especial. Fui incapaz de no creerle.<br />

Pensé que algo tenía que tener ese santuario.<br />

Encontré a Dios en medio de uno de los golpes<br />

más duros en mi vida, que Dios utilizó para<br />

despertarme, porque estaba muy sorda. Mi<br />

madre cayó gravemente enferma. Fue en ese<br />

entonces cuando decidí ir a ese famoso lugar,<br />

a ver qué era eso de la fe y la pedí con tanto<br />

empeño que Dios fue incapaz de negármela.<br />

Fui a Medjugorje y me encontré con esa explosión<br />

de amor que, entre tantos fieles, también<br />

cambió a Rafa.<br />

Ese amor que solo puede darte Dios. Desde<br />

entonces tengo caídas, fracasos, batallas, fallos,<br />

decepciones, contradicciones... Pero nada de<br />

ello me aparta de ese amor, porque se me regaló<br />

por pura misericordia la fe. Así que todos<br />

los días doy gracias a Rafa por ser partícipe con<br />

ese gesto, a la vista tan simple, pero que para<br />

mí fue el inicio de ese gran cambio: ver la vida<br />

con Dios o sin Dios. Acercarme a tener una<br />

relación personal con Cristo o rechazarle como<br />

llevaba tanto tiempo haciendo.<br />

Y hace un año me enteré de la enfermedad<br />

de Rafa y me acordé de ese día en casa. Me<br />

di cuenta de que tenía otra lección que darme.<br />

Y no sólo él, sino su increíble familia.<br />

Yo, como otros tantos, me<br />

iba llenando de Dios con<br />

su ejemplo, su fortaleza y<br />

su asombrosa alegría en<br />

medio del dolor gracias a<br />

su inconfundible confianza<br />

en Él. Evidentemente me<br />

volvió a transformar este<br />

tal Lozano. Según pasaba<br />

el tiempo me daba cuenta<br />

de que Dios hace todo<br />

nuevo y observaba como<br />

me cambiaba por medio<br />

de esta gran familia. Cada<br />

parte que mandaba Rafa<br />

me inundaba los ojos de<br />

lágrimas y no por pena<br />

ni mucho menos, sino de<br />

emoción.<br />

Emoción de ver cómo es<br />

posible dejarse totalmente<br />

en las manos del Señor<br />

con la confianza de un<br />

niño. Emoción de ver que<br />

en este mundo, alejado de<br />

Dios, existen aún personas<br />

que son luz, que demuestran<br />

con creces qué es lo<br />

que realmente importa en esta vida, donde<br />

está la dicha. Esa fuente de la que nadie se<br />

sacia. Eso que da sentido a lo que nadie quiere<br />

entender: el dolor y la muerte.<br />

Yo en ese entonces<br />

era una niña aferrada<br />

al mundo y muy en<br />

contra de todo lo<br />

que mis padres veían<br />

como bueno para mí<br />

98


azón creadora<br />

Grandeza de la Cruz<br />

Porque la fe no te quita el sufrimiento. Nadie,<br />

por mucho que crea en Dios, se satisface de<br />

ver a un padre, una madre o un hermano en la<br />

cama de un hospital. Nadie es tan inhumano<br />

de no sentir desgarro ante la partida al Cielo<br />

de alguien a quien se ama. Pero la fe le da<br />

sentido pleno: tienes claro que Dios sabe más.<br />

Que lo mejor es lo que Dios quiere, su voluntad.<br />

Que no estás creado para entenderle sino<br />

para aceptarle. Que Jesús no vino al mundo a<br />

ser rico, a predicar discursos sobre el placer, ni<br />

tampoco a decirnos que esta vida es camino<br />

de rosas. Vino a morir desangrado y humillado<br />

en una cruz. Cruz que los cristianos entendemos<br />

como puerta a la eternidad.<br />

Encontré a Dios<br />

en medio de uno<br />

de los golpes más<br />

duros en mi vida,<br />

que Dios utilizó para<br />

despertarme, porque<br />

estaba muy sorda<br />

La sal de la tierra<br />

99


azón creadora<br />

Cruz que debemos sostener cada día con todo<br />

el amor que puso Jesús por cada uno de nosotros.<br />

Cruz que salva almas. Cruz que ayuda a<br />

Dios en su plan. Cruz que es respuesta a todos<br />

los interrogantes y misterios de esta vida. Cruz<br />

que cuesta tanto entender, porque es más fácil<br />

querer, comprender, lo que solo se entiende<br />

con los ojos carnales y no con los del alma. Al<br />

final solo el amor cuenta y Rafa lo demostró no<br />

sólo en esa vida tan plena y conmovedora, sino<br />

de la forma más absoluta: a través de la cruz.<br />

Porque Rafa, Loli, Fanny, Carlota, Marta, Elena,<br />

Álvaro, Tomás y Jaime nos han demostrado<br />

con admirable serenidad que al final eso es<br />

lo que realmente importa y vale en la vida.<br />

Una familia verdaderamente unida, donde ni<br />

la muerte separa. Gracias Lozanillos, por qué<br />

vosotros sois sal de la tierra. La luz del mundo<br />

entre tantas tinieblas.<br />

100


azón creadora<br />

El funeral de Rafa fue vivir un ratito en el Cielo.<br />

Fue como estar en Medju, sintiendo a la Gospa<br />

y a su Hijo. Es difícil de explicar pero jamás se me<br />

habría ocurrido que iba a estar en un funeral bonito<br />

y alegre, donde volví a llorar de emoción. De<br />

emoción de poder tener el honor de estar ahí<br />

sabiendo con toda certeza donde está el padre<br />

de esos niños, el hijo de Fanny, el marido de<br />

Loli. Nadie les quitaba su pena, pero tampoco<br />

su confianza en saber que Rafa está en ese<br />

lugar al que todos iremos.<br />

La sal de la tierra<br />

101


azón creadora<br />

Vida ejemplar<br />

Esta, la mía, es solo una pequeña onda del<br />

gran oleaje que la sonrisa de Rafa provocó en<br />

su vasto entorno más cercano. Y no se cuenta<br />

toda la vida de Rafa si no se habla de su<br />

labor en defensa de la vida y la maternidad.<br />

Como director de la Asociación REDMADRE<br />

Madrid, ayudó a cientos de mujeres a tener a<br />

sus hijos. A cientos de mujeres que, como su<br />

madre, se vieron con dificultades para alumbrar<br />

a sus bebés porque las parejas no los<br />

aceptaban, porque las familias no querían,<br />

porque tenían miedo a perder el trabajo, por<br />

miles de motivos que Rafa intentó siempre<br />

paliar acogiendo a cada mujer como única y<br />

exclusiva, poniendo cada situación en manos<br />

de expertos, psicólogos, médicos, abogados y<br />

gente buena que voluntariamente se ponían<br />

en marcha para ayudar a las madres con lo<br />

que les hiciera falta. Y, entre medias, con su<br />

sonrisa, con sus defectos y su rectitud de intención,<br />

como otro Cristo, atraía y servía de<br />

instrumentos para transformar a la gente.<br />

No es de extrañar, Rafa, que Dios te regalase<br />

la vida, a pesar de que tu padre de la Tierra no<br />

pretendía que nacieras. Nos has enseñado el<br />

sentido de la vida, de la familia, del sufrimiento<br />

en un mundo muy alejado de todo eso. Dios<br />

te necesitaba aquí y a Él has vuelto para seguir<br />

ayudándole. Te echaremos de menos, pero<br />

nos vemos muy pronto, porque estoy totalmente<br />

segura de que nos ayudarás a conseguir<br />

llegar a donde tú ya estás. bn<br />

Desde entonces tengo<br />

caídas, fracasos, batallas,<br />

fallos, decepciones,<br />

contradicciones... Pero<br />

nada de ello me aparta<br />

de ese amor, porque<br />

se me regaló por pura<br />

misericordia la fe<br />

102


azón creadora<br />

arte natural<br />

al<br />

para<br />

un regalo original<br />

Realizado a mano:<br />

Decoupage, craquelado<br />

y pintura decorativa<br />

Distintos eventos:<br />

Primeras Comuniones<br />

Bodas<br />

Dia de la Madre, cumpleaños<br />

www. ww. artenaldecora.com om email: artenaldecora@gmail.com<br />

nombre artículo 103 om


aldea planetaria<br />

Pedro Estaún<br />

104


aldea planetaria<br />

Descripción de una peregrinación<br />

Uno de ellos son las peregrinaciones alpinas<br />

instituidas por el P. Gratien Volluz en 1960.<br />

Desde entonces en varios fines de semana<br />

se organizan grupos que marchan por<br />

la montaña para finalizar en el Hospicio del<br />

Gran San Bernardo. He tenido la oportunidad<br />

de participar en alguna ocasión. El desarrollo<br />

es del siguiente modo.<br />

Las peregrinaciones son de dos días, sábado<br />

y domingo. Se cita a los peregrinos en<br />

Orsières a las 8h45, a donde pueden acudir<br />

en tren. Allí son recogidos en un autobús<br />

que les conduce a Ferret a 1700 metros de<br />

altitud donde son recibidos por los organizadores<br />

que, tras la bienvenida, les dan las<br />

indicaciones necesarias. Dejan claro que se<br />

trata de una peregrinación montañera y que<br />

su objetivo es caminar, disfrutar de la naturaleza<br />

y rezar. Se entrega un pequeño libro<br />

–livret du Pèlerin- con indicaciones, textos y<br />

oraciones y se organizan grupos de no más<br />

de diez personas que deben caminar juntos.<br />

Se inicia la marcha y a lo largo de la ascensión<br />

se efectúan varias paradas en las que,<br />

siguiendo las indicaciones del libro, se hacen<br />

reflexiones y cada uno de los montañeros va<br />

exponiendo sus impresiones. Resulta llamativo<br />

ver los distintos grupos detenidos en la<br />

subida y se intuye lo que en cada uno se comenta.<br />

De este modo, tras varias paradas se<br />

llega, alrededor de las 13h00, a uno de los<br />

lagos de la Fenêtre. A la orilla del lago –lugar<br />

verdaderamente encantador por el enclave<br />

y las montañas que le rodean- se reponen<br />

las fuerzas. Tras descansar un buen rato, reunidos<br />

todos nuevamente, los responsables<br />

–en nuestro caso el prior del hospicio y una<br />

señora- hacen otras reflexiones leyendo un<br />

pasaje del evangelio que comentan. Se pide<br />

entonces que el resto de la subida hasta el<br />

collado se haga meditando. Una larga fila de<br />

montañeros se pone en marcha –éramos<br />

más de cincuenta- y se asciende en completo<br />

silencio. En algo menos de una hora se<br />

llega al collado de la Fenêtre a 2.700 metros<br />

dejando tres lagos por debajo.<br />

Se trata de una peregrinación montañera<br />

y que su objetivo es caminar, disfrutar<br />

de la naturaleza y rezar<br />

La peregrinación alpina del Gran San Bernardo<br />

105


aldea planetaria<br />

Se finaliza con la<br />

bendición del prior<br />

de la comunidad que<br />

nos ha acompañado<br />

durante estas dos<br />

agradables jornadas<br />

Una nueva parada y reunión para iniciar el<br />

descenso ya por la vertiente italiana. En una<br />

zona llana los montañeros son recibidos por<br />

representantes del hospicio que amablemente<br />

ofrecen bebidas a los que van llegando. Tras<br />

un nuevo descanso, se continúa descendiendo<br />

hasta el alpage de la Bau donde hay una nueva<br />

reunión y otra reflexión. Queda todavía una<br />

última subida hasta el hospicio que ya hemos<br />

divisado desde tiempo antes. Se realiza por la<br />

calzada romana tan usada desde hace muchos<br />

siglos. La última parada se tiene bajo una gran<br />

imagen de San Bernardo, el iniciador de esa<br />

orden religiosa, donde se tiene una nueva reflexión<br />

e indicaciones.<br />

En <strong>2016</strong>, año de la Misericordia, se prepara<br />

para ganar el jubileo. La entrada al hospicio a<br />

2500 metros de altitud es ya cerca de las 7 de<br />

la tarde pasando la Puerta de la Misericordia.<br />

Pero la peregrinación no termina aquí. Tras instalarse<br />

los montañeros en las habitaciones con<br />

literas, van todos a rezar las Vísperas con los<br />

canónigos, que son cantadas con gran solemnidad.<br />

A continuación la cena. Es un momento<br />

agradable para reponer fuerzas y compartir con<br />

los compañeros no solo las incidencias de la<br />

marcha sino muchos otros temas. A las 20h30<br />

una nueva reunión en la gran iglesia del hospicio.<br />

Es también un tiempo de oración y de<br />

testimonios personales. Cerca de dos horas<br />

después nos retiramos a las habitaciones para<br />

dormir con tranquilidad.<br />

106


aldea planetaria<br />

La mañana del domingo comienza<br />

para algunos con el rezo de Laudes<br />

con los canónigos a las 7h15, y para el<br />

resto con el desayuno a las 8h00 para<br />

participar en la Misa que es transmitida<br />

por radio y cantada, por lo general, por<br />

alguna buena coral. Pero aún queda<br />

algo antes de finalizar la peregrinación.<br />

Es una nueva reunión en la cripta donde<br />

tras algunas oraciones y cantos hay<br />

nuevos testimonios de los peregrinos<br />

y se finaliza con la bendición del prior<br />

de la comunidad que nos ha acompañado<br />

durante estas dos agradables<br />

jornadas.<br />

Los comentarios de los participantes<br />

son unánimes: se ha cumplido el plan<br />

previsto. Han sido dos intensas jornadas<br />

de montaña, de amistad y convivencia<br />

pero sobre todo de alabanza a Dios en<br />

esa bella naturaleza alpina que se traduce<br />

en propósitos de seguir teniéndole<br />

presente en los diferentes caminos en la<br />

vida ordinaria de cada uno. bn<br />

Han sido dos intensas jornadas de<br />

montaña, de amistad y convivencia<br />

pero sobre todo de alabanza a<br />

Dios en esa bella naturaleza alpina<br />

La peregrinación alpina del Gran San Bernardo<br />

107


cine<br />

Crítica realizada por: Gloria María Tomas y Garrido | Catedrática honoraria de Bioética<br />

Director: David O. Russell | Reparto: Jennifer Lawrence, Robert De Niro, Bradley Cooper<br />

País: EEUU | Fecha estreno: <strong>2016</strong><br />

El valor de lo femenino<br />

Fue San Juan Pablo II -heraldo del Evangelio y<br />

experto en humanidad- el que le dijo a Mª Antonietta<br />

Macciocchi, que estaba escribiendo una<br />

carta de amor a las mujeres, porque creía en el<br />

“genio femenino”. Se trataba de la Mulieris dignitatem<br />

(15-8-1988).<br />

108<br />

El verdadero valor de la<br />

mujer se debe buscar en lo<br />

que la caracteriza como tal;<br />

no en hacerla competir con<br />

el hombre en lo que a éste<br />

caracteriza. En este artículo<br />

se trata de resaltar la visión<br />

de la Iglesia sobre la mujer,<br />

además de traer a colación<br />

una interesante película que<br />

abunda sobre el tema.<br />

Mª Antonietta, la controvertida y honesta política<br />

italiana de de izquierdas quedó fascinada. Habló<br />

y publicó acerca de este documento, al que calificó<br />

de sorprendente por una defensa acerca de la<br />

dignidad femenina, realizada desde la teología, la<br />

sociología y la antropología. En mi opinión, podría<br />

resumirse esa visión como una penetrante mirada,<br />

llena de amor, acerca de la dignidad femenina.<br />

Este año, en el caluroso mes de julio, el Papa Francisco<br />

determinó que la celebración de Santa María<br />

Magdalena adquiría el rango de fiesta; como un<br />

motivo más para reflexionar en la dignidad de la<br />

mujer, en la nueva evangelización, en la grandeza<br />

del misterio de la misericordia divina.<br />

Con ese motivo, el Prelado del Opus Dei, Mons.<br />

Javier Echevarría, escribió un artículo sobre Santa<br />

María Magdalena, del cual recojo el siguiente párrafo:<br />

“ Las mujeres del Evangelio -María Magdalena,<br />

Marta y María de Betania, Juana, Susana y<br />

Salomé-, sirvieron a Jesucristo con una lealtad que<br />

no siempre demostraron los discípulos.<br />

Ellas acompañaban al Maestro por los senderos<br />

de Palestina o lo alojaron en su hogar; lloraron a<br />

su lado en el camino de la Cruz; fueron con la<br />

Madre, Santa María, hasta el patíbulo; y quisieron<br />

honrar el cuerpo de Jesús tras la sepultura.


cine<br />

una penetrante mirada, llena de amor, acerca de la dignidad femenina<br />

Hoy como entonces, la mujer está convocada a<br />

contribuir a la misión de la Iglesia con su inteligencia,<br />

su sensibilidad y fortaleza, su piedad, su celo<br />

apostólico y su afán de servicio, su capacidad de<br />

iniciativa y su generosidad”.<br />

Trato de mostrar, con la evidencia de estos insignes<br />

Maestros, que el “genio femenino”, entendiendo<br />

como tal el aporte genuino de la mujer en cualquier<br />

aspecto y en cualquier lugar, es de ayer, es de hoy,<br />

es de siempre. No deseo, para nada, entrar en el tan<br />

traído y tan pertinaz imperativo de la ideología de<br />

género; muy al contrario trato de mostrar que hasta<br />

“mirando” buen cine podemos volver a redescubrir<br />

la aportación de la mujer, yendo a lo esencial<br />

y, en consecuencia, aprehender y funcionar con las<br />

apropiaciones legítimas del feminismo. Para aquellos<br />

interesados en estos temas aconsejo releer<br />

el libro de Jesús Trillo-Figueroa, “Una revolución<br />

silenciosa”(Libroslibres. Madrid 2007); en él se<br />

realiza una sistematización documentada de los<br />

movimientos feministas, con especial atención al<br />

feminismo del último medio siglo, cuya influencia<br />

social y política ha sido tan profunda.<br />

JOY<br />

109


cine<br />

La película<br />

En este contexto nos centramos hoy en una curiosa<br />

película, Joy, un Biopic que participa del drama<br />

y de la comedia, dirigido por David O. Russell, escrita<br />

por él mismo junto a Annie Mumolo. Como<br />

ya nos tiene acostumbrados Rusell, el film es un<br />

tobogán de ritmo, con sus ventajas y sus inconvenientes.<br />

Se relata libremente parte de la vida de<br />

Joy Mangano, una mujer tenaz, inventora, que en<br />

los años noventa se convirtió en un nuevo tipo<br />

de estrella de la televisión y logró un emporio<br />

empresarial gracias a una serie de inventos domésticos,<br />

tales como la famosa<br />

fregona milagrosa, dotada<br />

de un sistema automático<br />

para escurrirla.<br />

Jennifer Lawrence,<br />

que fue nominada<br />

al Oscar<br />

como mejor<br />

protagonista y<br />

que consiguió<br />

el Globo<br />

de Oro por su<br />

interpretación,<br />

comentó: “Esta<br />

historia trata sobre<br />

muchísimas cosas.<br />

No es sólo la historia de Joy. Trata sobre la<br />

familia, la imaginación, la fe en uno mismo,<br />

sobre la crueldad del éxito y qué implica conseguirlo.<br />

A mí me gustan especialmente todos<br />

los cambios que Joy experimenta. Me encantó<br />

poder interpretarla desde vulnerable y autocrítica<br />

hasta fuerte y distante, y me gustó que se<br />

convirtiera en una verdadera matriarca para su<br />

familia”. La película se desarrolla en el contexto<br />

de una familia a través cuatro generaciones<br />

en la que Joy no sólo consigue fundar una<br />

dinastía de negocios, sino que se convierte en<br />

la matriarca familiar por derecho propio.<br />

Compagina su papel de hija, de madre,<br />

también de esposa divorciada,<br />

y de empresaria. Ante un<br />

mundo, casi implacable,<br />

hay un triunfo de la<br />

familia, del amor y<br />

de lealtad.<br />

110


Todo ello no se le regala a la protagonista, que tiene<br />

que luchar para hacer de sus enemigos aliados,<br />

y que también constata que sus aliados se hacen<br />

enemigos.<br />

No es una gran película<br />

el guión y el argumento<br />

sufre altibajos, como<br />

ya hemos dicho;<br />

quizás hay demasiados<br />

subtramas<br />

-como<br />

a todos nos<br />

pasa en la<br />

vida-.<br />

Pero en una película, y al estilo americano, a veces<br />

este hecho atrae y otras cansa; sin lugar a dudas<br />

el director refleja con naturalidad una vida real, en<br />

que las complicadas situaciones exigen que haya<br />

alguien con capacidad para superar no sólo los<br />

obstáculos del presente, sino también las posibles<br />

dificultades que se adivinan. Y ahí, esta<br />

mujer, sin una ruta clara ni bien definida, luchará<br />

para no fracasar. Y esa mujer, real, de<br />

carne y hueso, manifiesta su “genio femenino”.<br />

Sabe sacar lo mejor de un ambiente<br />

nada propicio.<br />

Hoy como entonces,<br />

la mujer está<br />

convocada a<br />

contribuir a la<br />

misión de la Iglesia<br />

con su inteligencia,<br />

su sensibilidad<br />

y fortaleza, su piedad,<br />

su celo apostólico y<br />

su afán de servicio,<br />

su capacidad de<br />

iniciativa y su<br />

generosidad<br />

JOY<br />

111


cine<br />

Vamos viendo a lo largo de la película que cuenta<br />

con pocos medios económicos -la casa donde<br />

viven todos, hasta el ex marido, está hipotecada-;<br />

no son fáciles las relaciones de unos y otros -por<br />

ejemplo, el ex marido vive en el sótano- y hay tipologías<br />

extravagantes y no pocos traumas. Se<br />

une a esta situación que Joy carece de una adecuada<br />

preparación profesional, pues abandonó<br />

pronto sus estudios para dedicarse a ayudar a su<br />

padre en la contabilidad. En fin, no se sabe cómo<br />

pueden resolverse las pegas. En ese clima, la intuición<br />

y empuje de esta mujer terminan haciéndola<br />

valedora del éxito. Toda esta atmósfera asfixiante<br />

en la que ella puede sentirse en el epicentro de<br />

una locura colectiva no le arrastra una existencia<br />

miserable; es capaz de saltarse las dificultades del<br />

presente y de superar los laberintos sin salida en<br />

los que se encuentra.<br />

“Esta historia trata sobre<br />

muchísimas cosas. No es<br />

sólo la historia de Joy.<br />

Trata sobre la familia, la<br />

imaginación, la fe en uno<br />

mismo, sobre la crueldad<br />

del éxito y qué implica<br />

conseguirlo<br />

Joy es creativa y autodidacta; por ello, justo cuando<br />

empezamos a temer por su salud mental, un<br />

hecho fortuito hace que tenga una idea por la que<br />

no sólo apostará el poco dinero que tiene, sino<br />

que incrementará las deudas que venía arrastrando<br />

desde hace años. No, no viene el desastre, al<br />

contrario comienza, entonces, la mejor aventura<br />

de su vida, hasta con final feliz. No es una película<br />

de moralinas. Si un posible ejemplo para superar<br />

trabas y traumas que, con demasiada frecuencia<br />

acechan a la mujer de hoy. Una vez más viene<br />

a mi memoria una idea de C.S. Lewis: “La tarea<br />

de los educadores modernos no es destrozar<br />

jungla, sino regar senderos. La defensa adecuada<br />

de los falsos sentimientos es inculcar sentimientos<br />

rectos”. Aquí tenemos un testimonio de esa<br />

textura; sin romper el sistema, y sin romperse se<br />

abren nuevos senderos, nuevos sentimientos no<br />

de queja sino de acción, de innovación, de buena<br />

perspicacia femenina, que le hicieron bien a ella, a<br />

su familia, y a la sociedad en la que vivió. Enhorabuena<br />

Joy Mangano. bn<br />

112


cine<br />

nombre artículo<br />

113


fuerza en la mirada<br />

Javier González García<br />

Nuestra<br />

voluntad<br />

Que el mundo está sumido en un periodo<br />

complicado para un cristiano es obvio en<br />

nuestros días. Más aún si como yo, eres parte<br />

de esta juventud llena de ilusión y con ganas<br />

de cambiar la situación y dejar un mundo un<br />

poquito mejor para nuestro hijos y futuras generaciones.<br />

Es una realidad que en esta sociedad,<br />

parece difícil ser católico, en medio de este caos,<br />

de tanto ruido y de la cantidad de cosas que<br />

tenemos que hacer. Y al final por unas cosas o<br />

por otras, la gente de nuestro alrededor, e incluso<br />

nosotros, a veces nos olvidamos de lo que<br />

creemos. Y yo muchas veces me pregunto, ¿qué<br />

narices podemos hacer nosotros, como devoradores<br />

de ilusiones y trabajadores de la esperanza, para<br />

ayudar a nuestros amigos, hermanos, compañeros…?<br />

No está de moda seguir ciertas ‘costumbres’, como son llamadas en ocasiones<br />

nuestras creencias; y termina pareciendo que nuestro ‘modo de vida’ (que es lo<br />

que es en realidad) es algo extraño, friki y en ocasiones incluso “irrespetuoso” o<br />

“retrógrado”. Desgraciadamente, el viento cambia de rumbo, y parece que ahora<br />

es que no se puede seguir a Cristo, ir a la Iglesia, defender el matrimonio, vivir<br />

un noviazgo casto o incluso simplemente responder a la bondad que Dios nos<br />

ha regalado. Y en el centro de todo esto, ahí estamos nosotros, el futuro del país,<br />

rodeados de personas que nos miran con mala cara, que nos rechazan, que se ríen<br />

o que nos tachan de ‘raritos’. Y eso, para una persona de nuestra edad, es duro. Y<br />

lo que es además… es una verdadera lástima por los demás.<br />

114


fuerza en la mirada<br />

La voluntad de Dios<br />

Y me vuelvo a preguntar, ¿qué quiere Dios que hagamos con todo esto? ¿Qué<br />

quiere de nosotros, que procuramos ser fieles y demostrar que somos normales<br />

(y felices además)? Por supuesto que mantener nuestra lealtad y como dice el<br />

Papa muy acertadamente: “dar testimonio”, mostrar a los demás lo precioso que es<br />

vivir de esta manera. Pero todos sabemos, que en ocasiones no es tan fácil.<br />

“En verdad os digo,<br />

que no hay nadie que,<br />

habiendo dejado casa,<br />

o hermanos,o hermanas,<br />

o madre, o padre, o hijos,<br />

o campos, por amor de mí<br />

y del Evangelio, no reciba<br />

el céntuplo”<br />

Es una pena, pero en España se ha creado una realidad religiosa complicada y<br />

extraña, en la que se dice que los creyentes se han dividido en “practicantes”, y en<br />

“creo en Dios pero no en la Iglesia”. No es tan fácil cuando en el fondo, Dios existe<br />

para todos, y por lo tanto, debería estar en todos. Pero cuando miramos a nuestro<br />

alrededor, a la gente por la calle, en la tele, en las películas; o incluso a nuestros<br />

amigos, vecinos y familiares; o a nosotros mismos… no es tan fácil verlo.<br />

El muro de ladrillos<br />

115


fuerza en la mirada<br />

Y es que es cierto, que para alguien que no ha tenido una formación adecuada,<br />

o que simplemente por circunstancias de la vida no es capaz de entender, es difícil<br />

ver a Dios, el Creador y Todopoderoso, en un trocito de pan. Es humano en<br />

el fondo. Es una lástima pero no todo el mundo ha tenido la oportunidad. Yo me<br />

pongo en esa situación, en la ignorancia, o desde experiencias dolorosas… y es<br />

muy difícil, comprender cómo una mujer pudo dar a luz sin haber conocido varón.<br />

Aunque para nosotros sí que lo sea… no tiene porqué serlo para todo el mundo.<br />

Hay que tratar de ponerse en el lugar del otro. Tampoco para un creyente del ‘tipo<br />

dos’ de los previamente citados es fácil. ¡Si es que muchas veces es difícil hasta<br />

para nosotros! Creo que para lograr tocar el corazón de los demás, incluso el nuestro…<br />

es importantísimo haberse encontrado con Él. Es la clave de todo. No importa lo descabellado<br />

que sea lo que sea que nos digan, que después de haber sentido su Amor…<br />

nada es imposible. Pero claro… ¿cómo verle? ¿Cómo se puede dar ese encuentro?<br />

Cómo pasar a Cristo<br />

Desde luego que es difícil, ¡hasta a mí me encantaría tenerlo en muchos momentos<br />

del día! Pero es posible encontrarse con Él. Porque es que existe, y nos ama a<br />

todos sin medida, y por lo tanto llama a cada uno de los seres humanos que viven<br />

y campan por la tierra. Esa es la llave hasta su amor: escuchar la llamada. Y quiero<br />

poner una pequeña imagen en vuestras cabezas que en ocasiones me ayuda. A<br />

veces veo la vida como un camino, en el que a la derecha se alza una enorme pared<br />

de ladrillos, dura e impenetrable. Pero al otro lado del muro está Jesús, sereno,<br />

tranquilo y paciente, caminando a nuestro lado por un camino paralelo. Y en ocasiones,<br />

nos damos cuenta de que algo va mal, ¿a quién no le ha pasado? “Me siento<br />

vacío”, “me falta algo”, “yo en realidad no quiero esto”, “si pudiera volver atrás”,<br />

“yo en verdad quería”... Nos detenemos en el camino porque sabemos que no<br />

es por ahí. Porque hay algo que nos dice que no, aunque no esté del todo mal…<br />

pero algo no cuadra. Y de repente nos parece escuchar a Jesús al otro lado, a lo<br />

lejos, que se llena de emoción solo de pensar que por fin, puede darse el ansiado<br />

encuentro. Pero… nos topamos con ese gigantesco muro que no nos deja ver más<br />

allá. Agachamos la cabeza, nos conformamos, y seguimos caminando. ¿Y Jesús?<br />

También. Y lo volverá a intentar de nuevo, tantas veces como sean necesarias.<br />

Creo que para lograr tocar el<br />

corazón de los demás, incluso<br />

el nuestro… es importantísimo<br />

haberse encontrado con Él<br />

116


fuerza en la mirada<br />

La historia es que ese detenerse, esa insatisfacción, existe. Los placeres terrenales están<br />

muy bien, si es que no hay duda de ello, ‘el de abajo’ no es tonto; pero está claro que<br />

no es a lo que estamos llamados. ¿Cuántas veces no sentimos de vuelta lo que nosotros<br />

damos? En la amistad, en el amor, en el ‘ser felices’... Y esa llamada que nos para<br />

en el camino, también existe, nos pasa cada día a nosotros, que es lo que nos lleva a<br />

acudir a los sacramentos, a ayudar al necesitado, a ser fieles, a la renuncia, al sacrificio,<br />

y a amar de verdad. Es el navegar a contracorriente. Es la gracia divina y el Espíritu<br />

Santo lo que guía nuestros pasos, y también el que nos detiene cuando nos<br />

equivocamos. Es también la llamada que tiene que sentir todo el mundo en<br />

algún momento de su vida, de una forma o de otra. Pero el muro. Ese muro lleno<br />

de miedo, de vergüenza, de prejuicios, de egoísmo, de comodidad, de pereza y también<br />

de equivocaciones del pasado (claro que sí, somos humanos). Pero es que, desde el<br />

día en el que un hombre de Galilea colgó de un madero y murió por ti y por mí, ese<br />

gigantesco muro.... no es más que papel de fumar. Un papel de fumar con un muro de<br />

ladrillos dibujado de manera hiperrealista. Con el dedo de una mano lo romperías y lo<br />

traspasarías sin problema. Pero claro, hay que confiar en que no te romperás los nudillos,<br />

y el ladrillo es duro, según nos han enseñado.<br />

Ese es el pequeño paso que hay que superar. Ese pequeño salto al vacío, ese jugársela,<br />

ese tirarse a la piscina… que está llena de la preciosa realidad de la conversión. Y no<br />

hay que hacer gran cosa, porque son tantas Sus ganas de responder… sólo hay que<br />

escuchar. Entra en esa iglesia, habla con esa persona, acude a esa charla, ve a<br />

esas misiones, ve a verle, comulga… traspasa la barrera del miedo. Responde<br />

a esa llamada, abre los ojos y ve cómo se alinean los planetas, aunque sea difícil de<br />

comprender. Él está al otro lado, y solo hay que ser valientes. Un montón de jóvenes valientes<br />

en este mundo, que se la juegan por Él, que se levantan del sofá al escuchar esa<br />

llamada que todos tenemos en el corazón: curiosidad, milagro, desesperación, formación,<br />

aspiración a algo grande, inconformismo… podemos llamarlo como queramos,<br />

pero es Él. Es Él llamándonos al otro lado, diciéndonos que nos tiremos a la piscina,<br />

que Él tiene sus manos debajo. Que te quiere. Eso es lo que necesita el mundo,<br />

comprensión, saber que está ahí, encontrarse con Él, y todo lo<br />

demás vendrá solo. Digámosle al mundo y a nosotros<br />

mismos, que solo hace falta ese primer paso,<br />

que no son ladrillos reales, que es<br />

papel muy fino, que hay<br />

que confiar…, que Él<br />

responderá sin dudarlo.<br />

El ciento por uno.<br />

bn<br />

El muro de ladrillos<br />

117


fuerza en la mirada<br />

Probablemente uno de los motivos por los que Juan Pablo II se interesó<br />

en estudiar el amor humano fue para ayudar a las personas a crecer en el<br />

amor y comprendieran como la vida de cada hombre adquiere un sentido<br />

y un fin en la medida en que se entrega a otro. Reflexionando acerca de<br />

varios puntos desarrollados por Juan Pablo II en este artículo me quiero<br />

centrar en un punto esencial : la necesidad de crecer en el amor. La persona<br />

que ama es aquella que está dispuesta a que su amor por el otro crezca<br />

cada día con todo lo que eso conlleva. El amor no es algo que aparece de<br />

repente en nuestra vida y se queda para siempre, no, el amor debe de ser<br />

construido y esa es la tarea propia del hombre y de la mujer.<br />

Almudena Pérez | Estudiante de teología Universidad San Dámaso<br />

Enamoramiento<br />

Siempre me ha llamado la atención que<br />

las películas de amor suelen acabar con los<br />

dos enamorados “reconciliados” tras pasar<br />

por muchas dificultades. Es como si el destino<br />

les volviese a unir y eso fuese suficiente.<br />

La sensación que te deja la película<br />

es que esa pareja va a ser inmensamente<br />

feliz y que esa felicidad durará siempre. En<br />

las películas parece que todo es muy fácil<br />

(por eso son películas), que no hay apenas<br />

que luchar y que todo sucede de la manera<br />

más espectacular que nadie jamás ha<br />

podido imaginar. En mi opinión creo que<br />

este tipo de cine, el cual llevamos toda la<br />

vida viendo y emocionándonos con él, nos<br />

engaña y nos hace creer que el amor es de<br />

una manera cuando en realidad es de otra.<br />

Las relación entre un hombre y una mujer<br />

pasa por diversas etapas porque siempre<br />

está llamada a “ser más”, es decir a crecer<br />

en el amor. El enamoramiento es la etapa<br />

del principio, es la etapa donde florece el<br />

amor, donde todo es idílico y maravilloso.<br />

Cada uno de los enamorados reconoce en<br />

el otro una llamada a vivir el amor pero de<br />

una manera muy concreta, es decir “SOLO<br />

CONTIGO”, porque ambos reconocen en<br />

su corazón que no hay nadie como el otro.<br />

118


fuerza en la mirada<br />

La persona que ama<br />

es aquella que está<br />

dispuesta a que su<br />

amor por el otro<br />

crezca cada día con<br />

todo lo que eso<br />

conlleva<br />

Se puede crecer en el amor al otro<br />

119


fuerza en la mirada<br />

Esta experiencia de la que el papa también<br />

habló a los jóvenes, la reconoce cualquier<br />

persona que se ha enamorado, por eso no<br />

es algo cursi o empalagoso, sino que es<br />

tan real que cualquier persona enamorada<br />

te lo puede afirmar.<br />

Pero quedarnos en el enamoramiento no<br />

es suficiente (además sería horrible vivir<br />

eternamente con las mariposas en el estómago).<br />

Hay que decidirse para poder crecer<br />

en el amor, hay que arriesgarse, hay<br />

que trabajar día a día, hay que entregarse<br />

porque el amor no es un simple sentimiento<br />

es mucho más, es una elección.<br />

Madurez en el amor<br />

Parece que cuando una pareja deja de sentir<br />

“ese enamoramiento del principio” el amor<br />

se ha acabado. Puede ser, pero en realidad<br />

lo que ocurre es que ese sentimiento ha madurado,<br />

y ya no importa tanto lo que siento<br />

sino lo que la otra persona es para mí, descubriendo<br />

otros matices del amor aún mucho<br />

más auténticos.<br />

Por todo esto<br />

se puede decir<br />

que es en estos<br />

momentos cuando<br />

el amor va creciendo.<br />

Para nosotros los jóvenes hoy en día entender<br />

esto es un poco complicado, porque<br />

hemos igualado amor a sentimientos<br />

y Juan Pablo II nos ayudó a descubrir que<br />

esto no es del todo cierto. Es verdad que<br />

en el camino del amor los sentimientos<br />

deben de estar, porque no somos seres<br />

únicamente racionales, pero se tienen que<br />

transformar para querer al otro más allá de<br />

los propios sentimientos, porque éstos vienen<br />

y se van.<br />

“El amor… todo lo excusa, todo lo cree,<br />

todo lo espera, todo lo soporta. El amor no<br />

pasa nunca” (1 Cor, 7)<br />

Amar a alguien es arriesgarse a perder en<br />

algunas ocasiones para ganar en otras; es<br />

empezar a ver la vida con los ojos del otro;<br />

es aprender a pensar en el otro antes que<br />

en uno mismo; es querer al otro tal y como<br />

es; es no rendirse ante las dificultades…<br />

Es algo más que un puro sentimiento. Podemos<br />

decir que es pasar de un YO a un<br />

NOSOTROS, con todo lo que eso conlleva.<br />

Esto no siempre es fácil, al revés, implica<br />

un cierto nivel de renuncia, pero todos sabemos<br />

que si algo merece la pena hay que<br />

luchar por ello. Por todo esto podemos decir<br />

que el amor verdadero EXISTE, porque<br />

no cae del cielo como dan a entender las<br />

películas, sino que somos nosotros mismos<br />

los que tenemos la gran tarea de ir<br />

construyéndolo. bn<br />

” La medida del amor es amar sin medida”<br />

(San Agustín)<br />

120


fuerza en la mirada<br />

C/ Arganda, 4 Bajo R - Madrid<br />

Consulta previa petición de hora al teléfono 91 474 63 42<br />

nombre artículo<br />

121


fuerza en la mirada<br />

Marta Guerrero - Periodista<br />

Hace poco más de un año, Dios permitió que varios anhelos confluyeran en un<br />

mismo camino. Apenas seguía resonando en nuestros oídos la llamada con la que<br />

el Santo Padre nos exhortaba a ser una Iglesia y un movimiento (Schoenstatt) en<br />

salida, cuando varios jóvenes descubrimos que sentíamos una misma llamada a<br />

“salir a la periferia”. Como cuando un plan es de Dios, nada es casualidad, al mismo<br />

tiempo dos familias del movimiento se sintieron interpeladas al escuchar el testimonio<br />

de un grupo de chicas que habían estado de misiones en Cuba ese verano.<br />

Preparacion del viaje<br />

Fue un curso de mucha preparación, de soñar<br />

con la misión, de imaginar algo grande,<br />

de confiar en Dios y poner en sus manos<br />

todas las ilusiones y deseos que teníamos<br />

por compartir el próximo mes de agosto con<br />

nuestros amigos cubanos. Poco a poco fueron<br />

pasando estos meses y con ellos las reuniones<br />

en las que no dejábamos de planear<br />

con mucho cariño y detalle cada aspecto de<br />

la “Misión Cuba”. Pese a que en un principio<br />

éramos solo cuatro amigos los que comenzamos<br />

a organizar este proyecto, Dios<br />

nos volvió a superar en generosidad duplicando<br />

pronto esta cifra y permitiendo que<br />

descubriésemos que dos familias también<br />

schoenstattianas (con sus cuatro hijos cada<br />

una) tenían unas intenciones muy parecidas<br />

a las nuestras.<br />

Tres de nuestros amigos del grupo de jóvenes<br />

ya habían tenido ocasión de visitar en<br />

misión la Parroquia del pueblecito sureño<br />

que nos iba a acoger: Santa Cruz del Sur.<br />

Esta ventaja, nos permitió tener una comunicación<br />

muy fluida y efectiva con el Padre<br />

Bladimir, párroco del mismo. A la hora de<br />

122<br />

coordinar sus expectativas y necesidades con<br />

las nuestras, descubrimos que nuestro anhelo<br />

era correspondido en aquel recóndito lugar<br />

de Cuba, puesto que nuestros anfitriones<br />

también preparaban con la misma ilusión<br />

esta misión. Era increíble comprobar que ni<br />

siquiera la extensión del inmenso “charco”<br />

que nos separaba era un impedimento para<br />

que Dios cumpliese con el mismo deseo que<br />

había inspirado en personas que vivían unas<br />

realidades tan distintas.<br />

La experiencia<br />

En Santa Cruz, nos esperaba el Padre Bladimir<br />

junto con toda la comunidad parroquial:<br />

señoras, familias, niños y, sobre todo, un encendido<br />

grupo de jóvenes. Pronto descubrimos<br />

en este sacerdote a un auténtico “loco<br />

por la misión” que, recién ordenado, llegó a<br />

este pueblo hace ya cinco años. Cuando aterrizó<br />

en la Parroquia, el Padre echó en falta<br />

una comunidad joven comprometida con su<br />

día a día y desarrollo.


fuerza en la mirada<br />

En medio de la tristeza y la<br />

miseria que invadía mucho<br />

de los rincones de este lugar,<br />

pudimos conocer historias<br />

llenas de esperanza y de fe<br />

Por este motivo, todos los días por las tardes<br />

se iba a los campos de volley y fútbol a jugar<br />

con los chicos que allí encontraba. Poco a<br />

poco, algunos de estos jóvenes se quedaron<br />

prendados del modo de vida diferente que<br />

les proponía el sacerdote, ya que les permitía<br />

ser felices prescindiendo de otras realidades<br />

a las que solían estar apegados, como las<br />

discotecas, el alcohol o el exhibirse.<br />

“Empezamos con sesenta jóvenes, ahora<br />

somos menos. También tenemos un grupo<br />

que se llama ‘Adolescentes por la Santidad’”,<br />

explica el Padre Bladimir. Desde el principio<br />

de nuestra misión este verano, a los españoles<br />

nos sobrecogió el ejemplo de esta<br />

comunidad joven, tan comprometida con la<br />

vida parroquial. En un país en el que tanto<br />

el sistema como la diversidad de religiones<br />

han causado estragos en la expansión y consolidación<br />

de la Iglesia católica, los cristianos<br />

no pueden permitirse dar nada por hecho,<br />

puesto que su propia vida de fe depende en<br />

gran parte de su entrega personal.<br />

De este modo, a todos nosotros nos sorprendió<br />

el compromiso de estos jóvenes con<br />

su Parroquia. Mostraban su desinteresada<br />

disponibilidad no solo a la hora de dirigir y<br />

organizar muchas de sus actividades semanales<br />

o de participar en la celebración de la<br />

Eucaristía, sino que además se implicaban<br />

con esmero en cuestiones relacionadas con<br />

el mantenimiento del recinto parroquial o<br />

con los aspectos logísticos de la acogida del<br />

grupo de españoles que les visitábamos, por<br />

ejemplo. Mostrando siempre su iniciativa, cariño<br />

y generosidad para con nosotros, esta<br />

comunidad parroquianos dio mucho que reflexionar<br />

y comentar, llegando en más de una<br />

ocasión a sentirnos privilegiados por formar<br />

parte temporalmente de aquella familia que,<br />

se nos antojaba, muy parecida en su modo<br />

de vida a los primeros cristianos.<br />

Cuba<br />

123


fuerza en la mirada<br />

Otro aspecto que llamó nuestra atención,<br />

fue comprobar que la misión forma parte del<br />

ADN del cristiano cubano. En este país pudimos<br />

experimentar que la exhortación del<br />

Papa a ser una Iglesia en salida y creadora<br />

de vínculos es una realidad totalmente asumida.<br />

En este sentido, personalmente, en<br />

varios momentos me sentí muy pequeña al<br />

sentirme más misionada que misionera. No<br />

nos podía dejar indiferentes la cercanía y la<br />

generosidad de estos jóvenes a la hora de<br />

acercarse con entrega a los más desfavorecidos<br />

para hablarles del amor de Dios.<br />

Al comienzo de la misión, nos organizamos<br />

para visitar cada mañana una de las comunidades<br />

que dependían de Parroquia de Santa<br />

Cruz del Sur y de la actividad del Padre<br />

Bladimir. El sufrido calor húmedo, al que los<br />

propios cubanos reconocían no acostumbrarse,<br />

no impidió que llegáramos a estos pequeños<br />

pueblos y aldeas para conocer a sus<br />

gentes. Así, entre cantos, bromas, juegos y<br />

oraciones, visitamos Macareño, Arroyo Blanco,<br />

El Francés y Paloma. Los jóvenes cubanos<br />

y españoles nos repartíamos, acompañados<br />

siempre por nuestra querida Virgen Peregrina<br />

de Schoenstatt, para adentrarnos en los<br />

humildes hogares de las personas que, con<br />

mucha hospitalidad y cariño, nos invitaban a<br />

visitarlos y compartir sus vidas con nosotros.<br />

En aquellos momentos, pudimos conocer diferentes<br />

tipos de pobreza: material, física, espiritual,<br />

humana… si bien todas nos resultaban<br />

conmovedoras, fuimos claros testigos de<br />

que Dios tenía más cabida para manifestarse<br />

glorioso en medio de estos sufrimientos que<br />

en la riqueza material y la comodidad espiritual<br />

con la que nosotros estábamos acostumbrados<br />

a vivir en nuestro país.<br />

Días después, recibimos en Santa Cruz los ansiados<br />

campamentos de verano. De repente,<br />

una mañana la Parroquia se llenó de entre 200<br />

y 300 niños que venían de estas comunidades<br />

dispuestos a disfrutar de las actividades que,<br />

con tanto cariño, prepararon los monitores. A<br />

través de los talleres de pintura, canto, fútbol,<br />

baile, volley, fotografía… una vez más pudimos<br />

presenciar lo fácil que era ver a Dios en su sencillez,<br />

espontaneidad y alegría.<br />

Una de las actividades más determinantes de<br />

nuestro paso por Cuba fue, sin duda, la Misión<br />

Joven que vivimos en Santa Marta. Este<br />

pueblecito rural, que se construyó en torno<br />

a una azucarera (ahora abandonada) nos recibió<br />

durante una semana en la que, junto<br />

con un grupo de cuarenta universitarios cubanos,<br />

nos dedicamos a visitar sus hogares e<br />

impartir nuevos campamentos de veranos a<br />

los niños.<br />

Entre cantos, bromas, juegos<br />

y oraciones, visitamos Macareño,<br />

Arroyo Blanco, El Francés<br />

y Paloma<br />

124


A los españoles nos sobrecogió<br />

el ejemplo de esta comunidad<br />

joven, tan comprometida<br />

con la vida parroquial<br />

En medio de la tristeza y la miseria que invadía<br />

mucho de los rincones de este lugar, pudimos<br />

conocer historias llena de esperanza y de fe.<br />

Asimismo, presenciamos como Dios se tomó<br />

en serio la entrega del grupo de misioneros<br />

para llegar a muchas personas que parecían<br />

haber vivido una auténtica transformación en<br />

solo unos días. Si a comienzos de aquella semana,<br />

la pequeña iglesia de Santa Marta estaba<br />

casi vacía, el domingo no cabía un alma<br />

en ella. En aquel momento, volvimos a revivir<br />

la alegría de los primeros cristianos al recibir<br />

en nuestra gran familia a nueve niños que recibieron<br />

el Bautismo y al celebrar la Eucaristía<br />

dominical como una auténtica fiesta.<br />

Tras compartir también unos días de convivencia<br />

con nuestro grupo joven anfitrión en el<br />

paradisiaco paraje natural de El Nicho, nuestra<br />

misión iba tocando a su fin y llegaba el momento<br />

de las despedidas con nuestros nuevos<br />

amigos con los que tanto habíamos vivido.<br />

Con la sensación de que, finalmente, habíamos<br />

sido tan receptores como emisores de la<br />

querida ‘Misión Cuba’, volvimos a España con<br />

el agradecimiento a Dios y a Cuba por haber<br />

vivido algo más grande de lo que incluso nos<br />

habíamos atrevido a soñar. bn<br />

Cuba<br />

125


entretenimiento<br />

En un tiroteo entre policías y<br />

ladrones, la policía detiene a un<br />

ciego. Luego de un rato lo sueltan<br />

porque, NO TENÍA NADA QUE VER...<br />

un tigre le pregunta a un pollito<br />

–¿como te llamas?<br />

–pollito….y tù?<br />

–tigrito<br />

–nu nu megrites<br />

Entra un nuevo profe al curso<br />

y se presenta:<br />

–Buenos días, mi nombre es Largo.<br />

Dice Juancito:<br />

–No importa, tenemos tiempo<br />

126


Va una pareja por la calle<br />

y aparece un secuestrador<br />

que la dice a la mujer:<br />

¡Deme la cartera o la degollo!<br />

Y dice la mujer:<br />

¡Goyo! ¡Goyo! ¡Dale La cartera!<br />

En el museo<br />

En un prestigioso museo antropólogico<br />

el guía gallego se dirige a los turistas:<br />

–Bueno y acá tenemos el esqueleto<br />

de un Tiranosaurus Rex que tiene<br />

aproximadamente 65 millones de años<br />

y 15 días.<br />

Un turista sorprendido pregunta:<br />

-Señor, ¿cómo sabe usted la edad con<br />

tanta precisión?<br />

–Cuando entré a trabajar me dijeron<br />

que tenía 65 millones años... y hace ya<br />

15 días que trabajo.<br />

entretenimiento<br />

127


entretenimiento<br />

El Jefe<br />

Un vendedor de mascotas tiene tres loros a la venta.<br />

Y un posible comprador se le acerca...<br />

–Cuánto valen estos Loros ?<br />

–El primero vale 1.000 €.<br />

–Por mil euros, que es lo que hace, como puede valer<br />

tanto este pajarraco ?<br />

Bueno, contesta el vendedor, Sabe 10.000 palabras y 500<br />

oraciones y también resuelve problemas de matemática.<br />

–Y el segundo ? –Ese vale 20.000 €.<br />

–Y este que hace ? –Sabe 100.000 palabras y 10.000<br />

sentencias, resuelve expresiones matemáticas complejas<br />

y sabe programar computadoras.<br />

–Gauuuu, y el tercero?<br />

–Ese vale 200.000 €. –No me imagino que lo que debe poder<br />

hacer por ese precio.<br />

–No no sabe nada, pero los dos loros lo llaman EL JEFE.<br />

¡oh padres!<br />

128<br />

Una señora peruana va a sacar el pasaporte.<br />

El funcionario en turno le pregunta:<br />

-Cuantos hijos tiene, señora?<br />

-Diez.<br />

-Como se llaman?<br />

-Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo,<br />

Bernardo, Bernardo, Bernardo, Bernardo,<br />

Bernardo y Bernardo.<br />

-Todos se llaman Bernardo? Y como le hace<br />

para llamarlos cuando, por ejemplo, están<br />

jugando todos afuera?<br />

-Muy simple, grito “Bernardo” y todos entran.<br />

-Y si quiere que vayan a comer?<br />

-Igual. Grito “Bernardo” y todos se sientan a comer.<br />

-Pero si usted quiere hablar con uno en particular,<br />

¿cómo hace?<br />

-Ah! En ese caso, lo llamo por su apellido.


—Mi querido Sancho, lo tengo<br />

decidido y lo haré. Cabalgaré<br />

y bregaré hasta encontrar al<br />

necesitado para socorrerlo,<br />

desharé entuertos,<br />

lidiaré en empresas perdidas,<br />

buscaré aventuras donde luchar<br />

por las causas nobles y volveré<br />

a encontrarme con mi amada<br />

Dulcinea. Eso haré,<br />

pero si tú, buen amigo,<br />

prefieres abstenerte estás<br />

en tu derecho.<br />

—Bueno, y vuesa merced<br />

¿qué tiene decidido hacer?<br />

Pues yo, la verdad, seguiré<br />

con el ”no es no”.<br />

entretenimiento<br />

129


entretenimiento<br />

Buenaventura paseando por el campo<br />

ve un pastor con sus ovejas.<br />

Buenos días buen hombre.<br />

¿Qué tal se portan<br />

sus ovejas?<br />

¿Las blancas<br />

o las negras?<br />

Pues, no sé...,<br />

las blancas<br />

Las blancas<br />

se portan bien<br />

¡Ah! ¿Y entonces<br />

las negras?<br />

también<br />

Buenaventura pone cara de sorpresa<br />

por la repuesta.<br />

Y sacará mucha lana,<br />

que luego vende, claro.<br />

¿De las blancas<br />

o de las negras?<br />

Unos 10 kilos más o menos<br />

También<br />

¿Y de las<br />

negras?<br />

Pues, no sé…,<br />

de las blancas<br />

perdone, pero no<br />

entiendo, me dice que<br />

elija entre las blancas<br />

o las negras pero luego<br />

las dos son iguales y<br />

hacen lo mismo... ¿por<br />

qué hace eso?<br />

Es que las blancas son mías<br />

¡Ah, vale…!<br />

¿Y las negras?<br />

También<br />

130


Oración<br />

Bendito seas Padre Santo por los inmensos beneficios que recibo de ti.<br />

Te doy gracias por todos los momentos dichosos que me concedes,<br />

y también por cuanto me sucede, aunque no sea de mi agrado,<br />

porque si esa es tu voluntad, será bueno para mí y para los demás.<br />

Y si lo que me ocurra a mí o a las personas que amo<br />

no es porque tú así lo quieras,<br />

sino un mal como consecuencia del pecado de los hombres,<br />

tú, en tu infinita sabiduría y misericordia,<br />

sabrás convertirlo en bien para todos nosotros.<br />

Ese bien no puede ser otro que el que nos lleve a la Vida Eterna,<br />

a la infinita dicha de vivir la plenitud del amor contigo,<br />

con todos los hombres redimidos por tu Hijo Jesucristo<br />

y a participar en el gozoso conocimiento<br />

de la inmensa ternura y belleza de tu santa Madre.<br />

En definitiva, Señor, te doy gracias por todo lo que acontece,<br />

pues, aceptándolo, me oriento hacia la Vida sin fin<br />

en la que todo deseo será satisfecho.<br />

Y, por encima de todo, me llena de ilusión la promesa<br />

de que participaré, como cada uno de mis hermanos,<br />

en la alucinante realidad de la vida trinitaria.<br />

Todo por el infinito amor del Padre,<br />

el perdón redentor del Hijo<br />

y la inestimable ayuda del Espíritu Santo.<br />

Gracias Señor. Que todo sea según tu voluntad.<br />

Amén

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