Una historia social de las zapatillas
Un viaje por el siglo XX a través de un icono como son las zapatillas.
Un viaje por el siglo XX a través de un icono como son las zapatillas.
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<strong>Una</strong> <strong>historia</strong> s cial<br />
<strong>de</strong><br />
<strong>las</strong><br />
ZAPATILLAS<br />
pue<strong>de</strong>s llamar<strong>las</strong> como quieras (‘zapas’, playeras, tenis, bambas, zapatil<strong>las</strong> <strong>de</strong> <strong>de</strong>porte...) pero no<br />
encontrarás una prenda que haya conquistado el imaginario popular <strong>de</strong> forma tan po<strong>de</strong>rosa.<br />
te proponemos un recorrido –cuidado con los cordones <strong>de</strong>satados– por la trastienda <strong>de</strong>l siglo xx.<br />
Por<br />
David Moreu<br />
d i c i e m b r e 2 0 0 8 e s q u i r e 200
Pue<strong>de</strong> que los esquimales utilicen más <strong>de</strong> cien palabras<br />
para referirse al color blanco y que la Coca-Cola tenga un sabor<br />
distinto en cada rincón <strong>de</strong>l mundo, pero sólo existe un tipo <strong>de</strong><br />
calzado que ha roto esquemas y ha logrado el estatus <strong>de</strong> leyenda:<br />
<strong>las</strong> zapatil<strong>las</strong>. Hace medio siglo, nadie podía imaginar que éstas se<br />
convertirían en uno <strong>de</strong> los mayores iconos culturales <strong>de</strong> nuestra<br />
época, superando la imagen <strong>de</strong>l Ché, <strong>las</strong> Harley-Davidson o la provocación<br />
<strong>de</strong> la minifalda. Mira tu armario y asúmelo: “¿Es posible<br />
vivir hoy sin el<strong>las</strong>?”.<br />
Los adolescentes <strong>de</strong> los<br />
50 <strong>las</strong> pusieron <strong>de</strong> moda;<br />
eran baratas, quedaban<br />
bien con los tejanos y<br />
servían para bailar<br />
Nuestro viaje en el tiempo en busca <strong>de</strong>l mito <strong>de</strong> <strong>las</strong> zapatil<strong>las</strong><br />
comienza en la década <strong>de</strong> los 50, cuando los EE UU vivían una<br />
época <strong>de</strong> esplendor <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la Segunda Guerra Mundial. En<br />
aquellos días, los fast food causaban sensación, los autocines arrasaban<br />
con <strong>las</strong> pelícu<strong>las</strong> baratas <strong>de</strong> ciencia-ficción y el rock ‘n’ roll<br />
empezaba a sonar en todas <strong>las</strong> emisoras <strong>de</strong> radio ante el <strong>de</strong>lirio<br />
<strong>de</strong> miles <strong>de</strong> adolescentes, que tomaban <strong>las</strong> calles con sus coches<br />
<strong>de</strong>scapotables, sus peinados con gomina y sus recién estrenadas<br />
All Star. De la noche a la mañana, <strong>las</strong> zapatil<strong>las</strong> <strong>de</strong>jaron <strong>de</strong> ser un<br />
simple complemento <strong>de</strong>portivo para convertirse en el calzado<br />
predilecto <strong>de</strong> una generación rebel<strong>de</strong> y consumista, que soñaba con<br />
ser libre y que quería diferenciarse <strong>de</strong>l resto <strong>de</strong>l mundo, sin prestar<br />
<strong>de</strong>masiada atención al futuro. El secreto <strong>de</strong> su éxito consistía en<br />
que eran baratas y combinaban fácilmente con tejanos y camiseta<br />
(en el caso <strong>de</strong> los chicos) y falda y jersey (en el caso <strong>de</strong> <strong>las</strong> chicas).<br />
A<strong>de</strong>más, eran perfectas para salir a bailar.<br />
La moda se volvió imparable cuando estrel<strong>las</strong> <strong>de</strong> cine y <strong>de</strong> la música<br />
empezaron a lucir sus zapatil<strong>las</strong> con <strong>de</strong>scaro. James Dean protagonizó<br />
varias sesiones fotográficas con sus Converse Jack Purcell<br />
<strong>de</strong> color blanco, antes <strong>de</strong> su trágica muerte en un acci<strong>de</strong>nte <strong>de</strong><br />
coche en 1955. Dos años más tar<strong>de</strong>, Elvis enamoraba a millones<br />
<strong>de</strong> jovencitas con la película Jailhouse Rock, en la que aparecía<br />
cantando y bailando con unas All Star. Incluso Jack Kerouac,<br />
el escritor beat por excelencia, hacía referencia a este tipo <strong>de</strong><br />
calzado en Los Vagabundos <strong>de</strong>l Dharma, su novela <strong>de</strong> aires zen<br />
publicada en 1958.<br />
Durante <strong>las</strong> dos décadas siguientes, <strong>las</strong> zapatil<strong>las</strong> sobrevivieron<br />
al apogeo pop y a la purpurina glam, convirtiéndose en uno <strong>de</strong> los<br />
símbolos más reconocibles <strong>de</strong>l nuevo estilo <strong>de</strong> vida urbano. Los<br />
protagonistas <strong>de</strong> West Si<strong>de</strong> Story bailaban por <strong>las</strong> calles <strong>de</strong> New<br />
York con unas Converse All Star y George Harrison llevaba el<br />
mismo mo<strong>de</strong>lo el 30 <strong>de</strong> enero <strong>de</strong> 1969, cuando los Beatles dieron<br />
su último concierto en la azotea <strong>de</strong> los estudios Apple.<br />
Curiosamente, en aquellos días <strong>de</strong> paz y amor libre, los hippies se<br />
oponían al sistema yendo <strong>de</strong>scalzos y los surfistas californianos ya<br />
adoraban la marca Vans, mucho antes <strong>de</strong> que ésta se convirtiera en<br />
un referente <strong>de</strong>l skate. En la primavera <strong>de</strong> 1973, Mick Jagger se casó<br />
con Bianca, su gran amor. El día <strong>de</strong> la boda, ella lucía espléndida con<br />
un vestido blanco y él contrastaba su impecable traje con unas All<br />
Star <strong>de</strong>strozadas. Los legendarios Led Zeppelin también <strong>las</strong> llevan<br />
en The song remains the same, el documental sobre su gira más<br />
salvaje. Cuando estalló la fiebre punk a finales <strong>de</strong> los años 70, pocos<br />
pudieron resistirse al influjo mágico <strong>de</strong> <strong>las</strong> zapatil<strong>las</strong>. Sin duda, la<br />
Siguiendo <strong>las</strong> huel<strong>las</strong>, década a década<br />
1961 1966 1970 1973<br />
Los protagonistas <strong>de</strong> West Si<strong>de</strong> Story <strong>de</strong>sgastaban<br />
a golpe <strong>de</strong> pirueta <strong>las</strong> sue<strong>las</strong> <strong>de</strong> goma <strong>de</strong> sus All Star.<br />
Anuncio <strong>de</strong> la marca Converse <strong>de</strong><br />
mediados <strong>de</strong> los años sesenta.<br />
En el Mundial <strong>de</strong> México70<br />
Pelé hizo famosas sus Puma.<br />
Mick Jagger se casó <strong>de</strong><br />
blanco, pero con zapas.<br />
Un jovencísimo James<br />
Dean, a principios <strong>de</strong> los 50,<br />
luciendo unas Jack Purcell.<br />
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imagen más recurrente fue la <strong>de</strong> los Ramones, que convirtieron<br />
la <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia en arte, aunque siempre fueron fieles a este calzado<br />
en sus conciertos y en <strong>las</strong> portadas <strong>de</strong> sus álbumes. Por <strong>las</strong> mismas<br />
fechas, Bob Marley se <strong>de</strong>jaba fotografiar jugando a fútbol con unas<br />
Adidas y John Belushi se coronaba como la estrella <strong>de</strong> Desmadre<br />
a la americana con sus inseparables All Star, <strong>de</strong>mostrando que el<br />
cine más gamberro también podía arrasar en taquilla.<br />
A pesar <strong>de</strong> revelarse como un icono <strong>de</strong> la moda, <strong>las</strong> zapatil<strong>las</strong> aún<br />
tenían en el <strong>de</strong>porte su mercado más rentable, aunque nadie imaginaba<br />
que la competencia entre marcas sería tan feroz. En los Juegos<br />
Olímpicos <strong>de</strong> Roma en 1960, el corredor alemán Armin Hary se<br />
vendió al mejor postor, ganando el oro <strong>de</strong> los 100 metros con unas<br />
Puma y recogiendo la medalla con unas Adidas. La atención mediática<br />
en <strong>las</strong> Olimpiadas <strong>de</strong> México en 1968 la acapararon Tommie<br />
Smith y John Carlos, dos atletas afroamericanos que recogieron<br />
sus respectivas medal<strong>las</strong> <strong>de</strong>scalzos y con el puño alzado, al estilo<br />
Black Power. Eso sí, antes habían colocado sus Puma a un lado<br />
<strong>de</strong>l podio para que <strong>las</strong> viera todo el mundo, en un acto brillante<br />
<strong>de</strong> reivindicación y márketing.<br />
Pelé también tuvo su momento <strong>de</strong> gloria cuando se ató los cordones<br />
<strong>de</strong> sus zapatil<strong>las</strong>, justo antes <strong>de</strong>l saque inicial en la final <strong>de</strong>l<br />
Mundial <strong>de</strong> 1970. Durante unos eternos segundos, millones <strong>de</strong><br />
telespectadores vieron un primer plano <strong>de</strong> sus Puma, en un gesto<br />
perfectamente estudiado por la marca. Las ventas <strong>de</strong> aquel mo<strong>de</strong>lo,<br />
conocido como Puma King, se dispararon inmediatamente y se<br />
convirtieron en un clásico. Igual <strong>de</strong> influyente fue el boxeador<br />
Muhammad Ali, que llevaba unas botas Adidas cuando venció a<br />
George Foreman en el legendario combate por el título mundial en<br />
Kinshasa en 1974, para muchos consi<strong>de</strong>rado el enfrentamiento <strong>de</strong>l<br />
siglo e inmortalizado en el documental When we were kings.<br />
Aunque pueda parecer sorpren<strong>de</strong>nte, esta guerra entre marcas<br />
también cruzó el charco y afectó <strong>de</strong> manera anecdótica al <strong>de</strong>porte<br />
español. En 1974, los responsables <strong>de</strong> Adidas irrumpieron en el<br />
Mientras le enfocaban,<br />
en un acto <strong>de</strong> márketing<br />
estudiado, Pelé se ató sus<br />
Puma en la final <strong>de</strong>l<br />
Mundial <strong>de</strong> México’70<br />
vestuario <strong>de</strong> la selección española <strong>de</strong> fútbol y prometieron cien dólares<br />
a cada jugador si utilizaban sus zapatil<strong>las</strong>. Entonces se jugaban<br />
el pase al mundial frente a Yugoslavia y todos aceptaron el trato,<br />
menos el madridista Pirri, que optó por pintar <strong>las</strong> tres rayas blancas<br />
<strong>de</strong>l logotipo <strong>de</strong> Adidas en sus Puma negras, eso sí, a cambio <strong>de</strong> 400<br />
dólares. Más tar<strong>de</strong> comentó que <strong>las</strong> Adidas le rozaban.<br />
Con la llegada <strong>de</strong> los años 80, se vivió un boom tecnológico que hoy<br />
nos hace sonrojar, se popularizaron <strong>las</strong> hombreras exageradas y<br />
<strong>las</strong> zapatil<strong>las</strong> pasaron a formar parte <strong>de</strong>l imaginario colectivo en<br />
los lugares más recónditos <strong>de</strong>l planeta. Los yuppies <strong>las</strong> llevaban<br />
con traje y corbata <strong>de</strong> camino a la oficina y Michael J. Fox <strong>las</strong> lucía<br />
en Regreso al Futuro (mientras enamoraba a su madre, <strong>de</strong> paso).<br />
En la disparatada comedia adolescente Aquel excitante curso, Jeff<br />
Spicoli (un antece<strong>de</strong>nte juvenil <strong>de</strong>l El Nota <strong>de</strong>l El gran Lebowski,<br />
interpretado por Sean Penn) convertía sus Vans <strong>de</strong> cuadritos<br />
blancos y negros en un icono <strong>de</strong> la década. Pero el gran bombazo<br />
llegaba con Nike, firma que revolucionaba el mercado <strong>de</strong>portivo<br />
con <strong>las</strong> multimillonarias Air Jordan.<br />
Pue<strong>de</strong> que Axl Rose tocara el cielo a finales <strong>de</strong> la década con sus<br />
Converse personalizadas, pero realmente fueron <strong>las</strong> estrel<strong>las</strong> <strong>de</strong>l<br />
hip-hop quienes convirtieron este calzado en un objeto <strong>de</strong> fetichismo<br />
sin prece<strong>de</strong>ntes. Los Beastie Boys <strong>de</strong>mostraron que el arte <strong>de</strong><br />
1976 1978 1979 1980<br />
La película Rocky puso <strong>de</strong> moda el jogging<br />
y disparó la venta <strong>de</strong> zapatil<strong>las</strong>.<br />
Farraw Fawcett, la rubia guapa <strong>de</strong><br />
los setenta, luciendo Nike.<br />
Bob Marley jugando al fútbol en<br />
Jamaica con unas Adidas.<br />
Los Ramones; reyes <strong>de</strong><br />
<strong>las</strong> zapatil<strong>las</strong> mugrientas.<br />
John Belushi y sus<br />
inseparables All Star en<br />
Desmadre a la americana.<br />
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El gurú <strong>de</strong> Apple y <strong>de</strong>l diseño<br />
Steve Jobs y sus New Balance<br />
grises. Uña y carne... ¿siempre?<br />
El héroe ‘grunge’ <strong>de</strong> los<br />
90, Kurt Cobain, jamás<br />
se quitaba sus Converse<br />
<strong>las</strong> rimas también podía ser cosa <strong>de</strong> blancos, aunque la anécdota<br />
más famosa la protagonizó el grupo Run-D.M.C en un concierto<br />
en el Madison Square Gar<strong>de</strong>n en 1986, cuando interpretaron su<br />
hit My Adidas e hicieron girar sus zapatil<strong>las</strong> en el aire. Poco podían<br />
imaginar que miles <strong>de</strong> personas en el público les imitarían en un<br />
momento <strong>de</strong>lirante, que los directivos <strong>de</strong> la marca alemana presenciaron<br />
en directo. Evi<strong>de</strong>ntemente, no dudaron en esponsorizarlos<br />
y la <strong>historia</strong> <strong>de</strong> la música cambió para siempre.<br />
Afortunadamente, la década <strong>de</strong> los 90 estaba a la vuelta <strong>de</strong> la esquina<br />
y, en muchos aspectos, supuso un retorno a la sencillez y a<br />
la libertad creativa que se había perdido por el camino. Como era<br />
<strong>de</strong> suponer, llevar zapatil<strong>las</strong> pasó a ser un acto <strong>de</strong> rebeldía cool<br />
magnificado por la MTV, la Generación X y el éxito <strong>de</strong> la música<br />
in<strong>de</strong>pendiente. Spike Lee convirtió este calzado en un elemento<br />
<strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad cultural gracias a pelícu<strong>las</strong> tan comprometidas como<br />
Haz lo que <strong>de</strong>bas y Mo’ Better Blues.<br />
Cuando Nirvana <strong>de</strong>sbancó a Michael Jackson <strong>de</strong>l número uno<br />
en <strong>las</strong> listas <strong>de</strong> éxitos, Kurt Cobain se reveló como el héroe grunge<br />
por excelencia con sus inseparables Converse. Forrest Gump corrió<br />
hasta <strong>de</strong>cir basta con unas Nike Cortez, Jamiroquai coleccionaba<br />
Adidas Gazelle <strong>de</strong> todos los colores y Richard Stallman predicaba<br />
el free software tocando la flauta y luciendo unas All Star.Al mismo<br />
tiempo, <strong>las</strong> ciuda<strong>de</strong>s <strong>de</strong> medio mundo amanecían con cientos <strong>de</strong> zapatil<strong>las</strong><br />
colgadas en los cables <strong>de</strong>l tendido eléctrico, pero nadie sabía<br />
realmente qué significaba esa provocación. Era el fenómeno <strong>de</strong>l shoefiti,<br />
una imagen irremplazable <strong>de</strong> <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s urbes mo<strong>de</strong>rnas.<br />
Hoy <strong>las</strong> normas han <strong>de</strong>saparecido y nadie sabe cuál será la siguiente<br />
sorpresa que nos <strong>de</strong>para la moda, pero está claro que <strong>las</strong> zapatil<strong>las</strong><br />
juegan en una liga aparte, pues se han convertido en un complemento<br />
irremplazable y representan un negocio multimillonario.<br />
Converse ha celebrado su centenario por todo lo alto, con el apoyo<br />
incondicional <strong>de</strong> <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s estrel<strong>las</strong> <strong>de</strong>l rock.<br />
Steve Jobs sigue revolucionando el mundo <strong>de</strong> la informática,<br />
pero tuvo que cambiar sus New Balance por unas Nike cuando<br />
Apple se asoció con el gigante <strong>de</strong>portivo. Ricardo Martinelli ganó<br />
<strong>las</strong> elecciones a la presi<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> Panamá gracias al eslogan “caminando<br />
con los zapatos <strong>de</strong>l pueblo” y luciendo unas Converse<br />
durante toda la campaña. Obama tampoco escon<strong>de</strong> sus zapatil<strong>las</strong><br />
cuando sale <strong>de</strong> la Casa Blanca para jugar al baloncesto y el doctor<br />
House <strong>las</strong> lleva a todas horas para salvar vidas. Incluso el Dalai<br />
Lama se <strong>de</strong>ja ver con el<strong>las</strong> en <strong>las</strong> oraciones multitudinarias que<br />
ofrece por todo el mundo.<br />
Sin duda, el nivel <strong>de</strong> fanatismo ha llegado a cotas inimaginables, tal<br />
como <strong>de</strong>muestran el documental <strong>de</strong> culto Just for kicks y los extravagantes<br />
mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> coleccionista que cada año lanzan <strong>las</strong> gran<strong>de</strong>s<br />
marcas para saciar el apetito consumista <strong>de</strong> miles <strong>de</strong> aficionados.<br />
Después <strong>de</strong> este viaje frenético, pue<strong>de</strong> que tengas ganas <strong>de</strong> salir<br />
a correr como un loco, comprarte <strong>las</strong> zapas <strong>de</strong> moda en la tienda<br />
<strong>de</strong> la esquina o, simplemente, <strong>de</strong>shacerte <strong>de</strong> <strong>las</strong> que te regalaron<br />
para ser distinto al resto.<br />
¿Qué habría sucedido si <strong>las</strong> zapatil<strong>las</strong> no hubieran existido<br />
nunca? Seguramente, todo habría continuado igual, el mundo<br />
seguiría girando incansablemente y todos seríamos felices. Aunque<br />
éste es el auténtico privilegio <strong>de</strong> los mitos, tener reservado un lugar<br />
en el Olimpo sin la necesidad <strong>de</strong> ser imprescindibles. No<br />
en vano, <strong>las</strong> zapatil<strong>las</strong> son el único calzado que asemeja<br />
dioses y mortales, y nos hacen tocar <strong>de</strong> pies al suelo,<br />
aunque sólo sea <strong>de</strong> vez en cuando.<br />
1980 1986 1994 2009<br />
(De izq. a dcha.)<br />
ExcuOdolorer inci el iliquat<br />
exercilit adigna amconse<br />
Sean Penn (poseido por Jeff Spicoli<br />
y sus Vans) en Aquel excitante curso.<br />
Run-D.M.C. cantaban su éxito My Adidas<br />
agitando <strong>las</strong> zapatil<strong>las</strong> en el escenario.<br />
Forrest Gump y sus Nike Cortez<br />
con la dichosa caja <strong>de</strong> bombones.<br />
El icono <strong>de</strong>l nuevo siglo, Obama,<br />
también lleva zapatil<strong>las</strong>.<br />
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