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Excodra VII: El futuro

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EXCODRA<br />

REVISTA DE LITERATURA<br />

(Y OTRAS ARTES)<br />

Nº 7<br />

(EL FUTURO)<br />

Revista <strong>Excodra</strong>. Número <strong>VII</strong>: <strong>El</strong> <strong>futuro</strong>. Junio, 2012. ISSN 2014-1998.


ÍNDICE<br />

Editorial<br />

Ficción<br />

Cynosarge 2.0, Iván Humanes<br />

Despeñaderos, Federico Fernández Giordano<br />

Los guionistas de sueños, Ginés S. Cutillas<br />

La insignia de Mao, Ernesto Escobar Ulloa<br />

No ficción<br />

<strong>El</strong> Presidente del País de los Horrores, Aarón Reyes Domínguez<br />

Poesía<br />

Tiempo, Cysko Muñoz<br />

Armagedón, Jose Manuel Vara Fernández<br />

En tierra de nadie, Javier Pérez Walias<br />

Venida de lo incierto, Miroslava Rosales<br />

4 poemas, Lucía Boscà Gómez<br />

Algunos recuerdos, Xavier Nofrerias Mondéjar<br />

Atardeciendo en Barcelona, Andrea Zecca<br />

de <strong>El</strong> Síndrome de Kalashnikov, Natalia Menéndez<br />

de Te traes, Carlos Salem Sola<br />

Fotografía<br />

<strong>El</strong>i Mora<br />

Agustín Calvo Galán<br />

Ludovica Bastianini<br />

Daniela Sanges<br />

Pintura<br />

Pere Salinas<br />

Carlos Esteban Resano Vasilchik<br />

Entrevista<br />

Fernando Clemot


Reseñas<br />

Un error, de Carmen Botello<br />

Veinte poemas para ser leídos en el tranvía. Calcomanías y otros poemas,<br />

de Oliverio Girondo<br />

Colaboradores


EDITORIAL<br />

¿Hacia dónde nos estamos dirigiendo?<br />

No tengo la menor idea, para ser sinceros.<br />

Por eso la idea de este número, para buscar respuestas a esta pregunta.<br />

Y hay respuestas en este número, muchas, cada una desde su parcela del arte y del<br />

pensamiento, cada una personal, y todas para pensar, para dejarse sentir sobre nuestro<br />

mañana.<br />

Por mi parte, sobre todo, he estado pensando en que la situación que ahora estamos<br />

viviendo se dice económica, monetaria, de deuda, de bancos, de dinero. Y pensé por<br />

un instante qué ocurriría si todo el dinero desapareciese. Y me dije, no pasaría nada:<br />

<strong>El</strong> dinero no mueve máquinas, las mueve el combustible, la electricidad, los motores.<br />

<strong>El</strong> dinero no se come. No se bebe. No se respira. <strong>El</strong> dinero no me da la fruta cuando<br />

voy al mercado, me la da el frutero. Tampoco hay árboles de dinero, los hay frutales.<br />

Y los riega la lluvia o el agua que le proporcionamos nosotros. <strong>El</strong> dinero no fabrica<br />

ropa, lo hacen las personas, con toda la industria, toda la tecnología que hay detrás,<br />

ropa que luego vestirá también el frutero que me dio la fruta. <strong>El</strong> dinero no cura<br />

enfermedades, lo hacen los médicos y la investigación, las personas y nuestros<br />

saberes. <strong>El</strong> dinero tampoco escribe libros, lo hacemos nosotros, y los leerán los<br />

médicos, fruteros, investigadores y panaderos porque se los dará un librero. <strong>El</strong> dinero<br />

no organiza sociedades, lo hacen las personas. No sé, tampoco hace falta que me<br />

extienda mucho con esto, se entiende de sobra que lo único que mueve el dinero: es<br />

nada: es a nosotros... No tengo ni pajolera idea de política ni de economía ni<br />

similares, al menos, de esa política y esa economía y esos similares que hoy nos<br />

mueven. Pero tengo claro que nuestro <strong>futuro</strong>, pasa por nuestras manos, y no por las


manos del dinero, el capital, el euro, el dólar, porque sus manos son las nuestras.<br />

Ojalá todo esto derive en una gran guerra, pero una del pensamiento, donde la única<br />

víctima sea nuestra manera actual de someternos.<br />

Todo esto suena redemagógico. Lo sé. Pero es lo único que soy capaz de aportar, lo<br />

único que siento ahora mismo, respecto a nuestro <strong>futuro</strong>. Siento que estamos<br />

sometidos, de una manera bestial, a esta actual sociedad capitalista. <strong>El</strong> dinero es lo<br />

que básicamente nos mueve, hace que cada mañana nos despertemos apagando el<br />

despertador y salgamos a hacer lo que nos toque, para cobrar a final de mes. Hace<br />

que lo deseemos para poder cumplir otros deseos, para pagar nuestros hogares,<br />

nuestras comidas, nuestras ropas. <strong>El</strong> dinero, a día de hoy, es nuestro mayor impulso y<br />

nuestra principal guillotina, porque por tenerlo, nos sometemos a lo impuesto. Algo<br />

tiene que cambiar, con urgencia, en nuestro interior.<br />

¿O tal vez no?<br />

¿Tal vez es que somos así y así lo queremos, a día de hoy?<br />

¿Tal vez es que algunas personas necesitamos someternos porque somos incapaces de<br />

plantearnos nuestro <strong>futuro</strong> y nuestra manera de vivir, porque igual que el frutero me<br />

da la fruta, el político me da una estructura social y el dinero me da la posibilidad de<br />

moverme en ella? Porque nuestro <strong>futuro</strong> es ese que llegará dentro de cinco segundos<br />

y también el que llegará dentro de veinte años, y no sabemos qué hacer con él, la<br />

mayoría de nosotros, salvo dejarnos llevar, cada uno con su vida establecida, con la<br />

moneda de cambio mediante, con nuestros gritos por las calles y nuestros besos en<br />

nuestros hogares. (Y no he sido capaz de poner nuestras calles.)<br />

Tal vez así lo sea, al menos yo, desde luego, no tengo ni idea de qué hacer para que<br />

los que ahora nos gobiernan, lo hagan de otra manera... y cuando digo lo hagan, ya<br />

estoy aceptando mi sumisión a cambio de estabilidad. (¿No os acaba de venir a la


mente el feudalismo con esto de sumisión a cambio de... seguridad?)<br />

De las editoriales que he escrito, esta es sin duda la que más me está costando.<br />

Tengo tantos pensamientos que se contradicen entre sí que ni me lo creo.<br />

Lo cierto es, también, que ningún sistema político dura siempre, que este sistema,<br />

como tantos otros, dentro de unos años, será otro diferente, y que habrá personas que<br />

dirigirán el cambio y otras que se dejarán dirigir, y otras que influirán en los que<br />

dirigen, y otras en los sometidos, todo retroalimentándose.<br />

Porque ahora mismo, a mí, lo único que se me ocurre para la gente de a pie, es sacar<br />

el dinero de los bancos y ver qué sucede...<br />

¿Y por qué hacerlo? ¿Qué plantear después? ¿Qué deseamos? ¿Qué nos mueve? ¿Qué<br />

queremos hacer de nuestra vida?<br />

La impotencia que siento ahora mismo sólo lo saben mis dedos incapaces de teclear<br />

más.<br />

Me he parado un rato. He fumado un cigarro en la terraza, he vuelto adentro y he<br />

pensado: ¿Qué es lo que mueve a esas personas que no necesitan dinero porque ya lo<br />

tienen? Y entender que cada vez que digo lo de qué nos mueve, me refiero a ir hacia<br />

el <strong>futuro</strong>, a nuestras acciones y pensamientos, que son los que nos conducen en una<br />

manera u otra a través del tiempo, hacia el <strong>futuro</strong> siempre ¿en el <strong>futuro</strong> siempre? Y<br />

entonces ¿qué les mueve a ellos? ¿Qué <strong>futuro</strong> imaginará alguien que ya no necesita<br />

trabajar por obligación monetaria?<br />

Me siento ahora mismo realmente ignorante. Y no por esta pregunta absurda, sino por<br />

sólo ser capaz de tener esta pregunta.


¿Qué hacer para que el tiempo transcurra según nuestros deseos?<br />

¿Qué hacer para que el tiempo transcurra según nuestros deseos si apenas<br />

entendemos nuestros deseos?<br />

¿Qué vida queremos, lo sabemos? ¿Por qué no lo sabemos? ¿Cómo desapegarnos de<br />

todo lo recibido, de nuestra estructura mental venida del exterior y modelada a duras<br />

penas en un nuestro pensar? Y cuando digo del exterior, me refiero en gran parte a ese<br />

exterior que recibimos con la finalidad de moldearnos hacia un lado o hacia el otro<br />

para manejarnos hacia un lado o hacia el otro.<br />

Y cuando digo nuestro, siempre me refiero a mí el primero, que después cada vida es<br />

un universo, la verdad, y no sé qué sentiréis en realidad, a veces siento verdadera<br />

lejanía con mi exterior, y tal vez ese es uno de los problemas: la falta de empatía con<br />

el pensar y el sufrimiento ajeno a uno, lo cual nos lleva a lugares comunes para<br />

entendernos, a los pocos lugares comunes de nuestras vidas que encima casi siempre<br />

vienen marcados externamente, y a obviar todo lo demás que nos podría enriquecer.<br />

Pienso en el libro 1984.<br />

Me siento bola de billar.<br />

Me siento mal por no saber tener respuestas y sólo preguntas que no sé qué coño de<br />

respuestas buscan y qué pueden aportar a quien las lea.<br />

¿En qué sociedad queremos vivir? ¿Y por qué querríamos vivir en tal sociedad<br />

pensada?<br />

¿Será siempre el hombre un lobo para el hombre? ¿Y por qué esto siempre se<br />

entiende como malo? ¿Malo sólo para el que es comido? ¿<strong>El</strong> que come al otro


pensará igual?<br />

Pienso en Nietzsche. Pienso en Schopenhauer.<br />

Creo que no me he acercado ni lo más mínimo a la tecla adecuada para meditar sobre<br />

mi <strong>futuro</strong>.<br />

¿Qué <strong>futuro</strong> nos espera?<br />

<strong>El</strong> que nosotros podamos construir. Y la cuestión es... ¿hasta dónde podemos?<br />

Bueno, creo que ya habéis leído bastantes tonterías por mi parte. Si no he borrado ni<br />

una, es porque pienso que de lo difuso llega lo concreto, de las dudas vienen las<br />

certezas, y es adonde me gustaría llegar, tratando de no tener miedo a equivocarse<br />

uno, para seguir creciendo más en mi manera de pensar, que es de lo que se trata aquí,<br />

de tratar de entender y saber cómo viviremos y qué poder hacer para llegar a ello.<br />

Lo que sigue es genial, tómenlo con calma para leer, ver y disfrutar, toda<br />

colaboración lo merece.


FICCIÓN<br />

Cynosarge 2.0<br />

Alrededor de un no <strong>futuro</strong><br />

“Ser feliz significa poder percibirse a sí mismo sin temor”<br />

Walter Benjamin.<br />

La primera regla en Cynosarge 2.0 es que no hay reglas en Cynosarge 2.0. La<br />

segunda regla en Cynosarge 2.0 es que uno debe ser consciente que no hay regla<br />

alguna en Cynosarge 2.0. La tercera regla está esculpida en el frontispicio de una<br />

nueva y posible virtud: Hay que desaprender. Para ello hay que tomar conciencia de<br />

uno mismo: “No sois vuestra cuenta corriente, no sois el coche que tenéis, no sois el<br />

contenido de vuestra cartera, no sois vuestros pantalones, sois la mierda cantante y<br />

danzante del mundo”. Así espolea la conciencia el personaje Tyler Durden en el film<br />

<strong>El</strong> club de la lucha (fruto de la novela homónima de Chuck Palahniuk). Tyler Durden<br />

es el Diógenes enloquecido de los nuevos tiempos que pone a uno en su sito de un<br />

puñetazo. Pero más allá de los golpes nihilistas de Durden está el comienzo de todas<br />

las cosas. Para desaprender podemos tomar las palabras de Antístenes en boca de<br />

Estobeo, que al preguntarle cuál era el conocimiento más necesario, Antístenes dijo:<br />

“Desaprender el mal”. Por medio de la superación de las normas regresamos a la<br />

animalidad (en positivo), al desarraigo y a la expulsión de lo superfluo. Ese regreso a<br />

lo primitivo también lo encontramos ya en las primeras teorías anarquistas chinas del<br />

siglo III d.C. Xi Kang y Bao Jingyan, que como los cínicos discuten el lugar que se le<br />

ha dado al hombre, teorizan sobre ese regreso natural y la reconciliación con los<br />

primeros tiempos, donde el mundo ya no puede considerarse sobre la esterilidad<br />

espiritual de los medios y los fines: “Al reconciliarse con los tiempos salvajes de la<br />

humanidad primitiva, desbordan el mundo de la separación ficticia operada por la<br />

sociedad y sellada por el sacrificio para acceder a la divinidad. En una palabra, se


eencuentran con la edad de oro” 1 .<br />

En Cynosarge 2.0 tan sólo se permite la entrada a los perros (kúon). Perros blancos y<br />

ágiles, sencillos. En el camino del desaprender el perro es el animal cínico de<br />

referencia. Sin ataduras y con el único objetivo de conseguir la comida y el sueño el<br />

hombre cínico abandona las normas y convenciones sociales, y pone su énfasis en la<br />

consecución de la virtud a través del sacrificio y el esfuerzo de desaprender lo<br />

conocido sirviéndose de la animalidad como evidencia contestataria. La traslación a<br />

la época actual del desprendimiento, el despojarse de lo superfluo, no deja de ser la<br />

tarea cínica más complicada, pues el pertenecer, el ser parte y engranaje de la<br />

sociedad del consumo, ser una pieza de ese sujeto globalizado en la comodidad y el<br />

ansia por poseer, ha sido enseñado desde los primeros días de vida. <strong>El</strong> hombre-objeto<br />

está henchido de deseos y aspiraciones insertadas de antemano para ser una variante<br />

sociable. Por ello que el primer objetivo del nuevo cínico, y por lo tanto del nuevo<br />

hombre, es tomar conciencia de uno mismo una vez visto por el señor que domina:<br />

siempre has sido la mierda cantante y danzante del mundo. <strong>El</strong> cinismo no deja de ser<br />

una antiteoría, el negarse a conseguir la sabiduría por medio del estudio pactado y<br />

manipulado por los intereses de los que dominan, confiar del instinto y considerarse<br />

lo que uno es, plebeyo y perro blanco, subversión. Así pues, será la sátira y la<br />

mordacidad dialéctica, la lucha sorpresiva, la que sacudirá las mentes pautadas. En el<br />

juego de los contrarios y el rebelarse contra la dominatrix jugando con su teoría,<br />

encontramos la forma de expresarse del cínico, y caminamos hacia la cuarta regla en<br />

Cynosarge 2.0.<br />

“<strong>El</strong> que teme a los demás es esclavo sin saberlo”, Antístenes de nuevo referido por<br />

Estobeo marca, por lo tanto, nuestra cuarta norma. Y aunque fue Antístenes la génesis<br />

del cinismo, es Diógenes Laercio, el “Sócrates enloquecido”, el que lleva al extremo<br />

la forma de no-comportarse ante el poder y la norma impuesta. Brillantes anécdotas<br />

rodean la figura de Diógenes. La más erótica y exótica: la masturbación que llevó a<br />

1<br />

LEVI, JEAN. <strong>El</strong>ogio de la anarquía por dos excéntricos chinos del siglo III. Pág. 32. Pepitas de calabaza ed. 2009.


cabo en la plaza pública y ante los ojos de todos, una clara prueba práctica tras el<br />

conocimiento de la teoría del Eros de Platón. <strong>El</strong> cínico está por las cosas, por lo que<br />

puede tocar y gustar, no por las ideas que se escapan como el humo. Al poderoso y al<br />

dominador de la (in)cultura que debe conocerse y leerse si uno aspira a ser de<br />

provecho en la sociedad actual hay que rebajarle al suelo, al nivel del barro, donde los<br />

golpes son más sucios y justos. Fue el dadaísmo, como corriente de vanguardia más<br />

cercana, la que atacó el arte desde la raíz cínica. Una bofetada con la mano abierta. <strong>El</strong><br />

radicalismo literario y filosófico batalló en sus filas contra la seriedad de la cultura. Y<br />

es que es el caos el modelo vital cínico y dadaísta por excelencia. Y el caos necesita<br />

de la ciudad. <strong>El</strong> cínico moderno, de la misma forma que lo fue el clásico, no debe<br />

vivir en el medio natural sin más, apartado del hombre que alguna vez fue su<br />

semejante, sino insertado entre sus filas. Aunque actualmente el cinismo vive oculto y<br />

es agente secreto en las ciudades, en los grandes grupos corporativos, ha sido<br />

trasladado a las clases altas y dominantes, pero en perjuicio del mortal común y para<br />

ensalzar los fines poderosos. María Antonieta es la musa del “alto cinismo”, aquella<br />

que los directivos tienen retratada en la mesa de su despacho, junto a las fotografías<br />

de su perfecta familia. Cuando la plebe pidió harina y trigo, porque no tenían pan a<br />

causa de una hambruna general María Antonieta respondió: “¡Que coman pasteles!”.<br />

Anécdota para contar por más de un directivo cínico en el lunch corporativo. Así, el<br />

término “cínico” ha sido degradado hasta que ha perdido todo su significado clásico<br />

para mostrar tan sólo una forma de comportarse alejada de los primeros valores. La<br />

virtud cínica ha sido desatomizada en la máquina del poder y ha surgido un elemento<br />

más para poder someter a media carcajada. Se repudia la humildad. Se alaba la<br />

riqueza. A propósito de la prosperidad de los hombres, Diógenes reprochaba diciendo<br />

que en sus súplicas piden lo que creen ser bienes, pero no lo son en realidad.<br />

Es la toma de conciencia del dominado de lo que más necesita este tiempo crítico.<br />

Mear contra el viento. Si el nuevo hombre aspira a la virtud, a la renuncia de lo<br />

conocido, debe batallar desde la sátira, dar libertad a la palabra. O inteligencia o una<br />

cuerda para ahorcarse, dice Diógenes. Y es que “el idealismo sólo ve lo verdadero, lo


ello y lo bueno, mientras que la sátira ve incluso lo que es ridículo” (…) “A<br />

menudo, lo mejor de los “grandes conocimientos” se manifiesta en las bromas que se<br />

pueden hacer sobre los mismos”. 2 Ligando con el dadaísmo, es la ‘Patafísica otra<br />

manifestación artística para combatir a la seriedad desde la creación. La ‘Patafísica,<br />

ciencia que estudia las excepciones y que aún hoy en día está en forma, hace que la<br />

realidad que conocemos explote por falsa, creando un nuevo universo irónico,<br />

caóticamente creativo, infantil, lleno de juegos y extravagancias, de contrarios. Boris<br />

Vian explicó: “Uno de los principios fundamentales de la ‘Patafísica es el de la<br />

equivalencia de los contrarios. Es tal vez eso lo que explica el rechazo que<br />

manifestamos de lo que es considerado serio y de lo que no lo es, porque para<br />

nosotros “serio” o “no serio” es exactamente lo mismo. Eso es ‘Patafísica”. La sátira<br />

actúa como un golpe acertado en la nariz del durmiente, despierta la conciencia y el<br />

que está enfrente abandona el letargo. Es precisamente el miedo a la libertad, del que<br />

hablaba Erich Fromm lo que el hombre de hoy convierte en religión. La libertad es un<br />

acto de fe. Y nadie está dispuesto a asumir el camino de la fe y de la virtud, si eso no<br />

va a suponer o un incentivo económico o mayor seguridad. <strong>El</strong> autocontrol es la nueva<br />

adoración, servida en la sopa de cada día y digerida con agrado. Y hay que morder, no<br />

sólo comer la sopa reconfortante de cada día. <strong>El</strong> perro en Cynosarge 2.0 debe morder<br />

a los malvados, así contestó Diógenes a la pregunta de por qué tenía el sobrenombre<br />

de “perro”: “Porque muevo el rabo contento a los que me dan algo, y ladro a los que<br />

no me dan y muerdo a los malvados”.<br />

Si la sátira y la lucha satírica están englobadas en la cuarta regla en Cynosarge 2.0, es<br />

la ausencia de fama (adoxia) la quinta. Ausencia de honores entroncada, claro está,<br />

con el camino del desaprender. <strong>El</strong> sabio, como en un ejercicio de ascesis, es el<br />

hombre que está por llegar y que en su momento ya fue, el hombre que debe dejar a<br />

un lado el placer hedonista, que descarga el morral de los bienes que no tienen<br />

sentido más que el de la posesión por la posesión y renuncia a toda fama superflua.<br />

En la desaparición del “gran nombre” de aquel que aspira a ser reconocido está la<br />

2<br />

SLOTERDIJK, PETER. Crítica de la razón cínica. Pág. 428. Ediciones Siruela, 2003.


senda de la virtud. La dicha está asegurada dependiendo de cómo vivamos. No exenta<br />

de riesgo y sacrificios. La imagen del cínico, en su forma estética, se asemeja a la de<br />

<strong>El</strong> Ermitaño en la carta número nueve del Tarot de Marsella. Con tan sólo una capa<br />

que cubra el cuerpo, un morral y un báculo. Más allá del cumplimiento exacto del<br />

atuendo lo que se nos representa es un ser que despojado de todo lo excesivo aspira al<br />

conocimiento a través de la virtud, que se basa en los actos, y aspira al regreso al<br />

hombre, siempre en busca permanente de una realidad más profunda. Casualmente,<br />

también encontramos en la carta de <strong>El</strong> Loco, que camina con un hatillo a la espalda, a<br />

un perro blanco que muerde los talones del mismo, como el perro cínico que espolea<br />

la conciencia y despierta al hombre que duerme. <strong>El</strong> Loco como anarquía y Cosmos es<br />

representación del hombre primitivo que uno puede llegar a ser. Y <strong>El</strong> Ermitaño<br />

sostiene un fanal, el de la sabiduría y la verdad, como en su tiempo lo sostuvo<br />

Diógenes y caminó con él buscando durante el día al hombre, a un solo hombre, sin<br />

encontrarlo. <strong>El</strong> morral del sabio cínico tiene que prescindir de los honores, portar tan<br />

sólo la modestia, que es la carga más ligera posible, la que hará del camino un lugar<br />

reconfortante para el espíritu y el camino hacia la virtud, el ideal último de toda vida,<br />

como refirió Antístenes. ¿Y qué hay al final del camino? ¿Y qué hay detrás de la<br />

ventana? La felicidad, ideal socrático, espera la llegada del nuevo cínico. Aunque<br />

bien está recordar que no es el fin lo más valioso, ni el medio, sino la naturaleza.<br />

Traigamos el ideal de Antístenes en palabras de Diógenes: “Aquel que aspira a la<br />

inmortalidad debe llevar una vida sana y justa”.<br />

La sexta regla en Cynosarge 2.0 es la anarquía. Regresemos a Bao Jingyan. En su<br />

polémica con Baopuzi, al respecto de la inutilidad de los Príncipes 3 , es evidente que<br />

el Príncipe tiene un fundamento único de ser: la dominación de los débiles. De hecho,<br />

en la remota antigüedad no había ni príncipes ni vasallos, ninguna imposición, pero<br />

los hombres se fueron alejando de sus orígenes, dando la espalda a la simplicidad<br />

primordial. Podemos relacionar la afirmación siguiente con el hoy más actual: “por<br />

mucho que intenten equiparar al príncipe con un padre, de confundir la piedad filial<br />

3<br />

<strong>El</strong>ogio de la anarquía. Págs. 47 a 94. Pepitas de calabaza ed. 2009


con la obediencia al superior, la ausencia de príncipes no puede en ningún caso<br />

resultar peor que su existencia. (…) Antes se elaboraban alimentos y bebidas tan solo<br />

para calmar el hambre y la sed mientras que ahora se queman bosques enteros, se<br />

vacían los manantiales, se sacrifican rebaños”. Anarquía porque vivir en la ciudad,<br />

acercarse a la cosa pública, siguiendo las tesis de Antístenes, no debe suponer<br />

aproximarse demasiado al poder y a la política hasta que uno se queme, ni alejarse<br />

tanto de ella hasta que uno sienta verdadero frío. La anarquía es la opción más<br />

acertada para desarrollar el cinismo en toda su extensión. <strong>El</strong> anarquismo político y el<br />

anarquismo religioso (ambos para el cínico clásico van de la mano pues son<br />

representación de poder) no es un alejamiento total. <strong>El</strong> alejamiento total se da con el<br />

asceta en su grado más radical, que es un alejamiento y un apartarse voluntario y<br />

definitivo, un estar en el mundo pero fuera del mundo. En la anarquía no hay amos,<br />

no hay sumisión. Ningún Alejandro Magno nos tapa el sol. En el caos reside el origen<br />

y el orden natural de las cosas. <strong>El</strong> país de los cuantos reordena la física clásica, nos<br />

descubre que nuestras premisas deben estudiarse de nuevo, que deben contemplarse<br />

los sistemas matemáticos no lineales como ya hizo Poincaré. La política y el hombre<br />

tienen que revisar su sistema vital no lineal, no temer a la libertad y conocer todas las<br />

posibilidades. Para ello debe valerse del cinismo, la sátira, la virtud a través del<br />

sacrificio de los bienes, la vuelta al estado primitivo y primordial, la ausencia de fama<br />

y la desinhibición, la jovialidad, el no depender de la norma de la ciudad, tenerse a sí<br />

mismo, la tranquilidad de espíritu y la mirada grosera, la conciencia feliz, la<br />

espontaneidad, la broma. Mear contra el viento. Ser un verdadero perro.<br />

La séptima regla en Cynosarge 2.0 es no olvidar lo que se ha aprendido.<br />

En la octava y última regla en Cynosarge 2.0, pese a que, lector mío, ahora te<br />

acomodas en el sofá hacia el final del texto, traemos de nuevo a Tyler Durden. <strong>El</strong><br />

cinismo nunca fue lectura placentera: ¡Hay que golpear!<br />

IH


Despeñaderos<br />

Al final todo se reduce a una carnicería, una matanza sucia y desordenada, el festín de<br />

un imbécil, el familiar sonido de cabezas rodando, los huesos crujiendo, uno detrás de<br />

otro vamos cediendo, vamos claudicando a la ferocidad de los lunáticos, los<br />

aceptamos, y un buen día nos hemos convertido en ellos. Te vuelves para mirar y<br />

descubres que tu corazón se ha transformado en un pozo negro, una cloaca fétida que<br />

te produce arcadas, y te niegas, das media vuelta, cierras los ojos, echas a andar y<br />

tropiezas, caes enredándote en tus propias promesas, se te anudan a los pies como<br />

tallos de maleza, y te sumerges en un fango profundo que te llega hasta las sienes, allí<br />

metido entras a dar vueltas y vueltas, te mueves a cámara lenta, la inmundicia te<br />

recubre de pies a cabeza, das un salto y de nuevo en la fiesta, boqueas, tomas aire, te<br />

hundes y abrazas la pestilencia. A nuestro alrededor el aullido de las<br />

presas. Corremos sin mirar a los lados, los ojos cerrados, tan sólo esos gruñidos<br />

que te atormentan, y los besamos, acariciamos los colmillos de la bestia, aguardamos<br />

nuestra recompensa, recitamos de memoria y modulamos la voz y barbotamos<br />

palabrejas, extrañas locuciones que aprendimos en la escuela, mientras rogamos por<br />

que nadie nos vea, nadie podrá reconocerte tal como eras. Tienes los pelos de punta,<br />

los dientes afilados, tu rostro una máscara muerta, miras impertérrito los perros que<br />

uno detrás de otro caen por el despeñadero, te alejas, tus buenas intenciones hace<br />

tiempo que se fueron por ese mismo agujero, todo tu amor se ha reducido a un<br />

despojo pisoteado en la carretera, te acercas, hueles a sangre y echas un poco de<br />

tierra, transiges a los lobos y mendigas un poco de inocencia. <strong>El</strong> ruido lo inunda todo,<br />

la furia se almacena, el familiar sonido de las cabezas. La cacofonía de mil necios se<br />

erige como un himno triunfante para los hambrientos, y un buen día nadie pensará en<br />

esto. Todos seremos esto.<br />

FFG


Los guionistas de sueños<br />

Los que sueñan de día son conscientes de muchas cosas<br />

que escapan a los que sueñan sólo de noche.<br />

Edgar Allan Poe<br />

Los guionistas:<br />

Encargados de escribir las fantasías que sueñan los hombres.<br />

Vincent Mann, Autor nº 512: 651 sueños escritos, 617 aprobados, 543 aún vigentes.<br />

Cansado de tantas reglas deseaba escribir algo que distinguiera a los hombres entre<br />

ellos, hacerles soñar algo que no estuviera permitido. Era consciente de que las<br />

férreas garras de la censura no dejarían pasar sueños ilícitos. “Ningún hombre puede<br />

soñar ser Dios. Ningún hombre puede soñar conseguir una pareja por encima de sus<br />

posibilidades. Ningún hombre...".<br />

"Ya lo sabes Vincent –siempre le decían–, no puedo aprobarte esto. Es por el bien de<br />

los hombres: no han de experimentar sensaciones que aumenten su frustración.<br />

Imagínate cómo se quedarían al despertar y ver que todo ha sido una ilusión".<br />

Ni uno sólo de los censores podía entender sus inquietudes. ¿Y qué pasa con mis<br />

frustraciones?, pensaba Vincent, ¿he de supeditar mi vida a escribir relatos para<br />

sueños que no se salgan de las reglas?, ¿reescribir una y otra vez lo mismo con<br />

pequeñas diferencias para que esta gran burocracia del Departamento de Sueños siga<br />

funcionando, o por el contrario, arriesgar, escribir con el corazón y hacer que algún<br />

hombre sueñe lo que todavía nadie se ha atrevido a imaginar? Sé que me juego la<br />

permanencia en el departamento y que quizá me degraden a trabajos meramente


administrativos en el Censo de Almas, pero ¿acaso no valdría la pena intentarlo?<br />

Vincent sabía que alguno de sus compañeros había conseguido burlar la censura y<br />

que los hombres habían soñado recoger monedas en campos sembrados de ellas,<br />

nadar en mares propios que se desvanecían al despertar, volar sin alas y conseguir esa<br />

sensación de libertad que quedaba totalmente aniquilado al alba... Sí, era duro<br />

despertar.<br />

Una vez decidido a arriesgar su puesto, ideó un plan para pasar la censura. Había sido<br />

un guionista ejemplar durante años, un 94% de sueños aprobados lo avalaba.<br />

Sospechaba que el censor casi no revisaba sus escritos. Escribió la colección de<br />

sueños asignados para ese mes ocultando entre ellos dos textos prohibidos, los metió<br />

todos en la cápsula marcada con el número 512 y la dejó sobre la cinta<br />

transportadora. Si alguno fuera rechazado le sería devuelto por la misma, o quizá, en<br />

el peor de los casos, vendrían a buscarle.<br />

Los censores:<br />

Rechazan aquellos sueños que no cumplen las reglas y los registran como<br />

ejemplos de lo que no se ha de escribir.<br />

Ian Baughton, Censor nº 1.251: 12.321 sueños revisados, 8.520 aprobados, 3.801<br />

rechazados.<br />

–Cápsula 512, el bueno de Vincent. Más de lo mismo, noches en la playa, recuerdos<br />

de juventud, antiguas parejas... Siempre lo mismo...<br />

<strong>El</strong>igió al azar dos de los veinte sueños escritos por el autor y los leyó por encima.<br />

Hacía mucho tiempo que había dejado de prestar atención a los sueños de Vincent<br />

Mann. No era un hombre conflictivo, no como otros autores que querían cambiar el<br />

mundo y pretendían colar a la censura sueños como que un humano y sus amigos


eran los antiguos dioses de Grecia que se jugaban a los dados el destino de la<br />

humanidad, o aquella otra vez que le intentaron pasar que una mujer negra llegaba a<br />

convertirse en presidente de los Estados Unidos. "Nada que los frustre al despertar,<br />

han de seguir en la inercia de la monotonía, así no darán problemas", recordaba la<br />

regla impuesta por los de arriba. Es cierto que, por mero entretenimiento, en alguna<br />

ocasión había hecho la vista gorda y en complicidad con el autor permitió que algún<br />

hombre soñara uno de los prohibidos. Pero esos días locos quedaban atrás. Ahora era<br />

una eminencia en el Departamento de Censura y cualquier pequeño desliz acabaría<br />

con su sólida reputación.<br />

Ojeó el resto de sueños sin mostrar ningún tipo de interés y optó por aprobar la<br />

cápsula entera. Los introdujo esta vez en una cápsula de color verde en la que se veía<br />

grabado en un lateral el número 1251 y la dejó escapar por la cinta transportadora en<br />

busca de los aprobadores.<br />

–Cápsula 441...<br />

Los aprobadores:<br />

Dan el visto bueno a los sueños revisados por los censores. Si alguno es<br />

rechazado se le devuelve al guionista con una nota de cambio para que lo<br />

rectifique. Comienza así un nuevo ciclo de aprobación.<br />

Kosh Karacsonyi, Aprobador nº 21: 250.231 cápsulas revisadas, 245.322 aprobadas,<br />

4.909 devueltas al autor.<br />

–Cápsula 1251, viene verde, eso quiere decir que Baughton le ha dado el visto bueno.<br />

Con el trabajo que tengo hoy me fío de él. Veamos qué pasa con la naranja 288...<br />

La cápsula siguió imparable su camino hacia el Departamento de Testeadores.


Los testeadores:<br />

Prueban el sueño para ver si la mente humana es capaz de asimilarlo.<br />

Tim Karson. Operador nº 52 de la sala de Testeadores: 10.005.102 sueños repartidos.<br />

Abrió la cápsula 1251 y colocó por separado los documentos sobre la cinta<br />

repartidora. Ésta se encarga de distribuir entre los testeadores las veinte fantasías<br />

escritas por Vincent Mann. Cuando la cinta encuentra libre uno de de ellos, el<br />

documento se desvía para entrar en el inductor de sueños que hace que estos lo<br />

procesen. No son más que máquinas que imitan al cerebro humano aunque<br />

externamente se les ha dado apariencia humana: maniquíes postrados a ambos lados<br />

de la cinta. Si el sueño no es correcto, es decir, si la mente humana no puede concebir<br />

lo escrito por el guionista, el autómata abre los ojos en señal de rechazo, se destruye<br />

automáticamente el documento y el testeador queda libre para el siguiente sueño. Si<br />

por el contrario es correcto, el documento desfila por el último trozo de cinta para<br />

caer en uno de los contenedores que será recogido más tarde por los mensajeros.<br />

Todos los sueños de la cápsula 1251 llegaron al contenedor de reparto número 5.<br />

Los mensajeros:<br />

Son los que transportan los sueños ya testados y los hacen llegar a los<br />

distribuidores para su entrega final.<br />

Orlando Hernan y Ralph Morales, Mensajeros nº 23 y 25, respectivamente: 5.750.109<br />

sueños entregados.<br />

–¡Venga Ralph, que se nos hace tarde! Si no llegamos a tiempo con esta última<br />

remesa no la podrá soñar Europa y pasará al otro lado del Atlántico, y ya vamos con<br />

retraso: sabes que los sueños están escritos dependiendo de la zona a la que vayan.


–Lo sé Orlando, ¡joder, que llevo aquí más tiempo que tú!<br />

–¿Ah si? ¿Cuánto tiempo llevas?<br />

–Vamos a ver... ¿Te acuerdas del follón que se montó cuando un hombre soñó que<br />

jugaba al billar con los planetas y la mesa era el Universo con sus agujeros negros?<br />

–¡Cómo no me voy a acordar!, aquello armó mucho revuelo allá arriba.<br />

–Pues desde entonces...<br />

–¡No me digas que era tuyo!<br />

–¡Si! –afirmó Ralph entre risas–, luego me degradaron aquí. ¿Cuál fue el tuyo?<br />

–¡No lo quieras saber! –rieron mientras empujaban el contenedor 5 dentro del pasillo<br />

de teletransporte que lo llevaría a la Plataforma Permanente Ozniak.<br />

Los distribuidores:<br />

Son los que viven en las plataformas permanentes del espacio. Allí es donde<br />

reciben los sueños definitivos y los lanzan con cañones oníricos hacia los países<br />

que en esos momentos atraviesan su zona.<br />

Ian Van Hossman, Distribuidor nº 73: 20.312.121 sueños lanzados a la Tierra.<br />

<strong>El</strong> operador de la sala de bombardeo volcó el contenedor en el creador de antimateria<br />

para cargar el cañón onírico. Una vez procesados los sueños y transformados en su<br />

forma definitiva, la luz verde se encendió y en una pequeña pantalla apareció el<br />

número 35.412 para indicar el número de sueños con el que estaba cargado en ese<br />

momento.


Ian se colocó las gafas protectoras, empuñó los mandos del cañón y apuntó hacía la<br />

Tierra. Hubiera querido ser guionista pero no pasó las pruebas. A pesar de todo<br />

pensaba que la última palabra la tenía él al decidir con su punto de mira quién soñaba<br />

cada carga. La máquina recomendaba con voz metálica, tres segundos antes de cada<br />

disparo, para qué país fue escrito el sueño, pero no era restrictivo. Las noches que Ian<br />

estaba de humor hacía soñar a los alemanes sueños españoles o a los franceses sueños<br />

africanos. Era toda la diversión que tenía en un puesto como aquél.<br />

–Sueño 123 de Sophie Breil. Destino: Francia –comenzó a dictar la máquina.<br />

Ian apuntó hacía el centro de Francia y disparó. Una potente luz azul en forma de<br />

estrella fugaz atravesó el cielo de París hasta entrar por una ventana de los barrios<br />

altos.<br />

–Sueño 653 de Vincent Mann. Destino: Irlanda.<br />

Movió el cañón un poco a la izquierda. No estaba ingenioso aquella noche y seguía<br />

las instrucciones al pie de la letra. Otra luz azul surcó el nublado cielo irlandés.<br />

–Sueño 654 de Vincent Mann. Destino: España.<br />

Apuntó al sudoeste de Europa y una vez más el cañón resonó en la plataforma.<br />

Los hombres:<br />

Son el destino final de los sueños escritos por los guionistas: la razón de ser de<br />

todo el ciclo.<br />

<strong>El</strong> sueño 653 aterrizó en una pequeña aldea pescadora del norte de Irlanda. Por su<br />

parte, el 654 surcó los cielos españoles para ir a parar al noreste de la península.<br />

Sucedió que aquella noche un hombre soñó ser Dios y otro, estar casado con una


mujer tan embriagadora, tan bella e inalcanzable, que ni siquiera el que soñó ser Dios<br />

pudo imaginar poseer.<br />

GSC


La insignia de Mao<br />

Soy el universo, vida es muerte, muerte es vida,<br />

presente es pasado y <strong>futuro</strong>, pasado y <strong>futuro</strong> son presente<br />

Mao Tse Tung<br />

Salvo el poder, todo es ilusión<br />

Cántico de Sendero Luminoso<br />

It has to start somewhere, it has to start sometime<br />

what better place than here, what better time than now<br />

Rage Against the Machine<br />

<strong>El</strong> camarada inmediatamente anterior había tenido la osadía de aprovechar esos<br />

breves instantes no solamente para intercambiar unas palabras sino para hacerlo reír.<br />

Así que cuando lo tuvo delante le fue imposible requerirle unos segundos, interrumpir<br />

la risa del líder del PCCh, saludarlo al menos. Muy al contrario de lo esperado, lo vio<br />

dejar caer su mano fláccida, como la de una señorita, ¿debía estrechársela con fuerza<br />

o corresponder? La compostura que demandaba el acto había quedado rota, y<br />

aquellos ojitos planearon sobre su rostro como por sobre algo muy visto. Sin poder<br />

contener la risa Chairman Mao prosiguió a ceñirle la insignia que clausuraba la<br />

instrucción en la Escuela Político-Militar de Nan Kin. Una vez más, la impotencia, la<br />

rabia contenida, le hincharon las sienes, al tiempo que se culpó de no haber tenido<br />

valor para robarle unos segundos más, ¿por qué no se atrevió? ¿Acaso no tenía fama<br />

de afable? ¿Lo que acababa de ocurrir no era una prueba? Le quedó la escalofriante<br />

sensación de haber sido humillado, de haberse ilusionado como una mujercita con<br />

aquel momento ansiado tantos meses. Su pobre conocimiento de chino le creó el<br />

sentimiento vergonzante de no poder llegar a saber nunca lo que su compañero y Mao<br />

se habían dicho. ¿Se habrían burlado de él? ¿Del camarada peruano? ¿Qué hacía un<br />

camarada del Perú en Nan Kin? La pequeña frase de saludo que había preparado y<br />

que alguno de sus compañeros que chapurreaban español le habían ayudado a


pronunciar, en cada pausa, en cada refrigerio, pasaría a su memoria como la frase que<br />

Mao jamás llegó a oír de su boca. Hubiera querido romper filas y detenerlo, pedirle<br />

con educación una audiencia, se llamaba Abimael Guzmán Reinoso, representante del<br />

Partido Comunista del Perú, discípulo de José Carlos Mariátegui, marxista, leninista<br />

y admirador de la Revolución China. Era hombre de acción, como él, y creía<br />

firmemente en la guerra popular; estaba preparado, junto con otros revolucionarios, a<br />

declararla en el Perú, solicitaba su asesoramiento, una voz de aliento bastaría. No<br />

hubiera podido negársela, habría saludado su gallardía, hacían falta hombres<br />

decididos como usted, dispuestos a liderar la batalla contra el imperialismo. Llegaron<br />

a un acuerdo, consiguieron fijar un momento después de la comida, breve, eso sí, no<br />

tenía tiempo, debía marcharse cuanto antes a Beijing, pero era todo oídos. Abimael le<br />

ayudaría a empacar, podría acompañarlo hasta la misma aeronave que lo trajo,<br />

resolver sus dudas sobre la situación en América latina, sabía que le interesaba la<br />

zona, el Perú era un lugar fecundo para la expansión del comunismo internacional, se<br />

trataba de un país de campesinos, como China, la clase obrera, a falta de industria, era<br />

ínfima. <strong>El</strong> resto de camaradas se asombraron de que el Gran Timonel se dignara a<br />

escucharlo, Abimael volvió a su lugar orgulloso, aliviada su piel del calor que la<br />

había abochornado y cuya tibia humedad aún empapaba su camisa por la espalda.<br />

Le venía de su tiempo de estudiante aplicado, esa respetabilidad, ese arrojo, esa<br />

entereza le habían generado enemistades en La Salle, su escuela, no cabía duda de<br />

que sin dichas cualidades los desfiles y otras actividades habrían carecido de la<br />

organización y la pulcritud que merecían. Voluntad, firmeza y tenacidad indoblegable<br />

son esenciales para la lucha y el desarrollo personal. Sin duda Mao lo habría notado y<br />

ansiaba recabar información, cuán avanzado estaba eso de la guerra popular en los<br />

Andes, ¿con qué aliados contaba? ¿Harían falta hombres, armas, estrategia? ¿Qué<br />

países podrían sumarse a la lucha? ¿De qué terreno estaban hablando? ¿Estaban<br />

dadas las condiciones? No hay que olvidar que la práctica está sujeta a la teoría, la<br />

política manda a las armas, no al revés, ¿estaba todo ello consolidado? ¿Quiénes eran<br />

los enemigos, además del Imperialismo?<br />

Una vez en el comedor, sintió que Mao lo buscó al ingresar escoltado por una discreta


guardia personal, lástima que no pudo mostrarle la sonrisa de complicidad que le<br />

tenía preparada de haberlo encontrado. Luego, durante el té, tuvo la impresión de que<br />

lo invitaría a tomar la palabra, ofrecer un pequeño discurso sobre su experiencia en<br />

Nan Kin, lo vio dialogar con un oficial que no supo cumplir con la orden de ubicarlo<br />

y conducirlo hasta el estrado donde se erguía un micrófono. Habían sido altamente<br />

prácticos los seminarios de instrucción militar: preparación y detonación de<br />

explosivos, manejo de armas, asaltos, emboscadas, formas de vigilancia y<br />

seguimiento, técnicas de comunicación clandestina. Sin olvidar la dirección política,<br />

legada por el pueblo en manos del comité central. Tras terminar la comida condujeron<br />

a los alumnos a sus habitaciones y al cabo de unas horas, un oficial tocó la puerta y lo<br />

instó a acompañarlo. Enseguida sacó su libreta y empezó a borronear unos breves<br />

apuntes, cuya ordenación corrigió por el repentino nerviosismo que lo invadió al<br />

imaginarse despachando con el Presidente Mao. Cambió «1. Las condiciones para la<br />

guerra popular en el Perú. 2. Situación actual del partido. 3. Presentación personal. 4.<br />

Inicio de la lucha armada. 5. Fases de la guerra y rectificaciones y 6. Toma del poder»<br />

por: «1. Presentación personal. 2. Situación actual del partido. 3. Las condiciones<br />

para la guerra popular en el Perú. 4. Inicio de la lucha armada. 5. Fases de la guerra y<br />

rectificaciones. 6. Toma del poder. »<br />

A ratos sentía que leía en voz alta, a veces que recitaba de memoria, mientras andaba.<br />

Sabía, sabía bien lo que tenía que decir, ¿lo había preparado?: Siendo el<br />

Imperialismo, como esgrimía el camarada Lenin, la última fase del capitalismo, se<br />

dirige inexorablemente hacia su total desmoronamiento, y el socialismo, hacia su<br />

victoria universal. Por eso seguía al oficial sin parar de hablar, confiado en que<br />

tampoco entendía el español. Al partido no se le ha impuesto un líder desde el<br />

extranjero, sino que cumple con el principio maoísta de líder propio: él. Importante es<br />

la unidad entre el saber, el actuar y el materialismo dialéctico, no olvidarlo nunca. Por<br />

eso, expulsar del partido a los teorizantes es mandatorio, como aniquilar el<br />

aventurerismo. Toda revolución es práctica. Cercaremos las ciudades desde el campo.<br />

Está en nuestras manos el <strong>futuro</strong> nacimiento de la República Popular del Perú. No<br />

dejaba de sorprenderle que ese cielo color plomo se pareciera tanto al de la sucia


Lima.<br />

Toda forma de movimiento contiene su propia contradicción particular, las puertas se<br />

abren y se cierran, los pasillos van en ambas direcciones, llevan y traen, como aquel<br />

que acababan de cruzar por ese enorme laberinto de puertas, tropezando con<br />

administrativos, hombres de rango, secretarias, hasta llegar a la sección de<br />

Operaciones, abrir unas cuantas puertas más y atravesar esa última, Inteligencia y<br />

Comunicaciones, donde lo esperaba tras una mesa impecablemente vacía y luminosa.<br />

En realidad Mao no parecía conforme: ¿comprendía el camarada que la el Partido<br />

Comunista Chino atravesaba un proceso de autocrítica? Tampoco esa frente angosta<br />

le pertenecía. Hemos observado que en su pasaporte figura un nombre que no se<br />

corresponde con el remitido por nuestra embajada en Perú. ¿Era un impostor, un<br />

espía, un agente del imperialismo? ¿Es usted Abimael o Abismael? ¿Su madre murió<br />

o lo abandonó? ¿Es usted padre de una niña? ¿Quién es su padre, señor? Sabemos<br />

que la única forma en que el pueblo puede tomar el poder es destruyendo la vieja<br />

maquinaria del estado en manos de los reaccionarios, pero por favor, háblenos de<br />

usted: nombre completo de sus progenitores, ciudad de nacimiento, número de<br />

documento nacional de identidad y domicilio, vamos a tener que mantenerlo bajo<br />

vigilancia... ¿Ha mantenido usted contacto con la embajada norteamericana en su<br />

país? Sabemos que a las contradicciones hay que vencerlas, de ahí que estemos en la<br />

fase decisiva de la revolución, la Revolución Cultural, así que le recomiendo que<br />

colabore porque el partido tiene mil ojos y mil oídos, incluso en su país. Las<br />

facciones blandas y femeninas le habían sido arrebatadas al Gran Timonel por un<br />

intrigante oficial que ahora le ordenaba desvestirse, dejar todas sus pertenencias sobre<br />

la mesa, y colaborar. Debemos decirnos la verdad por amarga y dura que sea, dijo<br />

citando al camarada Lenin. Entonces Abimael entrevió por la ventana un barullo<br />

reconocible, entre las rejas, más allá de las vallas, que se asomaba con un estruendo<br />

de siglos, reconoció a sus padres entre la multitud, se vio a sí mismo, años más tarde,<br />

viendo llevar el féretro de una camarada caída en combate, escuchó el rumor de<br />

trompetas llamando a la batalla, banderas rojas poblaron los cielos del mundo,<br />

alguien cerró la puerta de la celda y solo ante la multitud creyó oportuno saltar sobre


un banco y dirigirse a las masas vociferantes: Camaradas, nuestra labor armada ha<br />

dado inicio un día como hoy, la historia nos lo demanda, nuestro cometido es el poder<br />

y nada más, somos los iniciadores. Las tinieblas se despejarán y se abrirá ante<br />

nosotros el luminoso camino del nuevo mundo. La ofensiva estratégica de la<br />

revolución se enfrentará al imperialismo reaccionario, y con sus propias manos,<br />

dientes y uñas le arrancará las ojos para que no vuelva a ver más, sus vísceras<br />

pestíferas serán extirpadas y calcinadas sobre la faz de la tierra, llamas heroicas las<br />

convertirán en cenizas, sus lenguas las ataremos a piedras que lanzaremos al mar para<br />

que el explotador no vuelva a pronunciarse contra la voluntad del pueblo, y toda su<br />

podredumbre será consumida por el fuego de la justicia y la libertad que iluminará<br />

por siempre el porvenir. Vencer, batir, arrasar, no dejar nada, ni siquiera el recuerdo<br />

de lo que jamás ha de volver. Somos los hacedores. Somos los iniciadores. Nuestras<br />

armas no son otra cosa que nuestra confianza en el marxismo, leninismo,<br />

pensamiento Mao Tse Tung, en la clase obrera, en el proletariado internacional, en el<br />

campesinado, en las bases y en el Partido. Una misma promesa nos une y emociona,<br />

camaradas, ha llegado la hora de actuar, el <strong>futuro</strong> está aquí.<br />

EEU


NO FICCIÓN<br />

<strong>El</strong> Presidente del País de los Horrores<br />

Querido señor Presidente: es usted un hijo de puta. Usted y sus ministros. Se lo digo<br />

así, de entrada, porque sé que nunca va a leerme, como nunca lee usted libros, ni nada<br />

más que periódicos deportivos como usted mismo ha confirmado, jactándose, como<br />

buen español de ser un ignorante. No se engañe, por eso lo han votado tanta gente.<br />

Perdonen los demás el exabrupto, pero es que está demostrado que somos lo que<br />

nuestros padres nos han educado, y si usted y sus ministros son como son, es porque<br />

sus madres muy bien no lo han hecho. A pesar de los colegios de pago, de pertenecer<br />

a la oligarquía de épocas dictatoriales, etc.<br />

Verá usted, señor presidente. Lo que más me molesta no es que usted sea un bastardo<br />

malnacido, sino un ignorante, y sobre todo un mentiroso. Se presentó a unas<br />

elecciones diciendo que no haría cosas que ahora hace. Dijo hace tiempo que la<br />

posibilidad de una amnistía fiscal le parecía injusta y absurda, y no ha tardado ni tres<br />

meses en recurrir a esta medida de forma injusta y absurda, como señala el diputado<br />

de IU Alberto Garzón al que usted y sus secuaces ningunean como a cualquier otro<br />

que no sea seguidor suyo. Ésa es la democracia que ustedes entienden, ignorar a los<br />

representantes de la ciudadanía que no les afín. Usted dijo que la Sanidad y la<br />

Educación no se tocaban, y la han tocado pero bien. A la banca nada, y eso que los<br />

grandes expertos en economía señalan que, o le metemos mano a sus amigos de las<br />

finanzas, o nos vamos a pique.<br />

Le voy a explicar unas cuantas cosas dado que usted es un ignorante que lee prensa<br />

deportiva en lugar de libros de historia, economía o política. Durante los años 20<br />

hubo gente que tuvo la genial idea de crecer mucho, por encima de sus posibilidades<br />

como ahora tienen ustedes tan de moda decirnos. Tanto que incluso a Churchill, para


salir de la situación de postguerra, se le ocurrió revalorizar la libra, lo que trajo bajada<br />

de sueldos y aumento de las horas de trabajo. No sólo no se creció por encima de lo<br />

esperado sino que destruyó la posibilidad de crear un modelo sostenible de<br />

crecimiento basado en el consumo, lo que permite terciarizar una economía y hacerla<br />

verdaderamente competitiva. Eso es ser un país desarrollado y no ganar mundiales de<br />

fútbol. Cuando llegó la crisis del 29 y la posterior recesión mundial en los 30, en un<br />

país tan poco sospechoso de socialista, comunista o lo que ustedes quieran, como<br />

EEUU, decidieron adoptar una cosa llamada New Deal, que consistió, entre otras<br />

cosas, en subir los sueldos y bajar las horas de trabajo. Como consecuencia, había<br />

más puestos de trabajo para cubrir esas horas de menos, y los que salían de su trabajo<br />

lo invertían en consumo, lo que reactivó la economía y permitió al país dar un<br />

definitivo empujón hacia arriba para salir victorioso de una Guerra Mundial que libró<br />

en tres continentes.<br />

Por si usted no lo sabe, las medidas que está ejecutando han conseguido lo contrario.<br />

Hablo en pasado porque tal vez no lo sepa, pero no hay nada nuevo en los famosos<br />

"recortes". Argentina, Chile, Polonia, Rusia y así hasta un largo etc de países<br />

engrosan una horrible lista de fracasos de las políticas neoliberales de Milton<br />

Friedman y el Consenso de Washington que desde los 70 llevan intentando hacernos<br />

creer que sumergir a un país en el shock económico es una salida a la crisis. Jamás las<br />

medidas de la Escuela de Chicago han funcionado. Jamás un país ha salido de la<br />

crisis de esa forma. Jamás una sociedad se ha beneficiado de ello. Por el contrario, ha<br />

generado suicidios, deterioro del Estado del Bienestar (que ustedes insisten en decir<br />

que se ha terminado mientras vemos cómo crece y se desarrolla en otros países de<br />

nuestro entorno) y ha destruido el <strong>futuro</strong> de numerosas generaciones.<br />

Usted miente, señor Presidente, y es sumamente peligroso. Porque el anterior era un<br />

inútil, pero usted es un pirómano en mitad de un incendio. <strong>El</strong> otro creía vivir en el<br />

País de las Maravillas y usted nos está sumiendo en el País de los Horrores. Toda


política fiscal que no se base en la generación de riqueza, toda medida relativa al<br />

empresariado que no atienda prioritariamente a las empresas que cotizan más del<br />

60% de sus ganancias en forma de sueldos e impuestos en España (y no Repsol, que<br />

solamente invierte un 20% y ahora la defienden como española; hay empresas<br />

extranjeras que reparten más beneficios al conjunto del país), todo lo que no sea<br />

alumbrar un <strong>futuro</strong> basado en la investigación y no en el trabajo precario, es destruir<br />

el <strong>futuro</strong> del país. A usted y sus secuaces se les llena la boca diciendo que hay que<br />

fomentar el emprendedorismo, y en lugar de ello desarrollan un plan basándose en los<br />

ideales especulativos de los dirigentes de la CEOE cuyo historial de empresas<br />

arruinadas por la especulación de la que ellos salen indemnes mientras el Estado se<br />

hace cargo de los parados que dejan es absolutamente bochornosa. <strong>El</strong>iminan de todo<br />

plan de emprendedores la posibilidad del emprendedor social y generan únicamente<br />

una nueva casta de tiburones amparados en una reforma laboral neofeudal.<br />

Ustedes se olvidan que los países desarrollados como EEUU, Alemania, Francia, etc.,<br />

invierten entre el 2’6 y el 3’4% del PIB en I+D+I. España no sólo necesita un<br />

esfuerzo superior (en torno al 6%) para ponerse a su altura sino que ustedes nos bajan<br />

la inversión del 1’3% al 0’9%. Para entendernos, usted que sólo lee sobre deportes, es<br />

la diferencia entre inventar un coche, y fabricarlo. Quien lo inventa tiene los<br />

beneficios de todos y cada uno de los coches que se venden. Quien lo fabrica sólo de<br />

las unidades que salen de su fabrica. ¿Dónde se inventan los coches? En Alemania,<br />

por citar un caso. ¿Dónde se fabrican? En España, Polonia o Rumania. Es evidente de<br />

quiénes estamos más cerca, pues. Al darle el hachazo que usted le ha dado a la<br />

investigación nos condena a ser un país de camareros, portaequipajes, y por supuesto<br />

de trabajadores poco o nada cualificados que trabajemos para empresas extranjeras a<br />

sueldos miserables mientras tenemos la moneda de los países con mejor calidad de<br />

vida. Si seguimos en el euro es para vivir como ellos, no para que ustedes nos hagan<br />

vivir como en Botsuana con precios de París.


Usted nos está suicidando económicamente. Tal vez no sepa quién es Paul Kruggman,<br />

pero es Premio Nobel de Economía. Para él es evidente que usted nos miente o no<br />

quiere darse cuenta de que no estamos ni siquiera en recesión, sino en fase de<br />

depresión, y sus medidas nos hunden cada vez más. Ha aceptado ser el banco de<br />

pruebas del FMI, cuyas medidas ya arruinaron a varios países, pregunte si no por<br />

Grecia o Italia donde están fracasando estrepitosamente. Usted no le dice a la gente<br />

que estamos metidos en una III Guerra Mundial cuyas armas no son de fuego, sino<br />

que tienen a forma de experimentos socio-económicos, donde los tanques son<br />

agencias de calificación de la deuda, donde los países utilizan a los ciudadanos para<br />

intereses ajenos a estos, y donde, al final, la gente está muriendo y sufriendo, como<br />

en cualquier guerra. Usted nos dice que es bueno meter a cuarenta alumnos por clase,<br />

que es bueno que haya menos profesores, menos médicos, menos atención sanitaria, y<br />

a veces pienso que simplemente usted es gilipollas, que no puede ser que actúe con<br />

maldad. Y créame, lo sigo pensando. Los malos seguramente son otros, usted no tiene<br />

la inteligencia suficiente para darse cuenta de todo eso. Sí la tiene, en cambio, para<br />

saber que todo esto puede traer revueltas sociales, agitación en la calle. Por eso va a<br />

aprobar una medida por la cual será terrorismo y condena criminal resistirse a la<br />

voluntad del Gobierno expresada en sus brazos de coerción, es decir, al policía. Como<br />

yo le estoy diciendo esto, seguramente me acusará de terrorismo por incitar a la gente<br />

a decirle a usted las verdades a la cara.<br />

Señor Presidente, usted no quiere decirlo porque la Führer Merkel le amenaza desde<br />

el IV Reich que se ha instalado. No es una exageración, oiga, que lo dice hasta el<br />

Financial Times que como todo el mundo sabe es muy de izquierdas sin duda.<br />

Estamos metidos en mitad de una III Guerra Mundial, vuelvo a repetírselo, y no es<br />

una idea únicamente mía, sino de gente de esa que ha estudiado, tiene doctorados, ha<br />

dado clase en varias universidades, ha viajado por el mundo, ha leído mucho, mucho,<br />

habla varios idiomas, ha vivido diferentes procesos de crisis y recuperación, y a<br />

algunos también les gustan los deportes. Pero también ven que ustedes nos metieron<br />

una primera fase de Movimientos Financieros que ahogaron nuestra economía y


ahora nos meten en una fase de Posiciones para hundirnos en el shock, en el miedo,<br />

en la angustia.<br />

Solo le deseo que si algún día la sociedad se rebela, salimos a la calle, tomamos los<br />

poderes públicos, proclamamos una Asamblea Constituyente, convocamos un<br />

referéndum sobre la forma de Estado, disolvemos los partidos actuales y los<br />

obligamos a refundarse en partidos que atiendan a las ideologías políticas y no a las<br />

económicas, establecemos un sistema de elecciones realmente democráticas, nos<br />

salimos de la moneda alemana (llamada también euro) y establecemos pactos<br />

bilaterales con los países importantes, invertimos en educación e investigación. Si<br />

todo eso pasa y empieza con una mecha que la sociedad enciende. Si pasa y<br />

asaltamos su palacete en la Moncloa, ojalá usted esté ya camino del exilio en Berlín.<br />

O lo va a pasar mal. Muy mal.<br />

ARD


POESÍA<br />

Tiempo<br />

Refugios<br />

No deberíamos permitir<br />

que lo único que nos pase<br />

sea el tiempo.<br />

En cada mañana<br />

despertar,<br />

la almohada,<br />

la puerta cerrada,<br />

.Silencio.<br />

Todo en orden.<br />

No deberíamos conformarnos<br />

con rincones,<br />

socaires,<br />

huecos.<br />

Deberíamos gritar.<br />

Y reventar a patadas<br />

los sillones.


<strong>El</strong> deseo<br />

Hilvanarás con arrugas,<br />

la demente labor<br />

de los relojes.<br />

Y el tiempo y la<br />

costumbre te entregarán<br />

razones,<br />

para que zurzas<br />

el insostenible inconformismo<br />

del alma.<br />

Pero la verdad, es que Tú,<br />

Ahora,<br />

Estas ahí en la esquina,<br />

con el iris, adolescente aún,<br />

palpitando en ámbar.<br />

(Porqué esa calle, te mira,<br />

y te devora.)


A cuestas<br />

Hoy es ya obligatorio,<br />

porque me lo dice la piel y los armarios,<br />

ser nómada, en esta ciudad nueva.<br />

No detenerse más que en las afueras,<br />

o si acaso,<br />

en la periferia circular, de la luz<br />

amarilla de las farolas.<br />

Con la maleta a los pies,<br />

llena toda de reproches<br />

que ya poco importan.<br />

Así, que tendré que llevarlo<br />

todo a cuestas,<br />

porque ya no sé<br />

en qué esquina está el frigorífico,<br />

ni dónde olvidé los<br />

recuerdos,<br />

ni cómo sonaba el eco de los abrazos.<br />

Ni cuál es la llave que cierra<br />

esta puerta.<br />

CM


Armagedón<br />

(<strong>El</strong> poema que señala el fin de los tiempos)<br />

Introducción: La llamada<br />

¿Dios?...<br />

¡Oh, Dios!, ¿sigues estando ahí?...¡DIOSSSSSSSSSSS!<br />

(Pausa de silencio)<br />

Un sonido sucio, apagado,<br />

Un rumor de discusión, un ladrido,<br />

Luego: la inquietud de una botella vacía rodando por el suelo,<br />

Por el suelo de una habitación muerta,<br />

La luz mortecina en un lavabo apocalíptico<br />

Donde yacen millones de almas arrojadas a la fuerza,<br />

-llamémosle problema relativo a las vísceras-,<br />

Y el hombre que se arrastra por el suelo<br />

Sorbiendo desesperadamente las gotas de whisky<br />

Que copulan con la moqueta.<br />

Ya sabemos que es un acto que denota vileza,<br />

Pero el hecho es que está ahí, delante mismo de nuestros deseos,<br />

De nuestro crimen de ser humanos.<br />

Y el hombre de nuestra habitación sigue lamiendo su vergüenza,<br />

Su pudor,<br />

Su insatisfacción,<br />

Su hedor social,<br />

Su misticismo amputado en aras de la ciencia del confort,<br />

Purgando su odiosa dependencia al dios de nuestra era,


Que enfundado en trajes a medida,<br />

-trajes de aparente poder-,<br />

Lo observa todo desde la sucia silla de un director de banca.<br />

Mil relojes bramando,<br />

La cloaca apestando<br />

Y los reptiles arrastrándose por infernales catacumbas,<br />

Pasillos de metro atestados de insatisfacciones<br />

Y sudor de soledad,<br />

De miseria,<br />

De ilusión de invulnerabilidad,<br />

De deseo sexual,<br />

De muerte,<br />

De no necesito pensar,<br />

No necesito…<br />

Y el escarabajo de oro que se oculta,<br />

Se oculta, oculta. Sé.<br />

No sé.<br />

Las crucifixiones vuelven a estar de moda,<br />

Los yonquis, los parricidas, la inmundicia, los parias, el desespero,<br />

Todo se consume, todo se absorbe, todo se asimila…<br />

Tiempo… Suero,<br />

<strong>El</strong> suero que nos mantiene vivos como zombis comatosos,<br />

Y la eterna pregunta en la boca de los parias: ¿sientes algo?<br />

(Pausa de vómito)<br />

<strong>El</strong> televisor al fondo,<br />

<strong>El</strong> zumbido en los oídos,<br />

La metamorfosis en el alma,<br />

Los álbumes de fotos cubiertos de telarañas,


La enciclopedia haciendo juego con el color del mueble del comedor,<br />

<strong>El</strong> sonido de las tragaperras en el bar,<br />

Los autómatas integrados en el asiento de al lado.<br />

“¡Oye, sí tú… oye, sí… hazme caso… voy a hacer…!”<br />

“No me importa una mierda lo que hagas o lo que dejes de hacer”<br />

…Muérete cabrón, hijoputa, bastardo, Ser Humano,<br />

¡MUÉRETE!<br />

Pues yo ya he muerto hace más de mil años.<br />

Recuerdo… recuerdo…<br />

Sí, fue en los orígenes de nuestro Tiempo<br />

Cuando el verbo se hizo carne<br />

Cuando Jesús nos desafió muriendo por amor<br />

¿Puede haber pecado mayor?<br />

(Pausa de reflexión)<br />

Los otros, los Otros… los Otros Grandes Jueces,<br />

Muchas miserias en miserables y diminutas bocas,<br />

Bocas con el carmín corrido,<br />

Distorsionado,<br />

Carmín color frustración, mediocridad y millones de cosas peores.<br />

Y el hombre de la habitación<br />

Comienza a sentirse infinitamente mejor,<br />

Etéreo, místico, Divino,<br />

Y todo por el hecho de haber encontrado un poso olvidado<br />

En una botella de licor ancestral<br />

Perdida bajo un montón de ropa sucia,<br />

Me refiero a neuronas, calcetines, axones, calzoncillos.<br />

Un puto trago:


COMUNIÓN<br />

LA VIDA PUEDE SER INCREÍBLEMENTE HERMOSA en un segundo etílico,<br />

De fondo, un crujir acompasado de muelles en el piso de al lado,<br />

Y cientos de miles de padres y madres maltratando a sus hijos,<br />

Abandonando a sus animales predilectos en ciudades lejanas,<br />

-áridos desiertos de NoAmor-<br />

Y los manipuladores noticiarios asfixiándote a la hora de comer<br />

Haciéndote sentir un ser infinitamente Afortunado,<br />

Un SemiDios en ConsumoCity,<br />

Un Voyeur del Dolor Ajeno:<br />

Los nazis alemanes vuelven a la carga contra los turcos,<br />

Muere al tirarse desde una ventana tras matar a su mujer,<br />

Dos africanos viajan 16 días ocultos en un contenedor,<br />

Cinco desparecidos en un naufragio,<br />

Querella contra 12 empresarios por vertido de aguas contaminadas,<br />

Protesta por un centro de toxicómanos,<br />

Hacienda embarga a un parapléjico<br />

Para, para, para qué, qué, qué… ¡puta MIERDA!<br />

(Pausa pausa pausa pausa dolor en el vientre)<br />

Y la pregunta: ¿por qué dices tantas veces la palabra puta?<br />

(Pausa pausa pausa pausa por el placer de parar de una puta vez)<br />

La música de fondo me apacigua,<br />

-Whistle in the Wind, de Tom Waits-<br />

Me inunda de esos banales pensamientos positivos que tanto odio<br />

Mientras la pareja de al lado se promete amor eterno


¿Eternidad?<br />

¡Oh, Dios mío… otra vez tú!<br />

¿Sabes?. Me estoy empezando a hartar<br />

Y me atraganto con tus recuerdos<br />

Con tus caricias<br />

Con tu perfume<br />

Con tus sueños<br />

Porque, en el fondo,<br />

Eres la última persona a la que desearía ver ahora,<br />

Al menos con vida.<br />

<strong>El</strong> dolor manifestándose en cada uno de tus orgasmos,<br />

My sweet lady Jane<br />

¿qué tal, cómo lo llevas?<br />

¿le has puesto mi nombre a tus hijos?<br />

Por favor, suplícame que te deje en paz<br />

(Pausa por dolor anímico)<br />

E, inevitablemente, la negrura acaba engulléndolo todo,<br />

Y el sonido del cristal al romperse contra el suelo…<br />

CLINCKKKKKK… CLINCKKKK… CRAAAAACKKKKK…<br />

Interzona: Los Presagios.<br />

Sangre en la planta del pié después de acariciar el vidrio,<br />

No hay rastro del dolor,<br />

Dolor,<br />

Caída,<br />

Reinado de la Voz Interior,<br />

Y todo comienza con un susurro.


Sí, debió suceder así,<br />

En una sucia y desesperada noche a punto de coagularse,<br />

La cuarta en una serie repetida de diez,<br />

Menopausia y dejadez cohabitando en el piso de abajo,<br />

Y las eternas manchas<br />

Manchas enormes de Humedad, Sangre, Semen, Sudor, Religión,<br />

<strong>El</strong> carnaval del asco caminando a cuatro patas,<br />

Simbolismo arcaico de la enajenación mental africana<br />

Y el fantasma del paludismo acudiendo a la consulta<br />

De tu dentista favorito.<br />

Sí, debió suceder así,<br />

<strong>El</strong> eterno yonqui de amor vomitando<br />

En la trastienda de su penúltimo fracaso,<br />

La anticipación,<br />

<strong>El</strong> Mescal,<br />

Suero de Olvido,<br />

Del Redescubrimiento,<br />

<strong>El</strong> Brebaje Suicida que sólo ingieren los Locos,<br />

Presumidos funambulistas demacrados por la falta de sinceridad.<br />

Y el desastroso estandarte de las generaciones futuras,<br />

Que sucumben bajo las fauces del dios Hastío,<br />

Se adivina perecedero,<br />

Mustio, Acabable, Caduco.<br />

De fondo, como siempre, la patética fotografía<br />

De esas mismas generaciones llorando<br />

Porque desconocen el significado de la palabra Dolor<br />

Y de las palabras:<br />

HAMBRE<br />

HECATOMBE<br />

HOMBRE


MUJER<br />

CORDÓN UMBILICAL<br />

Y la dentadura postiza del Hacedor<br />

Sigue pudriéndose en el vaso de cristal.<br />

Y la mujer reclama su costilla<br />

Y un Eclipse de Razón,<br />

Y 50.000 razones más para advertir siniestros presagios<br />

En un Cielo Color Insatisfacción,<br />

Color Necedad,<br />

Color Podredumbre,<br />

Color Coitus Interruptus.<br />

Y, desde el fondo de la cloaca de almas<br />

La vieja y gorda rata sigue enseñándonos los dientes,<br />

Agujeros negros que conducen al mundo interior,<br />

Al mundo de la succión,<br />

De la intransigencia,<br />

Del desgaste.<br />

¿Acaso hemos caído en las fauces de la diosa Envidia?<br />

Una vez más, una vez más, una vez más,<br />

Es la eterna súplica<br />

Que configura nuestro demacrado universo espiritual.<br />

Y la muerte muriendo por penúltima vez<br />

Al lado del papel higiénico habitual.<br />

Y el inicio de la sabiduría:<br />

“siento que es inútil soñar”<br />

Y el eco amargo del suicida de los viernes<br />

Levantándose la tapa de los sesos<br />

Al amparo de la penumbra que proporciona la Incomunicación.<br />

La foto de Ian Curtis,<br />

La sombra de la soga contra la pared,


Una película de Herzog,<br />

Esposa e hija muriendo un poquito por dentro<br />

Y, como conclusión:<br />

La embriaguez que provoca la visión de ese cuadro de Goya<br />

“el sueño de la razón produce monstruos”<br />

Los monstruos amándonos por error,<br />

Error,<br />

Espermatozoide más óvulo igual a quiebra de la homeostasis,<br />

Y el Hacedor que se hace una paja con chinchetas en las manos<br />

Y la Humanidad y su Jodido Orgullo<br />

Y la Humanidad<br />

Y la Mierda<br />

Y la Distorsión<br />

Y el Coágulo Bendito<br />

¡Hijo de Puta!, ¿No tenías nada mejor que hacer?<br />

Y la Maldición se extiende a Ti y a Tus descendientes,<br />

Tus criaturas,<br />

Tus delicados inventos con apariencia humana<br />

Y mente de demonio.<br />

Los pedos del vecino me hacen bajar de la nube,<br />

Debe ser una Nueva Era,<br />

La era del Armagedón:<br />

Doscientos eunucos lanzándose a la vía del tren,<br />

Y el tren que se niega a parar,<br />

Chirriar de ruedas,<br />

Criminal, in crescendo,<br />

Gritos y la muerte copulando con dios mientras sonríe,<br />

Puesto que la sonrisa disimula,<br />

Corrompe,


Corrompe y disimula<br />

Y se deja caer por supuesta ingravidez.<br />

Y como epílogo<br />

Las llamas consumiéndome,<br />

Las mismas llamas que una vez creé-<br />

¿Epílogo?<br />

Vagabundo 1: “Dios no existe… y si existe, necesita una mujer”<br />

Vagabundo 2: “Me gustaría que si hubiera Dios fuera mujer. Y que esa mujer fuera<br />

lesbiana”.<br />

Vagabundo 1: “¿Por qué?”<br />

Vagabundo 2: “Cuestión de sensibilidad, supongo”.<br />

Vagabundo 1: “Por cierto, ¿te queda algo de ginebra?”.<br />

Vagabundo 2: “Lo siento, no queda nada”.<br />

JMVF


En tierra de nadie<br />

[Sobre el imaginario de Javier Roz]<br />

Luego coja la silla y siéntese, de cara a la pared.<br />

Pregunte.<br />

Acerque su oído y péguelo a la pared, escuche<br />

atentamente. Al principio, nada. Roce con la yema de los<br />

dedos la superficie, pegue las palmas de las manos. Desde<br />

tiempo inmemorial las paredes tienen un poder mágico,<br />

casi sagrado. Trate de captar la respuesta a través del<br />

tacto, por ósmosis. Pregunte una y otra vez, a veces a viva<br />

voz, a veces en silencio. Deje que el tiempo también<br />

trabaje su parte. Haga de este proceso una forma de vida.<br />

[…]<br />

para H<br />

lo difícil es hacer las preguntas<br />

rozar límites<br />

–en tierra de nadie–<br />

sobrevivir sin escafandra al primer aliento de las estrellas<br />

o a la última cena sin la urgencia del engaño ni el milagro de los<br />

panes y los peces<br />

sobrevivir a la última catástrofe del mundo<br />

o al primer beso<br />

sin la lluvia en sordina de los bandoneones o bajo la música ajena<br />

de los ignorados<br />

lo difícil es hacer las preguntas


acariciar límites<br />

bajo el oscuro grisú de las mañanas perdidas<br />

que nunca vuelven<br />

mientras alguien empuja una vagoneta hacia los senderos del<br />

último<br />

alarido de la tierra<br />

sin haber sentido nunca de cerca<br />

ni una sola vez –al menos– con la respiración convulsa y en<br />

silencio<br />

la mirada salina de un ahogado<br />

o el llanto roto<br />

por la agonía de los árboles<br />

lo difícil es hacer las preguntas<br />

rozar límites<br />

ante un rostro sin boca o ante una silla sin nadie<br />

en apariencia<br />

ahí detenida<br />

(sin un punto de luz)<br />

frente a la pared en una habitación blanca<br />

acariciar límites<br />

para lanzar la honda cargada de palabras azules –en un arrebato de<br />

incertidumbre–<br />

hacia el pez que cuelga del anzuelo<br />

hacia el pez que se agita<br />

en medio del frío y los hilos eléctricos de la muerte<br />

hacia el movimiento púrpura de las nubes<br />

bajo el cobijo de los epistolarios y los raíles de cuerda<br />

lo difícil es hacer las preguntas


ozar límites<br />

junto a unos zapatos desnudos a la intemperie y sin ataduras<br />

y unas raíces resucitadas a lápiz<br />

que crecen hasta el fondo en erupción<br />

de la conciencia<br />

y unos cordones desatados que huyen como lágrimas<br />

de pájaro<br />

por la nieve<br />

de todas las cartografías y de todas las baldosas<br />

lo difícil es hacer las preguntas<br />

acariciar límites<br />

ante una sonrisa que no llega a ser ni mueca<br />

ante la melancolía de las tardes de domingo iluminadas a<br />

carboncillo<br />

y del otro lado<br />

la nostalgia por haber vivido<br />

ante cada minuto que pesa y nos salva<br />

ante la no presencia del hijo lapidado frente a la madre<br />

ante la fruta del carámbano en el huerto junto a la casa<br />

ante la punta seca de los ácidos<br />

y el olor a manzana verde que se precipita desde el firmamento<br />

en los quirófanos y en los hospitales<br />

ante la bondad de aquel que aún no ha regresado<br />

de aquel que se ausentó<br />

para siempre<br />

por los enjambres de la luna nueva persiguiendo<br />

una mantis religiosa<br />

o ante la bondad de aquel que se fue a buscar agua al río<br />

un atardecer de abril


y nos trajo en las gasas del crepúsculo<br />

todos los colores de los castaños y los robles y los alisos<br />

y los esparció<br />

por la bahía de todos los confines<br />

como pompas transparentes de salitre<br />

y de <strong>futuro</strong><br />

lo difícil es hacer las preguntas<br />

rozar límites<br />

ante la desnudez en los cráneos de los insomnes<br />

ante unos cuerpos que bracean ya sin aliento<br />

que nadan abrazados<br />

al antojo de las aguas<br />

buscando la feliz orilla<br />

y encuentran<br />

solo<br />

la amapola inmensa de la tenaza y el olvido<br />

apenas antes supe de la belleza en las manos de otros seres<br />

apenas antes –desde otras pupilas– vi la tinta<br />

fluir<br />

con tanta claridad<br />

precipitarse así<br />

(delicuescente)<br />

para arrojar la piedra sagrada<br />

de la liturgia y los escapularios<br />

apenas antes supe del vacío inmóvil en las poleas<br />

ni en los gestos de otros seres<br />

ni en los rojos racimos de las explosiones<br />

ni en las alcobas ciegas<br />

ni en los estercoleros donde se alimentan las libélulas


ni en los inacabados cortometrajes<br />

mudos<br />

ni en las cacerolas que aun huérfanas<br />

se deslizan como almas en pena<br />

como temblorosos querubines<br />

sobre el fogón<br />

de los hambrientos<br />

parvularios<br />

apenas antes supe del rocío tras la noche en los desagües<br />

de los aliviaderos públicos<br />

ni en los kioscos de prensa<br />

ni en los carritos de los helados<br />

ni en las trincheras<br />

ni en las galerías de los manicomios<br />

ni en los vis a vis de las cárceles<br />

ni en los cantos de sirena de las ambulancias<br />

ni en las urgencias<br />

de las licorerías<br />

en la garganta de mil caballos que duermen mientras galopan<br />

he encendido luces de gálibo para las tinieblas<br />

bujías y lámparas de aceite para las tinieblas<br />

carburos y dinamos para las tinieblas<br />

lo he dispuesto todo así<br />

para arrojar piedras a los ríos<br />

profundos de las interrogaciones<br />

para poder dibujar en los muros soñados de la lluvia<br />

un balcón con geranios blancos<br />

del que cuelguen<br />

al sol<br />

zurcidos


los pecados de todas las infancias<br />

lo difícil es hacer las preguntas ¿recuerdas?<br />

deshacer límites<br />

para que el vuelo<br />

del hombre<br />

con cabeza de pájaro<br />

que viajó hacia el limbo apacible de las piedras y las indagaciones<br />

hacia la felicidad o el sufrimiento y el exilio<br />

no sea en el porvenir<br />

sino una línea<br />

muy<br />

frágil<br />

de sangre<br />

que se multiplica<br />

bajo la lengua glaciar de tu memoria<br />

un nudo de bambú mostrándote el camino en medio del jardín del<br />

unicornio<br />

[…] Ahora ya puede levantarse.<br />

JPW


Venida de lo incierto<br />

pequeño<br />

pero estoy para abrirte el libro de los astros carbonizados y las anémonas de mar<br />

que muy pronto tendrás que descifrar con tu lengua<br />

con tus pequeños dedos aún limpios<br />

con tus lágrimas<br />

la sinfonía de victoria que hayas aprendido en la infancia será sepultada en el<br />

momento menos esperado<br />

todo aquello que te acobija será destruido<br />

y ya no habrá más mano que la tuya para desenterrar los miles de muertos detrás de ti<br />

para que descubras las ruinas que ocultan la bestialidad<br />

pequeño cosmo<br />

cómo he podido traerte<br />

a este silencio que sólo es interrumpido por los tiroteos en las calles<br />

los aullidos<br />

las protestas<br />

las sirenas de las ambulancias y las alarmas de los almacenes y los lamentos de las<br />

mujeres de blanco que besan la última palabra de sus hijos después de una fiesta que<br />

solo era víspera de una tormenta de navajas sin vencimiento<br />

hay tantas partículas de miedo diseminándose por la atmósfera en esta ciudad<br />

erosionada olvidada de una mano tierna que la eleve una mano que acaricie su cuerpo<br />

sin belleza<br />

(son bonsáis los decapitados en las plazas y nadie se asusta<br />

las mujeres abren sus piernas a los lobos y nadie las recuerda)<br />

estoy aquí<br />

pequeño<br />

con mis manos a punto de caer a un pozo de serpientes<br />

con mi cabello sin la vistosidad de los peces y los arcoíris


he caminado tanto sobre la herrumbre y los sótanos que mi voz ya no es de la textura<br />

del cielo ni de la plata ni de un manantial turquesa<br />

no entono la esperanza<br />

ni tengo monedas en mi corazón para darte de ofrenda<br />

ni los girasoles tejen mis sueños con delicadeza<br />

apenas puedo contarte esto que sabrás muy bien cuando crezcas cuando al fin puedas<br />

entrar a lo incierto<br />

porque afuera sólo encontrarás una estación de escarcha para tus pies<br />

una estación de cucarachas y ratas<br />

una estación donde tendrás que aprender a dormir a levantarte<br />

a entrar a ascensores<br />

ilusorios<br />

a ser un habitante más con un código de fabricación<br />

y volver cada día tan rígido como<br />

acero a tu refugio<br />

amor<br />

pequeño<br />

balbuceas aún entre mis brazos y te pareces tanto a un gorrión envuelto de claridad a<br />

pesar de tanta sangre que levanta muros uno tras otro en la ciudad<br />

sos la hierba verdísima de un extenso patio que ha recibido tantas veces la lluvia<br />

te arrullo<br />

te beso como las olas a las piedras sobre la arena negra<br />

pero no durará mucho tiempo mi cuido<br />

y entonces<br />

del paraíso sólo quedarán los huesos en la alcantarilla de la memoria<br />

MR


4 poemas<br />

Descanso: no<br />

aquí, sumergido<br />

o eso se espera.<br />

¿Y cuántas vidas<br />

han faltado para dar<br />

un paso, dos?<br />

¿Qué va a ser<br />

de las siguientes,<br />

de todas aquellas,<br />

las que terminaron<br />

por empezar?


Sin lo inscrito<br />

por dentro, tras lo oculto,<br />

de entre las gotas queda<br />

una sola memoria<br />

de lo que volveremos a ser.<br />

No hubo principio. Ahora<br />

queda el recuerdo,<br />

el miedo a la ceniza.


Una piedra envuelta<br />

y otro motivo más:<br />

la tierra no era de este mundo.<br />

−No del nuestro.−<br />

Entonces, alguien leyó y,<br />

como si siempre hubiésemos<br />

estado en la misma tierra,<br />

la tierra −esa tierra− comenzó,<br />

de pronto, a pedirnos perdón.


Acuden (hay ruinas)<br />

los muertos al golpe<br />

(un golpe), no<br />

dejan de venir. Alguien<br />

llora. ¿Quién llora?<br />

Es música. Todo<br />

en aquella música.<br />

LBG


Algunos recuerdos<br />

Por si algún día tengo nietos: espero no habéroslo de recitar.<br />

Hubo un tiempo en que vivíamos mejor.<br />

Teníamos derechos,<br />

aunque los pagáramos, como ahora,<br />

con los impuestos.<br />

Sabías que tus hijos,<br />

aunque te fueran mal las cosas,<br />

tendrían una mínima educación.<br />

Sabías que si se ponían enfermos,<br />

por muy pobre que fueras,<br />

la sociedad les procuraría tratamiento<br />

y se les haría lo humanamente posible<br />

para que volvieran a estar sanos.<br />

Sabías que el trabajo de toda una vida<br />

te procuraría el ansiado sustento, aunque bastante ajustado,<br />

durante los años que no te valdrías.<br />

Sabías que el empresario,<br />

aquel al que hoy llamáis señor y él os llama siervos,<br />

no podía pedirte lo que quisiera<br />

ni pisotearte ni estafarte.<br />

En aquellos tiempos, no mucho pero algo,<br />

podíamos reclamar el derecho del obrero.<br />

Esos tiempos, aunque no fuesen perfectos,<br />

eran mucho mejores que ahora.<br />

Pero lo poco ganado<br />

se perdió.


Las cosas parecían funcionar medianamente.<br />

Había vividores y charlatanes<br />

pero algo se hacía.<br />

La mayoría pertenecíamos al grupo<br />

que se llamaba clase media.<br />

Era como un escalón entre el rico y el pobre<br />

aunque más cercano a éste último.<br />

Lentamente desapareció.<br />

<strong>El</strong> poder oculto movió sus redes<br />

y, poco a poco, desde la sombra<br />

fue mostrando que seguía tan vivo como antaño.<br />

Sólo esperaban nuestro debilitamiento,<br />

nuestra confianza de andar camino a su erradicación.<br />

Al llegar a fecha señalada<br />

despertaron.<br />

De la noche a la mañana surgieron mil problemas<br />

por los comerciantes y sus castillos en el aire.<br />

Tenían la situación bien preparada.<br />

Estaban en los puestos donde debían estar.<br />

Vendieron nuestra soberanía a cambio de préstamos.<br />

Recortaron nuestros derechos<br />

mientras les subían el sueldo a sus títeres.<br />

Fíjate que por hablar y estar sentado 4 años<br />

cobraban sueldo de por vida<br />

mientras que a un operario que se dejaba la salud hasta los 67 años<br />

le daban cuatro monedas y apoquina:<br />

impuestos, retenciones y pensiones congeladas.<br />

Eso fue antes de que las quitaran.<br />

Inviable, dijeron.<br />

Vayan al sector privado.


Las pequeñas cosas de tan alto precio<br />

que costaron tanto tiempo y sangre<br />

se perdieron en un suspiro<br />

y sin apenas enfrentamiento.<br />

La generación dormida,<br />

nos llamaron.<br />

Pues algo sí que lo estábamos.<br />

No vimos lo que nos venía encima<br />

y nos despertamos tarde y mal.<br />

Para cuando nos levantamos<br />

ya teníamos alrededor sus perros<br />

esperándonos con porras, pelotas y gas.<br />

Las leyes<br />

en nuestra contra.<br />

Al final nos prohibieron hasta pensar.<br />

Bueno, ellos lo llamaron<br />

"mostrar conductas anti democráticas<br />

en pro de la violencia y la inseguridad".<br />

Valga decir que ellos eran los que decidían<br />

a qué se le llamaba democracia.<br />

Ahora ya se han quitado las máscaras<br />

pero hubo un tiempo que hasta algunos entre los nuestros<br />

estaban en sus nóminas y aceptaban sus normas:<br />

Chillar flojito, manifestación de domingo por la tarde<br />

y el lunes todos en fila y a trabajar.<br />

Tiempo al tiempo,<br />

yo no lo veré pero tú quizás sí.<br />

Llegará un día en que la gente vuelva a alzarse<br />

en aras de la justicia y la libertad.


Hasta entonces seguiremos así.<br />

Unos lo llaman siglo XIX en el XXI,<br />

otros la nueva Edad Oscura.<br />

Prepárate, querido,<br />

es hora de despertar.<br />

XNM


Atardeciendo en Barcelona<br />

Pasan unos chulos y luego unos freakies.<br />

Al lado cuatro franceses,<br />

No entiendo lo que hablan.<br />

Tres mujeres, en frente,<br />

chillan en catalán,<br />

tampoco entiendo.<br />

Los médicos hablando de leptina yeinsulina<br />

e investigación endocrina, se han ido.<br />

Música funky de los noventa .<br />

Y luego brit-pop o brit-rock.<br />

Esta vez es buena, por una vez.<br />

Por una vez ninguna señal.<br />

Por una vez me quedo tranquilo en el atardecer de Barcelona.<br />

Yo y mi birra.<br />

AZ


de <strong>El</strong> Síndrome de Kalashnikov<br />

Daños colaterales<br />

Creo que la vida nos reserva una carta<br />

oculta en la manga,<br />

un refugio de aire al borde de<br />

olvidados precipicios.<br />

Y a nadie le importa si fuimos ángeles<br />

o nos dejamos vencer por otros fuegos,<br />

a todos envuelve la onda expansiva<br />

que arrasa la vida a su paso.<br />

Del mundo sólo nos queda su sombra.<br />

De nosotros, las cenizas: codiciados esqueletos.


Resistencia<br />

Arañar con los ojos en blanco,<br />

remover la tierra,<br />

despegar de la piel los granos de arena<br />

que ya no nos pesan,<br />

saltar el foso y<br />

amortiguar la caída con copas y abrazos.<br />

Resistir, después de todo.


Supervivencia<br />

La vida está llena de pequeños destrozos,<br />

batallas libradas al límite y<br />

guerras perdidas que acechan<br />

como calles en curva.<br />

Nadie nos dijo que esas derrotas<br />

eran simples ensayos para la muerte.


Rojo<br />

Ascendemos por torres imposibles<br />

el corazón tan frágil<br />

quizá detrás de la roca<br />

sangre la vida un instante.<br />

NM


de Te traes<br />

(Manual sin instrucciones para amar a una pantera escandalosamente discreta)<br />

16-M<br />

Ayer volví a creer<br />

como en Córdoba en el 87<br />

que querer es poder<br />

que los estudiantes enseñan el camino<br />

que la sartén puede volver la tortilla<br />

que uno<br />

más uno<br />

más uno<br />

más uno<br />

ya no suman un montón de otros<br />

que los demás<br />

no están de menos<br />

que del prójimo<br />

no sólo me importan sus mujeres<br />

que los cajeros automáticos<br />

pueden morir de amor<br />

y los que vengan escribirán poemas<br />

en el reverso de nuestros bonos del estado.<br />

Que en Sol<br />

el sol<br />

nunca se pone.<br />

Si volvemos a caer<br />

prometo levantarme


otra vez<br />

con veinte años menos.


Erróneos, incorrectos<br />

Te dirán que los poemas no pagan la hipoteca.<br />

Que pintar los caminos de tu pena no lleva a ningún lado.<br />

Que los recuerdos del vino no son sólidos.<br />

Que pastar sin la manada es provocar la codicia del lobo.<br />

Que el tiempo es un juez insobornable.<br />

Que la revolución empieza por comprar muebles de Ikea.<br />

Que un colchón en el suelo queda lejos del Nirvana.<br />

Que es mejor un buen curriculum que una sincera biografía.<br />

Que las chicas malas van al cielo si un santo las recomienda.<br />

Que la vida es un negocio que exige garantías.<br />

Que la paz es solo la capital de Bolivia y la justicia una gallina ciega.<br />

Que agachar la cabeza sirve para ver los pozos que te esperan.<br />

Que no siempre serás joven y es mejor vender a tiempo.<br />

Que estás equivocada o loca.<br />

Que yo no te convengo.<br />

Tendrán razón y tú lo sabes.<br />

Como sabes también que la razón<br />

nunca lloró de felicidad tras orgasmo,<br />

o de premonición con un verso de Gonzalez,<br />

ni paseó sin bragas por una calle transitada,<br />

o voló aferrada a los barrotes de una ventana.<br />

No se sintió de cristal pero irrompible.<br />

no saltó al vacío con los ojos bien abiertos.<br />

ni fue vestida con pétalos de rosa<br />

por dentro<br />

y para siempre.


Por eso,<br />

porque lo sabes<br />

pero vienes,<br />

es que vamos<br />

erróneos y e incorrectos.<br />

Y por eso<br />

es que contra todos los reglamentos y manuales<br />

te quiero.


Postal de San Telmo con pantera de fondo<br />

En la esquina de San Juan y Tacuarí,<br />

donde el croissant vuelve a llamarse medialuna,<br />

mojo en café con leche el regreso a mi país<br />

donde nunca se si soy turista o retornado.<br />

Por la calle el arte grita en los murales<br />

escenas de espanto y esperanza,<br />

y en la esquina el policía de chaleco naranja,<br />

me da mas miedo que los ladrones en potencia.<br />

<strong>El</strong> aire huele a tango de discépolo,<br />

cantado por charly cuando charly estaba flaco.<br />

Los diarios hablan de dos países diferentes,<br />

pero es el mismo que dejé, destrozado e intacto.<br />

Y yo,<br />

como si San Telmo fuera la glorieta de Quevedo,<br />

escribo un mal poema para nadie<br />

que solo es para ti,<br />

tan cerca y lejos.<br />

Y como soy un boludo sin remedio<br />

me siento todo feliz que puede serlo<br />

un gilipollas<br />

enamorado<br />

y argentino.<br />

Cada vez que vuelvo


me estoy yendo.<br />

Cada vez que me voy<br />

me quedo un poco.<br />

Ojalá estuvieras esta noche aquí,<br />

para escribir juntos<br />

sobre un colchón prestado,<br />

nuestra versión definitiva<br />

de la Balada para un loco.


Ama-polen<br />

<strong>El</strong> polen que brota de tus pezones<br />

en una provocación para las abejas<br />

que viven en las puntas de mis dedos.<br />

Tu mirada oriental me desorienta<br />

y brujulea hacia un sol siempre a punto<br />

de cae sobre nosotros.<br />

Imposible se llamaba mi bisabuelo.<br />

Él también amó a una sirena en tierra firme<br />

para fundar un edén de arenas bebedizas.<br />

Mañana<br />

es una promesa que se borra<br />

en un cartel electoral<br />

recién pegado<br />

Ahora,<br />

las abejas,<br />

el polen,<br />

tus pezones,<br />

lo que te hace mejor que una sirena,<br />

todos y cada uno de tus ojos,<br />

y la cinta de moebius de esta noche<br />

que nunca se termina<br />

y siempre acaba de empezar.


Su-pongamos que hablo de Madriz<br />

(En colaboración con Marta Oltra R-Santana)<br />

La vieja niña que no acaba de crecer,<br />

se entrega por la noche a los extraños,<br />

usa la mascara de lo que no pudo ser,<br />

y busca el paraíso en los andamios.<br />

Lleva mi grito temblando en el bolsillo,<br />

vértigo de balcón que da al pasado,<br />

mis sueños de grandeza a ras del piso,<br />

y un reloj con el pulso adelantado.<br />

Esta ciudad mordisquea mis poemas,<br />

bebe mi sangre y se marcha sin pagar,<br />

siembra muchachas tristes por la acera,<br />

que no están cuando las vuelvo a buscar.<br />

Me mata de apetito y me amamanta,<br />

por tener el corazón del mismo lado,<br />

si se come su memoria se atraganta<br />

con ceniceros de versos apagados.<br />

(Estribillo?)<br />

Aunque te deje lamerle las caderas,<br />

jamas sabes si te volverá a llamar<br />

guarda en las ingles todas las fronteras<br />

que nunca me canso de cruzar


Me hace el amor y solo quiero sexo,<br />

si me enamoro se va con otro chulo,<br />

lo mira todo con gafas de diseño,<br />

camina lento, pero meneando el culo.<br />

Callejón que a veces lleva al cielo,<br />

es la mecha que recorre los andenes,<br />

caballeros sin honra que se baten a duelo<br />

por doncellas que no bajan de los trenes.<br />

Te llama por tu nombre un día cualquiera,<br />

se deslumbra con sus propios brillos<br />

al mismo tiempo humilde y altanera,<br />

corona de princesa, bragas por los tobillos.<br />

(estribillo?)<br />

Me deja pernoctar entre sus piernas,<br />

me desaloja si le va por recordar,<br />

me declara su amor por las paredes,<br />

cuando amanezca<br />

Madrid<br />

me volverá a olvidar.<br />

CSS


FOTOGRAFÍA


FOTOGR<br />

<strong>El</strong>i M


AFÍA I<br />

ora<br />

HERIDA COMO LA NIEBLA POR EL SOL


FUEGO


FOTOGRAFÍA II<br />

Agustín<br />

Aurora<br />

Calvo Galán<br />

Martín<br />

CONFUSIÓN


FOTOGRAFÍA III<br />

Ludovica Bastianini<br />

POLVO


FOTOGRAFÍA IV<br />

Daniela Sanges<br />

MICROSCOPÍA<br />

CONFOCAL<br />

el <strong>futuro</strong> también<br />

pasará por la ciencia


PINTURA


PINTURA I<br />

Pere Salinas<br />

LA PÈRDUA


PINT<br />

Carlos Esteban<br />

AFRONTAR EL PORVENIR


URA II<br />

Resano Vasilchik<br />

EDUCA PÚBLICA


CORP ORACIONES


CORRE FOCS


REP SOL


OUTSIDERS


BURBUJAS<br />

INMOBILIARIAS


RETALL ANGLÉS


ENTIDADES SOSTENIBLES


ENTREVISTA<br />

Fernando Clemot, por RDF.<br />

Hola Fernando, muchas gracias por aceptar esta entrevista, y además para un tema<br />

como <strong>El</strong> <strong>futuro</strong>, que se antoja escurridizo. Comentaremos sobre tu literatura, sobre<br />

ese local tan genial que es <strong>El</strong> Nostre Racó, y sobre cómo pensamos que será nuestra<br />

vida de aquí a unos años, y por qué.<br />

ENTREVISTA a Fernando Clemot<br />

En una palabra: ¿Cómo ves nuestro <strong>futuro</strong>?<br />

Negro. Cuesta mucho ser optimista con todo lo que nos rodea pero tal vez podamos<br />

sacar algún tipo de conclusión positiva de esto.<br />

Si conseguimos sacar algo de toda esta miseria que estamos viviendo, a cualquier<br />

nivel, el <strong>futuro</strong> puede que sea más prometedor de lo que parece. Si no conseguimos<br />

aprender de esta situación el <strong>futuro</strong> amenaza ser como la peor de las pesadillas: una<br />

vuelta atrás de dos o tres generaciones.<br />

Yo le estoy dando vueltas a la cabeza sobre que en Europa Occidental hace<br />

mucho que no hay una guerra. Históricamente, creo que nunca había pasado<br />

tanto tiempo sin una. Pienso que nos quieren llevar a ella, con toda esta “crisis”<br />

fabricada en la que están metiendo a la clase media. Cada vez nos están<br />

apretando más y más, hasta que la clase media desaparezca y así aceptemos por<br />

necesidad cualquier trabajo por salarios mínimos, de mantenimiento de la<br />

angustia, más que nada. Cuanto menos tengamos, cuanto más nos angustien,<br />

cuanto más ignorantes nos hagan, más controlables seremos. No sé, ¿qué piensas<br />

de esto? ¿Hacia dónde nos estamos dirigiendo y, por qué?


Guerras sí hubo pero en las colonias (Malvinas, Mozambique, Indochina, Argelia,<br />

Angola…) pero en territorio de la Europa Occidental, por fortuna, no recuerdo<br />

ninguna desde la Segunda Guerra Mundial. Revoluciones, desde el 68 y la<br />

Revolución de los Claveles en Portugal en 1974, tampoco recuerdo ninguna. Quizá<br />

en este momento se dan las peores condiciones económicas y sociales de los últimos<br />

años, especialmente en España y los cariñosamente llamados PIGS (Portugal, Italy,<br />

Greece, Spain), pero a la vez estas circunstancias deberían despertarnos de este<br />

acomodamiento de décadas. No podemos esperar la revolución de los que están<br />

acomodados. Nunca ha sido así: los ricos no se revelan. No podemos esperar<br />

revoluciones en Suiza, Noruega o en la City de Londres. Desde este punto de vista los<br />

PIGS somos la esperanza de algo nuevo para Europa.<br />

Hemos vivido una larga modorra ideológica. Las ideologías, en el arte y en la<br />

sociedad, las liquidó el capitalismo en los últimos treinta años y las hemos dejado<br />

morir a cambio de una vida acomodada e insípida. Nos han inoculado su forma de<br />

existencia hasta la raíz y va a ser dificil salir de ahí. Tener ideología o conciencia<br />

social ha pasado a ser algo desfasado o anticuado, muy de la Transición, como las<br />

chaquetas de pana o cantar la Internacional con el brazo en alto, y está claro donde<br />

nos ha llevado esta relajación.<br />

No es moderno formar parte de un sindicato, incluso llega a estar mal visto denunciar<br />

a tu empresa cuando se te despide o te golpea un policía. No sé por dónde ha llegado<br />

este aborregamiento pero lo han conseguido. Han desactivado la sociedad, de otra<br />

forma no se explica que no haya habido todavía una respuesta más radical a esta<br />

situación extrema en el recorte de todos nuestros derechos (laborales y sociales) que<br />

se están soportando con una pasividad sorprendente.<br />

Pronto tendremos que agradecer que nos exploten, que nos engañen y que cobremos<br />

un sueldo de miseria. Tendremos que dar gracias por tener una casa y un trabajo.<br />

Tendremos que dar gracias al capital por concedernos la vida, por seguir viviendo,<br />

por no eliminarnos.<br />

Pese a todo lo que he dicho anteriormente sigo teniendo esperanza en la gente, sobre<br />

todo en los más jóvenes. Tenemos que confiar en ellos.


¿En qué medida piensas que la gente de a pie, la que con sus acciones no<br />

controla a las masas de personas, puede meterle mano a su <strong>futuro</strong>? ¿Cuánta<br />

capacidad tenemos de inventarnos nuestro <strong>futuro</strong> y realizarlo?<br />

Tenemos todas las condiciones para cambiar lo que está ocurriendo. Un esperanzador<br />

ejemplo (aunque también habría que ver dónde acabarán algunas de esas aventuras)<br />

fue la primavera de los países árabes, movimiento todavía en curso y cuyos efectos<br />

están por ver.<br />

Aparte de movilizarnos y no ceder en derechos sociales que son fruto de la lucha de<br />

nuestros padres y abuelos habría que desactivar los mecanismos que tratan de<br />

controlarnos: el consumo y la pasividad.<br />

Tratando de ver algo positivo si algo ha demostrado la crisis es que no nos gobierna<br />

nadie. No votamos a nadie. Nuestro voto es una entelequia, un guiñol para entretener<br />

a los niños. Ni Rajoy, ni Merkel, ni Obama: nadie pinta nada. Esta crisis ha<br />

demostrado que ninguno de ellos tiene poder, todos son unos mandados que están<br />

controlados por un movimiento globalizado que, para nuestra fortuna o desgracia,<br />

finalmente se ha quitado la careta y nos ha dejado ver su cara más descarnada y cruel.<br />

¿Tienes algún <strong>futuro</strong> ideal en el que te gustaría vivir? ¿Cómo sería? ¿Cómo<br />

podríamos llegar a él?<br />

Con que reaccionáramos y saliéramos de este proceso de idiotización igualitario ya<br />

me parecería suficiente. Hemos fracasado. La generación a la que pertenezco ha<br />

fracasado. Nos tendría que dar vergüenza, nuestros padres nos dejaron una herencia<br />

de dignidad, de ilusión y de lucha, y nosotros vamos a dejar a nuestros hijos una<br />

auténtica basura.<br />

Mejorar algo esta herencia sería casi un <strong>futuro</strong> ideal.<br />

En tu novela “<strong>El</strong> golfo de los Poetas”, que es fantástica, me interesó mucho la<br />

importancia de la memoria en la construcción de la realidad. ¿Somos sólo


memoria? Coméntanos sobre ello. También me gustaría saber cómo nació esta<br />

novela, no sé por qué pienso que en un principio fue un relato que expandiste,<br />

¡pero seguro que me equivoco!<br />

Gracias, Rubén.<br />

Pues sí, sólo somos memoria. Todo lo que pensamos, hablamos, recordamos. Todas<br />

nuestras cualidades más relevantes, todo lo bueno y lo malo que somos es pura<br />

memoria, pura experiencia. Un ser humano sin memoria no es nada.<br />

Seguramente los mecanismos de la memoria, sus abismos y sus enigmas, son el<br />

misterio más grande que albergamos en nuestro interior. Conocer esta maquinaria que<br />

elige y desecha imágenes, que nos hace evolucionar y que nos rectifica es<br />

posiblemente el viaje de exploración más grande que le queda a la humanidad; se<br />

albergan ahí descubrimientos más relevantes que los que podamos encontrar en<br />

alguna galaxia lejana o en lo más profundo de nuestros océanos.<br />

En cuanto a lo del cuento creo recordar que “<strong>El</strong> golfo…” no tenía condición de relato<br />

aunque tampoco tenía un armazón típico de la novela. Sí recuerdo que había una idea<br />

inicial de las vacaciones como lugar de conflicto dentro de ya la conflictiva<br />

personalidad del protagonista: Leo Carver. La recuerdo como una novela escrita con<br />

mucha intensidad, con mucha desazón, y creo que eso se representa en el texto.<br />

Aún no tuve ocasión de leer <strong>El</strong> libro de las maravillas, pero ¿qué tal está siendo<br />

su recepción? Coméntanos también si quieres qué nos vamos a encontrar en ella,<br />

a los que aún no la leímos.<br />

La recepción está siendo muy buena y estoy contento por ello. Se echa de menos la<br />

recepción en lo que se llamaba la crítica literaria en prensa, un género casi extinto<br />

que está siendo sustituido por el debate en los blogs, redes sociales y páginas de<br />

literatura. No sé si esto es bueno o malo pero es así.<br />

“<strong>El</strong> libro de las maravillas” es una continuación en los mecanismos de “<strong>El</strong> golfo de<br />

los Poetas” aunque quizá de una forma más reflexiva y desapasionada. La búsqueda,


emprendida desde el desconcierto, es la misma, se tratan de encontrar los ejes que<br />

rigen nuestra memoria, una búsqueda hecha desde las herramientas, no científicas,<br />

que nos permite la escritura: la reproducción de los recuerdos y la meditación sobre<br />

ellos, sobre su sentido, sus similitudes y divergencias.<br />

Tu literatura es muy poética, lanzas muchísimas perlas en las narraciones.<br />

¿Escribes también poesía? ¿Te arrancarías aquí unos versos para la ocasión<br />

sobre cómo sientes nuestro <strong>futuro</strong>?<br />

Trato de trabajar al máximo el lenguaje. La literatura utiliza como vehículo la<br />

palabra, no la imagen, y creo que es necesario trabajar la herramienta base de nuestro<br />

oficio.<br />

No escribo poesía. Tengo alguna poesía de pubertad, escrita bajo el influjo de algún<br />

amorío, pero están escondidas y, por el bien del género y el respeto que le tengo,<br />

deben continuar así.<br />

Sobre el Nostre Racó, que es un local de lo más acogedor que conozco, cuéntanos<br />

alguna anécdota, alguna historia de estas que te llevarás de viaje en los<br />

recuerdos. ¿Te ha cambiado mucho la vida este local? Se te ve muy feliz en él.<br />

<strong>El</strong> proyecto me lo ofreció hace menos de un año mi amigo Nacho Sahún y acepté<br />

acompañarle en esa aventura. Creíamos que era un bar que tenía encanto y que podía<br />

ser un buen lugar para albergar también todo aquello que nos gusta: la música y la<br />

literatura. Ahora me encargo de coordinar la programación y echarle una mano a<br />

Nacho cuando puedo y en lo que puedo. No creo que hubiera podido funcionar con<br />

otra persona que no fuera él.<br />

Están pasando cosas interesantes, y también muy divertidas, en el Espai. Cada noche<br />

es una aventura, el otro día entraron unos mariachis pero también nos visitan músicos<br />

de la calle o una orquesta, con violines y contrabajos, como la semana pasada.<br />

Hay mucha gente con talento y es necesario darle espacios para que puedan mostrar


todo su potencial. Afortunadamente, pese a lo que hemos hablado en las primeras<br />

preguntas, parece que la televisión y este sistema no han acabado de matarnos del<br />

todo.<br />

Estoy tratando de sacar adelante una antología sobre Lo maldito, y la intención<br />

es también incluir las respuestas que me han ido dando en las entrevistas, pues<br />

siempre lo pregunto, así que al ataque: ¿Qué para ti lo maldito?<br />

Lo maldito para mí es todo aquello que aparentemente no existe. Todo lo que subyace<br />

y no se representa.<br />

Aquello que apenas está escrito o oído, lo que no está en los libros o raramente se<br />

menciona en las conversaciones… Sería todo aquello que se desea o nos llama la<br />

atención pero que no se muestra, también todo lo que no se hace por temor a las<br />

convenciones sociales.


RESEÑAS<br />

Un error, Carmen Botello<br />

<strong>El</strong> Nadir, 2004.<br />

Le avergonzaba la imposibilidad de sentir como sentía yo, que lo importante era<br />

estar, día a día, paso a paso, construyendo nuestra existencia en el transcurrir de las<br />

horas. Esto lo piensa uno de los protagonistas de los cinco relatos que dan forma a<br />

Un error: Conjunto de relatos que suceden en un mismo mundo, el nuestro, tras sufrir<br />

una gran guerra debido a los cambios climáticos que se avecinan. Carmen Botello,<br />

autora de esta colección de relatos, imagina nuestro mundo tras una catástrofe, y en<br />

esa superficie, crea cinco historias sobre cómo van sobreviviendo diferentes personas<br />

en muy distintos ámbitos, pero todos extremos, donde no querer morirse tal día como<br />

hoy, matar para sobrevivir unas horas más o suicidarse para terminar con la angustia,<br />

son pensamientos de varias veces al día cada día. Y casi que al escribirlo, tampoco<br />

siente uno que haya que irse muy lejos en el tiempo y en las adversidades para pensar<br />

todo esto, pero en un mundo así, todo esto estaría amplificado. Al terminarlo me<br />

quedé con ganas de más historias sobre este <strong>futuro</strong>, con ganas de pensar más en cómo<br />

las personas nos desenvolveríamos en un mundo donde todo está al límite, donde la<br />

gama de matices es escasa y la supervivencia individual, cercada hasta nuestras más<br />

básicas necesidades, es lo que prima antes que nada. La autora nos ofrece una puerta<br />

abierta a la reflexión, y es buena manera imaginar cómo seríamos en situaciones de<br />

caos, para reflexionar por qué, en este mundo de occidente de ahora, somos como<br />

somos y cómo hemos llegado a ello y cómo podemos dejar de ser lo que somos en un<br />

instante. Los relatos van intercalando los sentimientos de los personajes, sus<br />

diferentes historias incluso antes de la catástrofe, o incluso algunos nunca habiendo<br />

conocido el mundo anterior, con la manera en que viven, la estructura de las nuevas<br />

sociedades edificadas para seguir adelante, a cualquier coste, con más o menos<br />

esperanza, algunos incluso en la absoluta soledad, manteniéndose con vida porque<br />

morirse no es tan fácil... Cada relato tiene su propia atmósfera, su propia vida y, la


imaginación de cada lector le hará perderse lo que desee en un mundo donde lo<br />

mínimo, puede ser el todo.<br />

Mención a parte, es la edición del libro por <strong>El</strong> Nadir, ilustrado fotográficamente por<br />

Susi Artal, una auténtica joyita de maquetación y edición, que cuando uno ve el libro<br />

por primera vez no sabe bien si leerlo o resguardarlo del polvo por siempre, a salvo<br />

de cualquier catástrofe...


Veinte poemas para ser leídos en el tranvía.<br />

Calcomanías y otros poemas.<br />

Oliverio Girondo<br />

Visor Libros, 2008<br />

A veces pasa que un amigo hace un viaje y que se compra un libro para entretener ese<br />

tiempo. A veces pasa que te lo encuentras al llegar para compartir un trago, y como<br />

acabó el libro en el trayecto de allá a aquí, te lo deja. Y lo lees. <strong>El</strong> libro es de Oliverio<br />

Girondo, una recolecta de varios poemarios suyos, en edición de Trinidad Barrera<br />

para la Colección Visor de Poesía. Y es cojonudo. Hacía muchos años que me venían<br />

recomendando a Oliverio Girondo y a saber por qué, pues no lo leía. Ha sido una<br />

alegría inmensa por varios motivos: el primero, porque me encanta que me dejen<br />

libros así por las buenas; el segundo, porque he recuperado las ganas de escribir que<br />

ya hacía tiempo que tenía perdidas; el tercero, porque descubrir a Oliverio Girondo<br />

ha sido para mí como descubrir un planeta nuevo, igual al nuestro, pero totalmente<br />

diferente. Tengo la tentación de ir poniendo versos suyos en la reseña, pero acabaría<br />

reproduciéndolo por completo. Es algo que me suele pasar. Pero voy a reprimirme<br />

para no seleccionar unos versos en concreto, y que luego venga alguien, que aún no<br />

leyó a este poeta, a leer esta reseña y esos versos no le enganchen y la jodimos<br />

pancho y luego no lo lea. Es muy grato leer a Oliverio Girondo (podría escribir su<br />

nombre mil veces sin cansarme). Además, los poemas están puestos en orden<br />

cronológico, por poemarios, y se va viendo cómo evolucionaba su escritura. Esto me<br />

ha encantado, era como estar en el Museo Picasso de Barcelona y recorrer una vida<br />

de arte en un instante. Y el mencionar a Picasso no es casual. Sentí, leyendo las obras<br />

de Picasso, que contemplaba los poemarios de Girondo. Hacen casi idéntico camino:<br />

de reflejar la realidad tal cual la ven, a deformar y experimentar con la expresión de<br />

la realidad tal cual lo quieren. Realismo, impresionismo, expresionismo, dejar a la<br />

imaginación libre. Pasaron de la búsqueda en el contenido, al jugueteo con la forma.<br />

No sé cómo será eso de vivir bastantes años pero intuyo que con el tiempo las<br />

esencias pierden sentido y queda el tacto de las cosas como motor de los


sentimientos; la forma, la piel de los recuerdos, y no tanto los porqué de la vida y sus<br />

aristas y sus delicias. Quiero decir, que leer a Oliverio Girondo en su recorrido por la<br />

vida con su arte, en el marco de este número dedicado al <strong>futuro</strong>, me deja pensando en<br />

que todo no es tan trascendente como parece. Que hay varias vidas en una sola vida.<br />

Que el juego es y no es cosa de niños y ancianos. Que el arte son las venas puestas<br />

del revés y nuestra sangre derramada a los ojos que la miran. Que escribir es una<br />

fantástica aventura por cada una de nuestras etapas de nuestros días. Que menos mal<br />

que ha habido, hay y habrá poetas como Oliverio Girondo para que a uno le vuelvan<br />

las ganas de rajar sus venas y gotear a chorros nuestro interior. Que la palabra, sí,<br />

puede ser ola, y también viento, y también ceniza, y también viaje, y también amor, y<br />

también muerte. Que la palabra es un océano donde uno puede nadar y donde uno<br />

puede ahogarse. Me ha dejado pensando en que escribir, en que expresarse con<br />

valentía, es, además de un arma cargada de <strong>futuro</strong>, una vela que se enciende en plena<br />

noche. Me ha dejado pensando en todo esto y en mucho más. Y seguro que, a muchos<br />

de ustedes, también les sacará, a patadas, un buen puñado de pensamientos. No dejen<br />

de leerle, háganse el favor.


COLABORADORES<br />

Iván Humanes (Barcelona, 1976).<br />

Licenciado en Derecho por la Universidad de<br />

Barcelona. En el 2005 publicó el libro "La<br />

memoria del laberinto" (Biblioteca CyH), en<br />

2006 el ensayo "Malditos. La biblioteca<br />

olvidada" (Grafein Ed.) y en 2007 en la obra<br />

"101 coños" (Grafein Ed.). Prepara la<br />

publicación de su libro de relatos "Los<br />

caníbales" con la editorial Libros del<br />

Innombrable y la publicación de la novela "La<br />

emboscada" con la editorial coruñesa InÉditor.<br />

Web del autor: http://ivanhumanes.blogspot.com<br />

Federico Fernández Giordano es<br />

escritor, ensayista y músico. En 2008 ganó el V<br />

Premio Minotauro de Literatura Fantástica con<br />

su segunda novela, "<strong>El</strong> libro de Nobac". Ha sido<br />

crítico literario, crítico musical o articulista para<br />

diversos medios, argumentista de cine,<br />

comentarista de radio, así como compositor y<br />

guitarrista al frente del grupo de blues-rock Free<br />

Fall Man.<br />

Ernesto Escobar Ulloa.<br />

Lima, 1971. Licenciado en Filología<br />

Hispánica. Ha publicado relatos,<br />

poemas y critica literaria en<br />

diferentes revistas. Se desempeña<br />

como profesor y es director de<br />

Canal-L http://www.canal-l.com/


Aarón Reyes es Licenciado en Historia del<br />

Arte y Doctor en Historia por la Universidad de<br />

Sevilla. Su formación ha ido siempre vinculada<br />

no sólo a la creación artística, en la cual ha<br />

volcado parte de sus propias experiencias, sino<br />

en general hacia la profundización de las<br />

emociones humanas. Tras algunas publicaciones<br />

en diversas webs literarias y algún premio en<br />

relatos cortos y poesía, ha trabajado siempre<br />

desde la experimentación de nuevos estilos en<br />

diversas artes, especialmente en la fotografía y<br />

la literatura. Ha vivido en Roma y en París,<br />

ciudad esta última de especial trascendencia en<br />

la vida del autor y donde comenzó a gestar la<br />

idea de escribir una novela por la que desfilasen<br />

personajes vacíos en torno a la propia<br />

frustración de vivir. Tras un obligado paréntesis<br />

entre los años 2004 y 2008 dedicado a la<br />

investigación histórica de la cual surgieron<br />

varias publicaciones científicas al respecto.<br />

Cysko Muñoz. Concibo la poesía como<br />

necesidad vital y eso determina que mis textos<br />

tengan casi siempre un tinte existencial.<br />

Escribo fundamentalmente sobre la vida y el<br />

tiempo pero sobretodo sobre cual es nuestra<br />

actitud frente a estos. Mi dedicación a la<br />

poesía es variopinta y he colaborado en<br />

proyectos multidisciplinares tales como "La<br />

Maldita Música y la Puta Poesía", grupo<br />

musico poético (poesía - piano - canción de<br />

autor) donde la poesía se entrelazaba con<br />

gipsy swing, tango, rock, canción de autor,<br />

baladas heavys, etc. Actualmente también<br />

colaboro con la fotógrafa Ana Lagos<br />

explorando la unión de la imagen y la poesía<br />

en un proyecto que se constituye como una<br />

acción poética urbana, Versos de Pizarra.<br />

Como actor soy miembro de la Compañía<br />

L'Equilibri con la que alcanzamos en 2011 la<br />

semifinal de la Mostra de Teatre de Barcelona.


José Manuel Vara Fernández. En los años 90<br />

creé el fanzine “Atrocity Exhibition”, que tuvo su<br />

paralelismo en la radio dentro del programa “Black<br />

Mass”, de Carlos Gutierrez en el año 96-97. Después la<br />

pequeña editorial underground “Neurótika Books”. Lo<br />

compaginaba con la realización de cortometrajes<br />

(Festival de Sitges, Filmets, Arte y caos de México,<br />

Cotxeres de Sants…) y la colaboración literaria en<br />

diferentes fanzines de todo el país. Eran los “buenos<br />

tiempos”.<br />

En la actualidad sobrevivo en el mundo de la<br />

construcción y sigo con mi “fanzine” en Internet. Desde<br />

el año 2007 organizo la Muestra de Video Independiente<br />

de Badalona (Pomarderground Fest) y desde el año 2010<br />

el proyecto Óptica Orgánica. Sigo realizando cortos y<br />

videoclips e intentando sacar adelante a mis dos hijos.<br />

Javier Pérez Walias (Plasencia, 1960), es<br />

licenciado en Filología Hispánica –especialidad de<br />

Literatura– por la Universidad de Extremadura y<br />

profesor de Educación Secundaria. Dirigió junto a José<br />

Manuel Fuentes, entre los años 2005 y 2009, la<br />

colección de poesía «Cuadernos del Boreal». Ha<br />

colaborado en revistas especializadas de literatura y en<br />

ediciones y catálogos con pintores y artistas plásticos<br />

como Rafael Carralero, Javier Roz o Nacho Lobato.<br />

Pérez Walias ha publicado los siguientes libros de<br />

poemas: Ceremonias del barro (Málaga, Ángel<br />

Caffarena, 1988), Impresiones y vértigos de invierno<br />

(Vélez-Málaga, Ayuntamiento, 1989, X<strong>VII</strong> Premio de Poesía «Ciudad de Vélez-Málaga»), A este lado<br />

oscuro del cauce (Málaga, Universidad, 1992), Cazador de lunas (Málaga, F. González, 1998), Versos<br />

para Olimpia (Málaga, Ediciones Imperdonables, 2003), Antología Poética (1988-2003) (Mérida,<br />

ERE, 2004), Los días imposibles (Tres figuraciones) (Calambur Poesía, Madrid, 2005), Cazador de<br />

lunas (Seis aguafuertes de Juan Carlos Mestre con ocasión de Cazador de lunas de Javier Pérez<br />

Walias), (Málaga, 2007), Largueza del instante («Colección Provincia», León, 2009, Premio de la<br />

X<strong>VII</strong> Bienal de Poesía «Provincia de León», 2008), Largueza del instante (Un libro escrito por Javier<br />

Pérez Walias con pinturas de Javier Alcaíns) (Javier Martín Santos Editor, Cáceres, 2010) y Arrojar<br />

piedras (La Isla de Siltolá, Colección “Vela de Gavia”, Sevilla, 2011).


Miroslava Arely Rosales Vásquez (<strong>El</strong><br />

Salvador, 1985) miroslavarely@yahoo.com Nació en<br />

la violenta San Salvador, <strong>El</strong> Salvador, a las 2:10 a.m.,<br />

un 14 de diciembre de 1985. Estudia la Maestría en<br />

Filosofía Iberoamericana, en la Universidad<br />

Centroamericana José Simeón Cañas. Es un lobo<br />

estepario. Tiene a cargo <strong>El</strong> Monstruo Editorial. Su<br />

trabajo aparece en la antología Nuevas voces<br />

femeninas de <strong>El</strong> Salvador (2009), del escritor Manlio<br />

Argueta y publicada por la Editorial de la Universidad<br />

de <strong>El</strong> Salvador; en Una madrugada del siglo XXI<br />

(2010), selección, prólogo y notas por Vladimir<br />

Amaya; y en las revistas Palabras Malditas, La<br />

Comunidad Inconfesable, Cuadrivio,<br />

GRUNDmagazine, Paperfront Magazine, La Hoja de<br />

Arena, Rojo Siena, Síncope, Ars, Cultura, Analecta<br />

Literaria, Contracultura.<br />

Lucía Boscà Gómez<br />

(Valencia, 1985). Trabaja como<br />

profesora de español para<br />

extranjeros en la Universidad de<br />

Valencia y estudia para terminar el<br />

Doctorado en el departamento de<br />

Teoría de los Lenguajes (UV). Su<br />

poemario (inédito)quedó finalista en<br />

el premio poético La Garúa (2009).<br />

Sus poemas han sido publicados en<br />

23 Pandoras (Baile del sol, 2009),<br />

Estaciones desnudas (Editorial<br />

Cocó, 2007), Nube de<br />

Cifras(Editorial Cocó 2008) y Verso<br />

a verso II (Colección Náyade,<br />

2005), así como en las revistas<br />

Vulture, Creatura y Adiós. Es<br />

corresponsable de la edición de los<br />

Cuadernos Caudales de Poesía<br />

(dirigidos por Víktor Gómez),<br />

coordina un taller poético en la<br />

asociación musical Mestre Serrano<br />

de San Antonio de Benagéber<br />

(Valencia) y es delegada en España<br />

de la Asociación solidaria Djodjole-<br />

Afrique.


Xavier Nofrerias Mondéjar. Nacido<br />

en Mollet del Vallès en el mediodía exacto de<br />

un sábado de 1989. Diplomado en<br />

Enfermería. Se inició en el mundo del verso<br />

a los 17 años fruto de los últimos coletazos<br />

de la adolescencia. En ésa época inició su<br />

blog Rebuzno Poético, cuyo título describe lo<br />

que ahí sigue escribiendo en la actualidad.<br />

Desvirgado recientemente en cuanto a recitar<br />

se refiere, últimamente le está cogiendo el<br />

gustillo a rebuznar en público en jams y<br />

recitales varios. Tarea que compagina con el<br />

blog/agenda de recitales de Barcelona que ha<br />

creado para consumo propio y del que lo<br />

quiera mirar(Recitales BCN).<br />

Andrea Zecca. Nacido en Ancona (Italia)<br />

en 1985. Después de formarse como Técnico<br />

Químico, y teniendo ganas de visitar otros<br />

lugares, se matricula en la Universidad de<br />

Bologna en el 2004 para estudiar<br />

Biotecnología. En el 2008, para seguir<br />

trabajando como Biólogo, se desplaza hasta<br />

Alemania por un año y en septiembre del<br />

2010, se encamina hacia Barcelona donde<br />

actualmente se prepara para doctorarse.<br />

Escribe poesías y relatos desde pequeño<br />

participando en varios concursos literarios. Y<br />

así, entre experimentos y cervezas, intentar<br />

seguir escribiendo.<br />

Natalia Menéndez. Es Doctora en Filología<br />

Inglesa por la Universidad de Oviedo y<br />

actualmente trabaja como profesora de inglés en<br />

un instituto de enseñanza secundaria.<br />

Recientemente ha obtenido el “Premio Asturias<br />

joven de poesía” por el poemario La Nostalgia del<br />

Caníbal, que será publicado en breve por KRK.<br />

También ha ganado el “IV Premio de Poesía Nené<br />

Losada Rico” en la modalidad de castellano por el<br />

poemario Restos de un naufragio y el premio “Ana<br />

de Valle” 2006 ex-aequo por Las Virtudes<br />

Cardinales (Avilés, 2007). Algunos de sus poemas<br />

aparecen en la antología XIX Premio "Voces<br />

nuevas" (Torremozas, Madrid 2006). En 2008<br />

aparecerá publicado Restos de un naufragio en un<br />

volumen antológico del premio Nené Losada.<br />

Página web: http://www.nataliamenendez.com/


Carlos Salem Sola nació en Buenos Aires<br />

en 1959 y reside en España desde 1988. Aunque<br />

no comenzó a publicar sus trabajos literarios hasta<br />

2007, desde entonces ha publicado las novelas<br />

Camino de ida (Memorial Silverio Cañada de la<br />

Semana Negra de Gijón), Matar y guardar la ropa<br />

(Premio Novelpol a la mejor novela policial, y<br />

Premio París Noir 2010 en su versión francesa),<br />

Pero sigo siendo el rey (finalista del Premio<br />

Dashiell Hammett), Cracovia sin ti (Premio<br />

Seseña de Novela), y Un jamón calibre 45; los<br />

libros de relatos Yo también puedo escribir una<br />

jodida historia de amor (Finalista del Premio<br />

Setenil al mejor libro de relatos), y Yo lloré con<br />

Terminator 2 (Relatos de Cerveza-Ficción);<br />

además de los poemarios Si dios me pide un<br />

bloody mary, Orgía de andar por casa, y<br />

Memorias circulares del hombre-peonza y la obra<br />

de teatro <strong>El</strong> torturador arrepentido. Varias de sus<br />

novelas han sido traducidas al francés y al<br />

alemán. Es profesor del Centro de Formación de<br />

Novelistas, con sede en Madrid y dicta talleres de<br />

narrativa creativa en Madrid y Ginebra.<br />

<strong>El</strong>i Mora


Agustín Calvo Galán. Nacido en<br />

Barcelona, 1968. Ha publicado los libros de<br />

poemas: Letras transformistas, una selección de<br />

sus poemas conceptuales y visuales (2005), Otra<br />

ciudad (libro objeto, 2006) Poemas para el<br />

entreacto (2007) y A la vendimia en Portugal,<br />

(2009). Y, desde el colectivo Labcrom di Sol, ha<br />

promovido la publicación de homenajes a poetas<br />

experimentales contemporáneos. Su obra como<br />

poeta visual ha sido recogida en diferentes<br />

antologías especializadas como Poesía<br />

experimental española (1963-2004) Ed.<br />

Marenostrum (2004), Breviario de poesía<br />

experimental y mail-art. Ed. Corona del Sur<br />

(2006). Poesía visual española (antología<br />

incompleta) Ed. Calambur (2007), Fragmentos de<br />

entusiasmo, poesía visual española (1964-2006)<br />

Ayuntamiento de Guadalajara (2007). Esencial<br />

visual Instituto Cervantes de Fez (Marruecos,<br />

2008). Ojos que sí ven, antología de poetas<br />

experimentales de México y España Ed. Corona<br />

del Sur (2010), etc. En marzo de 2008 participó<br />

como ponente en el I encuentro con la poesía<br />

española contemporánea en la Universidad de<br />

Bari (Italia). Colabora habitualmente en revista y<br />

publicaciones de poesía. Desde noviembre de 2006 hace crecer un blog de interconexión entre poetas<br />

españoles llamado [las afinidades electivas].<br />

Exposiciones: Por otro lado, ha participado en numerosas exposiciones colectivas con sus poemas<br />

visuales, además, ha realizado exposiciones en solitario: “Letras transformistas”, poemas visuales y<br />

collages, junio de 2003, Centre Cívic Drassanes (Barcelona), “Fotopoemas”, diciembre de 2006, La<br />

Vaquería (Tarragona), “Proyecto Desvelos”, abril de 2008, Sala Valentina (Barcelona), "Poemas y<br />

objetos" octubre de 2008, Ateneu Igualadí (Igualada, Barcelona), "Fotopoemas" julio de 2010, Centre<br />

Cívic Ca l'Herrero, Portbou (Girona) y "Paisatges i poemes visual" abril de 2011, Biblioteca de Ripollet.<br />

Ludovica Bastianini es Licenciada en la Facultad de<br />

Conservación del Patrimonio Artístico, realizó los Cursos de<br />

Dibujo y de Ilustración en la Escuela Comix de Nápoles y<br />

publicó con las Editoriales "L'isola dei ragazzi" y "Larcher<br />

editore", además fue premiada en el Concurso Fotográfico<br />

"Cucu tete", sobre la relación entre la ciudad y los niños. Ahora<br />

estudia la especialización universitaria de Historia del Arte<br />

Contemporáneo en la Universidad Suor Orsola Benincasa de<br />

Nápoles, participando también en el Curso Profesional de<br />

Fotografía de Autor en el Instituto Idep de Barcelona. Parte de<br />

sus obras pueden ser vistas aquí:<br />

http://www.ludovicabastianini.com/Home.html


Daniela Sanges. Nacida en Napoli (Italia)<br />

en 1981. Se matricula en la Universidad de<br />

Napoli para licenciarse en Biotecnología en el<br />

2004 y en el 2008 consigue el título de<br />

Doctora en Genética Médica. En el 2009 se<br />

desplaza en Barcelona para trabajar como<br />

Investigadora Postdoctoral en el Centro de<br />

Regulación Genómica (CRG). Actualmente en<br />

su tiempo libre está empeñada en la escritura<br />

de un libro para difundir su pensamiento sobre<br />

los temas más profundos de la Ciencia, la<br />

Filosofía y la vida en general.<br />

Pere Salinas. Barcelona, 1957. Su obra se<br />

encuentra en COLECCIONES PARTICULARES<br />

de Alemania, Austria, Corea del Sur, Chile,<br />

España,<br />

Estados Unidos, Finlandia, Francia, Holanda,<br />

Israel, Japon, Mejico, Suiza y Venezuela.<br />

También esta presente en las COLECCIONES<br />

PÚBLICAS de: O.N.U., La Caixa, Banc<br />

Sabadell, Monasterio de Poblet, Ayuntamiento de<br />

Madrid, Ajuntament Montornes, Centre<br />

Cardiovascular Sant Jordi. Barcelona, Parc<br />

Natural del Garraf.<br />

Carlos-Esteban Resano Vasilchik. Buenos Aires 22<br />

de octubre de 1956. Vive en Buenos Aires hasta 1976. Se<br />

traslada a Mar del Plata, provincia de Buenos Aires donde<br />

estudia arquitectura. Obtiene el título de arquitecto en 1982 y<br />

comienza la tarea profesional. Dicta cursos de dibujo<br />

arquitectónico para la ASOCIACIÓN DE ARQUITECTOS DE<br />

MAR DEL PLATA. Exposiciones colectivas de arquitectura y<br />

dibujo artístico. Colaboración con revista de arte i cultura<br />

(INTEGRARTE). Se traslada a Barcelona en 1988. Fija su<br />

domicilio en <strong>El</strong> MASNOU, província de Barcelona.Desarrollat<br />

la tarea profesional juntamente acon la plástica.Colaboración<br />

con publicaciones del àmbito local (Castelldefels) y de<br />

Argentina (INTEGRARTE). Exposición Colectiva EL ARTE<br />

EN EL CÓMIC\" en Sant Pol de Mar, Galeria Sant Pol Art<br />

(2003)Exposición Individual restaurant EL BLAU, <strong>El</strong> Masnou<br />

(2004)Exposició Individual restaurant EL BLAU, <strong>El</strong> Masnou<br />

(2009)Exposició Colectiva \" RECORDANDO A GENIA\", en<br />

Sant Pol de Mar, Galeria Sant Pol Art (2010). Exposición<br />

permanente en Espacio de arte de ARQNOU scp. Exposición<br />

Indiv¡dual Sala Leix del Raval, Febrer/2011.


Ginés S. Cutillas (Valencia, 1973) Ingeniero<br />

informático por la Universidad Politécnica de Valencia y<br />

licenciado en Documentación por la Universidad de<br />

Granada. Autor de La biblioteca de la vida (Fundación<br />

Drac, 2007) y de Un koala en el armario (Cuadernos del<br />

Vigía, 2010). Su obra ha aparecido también en varías<br />

antologías de relatos y microrrelatos, como Ficción sur<br />

(Traspiés, 2008), A contrarreloj II (Hipálage, 2008), Por<br />

favor, sea breve 2 (Páginas de espuma, 2009), Sólo cuento<br />

II (UNAM, 2010), Velas al viento (Cuadernos del vigía,<br />

2010) o Antología del microrrelato español (1906-2011)<br />

(Cátedra, 2012). Entre los galardones que ha recibido se<br />

encuentran el Premio Internacional de Minicuento <strong>El</strong><br />

Dinosaurio 2007 (Feria del libro de La Habana), el de la<br />

Feria del libro de Granada 2006, el de relatos de la<br />

Fundación Drac 2007 y el microrrelatos Literatura<br />

Comprimida 2006. Finalista del <strong>VII</strong> Premio Setenil al<br />

mejor libro de cuentos publicado en España en 2010.<br />

Colabora en diversas revistas literarias, como Prometheus,<br />

Spejismos, En sentido figurado, Papeles de humo, Kafka,<br />

Calidoscopio, EntreRíos, Casquivana, <strong>Excodra</strong>, Paralelo<br />

Sur o The Moth. Actualmente vive en Barcelona.<br />

Fernando Clemot, escritor y editor,<br />

nació en Barcelona en 1970. Su trayectoria<br />

literaria se ha centrado hasta ahora en el<br />

relato corto. Ha editado, junto a Klaus<br />

Zilles, la antología En la frontera: I migliori<br />

racconti della letteratura chicana (Gran Vía<br />

Edizioni, Milán, 2008) y es autor del libro<br />

de cuentos Estancos del Chiado (Paralelo<br />

Sur Ediciones, 2009), premio Setenil 2009.<br />

Con sus relatos ha obtenido una veintena<br />

de premios, como el Julio Cortázar del<br />

Instituto Cubano del Libro en 2006, el<br />

Ciudad de Cádiz en 2006 y el Premio<br />

Internacional de la UNED en 2003.<br />

Algunos de sus cuentos premiados han sido<br />

publicados en antologías. Colabora en<br />

revistas literarias como Quimera,<br />

Barcarola, Literaturas, Paralelo Sur, La<br />

Jiribilla, <strong>El</strong> Otro Mensual y La Siega. <strong>El</strong><br />

golfo de los Poetas (Barataria, 2009), su<br />

primera novela, ha sido finalista de los<br />

premios Ateneo de Sevilla y Ciudad de<br />

Logroño en 2008. En 2011 publica la<br />

novela <strong>El</strong> libro de la maravillas (Barataria).


Imagen Portada: <strong>El</strong>i Mora


EL FUTURO<br />

NÚMERO <strong>VII</strong><br />

JUNIO 2012<br />

REVISTA EXCODRA<br />

http://www.excodra.com

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