Excodra XIV: La ciencia
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ajustarse, y las preguntas se han de hacer de forma adecuada y rigurosa para<br />
encontrar una respuesta válida. Pero es un sistema de pensamiento que te<br />
permite ver también la realidad bajo un prisma más “objetivo”. Pero además la<br />
<strong>ciencia</strong> tiene otra belleza, aún más atrayente. Y es que el conocimiento que se<br />
obtiene puede tener (y tiene) un impacto real en la vida de las personas. Basta<br />
mirar a nuestro alrededor para confirmar que vivimos en una sociedad en que<br />
la <strong>ciencia</strong> y la tecnología ocupan un lugar fundamental en el sistema<br />
productivo y en la vida cotidiana en general. <strong>La</strong> Neuro<strong>ciencia</strong> en particular se<br />
ha incorporado en la vida social de tal manera que se ha convertido en clave<br />
esencial para interpretar y comprender la cultura contemporánea. Y es que la<br />
comprensión del cerebro humano, uno de los mayores retos científicos del<br />
siglo 21, tiene ya un claro impacto en nuestra concepción de la economía, los<br />
movimientos sociales o incluso en nuestro sistema judicial. <strong>La</strong> comprensión de<br />
sus procesos de manejo de la información está determinando avances<br />
revolucionarios de las <strong>ciencia</strong>s de la computación y la robótica. Parece<br />
innegable que los avances en neuro<strong>ciencia</strong> harán que tengamos que<br />
replantearnos cómo se educa a nuestros jóvenes, cómo se utilizan las<br />
estrategias de marketing, o incluso algunos puntos de nuestras leyes o de<br />
nuestros sistemas morales. Precisamente este año hemos asistido a una clara<br />
apuesta de Europa y EEUU por la investigación en Neuro<strong>ciencia</strong>, que se<br />
considera prioritaria y de valor estratégico no sólo por su valor traslacional en<br />
enfermedades neurodegenerativas o psiquiátricas, sino porque el<br />
conocimiento del cerebro puede ser crucial en la sociedad y además puede<br />
llegar a desentrañar el entramado molecular y celular subyacente a patologías<br />
como la epilepsia o el Alzheimer y poder desarrollar tratamientos adecuados,<br />
lo que en este momento constituyen una de las principales preocupaciones de<br />
los ciudadanos. De acuerdo con el informe “Neurological Disorders: Public<br />
health challenges” de la Organización Mundial de la Salud, los trastornos<br />
neurológicos afectan en todo el mundo a unos mil millones de personas, sin