TRANSMIGRACION DICIEMBRE

separación de la sociedad en
castas, la independencia y la
transición de la nueva república
a la tiranía con el sueño roto de
una revolución mexicana donde
el tirano sólo cambió de bando,
al igual que la fallida revolución
francesa, donde el nuevo tirano
sería la burguesía y en México
el nuevo PRM entronizado
por 72 largos años; entre una
cultura parroquial predominante
en las zonas rurales donde el
“ciudadano” está vagamente
consciente de la existencia del
gobierno central y no incide en
el desarrollo de la vida política;
y una cultura subordinada en
las áreas urbanas donde el
ciudadano está consciente del
sistema político pero se considera
a sí mismo subordinado del
gobierno más que participante
del proceso político. Todos estos
hechos y perspectivas me llevan
a cuestionarme si el mexicano
está preparado para vivir “la
democracia” un sistema político y
social, totalmente occidental con
orígenes en la antigua Grecia,
que nada tiene que ver con el
pasado del pueblo mexicano, es
decir: ¿este sistema de gobierno
puede incorporarse a nuestro
ethos? ¿Acaso tenemos una
cultura política participativa?
Creo que con base en los hechos
históricos de hace 600 años,
y las noticias que transcurren
mientras redacto este ensayo,
la respuesta sería negativa en
ambas preguntas.
Desde el periodo preclásico
las formas de gobierno de los
pueblos mesoamericanos han
sido totalmente ajenas a un
sistema democrático: teocracia
(que aún reside en el PAN y
los neutrales y no políticos
comentarios de nuestro querido
cardenal Norberto Rivera) o el
militarismo, que funcionó hasta
la muerte del General Cárdenas.
Si los amantes de la historia
dicen que hice un gran salto,
mencionaré el intermedio que es
la colonia: ¿qué sucedió ahí? se
agravó la condición del indio y el
mestizo por la imposición de un
sistema monárquico extranjero,
para que después de echar a
palos y piedras al español, se
regresara a un breve periodo
de monarquía y finalmente una
dictadura latifundista que nos
sumergió en una semi-edad
media (donde México avanzó
bastante más que lo conseguido
por el sistema democrático) que
duraría más de 30 años.
Con estos retazos de historia, le
pregunto al lector que abogue y
afirme que la democracia está al
dente en México:
¿Somos ciudadanos que
participan activamente en el
proceso democrático?
¿Somos una sociedad
abierta, activa y deliberativa?
¿Fomentamos el intercambio
de opiniones? ¿Tenemos un
estado secularizado y laico?
Sólo encienda la TV nacional
para que vea el gran quehacer
que Televisa, el asesino de
neuronas, hace por el desarrollo
intelectual y cultural de la
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población joven y adulta, donde
la revistas como TVNotas y
demás insultos a la capacidad
humana encabezan las listas de
ventas, donde la mayor cadena
Televisiva de habla hispana
impone un ejecutivo para el 2012
(el Gavioto) donde hay gente que
no necesita sudar para comer y
las cosas les caen literalmente
del pueblo? ¿Por qué la riqueza
de pocos se basa en el trabajo
de muchos? (Grupo Salinas por
ejemplo).
México en el año 2006 presenta
una gran polarización respecto
a la repartición de la riqueza
entre tres grandes sectores, la
clase trabajadora, empresarial
y política: mientras existen 45
millones de mexicanos en estado
de pobreza, un sólo mexicano
encabeza la lista Forbes de
multibillonarios del mundo,
mientras un proceso electoral
cuesta más de once millones de
pesos. Dígame ¿dónde está la
democracia y la justicia social?
¿No es acaso ésta, un sistema
de relación social y política donde
los miembros de una sociedad
pueden acceder a los bienes
materiales y culturales por ella
generados, lo cual se logra
por una capacidad decisoria
mayoritaria en relación dichos
productos sociales? ¿Cómo
puede funcionar el capitalismo
en un sistema democrático
si este implica la apropiación
privada de estos productos
sociales como la tecnología y la
educación?