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TALENTOS
Tres ecuatorianos entre los
“25 secretos literarios de
América Latina”
Visión EPS
Los “25 secretos” de la FIL
Juan Álvarez (Colombia, 1978), Luis
Alberto Bravo (Ecuador, 1979), Andrés
Burgos (Colombia, 1973), Fabián Casas
(Argentina, 1965), Miguel Antonio
Chávez (Ecuador, 1979), Carlos Cortés
(Costa Rica, 1962), Francisco Díaz Klaassen
(Chile, 1984), Jacinta Excudos
(El Salvador, 1961), Nona Fernández
(Chile, 1971), Fernanda García Lao (Argentina,
1966), Ulises Juárez Polanco
(Nicaragua, 1984), Roberto Martínez
Bachrich (Venezuela, 1977), Emiliano
Monge (México, 1978), Javier Mosquera
(Guatemala, 1961), Diego Muñoz Valenzuela
(Chile, 1956), Enrique Planas
(Perú, 1970), María Eugenia Ramos
(Honduras, 1959), Luis Miguel Rivas
(Colombia, 1969), Giovanna Rivero (Bolivia,
1972), Hernán Ronsino (Argentina,
1976), Pablo Soler Frost (México, 1965),
Daniela Tarazona (México, 1975), Dani
Umpli (Uruguay, 1974), Eduardo Varas
(Ecuador, 1979) y Carlos Oriel Wynter
Melo (Panamá, 1971).
Las nuevas generaciones literarias del Ecuador tienen un
nuevo referente: la obra de tres brillantes escritores (tres
mosqueteros) que han sido considerados por la crítica especializada
de la Feria Internacional de Guadalajara (FIL)
2011, entre los “25 secretos literarios
de América Latina”. Esta feria
es uno de los eventos más importantes
del mundo hispanohablante,
en cuanto a libros se refiere.
Luis Alberto Bravo, Miguel
Antonio Chávez y Eduardo Varas,
los personajes de este cuento,
forman parte de una generación
literaria que aparece casi por
ósmosis, entre los devaneos de
una sociedad caracterizada por
la superfi cialidad y el consumo,
entre las casi extintas versiones
del grafitti y los extravagantes ritmos
de las culturas urbanas.
El requisito fundamental para
nominar a los secretos literarios de
la FIL, es el gran potencial que encierra
su bagaje literario y su casi
inédita presencia, más allá de los
países nativos. Su vigencia, según
los promotores de la Feria, garantiza
el relevo de los grandes escritores
latinoamericanos del siglo XX.
Esta vez fueron escogidos 6 mujeres
y 19 hombres de entre 27 a 55
años de edad, cuya calidad literaria
se sintetiza en el descubrimiento
de nuevas formas de contar, refundiéndose
en la condición humana,
en los espacios comunes y dando
vida a mundos íntimos, protagonizados
por individuos de la calle.
Tanto la nominación, como la
experiencia de haber compartido
en la feria con otros autores del
mundo hispano, constituyeron
una sorpresa para nuestros relativamente
jóvenes autores, pero sobretodo para la comunidad
literaria ecuatoriana.
Para Luis Eduardo Bravo, la sorpresa se la vino anunciando
desde “meses atrás, mi antiguo editor de Arlequin, había mencionado
que recibiría una buena
noticia, pero que no me podía
adelantar nada”. Y así, un día le escribieron
de la FIL de Guadalajara,
informándole de su nominación y,
por supuesto, de la invitación.
La feria internacional del libro
de Guadalajara
Esta Feria es tan solo superada
en el número de afluencia de público
por la FIL de Buenos Aires
y en importancia por la Feria del
Libro de Francfort, Alemania, que
es el emporio mundial del libro. Se
realiza anualmente, a partir del último
sábado de noviembre, durante
nueve días, apadrinado por la
Universidad de Guadalajara desde
sus inicios en 1987. A la última
versión acudieron más de 1.600
editoriales de 40 países y 15 mil
especialistas, entre editores, libreros,
bibliotecarios, agentes literarios,
distribuidores, promotores de
lectura y traductores.
Si bien el evento es una
oportunidad para encuentros de
negocios del libro, la FIL es concebida
como un festival cultural,
en el cual la literatura ocupa el
interés central. Los autores de
todos los continentes conversan,
debaten e interactúan con el público.
Se cruzan en la discusión
académica de los grandes temas
de la actualidad sociopolítica y
económica el mundo.
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