VENTANAL 50

“Y llegó el momento de decir adiós”
La despedida de 2º de Bachillerato celebrada un año más
en el Salón de Grados de la Facultad de Ingenierías
Un año más que la lluvia, el viento y el frío nos
han sacado de La Plataforma, nuestro espacio
natural de celebraciones, y nos hemos tenido
que acoger a la amable hospitalidad de nuestros
vecinos de la Facultad de Ingenierías.
El acto de despedida fue precedido de una
Eucaristía de acción de gracias tenida en el
mismo salón. La presidió el P. José Ignacio
Rodriguez que era Director del Centro el año
que estos alumnos ingresaron en él con tres
años de edad. Concelebraron los tres sacerdotes
del colegio y el P. Daniel Villanueva,
Director de la ONG Entreculturas, y que tenía,
lo mismo que el P. José Ignacio, un familiar
entre los homenajeados.
Se sucedieron después, como de costumbre,
los pronunciamientos de agradecimiento
y de nostalgia de parte de los
alumnos, también de los representantes
de las familias y de los directivos del
Centro. Y, como de costumbre, la imposición
de insignias y la entrega de orlas, y
los intermedios musicales de la orquesta
que mágicamente articula el profesor
Jesús Mari, y los solos de Laura Juanes, y
este año también un número musical de
alumnos de ESO: Mateo Ruiz (piano) y
Nerea Fernández (voz).
Da pena despedirse; consuelan todos esos
detalles de cálida atención.
Mateo Ruiz (piano) y Nerea Fernández
(voz) interpretaron “So I’m gonna love
you” de Megan Trainor.
RECONOCIMIENTO AL DIARIO DE LEÓN
En el marco del acto académico que siguió a la Eucaristía,
el Director del Colegio, Jorge Taboada, reconoció
la labor del Diario de León por su contribución «a
generar valores y empleo», entregando al Director del
periódico, Joaquín S. Torné, una simbólica placa. Jorge
Taboada, resaltó que éste es el primer premio que
entrega el Centro y que la idea surgió para dar esperanza
a los alumnos ante la pesadumbre reinante por
la falta de empleo en la ciudad: «Queremos reconocer
a entidades y empresas que puedan generar esperanzas
en los jóvenes y que vean que pueden tener un
futuro en León», -dijo, y valoró las aportaciones de un
periódico como Diario de León a «una sociedad democrática». Joaquín S. Torné, en sus palabras
de respuesta, apostó por el optimismo para la provincia de León, animó a los alumnos a “que seáis
capaces de hallar vuestro mejor camino, y que este camino sea lo mejor para León”; y citó a Shakespeare:
“Sabemos lo que somos; pero no, lo que podemos llegar a ser”.
LOS ALUMNOS REMEMORAN SU PASADO, Y LO TITULAN
“DISCURSO DE GRADUACIÓN”
INTRODUCIÓN por Emilio Cobos Lozano
Y llegó el momento de decir adiós. Adiós a todo: adiós a los
patios infinitos, a las aulas innumerables, a los pasillos, -nuestros
pasillos-, del color del atardecer. Adiós a los recreos, siempre
tan cortos, y a las clases, siempre tan largas (¡qué mal repartido
está el mundo!). Adiós, incluso, al comedor y su comida.
“Estoy muy orgulloso de haberme criado
entre vosotros, y proclamo el honor de
ser vuestro compañero”.
Quién nos iba a decir que un día estaríamos aquí, despidiéndonos
de todo lo que conocemos; que hoy, tras años y
años de ver marchar a las generaciones que nos precedieron,
seríamos nosotros a los que les tocaría despedirse, decir
adiós al lugar donde se forjaron los hombres y las mujeres
que somos, dejar atrás al niño que fuimos. Pero la brevedad
también se celebra. La vida nos dispersará como a las hojas el
viento y, aparte de desear lo mejor, sólo podemos recordar lo
que hemos compartido y creer en nosotros mismos. Creer en
nosotros mismos como individuos, poniendo el alma en lo que
hacemos; pero sobre todo, como grupo, como generación que
18 En este trimestre
mira hacia adela nte.
Porque estoy convencido
de que dondequiera
que uno de nosotros solicite
ayuda estaremos
los demás para ofrecérsela.
Por ti, por mí, por
nosotros: porque crecimos
juntos y eso no hay
nadie que pueda cambiarlo.
Por todo esto, puedo
decir que estoy muy orgulloso
de haberme criado
entre vosotros y proclamo el honor de ser vuestro compañero.
Que estas palabras sean nuestra promesa.
Y, ahora, dejadme mirar a mi madre una vez más y decir que
no me voy, que me llevan. Me llevan los días, que prometen gloria,
la gloria de la vida, la gloria de vivir, y a los que yo, lo juro, no
he podido negarme. Y, si empecé con un adiós, que mi última
palabra sea gracias. Gracias, por supuesto, a nuestros padres,