Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Nobel polaca, cuando la maldecida por el dios Apolo, rendida a la evidencia<br />
que ella misma ha pronosticado, dice: Yo tenía razón. / Sólo que<br />
eso no significa nada./ Y éstas son mis ropas chamuscadas./ Y éstos, mis<br />
trastos de profeta./ Y ésta, la mueca de mi rostro./ Un rostro que no sabía<br />
que pudiera ser hermoso. Cualquier guerra contempla una escalada de<br />
<strong>violencia</strong> que puede nacer de una semilla diminuta, de una chispa insignificante<br />
que prende, que poco a poco va creciendo hasta convertirse<br />
en un Frankenstein imposible de explicar. Al final, la razón poco importa.<br />
Importa la sangre derramada, la <strong>violencia</strong> que ha consumido a ambos<br />
bandos. Importan las humillaciones y las heridas de décadas, de generaciones,<br />
que dejan.<br />
Uno de los valores de esta tetralogía es que regresa al género clásico<br />
de la tragedia donde el campo del significante obtiene una dignidad sublime<br />
del significado, pues a menudo podemos observar el uso indiscriminado<br />
de la <strong>violencia</strong> en imágenes, tanto en ficción como en medios<br />
audiovisuales, sin ánimo moral, sin sentido, por el mero hecho de que<br />
genera interés y promueve instintos primitivos, incluso beneficios. Vivimos<br />
en un mundo donde el consumo de ficción alcanza hasta la mirada<br />
de los propios medios de comunicación y las redes sociales pues rara<br />
vez son vistos –excepto cuando se trata de una tragedia natural, por<br />
ejemplo– con la realidad que se merecen, sino que son percibidos y seguidos<br />
como un relato que va añadiendo ingredientes a la trama principal<br />
que siempre alcanza otro punto máximo de tensión que conduce a<br />
un nuevo escenario, a una nueva situación, de manera que es inevitable<br />
que surja el entretenimiento desmoralizador, la diversión, aliada con el<br />
sentido del humor, con el género de la comedia y todas sus variantes.<br />
Pero, ¿la <strong>violencia</strong> es divertida? Los romanos fueron de los primeros en<br />
utilizarla como elemento de control social dando pan y circo con sus<br />
juegos a la plebe, más allá del teatro griego en donde la representación<br />
de esa <strong>violencia</strong> era suficiente para explicar el mundo y hacer pedagogía<br />
ciudadana. Pero como dice Antonio José Navarro, crítico y ensayista<br />
de cine, especialista en la relación entre cine y conflicto bélico, la <strong>violencia</strong><br />
en la ficción sólo tiene sentido si hay reflexión moral.<br />
<strong>Excodra</strong> <strong>XXXVII</strong> 28 <strong>La</strong> <strong>violencia</strong>