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Una parada en la Macaronesia (I)<br />
Sobre la biota de la isla de Sal (Cabo Verde)<br />
84<br />
trastadas singularidades, como es el caso<br />
de los prosobranquios del género Conus<br />
(C. murdeirae es una especie endémica<br />
que aparece acantonada en esta bahía);<br />
asimismo, peces endémicos tales como<br />
el pomacéntrido Similiparma hermani<br />
y el góbido Gobius tetrophthalmus están<br />
bien representados, dos especies compartidas<br />
con otras islas del archipiélago. En<br />
algunos sectores someros se desarrollan<br />
formaciones extensas de corales fotófilos,<br />
principalmente de Siderastrea radians<br />
y Millepora alcicornis, y del zoantídeo<br />
Palythoa caribaeorum. En lo que se refiere<br />
Ponta da Casaca<br />
Morro da Glória<br />
55 m<br />
al Cuaternario marino reciente (Pleistoceno<br />
Superior y Holoceno), remitimos<br />
al lector al trabajo de García-Talavera<br />
(<strong>19</strong>99), quien estudia y detalla los depósitos<br />
más representativos de las islas de Sal,<br />
Boa Vista y Santiago.<br />
Inmediatamente después de Rife se<br />
presenta Calheta Funda, de indudable interés<br />
pesquero y hondura contrastada; le<br />
sigue el pequeño Ilhéu do Curral de Dadó,<br />
antesala de la emblemática bahía do Algodoeiro<br />
que cierra Ponta Preta, un lugar<br />
privilegiado para el buceo deportivo y la<br />
práctica del surf, windsurf y kitesurf, pleno<br />
Morrinho de Açúcar.<br />
Monte Grande<br />
406 m<br />
Boletín de la Asociación Amigos del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife<br />
de biotopos submarinos como cuevas, extraplomos,<br />
cornisas, arenales, pedregales,<br />
etc.; en estos fondos se encuentra una amplia<br />
representación de la ictiofauna litoral<br />
del archipiélago y en un excelente estado<br />
de conservación. Se puede asegurar que<br />
esta bahía marca el comienzo del emporio<br />
turístico sureño de Sal. Desde ahí se nos<br />
dibuja un litoral suave, continuo, arenoso,<br />
que parece dorado por el sol y cabalgado<br />
por dunas que modela diariamente el<br />
viento, solo interrumpido por la reducida<br />
Pontinha que, sin solución de continuidad,<br />
dibuja un arco hasta la Ponta do Sinó,<br />
albergando tierra adentro un arenal donde<br />
las comunidades de plantas psamófilas son<br />
las protagonistas; el modesto Farol de Sinó<br />
preside esta pequeña e interesante península.<br />
Desde la Ponta do Sinó a Ponta do<br />
Leme Velho se abre espléndido el arco insular<br />
sureño por excelencia, lo que podría<br />
llamarse la gran bahía y puerto de Santa<br />
María, con excelentes playas que forman<br />
un todo y principal conurbación turística<br />
que se da la mano con la propia Villa, así<br />
como con sus antiguas salinas hoy en decadencia,<br />
un recurso turístico de primera<br />
magnitud víctima del desarrollismo insostenible.<br />
La mencionada Ponta de Leme<br />
Velho es baja y rocosa, doblando hacia el<br />
sureste hasta Ponta do Braço da Sirena y<br />
Ponta Jalunga; a partir de ahí se abre la<br />
extensa Costa da Fragata, una bahía que<br />
aparece delimitada al norte por la punta<br />
del mismo nombre y el Ilhéu da Fragata;<br />
se trata, en su mayoría, de litoral arenoso<br />
que se extiende tierra adentro en un auténtico<br />
tren dunar de relieve discreto, roto en<br />
parte por la construcción de las salinas y<br />
la propia villa de Santa María. Se trata de<br />
un área protegida donde la tortuga boba<br />
acude a desovar, así como sostén de comunidades<br />
vegetales típicas de dunas móviles.<br />
Hay que destacar el hallazgo de restos<br />
óseos de foca monje (Monachus monachus)<br />
en la costa sureste de la isla en mayo de<br />
<strong>19</strong>90, en concreto cuatro esqueletos, uno<br />
de ellos perteneciente a un ejemplar muy<br />
juvenil (Kinzelbach & Boessneck, <strong>19</strong>92),<br />
así como la observación posterior -en abril<br />
de <strong>19</strong>96- de un gran fócido vivo atribuido<br />
a esta especie en el mar junto a la playa<br />
de Ponta Preta, situada en la costa suroeste<br />
(Hazevoet & Wenzel, <strong>19</strong>97). Además,<br />
distintos indicios sugieren que la presencia<br />
de focas monje en la isla podría no ser tan<br />
rara, a tenor de los comentarios de algunos<br />
pescadores recogidos por Hazevoet &<br />
Wenzel (op. cit.). En cualquier caso, en las<br />
dos últimas décadas no hemos tenido noticia<br />
de más avistamientos de esta especie en<br />
Sal ni en el resto del archipiélago.<br />
A partir de Ponta da Fragata y hasta<br />
Ponta do Morrinho Vermelho se desarrolla<br />
una costa escarpada, pedregosa y de intervalos<br />
arenosos, con el cercano enclave de<br />
Serra Negra a sus espaldas, reserva natural<br />
geológico-paisajística que cubre unas 335 ha<br />
y cuyas cotas más altas rondan los 100 m;<br />
una franja de unos 300 m a lo largo de la<br />
costa sirve de zona periférica de protección,<br />
aunque carecen de un plan de gestión y vigilancia;<br />
no hay que desdeñar la gran importancia<br />
del área para las aves marinas y su<br />
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<strong>MAKARONESIA</strong>