Hemidactyus angulatus. Hemidactylus boavistensis chevalieri. Hemidactylus cf. mercatorius. 162 163 Perenquenes de la isla de Sal. Chioninia spinalis salensis, escíncido endémico de la isla de Sal.
Sobre la biota de la isla de Sal (Cabo Verde) 164 Arenaria interpres. Pluvialis squatarola. Numenius phaeopus. Charadrius alexandrinus. Calidris alba. Boletín de la Asociación Amigos del Museo de Ciencias Naturales de Tenerife El resto de las aves migratorias acuáticas y costeras de Sal comprende grupos como las ardeidas, representadas por la garcilla bueyera (Bubulcus ibis), la garcilla cangrejera (Ardeola ralloides) -muy rara-, la garceta común (Egretta garzetta), la garceta dimorfa (E. gularis), la garceta intermedia (E. intermedia) -especie accidental procedente del continente africano-, la garza real (Ardea cinerea) y la garza imperial (A. purpurea purpurea); o las anátidas, entre las que pueden destacarse las siguientes: ánade rabudo (Anas acuta), cerceta común (A. crecca), cerceta carretona (A. querquedula) -muy rara en Cabo Verde-, cuchara común (A. clypeata), porrón común (Aythya ferina), porrón moñudo (A. fuligula) y porrón acollarado (A. collaris), esta última de origen neártico (accidental). Entre las migrantes terrestres aparecen especies muy dispares, tanto paseriformes como no paseriformes, que ocupan sobre todo las zonas cultivadas (Terra Boa) y con algo de arbolado o matorral, pudiendo destacarse por su cierta regularidad la tórtola europea (Streptopelia turtur) y algunos hirundínidos, tales como el avión zapador (Riparia riparia), la golondrina común (Hirundo rustica) y el avión común (Delichon urbicum). También se han registrado ciertas rapaces diurnas, caso del milano negro (Milvus migrans), el aguilucho cenizo (Circus pygargus) y el aguilucho lagunero occidental (C. aeruginosus), y una nocturna (búho campestre Asio flammeus). Tampoco faltan diversos paseriformes insectívoros de pequeño y mediano tamaño, de las familias Motacillidae, Turdidae, Sylviidae, Muscicapidae y Laniidae; especies dignas de mención por su extrema rareza (consideradas “accidentales”) en el archipiélago caboverdiano son, entre otras, la lavandera cetrina (Motacilla citreola), el bisbita gorgirrojo (Anthus cervinus), el zorzal común (Turdus philomelos), el mosquitero papialbo (Phylloscopus bonelli) y el alcaudón real (Lanius meridionalis). Sin duda, un seguimiento intensivo y continuado en el tiempo aportará más especies al listado de aves migratorias de la isla de Sal y del conjunto del archipiélago. ACERCA DE <strong>LA</strong> FAUNU<strong>LA</strong> HERPETOLÓGICA La isla de Sal alberga tan solo cuatro especies vivientes de reptiles, tres gecónidos pertenecientes al género Hemidactylus (H. angulatus, H. boavistensis y H. mercatorius) y un escíncido, Chioninia spinalis salensis. De éstas únicamente dos (H. boavistensis y Chioninia s. salensis) se consideran autóctonas -y a su vez endémicas del archipiélago-, ya que las restantes han sido introducidas en tiempos históricos. Dichas especies ocupan distintos hábitats, de manera que los taxones alóctonos de Hemidactylus prefieren ambientes antropizados, mientras que C. s. salensis y H. boavistensis se encuentran sobre todo en las zonas más alejadas de los asentamientos humanos, como llanos terroso-pedregosos, laderas suaves de montañas e incluso ambientes dunares, además de cultivos (Terra Boa). Resulta curiosa la total ausencia de especies del género Tarentola en Sal, ya que están presentes en todas las demás islas e islotes de Cabo Verde, con una gran riqueza a nivel taxonómico (Vasconcelos et al., 2012). 165 <strong>MAKARONESIA</strong> Limícolas en el litoral sureste de la isla de Sal alimentándose de las arribazones del cirrípedo Dosima fascicularis, salpas e invertebrados presentes en los acúmulos algales (enero de 2015).