Restauracion ecologica ecosistemas nativos
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
RESTAURACIÓN ECOLÓGICA PARA ECOSISTEMAS NATIVOS AFECTADOS POR INCENDIOS FORESTALES<br />
protegidas (Veblen et al., 1995) y una gruesa corteza resistente al fuego que se desarrolla en distintivas<br />
placas poligonales, además es una de las tres primeras especies que colonizan zonas rocosas y<br />
áreas afectadas por erupciones volcánicas (Veblen et al., 1995). N. pumilio y N. dombeyi, en cambio,<br />
son muy sensibles al fuego, lo que le otorga a A. araucana una ventaja competitiva post-fuego cuando<br />
rodales de estas especies son afectados por incendios. Las especies del género Nothofagus son<br />
comúnmente destruidas en incendios catastróficos (González et al., 2005), sin embargo N. antarctica<br />
se encuentra bien adaptada al fuego. Tras un incendio forestal que afecte a asociaciones de N. antarctica<br />
con A. araucana, es N. antarctica quien brota inmediatamente, estableciendo dominancia por<br />
alrededor de 70 años, tras lo cual A. araucana, creciendo a semi-sombra, lo sobrepasa y comienza a<br />
crecer más rápidamente. Pasados alrededor de 150 años, finalmente A. araucana excluye a N. antarctica<br />
(Veblen et al., 1995b; Burns, 1993). Burns (1993), hace referencia a la recuperación natural de<br />
bosques de A. araucana. En su trabajo aborda la dinámica sucesional post-fuego de A. araucana y N.<br />
antarctica tras el incendio ocurrido en el Parque Nacional Lanin (Argentina), ubicado a la altura de<br />
Valdivia a la cordillera (Región de la Araucanía), el año 1987. En dicho trabajo, es posible encontrar<br />
registros de densidades y áreas basales de ambas especies en sitios incendiados y sitios control (no<br />
incendiados).<br />
González & Thomas (2007), hacen referencia al incendio ocurrido el año 2002 en la cordillera<br />
andina de las provincias de Malleco y Cautín, que afectó al Parque Nacional Tolhuaca. Este fue uno<br />
de los mayores incendios (cerca de 20.000 ha) ocurridos en los últimos 50 años en la Región de la<br />
Araucanía. Los autores antes mencionados incluyen en su trabajo un listado de frecuencia y cobertura<br />
media relativa de especies durante la tercera temporada de crecimiento luego del incendio,<br />
incluyendo rodales afectados con severidades variables. Sostienen que las áreas afectadas fueron colonizadas<br />
relativamente rápido, siendo Chusquea culeou (colihue) la especie que coloniza más rápida<br />
y densamente. Sostienen además que el resultado de un incremento en la frecuencia de incendios a<br />
causa del hombre, ha generado un paisaje fisionómicamente distinto, más fragmentado, y actualmente<br />
dominado por especies del género Nothofagus de entre 50 a 150 años de edad. Según González<br />
& Thomas (2007), bosques dominados por los géneros Araucaria y Nothofagus, pueden recuperarse<br />
natural y favorablemente después de incendios forestales, sin embargo esta recuperación se ve afectada<br />
negativamente por la extracción de árboles muertos y la presencia de ganado.<br />
En cuanto a la historia del fuego, el clima y el ser humano han influenciado la frecuencia de<br />
incendios por al menos los últimos 1000 años, frecuencia que ha aumentado considerablemente los<br />
últimos 150 años (González & Veblen, 2007; González & Veblen, 2006; González et al., 2005). Este<br />
aumento en la frecuencia de incendios forestales es registrada por González et al., (2005) y González<br />
y Veblen (2006) a través del estudio de cicatrices por quemadura y marcas en los anillos de crecimiento<br />
en árboles de la cuenca Quillelhue al norte del Volcán Lanín en el Parque Nacional de Villarrica<br />
(39º 35` S, 71º 31` W), Región de la Araucanía. Aagesen (2004), en cambio, afirma que no se puede<br />
atribuir al hombre incendios tan antiguos ya que no hay evidencias sólidas que demuestren que los<br />
indígenas pre-colombinos de Chile y Argentina realizaban quemas para manejar el bosque, ya que<br />
prácticamente no hay investigaciones arqueológicas al respecto, además de la escasez de información<br />
escrita sobre los sistemas productivos indígenas, debido a la limitada actividad misionera y<br />
relativamente tardío asentamiento del hombre blanco en estas zonas. No obstante, Aagesen (2004)<br />
postula que los conocimientos sobre la ecología del fuego en otros lugares y el entendimiento de la<br />
52