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Día 12: 14 <strong>de</strong> diciembre <strong>de</strong> 2017<br />
Salmo 37:1-18<br />
Aida Besancon Spencer<br />
Existe una hierba <strong>de</strong> pastizales (plaga para los jardineros) conocida como garranchuelo. No existe<br />
nada peor que el garranchuelo. Junto a nuestro garaje todo lo que tenemos es garranchuelo. La<br />
poca grama que puedo cultivar cada temporada queda atrapada por el garranchuelo. Pero<br />
cuando el clima frío llega, el garranchuelo finalmente <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> crecer y la grama tiene la<br />
oportunidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollarse. Pero esta vez hicimos una revisión total <strong>de</strong> esta parte <strong>de</strong> nuestro<br />
lote. El anticuado pozo séptico que vino con nuestra casa finalmente hizo implosión y ha sido<br />
remplazado con un nuevo sistema séptico. Y, en el proceso, todo el garranchuelo ha sido<br />
<strong>de</strong>shierbado, y semilla <strong>de</strong> grama con componentes para repeler la mala hierba y con fertilizante<br />
fue sembrada.<br />
Algunas veces aquellos que son injustos o pecaminosos aparentan persistir como el<br />
garranchuelo, que solo crece y crece año tras año sobre un pozo séptico <strong>de</strong> maldad. Y sentimos<br />
que no tenemos esperanza. Casi nos resignamos a un jardín sin grama. Pero el Señor pue<strong>de</strong><br />
venir como un jardinero gigante y arrancar el garranchuelo en solo minutos. No se trata <strong>de</strong> que<br />
nosotros los humanos no <strong>de</strong>bemos luchar contra la injusticia o el mal, sino que en el proceso no<br />
necesitamos darnos por vencidos y convertirnos en garranchuelos nosotros mismos. Al final,<br />
somos responsables por nuestra conducta.<br />
¿Seguimos confiando en el Señor? ¿Seguimos haciendo bien? ¿Seguimos <strong>de</strong>leitándonos en el<br />
Señor?<br />
¿Seguimos encomendando nuestros caminos al Señor? ¿Seguimos quietos <strong>de</strong>lante <strong>de</strong>l Señor,<br />
esperando pacientemente en Él? ¿Seguimos viviendo gozosamente satisfechos con lo que Él nos<br />
da?<br />
Como resultado, el salmo <strong>de</strong> David nos recuerda que nuestra grama se esparcirá por todo nuestro<br />
jardín. Estamos a salvo en Él. La justicia prevalecerá. El Señor ocasionará que florezcamos.