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Nuevos Desafios...
Cuando ingrese a trabajar en la Modalidad Educativa Hospitalaria y Domiciliaria muchas fueron
mis incertidumbres, sumado a esto también diversas sensaciones que me atravesaban entre
las cuales resaltaban temores y ansiedades. Creo que esto se debía en gran medida a la falta de
conocimiento de lo que era la práctica Docente dentro del Contexto y aún más el hecho de ser Asesor
Pedagógico de Docentes con años de experiencia en este ámbito.
Con el pasar del tiempo, logre ir reconociendo y construyendo una aproximación en mi de lo que
significaría en cada Docente el hecho de trabajar con estudiantes en situación de enfermedad o
convalecencia; y todo lo que pedagógicamente conlleva esta práctica, tal como pensar, repensar y
reflexionar sobre cómo lograr que el estudiante se apropie del conocimiento, las diversas estrategias
didácticas a implementar al momento de dar una clase, los elementos didácticos con los cuales trabajar y
un cumulo de otras cuestiones que inciden y van marcando la práctica docente en estos contextos tan
particulares como desafiantes.
Hoy al mirar que ya paso un año desde que me encuentro trabajando como Asesor Pedagógico en la
Modalidad, puedo reafirmar que la frase “Porque la enfermedad no es un límite…Enseñar y Aprender es
posible” está hecha a la medida de lo que cada uno de los integrantes de esta Modalidad se propone
transmitir a cada uno de nuestros estudiantes, demostrando que cuál fuera el diagnóstico de los mismos,
por nada lo rotularía como un impedimento de acceder a ningún conocimiento, por el contrario marcaría el
inició de una práctica distinta, desafiando al Docente a construir un espacio apropiado para generar
aprendizajes en nuestros estudiantes y, permitiendo así sostener su escolaridad, brindándoles el derecho
de recibir educación, para luego reinsertarse en su Escuela de origen en las mismas condiciones que sus
pares.
En cuanto a la tarea de Asesor Pedagógico, puedo decir que la concepción previa de que era una
tarea de oficina, se diluyo rápidamente con el pasar del tiempo, puesto que este contexto demanda un
constante acompañamiento a Docentes y Estudiantes, el cual tiene como finalidad fortalecer la práctica
educativa y el resultado de la misma. Para ello siempre sostengo la idea de pensar que las intervenciones
educativas que realizan los Docentes tienen que ser adaptadas al diagnóstico de nuestro estudiante y al
contexto familiar en el caso de los Domicilios.
Cierro esta pequeña reseña parafraseando a la autora Muller (2001) la cual afirma “que la
orientación educativa nos compromete a todos: educadores, padres, profesionales. Planteando una
orientación que trascienda los abordajes individualista, una orientación educativa que considere la actual
crisis ética y de sentido de la vida, que proponga aprendizajes interdisciplinarios, participativos,
contextualizados y abiertos”. En ella se resume lo que desde cada uno de los actores que nos vemos
involucrados en las prácticas educativas conestudiantes en situación de enfermedad o convalecencia
intentamos llevar comprometidos junto a estudiantes, familia, médicos, enfermeros y docentes de la
Modalidad.
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Prof. Sebastián Campos
Asesor Pedagógico
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