Alimento de cachorros
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(THATCHER et al., 2000). Por otro lado, a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> recomendar niveles mínimos <strong>de</strong><br />
nutrientes en los alimentos, los perfiles <strong>de</strong> la AAFCO entregan valores máximos para<br />
algunos nutrientes por su toxicidad potencial o cuyo consumo excesivo genera dudas.<br />
A comienzos <strong>de</strong> los años 90 los perfiles <strong>de</strong> la AAFCO sustituyeron a las<br />
recomendaciones <strong>de</strong>l NRC como fuente <strong>de</strong> información para la fabricación <strong>de</strong><br />
alimentos para perros en los Estados Unidos. En 1991 el NRC pidió que no se<br />
utilicen sus recomendaciones publicadas en 1985 para garantizar el valor nutricional<br />
<strong>de</strong> los alimentos caninos (CASE et al., 2001).<br />
2.3.3 Energía. La energía en sí no es un nutriente, ella está contenida en los enlaces<br />
químicos <strong>de</strong> grasas, hidratos <strong>de</strong> carbonos y aminoácidos la cual queda disponible<br />
luego <strong>de</strong> un proceso <strong>de</strong> oxidación a dióxido <strong>de</strong> carbono y agua (GROSS et al., 2000).<br />
Los animales en general se caracterizan por el constante gasto <strong>de</strong> energía para la<br />
mantención <strong>de</strong> la vida, ella es utilizada para mantener el metabolismo basal<br />
(circulación, respiración y mantención <strong>de</strong> la temperatura corporal) y en forma<br />
adicional a ésta para realizar actividad física, digestión, crecimiento y reproducción<br />
(ANDERSON, 1989).<br />
La energía obtenida <strong>de</strong> la combustión completa <strong>de</strong>l alimento se <strong>de</strong>nomina<br />
energía bruta (EB), si a ésta se le resta la energía perdida en las fecas se obtiene la<br />
energía digestible (ED). La energía que llega efectivamente a los tejidos es la energía<br />
metabolizable (EM) la cual se obtiene tras restar a la ED la energía perdida en la<br />
orina y gases (MACDONALD et al., 1999).<br />
El contenido <strong>de</strong> energía <strong>de</strong> un alimento es <strong>de</strong>terminante en el consumo diario<br />
<strong>de</strong> éste y, por lo tanto, afecta la cantidad <strong>de</strong> nutrientes que ingiere el animal (GROSS<br />
et al., 2000). Cuando un alimento tiene altos niveles energéticos el animal satisface<br />
sus necesida<strong>de</strong>s energéticas con una menor cantidad <strong>de</strong> alimento por lo que la<br />
concentración <strong>de</strong> otros nutrientes críticos <strong>de</strong>be ser más elevada para asegurar una<br />
ingesta suficiente. Por el contrario, con un alimento bajo en energía el animal <strong>de</strong>be<br />
aumentar su consumo para satisfacer sus necesida<strong>de</strong>s, y los <strong>de</strong>más nutrientes <strong>de</strong>ben