Alimento de cachorros
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<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> los rangos obtenido. La excepción estaría dada por el contenido <strong>de</strong> cloro, el<br />
cual presenta un valor promedio <strong>de</strong> 0,72 %, esto es 4,5 veces más elevado que lo<br />
obtenido por este autor (0,16 %).<br />
Ahora bien, si los resultados <strong>de</strong> este experimento son contrastados con las<br />
recomendaciones dadas por AAFCO (2002), previa corrección por contenido <strong>de</strong><br />
energía metabolizable, se advierte que casi todos los alimentos cumplieron con los<br />
contenidos mínimos <strong>de</strong> proteína y aminoácidos esenciales (Cuadro 8), las<br />
excepciones son los alimentos C7 y C43, que no cumplieron con los requerimientos<br />
mínimos <strong>de</strong> triptófano (Figura 2). Los aminoácidos (y las proteínas en general) son<br />
requeridos en numerosos procesos biológicos que incluyen el crecimiento, formación<br />
y reparación <strong>de</strong> tejidos, síntesis <strong>de</strong> proteínas séricas e inmunológicas. La carencia <strong>de</strong><br />
aminoácidos esenciales en la dieta es suplida por catabolismo <strong>de</strong> proteínas <strong>de</strong> los<br />
tejidos, por lo tanto el crecimiento <strong>de</strong> estos se ve afectado, observándose un pobre<br />
crecimiento <strong>de</strong>l animal, letargia, compromiso <strong>de</strong>l sistema inmune y <strong>de</strong>presión <strong>de</strong> la<br />
producción láctea (DZANIS, 1997b).<br />
El contenido <strong>de</strong> grasa y ácido linoleico en los alimentos evaluados fue en<br />
todos los alimentos superior al mínimo recomendado por AAFCO (2002) (Cuadro 8).<br />
Sin embargo, a pesar <strong>de</strong> que no existe un máximo recomendado, hay que tener en<br />
cuenta que contenidos <strong>de</strong> grasa elevados implican una mayor <strong>de</strong>nsidad energética y<br />
están asociados a un mayor consumo <strong>de</strong> energía (HILL et al., 2000). Por otro lado,<br />
los datos obtenidos muestran que la energía metabolizable (EM) <strong>de</strong> los alimentos<br />
varió entre 3.729 y 4.385 kcal/kg <strong>de</strong> MS (Cuadro 7), los alimentos por sobre 4.000<br />
kcal <strong>de</strong> EM, si no están formulados consi<strong>de</strong>rando este hecho, pue<strong>de</strong>n contribuir a la<br />
obesidad en el animal, o bien, si el animal ajusta su consumo <strong>de</strong> MS a la cantidad <strong>de</strong><br />
energía ingerida, pue<strong>de</strong> existir un bajo consumo <strong>de</strong> los nutrientes que no estén<br />
balanceados con la EM. En este sentido HILL et al. (2000), recomiendan en perros el<br />
consumo <strong>de</strong> alimentos bajos en grasa ya que, si bien es cierto no existen datos<br />
contun<strong>de</strong>ntes en el tema, al consumir alimentos bajos en grasa es más probable que<br />
se reduzca el sobreconsumo.