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Edición 09 de Agosto de 2018

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Diario Co Latino<br />

Opinión Jueves 9 <strong>de</strong> agosto <strong>de</strong> <strong>2018</strong> 15<br />

¿Es el fin <strong>de</strong> la política?<br />

Iosu Perales<br />

El fin <strong>de</strong> la política es el sueño <strong>de</strong> los<br />

gurús <strong>de</strong>l neoliberalismo que disparan<br />

misiles diarios contra el Estado y<br />

las instituciones <strong>de</strong>mocráticas, con la intención <strong>de</strong><br />

sustituirlos por gobernanzas tecnocráticas al servicio<br />

fiel <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s intereses económicos y financieros.<br />

Por eso, en sus ataques a la política se<br />

incluye una ofensiva contra los partidos políticos<br />

y sus li<strong>de</strong>razgos, enemigos naturales <strong>de</strong> un neoliberalismo<br />

que se <strong>de</strong>fine a sí mismo como apolítico<br />

con unas reglas sustentadas en la presunta racionalidad<br />

<strong>de</strong> los mercados sin control.<br />

En realidad el pensamiento <strong>de</strong> los gurús neoliberales<br />

es una farsa. Como lo fueron sus pronósticos<br />

<strong>de</strong>l fin <strong>de</strong> la historia y el <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>ologías. Su<br />

“verdad científica” es una presunta verdad tras la<br />

que se escon<strong>de</strong> el <strong>de</strong>spotismo <strong>de</strong> los mercados, el<br />

neocolonialismo y nuevas formas <strong>de</strong> esclavismo<br />

<strong>de</strong>l siglo XXI. Desplazar a la política a espacios<br />

don<strong>de</strong> no pueda tener capacidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión in<strong>de</strong>pendiente<br />

es uno <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s objetivos neoliberales<br />

que se afana cada día en mostrar la supremacía<br />

<strong>de</strong> los mercados internacionales.<br />

Los tres gran<strong>de</strong>s instrumentos <strong>de</strong>l ataque global<br />

a la política son: la judialización <strong>de</strong> la política,<br />

mediante la cual se trata <strong>de</strong> someter a los gobiernos<br />

y los parlamentos a la autoridad indiscutible<br />

<strong>de</strong> los jueces que, oh! casualidad, ejercen <strong>de</strong> gobiernos<br />

no elegidos y tratan <strong>de</strong> controlar a los po<strong>de</strong>res<br />

ejecutivo y legislativo; la segunda herramienta<br />

son los gran<strong>de</strong>s medios <strong>de</strong> comunicación que<br />

tratan <strong>de</strong> imponer la agenda <strong>de</strong> los gobiernos y fiscalizan<br />

la actividad <strong>de</strong> las instituciones premiando<br />

y castigando según sus preferencias i<strong>de</strong>ológicas y<br />

políticas; los medios difun<strong>de</strong>n a<strong>de</strong>más lo negativo<br />

<strong>de</strong> la política contribuyendo a la <strong>de</strong>safección ciudadana;<br />

el tercer instrumento es la globalización<br />

actual que coloca a las instituciones supranacionales<br />

-ninguna <strong>de</strong> las cuales sería capaz <strong>de</strong> superar el<br />

umbral <strong>de</strong>mocrático- en lo más alto <strong>de</strong> la toma <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>cisiones, frente a lo cual los gobiernos nacionales<br />

y las socieda<strong>de</strong>s que representan solo pue<strong>de</strong>n<br />

aceptar la fatalidad <strong>de</strong> tenerlas que aceptar <strong>de</strong> manera<br />

obligada.<br />

Los gurús <strong>de</strong>l neoliberalismo tratan <strong>de</strong> ven<strong>de</strong>r<br />

la i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> que las cosas son como son, y no hay alternativa.<br />

Es una i<strong>de</strong>a que escon<strong>de</strong> el pensamiento<br />

único y propone una i<strong>de</strong>ología cerrada en lo referente<br />

no solo a la economía sino que también a<br />

la representación <strong>de</strong> una realidad, según la cual el<br />

mercado gobierna y los gobiernos administran lo<br />

que dicta el mercado.<br />

Frente a la amenaza neoliberal el retorno <strong>de</strong> la<br />

política <strong>de</strong>be centrar la actividad <strong>de</strong> la izquierda.<br />

Un retorno que <strong>de</strong>be apoyarse en un concepto <strong>de</strong><br />

la globalización entendida como la universalidad<br />

<strong>de</strong> la emancipación humana. Pero el retorno <strong>de</strong> la<br />

política no <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse como la vuelta a una<br />

<strong>de</strong>mocracia liberal que ya es arcaica. Se trata <strong>de</strong><br />

hacer otra política, <strong>de</strong> lealtad a la ciudadanía y que<br />

haga <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia en todos los ór<strong>de</strong>nes <strong>de</strong> la<br />

vida un frente <strong>de</strong> combate. La <strong>de</strong>mocracia minimalista<br />

<strong>de</strong>l neoliberalismo <strong>de</strong>be encontrar en la izquierda<br />

algo más que resistencia: un <strong>de</strong>spliegue <strong>de</strong><br />

nuevas formas <strong>de</strong>mocráticas que hagan <strong>de</strong> la participación<br />

ciudadana y <strong>de</strong> la transparencia motores<br />

para el cambio.<br />

El retorno <strong>de</strong> la política en el siglo XXI obliga<br />

a la izquierda a una adaptación. Las nuevas tecnologías<br />

<strong>de</strong> comunicación –re<strong>de</strong>s sociales, por ejemplo-<br />

han venido para quedarse. Pue<strong>de</strong>n jugar un<br />

papel positivo o negativo, y en esa pelea <strong>de</strong>ben estar<br />

las izquierdas abriendo nuevas trincheras para<br />

dar la batalla <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>as y para exten<strong>de</strong>r una cultura<br />

global <strong>de</strong> valores morales libertadores. Por el<br />

contrario, la <strong>de</strong>sconsi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> los nuevos métodos<br />

<strong>de</strong> comunicación entre organizaciones, movimientos<br />

y personas, nos llevaría a la marginalidad.<br />

Es verdad, por otra parte, que el neoliberalismo<br />

quiere arrojarnos a un escenario <strong>de</strong> re<strong>de</strong>s anónimas<br />

don<strong>de</strong> los mercados <strong>de</strong> información y extensión<br />

<strong>de</strong> consignas están contaminados. Pero la<br />

batalla para lograr la hegemonía también hay que<br />

darla en este campo.<br />

Lo que está logrando el neoliberalismo en su<br />

afán por conseguir el fin <strong>de</strong> la política, es una ocupación<br />

<strong>de</strong> los centros vitales <strong>de</strong> la sociedad. De<br />

una manera casi imperceptible, sin revoluciones<br />

ni cambios <strong>de</strong> leyes, mediante el <strong>de</strong>senvolvimiento<br />

<strong>de</strong> la vida cotidiana sus peones toman posesión<br />

y dominio. Determinan el comportamiento <strong>de</strong> gobiernos,<br />

<strong>de</strong> parlamentos, <strong>de</strong> la opinión pública, <strong>de</strong><br />

los jueces, etc. En este movimiento neoliberal Estados<br />

Unidos <strong>de</strong>staca por su hostilidad, pero no<br />

hay que <strong>de</strong>spistarse: nuestra mirada no <strong>de</strong>be fijarse<br />

únicamente en el imperialismo <strong>de</strong>l norte y sus<br />

agresiones particularmente obsesivas contra los<br />

gobiernos progresistas <strong>de</strong> América Latina, pues<br />

los ataques nos vienen <strong>de</strong> los cuatro puntos cardinales,<br />

también <strong>de</strong> la Unión Europea, por ejemplo.<br />

No, la política no está en su final, pero sí es el<br />

objeto <strong>de</strong> la disputa. Los gurús <strong>de</strong>l neoliberalismo<br />

al <strong>de</strong>sprestigiarla buscan que la ciudadanía global,<br />

el <strong>de</strong>mos, que<strong>de</strong> convertido en una suma <strong>de</strong><br />

hombres y mujeres individualizados, sin control<br />

alguno sobre los po<strong>de</strong>res que mandan. El peligroso<br />

vacío que genera una política rechazada<br />

por la sociedad abre la puerta al provi<strong>de</strong>ncialismo.<br />

De pronto surgen lí<strong>de</strong>res “salvadores” que<br />

apoyándose en un discurso anti-política y antipartidos<br />

políticos se ofrecen como la solución<br />

provi<strong>de</strong>ncial. En realidad, al carecer <strong>de</strong> estructuras<br />

y bases organizadas, sus li<strong>de</strong>razgos caen en el<br />

caudillismo y el culto a su personalidad. Concentran<br />

todo el po<strong>de</strong>r. El retorno a la política <strong>de</strong>be<br />

ser el retorno a partidos políticos con bases fuertes,<br />

participativas y que tengan la última palabra.<br />

Es importante no ser parte <strong>de</strong>l <strong>de</strong>rrotismo<br />

que sentencia el fin <strong>de</strong> la política. Los gurús <strong>de</strong>l<br />

neoliberalismo saben que la aparente buena salud<br />

económica que predican, a la hora <strong>de</strong> la verdad,<br />

queda reducida a estadísticas, sin encontrar<br />

reflejo en la vida real. Buenos índices macroeconómicos<br />

y aumento <strong>de</strong> las <strong>de</strong>sigualda<strong>de</strong>s sociales<br />

van <strong>de</strong> la mano. Por eso su esfuerzo se acentúa<br />

para <strong>de</strong>scabezar la política y eliminar todo<br />

cuanto en un momento dado pueda suponerle el<br />

fin <strong>de</strong> su recorrido. Saben que hay una posibilidad<br />

post neoliberal y post capitalista, y esta posibilidad<br />

surgirá <strong>de</strong>l retorno <strong>de</strong> políticas verda<strong>de</strong>ramente<br />

alternativas, presididas por proyectos,<br />

i<strong>de</strong>as-fuerza, talento y <strong>de</strong>cisiones valientes <strong>de</strong> la<br />

izquierda.<br />

El retorno <strong>de</strong> la política en el siglo<br />

XXI obliga a la izquierda a una<br />

adaptación. Las nuevas tecnologías<br />

<strong>de</strong> comunicación –re<strong>de</strong>s sociales, por<br />

ejemplo- han venido para quedarse.<br />

Pue<strong>de</strong>n jugar un papel positivo o<br />

negativo, y en esa pelea <strong>de</strong>ben<br />

estar las izquierdas abriendo nuevas<br />

trincheras para dar la batalla <strong>de</strong> las<br />

i<strong>de</strong>as y para exten<strong>de</strong>r una cultura<br />

global <strong>de</strong> valores morales libertadores.<br />

Por el contrario la <strong>de</strong>sconsi<strong>de</strong>ración<br />

<strong>de</strong> los nuevos métodos <strong>de</strong><br />

comunicación entre organizaciones,<br />

movimientos y personas, nos llevaría<br />

a la marginalidad.

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