Edición 15 de octubre de 2018
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14 Lunes <strong>15</strong> <strong>de</strong> <strong>octubre</strong> <strong>de</strong> <strong>2018</strong><br />
Opinión<br />
Diario Co Latino<br />
San Romero<br />
<strong>de</strong>l Mundo<br />
Así lo proclamó el car<strong>de</strong>nal Gregorio<br />
Rosa Chávez, un par <strong>de</strong><br />
días antes que Monseñor Oscar<br />
Arnulfo Romero fuera canonizado por<br />
el papa Francisco, en Ciudad <strong>de</strong>l Vaticano.<br />
Para los salvadoreños, más allá <strong>de</strong> la religión,<br />
y <strong>de</strong> ser todo un orgullo, es también<br />
una esperanza. Esperanza <strong>de</strong> que, a<br />
la luz <strong>de</strong> las enseñanzas <strong>de</strong>l pastor mártir,<br />
el pueblo salvadoreño se unifique y que<br />
<strong>de</strong> una vez por todas viva en paz.<br />
Esa paz que no llega, porque quienes<br />
tienen que combatir las estructuras <strong>de</strong> injusticia<br />
histórica no se atreven a dar ese<br />
paso. Estos son los que se llevan el 70%<br />
<strong>de</strong>l Producto Interno Bruto año tras año.<br />
Y son los mismos, o entre ellos están, los<br />
responsables intelectuales <strong>de</strong>l martirio <strong>de</strong><br />
Monseñor Romero.<br />
Tengamos esperanza que hoy, convertido<br />
en Santo, como un intercesor, San<br />
Romero cambie las mentes y oriente a<br />
quienes tienen la capacidad económica<br />
para que contribuyan a construir un mejor<br />
país, un país en paz. Esto pasa, por<br />
supuesto, al conocer la verdad.<br />
Y la primera verdad que el pueblo salvadoreño<br />
y el mundo <strong>de</strong>be saber es que<br />
quienes están <strong>de</strong>trás <strong>de</strong>l magnicidio <strong>de</strong><br />
San Romero, que pidan perdón, para que<br />
luego vengan las indulgencias <strong>de</strong> parte<br />
<strong>de</strong>l pueblo católico, en particular.<br />
El Salvador ya no <strong>de</strong>be seguirse <strong>de</strong>sgarrando<br />
en un submundo <strong>de</strong> violencia, <strong>de</strong><br />
injusticia y <strong>de</strong> <strong>de</strong>sigualdad, teniendo un<br />
Santo, el San Romero <strong>de</strong>l Mundo.<br />
Publicación <strong>de</strong> la Cooperativa <strong>de</strong> Empleados <strong>de</strong> Diario Co Latino <strong>de</strong> R. L.<br />
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127 AÑOS INFORMÁNDOTE CON CREDIBILIDAD<br />
Hablar <strong>de</strong> Monseñor y hablar<br />
como Monseñor<br />
Licenciada Norma Guevara <strong>de</strong> Ramirios<br />
El pueblo salvadoreño todo y la comunidad<br />
católica universal tenemos<br />
un santo: San Oscar<br />
Arnulfo Romero, Obispo y<br />
Mártir. El regocijo inva<strong>de</strong> a<br />
la mayoría <strong>de</strong>l pueblo que<br />
a lo largo <strong>de</strong> 38 años esperó<br />
este reconocimiento <strong>de</strong><br />
las autorida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la Iglesia,<br />
algo que el pueblo había proclamado<br />
con conciencia y con fe.<br />
El júbilo se mostró a lo largo y ancho<br />
<strong>de</strong>l territorio, en países hermanos y por<br />
nuestra comunidad en el exterior en la víspera<br />
<strong>de</strong>l acto <strong>de</strong> canonización efectuado la madrugada<br />
<strong>de</strong>l 14 <strong>de</strong> <strong>octubre</strong>. En iglesias reuniones,<br />
peregrinaje a la capilla Divina Provi<strong>de</strong>ncia<br />
don<strong>de</strong> ocurrió el asesinato <strong>de</strong> Monseñor el 24<br />
<strong>de</strong> marzo <strong>de</strong> 1980.<br />
Frente a Catedral Metropolitana y en la peregrinación<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> El Salvador <strong>de</strong>l Mundo,<br />
abundaron las flores, los cánticos y los emocionados<br />
abrazos, los encuentros entre quienes<br />
sinceramente vivimos este acontecimiento único<br />
con la emoción <strong>de</strong> ver realizada una legítima<br />
aspiración.<br />
El padre Tojeira ofició la misa concelebrada<br />
con sacerdotes salvadoreño y otros que visitaron<br />
el país para compartir en la tierra <strong>de</strong> Romero<br />
la emoción <strong>de</strong> saberlo Santo. Y las colectivida<strong>de</strong>s<br />
católicas se esmeraron en brindar lo<br />
mejor para la ocasión.<br />
Al final <strong>de</strong> la misa, y antes <strong>de</strong> la bendición,<br />
el padre Tojeira ofreció la palabra a una mujer,<br />
a una catequista <strong>de</strong> las Comunida<strong>de</strong>s Eclesiales<br />
<strong>de</strong> base que habló con la memoria <strong>de</strong> este pueblo<br />
y con el corazón.<br />
Nohemí hizo el recuento <strong>de</strong>l martirio <strong>de</strong>l<br />
pueblo y <strong>de</strong> la iglesia en el que <strong>de</strong>jaron la vida<br />
sacerdotes, religiosas, catequistas y en la cima<br />
<strong>de</strong> ese martirio, el <strong>de</strong> Monseñor Romero. Nos<br />
invitó a ver a Romero como un santo <strong>de</strong> seguimiento,<br />
más que un santo <strong>de</strong> altar; nos dijo<br />
que más que hablar <strong>de</strong> Romero hay que hablar<br />
como Romero, con la verdad.<br />
La verdad más repetida es que el pueblo lo<br />
proclamó santo, que en canción los artistas pedían:<br />
“Proclámenlo Santo”.<br />
En verdad estar en la plaza era imposible no<br />
recordar por quienes estuvieron allí el 30 <strong>de</strong><br />
marzo <strong>de</strong> 1980, cuando a<strong>de</strong>más <strong>de</strong> haber asesinado<br />
a Monseñor, con bombas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el Palacio<br />
Nacional reprimieron al pueblo que asistía<br />
a su sepelio. Recuerdo que mi madre que<br />
era parte <strong>de</strong> esa multitud <strong>de</strong>jó sus zapatos, pero<br />
<strong>de</strong>s<strong>de</strong> entonces, para ella, Monseñor era un santo<br />
al que pedía, le ponía velas y flores y con su<br />
fe comprendió y acompañó la lucha popular.<br />
Hay que recordar y dar significado a la época<br />
en la que le tocó ser pastor <strong>de</strong>l pueblo, ser la<br />
voz <strong>de</strong> los sin voz, predicar y practicar la opción<br />
preferencial por los pobres, especialmente<br />
para quienes por no haber vivido aquella<br />
época pue<strong>de</strong>n pasar por alto el valor que tiene<br />
el reconocimiento <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong> Monseñor.<br />
Antes que Nohemí, el car<strong>de</strong>nal Gregorio<br />
Rosa Chávez afirmaba que Monseñor Oscar<br />
Arnulfo Romero, más que un santo para el altar,<br />
es un santo para transformar.<br />
Las homilías <strong>de</strong> San Romero <strong>de</strong> América,<br />
como le llamó el pueblo antes <strong>de</strong> la canonización,<br />
permiten hacerse una i<strong>de</strong>a <strong>de</strong> la realidad<br />
en el momento en que él actuó.<br />
Sus palabras fueron y siguen siendo luz para<br />
la reflexión y la acción <strong>de</strong>l pueblo por el que<br />
ofreció su vida; y esas mismas palabras liberadoras,<br />
movilizadoras que fortalecían la dignidad<br />
humana; eran recibidas como dardos por quienes<br />
oprimían y reprimían al pueblo y al final<br />
realizaron y celebraron su asesinato.<br />
“La oligarquía omnipotente siente un <strong>de</strong>sprecio<br />
absoluto por el pueblo y sus <strong>de</strong>rechos”,<br />
dijo el <strong>15</strong> <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1980; “cuando la <strong>de</strong>recha<br />
siente que le tocan sus privilegios económicos,<br />
moverá cielo y tierra para mantener<br />
su ídolo dinero”, dijo el <strong>15</strong> <strong>de</strong> febrero <strong>de</strong> 1980.<br />
Su lenguaje era sencillo y encerraba una visión<br />
profunda, capaz <strong>de</strong> hacer levantar y caminar al<br />
pueblo, con dignidad.<br />
Iluminó Monseñor la realidad, para que viera<br />
su pueblo y saliera <strong>de</strong>l engaño, “un pueblo<br />
<strong>de</strong>sorganizado es una masa con la que se pue<strong>de</strong><br />
jugar; pero un pueblo que se organiza y <strong>de</strong>fien<strong>de</strong><br />
sus valores, su justicia, es un pueblo que<br />
se hace respetar”, dijo Monseñor el 2 <strong>de</strong> marzo<br />
<strong>de</strong> 1980.<br />
Cuando la escalada represiva <strong>de</strong> la dictadura<br />
contra el pueblo consumó el asesinato <strong>de</strong> nuestro<br />
obispo y mártir, la <strong>de</strong>recha quería que ocurriera<br />
el aplastamiento automático <strong>de</strong> la conciencia,<br />
la organización y la lucha <strong>de</strong>l pueblo<br />
salvadoreño; que el miedo lo inmovilizara.<br />
Ocurrió lo profetizado, el renacimiento <strong>de</strong><br />
Romero en el pueblo supone continuar su visión<br />
y su misión, supone luchar contra los males<br />
sociales que limitan una vida digna para<br />
cada ser humano.<br />
El pedido <strong>de</strong> Nohemí para hablar como<br />
Monseñor <strong>de</strong>be llevarnos a conocer cómo y <strong>de</strong><br />
qué habló Monseñor.