Entrelíneas 85

REPORTAJE
Ya no es pagar o morir:
altruismo para salvar la vida
de los chilenos y chilenas
Procedimiento de trasplante de médula ósea en pabellon.
Fotografía: Pixabay.
El trasplante de médula ósea es
una realidad desconocida pero
significativa en Chile. En los últimos
15 años, ha permitido mejorar
sustancialmente el pronóstico y la
sobrevida de personas afectadas
por enfermedades tan agresivas
como la leucemia, linfomas y
tumores sólidos. Pero, ¿sabía usted
que sólo un tercio de los pacientes
encuentra un donante compatible
dentro de la familia?
por Arantzazu Bilbao y Valentina Riveros.
El desarrollo de la tecnología, y su avance en paralelo
con la medicina, ha permitido mejorar la calidad de vida
de miles de personas a través distintos procedimientos
que facilitan la detección de enfermedades, así como también
su tratamiento: maquinarias nuevas y rápidas, técnicas
más simples y menos invasivas, y mayor acceso a una salud
digna e integral.
Pese a esto, la situación de algunas personas que se enfrentan
a graves diagnósticos sigue siendo fuente de debate
no sólo en la comunidad científica, sino también en materia
de legislación y recursos estatales.
La mortalidad por cáncer ha incrementado de tal manera
que las cifras se han transformado en un número alarmante:
según el Ministerio de Salud, en 2015 la tasa de muerte aumentó
llegando a 143 casos por cada 100 mil habitantes, en
comparación al resultado de 2013, que data de 139 decesos.
Ante este escenario, introducir nuevas soluciones al país
para mejorar estos índices se hizo una necesidad aún más urgente
que no pudo ser satisfecha por el servicio de salud público,
pero que se transformó en la única opción para cientos
de personas que día a día deben enfrentarse a estos crudos
diagnósticos. El trasplante de médula ósea es una de estas
propuestas.
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