Entrelíneas 85

CRÓNICA
Mujeres en prisión: una
realidad desconocida
La cárcel El Manzano de Concepción es uno de los centros que
tiene una sección femenina, sitio donde existen alrededor de 12
mujeres que conviven con sus hijos en un submundo, donde las
oportunidades de surgir y renacer en la sociedad dependen de
la motivación personal.
por Camila Castillo.
Robo con violencia, tráfico de drogas y hurto son los
principales delitos por los cuales las mujeres privadas
de libertad se encuentran en prisión. Lugar donde gran
parte de la población femenina tiene un alto índice de analfabetismo
y pocos recursos para velar por el bienestar de los
infantes, que por ley tienen derecho a permanecer con su
madre hasta los dos años.
MATERNIDAD TRAS LAS REJAS
Ser mamá y estar cumpliendo una condena ya es una realidad,
cada día las cifras de mujeres con hijos en las cárceles
aumenta, por lo que en diferentes sectores penitenciarios
han creado nuevos espacios para que las futuras madres puedan
vivir el proceso legal sin ningún tipo de inconveniente.
La cárcel El Manzano de Concepción tiene la capacidad
de albergar a diez niños en periodo de lactancia, sin embargo,
en la actualidad existe una sobrepoblación. Ante esto, la
Defensoría Penal Pública de la región del Biobío y el Hospital
Regional de Concepción, han estado realizando diferentes
actividades para difundir información sobre los cuidados preventivos
que deben tener los infantes que se encuentran en
prisión con sus madres.
En cuanto a las experiencias y el escenario que viven las
mujeres privadas de libertad, el trabajador social de la Defensoría
Penal Pública, Felipe Norambuena, mencionó que:
“Existen internas que ven cada 15 días a sus hijos en el Servicio
Nacional de Menores, razón por las que muchas veces
nos hemos dado cuenta que este largo tiempo de espera no
“En lo institucional nuestra
principal función es poder
difundir los derechos de
los imputados e internos,
entre los cuales resaltamos
los derechos de las
mujeres, adolescentes,
extranjeros y pueblos
originarios”.
Felipe Norambuena,
Trabajador Social.
Fotografía: Camila Castillo.
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