Colombianos Residentes en Paraguay la Revista Año - Año 1- N 3

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Entonces, como pago a una promesa
talló la imagen, porque la primera que
hubo en la ciudad era la imagen de una
estampa que ese promesero había llevado
a la guerra. Y como volvió sano y
salvo prometió hacer una imagen de tamaño
humano y es esa la que tenemos
hasta ahora”, señaló.
La joven también contó que antiguamente
se cantaba en las escuelas de
la ciudad el himno nacional de Colombia.
Ya sobre el trabajo que realiza en la
parroquia, comentó que ayuda a las
hermanas de la congregación Pasionista,
pues la comunidad no cuenta con
sacerdote permanente. “Compartimos
sacerdote con la iglesia de Emboscada.
El sacerdote es el padre Horacio Ortega
Dakini, el viene los jueves y domingos
nada más”, detalló.
La belleza de la iglesia es notoria, pero
más meritorio es el trabajo de los jóvenes
para hermosear el sitio. Al respecto,
Paola indicó que el trabajo de
mejoramiento comenzó por el altar.
“Nos llevó mucho trabajo, empezamos
con la pintura y demás. Lo último que
pedimos a nuestro obispo de Caacupé.
Claudio Giménez, es apoyo para
cambiar todo el piso y los bancos, que
felizmente hemos recibido”, agregó.
Trabajo mancomunado
Luego aseguró que los logros se ven
a la vista porque el trabajo que realizan
junto con el consejo económico
es mancomunado. “Llevamos una relación
muy comunicativa, por eso hemos
concretados varios logros. Otro
Hermosear el altar principal fue el primer logro
de la comunidad parroquial, que hoy día ya ha
logrado que todo el recinto luzca imponente.
proyecto que logramos es cambiar el
audio de toda la parroquia, bafles, micrófonos
nuevos. Fue un logro muy significativo
para la comunidad, porque la
misa llega mejor cuando todos escuchan”,
relató.
Contó que reciben mucho apoyo de la
municipalidad local y la gente misma
aporta sin quejas, porque ve a donde
se invierte el pequeño aporte que da
en cada misa. “Tenemos la satisfacción
de contar con gente muy cálida en
nuestra comunidad. Hace poco, para
nuestra rifa patronal tuvimos 33 premios
totalmente donados, gracias a la
gente que nos apoya siempre. Queremos
es seguir hermoseando más
nuestro templo, todo lo que es la parte
exterior, la pintura, porque adentro
ya está todo lo que habíamos planificado”,
concluyó.
La imagen de San Miguel que está
en el altar principal, tiene 80 años
de antigüedad y fue tallada por un
poblador que sobrevivió a la guerra.