Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
Una Mujer Es Sanada<br />
que querían acercarse a Jesús, observarlo <strong>de</strong> cerca y tocarlo.<br />
No había avanzado mucho, cuando repentinamente Jesús se <strong>de</strong>tuvo.<br />
—“¿Quién me ha tocado <strong>la</strong> ropa?” —preguntó.<br />
Esta era una extraña pregunta, dado que había centenares <strong>de</strong><br />
personas que se apretujaban a su alre<strong>de</strong>dor. Los discípulos también<br />
estaban sorprendidos.<br />
—“Ves que te apretuja <strong>la</strong> gente —le contestaron sus discípulos—, y<br />
aun así preguntas: ‘¿Quién me ha tocado?”’<br />
Pero Jesús sabía que alguien lo había tocado. Alguien que se hal<strong>la</strong>ba<br />
en gran necesidad. Alguien que, con fe, había obtenido algo <strong>de</strong><br />
su po<strong>de</strong>r sanador. Jesús miró a su alre<strong>de</strong>dor. ¿Quién podía haber sido,<br />
<strong>de</strong> entre toda esa enorme multitud?<br />
Entonces <strong>la</strong> vio. No había duda <strong>de</strong> que el<strong>la</strong> había sido, porque<br />
por sus mejil<strong>la</strong>s corrían lágrimas <strong>de</strong> alegría y agra<strong>de</strong>cimiento.<br />
Jesús comprendió y le dirigió una amable sonrisa. La mujer se<br />
acercó y “arrojándose a sus pies, le confesó toda <strong>la</strong> verdad”.<br />
Le dijo que había estado enferma <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hacía 12 años. Durante<br />
todo ese tiempo, había ido <strong>de</strong> un médico a otro sin recibir ayuda alguna.<br />
Así había gastado todo su dinero, y sin embargo seguía sufriendo<br />
<strong>de</strong> hemorragias.<br />
Entonces, había oído hab<strong>la</strong>r <strong>de</strong> Jesús y se había dicho a sí