Las Bellas Historias de la Biblia. Tomo 8. Arthur S. Maxwell

PRIMERA PARTE 0 HISTORIA 9
Jesús sana a los leprosos
(Marcos 1:40-42; Lucas 17:11-18)
ALGUNA vez te preguntaste por qué Jesús nunca se contagió
alguna enfermedad, a pesar de que siempre se relacionaba
con gente enferma? Sí, muchas veces se sentía
cansado, pero nunca se enfermó. Nunca leemos que haya tenido
paperas, sarampión, varicela o alguna otra enfermedad.
Jesús era como un manantial de vida de donde brotaba
salud, fortaleza y felicidad para otros. Cierta vez dijo: “Yo he venido
para que tengan vida y eso es lo que él repartía a manos
llenas todos los días y a toda hora.
Por eso había centenares y miles de personas que se congregaban
a su alrededor. Todo el mundo deseaba sentirse bien, y
allí había Alguien que tenía la fórmula secreta. Era mucho mejor
y más rápido que cualquier médico. Ningún mal parecía demasiado
difícil de tratar para él. Ni siquiera la lepra.
En aquellos tiempos no había algo que asustara más a la
gente que la idea de que podían contraer esa temida enfermedad.
Aquellos que se enfermaban de lepra debían salir de sus casas
y aldeas para vivir con los demás leprosos, lejos de las poblacio-
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