26.04.2019 Views

Las Bellas Historias de la Biblia. Tomo 8. Arthur S. Maxwell

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Ánimo Para ün Prisionero Solitario<br />

traordinario po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> una manera tal como no lo había hecho hasta<br />

entonces. Rápidamente, “en ese mismo momento” se acercó a cada<br />

una <strong>de</strong> <strong>la</strong>s personas enfermas que lo ro<strong>de</strong>aban, sanándo<strong>la</strong>s a todas.<br />

Expulsó <strong>de</strong>monios, dio vista a los ciegos e hizo que los sordos pudieran<br />

escuchar. Incluso resucitó muertos.<br />

¡Nunca antes tantas personas habían sido beneficiadas en tan<br />

poco tiempo! Era una reve<strong>la</strong>ción po<strong>de</strong>rosa <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> Dios.<br />

Cuando el último enfermo que se hal<strong>la</strong>ba cerca <strong>de</strong> él fue sanado,<br />

Jesús se volvió hacia los dos mensajeros <strong>de</strong> Juan, que habían<br />

observado con <strong>la</strong> boca abierta todos estos mi<strong>la</strong>gros, y les dijo que regresaran<br />

adon<strong>de</strong> estaba Juan y le contaran lo que habían visto y oído:<br />

—“Los ciegos ven, los cojos andan, los que tienen lepra son sanados,<br />

los sordos oyen, los muertos resucitan y a los pobres se les<br />

anuncian <strong>la</strong>s buenas nuevas. Dichoso el que no tropieza por causa<br />

/ ??<br />

mía .<br />

Es como si Jesús le hubiera dicho a Juan: “¡Anímate! Nuestra<br />

causa no está perdida. Tal vez tú seas

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!