Las Bellas Historias de la Biblia. Tomo 8. Arthur S. Maxwell

PRIMERA PARTE 0 HISTORIA 4
La forastera recibe ayuda
(Mateo 15:21-28; Marcos 7:24-30)
LUEGO de enseñar y sanar durante varios meses en Galilea,
Jesús se dirigió hacia la costa del Mediterráneo, y después
hacia las ciudades norteñas de Tiro y Sidón.
Estaba allí en territorio extranjero, fuera de las fronteras de
Israel. Es probable que los discípulos hayan preguntado por qué
jesús había ido hasta allí. El mensaje que él traía solo era para
los judíos, pensaban. Seguramente, no convertiría a ninguno de
esos gentiles, extranjeros.
¡Pero se llevaron una sorpresa!
Un día, una mujer comenzó a seguir al pequeño grupo de
personas que acompañaba a Jesús en este viaje. De alguna manera,
aunque vivía lejos de donde Jesús había obrado milagros,
ella debe haber oído hablar de él y de su extraordinario poder
para sanar, porque le dijo en voz alta:
—"¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mí! Mi hija sufre
terriblemente por estar endemoniada”.
Al principio Jesús pareció no prestarle atención; pero la
~ujer continuaba gritando:
—¡Señor, Hijo de David, ten compasión de mí!”
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