Las Bellas Historias de la Biblia. Tomo 8. Arthur S. Maxwell

PRIMERA PARTE * HISTORIA 1
La mano paralizada es restablecida
(Lucas 6:6-11)
LAS cosas se hab ían puesto difíciles para el pobre anciano
desde que sintió por prim era vez ese dolor en su m ano. Incluso
p o día recordar el d ía en que h ab ía com enzado. Entonces,
a m edida que pasaban las sem anas y los meses, todo fue de
m al en peor, hasta que las articulaciones de los huesos se endurecieron
y no pudo doblar m ás la m uñeca y sus dedos se encogieron
por com pleto. Finalm ente, ya no pudo utilizar más la m ano.
Esto significaba que ya no podía trabajar. Por eso había perdido
el em pleo que le daba su sustento, y por eso se había visto obligado
a m endigar alim entos.
Por supuesto, les había pedido a los m édicos que lo ayudaran,
pero ellos no sabían cóm o curar u n a m ano paralizada. Le habían
dicho, sencillam ente, que debía soportar esa desgracia por el resto
de su vida. Era una situación m u y triste y desalentadora.
Entonces, fue a la sinagoga de C ap ernaúm y, al sentarse, escondió
su pobre m ano paralizada debajo de sus ropas para que nadie
pudiera verla. Se sentía m u y incóm odo cuando la gente com enzaba
a m irársela con curiosidad. Luego de sentarse, oró en silencio como
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---- ILU STRA CIÓ N D E RU SSELL HARLAN
Jesús fue el más grande de los médicos.
Durante su ministerio, visitó el hogar de
los pobres y de los ricos, y por donde pasaba
dejaba una estela de alegría y felicidad.