You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
lejos pidiéndole ayuda. Pero cuando<br />
llegaron al sicómoro, Jesús se <strong>de</strong>tuvo,<br />
levantó <strong>la</strong> cabeza y miró a Zaqueo.<br />
El cobrador <strong>de</strong> impuestos se sintió<br />
contentísimo. ¡Nada menos que el<br />
gran Maestro <strong>de</strong> Galilea estaba allí<br />
abajo, mirándolo! ¡Sí, hasta le sonreía!<br />
Zaqueo sintió <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> sí una extraña<br />
emoción. No era posible, pensó,<br />
que Jesús estuviera interesado en él.<br />
¡En un cobrador <strong>de</strong> impuestos! ¡Si todo<br />
el mundo lo odiaba! Pero Jesús estaba<br />
muy interesado en él.<br />
Entonces, para gran sorpresa <strong>de</strong><br />
Zaqueo y <strong>de</strong> todas <strong>la</strong>s personas que lo<br />
oyeron, Jesús dijo:<br />
—“Zaqueo, baja en seguida. Tengo<br />
que quedarme hoy en tu casa”.<br />
—¿En mi casa? —preguntó Zaqueo<br />
con los ojos abiertos <strong>de</strong> sorpresa y<br />
mientras una sonrisa <strong>de</strong> alegría e in-