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Orgullo 19

Revista Orgullo 19

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ORGULLO<br />

emocionalmente con alguien más, especialmente si sólo es<br />

para coger. Se siente muy nasty el sólo pensarlo”.<br />

mí por la formalidad de que esa falta de libido o atracción sexual<br />

tenga un nombre”.<br />

Para las personas arrománticas, también es vital la comunicación.<br />

“Nunca miento en mis relaciones, siempre soy clara<br />

con lo que quiero y lo que puedo dar”, dice María Laura. “En el<br />

momento en que dejo de sentir deseo sexual, aborto la misión<br />

de estar con esa persona”.<br />

“Pasé años en terapia preguntándome por qué estoy tan jodido<br />

que no puedo entablar una relación romántica en los términos<br />

tradicionales y por qué”, recuerda Karl. “Un arromántico<br />

no disfruta el proceso de seducción (¿incertidumbre y drama?<br />

No gracias)”.<br />

En este proceso no hay nada que escape a la sana crítica, ni<br />

siquiera las identidades y acciones propias. “Hay otra cuestión<br />

que es ser arromántica y ser [alosexual]”, dice Jing. “A veces<br />

me lo problematizo porque me cuestiono esto de dejársela ‘fácil’<br />

a los maes con los que mantengo relaciones sexuales en el<br />

sentido de que los estoy mal acostumbrando y/o alimentando<br />

todas estas nociones patriarcales de tengo una novia y tengo<br />

otra chica con la que cojo y no tengo responsabilidades emocionales”,<br />

se cuestiona.<br />

G R I S E S I N V I S I B L E S<br />

Ella ya ha vivido estas burlas antes. “Salen con la frase “es que no<br />

se la han cogido bien y por eso no le gusta” y pues uno sabe que<br />

las experiencias que ha tenido han sido suficientes para saber qué<br />

le gusta y qué no, por qué sí y por qué no”, dice Dianna.<br />

Este rechazo social genera estigmatización y discriminación. Para<br />

Rodolfo, “gran parte de no poder aceptarme como una persona en<br />

el espectro gris es ver la cantidad de comentarios en Twitter donde<br />

se desvalidan y se ridiculizan estas formas de ejercer la identidad<br />

sexual”.<br />

Gaby menciona una serie de supuestos sobres las personas grises,<br />

como daño y trauma emocional, miedo a la intimidad y al compromiso,<br />

promiscuidad, inseguridad y egoísmo. Esto lo comparte<br />

María Laura, que dice que “la gente siempre está insinuando que<br />

pobrecitas las personas que salen con uno porque van a sufrir y<br />

se la van a pasar mal”.<br />

A María Laura también con frecuencia le preguntan por qué está<br />

sola, experiencia que Jing también comparte. “A veces me sentía<br />

incómoda cuando alguien me preguntaba por el novio y sólo respondía<br />

‘no tengo’ ... La gente me cuestionaba ‘tan linda, tan inteligente<br />

y sin novio’”.<br />

Muchas personas que entrevistamos afirman haberse sentido<br />

así todas sus vidas. Por ejemplo, Caro se dio cuenta a los 9<br />

años que no le gustan ni los hombres ni las mujeres. “Tampoco<br />

era como que me disgustaran, a mis ojos simplemente eran<br />

otros humanos y ya, no entendía el porqué de “verles algún<br />

atractivo” pero asumí que quizás estaba muy niña para ello.”<br />

“Existe esa presión social de que todo es sexual, todas las<br />

conversaciones, interacciones, absolutamente todo tiene<br />

una sub-intención sexual, y es demasiado obsesivo”, afirma<br />

Alonso. “Desde el kinder, la escuela, que intentan emparejarlo,<br />

hasta el punto de que uno inventa que le gusta alguien para<br />

que dejen de insistir”.<br />

La invisibilización de las orientaciones grises es un problema<br />

real. Fabrizio nos comenta que “no es un argumento nuevo,<br />

pero solo puedo imaginar que tan diferente habría sido mi niñez<br />

y juventud, y la de muchas otras personas, si estos temas<br />

se hablaran desde la infancia”.<br />

Tanto Fabrizio como Germán, María Laura, Gaby y Alonso<br />

mencionan que no han tenido mayor problema en cuanto a<br />

aceptación familiar. “Ha sido un proceso más bien personal y<br />

de introspección. Además de que soy un hombre hetero con<br />

todos los privilegios que eso significa, empezando porque nunca<br />

o pocas veces se me cuestiona mi comportamiento sexual”,<br />

dice Alonso.<br />

Gaby es muy hermética, tanto con su familia como amistades<br />

“no por miedo sino porque no siento deberle explicaciones a<br />

nadie sobre qué me interesa hacer o no ni con quiénes”. Por<br />

su parte, Dianna afirma que sus papás “estarían felices de saber<br />

que no ando por la vida nada más cogiendo a diestra y<br />

siniestra”, pero no se los ha dicho. “Siento que se burlarían de<br />

Hay una ausencia muy notoria de espacios de discusión y de<br />

encuentro. Acá hay crítica prevalente hacia las poblaciones LGB-<br />

TIQ+ por desestimar las vivencias, experiencias y demandas de<br />

visibilización de las poblaciones grises. “Es muy importante que<br />

el espectro asexual tenga más visibilidad a la hora de hablar de<br />

orientaciones sexuales, aun en la comunidad LGBTIQ+ pareciera<br />

que no es un tema tan relevante”, dice Fabrizio.<br />

Caro es más aguda en su crítica. “Muchas personas asexuales no<br />

nos sentimos bienvenidas en la comunidad [LGBTIQ+] puesto que<br />

cuando nos acercamos hemos sentido el mismo desprecio que se<br />

nos da en la sociedad en general”. A esta experiencia, Pavlo añade<br />

que “he tenido muchas discusiones en espacios de activismo sobre<br />

cómo desde las diversidades sexuales tenemos hipersexualizada<br />

la vivencia”.<br />

Gaby agrega otro elemento sobre las consecuencias sociales que<br />

se viven. “En términos de población económicamente activa hay<br />

discriminación clara: muchos servicios de entidades financieras, espacios<br />

comerciales o recreativos suelen estar diseñados para que<br />

solamente parejas tengan acceso”.<br />

“Yo posiblemente termine mi vida sola y con 24 gatos, entonces<br />

¿por qué necesito luchar si nadie me lo está impidiendo?”, se cuestiona<br />

Mauren. “Pero ahí está el asunto: no necesariamente quiero<br />

terminar con 24 gatos porque la asexualidad no significa necesariamente<br />

que no seamos capaces de sentir o necesitar afecto”.<br />

“La visibilidad y desmitificación podría ayudar a que las personas<br />

puedan decir sin vergüenza que el sexo no es su prioridad, y por<br />

ende no vernos obligades a tener más sexo del que queremos o<br />

necesitamos para complacer a nuestras potenciales parejas, o bien,<br />

un futuro solitario”, concluye.<br />

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