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Cuba Geografica No9

La Geografía, como otras ciencias naturales, tiene el don de facilitar el descubrimiento de las relaciones más o menos disimuladas entre los componentes y elementos de los geosistemas e imaginar su desarrollo. Es un privilegio que asombra cuando se logra rastrear la manera en que los pequeños cambios acarrean grandes consecuencias espaciotemporales. Y la Geografía, como cualquier otra ciencia, tiene el deber de exponer con claridad los hechos tal y como los encuentra a través de su insuperable prisma. Hoy existen en Cuba temas urgentes que deben ponerse sobre la mesa para debatirlos, para tomar decisiones o al menos para estar al tanto de lo que sucede. Así, en este número CubaGeográfica trata sobre la exportación de bienes y servicios, un asunto crítico y muy actual, que ya deja huellas –no siempre las mejores– en los paisajes, en los movimientos demográficos, en la infraestructura y hasta en los hábitos y costumbres de los cubanos. El colapso de la exportación de bienes tradicionales está cambiando el rostro del campo cubano. Lo compensan la vulnerable y previsiblemente finita exportación de decenas de miles de profesionales contratados en el extranjero, también el turismo y el auge de las remesas familiares desde el exterior, pero estas nuevas fuentes de ingreso no pueden reanimar el vacío que deja la parálisis de un central o una industria. La recuperación de las exportaciones tradicionales es un asunto vital que exige tomar decisiones audaces. Otro asunto novedoso que se expone en este número es el de las redes sociales como foro de la discusión geográfica seria, que atrae a cientos de participantes, afortunadamente muchos de ellos, estudiantes. Se le echa un vistazo al olvidado recurso de las aguas mineromedicinales y nuestra sección de Coloquio se volvió esta vez una especie de extensión crítica del muy comentado artículo sobre las Fallas Activas aparecido en el Nº8 de CG. Como de costumbre, esperamos que encuentren útil esta información. Muchas gracias

La Geografía, como otras ciencias naturales, tiene el don de facilitar el descubrimiento de las relaciones más o menos disimuladas entre los componentes y elementos de los geosistemas e imaginar su desarrollo. Es un privilegio que asombra cuando se logra rastrear la manera en que los pequeños cambios acarrean grandes consecuencias espaciotemporales.
Y la Geografía, como cualquier otra ciencia, tiene el deber de exponer con claridad los hechos tal y como los encuentra a través de su insuperable prisma.
Hoy existen en Cuba temas urgentes que deben ponerse sobre la mesa para debatirlos, para tomar decisiones o al menos para estar al tanto de lo que sucede. Así, en este número CubaGeográfica trata sobre la exportación de bienes y servicios, un asunto crítico y muy actual, que ya deja huellas –no siempre las mejores– en los paisajes, en los movimientos demográficos, en la infraestructura y hasta en los hábitos y costumbres de los cubanos.
El colapso de la exportación de bienes tradicionales está cambiando el rostro del campo cubano. Lo compensan la vulnerable y previsiblemente finita exportación de decenas de miles de profesionales contratados en el extranjero, también el turismo y el auge de las remesas familiares desde el exterior, pero estas nuevas fuentes de ingreso no pueden reanimar el vacío que deja la parálisis de un central o una industria. La recuperación de las exportaciones tradicionales es un asunto vital que exige tomar decisiones audaces.
Otro asunto novedoso que se expone en este número es el de las redes sociales como foro de la discusión geográfica
seria, que atrae a cientos de participantes, afortunadamente muchos de ellos, estudiantes.
Se le echa un vistazo al olvidado recurso de las aguas mineromedicinales y nuestra sección de Coloquio se volvió esta vez una especie de extensión crítica del muy comentado artículo sobre las Fallas Activas aparecido en el Nº8 de CG.
Como de costumbre, esperamos que encuentren útil esta información.
Muchas gracias

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Foto de Rogelio Bombino<br />

AL FONDO, la terraza abrasiva de Seboruco, elevada unos 10 m, en la margen oriental de la desembocadura del río Imías, costa sur de Guantánamo.<br />

del cañón del río Maya, cerca de su<br />

tope superior.<br />

La terraza holocena de Seboruco<br />

puede hallarse también sumergida unos<br />

metros, como ocurre en la depresión de<br />

Remedios del Archipiélago de Sabana.<br />

Puede formar cayos completos elevados<br />

una decena de metros, como en Cayo<br />

Santa María. La terraza de Seboruco<br />

puede estar ausente en el interior de<br />

los circos de derrumbes, en los estuarios<br />

de los cañones costeros y en el interior<br />

de las bahías y esteros.<br />

Después de edificada esta construcción<br />

coralina en un momento anterior a<br />

–100 000 años (interglacial Sangamón)<br />

el mar descendió hasta –120 m. (glaciación<br />

Wisconsin) y el archipielago<br />

emergió. En la etapa postglacial la<br />

transgresión correspondiente alcanzó<br />

hasta 3 m por encima del nivel actual<br />

del mar durante la fase flandriense<br />

hace aproximadamente de –6 000 a<br />

–4 500 años. Se supone que en este<br />

lapso la abrasión formó esta terraza.<br />

Partiendo de las variaciones altimétricas<br />

de este nivel morfoestratigráfico<br />

moderno puede elaborarse un procedimiento<br />

metodológico para esclarecer<br />

los movimientos modernos. Aprender a<br />

leer el relieve es fundamental en los<br />

estudios neotectónicos y de la geodinámica<br />

endógena reciente y permite descubrir<br />

fracturas activas, aunque en la<br />

etapa contemporánea no presenten sismicidad.<br />

El colega y amigo, el Dr. Manuel Acevedo<br />

me comunicó personalmente estas<br />

variaciones notables en la altura de<br />

este nivel abrasivo. Este efecto también<br />

se observa en el nivel morfoestratigráfico<br />

más antiguo del Plioceno-Pleistoceno<br />

temprano, que presenta hasta 400 m<br />

de desnivel a través de toda la isla. Es<br />

una superficie denudativa de igual edad<br />

desplazada tectónicamente a distintas<br />

alturas durante el Pleistoceno medio,<br />

superior y el Holoceno.<br />

Manuel Iturralde, geólogo<br />

Magaz, es probable que tú estés<br />

parado [se refiere a la foto que aquí se<br />

reproduce] sobre sedimentos de Jaimanitas,<br />

en tanto la muesca corresponde<br />

con esa transgresión. Un abrazo<br />

A. Magaz<br />

Iturralde, es que la superficie abrasiva<br />

forma un plano con inclinación al mar<br />

que corta los corales.<br />

La muesca o voladizo de marea y la<br />

terraza deben ser posteriores a la edad<br />

de Jaimanitas.<br />

Están descritas tres facies de esa formación:<br />

(1) facies de corales en posición<br />

original, (2) facies detrítica de<br />

corales fragmentados y (3) facies lagunar<br />

con equinodermos. En la primera<br />

(1) el plano de abrasión corta a los<br />

corales; mientras que en la segunda<br />

(2), el plano abrasivo es evidente y en<br />

la tercera (3) no he visto en el campo<br />

las relaciones.<br />

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