Periódico Amagi Diciembre 2019
Periódico Mensual de Desarrollo Humano y Sustentabilidad
Periódico Mensual de Desarrollo Humano y Sustentabilidad
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Campana, DICIEMBRE 2019
®
DE DESARROLLO HUMANO
Desarrollo sostenible,
economía circular, verde, azul…
y el valor de la educación
NOTA PAGINA 4
¡El momento de actuar es ahora!
En Amagi nos comprometimos
a ser Carbono Neutrales
Reserva Natural Achala,
un espacio para el ecoturismo
educativo y sustentable
NOTA PAGINA 3 NOTA PAGINA 8
Periódico AMAGI
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de Desarrollo Humano
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Impreso en los talleres de La Auténtica Defensa,
Diario Zonal de la Mañana. Av.Rocca 161,
Campana, Buenos Aires.
NRO.
41
AÑO
04
¡El momento de actuar es ahora!
En Amagi nos comprometimos a ser Carbono Neutrales
Durante la Conferencia sobre el Cambio
Climático de las Naciones Unidas,
COP25, en Madrid, 533 Empresas B se
han comprometido públicamente a acelerar
la reducción de sus emisiones de
carbono al 2030 y no al 2050 como se
estableció en el Acuerdo de París en
2015. Así se busca evitar que la temperatura
del planeta aumente más de 1,5ºC,
según el límite que la comunidad científica
acordó para evitar los peores impactos
sociales y ambientales.
Este compromiso de una reducción
significativa de carbono para un
futuro con emisiones netas cero de
aquí al 2030, es parte del esfuerzo
más ambicioso visto hasta ahora en
el mundo llevado a cabo por empresas
que demuestran liderazgo en
un momento de inquietud e incertidumbre
ambiental y económica.
Dentro de las 533 empresas que firmaron
el compromiso, 189 las Empresas B
de América Latina, en Argentina se comprometieron
49 empresas, entre ellas
estamos nosotros, Amagi Desarrollo
Humano. Otras de las Empresas B comprometidas
a nivel global son Patagonia,
Davines, Allbirds, Intrepid Travel, The Body
Shop, Ecoalf y The Guardian. Las Empresas
B Certificadas, son corporaciones
que cumplen con los más altos
estándares verificados de desempeño
social y ambiental, transparencia
y responsabilidad legal. En el
mundo, hay más de 3000 Empresas B,
de más de 70 países y 150 rubros, que
utilizan el poder de los negocios para resolver
los principales desafíos sociales y
ambientales de la actualidad, incluida la
crisis climática.
Gonzalo Muñoz, champion climático de
alto nivel para la COP25, cofundador de
la primera Empresa B en América del Sur
y cofundador de Sistema B dice, “es especialmente
conmovedor anunciar, hoy,
durante la COP25, los compromisos de
más de 500 valientes Empresas B para
lograr cero emisiones netas de aquí a
2030, un anuncio dirigido a la secretaría
de la CMNUCC y a todo el mundo.
Todos los sistemas económicos deben
cambiar si queremos evitar los impactos
más catastróficos del calentamiento global
y alcanzar los Objetivos de Desarrollo
Sostenible, y la comunidad global de Empresa
B tiene un papel fundamental en
este proceso. Necesitamos el liderazgo
empresarial para acelerar la trayectoria
de reducción de las emisiones dentro
de sus propios negocios y para fomentar
la adopción de políticas climáticas por
parte de los gobiernos. Las Empresas B
pueden liderar el esfuerzo para demostrar
lo que se puede hacer individual y
colectivamente”.
Marcel Fukayama, co-fundador de Sistema
B Brasil y Director Ejecutivo de
Sistema B Internacional menciona, “el
compromiso de las Empresas B evidencia
la importancia del sector empresarial
para impulsar y acelerar los cambios que
necesitamos. En medio de la crisis que
vivimos en las instituciones y en particular
en América Latina, vemos acciones
concretas y objetivas que son respuestas
de cómo podemos proponer alternativas
prácticas para una nueva economía de
impacto positivo”.
Juan Pablo Larenas, cofundador de Sistema
B agrega: “Desde su fundación en
2006, el movimiento global de Empresas
B se ha centrado en el liderazgo. Estas
son empresas que integran legalmente el
compromiso de considerar los intereses
de todos sus públicos, no solo los accionistas.
Las Empresas B están respondiendo
al llamado a ser parte de la solución
a la crisis climática, actuando de manera
decisiva, urgente y audaz. La COP25 es
un momento decisivo en el que todos
los sectores de la sociedad tienen que
expresar su compromiso y aumentar su
ambición de tomar medidas para abordar
la crisis climática. Esperamos que el
compromiso asumido por las Empresas
B de ser carbono neutrales al 2030, inspire
a todas las empresas del mundo a
seguir su ejemplo, y que las soluciones
generadas y compartidas a partir de su
arduo trabajo en los próximos diez años,
ayuden a la transición de un futuro posible
de cero emisiones de carbono”.
Desde Amagi creemos firmemente
que hay una nueva forma de hacer
negocios, en donde cada organización
debe hacerse responsable de
su impacto en el ambiente y en la
sociedad. Es así como nos comprometemos
a repensar la planificación del negocio
en el contexto de una Emergencia
Climática. Nos comprometemos a repensar
la estrategia y revisar la gestión de la
empresa a corto, medio y largo plazo, y a
adoptar en esa replanificación los principios
de la “transición justa” que toma en
consideración a las personas que se verán
implicadas en esta Declaración. Debemos
buscar maximizar los beneficios
de todas las partes interesadas, accionistas,
empleados, proveedores y clientes,
en el contexto de un compromiso significativo
ante la Emergencia Climática.
DECLARACIÓN DE LA COMUNIDAD DE
EMPRESAS B PARA LA COP25
Estamos viviendo tiempos sin precedentes
en la historia. La conferencia climática
global más importante para abordar el
cambio climático acelerado y el colapso
ecológico se ha visto obligada a trasladarse
al otro lado del mundo cuatro
semanas antes de su inicio debido al
ejemplo más reciente de una amenaza
inmediata y creciente para el orden social
mundial: las inequidades sociales
persistentes y la creciente desigualdad.
Para nosotros, está claro que estas crisis
son impulsadas – y con las soluciones
restringidas – por un sistema económico
que recompensa la búsqueda obstinada
de ganancias mientras externaliza los
costos ambientales y sociales de forma
insostenible. El resultado es una serie de
decisiones que priorizan los retornos financieros
a corto plazo y, a menudo, a
expensas de las personas, las comunidades
y la naturaleza, de la cual toda la
vida depende.
Como líderes empresariales, reconocemos
estas crisis como amenazas para
los mercados y negocios saludables.
Como seres humanos, reconocemos estas
crisis como amenazas a nuestra calidad
de vida y a la calidad de vida de
nuestros hijos y nietos.
Por lo tanto, creemos que es imperativo
que todas las empresas demuestren su
liderazgo para eliminar las emisiones, reducir
el volumen de carbono y garantizar
una transición justa para los trabajadores
y las comunidades desplazadas, con miras
a una economía de cero emisiones
netas. Además, creemos que es imperativo
utilizar el poder de nuestra voz colectiva
para abogar por los cambios políticos
necesarios para eliminar las barreras y
alinear los incentivos que impulsarán una
acción climática significativa.
#TiempodeActuar
#COP25
#CarbonoNeutralidad
#NetZero2030
DESARROLLO HUMANO
. 4
www..amagidesarrollo.com
Desarrollo sostenible,
economía circular, verde, azul…
y el valor de la educación
Isabel García Garcia
Marcelo Legna
David Legna de la Nuez
Carlos Legna Verna
1. La degradación
del medio ambiente
Todos los seres vivos viven, valga
la redundancia, en unos parámetros
concretos. Existen dentro de un rango
óptimo, donde el organismo realiza
sus funciones de nutrición, relación
y reproducción sin problemas.
Más allá de ese rango existe la zona
de estrés fisiológico, en la que el ser
vivo puede sobrevivir, pero no realizar
sus funciones correctamente. Por
último, sobrepasada la zona de estrés,
se encuentra la llamada zona de
intolerancia, en la que el ser no puede
sobrevivir. Esto quiere decir que
los seres vivos se encuentran adaptados
a un rango de parámetros concretos,
como podrían ser determinada
temperatura o acidez. Si estos
parámetros varían de forma brusca,
como está ocurriendo con el cambio
climático, las especies adaptadas a
los parámetros anteriores (como nosotros),
no podrán sobrevivir.
Los investigadores de WWF y la Sociedad
Zoológica de Londres afirman
en el “Informe Planeta vivo 2018”
que sólo entre 1970 y 2014 hemos
perdido el 60% de las especies de
vertebrados, y se calcula que esta
cifra alcanzará el 67% en 2020. Recordemos
que el ser humano también
es un vertebrado, y también necesita
vivir dentro de unos parámetros concretos
y es, por tanto, igualmente dependiente
de su ambiente.
En diciembre de este año se celebró
la XXV Conferencia de las Partes de
la Convención Marco de Cambio Climático
de la ONU. Es la XXV Conferencia,
pero el medio ambiente sigue
deteriorándose. Continúa el derretimiento
de los polos, el aumento del
nivel del mar, aumento de las lluvias
torrenciales a la vez que aumento
de las sequías, la intensificación de
tormentas y huracanes, y la multiplicación
de la probabilidad de que
éstos eventos climáticos extremos
sucedan. Todo esto se debe al calentamiento
global derivado de la acumulación
del CO2 de origen antrópico.
Esta acumulación también está
produciendo lo que algunos conocen
como el gemelo del cambio climático,
la acidificación oceánica, con consecuencias
potencialmente peores.
Tanto el aumento de la acidez como
de la temperatura media de mares y
océanos desplaza a los seres vivos a su
zona de estrés fisiológico. Entre ellos
se encuentra el fitoplancton, algas
unicelulares que flotan en el océano,
las cuales son responsables de la liberación
a la atmósfera de un gran porcentaje
del oxígeno que respiramos
(se calcula que entre el 70 y el 80%).
Por lo tanto, no solo nos estamos
enfrentando al aumento de las temperaturas,
subida del nivel del mar,
desaparición de especies o contaminación,
sino también a la potencial
disminución del organismo que nos
permite respirar.
2. Sobre la noción de
desarrollo sostenible y la
necesaria visión sistémica.
De lo anterior, resulta evidente que
la humanidad se enfrenta a un fuerte
desafío: está en juego su supervivencia.
Como ocurre con toda enfermedad,
la buena cura depende de un
buen diagnóstico. Debemos responder
a la pregunta ¿Cómo es el Desarrollo
Sostenible que permita la supervivencia
de la humanidad? Según
el Informe Grundland, se define “Desarrollo
Sostenible” como el que satisface
las necesidades del presente
sin comprometer la habilidad de las
generaciones futuras para satisfacer
las suyas (World Commision on Environment
and Developement, 1987).
Lo que es “sostenible” es el “desarrollo”.
Por tanto, en primer lugar,
debemos precisar qué es este último
para saber qué es lo que queremos
“sostener”. En el ámbito de la política
y de las ciencias sociales se empezó
a hablar de desarrollo después de la
Segunda Guerra Mundial, el que, durante
las posteriores primeras décadas,
era asimilado a más producción y
consumo de bienes materias (o crecimiento
del PIB). Pero, paso a paso, se
fue observando que el simple aumento
global de los bienes materiales, sin
atender a una más justa distribución
del ingreso y de la riqueza y a otras
características no materiales de la sociedad,
no hacía más feliz a la gente,
no mejoraba su calidad de vida. Y así
nacieron concepciones como las del
“desarrollo humano”, “el desarrollo a
escala humana”, el “otro desarrollo”,
etc.: todas ellas centradas en la realización
de las personas como tales, lo
que implica tener en cuenta aspectos
materiales y no materiales de las sociedades
(Legna Verna, 2018)(Legna
Verna, 2009). Aunque no tratemos
en detalle, en este artículo, esta segunda
línea de interpretación del
desarrollo, a ella nos adherimos. Para
nosotros, él no es simplemente el
crecimiento del PIB per cápita; debe
satisfacer las necesidades materiales
y no materiales de las personas (un
detalle de esta definición se encuentra
en (Legna Verna, 2009 y 2018)
Ahora bien, el vocablo “desarrollo”
conlleva la idea de cambio. Si un
adolescente se desarrolla, significa
que cambia: lo mismo cuando se
trata de una sociedad. Ese cambio
siempre tiene una dirección: el joven
puede desarrollarse para ser
un hombre fuerte, educado, etc., o
lo contrario. Como observa Gilberto
Gallopin, refiriéndose a las sociedades,
el Desarrollo Sostenible “(…)
es un cambio progresivo y en una
dirección, “sostenible” significa que
ese cambio se pueda mantener en el
tiempo” (Gallopin, 2003).
El Desarrollo Sostenible es entonces
un cambio de la sociedad que se
mantiene en el tiempo, que perdura.
Por eso preferimos su denominación
en Francés: “développement durable”,
que dura; pero por convención seguimos
utilizando la que se ha hecho habitual
en Castellano, próxima a la anglosajona
(“sustainable development”).
Ahora bien, la sociedad es un sistema
complejo; debemos observarla como
tal para tratar de comprender qué
significa su Desarrollo Sostenible. Un
sistema es un conjunto de elementos
interrelacionados, que tiene entradas
y salidas o productos (si es un sistema
abierto). Por ejemplo, un área agrícola
es un sistema abierto, constituido por
muchos elementos (tierra, máquinas,
hombres, etc.) que recibe insumos
(semillas, fertilizantes, etc.) y produce
salidas (trigo). Cuando hablamos de
“desarrollo” (que dura, que perdura),
debemos precisar, en primer lugar,
si nos referimos al sistema (el área
agrícola) o a sus resultados (la producción
de trigo); y, en segundo lugar,
que éste es un concepto dinámico,
que implica cambio: el desarrollo del
adolescente es cambios (¡lo saben
sus padres!). Por tanto, el Desarrollo
Sostenible es también un concepto
dinámico. Lo que perdura, lo que
se sostiene, es el cambio: éste es lo
permanente. No es lo mismo que se
mantenga el sector agrícola tal como
está (se sostiene), a que se mantenga
el cambio del mismo (se desarrolla, si
el cambio va en la dirección deseada)
(Gallopín, 2003).
Podemos estar interesados en la sostenibilidad
del sistema o en sus resultados.
La definición de Desarrollo
Sostenible de Grundland, que hemos
citado (como la mayoría de las definiciones),
da prioridad al resultado:
la satisfacción de las necesidades
futuras. Pero para lograr el resultado
deseado es necesario modificar
el sistema, pues el socio-económico
y ambiental actual lo único que asegura
es que no se podrán satisfacer
las necesidades futuras de las personas;
y garantiza también que el
planeta será inhabitable. Su estado
y tendencias, que hemos descripto
en la primera sección, nos lo dicen
claramente. Es interesante señalar
un fenómeno que nos toca más de
cerca. La agricultura pampeana en
Argentina, si se continúa explotando
con la intención de maximizar la productividad
con una visión de corto
plazo (utilización de agroquímicos
en exceso, por ejemplo) terminará
destruyendo al ecosistema. Por eso,
a veces no es deseable que un sistema
persista tal como está funcionando
en el presente, pues se autodestruirá.
Otro ejemplo es el sistema
capitalista actual, uno de cuyos resultados
es la creciente desigualdad
en la distribución del ingreso y de
la riqueza y la persistencia de la pobreza
extrema en muchas zonas del
planeta. Para quienes desean una
sociedad más equitativa, el estado
de este sistema no es deseable. Este
ejemplo revela también la necesidad
de los valores para poder juzgar sobre
la bondad de un sistema, pues a
algunos no les preocupa la creciente
desigualdad en la distribución de los
frutos del proceso económico.
Los humanos estamos inmersos en
un Suprasistema ambiental, también
designado biosfera que está
conformado por todos los seres vivos,
sus interrelaciones y el medio
en el que se desarrollan. Desde la
perspectiva de este artículo, los
subsistemas más relevantes son los
siguientes (los tres últimos subsistemas
son similares a los que propone
Gallopin (Gallopin, 2016)
1. El de los valores, de la cultura y
del conocimiento científico y de los
comportamientos que predominan
en una sociedad, que determinan
lo que las personas consumen y demandan,
si aprecian o no la protección
del medio ambiente, sus fines
en la vida, la prioridad que otorgan a
los bienes materiales o inmateriales
y si conocen los efectos de sus actos
sobre la sostenibilidad del Suprasistema
ambiental.
2. El demográfico, que incluye variables
que influyen en el crecimiento
de la población (tasas de natalidad,
de mortalidad, de crecimiento vegetativo,
de morbilidad, por ejemplo).
3. El subsistema científico-tecnológico
que produce la I+D+i y que
por medio de ella produce efectos
sobre el subsistema económico e influye
en todo el funcionamiento de
la sociedad.
4. El subsistema económico, que
incluye la producción, el comercio
y el consumo de bienes y servicios,
el estado general de la economía, la
infraestructura y los asentamientos
humanos (el ambiente construido) y
que genera desechos por el consumo
y la producción que los vuelca sobre
el medio ambiente.
5. El subsistema institucional contiene
las instituciones formales e
informales de la sociedad, las leyes
y las regulaciones, y las políticas, así
como las estructuras y los procesos
societales principales (agentes sociopolíticos,
procesos políticos, estructuras
de poder, etc.).
6. Los subsistemas naturales, que incluyen
bosques, ríos, mares, etc. Que
son los que permiten el reciclado de
los contaminantes, nos proporcionan
oxígeno, agua potable, y nos permiten
desarrollar otras actividades como el
cultivo de alimentos o la ganadería.
Cada uno de los seis subsistemas
se relaciona con cada uno de los
otros; recibe efectos de ellos y
produce también sobre ellos. A
largo plazo, la única alternativa
de sostenibilidad de la vida humana
es la de mantener un equilibrio
con la biosfera: el calentamiento
global es un ejemplo de desequilibrio.
El subsistema económico es
una de las fuerzas, tal vez la más
fuerte, que está destruyendo ese
equilibrio. Es hora de revisar algunas
propuestas para hacer que
la economía no tenga esta fuerza
destructora.
3. Algunas propuestas
desde la economía para
hacer sostenible el desarrollo:
economía circular,
verde, azul…
Se han hecho varias propuestas sobre
las características o tipos de economía
que ayudarían a la sostenibilidad
del sistema socio-económico y
ambiental.
Comencemos por la Economía Circular.
“Una economía circular es restaurativa
y regenerativa a propósito,
y que trata de que los productos,
componentes y materias mantengan
su utilidad y valor máximos en
todo momento, distinguiendo entre
ciclos técnicos y biológicos. Este
DESARROLLO HUMANO
. 6
www..amagidesarrollo.com
nuevo modelo económico trata en
definitiva de desvincular el desarrollo
económico global del consumo
de recursos finitos. Una economía
circular aborda los crecientes desafíos
relacionados con los recursos a
los que se enfrentan las empresas y
las economías, y podría generar crecimiento,
crear empleo y reducir los
efectos medioambientales, incluidas
las emisiones de carbono. Dado que
cada vez son más las voces que abogan
por un nuevo modelo económico
basado en el pensamiento de sistemas,
una conjunción favorable sin
precedentes de actores tecnológicos
y sociales puede hacer posible ahora
la transición a una economía circular”
(Macarthur, 2013)
En síntesis, la economía circular trata
de romper el paradigma de la economía
lineal de comprar, usar y tirar,
para cambiarlo por otro que organice
la actividad económica de manera de
reducir el uso de recursos naturales,
reutilizar y reciclar. Con este modelo
económico se designan los bienes
durables de manera que se puedan
restaurar, usándose los componentes
y los productos durante más
tiempo y se asegura que los materiales
biológicos puedan re-entrar en la
biosfera, de manera de asegurar la
productividad del suelo. En suma, la
economía circular busca desacoplar
el crecimiento económico del consumo
de recursos naturales.
La Economía Verde.
Este tipo de economía no es contradictorio
con la circular y agrega otros
matices, pues explicita que uno de
sus objetivos es mejorar el bienestar
y la equidad. Pretende que el crecimiento
económico reduzca o elimine
sus efectos sobre el medio ambiente:
“una Economía Verde genera trabajos,
negocios e inversiones, mientras
se produce un aumento de la
producción de energía limpia, incrementando
la eficiencia energética,
reduciendo la emisión de gases, residuos
y contaminantes, y conservando
el agua y los recursos naturales”
(Barbier, 2010).
Según el Programa de Naciones Unidas
para el medio ambiente (PNU-
MA), una economía verde debe mejorar
el bienestar del ser humano y
la equidad social, a la vez que reduce
significativamente los riesgos ambientales
y las escaseces ecológicas.
La economía verde produce bajas
emisiones de GEI (Gases de Efecto
Invernadero), utiliza los recursos
de forma eficiente y es socialmente
incluyente. En una economía verde,
el aumento de los ingresos y la
creación de empleos se derivan de
inversiones públicas y privadas destinadas
a: a) reducir las emisiones de
GEI y la contaminación; b) promover
la eficiencia energética y del uso de
los recursos; y c) evitar la pérdida de
diversidad biológica y de servicios
de los ecosistemas. La orientación
de las inversiones en esta dirección
se realizará mediante un gasto público
selectivo, reformas políticas y
cambios en la regulación. La Economía
Verde deberá mantener, mejorar
y, cuando sea necesario, reconstruir
el capital natural como activo económico
fundamental y fuente de beneficios
públicos, especialmente para
las personas desfavorecidas cuyo
sustento y seguridad dependen de la
naturaleza.
La economía verde reconoce el valor
del capital natural e invierte en él; y
favorece la I+D+i que desarrolle tecnologías
amigables con el medio ambiente
como pueden ser las energías
renovables, los materiales para la
construcción bioclimática, el transporte
limpio, la gestión de residuos
y el reciclaje.
El avance hacia una Economía Verde
requiere un cambio en las políticas
nacionales y supranacionales, como
por ejemplo: a) cambios en la política
fiscal, que incentiven la producción
y el uso de las energías renovables
(en España, durante el gobierno
de un partido político, se establecieron
normas que desincentivaban el
desarrollo de las energías renovables);
b) reforma y reducción de subsidios
con efectos perjudiciales para
el ambiente (como los subsidios a
uso del diésel); c) inversión pública
para “enverdecer” áreas y sectores
(“enverdecer” la Pampa Húmeda de
Argentina, eliminando algunos agroquímicos);
d) introducir criterios ambientales
en las adquisiciones públicas;
e) aumentar los espacios verdes
y reducir la contaminación en las ciudades
(durante el gobierno anterior
de la ciudad de Madrid se redujo la
contaminación pero el actual gobierno
de la ciudad está implementando
medidas que la favorecen); f) en
general diseñar y ejecutar normas y
regulaciones que favorezcan el medio
ambiente (Programa de Naciones
Unidas para el medio ambiente
(PNUMA), 2011).
Las economías azules: la de
Pauli y la que se desarrolló a partir
de Rio+20, que se orienta prioritariamente
a los mares y costas.
La Economía Azul de Pauli
Hablamos en plural de este “color”
de economía porque hay dos
versiones. Comencemos por la de
Gunter Pauli, que se originó antes
que la segunda (las denominaremos
“Azul-Pauli” y “Azul-Mares”
La primera es un modelo económico
que se inspira en la naturaleza,
la mimetiza, y que, al igual que las
otras categorías de economía que
hemos expuesto, busca cambiar el
modelo de producción tradicional y
lineal, que destruye la naturaleza y
agota los recursos naturales; y que,
por el contrario, trata de regenerarlos.
Su idea central es la creación de
clusters que generen un ecosistema
autosuficiente, que no produzca desechos,
porque lo que la “economía
lineal”, tradicional, eliminaría como
un residuo, es utilizado en el cluster
como insumo en otro proceso productivo
(Pauli, 2010).
La propuesta de Pauli está dirigida
esencialmente a las empresas, para
que innoven en sus modelos de negocios,
sean más competitivos y que
produzcan un valor añadido en relación
con el medio ambiente, sin
centrase solamente en los beneficios
puramente económicos y privados
(además de éstos, la Economía
Azul-Pau produce un beneficio social,
que se deriva de la regeneración
de los recursos naturales y de
la mejora del medio ambiente, del
que no necesariamente se apropian
las empresas). Con este fin ZERI
(Zero Emissions Research and Initiatives)
una red global de mentes
creativas que buscan “soluciones a
los problemas del mundo”, desarrolla
bases para sistemas de negocios
sostenibles que cuestionen los supuestos
de la economía tradicional.
Un ejemplo que ilustra sobre esta
Economía Azul es el de un proyecto
de ZERI en Zimbabwe que tiene como
objetivo crear un sistema sostenible
e incluir a los más vulnerables de la
comunidad, mujeres en este caso.
Ellas producen café y con la biomasa
restante (el 99,8 %!) producen setas
shitake, que exportan con un alto valor
añadido; producen además proteína
y otros nutrientes que utilizan
para alimentar animales, con los que
diversifican su negocio. El proyecto
es sostenible económica, ecológica y
socialmente (ZERI Organization, n.d.)
(Fraile Oliver, 2011)
La Economía Azul de los mares y costas
En la conferencia de Rio+20 se propuso
una aplicación de la Economía
Verde a las actividades costeras y
oceánicas. Se trató de crear un modelo
económico, distinto del tradicional,
que respeten las actividades económicas
que se realizan en los ecosistemas
de las costas y los océanos.
Las actividades económicas que diariamente
influyen sobre los mares y
costas han empezado a recibir cada
vez más atención por parte de los
medios de comunicación y en las
discusiones tanto nacionales como
internacionales. Numerosos países
están desarrollando políticas económicas
en este sector para proteger
los recursos marinos y proporcionar
una distribución equitativa de los
mismos. Economía Azul (EA) es un
concepto que se hizo popular propiciado
por estos nuevos retos en la óptica
de encontrar un crecimiento azul
que sea sostenible, protegiendo las
actividades relacionadas con el mar
que podían verse amenazadas por el
cambio climático y la explotación excesiva
de los mares y océanos. Es un
modelo productivo cuyas actividades
son balanceadas con la capacidad,
en el largo plazo, de los ecosistemas
oceánicos de soportar las actividades
mismas y de permanecer resistentes
a los cambios y soportar la contaminación
(Whisnat & Reyes, 2015). También
se define a esta economía como
una que logra “una industrialización
sostenible de los océanos a beneficios
de todos”. Esta definición significa
que la Economía Azul-Mares adopta
una definición de beneficio que es
más amplia que la de la economía de
mercado, que sólo atiende al beneficio
privado.
Las principales características de
este modelo de economía son las siguientes
(Secretariat Commonwealth,
2017):
- Reconoce el valor del capital natural
que significa el ecosistema marino,
que debe ser tratado de manera
que siga siendo proveedor de recursos
marinos; por lo que se debe promover
una utilización sostenible de
los recursos de ese ecosistema.
- Propugna un crecimiento económico
que se base en actividades relacionadas
con los océanos, mares
y costas.
- Promueve fuentes de energías renovables
o con mínima emisión de GEI.
- Aprende a utilizar de forma eficiente
los recursos naturales, que
son limitados.
- Según la fuente citada, las actividades
deben desarrollarse de manera
que aseguren la capacidad de los
ecosistemas marinos para resistir los
cambios climáticos. Desde nuestra
perspectiva, las actividades deben
desarrollarse limitando el impacto en
el ecosistema para evitar un cambio
7 . DESARROLLO HUMANO
climático catastrófico; que destruya
los recursos y a nosotros mismos.
Todas estas propuestas apuntan a
la salvaguarda de los océanos y, si
bien tienen diferencias, ellas se deben
particularmente a su centro de
interés o atención: la primera enfatiza
la circularidad del proceso productivo,
que reduce los residuos y la
necesidad de utilizar recursos naturales;
la segunda, la Verde, destaca
la importancia de la producción de
energía limpia, el incremento de la
eficiencia energética, la reducción
de la emisión de gases, residuos y
contaminantes y la conservación del
agua y de los recursos naturales; la
tercera, La Economía Azul de Pauli da
prioridad a la aplicación de las ideas
de la Economía Circular en clusters
empresariales; y la última, la Azul de
los Mares busca la sostenibilidad de
los ecosistemas marinos y costeros
con propuestas que son próximas a
la de la Economía Verde.
Si ellas se aplicasen, la sostenibilidad
del desarrollo estaría asegurada.
Hay varios caminos que se deben
transitar para lograr esta sostenibilidad.
A Continuación, trataremos uno,
que nos parece relevante. Es más, lo
consideramos necesaria.
4. El valor de la educación
en conocimiento científico
y en valores (efectos del
subsistema 1 e interrelación
con los demás subsistemas)
Para que los sistemas económicos
funcionen de manera sostenible en
la vida real es necesaria la implicación
de la ciudadanía. Dada la lentitud
de las reacciones de los gobiernos,
una de las vías fundamentales
para el cambio es la presión por parte
de los ciudadanos y su voto para
que los gobiernos diseñen y ejecuten
políticas para la transición hacia
la sostenibilidad. La política funciona
como un sistema. Los gobiernos
reciben demandas de los ciudadanos
y de diversos grupos de presión; y
responden (sus salidas sistémicas)
con medidas de política. Si los ciudadanos
no tienen una educación que
les permita valorar la destrucción
de la biosfera, no exigirán medidas
para evitarla. En el mundo actual
hay varios ejemplos de gobernantes
que niegan la crisis climática y que
han sido electos.
Esta misma presión la pueden ejercer
los ciudadanos a las empresas,
mediante un consumo responsable
(productos ecológicos, disminución
de plásticos, obsolescencia programada,
tratamiento de residuos, utilización
de energías renovables, etc.).
Además, la que podemos designar
como Educación ambiental, modifica
el comportamiento de las personas,
por ejemplo, frecuencia de consumo
(no desechar bienes de consumo con
tanta frecuencia, como celulares, autos
o textiles).
Para poder crear una ciudadanía
responsable es necesario educar en
pensamiento crítico y en ciencia. No
sólo se trata de memorizar el conocimiento
acumulado por la ciencia,
sino de entender cómo se produce
este conocimiento, saber por qué el
conocimiento científico es válido y
otros no lo son. Entender el método
científico, y poder aplicarlo a la vida
cotidiana, para satisfacer la innata
curiosidad del ser humano, hace
que éste desarrolle por sí mismo un
sentido crítico, cuestionando informaciones
dudosas y contrastándolas.
Para el caso que nos ocupa, esta
educación debería incluir un enfoque
ambientalista y de otros como
justicia social y feminismo.
En ausencia de este tipo de educación,
se aplican políticas perversas
que son la causa de la actual crisis
climática, por ejemplo, la destrucción
del Amazonas o del deshielo
del Glaciar Perito Moreno. La constatación
de que la presión científica
y ciudadana puede provocar un cambio
positivo es la recuperación de la
capa de ozono.
El enfoque igualitario y ambientalista
sobre la educación que se propone
en el presente artículo conllevaría
un mayor acceso al trabajo y una
mayor autonomía de la mujer. Una
de las consecuencias de este tipo de
educación y del acceso de las mujeres
al trabajo reduciría la tasa de crecimiento
vegetativo de la población,
lo que tiene efectos favorables sobre
la sostenibilidad.
En conclusión, para asegurar
la sostenibilidad de
la especie y del planeta y
para poner en marcha las
variantes de economía analizadas
(circular, verde azul)
es necesario tener en cuenta
los varios subsistemas
que hemos descripto para
el diseño de políticas que
afronten el reto de la crisis
climática. El diseño de las
cuales requiere la educación
que proponemos.
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Sobre los autores
CARLOS LEGNA VERNA
Es Profesor Emérito de la Universidad
de La Laguna, España, Doctor en
Economía por la universidad Pierre
Mendès France de Grenoble, Francia
y Licenciado en Economía por la Universidad
Nacional de Buenos Aires.
Fue experto de la cooperación para
el desarrollo de Naciones Unidas.
Trabajó como funcionario del ECO-
SOC (Consejo Económico y Social de
NNUU) en América Latina y África.
Trabajó como investigador en la sede
de NNUU en Ginebra y fue profesor
del ILPES (Instituto Latinoamericano
de Planificación Económica y Social
de la CEPAL).
Ha publicado artículos y libros sobre
como mejorar las decisiones
estratégicas, la utilización de la
dinámica de sistemas para definir
políticas económicas y sociales, la
gestión estratégica y el desarrollo
socio-económico.
Email: clegna@ull.edu.es
DAVID LEGNA DE LA NUEZ
Es biólogo y Doctor en Desarrollo Regional
por la Universidad de La Laguna
(Is.Canarias, España). Experto en
Energías Renovables. Ha trabajado
en proyectos de cooperación internacional
al desarrollo en África del
Oeste relacionados con la protección
ambiental, seguridad alimentaria e
igualdad de género.
E-mail: davidsinfronteras@gmail.com
ISABEL GARCIA
Estudia la relación existente entre
la educación y los problemas socio-ambientales
que nos afectan
globalmente. Es bióloga, profesora,
y divulgadora, especializada en educación
para el desarrollo sostenible.
E-mail: gcia.isabel@gmail.com
web: https://gciaisabel.wixsite.com/
elciclosinfin
MARCELO LEGNA
Es escritor, filósofo y estudiante del
comportamiento humano. Gracias a
sus conocimientos multidisciplinares
de ecología y psicología, tanto
social como cognitiva, aporta una
visión holística de los problemas sociales
y ambientales.
E-mail: marslegna@gmail.com
web: https://marslegna.wixsite.com/
marcelolegna
8 . DESARROLLO HUMANO
RESERVA NATURAL ACHALA, UN ESPACIO
PARA EL ECOTURISMO EDUCATIVO Y SUSTENTABLE
Con el propósito de recuperar espacios naturales, emerge la Reserva Natural Achala, en plena Pampa de Achala, Córdoba, Argentina
Achala nació con un encuentro entre dos
personas; Alejandra Santini, productora
orgánica y Nico Roitberg, guía de turismo
alternativo. “En plena caminata a la
cima del Cerro La Ventana sentimos que
nos habíamos encontrado para crear
algo juntos. La sintonía era total. Charlas
de Permacultura, soberanía alimentaria,
conservación del medio ambiente y nuevas
formas de vivir en armonía con la Tierra.”
Escriben sus fundadores.
Y es así como unieron sus caminos para
proteger este pedazo de la Pampa de
Achala tan importante para el equilibrio
del ecosistema general. Y entonces comenzaron
a soñar a lo grande. Alambrar,
reforestar, crear un polo de ecoturismo
educativo y sustentable de mínimo impacto
en la Tierra. Establecieron lazos
con los lugareños y el lugar nos abraza
cada día más como agradeciendo por lo
que ya es y lo que vendrá.
¿En dónde está ubicada?
Dentro de la Reserva Hídrica Provincial
Pampa de Achala
Ubicada en el cordón de las Sierras Grandes
al Norte de la región de Pampa de
Achala, la reserva cuenta con una superficie
de 120 ha, su ubicación geográfica le
da el privilegio de contar con objetos de
conservación claves de la zona, entre ellos
dos cuencas hídricas, ‘’Arroyo Pircas Viejas’’
y ‘’Arroyo San Mateo’’ y la presencia
de la biodiversidad de pastizal de altura
con especies vegetales de climas desérticos,
cuyas características es la eficiencia
en captación y uso de agua. De gran
importancia es también la fauna silvestre
presente, ya que la misma es un factor influyente
en la regulación de los recursos
El paisaje combina una zona de pampa
y una gran quebrada orientada de
noreste a sudoeste con un desnivel de
150 mts, esta característica es típica de
la región la cual cuenta con una superficie
de 150.000 ha y está protegida por
el decreto provincial 361 desde el 31 de
marzo de 1999, su denominación oficial
es ‘’Reserva Hídrica Provincial Pampa
de Achala’’ y es de extrema importancia
para la provincia y sus aledañas ya que
de la misma se obtiene el 70% del agua
de la cual se abastecen
¿Qué actividades se realizan en Achala?
· Reforestación: Ayudan al suelo a regenerarse
y recrear su ecosistema natural
introduciendo especies nativas.
· Bioconstrucción: Armando refugios móviles
como las yurtas, de esa manera no
dejarán huellas, teniendo el mínimo impacto
en la tierra. Y reconstruirán antiguos
puestos de piedra.
· Charlas temáticas: Comparten conocimientos
e información de temas puntuales
vinculados a nuestra integración con
la Naturaleza.
· Ecoturismo: Propician actividades orientadas
a la sostenibilidad, preservación y
apreciación de las bellezas naturales.
· Flora y fauna nativa: Por medio de caminatas
y de la observación, aprenden
de las especies vegetales y animales descubriendo
sus beneficios y aplicaciones.
· Avistaje de aves: Observan y estudian
la diversidad presente de esta especie
fundamental en el Ecosistema de Achala.
· Trekking: Recorriendo diferentes senderos
de la Reserva y las Sierras de Córdoba
en formato grupal o privado.
· Astroturismo: Visualización del cielo y
sus diferentes sistemas y constelaciones
integrándolo con la Tierra y sus ciclos.
· Retiros y talleres: Ofrecen un espacio
para actividades de autoconocimiento y
desarrollo personal.
· Investigación: Propician un espacio
dentro de la Reserva para que sea una
fuente de conocimientos y sabiduría al
servicio de quienes buscan información.
· Medio ambiente: Concientizan sobre la
vital importancia de generar el menor impacto
posible sobre la Tierra y sus ciclos.
· Voluntariado: Reciben personas de
todo el mundo haciéndolas partícipes
de esta creación colectiva y en completa
expansión. Su accionar junto al resto
del equipo de Reserva Natural Achala es
fundamental para optimizar los procesos
de recuperación del suelo, reforestación
y crecimiento.
Sobre sus fundadores
Alejandra Santini
De raíz Rosarina y amante de nuestra
Madre Naturaleza. Productora Orgánica
desde hace más de 27 años. Dirige
Proyectos como “Aleorgánicos” comercialización
y red de Alimentos Ecológicos.
“FloreSer” , espacio de producción
orgánica y experimental; principalmente
en adaptación de semillas. “Bareco” Bar
Ecológico con tecnologías sustentables
mostrando nuevos sistemas productivos.
Fundadora de la Comunidad del Alimento
“FloreSer Campana” del Movimiento
Internacional de Slow Food.
Hoy comparte junto a Nico este nuevo
sembrar… Recuperar y custodiar Tierras
que se hacen oír. Donde la protección de
espacios naturales es otra de las tantas
formas de seguir cuidando nuestro hábitat.
Sí! Donde habitamos…
Nico Roitberg
Nació en Buenos Aires y se crió en Puerto
Madryn. Vive en un pequeño pueblo llamado
Las Calles en Traslasierra, Córdoba.
Hace 7 años se dedico a acompañar
personas y grupos en la búsqueda de un
mayor estado de Bien-estar aprovechando
la Montaña como una herramienta
de Desarrollo Personal. Prestador de Turismo
Alternativo, Profesor Nacional de
Educación Física, Orientador en Alimentación
Macrobiótica, Facilitador de Do-
In, Ritmo práctica y Ni-Kung, cocinero.
Hoy su propósito principal es crear una
Fundación dedicada a la recuperación
de espacios naturales para favorecer la
reforestación de especies nativas con el
objetivo de que nosotros, nuestros hijos
y nietos puedan disfrutar de una Tierra
sana y dadora de vida.
Si queres conocer más sobre esta iniciativa,
queres ser voluntario o saber
cómo podés colaborar:
WEB
www.reservanaturalachala.com
reservanaturalachala
reservanaturalachala