Jorge Riechmann: UN APARTHEID PLANETARIO ... - Istas - CCOO
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<strong>Jorge</strong> <strong>Riechmann</strong> “Un apartheid planetario”<br />
y con la dominación imperialista (y después neoimperialista) del “centro<br />
desarrollado” sobre las “periferias subdesarrolladas”, estas<br />
desigualdades se exacerban. Es la bien conocida historia de los últimos<br />
tres o cuatro siglos: ahora nos interesa sobre todo considerar las pautas<br />
de apropiación desigual de los recursos naturales, comenzando por el<br />
más básico de todos, la energía. Una forma de hacerlo puede ser razonar<br />
en términos de “esclavos energéticos”.<br />
En la Atenas clásica, había 300.000 esclavos trabajando para 34.000<br />
ciudadanos libres: casi diez para cada uno. En la Roma imperial, 130<br />
millones de esclavos les facilitaban la vida a 20 millones de ciudadanos<br />
romanos. Pues bien: en los años noventa del siglo XX, el habitante<br />
promedio de la Tierra tenía a su disposición 20 “esclavos energéticos”<br />
que no cesaban un instante de trabajar (es decir: ese habitante promedio<br />
empleaba la energía equivalente a 20 seres humanos que trabajasen 24<br />
horas al día, 365 días al año).<br />
Así, el control sobre los combustibles fósiles ha desempeñado un papel<br />
central no sólo en la liberación respecto del trabajo físico penoso, sino<br />
también en la ampliación de las diferencias de poder y riqueza que<br />
caracteriza a la historia moderna. Pues ese promedio de veinte esclavos<br />
energéticos per capita no puede ser más engañoso: el norteamericano<br />
medio, en los años noventa del siglo XX, usaba entre cincuenta y cien<br />
veces más energía que el bangladeshí medio; se servía de 75 “esclavos<br />
energéticos”, mientras que el de Bangladesh tenía a su disposición<br />
menos de uno 8 .<br />
Tenemos de esta forma una enorme diferencia en el uso de energía, de<br />
cien a uno --que podríamos poner en paralelo con diferencias semejantes<br />
en el poder adquisitivo de unos y otros--. Nunca antes, en la historia de<br />
nuestro planeta, existió un nivel de desigualdad semejante en lo que a<br />
uso de la energía se refiere.<br />
CONSUMO DE ENERGÍA PER CAPITA (en gigajulios por persona)<br />
1970 1990<br />
Países “en vías de desarrollo” 12 21<br />
América Latina 26 37<br />
8 Para estos cálculos sobre esclavos energéticos, véase Luis Márquez Delgado, “Integración de la agricultura en el<br />
medio ambiente”, en AA.VV.: Agricultura y medio ambiente. Actas del III Foro sobre Desarrollo y Medio<br />
Ambiente, Fundación Monteleón, León 2001, p. 256; y también John McNeill, Something New Under the Sun,<br />
Penguin, Londres 2000, p. 15-16.<br />
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