Central 94

PROTAGONISTAS 2020
la comunidad es algo
de lo que este año no
podremos olvidarnos
fácilmente. Pero,
también debemos
ver lo positivo. No
podremos olvidar la
entrega de muchos
profesionales de la
medicina, fuerzas de
seguridad, empleados
y funcionarios de
distintas áreas, organizaciones
solidarias,
etc. o los valores
y virtudes que se
pusieron en juego en
muchas personas y
los desafíos que nos
quedan por delante;
la pandemia aún no
termina, tanto para vencerla como para fortalecernos y
regenerar esperanzas.
¿Qué aprendiste este año? Que debemos ser muy
agradecidos por todo: por la vida, las familias y amigos
que tenemos; las personas que se nos han cruzado en
nuestro camino; el trabajo y las oportunidades que
surgen. Creo que este tiempo sirvió para trabajar la vida
interior, sin cuya energía es muy difícil afrontar todas
aquellas adversidades, y para fortalecer vínculos
matrimoniales, familiares y de amistades. En lo personal,
agradezco la oportunidad que me dio para
acercarme más a Dios, a mi mujer, a nuestros hijos y
demás familiares. También agradezco poder seguir
disfrutando de mi padre (92 años), de su sabiduría y
virtudes, y por haberme dado la ocasión para fortalecer
vínculos de amistad, que junto a la familia son los tesoros
más grandes que tenemos.
¿Qué expectativas
tenés para el 2021?
No pido nada para
mí distinto de lo
recibido en el año. Si
Dios me sigue regalando
el amor que
me dan, la salud y los
trabajos que tengo
me considero más
que satisfecho. Le
pido que pueda ser
más útil, que pueda
entregarme más, que
aprenda a ser instrumento
y que pueda
contagiar a muchos
otros a sumarse a la
experiencia de trabajar
para los que no tienen oportunidades. Sueño con
una Mar del Plata más integrada, con trabajo y vivienda
para todos. Quisiera que con la ONG podamos realizar
todo el potencial que tenemos en cárceles locales y en
la C.E.C. de las Heras y que si logramos mejorar la
calidad de vida de esas familias, podamos replicar
también el mismo modelo en cada una de los cerca de
300 asentamientos precarios que hay en nuestra
ciudad. Finalmente, pido a Dios que ilumine los corazones
y las cabezas de nuestros políticos para que
antepongan los intereses de nuestro pueblo a los de
ellos y que mediante un diálogo razonable y respetuoso,
desprendido del odio, la enemistad y de cargas
ideológicas que tanto daño nos vienen haciendo, logren
un acuerdo de políticas de estado básicas para reconstruir
la Argentina en paz y concordia.
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