57
playa, cerveza y decibeplios.para a pocos metros tener una buenatarde y noche de rock clásico, hard rock, ymetal contemporáneo. ¿Quién va a poderresistirse a beberse una cerveza bien fríamientras los Scorpions atacan el “Badboys running wild” o los maravillososUFO hacen lo propio con “Rock bottom”?El catálogo de bandas, abunda comodigo, en una buena base de clásicos,salpicados con un energético jeringazode buenas formaciones de la escenaactual. Porque, junto a Scorps, UFO,Recientemente recibí a través de unmaravilloso grupo de whatsapp deamigos peludos y bonachones, rockerosde pedigrí todos, una foto del carteldel festival de Reading de 1982. En élcomenzaban a destacar esos genialeslogos que fueron haciéndose cada vezmás populares en aquellos años y en losque cada banda se presentaba con sutipografía personalísima. En los años 70,la mercadotecnia alrededor de un festivalde rock se reducía a un simple flyercon la relación de bandas, sin apenasdestacamento de tipo alguno. A partir delos 80, la gente ya era capaz de pegarsepor conseguir un cartel festivalero para sucuarto de adolescente. Y yo, que ya veola cincuentena a un par de manzanas, mevuelvo muy chiquillo con estas cosas dela mitomanía, el coleccionismo, por nohablar de la excitación cuasi onanística decerrar los ojos e imaginar que uno asistea alguno de aquellos míticos circuitos decarreras entre ese olor a grasa, cervezay marihuana.Normalmente, cuando uno ve cartelescomo esos, o cuando rememoramoslos festis de aquellos benditos 80(Dongington, Reading, UK Festival,etc…), cuesta mantener el lagrimal tensopara no dejar escapar una bien merecidalagrimita por los viejos tiempos. Sinembargo, entre la oferta festivalera actual,que suele abundar en lugares comunes yrepetición de cabezas de cartel, destacaun festival que a muchos puede haberpasado desapercibido pero cuyo cartelme hace recordar aquellos viejos festis enlos que podíamos degustar esa especialmezcolanza de bandas que nos trajoaquel heterogéneo comienzo de los 80.En aquellos días, los grandes nombresde los 70 competían en la misma arenacontra nuevas formaciones de aquelloque se vino a llamar Nueva Ola de metal.Y es ahora, en pleno 2019, cuando elRock the Coast (Fuengirola, 14 y 15de junio), nos devuelve esa sensaciónde tener la oportunidad de presenciarun set de bandas de las que, ya hace40 años, hubiéramos matado por ver. Ysí, it´s ok, es posible que mucha gentemuestre cierto recelo antes este tipo degrandes eventos. Pero, señores, conozcoel sitio en el que se va a celebrar, y tantoel recinto como la organización se meantojan ideales para este tipo de bandasy público. No se me ocurre mejor entornopara disfrutar de una mañana de playaEurope, o Rainbow (atención, únicoshow por estas tierras de Blackmoreand Co.), tendremos la oportunidad devolver a encontrarnos con el hiperactivoMichael Monroe, o de ser testigos dela extrema calidad de Opeth. Bandasde estos últimos tiempos que a su vezarrastran muchos años de buen hacer,como los fabulosos Graveyard (hepodido verles ya un par de veces y soncomo una bomba de rock setenteroen manos de unos jovenzuelos); másclásicos del metal como U.D.O., quesigue replicando a sus ex compañeros deAccept con una buena dosis de pelotas;será la oportunidad de presenciartambién el estado de forma actual de TheDarkness; en el plano nacional tenemosapuestas seguras como Leo Jiménez olos potentísimos Angelus Apatrida. Másnombres a destacar, la bella Tarja, queha desarrollado ya una intensa carrerapor encima de su pasado con Nightwish.Y así, con más referencias destacables(Dark Tranquility, Mayhem, AngelWitch, Aborted…) se completa unamás que interesante propuesta, idealpara comenzar el verano con las pilascargadas, en un entorno precioso, juntoal Castillo de Sohail, rodeado de pinos,olas, y decibelios.Jesús Sánchez58