Guillermo Alvah“Siempre he buscadola espontaneidad en mi música”.Guillermo Alvah es de esos tipos que llevan la música tatuada en lo más profundo del ADN. Un gaditano que desde siempretuvo claro que lo suyo era cantar y tocar la guitarra, pero con la salvedad que su pasión estaba anclada lejos de la provinciaandaluza, sino en las raíces de la música tradicional americana. El country, el folk, el americana… son los elementos quellenan el espectro sonoro de Guillermo. Tras dos discos acompañado de los Predicadores decidió lanzarse en solitarioahondando en ese sonido. El resultado ha sido un exquisito EP producido por Mario Cobos que es una verdadera delicia.No pudimos evitar quedar con él y charlar de todo. Una entrevista tal y como es Guillermo, todo pasión y espontaneidad.Javistone: Para quien no te conozca,¿quién es Guillermo Alvah? ¿Cuálesfueron tus inicios en la música? Túeres de Cádiz, pero te fuiste a Sevillaa estudiar periodismo. Allí comenzastea tocar o ya te habías puesto con ellomás joven… ¿El músico nace o sehace? (Risas).Yo tocaba desde chaval en Cádiz,comencé a tocar de adolescente. Loque sí hice desde siempre fue cantar.Mi abuelo cantaba de joven, mi madrecanturreaba constantemente y yo, noquedaba de otra, salí cantando. Tuvemi etapa carnavalera también, luego laabandoné, luego la retomé… (Risas).J: Yo estuve tres días en una tuna…(Carcajadas).Bueno como anécdota, haber estado tresdías en una tuna, no está nada mal. Lojusto para decir nunca más (Risas).J: Sí, la vida… Cuando me fui aestudiar con Madrid, llegué al colegiomayor Chaminade ya con 21 añosy, por edad, no encajé de entradacon los que entraron conmigo. A losdos, tres meses, pues no terminabade relacionarme demasiado y medije “oye, situaciones desesperadasrequieren acciones desesperadas”y probé un día. A los dos días, fuide nuevo, aquello era terrible peropensaba “algo bueno saldrá”. Cuandome trajeron el traje al tercer día mehorroricé tanto que pensé “mejor soloque… en la tuna” (Risas). Pero bueno,decías que tú siempre has cantado.Con la guitarra comencé a los catorceaños. Mis primeros referentes musicalesfueron los Beatles y los Stones, nadaoriginal. No tenía un círculo demasiadoafín, todos eran raperos.J: Mi círculo escuchaba a los HombresG, no te quejes…Joder, los Hombres G comparadoscon el trap de ahora… ¡parecen canon!(Risas). Las influencias venían de mimadre y algún tío, cosas de Pink Floyd,Queen… esas historias. Mi madre era decantautores y claro, por ahí se filtrabanmuchas cosas.J: Eres hábil con la guitarra, se notaque aprendiste bien.Bueno, no tanto… Pero sí es cierto queme busqué un profesor.J: Como decía Homer, ahora coninternet los niños se educan solos.Hay cada aplicación para tocar que esrealmente increíble. Y tutoriales paraaburrir.Sí tío, yo la mayor locura que he vistonunca es una aplicación que le vi a PabloMagallanes, de Gas Drummers. Norecuerdo cómo se llamaba, pero es unaapp con un micrófono, tú puedes cantar,te lo armoniza, le pone un ritmo, unosacordes, un bajo, un patrón de batería yen diez segundos te lo monta, una locura.Yo tuve mi etapa metalera, mi primergrupo fue medio grunge, pero durópoquito porque realmente lo que megustaba era otra cosa. Luego pasé porun grupo de trash metal, pero tampoco.Yo ya iba componiendo temas, de formaque cuando ya me fui a Sevilla vi clarocuál era mi estilo, allá en el 2006. Al añosiguiente ya comencé a tocar. Desdeel comienzo ya veía el ambiente quese iba creando en Sevilla y, de hecho,enseguida me tropecé con una grabaciónde la Milkyway Express y claro, flipéviendo aquel nivel.J: Son muy buenos, los vi abriendo aRedd Kross y me parecieron enormes.Me gustan más en directo que en disco.3
“Lapido siempre meha parecido que enalgunos aspectos vapor delante de todos”.4