Juventud en Acción vol 4

coherentes con nuestros discursos. En estos tiempos
se requiere de ser más humanas, dejar los prejuicios,
establecer nuevos modelos de comunicación, de
apoyo, es donde podemos introducir el ejercicio de
sororidad entre las mujeres, reconociendo lo valiosa,
inteligentes y diversas que somos, Lagarde afirma
que:
“las mujeres tenemos un peso extraordinario al tejer
y sostener las relaciones de parentesco y familiares,
las conyugales, amorosas y de amistad, el trabajo y
las actividades económicas, al crear en la esfera de la
cultura, en ámbitos científicos e intelectuales, y desde
luego a través de la participación social y política, la
espiritualidad y la práctica de la solidaridad”.
Marcela Lagarde defiende que la sororidad tiene tres
dimensiones:
• Dimensión ética: Conduce a la búsqueda de
relaciones positivas, saber escuchar a otras
mujeres, complicidad, empatía, prestar ayuda,
colaborar con la solución de sus problemas.
• Dimensión política: Eliminación social de todas las
formas de opresión en busca de la igualdad y la
equidad.
Género | Sororidad ¿Cómo la vivimos?
• Dimensión práctica: apoyo mutuo para lograr el
poderío genérico de todas y al empoderamiento
vital de cada mujer.
Para poner en práctica estas dimensiones en nuestra
cotidianidad, considero fundamental apropiarnos de
acciones que nos van a ir empoderando y encaminar
a otras, haciendo estos ejemplos de solidaridad
femenina:
• Sentirse bien con su cuerpo
• Agenciar la independencia económica.
• Romper el techo de cristal (limitación oculta
del ascenso de las mujeres dentro de las
organizaciones).
• Rechazar todas las formas de violencia de género.
• Apoyar a otras mujeres por encima de todas las
cosas.
En la medida que nos empoderamos sin importar
la edad, vamos normalizando las diversas maneras
posibles de ser sororas, sumando y creando vínculos
con las madres, hermanas, primas y amigas, con el
fin de erradicar toda conducta machista que oprime
a las mujeres.
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