Hipnosis para Principiantes - William W Hewitt
Create successful ePaper yourself
Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.
que es necesario formular al sujeto para decidir si es viable continuar con la
hipnosis real.
Si el sujeto no se siente muy inclinado a que lo hipnoticéis (después de haberle
explicado detalladamente el programa a seguir), no debéis intentarlo. Lo
aconsejable es pedirle que piense en ello durante unos días, y decirle que estáis
dispuestos a responder cualquier pregunta.
En el caso contrario, cuando el paciente desea ser hipnotizado, pero vosotros tenéis
ciertas reservas, no deberíais hacerlo. Es de vital importancia que entre ambos se
establezca una relación de confianza para que el programa sea un éxito. No debéis
olvidar que el objetivo de la hipnosis es ayudar a otra persona para que sea capaz
de gobernar su forma de conducirse y mejorar en algún sentido la calidad de su
vida. Esto es difícil de conseguir si surgen obstáculos (tal como falta de confianza,
aprehensión, etc.) entre el operador y el sujeto.
No debéis titubear si creéis que no es necesario hipnotizar al sujeto. Cierta vez
acudió a mi consulta una mujer que iba a iniciar una serie de seis sesiones con el
propósito de controlar su dieta. En la consulta previa a la hipnosis, mi sexto sentido
me indicó que no había armonía entre nosotros. Después de formularle muy
amablemente una serie de preguntas, la mujer reconoció que sentía aversión por
los hombres en general y que no se fiaba de ellos. Rápidamente agregó: «Sin
embargo, no permitiré que este sentimiento interfiera en nuestro tratamiento.»
Obviamente, sus buenas intenciones no eran suficientes; ella necesitaba ocuparse
de ese odio antes de dedicarse a controlar su dieta, y sólo lo lograría con alguien
que le inspirara absoluta confianza. Por lo tanto, decliné aceptarla como paciente y
le sugerí que consultara con una colega, con quien fue capaz de solucionar el odio
hacia los hombres y su compulsión a comer. Fue entonces cuando me llamó para
agradecerme mi ayuda. No tengo ninguna duda de que ella hubiera recurrido
directamente a una mujer en caso de conocer alguna. Una vez más, mi consejo es
que penséis siempre qué es lo mejor para el paciente, aunque con ello perdáis la
oportunidad de ganar dinero o de vivir una experiencia interesante.
IMPORTANTE: Si sospecháis que el paciente adolece de algún problema
mental o de salud, no debéis atenderlo. No lo aceptéis como paciente hasta que