Íntimas de Dios Magazine - Edición Julio 2021

- No hables estando molesta: sucede con
mucha frecuencia que al estar molestas
decimos cosas que luego lamentamos
haberlas manifestado y si hay algo muy difícil
de recoger es la palabra dicha. En momentos
de tensión clama al Espíritu Santo para que
te ayude a ejercer dominio propio, luego
cuando la tensión haya pasado busca el
mejor momento para conversar sobre
aquello que pudo disgustarte o lastimarte.
No se trata de quedarse callada si no de
mostrar carácter espiritual y sabiduría.
Ahora hablemos de nosotras como
comunicadoras. La sociedad ha querido vender
durante muchos años la imagen de la mujer
inentendible, explosiva, habladora y más.
Científicamente sí es cierto que las mujeres
emitimos más palabras que los hombres
diariamente y aunque nuestro enfoque no puede
inclinarse a luchar por eliminar etiquetas sociales,
sí debemos mostrar nuestro testimonio como
mujeres que edifican a través del habla en cada
lugar donde hacemos acto de presencia y aquí es
donde entra también la sabiduría en la ecuación.
¿Cómo lo hacemos? Te miento si te digo que hay
una formula, pero si puedo dejarte algunos tips
que practicados constantemente pueden lograr
cambios notables en tus relaciones
interpersonales.
- No hables impulsivamente: siempre medita en
el propósito que quieres que cumpla tu mensaje
(lo que dirás), ¿qué quieres decir?, ¿qué quieres
lograr? Teniendo claramente esto internalizado
puedes ordenar cada idea, clarificando tu
mensaje.
- Aplica la empatía, compasión y
solidaridad: Sucede muchas veces que
cuando respondemos en distintos escenarios
nuestro egocentrismo humano sale a relucir.
Antes de responder una solicitud, enjuiciar a
alguien o dictar sentencias detente a meditar
un poco en el contexto al que te estás
enfrentando, eso te ayudará no solo a
ayudar a otros si no a sentir satisfacción por
haber hecho lo correcto.
Este tema es aplicable a cualquier área de
nuestra vida: familia, trabajo, amistades y
son infinitas las circunstancias que se nos
pueden presentar en donde tengamos que
aplicar no solo estas recomendaciones si no
todo aquello que, como hijas de Dios hemos
aprendido en su andar con Él, dominio
propio, templanza y mansedumbre.
Tal y como te dije al inicio, es un tema muy
largo y trataremos de ampliarlo en otra
edición. Mientras tanto apliquemos estos
pequeños tips y por sobre todas las cosas
entrega tu corazón a Dios todos los días,
recuerda que de la abundancia del corazón
habla la boca.
@alecml24
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