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Edicion 28 de Septiembre 2021

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Diario Co Latino

Opinión Martes

28 de septiembre de 2021 9

Las elecciones alemanas y su impacto sobre Iberoamérica

Isaac Bigio

Analista Internacional

El domingo 26 se dieron

los comicios federales germanos

para nominar a

quien ha de gobernar al más poderoso

país de la Unión Europea (UE).

Tras 16 años ininterrumpidos en el poder,

Angela Merkel deja de ser la canciller (cargo

que en Alemania equivale al de jefe de Gobierno)

mientras su partido social cristiano ha perdido el

primer puesto. Un eventual gobierno de centro

izquierda en el pilar de Europa puede inclinar la

balanza en ese continente e incluso en el mundo,

y alentar a fuerzas afines en Iberoamérica.

Resultados

Según los últimos resultados el Partido Socialdemócrata

de Alemania (SPD) obtuvo la cabeza

con 25.7% de los votos y 206 de los 730 congresistas.

Le siguen en este orden el bloque oficialista de

los socialcristianos y democristianos (CDU/CSU)

con 24.1% de los votos y 196 congresistas, los verdes

con el 14.8% de los votos y 118 congresistas,

los liberales demócratas (FDP) con el 11.5% de los

votos y 92 congresistas, el ultraderechista Alternativa

por Alemania (AfD) con el 10.3% de los votos

y 83 congresistas, y la Izquierda con el 4.9% de

los votos y 39 congresistas. Otras listas sumaron el

restante 8.7% de los votos, pero no pudieron pasar

la valla para entrar al legislativo.

Esto implica que los que avanzaron fueron los

socialdemócratas que crecieron en 5.2 puntos y 53

congresistas más, los verdes que subieron 5.8 puntos

y 51 congresistas y los centroderechistas demoliberales

que escalaron un 0.7 de puntos y 12

congresistas más. Los grandes golpeados fueron

el sector de Merkel que dilapidó 8.9 puntos y 50

congresistas, la ultraderecha xenofóbica (AfD) que

perdió 2.3 puntos y 11 bancas, y la Izquierda que

dejó esfumarse 4.3 puntos y 30 curules.

El desgaste del oficialismo no pudo ser capitalizado

por la ultraderecha ni por la izquierda. Los

xenofóbicos se concentraron en cuestionar las medidas

contra el COVID-19, pues la hostilidad a la

inmigración ya no era un tema central, y el que

optaron como su eje no jaló a muchos adherentes.

La Izquierda conformada por los vestigios del

anterior partido comunista que gobernó la Alemania

Oriental y por disidentes radicales del oeste

perdió casi a la mitad de sus votos y parlamentarios

pues fueron desfasados por la necesidad de

dar un voto útil a los socialdemócartas y verdes

quienes aparecieron como campeones de la lucha

contra las medidas de austeridad y la desprotección

del medio ambiente. Verdes y socialdemócratas,

igualmnente, tienen amplias bases y líderes

que se reclaman socialistas.

Posibilidades

En Alemania el gobierno no pasa a

quien haya sacado la primera mayoría,

sino a aquella fuerza que logre consolidar

una mayoría parlamentaria. Los

verdes sostienen que su principal opción

para gobernar son los socialdemócratas

siguiendo una tradición que también

se ha visto en Londres donde ambas formaciones

han cogobernado contra los conservadores. Si

la Izquierda hubiese sacado una mejor bancada

tal vez se hubiera llegado a una coalición que integrase

a los 3 sectores del progresismo (socialdemócratas,

verdes e Izquierda) para consumar una

serie de puntos comunes que tienen (aumento de

salarios, reducción de las desigualdades sociales y

más medidas ecologistas).

Como esto último no es posible los socialdemócratas

y los verdes deben estar contemplando

una coalición “semáforo” (rojo socialdemócrata,

amarillo liberal y verde), lo cual implicaría que la

centroizquierda debiera hacer concesiones a sus

planteos de aumentar los impuestos (para financiar

obras sociales y pro medio ambiente) y adaptarse

a los liberales que quieren menos tributos e

intervención estatal.

No podría descartarse ir a una nueva megacoalición

entre los dos grandes partidos (socialdemócrata

y socialcristiano), o que los socialcristianos

pudiesen querer mantenerse en el poder en alianza

con los liberales (quienes abiertamente se sienten

más cercanos a ellos) y los verdes. Si bien estos

últimos no quisieran llegar a ese extremo, ya

hay precedentes en sentido que este partido paneuropeo

ha logrado unirse a los 2 grandes partidos

de la derecha irlandesa para bloquear al Sinn

Féin (el movimiento anteriormente ligado al autodisuleto

IRA y parte de la Izquierda Unida europea)

cuando este ganó los últimos comicios generales

en dicha república.

Lo que sí queda excluído es una coalición de

cualquier fuerza con la ultraderecha (AfD), pues

ésta es considerada un parte con el cual no se puede

cogobernar. De hecho, esta es una tradición de

muchos partidos que van desde la derecha democratizante

hasta la izquierda europeas que se han

negado a pactar con los Le Pen o los ultraderechistas.

En Londres cuando el xenofóbico Partido

Nacionalista Británico llegó a elegir un miembro

de su Asamblea el resto de asambleístas le hacían

un hielo total.

Un eventual gobierno socialdemócrata en Alemania

inclinaría la balanza de la UE y de la eurozona

pues buscaría desarrollar más políticas

sociales y ecologistas. Ello, igualmente, pudiese

abrir las puertas a una eventual victoria socialista

en Francia, la cual, sumada a la de los 2 gobiernos

izquierdistas de la península ibérica y a la de

los 5 de Escandinavia pudiesen hacer que Europa

vuelva a ser un paladín de reformas sociales.

Expropiaciones

Estos comicios se dieron al mismo tiempo que

en la capital se realizó un referendo no vinculante

sobre el agudo problema de viviendas que tiene

Berlín pues hay carencia de éstas y altos alquileres.

De los 2,5 millones de berlineses habilitados

para sufragar el 56.% votó a favor de expropiar a

casi un cuarto de millón de inmuebles en manos

de grandes consorcios con ánimos de lucro con

lo cual unas 3,000 viviendas pudiesen pasar a ser

propiedad pública.

Tal iniciativa puede repetirse en otras urbes

germanas, europeas y del mundo. Tal vuelco electoral

muestra el desencanto masivo ante las políticas

de promoción a los grandes ricos por encima

de la inversión social y ecológica.

Consecuencias

Un posible mandato socialdemócrata germánico

puede ser muy provechoso para los gobiernos

nacionalistas o izquierdistas de Latinoamérica

(como los de Argentina, Bolivia, Perú, Venezuela,

Nicaragua, México y Cuba) y un incentivo

para que la izquierda o centro izquierda reemplace

a la derecha en las presidenciales que en el 2022

se van a dar en Brasil, Colombia y Chile.

Hay un dato interesante que puede servir para

el Perú. El primero es que allí las secciones nacionales

de las internacionales socialcristiana y socialdemócrata

son el PPC y el APRA, respectivamente.

Sin embargo, la línea que vienen patrocinando

Lourdes Flores y Jorge Del Castillo en

Lima es contrapuesta a la que sus camaradas aplican

en Europa.

Los socialdemócratas y socialcristianos alemanes

se alternan en el poder y respetan los resultados

electorales, no patrocinan golpes ni insurgencias,

y se niegan a pactar con la extrema derecha.

En Lima, no obstante, el APRA y el PPC han estado

organizando marchas para desconocer el veredicto

electoral confirmado por la ONPE, el JNE,

la OEA, los EEUU y la UE, y para llamar a una

insurgencia que tome palacio de Gobierno o para

promover un golpe cívico-militar o parlamentario,

y no solo que se han aliado a la extrema derecha,

sino que han llamado a votar por ésta para

llevarla al poder.

Socialdemócratas y socialcristianos jamás podrían

votar por quienes impusieron una dictadura

sangrienta que intervino militarmente en los

poderes legislativo y judicial, que organizó una

serie de matanzas a civiles y que promueven el racismo.

Para los socialcristianos y socialdemócratas

Vox y sus socios peruanos podrían ser tratados

de manera similar con la que ellos tratan al AfD.

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