Edicion 12 de octubre 2021
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Diario Co Latino
Nacionales
Martes 12 de octubre de 2021 5
CEDES invita a conocer vida y testimonio
Redacción Nacionales
@DiarioCoLatino
Para participar activamente
en la beatificación
de los mártires,
fray Cosme Spessotto, padre
Rutilio Grande y sus dos
colaboradores, Manuel Solórzano
y Nelson Rutilio Lemus,
a celebrarse el próximo 22 de
enero de 2022, la Conferencia
Episcopal de El Salvador
(CEDES) exhortó a conocer la
vida de cada uno mientras llega
esa fecha, así como dejarse
interpelar por sus testimonios,
a fin de ser una iglesia
llamada a comunicar al mundo
la alegría del Evangelio.
La CEDES afirmó que es
de alegría poder venerar juntos
a un jesuita salvadoreño,
un franciscano italiano y
dos laicos del pueblo, un joven
y un anciano; quienes tienen
en común el haber derramado
su sangre por Cristo en
medio del fragor de la guerra,
que muchos no vivieron
y otros más no quisieran conocer
ni examinar a la luz de
la fe, para que una experiencia
tan dolorosa no vuelva a repetirse
jamás.
Estos mártires son testigos
de una iglesia compasiva, misericordiosa,
que anuncia con
obras y palabras el Reino de
Dios, presente en Jesucristo y
su mensaje. Cada uno de estos
testigos de la fe tiene un
aporte original de ofrecer a la
iglesia, para que se mantenga
fiel a su misión de hacer presente
aquí y ahora, a Jesucristo
muerto y resucitado, único
Salvador del Mundo.
La fecha de beatificación ha
sido fijada por la Santa Sede
para el sábado 22 de enero
de 2022, la solemne ceremonia
tendrá lugar frente a Catedral
Metropolitana de San Salvador,
a las cinco de la tarde.
La cantidad de personas que
puedan participar en forma
Foto: Diario Co Latino /Cortesía.
presencial dependerá de la evolución
de la pandemia del CO-
VID-19, aunque una de las recomendaciones
es que en todos los
templos del país se reúna la comunidad
cristiana para seguir el
rito a través de la televisión, medios
de comunicación católicos
y redes sociales.
Para la iglesia, el lugar escogido
es emblemático porque
allí cada año el pueblo salvadoreño
rinde homenaje a su
excelso patrono, el Divino Salvador
del Mundo, además, fue
precisamente en esa plaza, donde
el Domingo de Ramos de
1980, una inmensa muchedumbre
manifestó su amor y gratitud
a San Óscar Arnulfo Romero,
en una inolvidable misa exequial
inconclusa, que desgraciadamente,
fue empañada por la
violencia.
“Allí viviremos agradecidos,
la solemne proclamación
de nuestros cuatro futuros beatos,
mártires de esta iglesia que
Monseñor Romero describió
como el Cuerpo de Cristo en la
historia; una historia tormentosa
y agitada por una vorágine de
violencia fratricida que arrebató
la vida de innumerables víctimas
inocentes, la mayoría de
ellas sólo conocidas por Dios,
pero que su sangre ha fecundado
los surcos de nuestra patria”,
señalaron los obispos de la CE-
DES.
Asimismo, afirmaron que ha
llegado el momento de entrar
con decisión y corazón abierto
a la palabra de Dios, en un proceso
de preparación espiritual,
para lo cual, en los próximos
días darán a conocer los materiales
que ayudarán en ese
caminar. A la vez, invitaron
a sacudir la rutina y abrirse a
Dios Padre que nunca se cansa
de perdonar, siempre sorprende
y cuenta con cada uno
para comunicar “la paz que el
mundo no puede dar”.
Los mártires entendieron
que el amor a Dios se expresa
en el amor al prójimo más
necesitado, así como en la lucha
por construir relaciones
de fraternidad basadas en la
verdad, la justicia, la reconciliación
y el perdón, ellos son
testigos y actores de ese Reino,
que la palabra de Dios describe
como “un cielo nuevo y
una tierra nueva”.
Monseñor Romero en su
homilía del 30 de junio 1979,
dijo que sería triste en una patria
donde se está asesinando
tan horrorosamente, no contar
entre las víctimas también
a los sacerdotes, quienes son el
testimonio de una iglesia encarnada
en los problemas del
pueblo.
Todos ellos murieron en
torno a la eucaristía, San Oscar
Romero, celebrando la
santa misa; el padre Rutilio
Grande y sus compañeros,
fueron asesinados cuando se
dirigían a celebrar la misa y
fray Cosme Spessotto, de rodillas
adorando el Santísimo
Sacramento.
El padre Rutilio Grande
fue asesinado el 12 de marzo
de 1977 cuando se dirigía a celebrar
la misa a El Paisnal, le
acompañaban Manuel Solórzano
y Nelson Lemus, en el camino
fueron emboscados y su
carro ametrallado brutalmente.
Mientras que, fray Cosme
Spessotto fue asesinado el 14
de junio de 1980 en el templo
de San Juan Nonualco, departamento
de La Paz, donde fue
párroco por 27 años.