RevistaP_2021

No cabe duda que este último año vivido ha sido atípico. La humanidad
entera se ha tenido que enfrentar a algo para lo que no estaba
preparado. Hemos tenido que adaptarnos a la fuerza, a cambios en
nuestro estilo de vida, y nadie nos preguntó si queríamos o no. Y de
alguna manera hemos tenido que aprender a vivir el día a día, el
minuto a minuto.
Y es en estos momentos en los que debemos conectarnos. Conectarnos con nosotros mismos.
Aprender a conocernos es una de las mejores maneras de cuidarnos, pues conociéndonos,
aprenderemos cuales son aquellas emociones o situaciones que me afectan y de esta manera
poder manejarlas. Conectarnos con nuestros gustos, conectarnos con la naturaleza en medio
de un mundo tecnológico, conectarnos con nuestras emociones, conectarnos con quien
tenemos a nuestro alrededor. Al mantenernos conectados, vamos a cuidarnos a nosotros
mismos y a los demás. Si nos conectamos con la empatía sabremos que no solo nuestras
necesidades importan, sino que el otro también tiene necesidades y merece ser respetado.
Es hora de conectar también con la dimensión espiritual de nuestro ser, esa dimensión que
hace que le demos un sentido y un propósito a cada acción que emprendemos diariamente, por
sencilla que parezca. Conectar con esa dimensión que nos hace ir más allá de nosotros
mismos.
En una semejanza con un aparato eléctrico, si nos mantenemos conectados
seguro vamos a irradiar energía positiva, recargada primero desde nuestro
interior, y propiciando en los demás, calor humano y energía positiva, que
redundará en buena salud.
Recuerden que el angelito PRESST, te cuida para que cuides a los demás.
Natalia Higuita David
Coordinadora de gestión
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