Listín Diario 15-01-2022
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12 SANTO DOMINGO, RD. SÁBADO <strong>15</strong> DE ENERO DE <strong>2022</strong><br />
10 cm<br />
La República<br />
5 cm<br />
4 cm<br />
Enfoque<br />
3,5 cm<br />
3 cm<br />
Reforma de la Ley de Expresión<br />
y Difusión del Pensamiento<br />
NAMPHI RODRÍGUEZ<br />
Santo Domingo, RD<br />
“LA DENOMINADA<br />
LEY 6132 ES UN<br />
VIEJO RESABIO QUE<br />
ECHA RAÍCES EN LA<br />
LEY FRANCESA DE<br />
PRENSA DE 1882”<br />
El presidente<br />
Luis Abinader<br />
ha anunciado<br />
para este año<br />
una amplia<br />
agenda de cambios institucionales<br />
que procura<br />
afianzar el Estado de Derecho<br />
y consolidar las reformas<br />
pretorianas implementadas<br />
por el Tribunal<br />
Constitucional en su doble<br />
misión de legislador negativo<br />
y positivo.<br />
Una de esas reformas<br />
debería ser el vetusto decreto-ley<br />
del Consejo de<br />
Estado No. 6132, de Expresión<br />
y Difusión del Pensamiento.<br />
La denominada Ley<br />
6132 es un viejo resabio<br />
que echa raíces en la<br />
ley francesa de prensa de<br />
1882, adoptada en el país<br />
en 1962 por el Consejo de<br />
Estado que presidió el jurista<br />
Rafael F. Bonnelly tras<br />
la caída de la dictadura de<br />
Rafael L. Trujillo.<br />
Luego de más de medio<br />
siglo de vigencia y debido<br />
al desarrollo democrático,<br />
la Ley 6132 no sólo<br />
ha perdido el sentido de la<br />
realidad, sino que no puede<br />
responder a los desafíos que<br />
platean las redes sociales a<br />
la libertad de expresión y al<br />
debate público.<br />
De hecho, el Tribunal<br />
Constitucional ha ido dictando<br />
su nulidad parcial a<br />
través de sentencias como<br />
la TC/0075/16, que despanalizó<br />
los delitos de prensa<br />
cuando afectan a funcionarios<br />
públicos, al tiempo que<br />
tumbó el sistema de “responsabilidad<br />
penal en cascada”<br />
que imputaba a los<br />
directores de medios de comunicación<br />
independientemente<br />
de quien cometiera<br />
los delitos de difamación e<br />
injuria.<br />
La decisión del Tribunal<br />
Constitucional anula<br />
los artículos 31, 34, 37, 46<br />
47 y 48 de la Ley de Prensa,<br />
que formaban parte del sistema<br />
de sanciones penales<br />
por delitos contra el honor;<br />
pero, aún falta desterrar<br />
del Código Penal los artículos<br />
368, 369, 370, 371 y<br />
372, que igualmente atentan<br />
contra la libertad de expresión.<br />
Otras sentencias<br />
de notable relevancia<br />
son las TC/0092/19 y<br />
TC/0348/19, que definen<br />
valor de la libertad de expresión<br />
para el debate político<br />
en las redes sociales.<br />
Mediante el precedente<br />
TC/0092/19, el Constitucional<br />
no sólo declaró inconstitucional<br />
un artículo<br />
de la Ley 33-18, de Partidos<br />
Políticos, sino que consideró<br />
que “…las redes sociales se<br />
han convertido en los únicos<br />
espacios accesibles para<br />
que una masa significativa<br />
de ciudadanos pueda exteriorizar<br />
su pensamiento y<br />
recibir opiniones e informaciones,<br />
lo cual ha motivado<br />
que el discurso político deje<br />
de ser dirigido por el Estado<br />
o por los profesionales de<br />
la comunicación a través<br />
de los medios tradicionales,<br />
provocando una deliberación<br />
verdaderamente<br />
pública, plural y abierta<br />
sobre los asuntos de interés.<br />
De ahí la importancia<br />
de que el uso de la libertad<br />
de expresión por estos<br />
medios se mantenga libre<br />
del temor a represalias innecesarias<br />
y desproporcionadas<br />
que obstaculicen la<br />
construcción de una ciudadanía<br />
plena, participativa<br />
y consciente”.<br />
En ese mismo fallo,<br />
los magistrados constitucionales<br />
atisbaron en las<br />
fronteras de la libertad de<br />
expresión en redes sociales<br />
al juzgar lo siguiente:<br />
“Lo anterior nos compele a<br />
reflexionar sobre el alcance<br />
para ejercer el derecho<br />
fundamental a la libertad<br />
de expresión y difusión del<br />
pensamiento en las redes<br />
sociales, sin que ello repercuta<br />
de manera negativa<br />
en los derechos e intereses<br />
de terceras personas.<br />
En ese tenor, este Tribunal<br />
Constitucional estima que<br />
para garantizar el orden<br />
jurídico y una pacífica convivencia,<br />
el umbral de dicho<br />
derecho debe limitarse<br />
a que su difusión no se<br />
encuentre impregnada de<br />
frases obscenas, expresiones<br />
injuriosas o insultantes,<br />
ni fundamentada en<br />
informaciones ilógicas y<br />
desproporcionadas”.<br />
Esta doctrina jurisprudencial<br />
es una reiteración<br />
de su sentencia<br />
TC/0437/16, en la que el<br />
tribunal subrayó que, “la<br />
limitación de libertades tales<br />
como el derecho a la libre<br />
expresión e información<br />
tiene también rango<br />
constitucional, pues ningún<br />
derecho es absoluto<br />
en cuanto a su ejercicio. Es<br />
el párrafo al Art. 49 de la<br />
Constitución que dispone:<br />
“…El disfrute de estas libertades<br />
se ejercerá respetando<br />
el derecho al honor,<br />
a la intimidad, así como a<br />
la dignidad y la moral de<br />
las personas, en especial la<br />
protección de la juventud<br />
y de la infancia, de conformidad<br />
con la ley y el orden<br />
público”<br />
“ESTA DOCTRINA<br />
JURISPRUDENCIAL<br />
ES UNA<br />
REITERACIÓN DE<br />
LA SENTENCIA<br />
TC/0437/16...”<br />
Incluso, uno de los desafíos<br />
más acuciantes a<br />
que se pudiera enfrentar<br />
el legislador, como es<br />
la calificación en redes<br />
sociales y en los medios<br />
convencionales de los delitos<br />
contra el honor, ya<br />
ha sido resuelto por el<br />
máximo intérprete de la<br />
Constitución en la sentencia<br />
TC/0092/19.<br />
En dicha precedente el<br />
TC aclaró que, “la libertad<br />
de expresión se aplica<br />
al internet del mismo modo<br />
que a otros medios de<br />
comunicación (Sentencia<br />
TC/0437/16); igualmente,<br />
las sanciones de carácter<br />
penal sobre cualquier<br />
acto difamatorio o injurioso<br />
contra los funcionarios<br />
públicos o aquellas personas<br />
que ejerzan funciones<br />
públicas constituyen<br />
una limitación legal que<br />
afecta el núcleo esencial<br />
de la libertad de expresión<br />
y opinión por medio<br />
de la prensa (Sentencia<br />
TC/0075/16); del mismo<br />
modo, la sanción privativa<br />
de libertad resulta innecesaria<br />
y excesivamente<br />
gravosa porque considera<br />
a las redes sociales un medio<br />
más riesgoso que otros<br />
por contemplar penas más<br />
altas que las contempladas<br />
para los delitos de difamación<br />
e injuria”.<br />
Pudiéramos afirmar<br />
que el Tribunal Constitucional<br />
ha rezado el réquiem a<br />
la anciana Ley 6132. Empero,<br />
ahora urge el consenso<br />
de los actores de la opinión<br />
pública y la clase política<br />
para conducir una reforma<br />
bajo el liderazgo del Jefe del<br />
Estado.<br />
¡Manos a la obra, señor<br />
Presidente!