Nº 12 Alegraos Peques La santidad en los niños (abril 2022)
¿Se puede ser santo siendo un niño? "Las virtudes que se alcanzan desde niños tienen un brillo especial" (S. Juan de la Cruz).
¿Se puede ser santo siendo un niño?
"Las virtudes que se alcanzan desde niños tienen un brillo especial" (S. Juan de la Cruz).
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Abril 2022 Página 3
San Mateo nos cuenta un paisaje breve, pero
muy profundo, acerca de la relación de Jesús
con los niños. Narra como los niños se
acercaban a Jesús. ¡Cómo sabe un niño
arrimarse a quien bien le quiere! Los
apóstoles les tratan de echar, para
que no molesten al Maestro…
pero Jesús interviene
enérgicamente: “¡Dejadlos! ¡No
impidáis a los niños acercase a
Mí!” El Corazón de Jesús tiene
una gran predilección para con
los niños.
“De los que son como ellos es
el Reino de los Cielos”. El encanto de
los niños reside en su inocencia, muy
relacionada con “bienaventurados los
limpios de corazón, porque ellos verán a Dios” (Mt
5, 8).
Cuando nacemos, desgraciadamente a
consecuencia del pecado original que heredamos
de Adán y Eva -nuestros primeros padres-,
nacemos en pecado. Si lo pensamos, no tiene
mucho sentido celebrar nuestro cumpleaños, pues
nuestra llegada al mundo… ¡tuvo lugar 9 meses
antes!, y el motivo de verdadera alegría y
celebración debería ser el aniversario de nuestro
Bautismo, pues fue ahí cuando realmente nacimos
a la Vida de la gracia. “Cuando nacemos, nacemos
para morir; pero una vez que nos bautizan,
morimos para vivir”.
Con el Bautismo comenzamos la vida para la
que Dios nos ha pensado, que no es una vida
rastrera “en este valle de lágrimas”, sino la vida del
Cielo… que comenzamos ya aquí. Estamos de
peregrinación, pero ya vamos experimentando
nuestra vida de hijos de Dios, y gustando aquí -
aunque con los sufrimientos
propios de la tierra- un
preludio de lo que nos
Mt 19, 14
espera en el Cielo,
participando de la Vida de Dios.
Los niños tienen el alma
limpia, reina en ella la
Gracia… y esa vestidura
blanca del Bautismo
debemos
procurar
conservarla, y no estropearla.
“De los que son como ellos es
el Reino de los Cielos”. Qué
importante es que en nuestros
primeros años de vida la gracia
reine en el alma, y estemos a salvo
de pecados y escándalos, que dañan
tan gravemente el pequeño y frágil corazón
de un niño.
San Juan de la Cruz explicaba que “las
virtudes que se adquieren siendo un niño tienen un
brillo especial”. Arraigarán con gran fuerza en esa
persona, que las desarrollará vigorosamente en su
juventud y vida adulta.
Santo Domingo Savio en la película “San Juan
Bosco” afirma que
“Hay que amar a Dios
desde niño, porque si no
podría ser demasiado tarde”.
Y así es… ¡cuántos santos lo han sido porque
en su infancia fueron educados en el amor a Dios y
en la práctica de las virtudes!
Por Dámaris Mora (Torrejón de Ardoz).