Nº 12 Alegraos Peques La santidad en los niños (abril 2022)
¿Se puede ser santo siendo un niño? "Las virtudes que se alcanzan desde niños tienen un brillo especial" (S. Juan de la Cruz).
¿Se puede ser santo siendo un niño?
"Las virtudes que se alcanzan desde niños tienen un brillo especial" (S. Juan de la Cruz).
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Abril 2022 Página 5
Los Pastorcillos de Fátima
Eran: Lucía Dos Santos, y Francisco y Jacinta
Marto, que eran primos de Lucía. Nacieron en
Aljustrel, un pequeño pueblo de Fátima en Portugal,
en 1907, 1908 y 1910, respectivamente.
Tanto Lucía como sus primos venían de
familias humildes y muy piadosas. Fueron instruidos
en la fe católica. Esto hizo que, desde muy pequeños,
naciera en ellos un amor profundo hacia Jesús y su
Santísima Madre, que con el tiempo fue creciendo.
Salían todos los días al campo a pastorear las ovejas.
Allí jugaban y se entretenían.
Entre 1915 y 1516 se sucedieron varias
apariciones de un ángel, que les pidió oraciones y
sacrificios en reparación de los Sagrados Corazones
de Jesús y de María. La más curiosa de las
apariciones tuvo lugar en los Valinhos en 1916, cuando
después de rezar con ellos, el ángel les dio de
comulgar: a Lucía la Sagrada Hostia, y a Francisco y a
Jacinta la Sangre de Cristo.
El 13 de mayo de 1917 tuvo lugar la primera
aparición de las seis que habría en Cova de Iría,
también el día 13 de los meses próximos. En estas
apariciones, la Virgen les mostró el infierno y les
reveló tres secretos que más tarde ellos mismos
revelarían. Les pidió que se sacrificaran para reparar
su corazón. También les dijo que irían los tres al
Cielo, aunque Jacinta y Francisco lo harían antes y
Lucía se quedaría más tiempo ofreciendo su
sufrimiento por los pecadores.
Hubo mucha gente que no creyó lo que
contaron. Por esta razón sufrieron mucho hasta que
el 13 de octubre de 1917, la Virgen dio una señal de la
veracidad de lo que contaban y se produjo un milagro
en el que como algunos testigos han dicho, el sol
"danzaba" o "zigzagueaba". Sufrieron todos los
desprecios y los ofrecieron con mansedumbre.
Se sacrificaban mucho por la conversión de
los pecadores. Pasaban largas temporadas sin beber;
tanto es así que un día de agosto, debilitada Jacinta
por este motivo, le pidió a Lucía que le dijese a los
grillos y las ranas que se callasen porque empeoraban
el gran dolor de cabeza que tenía. Entonces,
Francisco le preguntó si no quería ofrecer ese
sacrificio por la conversión de los pecadores y
Jacinta rápidamente respondió que sí, que les dejase
cantar. Otra vez, mientras jugaban por el campo
Lucía se encontró una cuerda, la cogió para jugar con
ella y se la ató al brazo. Un rato después, al ver que
hacía daño, les propuso a sus primos atársela a la
cintura para ofrecerlo por los pecadores. Se la solían
apretar mucho, por lo que no era raro que se les
formasen heridas. Tanto es así que, en la quinta
aparición, la Virgen les prohibió llevarla por la noche.
Tal y como había dicho la Virgen, Francisco
falleció en 1919 y Jacinta en 1920; ambos de
neumonía. Fueron canonizados el 13 de mayo de 2017.
Por otra parte, Lucía murió a los 97 años de edad
tras haber sido monja dorotea, y más tarde haber
pertenecido a la Orden de la Carmelitas Descalzas.
Está abierta su causa de beatificación.
Los pastorcillos de Fátima vivieron siempre
agradando a Dios y ofreciendo todo por y para Él.
Por Zhoe Torres (12 años, Madrid).
Por Marta Albi (14 años, Madrid).