Nº 13 Alegraos Peques (Septiembre 2022)
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Septiembre 2022 Página 10
El pasado 4 de julio comenzamos nuestra
Peregrinación a Lourdes.
De camino, paramos en la Basílica de Ntra. Señora
del Pilar, en Zaragoza. Fue una maravilla poder
celebrar Misa en el lugar donde la Virgen se quiso
aparecer al Apóstol Santiago en carne mortal.
Llegando ya a Lourdes, tuvimos algunas
dificultades… ¡Un ejército de vacas y cabras se
interpuso en nuestro camino haciendo que
tardásemos más de la cuenta!
Nos alojamos en una casa rural con unas preciosas
vistas a pleno Pirineo, en un pueblo encantador a
unos 20 minutos de Lourdes.
Teníamos un desafío: una de las niñas del grupo se
había hecho un esguince días antes de ir y
teníamos que llevarla a todos los sitios en silla de
ruedas. Lo que no sabíamos era que este hecho,
nos iba a hacer experimentar esta Peregrinación
del mismo modo que lo hacen las personas
verdaderamente enfermas que peregrinan a este
Santuario haciendo crecer así nuestra Fe, nuestra
empatía y nuestra compasión.
Todos los días acudíamos a las 21:00 h. a rezar el
Rosario en frente de la Basílica del Rosario donde
están representados, con mosaicos, todos sus
misterios. Fue impresionante ver la cantidad de
personas de distintos países que, unidas por la Fe,
se juntaban ahí para rezar en procesión esta
oración.
Hicimos, en total, dos marchas. En la primera, se
suponía que deberíamos haber llegado a unos
lagos, pero no lo conseguimos. Y aunque no
pudimos disfrutar de estos, nos bastó con ver las
maravillosas vistas que nos ofrecían los Pirineos.
En cambio, en la segunda marcha, conseguimos
llegar a un lago que, incluso, ¡parecía un fondo de
pantalla de Windows! La experiencia de llevar con
nosotras a dos chicas estadounidenses fue
enriquecedora. Ellas pudieron aprender español y
nosotras pudimos mejorar nuestro inglés.
En la Basílica de San Pío X, donde lo que más nos
impresionó fueron los inmensos carteles de
Santos que habían colgado, acudimos a una Misa
internacional, que se celebra todos los miércoles.
En esta, cada parte de ella estaba en un idioma.
Uno de nuestros retos más difíciles fue el Vía
Crucis.
“NO TE PROMETO
HACERTE FELIZ
EN ESTA VIDA,
PERO SÍ EN LA OTRA”.