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Traducido por BlackRose10 & Jacqui_15

Corregido por Daliam

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M

edia hora después, me hallaba de vuelta en mi uniforme:

pantalones negros, cinturón Armani (herencia de uno de los

hermanos de negocios), camisa de color negro de manga larga

con los puños doblados hasta los codos. Y mi alzacuello, por supuesto. San

Agustín miraba austeramente a lo largo de la oficina, recordándome que me

encontraba aquí para ayudar a Poppy, no para soñar con sujetadores

deportivos y pantalones cortos. Y quería estar aquí para ayudarla. Cuando

recordé su suave llanto en el confesionario, el pecho se me apretó.

La ayudaría así eso me matara.

Poppy llegó unos minutos antes, y su forma fácil pero precisa al

caminar, cuando entró por la puerta me dijo que acostumbraba ser puntual,

se complacía en ello, era el tipo de persona que nunca podía entender por

qué los demás llegaban tarde. Mientras que los tres años de despertar a las

siete todavía no me transformaron en una persona mañanera, generalmente

ocurría más a menudo de lo que me gustaría, que la misa comenzaba a las

ocho y diez y no a las ocho.

—Hola —dijo cuando le indiqué una silla junto a mí. Elegí las dos

sillas tapizadas en la esquina de la oficina, odiando hablar a la gente desde

detrás de mi escritorio como si fuera un director de escuela media. Y con

Poppy, quería ser capaz de calmarla, tocarla si era necesario, mostrarle una

experiencia eclesiástica más personal que la de la Antigua Cabina de la

Muerte.

Se dejó caer en la silla de una manera elegante, agraciada, que fue

putamente fascinante... como ver a una bailarina atar sus zapatillas o a una

geisha servir el té. Otra vez usaba ese encendido tono de lápiz labial rojo

brillante, y se encontraba en un par de pantalones cortos de talle alto y una

blusa atada en el cuello; se veía más lista para un viaje en yate un sábado

a mediodía, que para una reunión en mi lúgubre oficina. Pero su cabello

seguía húmedo y sus mejillas todavía tenía el típico sonrojo de después de

correr, y sentí un pequeño oleaje de orgullo posesivo al lograr ver a esta

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