You also want an ePaper? Increase the reach of your titles
YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.
DOMINGO SÁBADO 26 <strong>27</strong> DE NOVIEMBRE DE <strong>2022</strong> THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY<br />
13 3<br />
E L M U N D O<br />
Pandillas avivan crisis de cólera en Haití<br />
Por NATALIE KITROEFF<br />
PUERTO PRÍNCIPE, Haití —<br />
Para llegar al hospital, las madres<br />
de familia atravesaron el frente de<br />
una guerra de pandillas, transportando<br />
a bebés enfermos durante<br />
recesos en los tiroteos y pasando<br />
junto a cadáveres.<br />
No tenían opción: el cólera, que<br />
resurge en Haití, había venido por<br />
sus hijos.<br />
“No quería ir porque estaba<br />
muy asustada”, narró Benette Regis,<br />
sosteniendo a su hijo de 5 años,<br />
Lovelson, mientras el niño vomitaba,<br />
su cuerpo débil luchando con<br />
el cólera. “Pero sabía que él podía<br />
morir”.<br />
El cólera se está disparando por<br />
todo el mundo. No obstante, el resurgimiento<br />
de esta enfermedad<br />
es un giro del destino particularmente<br />
cruel en Haití, que en febrero<br />
declaró victoria al eliminar la<br />
enfermedad tras combatirla durante<br />
más de una década.<br />
Ahora ese triunfo ha sido arrebatado<br />
por grupos armados que<br />
han convertido a amplias franjas<br />
de la capital, Puerto Príncipe, en<br />
un panorama de pesadilla anárquico<br />
y violento —y un gobierno<br />
que no puede tomar control.<br />
En octubre, el país registró su<br />
primer caso de la enfermedad en<br />
tres años, y los casos se han disparado<br />
desde entonces.<br />
El cólera se propaga mediante<br />
agua contaminada y es relativamente<br />
sencillo de tratar con simple<br />
rehidratación. Pero las autoridades<br />
de Salud no pueden brindar<br />
los cuidados más básicos en<br />
barrios pobres donde los grupos<br />
armados han obstruido el acceso<br />
al mundo exterior, impidiendo el<br />
ingreso de médicos y dejando que<br />
los enfermos mueran en casa.<br />
En septiembre, grupos armados<br />
tomaron control del puerto más<br />
importante de Haití, bloqueando<br />
la entrega de combustible por todo<br />
el país durante casi dos meses y<br />
desatando una cadena de sucesos<br />
que creó las condiciones ideales<br />
para la propagación de la enfermedad.<br />
La recolección de basura se detuvo<br />
en partes de Puerto Príncipe,<br />
convirtiendo las calles de barriadas<br />
urbanas en ríos de lodo inmundo<br />
y creando montañas de basura<br />
junto a mercados de comida.<br />
Andre Paultre contribuyó<br />
con reportes para este artículo.<br />
FOTOGRAFÍAS POR ADRIANA ZEHBRAUSKAS PARA THE NEW YORK TIMES<br />
Miles de haitianos que huyen de la violencia se refugiaron en<br />
un parque en Puerto Príncipe. La insalubridad<br />
ayudó a propagar el cólera.<br />
La compañía de agua del país<br />
dejó de funcionar normalmente<br />
y el agua limpia se volvió escasa.<br />
Miles de personas que huían de<br />
la violencia se refugiaron en un<br />
parque en Puerto Príncipe, donde<br />
muchos dormían junto a desechos<br />
humanos.<br />
Los hospitales, al carecer del<br />
combustible necesario para mantener<br />
funcionando las máquinas,<br />
redujeron sus servicios. Los suministros<br />
de oxígeno quedaron<br />
varados en los puertos, matando a<br />
recién nacidos que no podían respirar<br />
por sí solos.<br />
Desde octubre, el cólera ha cobrado<br />
más de cien vidas y enfermado<br />
a ocho mil personas más<br />
—aunque los expertos señalan<br />
que las cifras oficiales se quedan<br />
cortas del número real.<br />
El hospital de Médicos Sin Fronteras<br />
en Cité Soleil, un barrio desesperadamente<br />
pobre en Puerto<br />
Príncipe, se ubica sobre un camino<br />
que divide territorio controlado<br />
por grupos rivales.<br />
Cientos han sido abatidos y docenas<br />
de mujeres han sido violadas<br />
sobre ese camino desde que<br />
estalló la violencia de pandillas en<br />
julio, reportó la Red Nacional de<br />
Defensa de Derechos Humanos,<br />
un grupo local.<br />
El puñado de personas que aún<br />
recorre el camino tiende a pegarse<br />
a los muros que lo bordean para<br />
evitar ser alcanzados por la lluvia<br />
de balas que puede caer indiscriminadamente.<br />
Lovelson, el hijo de Regis, se<br />
había empezado a sentir mal un<br />
par de días antes, mientras ocurría<br />
un tiroteo cerca de su hogar.<br />
Regis creyó que sería mejor no<br />
salir del barrio, pero las monjas<br />
que operaban una pequeña clínica<br />
cerca de allí le dijeron que<br />
Lovelson moriría sin la ayuda<br />
de médicos mejor preparados y<br />
pagaron un mototaxi para que la<br />
llevara al hospital.<br />
Ya que pandillas controlan la<br />
mayor parte de la capital haitiana,<br />
los grupos de ayuda humanitaria<br />
constantemente tienen que negociar<br />
un paso seguro para entrar y<br />
salir de su territorio.<br />
El tratamiento de cólera —rehidratación,<br />
vía intravenosa en los<br />
casos más extremos— tiene que<br />
ser administrado rápidamente.<br />
La enfermedad puede matar a sus<br />
víctimas en cuestión de un día,<br />
especialmente niños que sufren<br />
desnutrición.<br />
“Todos los casos graves llegan<br />
en la mañana, porque no pueden<br />
trasladarse de noche”, explicó<br />
Mouna Hanebali, una doctora en<br />
el hospital de Médicos Sin Fronteras.<br />
“Muchos llegan ya muertos”.<br />
Lula venció a Bolsonaro,<br />
ahora viene lo difícil<br />
Por JACK NICAS<br />
y ANDRÉ SPIGARIOL<br />
BRASILIA — Las cachuchas rojas<br />
tenían el objetivo de comunicar<br />
un mensaje inequívoco: “Que en<br />
Brasil sea 2002 otra vez”.<br />
Ese fue el primer año en que Brasil<br />
eligió al líder<br />
de izquierda, Luiz<br />
Inácio Lula da<br />
Silva, como presidente.<br />
En esa primera<br />
presidencia, de<br />
2003 a 2010, estuvo<br />
al timón de quizás el mejor momento<br />
de Brasil, beneficiándose de<br />
un auge de materias básicas y un<br />
hallazgo de petróleo para sacar a<br />
20 millones de personas de la extrema<br />
pobreza y poner a Brasil en<br />
la escena mundial. Ahora, Lula ha<br />
regresado, y tiene previsto tomar<br />
las riendas de la nación más grande<br />
de Latinoamérica el 1 de enero,<br />
justo 20 años después del inicio de<br />
su primera administración. Pero<br />
la nostalgia podría toparse pronto<br />
con la realidad.<br />
En su segunda presidencia, Lula<br />
lidiará con un país que ha cambiado<br />
drásticamente. Hereda una economía<br />
con menos espacio para el<br />
crecimiento, un puesto con menos<br />
fuerza y un país polarizado donde<br />
una porción considerable del público<br />
lo considera un delincuente.<br />
Lula derrotó al presidente Jair<br />
Bolsonaro el mes pasado, impidiendo<br />
que el líder de extrema derecha<br />
tuviera un segundo mandato, pero<br />
enfrenta muchos nuevos obstáculos.<br />
En su primer mandato, el apetito<br />
voraz de China por soya, mineral de<br />
hierro, petróleo y carne ayudó a avivar<br />
una racha de veloz crecimiento<br />
que convirtió a Brasil en la sexta<br />
economía más grande del mundo<br />
para 2012, de la decimocuarta cuando<br />
inició su mandato. Eso lo ayudó a<br />
expandir la clase media, invertir en<br />
infraestructura y postular al país<br />
con éxito como sede de los Juegos<br />
Olímpicos y la Copa del Mundo. Pero<br />
ahora, Brasil ha estado sumido en<br />
años de crecimiento inconstante, y<br />
China y la economía global son más<br />
débiles. Lula pasó gran parte de su<br />
campaña enfocado en conseguir<br />
más ayuda para los pobres.<br />
Durante su último mandato presidencial,<br />
Lula expandió el gasto<br />
con vientos económicos favorables.<br />
Ahora no cuenta con eso y el mercado<br />
está preocupado.<br />
En los comentarios sobre su esfuerzo<br />
por incrementar el límite<br />
del gasto federal, dijo: “¿Por qué<br />
la gente que debate con seriedad<br />
el tope al gasto no debate los temas<br />
sociales del país? ¿Por qué los pobres<br />
no son parte del debate macroeconómico?”.<br />
En reacción, la bolsa<br />
de Sao Paulo cayó 3.3 por ciento, su<br />
peor día del año.<br />
Lula quiere aumentar el límite al<br />
gasto para financiar un incremento<br />
al salario mínimo y una expansión<br />
del programa de bienestar social de<br />
Brasil. Quiere conservar los pagos<br />
mensuales de aproximadamente<br />
US$<strong>11</strong>5 que Bolsonaro empezó a<br />
dar a familias de bajos recursos<br />
antes de la elección, y quiere añadir<br />
US$30 adicionales al mes por cada<br />
niño en esas familias.<br />
Eso costará más de US$13 mil<br />
millones en 2023 —y sin embargo,<br />
el presupuesto de Brasil no tiene<br />
espacio para gasto adicional, en<br />
parte porque Bolsonaro gastó hasta<br />
US$30 mil millones en estímulos<br />
antes de los comicios, de acuerdo<br />
con Daniel Couri, un economista<br />
que dirige el comité de vigilancia<br />
presupuestal del Senado.<br />
Cuando dejó su puesto a finales<br />
de 2010, Lula tenía un índice<br />
de aprobación superior al 80 por<br />
ciento. Pero una investigación descubrió<br />
un inmenso esquema de sobornos<br />
dentro de su Partido de los<br />
Trabajadores y el Gobierno. Fue<br />
condenado dos veces bajo cargos de<br />
que aceptó regalos de firmas constructoras<br />
que buscaban contratos<br />
gubernamentales. Fue sentenciado<br />
a 22 años en prisión, pero fue liberado<br />
después de 17 meses. El Tribunal<br />
Supremo de Brasil dictaminó el año<br />
pasado que el juez en sus casos estaba<br />
predispuesto y desestimó los<br />
cargos. La decisión allanó el camino<br />
para que volviera a postularse a<br />
la presidencia.<br />
Durante la campaña, Bolsonaro<br />
se centró en las condenas de Lula.<br />
Y en la derrota, sus partidarios las<br />
citan como evidencia de que robó<br />
la elección. Miles se congregaron<br />
afuera de bases militares y colocaron<br />
bloqueos, intentando hacer que<br />
las fuerzas armadas eviten que Lula<br />
asuma la presidencia.<br />
“Este es nuestro mayor reto”, dijo<br />
el Senador Randolfe Rodrigues, un<br />
coordinador de la campaña de Lula.<br />
“Todo lo demás es importante,<br />
pero recuperar la cultura democrática<br />
en la vida brasileña es nuestra<br />
máxima responsabilidad”.<br />
El poder de la presidencia de Brasil<br />
ha sido diluido en años recientes<br />
por la creciente influencia del<br />
Tribunal Supremo y del Congreso.<br />
El gobierno brasileño también ha<br />
asumido una deuda enorme, dejando<br />
a Lula con poca flexibilidad<br />
financiera.<br />
Sin embargo, hay un área donde<br />
podría tener un impacto inicial:<br />
la Amazonia. Bolsonaro redujo<br />
significativamente los fondos y el<br />
personal para proteger al bosque<br />
tropical.<br />
Rodrigues, quien está bajo consideración<br />
para ser el ministro de<br />
Medio Ambiente de Lula, dijo que<br />
el plan era reconstruir de inmediato<br />
la presencia del gobierno en la<br />
Amazonia.<br />
VICTOR MORIYAMA PARA THE NEW YORK TIMES<br />
Luiz Inácio<br />
Lula da Silva<br />
está listo para<br />
liderar a la<br />
nación más<br />
grande de<br />
Latinoamérica<br />
el 1 de enero,<br />
justo 20 años<br />
después de<br />
su primer<br />
mandato.