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Prólogo La figura del gran Buster Keaton está ... - Diario de Cine

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<strong>La</strong>s nuevas estrellas <strong>de</strong> la casa eran entonces los hermanos Marx. Aunque Harpo16 contratara<br />

a <strong>Keaton</strong> como gagman, nunca se entendió con Groucho <strong>de</strong>masiado obsesionado con las reacciones<br />

<strong><strong>de</strong>l</strong> público. Desgraciadamente Irving Thalberg murió enseguida y el genial artista<br />

perdió a uno <strong>de</strong> sus mayores amigos.<br />

En aquella época, según algunas fuentes, <strong>Keaton</strong> trabajó también como gagman <strong>de</strong> <strong>La</strong>urel y<br />

Hardy, quienes a pesar <strong>de</strong> tener una compañía in<strong>de</strong>pendiente, sus películas eran distribuidas<br />

por la MGM. Yo nunca he podido comprobar la veracidad o falsedad <strong>de</strong> dicha información por<br />

lo cual la incluyo con todas mis reservas.<br />

1940 otro <strong>de</strong>sagradable inci<strong>de</strong>nte. Llamado por Robert Z. Leonard para un papel en Luna<br />

Nueva, con los insufribles Nelson Eddy y Jeannette McDonald, su participación fué tan divertida<br />

que al llegar la noche <strong><strong>de</strong>l</strong> preestreno los magnates se <strong>de</strong>ban cuenta <strong>de</strong> que <strong>Keaton</strong> oscurecía<br />

a las estrellas <strong><strong>de</strong>l</strong> momento por lo cual <strong>de</strong>cidieron eliminar su participación radicalmente.<br />

Esperemos que algún dia alguien restituya ese metraje escamoteado ya que en la actualidad<br />

nadie soporta a tan terrible dueto cantor con sus gorgoritos y empalagosas baladas.<br />

Otro affaire parecido fue el <strong>de</strong> Candilejas (1952) don<strong>de</strong> el celoso Charles Chaplin cortó varios<br />

planos <strong>de</strong> su intervención conjunta porque <strong>Keaton</strong> le oscurecía en aquella memorable secuencia<br />

que era lo único bueno <strong>de</strong> tan lacrimógeno film.<br />

Pero aunque la carrera <strong>de</strong> <strong>Keaton</strong> nunca más volvió a ser lo que fue, afortunadamente, pudo<br />

en parte recuperar su prestigio aunque en otros medios como pue<strong>de</strong>n ser el teatro y la televisión.<br />

<strong>La</strong> resurrección<br />

<strong>La</strong> última parte <strong>de</strong> la carrera <strong>de</strong> <strong>Keaton</strong> es la más oscura y también la más incomprendida. <strong>La</strong><br />

mayoría <strong>de</strong> las historias <strong>de</strong> cine <strong>está</strong>n escritas por críticos y no por profesionales <strong><strong>de</strong>l</strong> mundo <strong><strong>de</strong>l</strong><br />

espectáculo, como pue<strong>de</strong> ser el caso <strong><strong>de</strong>l</strong> autor <strong>de</strong> este libro.17 Los críticos e historiadores nunca<br />

comprendieron las motivaciones <strong>de</strong> <strong>Buster</strong> <strong>Keaton</strong> <strong>de</strong> permanecer en el mundo <strong><strong>de</strong>l</strong> cine a<br />

pesar <strong><strong>de</strong>l</strong> paso <strong>de</strong> los años y <strong>de</strong> su vejez, que algunos califican <strong>de</strong> patética. Como diría Cervantes<br />

en el prólogo <strong>de</strong> la segunda parte <strong>de</strong> “El ingenioso hidalgo don Quijote <strong>de</strong> la Mancha”: “nadie<br />

pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>tener el paso <strong><strong>de</strong>l</strong> tiempo”.<br />

El actor envejeció y su imagen se fué arrugando cada vez más. Nadie ha querido admitir las<br />

participaciones keatonianas en su senectud y nadie ha querido compren<strong>de</strong>r porqué este <strong>Keaton</strong><br />

se empeñaba en rodar pequeños papeles a una edad avanzada.<br />

El mismo <strong>Keaton</strong> se explicaba diciendo que “aquel que lleva la sangre <strong>de</strong> actor en sus venas<br />

nunca pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> actuar”. El cine es como una droga, quién la prueba es incapaz <strong>de</strong> abandonarla.<br />

Así le po<strong>de</strong>mos ver en papeles secundarios en multitud <strong>de</strong> películas que si hoy se recuerdan es<br />

precisamente por su intervención. Mientras tanto las “populares” estrellas <strong>de</strong> las mismas <strong>está</strong>n<br />

ya olvidadas. En 1941 inicia una gira teatral con la comedia “El gorila”, en 1946 hace otra con la<br />

obra “Three men on a horse”, intérpretando a un místico tasador <strong>de</strong> caballos que ya había interpretado<br />

en el cine, según Marcel Oms, en una versión <strong>de</strong> Mervyn Le Roy fechada en 1936.<br />

Primero en 1947 y <strong>de</strong>spués en 1953 actúa en el circo Medrano <strong>de</strong> París. Pero es en la televisión<br />

don<strong>de</strong> comienza a rever<strong>de</strong>cer antiguos laureles.<br />

The <strong>Buster</strong> <strong>Keaton</strong> Show (1950-1951) supuso un enorme éxito en la costa Oeste <strong>de</strong> los Estados<br />

Unidos llegando a alcanzar el Nº 1 <strong>de</strong> audiencia. Lástima que fueran grabados en el sistema<br />

kinestoscopio, antece<strong>de</strong>nte <strong><strong>de</strong>l</strong> ví<strong>de</strong>o, <strong>de</strong> poca calidad <strong>de</strong> imagen y ahora dificiles <strong>de</strong> visionar.<br />

En 1957 la Paramount le <strong>de</strong>dica un film biográfico don<strong>de</strong> su personaje era encarnado por el<br />

actor Donald O’Connor. The <strong>Buster</strong> <strong>Keaton</strong> Story poco tenía <strong>de</strong> story y más <strong>de</strong> invención<br />

hollywoo<strong>de</strong>nse. Pero para <strong>Keaton</strong> supuso un pequeño reconocimiento y con los 50.000 dólares<br />

que le pagaron compró su rancho <strong>de</strong> Woodland Hills <strong>de</strong> 40 áreas en el valle <strong>de</strong> San Francisco<br />

don<strong>de</strong> vivió sus últimos años.<br />

Hasta entonces vivía en una mo<strong>de</strong>sta casa que era propiedad <strong>de</strong> su madre Myra <strong>Keaton</strong> y que<br />

le había regalado en sus años <strong>de</strong> gloria.En 1954 encontró a Raymond Rohauer, restaurador <strong>de</strong><br />

películas clásicas, en una sala <strong>de</strong> Los Angeles: “tengo varias películas viejas en el garaje <strong>de</strong> mi<br />

casa si le interesan se las pue<strong>de</strong> quedar”. Rohauer, el hombre que más hizo para reinvindicar a<br />

<strong>Keaton</strong>, fue al garaje <strong>de</strong> su casa y encontró las antiguas cintas en un estado lamentable. Por<br />

esto a partir <strong>de</strong> entonces, tras pasarlas <strong><strong>de</strong>l</strong> soporte <strong>de</strong> nitrato (altamente inflamable) al <strong>de</strong> acetato<br />

ininflamable, comenzó la batalla legal para adquirir la propíedad <strong>de</strong> las películas <strong>de</strong> <strong>Keaton</strong><br />

ya que este <strong>de</strong>sconocía cuales eran sus <strong>de</strong>rechos dado que era un pésimo hombre <strong>de</strong> nego-

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